Pacificadores
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Marzo 14 de 2022
Resolución de Conflictos
PACIFICADORES
El libro inicia con una historia sobre Francisco y un conflicto no resuelto con sus hermanos
poco a poco el libro comienza a mostrar que los conflictos en ocasiones suceden para
nuestro bien y para glorificar a Dios a través de ellos, porque nos brinda la oportunidad,
inclusive de servir a otros.
El autor habla acerca de la loma resbaladiza y de cómo las personas responden al conflicto
de tres formas básicas.
Las respuestas de escape al conflicto son aquellas que las personas utilizan cuando están
más interesadas en evitar el conflicto que en resolverlo, y son negación, huida, suicidio.
Las respuestas de ataque que se encuentran al lado derecho de la loma resbaladiza son
usadas por aquellas personas que están más interesadas en ganar un conflicto que en
preservar una relación, allí podemos encontrar la respuesta de agresión, litigio y asesinato.
Y por último en el centro se encuentran las repuestas de paz que son todas aquellas
ordenadas por Dios, facultadas por el evangelio y orientadas a encontrar soluciones justas y
satisfactorias al conflicto. Entre ellas se encuentran pasar por alto una ofensa,
reconciliación negociación, mediación, arbitraje y rendición de cuentas.
El autor también hace énfasis en la importancia de vivir en paz. Para esto enseña tres
tópicos que son: vivir en paz con Dios se da cuando nos hemos alineado con Él
genuinamente. Paz con los demás tiene que ver con la unidad con la que fuimos llamados a
través del evangelio y de Cristo. Paz interior es un don que Dios da sólo a quienes creen en
su hijo y obedecen sus mandamientos.
Y por último, el autor enseña que la reputación y el buen nombre de Jesús dependen de la
unidad de la Iglesia.
El capítulo tres habla de confiar en el Señor y hacer el bien para ejemplificar este punto
narra la historia de unos misioneros que llegaron a una tribu aislada de Sudamérica, los
Aucas, y cómo estos misioneros fueron asesinados por esta tribu indígena. Las viudas
dejaron el rencor a un lado, confiaron en el Señor y se dedicaron a hacer el bien con el
tiempo la tribu llegó a los pies de Cristo.
Luego habla acerca de sacar la viga de nuestro propio ojo. En vez de culpar a otros por un
conflicto o resistirnos a la corrección, el autor recalca la importancia de confiar en la
misericordia de Dios y de asumir nuestra responsabilidad en el conflicto, confesando
nuestros pecados a quienes hemos agraviado, pidiendo a Dios que nos ayude a cambiar toda
actitud y hábito que lleve al conflicto, y buscar reparar todo daño que hayamos causado.
Para concluir la última sección del libro de Sande habla de ir y reconciliarnos que en vez
de aceptar un arreglo prematuro o permitir que relaciones se marchiten, se debe buscar
activamente la paz y la reconciliación genuina, perdonando a otros como Dios nos perdonó,
por Cristo, buscando soluciones justas y mutuamente beneficiosas a nuestras diferencias.
El libro también resalta que Dios en bueno en todo, y que a través de cómo se maneje la
resolución de conflictos, la reputación de Cristo es manifestada al prójimo. De igual forma
hace énfasis en que después de un gran problema, se puede hallar una edificante enseñanza.
Aprendí la importancia de ser pacificadores en todo momento, en todo lugar, y que los
problemas siempre van a existir en la Iglesia lo importante es cómo abordarlos para llegar a
un bien común y hallar sabiduría.