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Unidad VIII.

1. Extinción de la comunidad hereditaria. Concepto. Causales.

El modo normal de extinguirse la comunidad hereditaria es la partición. Mediante ella


cada heredero adquiere el derecho exclusivo sobre la parte material de la herencia que se
le adjudica.
No es, sin embargo, la partición la única causa extintiva. Puede suceder que desaparezca
la comunidad sin que sea posible realizar la partición. Esto puede deberse a diversas
causas:
a) Por no haber quedado bienes. Esto ocurrirá si se ha agotado toda la herencia al
tener que invertir los bienes que la integran en el pago de las deudas.
b) Por no haber entre quienes repartir la herencia. Este supuesto tendrá lugar
cuando quede un solo heredero con derecho a la herencia, por haberse reunido en
su mano todas las participaciones, ya sea por cesión de otros herederos, usucapión,
etc.
c) Por constituir los coherederos una sociedad aportando sus partes alícuotas
de la herencia. Nace entonces una persona jurídica que deviene automáticamente
titular individual de cada uno de los bienes que había en el caudal hereditario.
d) No hay verdadera partición en el supuesto de que los herederos se adjudiquen
pro indiviso los bienes hereditarios remanentes. En este caso se extingue la
comunidad hereditaria para transformarse en condominio.

 La partición como principio: su razón de ser.


El código civil establecía que tanto los herederos, como sus acreedores y todos los que
tengan algún derecho en la sucesión, pueden pedir en cualquier momento la partición
de la herencia, no obstante, cualquier prohibición del testador, o convención en
contrario (art. 3452 CC). Su autor consideró que la comunión en las cosas era una
situación accidental y pasajera que la ley no debía fomentar.
Este principio de la partición obligatoria aplicado rigurosamente llevaba a que algunos
herederos se abusaran del derecho de pedir la partición (ejemplo cuando una herencia
estaba conformada por bienes que de dividirlos perdían su valor económico, como ser un
fondo de comercio, herederos amenazaban al resto con pedir la partición si no les
compraban su parte de la herencia a un precio alto).

 Crisis del principio. Obstáculo temporal a la partición: LA INDIVISIÓN FORZOSA.


El principio de la división forzosa aplicado indiscriminadamente ha sido censurado por las
consecuencias negativas que puede ocasionar en el orden social y económico. De ahí que
las legislaciones modernas hayan buscado paliativos que contemplan la indivisión
temporaria.
En nuestro derecho estos estados de indivisión se regulaban en la ley 14.394 “Régimen de
menores y bien de familia”, del año 1954, la cual ha perdurado hasta la sanción y entrada
en vigencia del nuevo CCCN (Código Civil y Comercial de la Nación). La ley ha sido
derogada y ha pasado a formar parte, con algunas modificaciones, del articulado del nuevo
ordenamiento civil.
Los estados de indivisión continuada ahora pueden ser impuestos por el testador, o
por pactos entre los herederos, o por el cónyuge supérstite, o por algún heredero.
En el nuevo CCCN la justificación se encuentra, no solo en las consecuencias
negativas que puede provocar la partición inmediata de la herencia, sino en la
conveniencia de proteger las sociedades familiares haciéndolas perdurar en el
tiempo.
 Indivisión forzosa
Art. 2330. «Indivisión impuesta por el testador». El testador puede imponer a sus herederos,
aun legitimarios, la indivisión de la herencia por un plazo no mayor de diez años.
Puede también disponer que se mantenga indiviso por ese plazo o, en caso de haber
herederos menores de edad, hasta que todos ellos lleguen a la mayoría de edad:
a) un bien determinado;
b) un establecimiento comercial, industrial, agrícola, ganadero, minero, o cualquier otro que
constituye una unidad económica;
c) las partes sociales, cuotas o acciones de la sociedad de la cual es principal socio o
accionista.
En todos los casos, cualquier plazo superior al máximo permitido se entiende reducido a
éste. El juez puede autorizar la división total o parcial antes de vencer el plazo, a pedido de
un coheredero, cuando concurren circunstancias graves o razones de manifiesta utilidad.

 Excepción a la prohibición de sometimiento a plazo de la legítima.

Análisis de la normativa anterior. Tratándose de bienes hereditarios, la ley 14.394


introdujo una importante modificación respecto del régimen del Código Civil, al permitir que
fuera dejado de lado el principio del art. 3452. La indivisión impuesta por el testador no
estaba contemplada en el Código Civil con respecto al testador sobre el haber relicto, sin
perjuicio de que el art. 2694 disponía que cuando la copropiedad en una cosa se hubiera
constituido por donación o testamento, el donante o testador tenía la facultad para imponer
a los comuneros, la prohibición de solicitar la partición, por un plazo que no podía exceder
de cinco años.
Fue introducida esta indivisión en nuestra legislación por el art. 51 de la ley14.394,
que facultaba al testador para imponer a sus herederos, aun forzosos, la indivisión
de los bienes hereditarios por un plazo no mayor de diez años.

Análisis de la normativa del CCCN. Sobre la base de la ley 14.394, se regula la indivisión
forzosa impuesta por el testador y por pacto de los copartícipes; también se prevén casos
de oposición por el cónyuge a que se incluyan en la partición determinados bienes. Bajo las
mismas condiciones, se incorpora el derecho del heredero a oponerse a la división del
establecimiento que constituye una unidad económica si, antes de la muerte del
causante, ha participado activamente en su explotación, pero esta facultad no se
extiende a la vivienda. Se aclaran los efectos de estas indivisiones respecto de los terceros
acreedores.
El testador puede imponer a sus herederos, aun legitimarios, la indivisión de la herencia por
un plazo no mayor de diez años. Mejora el art. 51 de la ley 14.394 que aludía a los herederos
aun forzosos cuando correctamente debía referirse a herederos legitimarios. Mantiene el
plazo de diez años, pero en caso de haber herederos menores de edad, puede extenderse
ese plazo hasta que todos ellos lleguen a la mayoría de edad, a condición de que se trate
de un bien determinado o de un establecimiento comercial, industrial, agrícola, ganadero,
minero, o cualquier otro que constituya una unidad económica.
Agrega a las partes sociales, cuotas o acciones de la sociedad de la cual era el difunto
principal socio o accionista. Consagrando la solución de la ley 14.394, se establece que
cualquier otro término superior al máximo permitido, se entenderá reducido a éste, pero
suprime la facultad reconocida al juez para autorizar la división, total o parcial, a pedido de
la parte interesada y sin esperar el transcurso del plazo establecido, cuando concurran
circunstancias graves o razones de manifiesta utilidad o interés legítimo de tercero. Sólo
puede dar la autorización antes de vencer el plazo, a pedido de un coheredero, cuando
concurren circunstancias graves o razones de manifiesta utilidad. Por lo tanto, se elimina el
derecho de los terceros de efectuar el planteo.

 Bienes sobre los que puede recaer:

La posibilidad de extender la indivisión hasta la mayoría de edad de todos los herederos


comprende tres supuestos: que se trate de un bien determinado; o de un establecimiento
comercial, industrial, agrícola, ganadero, minero, o cualquier otro que constituya una unidad
económica; o de las partes sociales, cuotas o acciones de la sociedad de la cual es principal
socio o accionista. Corresponderá al juez o tribunal —como suele utilizar el Código
vigente— la determinación si se está o no frente a una unidad económica. Por último, se
suprime la necesidad de la inscripción, que sólo se incluye para el pacto de indivisión, pues
extenderla a la impuesta por el causante en testamento constituye un medio para que,
mediante la omisión de dicha inscripción registral, los herederos desconozcan la voluntad
del testador. Quedan incluidas las partes sociales, cuotas o acciones de la sociedad de la
cual es principal socio o accionista.

Pacto de indivisión

Art. 2331. «Pacto de indivisión». Los herederos pueden convenir que la indivisión entre
ellos perdure total o parcialmente por un plazo que no exceda de diez años, sin perjuicio de
la partición provisional de uso y goce de los bienes entre los copartícipes.
Si hay herederos incapaces o con capacidad restringida, el convenio concluido por
sus representantes legales o con la participación de las personas que los asisten
requiere aprobación judicial. Estos convenios pueden ser renovados por igual plazo al
término del anteriormente establecido.
Para ser oponible a terceros, el pacto que incluye bienes registrables debe ser inscripto en
los registros respectivos.
Cualquiera de los coherederos puede pedir la división antes del vencimiento del plazo,
siempre que medien causas justificadas.

El art. ha reproducido lo dispuesto en el art. 52 de la ley 14394 con pequeñas


modificaciones, como estas:

a. Donde el art. 52 decía incapaces, ahora dice: incapaces o capaces con capacidad
restringida
b. El art. 52 expresaba que esos convenios podían renovarse al término del lapso
establecido, el nuevo art. establece que los convenios pueden ser renovados por
igual plazo.

Si bien el texto legal no lo dice expresamente, esta indivisión debe ser hecha por todos los
coherederos, pues la voluntad de la mayoría no es suficiente para inhibir el ejercicio de los
derechos de dominio.
Partición provisional de uso y goce: provoca la permanencia de la indivisión sobre la
propiedad de los bienes. Su finalidad consiste en permitir a alguno de ellos el derecho de
hacer suyos los frutos percibidos de la cosa. No se está, ante una forma especial de
partición, pues aquí no hay más que un acto de administración.
La partición se reputa provisional si los coparticipes solo han hecho una división del uso y
goce de los bienes de la herencia, dejando indivisa la propiedad.
Oposición del cónyuge

Art. 2332. «Oposición del cónyuge». Si en el acervo hereditario existe un


establecimiento comercial, industrial, agrícola, ganadero, minero o de otra índole
que constituye una unidad económica, o partes sociales, cuotas o acciones de una
sociedad, el cónyuge supérstite que ha adquirido o constituido en todo o en parte el
establecimiento o que es el principal socio o accionista de la sociedad, puede oponerse a
que se incluyan en la partición, excepto que puedan serle adjudicados en su lote.
Tiene el mismo derecho el cónyuge que no adquirió ni constituyó el establecimiento pero
que participa activamente en su explotación. En estos casos, la indivisión se mantiene
hasta diez años a partir de la muerte del causante, pero puede ser prorrogada
judicialmente a pedido del cónyuge sobreviviente hasta su fallecimiento.
Durante la indivisión, la administración del establecimiento, de las partes sociales, cuotas
o acciones corresponde al cónyuge sobreviviente.
A instancia de cualquiera de los herederos, el juez puede autorizar el cese de la indivisión
antes del plazo fijado, si concurren causas graves o de manifiesta utilidad económica que
justifican la decisión.
El cónyuge supérstite también puede oponerse a que la vivienda que ha sido
residencia habitual de los cónyuges al tiempo de fallecer el causante y que ha sido
adquirida o construida total o parcialmente con fondos gananciales, con sus
muebles, sea incluida en la partición, mientras él sobreviva, excepto que pueda
serle adjudicada en su lote. Los herederos sólo pueden pedir el cese de la indivisión si
el cónyuge supérstite tiene bienes que le permiten procurarse otra vivienda suficiente para
sus necesidades.
Diferencias con el art. 53 de la ley 14394

a. La ley 14394 no había previsto las partes sociales, cuotas o acciones. En el nuevo
código basta con que el cónyuge sea el accionista principal, aunque no sea el
accionista mayoritario, es decir que no logre la mayoría por sí mismo.
b. La ley 14394 no previa el supuesto de pedir la indivisión por el cónyuge que había
participado activamente en la explotación.
c. La administración del establecimiento, de las partes sociales, cuotas o acciones
corresponde al cónyuge sobreviviente. En principio, hay una partición de los demás
bienes en cuyo caso cesará para ellos la figura del administrador. Si por
circunstancias especiales se mantuviera por un tiempo limitado el estado de
indivisión en los demás bienes, podría suceder que esa administración recayera en
una persona distinta del cónyuge, pudiendo en tal caso concurrir dos
administradores, aunque sobre patrimonios diferentes.
d. La ley 14394 fijaba exclusivamente el plazo de 10 años, el nuevo art. permite que
se prorrogue el estado de indivisión por toda la vida del cónyuge.

Vivienda que ha sido residencia habitual de los cónyuges


El cónyuge supérstite puede oponerse a que la vivienda, que ha sido su residencia habitual
al morir su consorte, se incluya en la partición. Esto con lleva a que la vivienda no entre
en la partición y que el cónyuge sobreviviente use exclusivamente el bien, con sus
muebles. la titularidad del bien será de todos los herederos puesto que dicho bien no se ha
incluido en la partición, pero la vivienda con sus muebles queda de uso exclusivo del
cónyuge.
Se exigen dos requisitos:
- Que la vivienda haya sido adquirida o construida total o parcialmente con fondos
gananciales
- Que esa propiedad no pueda serle adjudicada en su lote

Este derecho es distinto del derecho real de habitación en el cual se otorga al cónyuge
supérstite en forma vitalicia, gratuita y de pleno derecho sobre el inmueble que
constituyo el último hogar conyugal. La diferencia es notoria:
- Puesto que no exige que el bien haya sido construido con bienes gananciales
- Ni que hayan otros bienes que queden para adjudicarlos en su lote
- Ni que el cónyuge tenga bienes suficientes para proveerse otra vivienda

Oposición de un heredero

ARTICULO 2333.- Oposición de un heredero. En las mismas circunstancias que las


establecidas en el artículo 2332, un heredero puede oponerse a la inclusión en la partición
del establecimiento que constituye una unidad económica si, antes de la muerte del
causante, ha participado activamente en la explotación de la empresa.
El heredero que ha participado activamente en la explotación de la empresa antes de la
muerte del causante, puede oponerse a que se incluya en la partición. La solución es
igual a la del cónyuge, pero con el límite de los 10 años. El artículo busca a continuidad
del establecimiento.

Indivisión de una Empresa Unipersonal: ¿Fondo de comercio cotitularizado o


sociedad? Arts. 28/29 LS

Ley de Sociedades: 19.550.


Socios herederos menores, incapaces o con capacidad restringida.

ARTICULO 28. — En la sociedad constituida con bienes sometidos a indivisión


forzosa hereditaria, los herederos menores de edad, incapaces, o con capacidad
restringida sólo pueden ser socios con responsabilidad limitada. El contrato constitutivo
debe ser aprobado por el juez de la sucesión. Si existiere posibilidad de colisión de intereses
entre el representante legal, el curador o el apoyo y la persona menor de edad, incapaz o
con capacidad restringida, se debe designar un representante ad hoc para la celebración
del contrato y para el contralor de la administración de la sociedad si fuere ejercida por
aquél.

ARTICULO 29. — Sin perjuicio de la transformación de la sociedad en una de tipo


autorizado, la infracción al artículo 28 hace solidaria e ilimitadamente responsables al
representante, al curador y al apoyo de la persona menor de edad, incapaz o con capacidad
restringida y a los consocios plenamente capaces, por los daños y perjuicios causados a la
persona menor de edad, incapaz o con capacidad restringida.

Oponibilidad frente a 3ros. Derechos de los acreedores


Para ser oponibles a terceros, la indivisión autorizada por los arts. 2330 a 2333 que incluye
bienes registrables debe ser inscripta en los registros respectivos.
Durante la indivisión los acreedores de los coherederos no pueden ejecutar el bien indiviso
ni una porción ideal de este, pero pueden cobrar sus créditos con las utilidades de la
explotación correspondientes a su deudor.
Las indivisiones no impiden el derecho de los acreedores del causante al cobro de sus
créditos sobre los bienes indivisos.

Cuando la indivisión versa sobre inmuebles debe ser inscripta en el registro inmobiliario
para que produzca efectos frente a terceros.
El párrafo 2do sostiene que los acreedores de los coherederos no pueden ejecutar el bien
indiviso, pero pueden cobrar sus créditos con las utilidades de la explotación. En cambio,
los acreedores del causante pueden ejecutar los bienes indivisos, pues los estados de
indivisión forzosa no les afectan en sus derechos.

2. PARTICION.

La partición es una o varias manifestaciones de voluntad que tienen por fin hacer cesar la
comunidad hereditaria.
Es unilateral cuando la partición es efectuada judicialmente, por medio de peritos
designados por el juez en la forma que determinan los códigos procesales.
Es plurilateral cuando aquélla es realizada de común acuerdo por los interesados, en este
último caso, tiene el carácter de un verdadero contrato, que algunos llaman plurilateral, por
la concurrencia de dos o más codivisionarios.
La partición pone fin a la comunidad hereditaria mediante la distribución del activo neto
hereditario. Las titularidades activas son las únicas que pueden ser objetos de partición. No
lo son las deudas, aunque se las tenga presentes para determinar el activo neto partible.
La partición, dado el carácter declarativo que tiene, determina el haber concreto de cada
heredero, eliminando la incerteza respecto de la titularidad de los bienes singulares.
Determina los bienes concretos que corresponden al heredero, eliminado su derecho
abstracto, representado por la alícuota del patrimonio hereditario en estado de indivisión.
No crea, un nuevo derecho para el heredero, distinto del que tenía antes de la partición,
simplemente determina su derecho sobre bienes concretos.

Es una institución del derecho sustancial y procesal que constituye la etapa final del proceso
sucesorio, al poner fin al estado de indivisión, señalando, en adelante los bienes sobre los
cuales cada sucesor tendrá derecho exclusivo. Además, dicha partición pone fin al juicio
sucesorio propiamente dicho y únicamente podría llegar a reabrirse alguna discusión sobre
el tema por medio de acciones que tuvieran por finalidad la reforma o la nulidad.

ARTICULO 2363.- Conclusión de la indivisión. La indivisión hereditaria sólo cesa con la


partición. Si la partición incluye bienes registrables, es oponible a los terceros desde su
inscripción en los registros respectivos.
La partición tiene efectos declarativos, por lo que se juzga que el heredero ha sucedido
solo e inmediatamente al causante en los bienes comprendidos en su hijuela y que no
tuvo derecho alguno en los que han correspondido a sus coherederos.
La transmisión hereditaria se opera en el momento de la muerte del causante sin
distinguir entre bienes registrables y no registrables. La inscripción registral es declarativa
en estos casos, porque declara el derecho que antes se tenía.
Hay que distinguir entre tercer adquirente y terceros acreedores del heredero:
- Tercer adquirente: el que quiera adquirir un inmueble que pertenecía al causante y
que en la partición le ha correspondido a un heredero, necesita que ese heredero
haya inscripta tal inmueble en el registro correspondiente. Si el heredero quisiera
transmitir los bienes registrables de si hijuela por acto entre vivos, la inscripción
seria el medio de publicidad indispensable. En este sentido la partición solo es
oponible a los 3ros desde la inscripción registral.

- Tercero acreedor del heredero:


 Antes de la partición: los acreedores personales del heredero pueden
embargar derechos hereditarios de su deudor, mediante su anotación del
embargo en el expediente sucesorio. Mientras el derecho hereditario no
este concretado en la partición, éste no puede ser subastado porque no
hay base para establecer su valor. El embargo, de derechos hereditarios
no produce otro efecto que el de autorizar al acreedor a ejercer
subrogatoriamente derechos en nombre de su deudor.
 Después de la partición (y antes de la inscripción): el acreedor puede
embargar y ejecutar los bienes que le han correspondido a su deudor, sin
necesidad de la inscripción de su hijuela, basta la aprobación judicial de la
partición.

Existen, en consecuencia, diversas clases de partición, las que pueden ser objeto de
diversas clasificaciones, que veremos seguidamente.
a) Partición en especie, en dinero o mixta. Esta clasificación de la partición toma en
cuenta el modo en que se realizan las adjudicaciones en cada hijuela.
1) La partición en especie se concreta en especie cuando la masa común se
divide en partes o lotes materialmente determinados, representativos del
interés que cada coheredero tiene en aquélla.
2) La partición en dinero se da si la cosa es indivisible o, aun siendo divisible,
cae dentro de la limitación impuesta por el art. 2375, por el cual aunque los
bienes sean divisibles, no se los debe dividir si ello hace antieconómico el
aprovechamiento de las partes; o si no hay acuerdo entre los coherederos
para partir en especie, se procede a la venta de los bienes, los que son
sustituidos por una suma de dinero, que se distribuye entre aquéllos en
proporción al interés que le correspondía a cada uno. Por lo tanto, si bien la
partición en dinero por lo general se efectivizará a través de la subasta
judicial, no media inconveniente alguno para que los comuneros pacten la
venta privada o el remate. Sólo en ausencia de acuerdo entre ellos, se
recurrirá a la subasta.
3) La partición mixta o con saldo se da cuando la partición en especie puede
resultar imposible porque las porciones resultantes de la división no
equivalen exactamente con la proporción que cada condómino tiene en la
cosa común, por ejemplo, si recae sobre un terreno que puede dividirse en
dos lotes iguales, pero uno de los comuneros tiene un cuarenta por ciento, y
el otro el sesenta por ciento. Al ser los dos lotes iguales, el primero recibirá
un valor mayor que el que le pertenece en la comunidad, de modo que se
convierte en deudor del otro por la diferencia. Se recurre entonces a la
llamada partición mixta, por cuanto encierra una combinación de la partición
en especie y en dinero. Asimismo, se habla de partición con saldo para
referirse a la compensación monetaria que debe cumplir el coheredero
beneficiado en especie con una porción mayor a su interés en la masa.
b) Partición total o parcial. Esta clasificación de la partición toma en consideración la
extensión de la división. Si bien normalmente la partición será total, está admitida la
posibilidad de que ella sea parcial, supuesto en el cual la comunidad subsiste sobre
la porción que no ha sido dividida. Así, por ejemplo, si hay en el activo sucesorio un
campo de gran extensión, pero una parte del mismo está involucrada en un litigio,
los herederos podrían acordar mantener esta parte en comunidad y dividir la no
cuestionada.
c) Partición definitiva o provisional. La partición que pone fin a la comunidad hereditaria
se denomina partición definitiva, pero también suele hablarse de partición
provisional para aludir al caso en que los coherederos se limitan a dividir el uso y
goce de los bienes comunes, manteniendo indivisa la propiedad.
d) Partición simple o compleja. La partición es simple cuando la herencia está formada
sólo por acciones, cuotas de participación societaria, títulos públicos, créditos
aunque sean hipotecarios o dinero, ya que en tales supuestos la división se concreta
en base a una simple operación aritmética. Se presenta un escrito en el sucesorio,
el que contiene la distribución. La partición es compleja cuando hay en el acervo
distintas clases de bienes, muebles o inmuebles, de modo que para concretarla es
necesario realizar una serie de operaciones previas, como el inventario y avalúo.
En la actualidad, resulta indiscutible que el estado de indivisión hereditaria que nace en el
momento mismo de la muerte del causante que ha dejado más de un heredero, sólo termina
con la partición. La inscripción de la declaratoria de herederos o del testamento en el
registro inmobiliario o en el registro de que se trate, cuando recaiga sobre bienes muebles
registrables, no produce la partición ni pone fin al fuero de atracción. No es discutido ni en
la doctrina ni en la jurisprudencia que la declaratoria de herederos es como una sentencia
obtenida en un juicio meramente voluntario, sin contradicción, no causa estado ni tiene
efecto de cosa juzgada en el sentido material porque se limita a declarar quiénes han
justificado su derecho. Según la parte 2a de la norma que analizamos, si la partición incluye
bienes registrables, es oponible a los terceros desde su inscripción en los registros
respectivos. Se trata de una aplicación del principio general consagrado por el art. 1893,
por el cual la adquisición o trasmisión de derechos reales constituidos de conformidad a las
disposiciones del CCCN no son oponibles a terceros interesados y de buena fe mientras no
tengan publicidad suficiente, considerándose como tal la inscripción registral o la posesión,
según el caso.

CPCCM
Artículo 350. INVENTARIO Y AVALUO.

I. Designado el perito avaluador, éste procederá en el plazo que el Tribunal fije, a


valuar los bienes que sean denunciados por el Administrador, o por la mayoría de
los herederos declarados, a falta de aquél, sirviendo esta denuncia como inventario.
II. Cuando por la naturaleza y cantidad de los bienes, falta de denuncia, inexistencia
de detalle de bienes en la rendición de cuentas, o de falta de conformidad de los
herederos sobre los mismos, fuera necesario proceder a inventariarlos, lo hará el
mismo perito autorizado por el Juez, citando previamente a los herederos de modo
fehaciente.
III. No se requerirá intervención de perito contador cuando los herederos mayores,
capaces y por unanimidad estén expresamente de acuerdo en el modo en que se
adjudicarán todos los bienes, derechos y deudas que integran el acervo hereditario.
En tal caso, el denuncio de bienes suscripto de común acuerdo por todos los
herederos suplirá a las operaciones de inventario y avalúo; y la propuesta de
adjudicación de los mismos suscripta por todos los herederos suplirá a la cuenta
particionaria. Si no existiera unanimidad de herederos respecto del modo en que se
adjudicarán todos los bienes, derechos y deudas que integran el acervo hereditario,
procederá la partición judicial, la que podrá ser solicitada por cualquiera de ellos,
debiendo en tal caso el Juez realizar la designación del perito contador.

Artículo 351. FORMA DE LA OPERACIÓN.

En el inventario y avalúo se describirá con precisión y claridad cada uno de los bienes,
empezando por el dinero, títulos y créditos y siguiendo con los bienes muebles,
semovientes e inmuebles. Se agregarán los títulos respectivos, si los hubiere.

Artículo 352. APROBACIÓN Y OBSERVACIONES.

Efectuadas las operaciones en la forma señalada, se agregarán al expediente y se pondrán


de manifiesto en la oficina por cinco (5) días, notificándose a los herederos.
Si no fueran observadas, se aprobarán.
Si se observaran por falta de inclusión de bienes o por el avalúo, se convocará a los
herederos, al representante de la Dirección General de Escuelas o del fisco, según
corresponda, y al perito, a una audiencia que deberá realizarse con quienes comparezcan,
en un plazo no mayor de quince (15) días.
A ella deberán concurrir los impugnantes con la prueba en la cual funden sus
observaciones, que recibirá el Juez en ese mismo acto, y después de oír a los
comparecientes, resolverá la cuestión mediante auto, que podrá ser apelado.

Artículo 353. EXCLUSIÓN DE BIENES.

Si se hubieren incluido bienes cuyo dominio o posesión se pretenda por herederos o


terceros, éstos podrán reclamarlos, siguiendo el procedimiento que corresponda, sin
perjuicio de la continuidad del proceso sucesorio.

Artículo 354. PARTICIÓN PRIVADA O ADJUDICACIÓN.

Aprobadas las operaciones de inventario y avalúo, si todos los herederos fuesen capaces
y estuvieren de acuerdo, podrán formular la partición de conformidad con las disposiciones
del Código Civil y Comercial de la Nación y presentarla al Juez para su aprobación. Podrán
igualmente, solicitar se les adjudiquen, en condominio la totalidad o alguno de los bienes.
En ambos casos, el Juez accederá a lo solicitado, previo pago de créditos reconocidos,
honorarios y gastos causídicos.

La partición privada no requerirá intervención de perito contador cuando así lo acuerden los
herederos mayores, capaces y por unanimidad, debiendo presentarse con patrocinio
letrado.

Artículo 355. LICITACIÓN.

En el plazo de treinta (30) días de aprobado el avalúo, cualquiera de los herederos puede
pedir la licitación de uno o varios de los bienes para que se le adjudiquen dentro de su
hijuela por un valor superior al del avalúo aprobado.
En tal caso, el Juez convocará a una audiencia citando a todos los herederos. En la
audiencia se licitarán los bienes cuya adjudicación se hubiese solicitado, entre los
herederos que comparecieren, adjudicándolos al mejor postor.

No puede pedirse la licitación si entre los herederos hay menores, incapaces o con
capacidad restringida.

En los casos en que el avalúo aprobado no refleje razonablemente el valor real del bien
licitado, ya sea por el transcurso del tiempo, por el criterio de valuación aplicado o por
cualquier otra circunstancia, deberá realizarse una retasación del mismo exclusivamente a
tales efectos.

Artículo 356. PARTICIÓN JUDICIAL.

Aprobadas las operaciones de inventario y avalúo, el perito designado procederá, en el


plazo que el Juez señale, a proyectar la liquidación, división y adjudicación de los bienes
hereditarios. Antes de proceder a las operaciones aludidas, oirá a los herederos, a los fines
de satisfacer sus pretensiones respecto a las adjudicaciones o conciliarlas. En cada hijuela
se detallarán los bienes adjudicados, especificando ubicación, extensión y linderos y los
antecedentes de dominio de cada inmueble, hasta veinte (20) años atrás, si ello fuere
posible.

Artículo 357. APROBACIÓN - OBSERVACIONES


Concluida la partición judicial, se agregará al expediente y se pondrá de manifiesto en la
oficina por cinco (5) días notificándose a los herederos. Si no fuere observada, se aprobará.

Si se observare, se citará a los herederos y al perito.

En el auto que apruebe la partición o la adjudicación de bienes, el Juez clasificará los


trabajos y hará la regulación de honorarios de profesionales, peritos y cuantos más tengan
derecho a percibir una remuneración.

Artículo 358. ENTREGA DE BIENES Abonados los impuestos, deudas y gastos


causídicos, incluso honorarios e inscriptas las adjudicaciones de inmuebles en los registros
respectivos, se hará entrega a cada heredero de los bienes que le fueron adjudicados y se
le dará testimonio de su hijuela.

NATURALEZA JURÍDICA: EFECTO DECLARATIVO

1. Primera tesis: sistema romano: estima que la partición es atributiva de derecho, lo


que implica que los derechos que al coheredero le corresponden en la partición le
vienen de las cesiones que los demás coherederos han hecho. Consecuencia
práctica, una vez efectuada la partición, quedan subsistentes los actos realizados
antes de ella por cada uno de los coherederos. Si uno de ellos ha hipotecado por
su parte indivisa un inmueble sucesorio que entra en el lote de otro coheredo, este
deberá sufrir la hipoteca constituida.
2. Segunda tesis: sistema francés: considera que la partición es declarativa de
derechos de ahí su carácter retroactivo, la participación se limita a declarar los
derechos que el heredero ya tenía en forma exclusiva desde la muerte del causante.
La partición nada transmite: concreta o materializa en bienes determinado el
derecho sobre la parte alícuota de la herencia.
Se presume que cada coheredero ha sido siempre propietario de los bienes que les
han correspondido en la partición y que nunca he tenido la propiedad de los demás
bienes de la sucesión.
Consecuencia práctica de este sistema es que la validez de los actos realizados por
uno de los coherederos, antes de la partición, se halla subordinada al resultado de
esta última. Si uno de los coherederos constituyó una hipoteca sobre un inmueble
sucesorio, la hipoteca será válida si el inmueble por ella afectado le ha
correspondido en la partición.
Nuestro código ha adoptado el sistema de partición declarativa y de efectos
retroactivos:

ARTICULO 2403.- Efecto declarativo. La partición es declarativa y no traslativa de


derechos. En razón de ella, se juzga que cada heredero sucede solo e inmediatamente al
causante en los bienes comprendidos en su hijuela y en los que se le atribuyen por
licitación, y que no tuvo derecho alguno en los que corresponden a sus coherederos.

Igual solución se entiende respecto de los bienes atribuidos por cualquier otro acto que ha
tenido por efecto hacer cesar la indivisión totalmente, o de manera parcial sólo respecto a
ciertos bienes o ciertos herederos.

Los actos válidamente otorgados respecto de algún bien de la masa hereditaria conservan
sus efectos a consecuencia de la partición, sea quien sea el adjudicatario de los bienes
que fueron objeto de esos actos.

3. Tercera tesis: sistema germano: sostienen que la partición no es atributiva ni


declarativa de derechos, pues no se da ninguna de las dos consecuencias prácticas
que identifican a las dos tesis ya analizadas. Los coherederos no pueden realizar,
antes de la partición, ningún acto de disposición de bienes concretos o sobre su
cuota, a no ser que lo realice la totalidad de los coherederos.
Esto supone no aceptar el sistema atributivo, pues en él tales actos son válidos, ni
tampoco el sistema declarativo, que subordina la validez a que la cosa de que sea
ha dispuesto corresponde en el lote del coheredero. En el sistema germano, están
prohibidos dichos actos, por tanto, si un coheredo antes de la partición, enajena o
hipoteca un bien sucesorio, el acto es nulo.

Partición de uso y goce. Partición provisional:

Cuando la indivisión recae sobre el uso y goce de los bienes, dejando en indivisión la
propiedad sobre ellos, no hace cesar la comunidad hereditaria.

ARTICULO 2370.- Partición provisional. La partición se considera meramente provisional


si los copartícipes sólo han hecho una división del uso y goce de los bienes de la
herencia, dejando indivisa la propiedad. La partición provisional no obsta al derecho de
pedir la partición definitiva.
El artículo se refiere a la división de goce o uso de las cosas hereditarias, y se extiende al
uso y goce de los bienes, como a los frutos y productos, pero NO estamos ante un caso de
partición, aunque se lo adorne con el calificativo de provisional. Hay simplemente un acto
de administración.

Modo, oportunidad y legitimación para pedir la partición.

ARTICULO 2365.- Oportunidad para pedirla. La partición puede ser solicitada en


todo tiempo después de aprobados el inventario y avalúo de los bienes.

Sin embargo, cualquiera de los copartícipes puede pedir que la partición se


postergue total o parcialmente por el tiempo que fije el juez si su realización
inmediata puede redundar en perjuicio del valor de los bienes indivisos.
Respetando las etapas que necesariamente se deben cumplir dentro del proceso sucesorio
y que resultan indispensables como elementos para poder realizar la partición se determina
que ésta puede ser solicitada en todo tiempo después de aprobados el inventario y avalúo
de los bienes.
Las consecuencias de ese precepto son doblemente positivas:
- Se limita el pedido de partición en el tiempo, pues éste se puede efectuar solo una
vez aprobados el inventario y el avaluó
- Se refuerza la vigencia del proceso sucesorio que garantiza los derechos de los
interesados en la herencia.
El 2do párrafo permite que cualquiera de los copartícipes pueda pedir que se postergue la
partición para evitar perjuicios: el juez puede aceptar el pedido y fijar el tiempo de la
postergación. Esta innovación, dado el criterio amplio que utiliza la norma, podrá dar lugar
a abusos que perjudicarían a los demás herederos, incluyendo a los legitimarios. Hubiera
sido mejor limitar esa amplitud.

Art. 2364. — «Legitimación». Pueden pedir la partición los copropietarios de la


masa indivisa y los cesionarios de sus derechos. También pueden hacerlo, por vía
de subrogación, sus acreedores, y los beneficiarios de legados o cargos que pesan
sobre un heredero. En caso de muerte de un heredero, o de cesión de sus derechos
a varias personas, cualquiera de los herederos o cesionarios puede pedir la
partición; pero si todos ellos lo hacen, deben unificar su representación.
a. Herederos: el código los llama impropiamente propietarios de la masa hereditaria.
Son indudablemente los principales interesados en pedir la partición.
b. Cesionarios: pueden pedir la partición. Acreditan su legitimación con la escritura
pública de cesión.
c. Acreedores de los herederos: esta acción se justifica porque en tanto no se haya
efectuado la partición, no pueden dirigirse contra los bienes hereditarios de su
deudor. En cambio, tal acción no se les otorga a los acreedores del causante, dado
que estos pueden cobrar sus créditos, se haya realizado no la partición. La acción
de los acreedores de los herederos es la subrogatoria y se requiere dilación
injustificada por parte del deudor.
d. Beneficiarios de legados o cargos que pesen sobre un heredero: el legado pesa
propiamente sobre la masa indivisa, el cargo puede pesar sobre el heredero o sobre
el legatario. Cuando el cargo pesa sobre alguno de los herederos y su cumplimiento
tiene vinculación con la partición, el beneficiario del cargo tiene derecho a pedir la
partición. En ese caso, el beneficiario del cargo es un acreedor del heredero.
e. Herederos de los herederos o de los cesionarios: puede suceder que antes de que
se lleve a cabo la partición, uno de los herederos muera. El derecho a pedirla se
transmite a sus herederos, pero si estos son varios, deben actuar bajo una sola
representación.

 Herederos condicionales:

ARTICULO 2366.- Herederos condicionales. Los herederos instituidos bajo


condición suspensiva no pueden pedir la partición mientras la condición no está
cumplida, pero pueden pedirla los coherederos, asegurando el derecho de los
herederos condicionales.

Los instituidos bajo condición resolutoria pueden pedir la partición, pero deben
asegurar el derecho de quienes los sustituyen al cumplirse la condición.
Se establece por separado la situación del heredero instituido bajo condición suspensiva
diferenciándolo del que lo ha sido bajo condición resolutoria. En el primer supuesto el
heredero tiene su derecho en expectativa hasta el cumplimiento de la condición y hasta que
ello no suceda no puede requerir la partición. Esta situación no impide que otros herederos
requieran la partición, pero deben quedar asegurados los derechos de los herederos
condicionales.
Por el contrario, cuando la institución se ha realizado bajo condición resolutoria, el derecho
del heredero se encuentra vigente mientras no se cumpla la condición y en consecuencia
puede pedir la partición, pero tendrá que garantizar el derecho de quienes lo sustituirán al
cumplirse la condición.

Partición parcial:
Art. 2367. — «Partición parcial». Si una parte de los bienes no es susceptible de
división inmediata, se puede pedir la partición de los que son actualmente partibles.
Se ha receptado en forma expresa la posibilidad de efectuar una partición parcial. Ello
tendrá lugar cuando algunos bienes no pueden ser divididos en forma inmediata porque
existen restricciones temporales o jurídicas. Por ejemplo, se podrá hacer una partición
parcial cuando algún bien se encuentre en estado de indivisión forzosa.
Esta partición parcial evita el perjuicio que se ocasionaría manteniendo indivisos los demás
bienes.

Imprescriptibilidad de la acción:

Art. 2368. — «Prescripción». La acción de partición de herencia es imprescriptible


mientras continúe la indivisión, pero hay prescripción adquisitiva larga de los bienes
individuales si la indivisión ha cesado de hecho porque alguno de los copartícipes
ha intervertido su título poseyéndolos como único propietario, durante el lapso que
establece la ley.

Para que se produzca la usucapión es necesario que el otro heredero posea a nombre
propio, y como exclusivo dueño, los bienes de todos, interviniendo el título, no basta la mera
pasividad de los demás.
Cuando la posesión de la que habla el art. ha sido sólo de alguno de los objetos individuales
de la herencia, la acción de partición se prescribe por 20 años respecto a esos objetos, y
continúa existiendo la imprescriptibilidad de la acción respecto de los demás objetos de la
herencia.
Bienes excluidos e incluidos:

1. Incluidos: son los bienes recibidos por los herederos, los cuales constituyen la masa
indivisa. Como la partición es el medio de poner fin a la comunidad hereditaria cuyo
objeto es la masa indivisa, los bienes que componen esa comunidad son los que
materialmente se incluyen en la partición. No importa que en sí sean indivisibles,
pues en tal caso puede adjudicárselos en uno de los lotes y compensárselos con
otros bienes y si esto no fuera posible, siempre quedará el remedio de la venta y el
consiguiente reparto del precio.
Los créditos también se incluyen en la masa indivisa y se los puede adjudicar a
algunos herederos.
Para proceder a la partición entre herederos forzosos, también se debe tener en
cuenta los bienes donados sujetos a colación para traer los valores a la herencia. Si
no hay colación la masa indivisa comprende el conjunto de los bienes herederos,
incluyendo los créditos. Si hay colación se forma una masa especial en la que se
incluyen los valores colacionables.
- Excluidos: bienes que aun cuando pertenezcan a la comunidad hereditaria, deben
quedar indivisos pos su naturaleza:
a. Objetos y documentos que tienen un valor de afección u honorifico: quedan
en poder del heredero que los interesados elijan, si no hay acuerdo el juez
lo designara.
b. Los sepulcros: deben permanecer en condominio forzoso, sin dividirlos ni
venderlos a extraños, salvo unanimidad.

Formas de hacer la partición

Nuestro código reconoce dos formas de partición: A) Partición extrajudicial, que el nuevo
CCCN llama partición privada, la que realizan los herederos sin intervención judicial; B)
Partición judicial, que es la que se verifica dentro del proceso sucesorio.
En el nuevo código no existe partición mixta, que era la que se hacía extrajudicialmente,
pero sometiéndola a la aprobación judicial.

PARTICION EXTRAJUDICIAL O PRIVADA.

Art. 2369. «Partición privada». Si todos los copartícipes están presentes y son
plenamente capaces, la partición puede hacerse en la forma y por el acto que por
unanimidad juzguen convenientes. La partición puede ser total o parcial.

En primer lugar, se requiere que los herederos estén presentes, con lo cual se quiere excluir
a los simples ausentes. La exclusión no comprende a los ausentes con presunción de
fallecimiento, pues en este caso sus herederos, actuando bajo una sola representación,
serán herederos presentes de un heredero.
En segundo lugar, se requiere la unanimidad, tanto para la forma de hacer la partición como
para el contenido del acto.
Aunque el código con respecto a la forma ha guardado silencio, entendemos que en caso
de que haya inmuebles o automotores, se exige escritura pública. En los demás casos, a
falta de exigencia especial, vale el documento privado. (libertad de formas)
En cuanto al fondo, es decir, al contenido del acto, los interesados pos acuerdo unánime,
tienen la más absoluta libertad, pueden dividir en especie, vender bienes, hacer lotes con
bienes y dinero, etc.
En la partición extrajudicial el inventario, normalmente está implícito en la propia partición.
El avaluó puede su transcendencia: su falta no provoca la nulidad de la partición.

PARTICION JUDICIAL. Casos en los que procede:

ARTICULO 2371.- Partición judicial. La partición debe ser judicial:

a) si hay copartícipes incapaces, con capacidad restringida o ausentes


b) si terceros, fundándose en un interés legítimo, se oponen a que la partición se haga
privadamente: los terceros que se refiere principalmente el art. son los acreedores
de los herederos, pues los herederos podrían confabularse contra el acreedor de
uno de los coherederos, otorgándole a éste último un lote de mejor valor.
c) si los copartícipes son plenamente capaces y no acuerdan en hacer la partición
privadamente.

Diligencias previas a la partición: inventario y avaluó

Inventario

Art. 2341. — «Inventarío». El inventario debe hacerse con citación de los herederos,
acreedores y legatarios cuyo domicilio sea conocido. El inventario debe ser realizado
en un plazo de tres meses desde que los acreedores o legatarios hayan intimado
judicialmente a los herederos a su realización.

La intimación solo puede hacerse, una vez dictada la declaratoria de herederos o declarado
válido el testamento. Esta intimación en principio, la hacen los acreedores y legatarios. Los
herederos no necesitan de ella, pues les basta solicitar el inventario en el proceso sucesorio.
En el caso de que medie intimación, si no se realiza en el término de 3 meses, el heredero
o los herederos son sancionados con la responsabilidad ilimitada.
El nuevo CCCN guarda silencio sobre la persona que efectúa el inventario, dejando librado
su nombramiento a lo que determinen los códigos procesales. El art. 719 del CPCCN
establece que el nombramiento del inventariador lo determina la mayoría de los herederos
y en su defecto, el juez. Además, establece que el inventario será efectuado por un
escribano.

Art. 2342. «Denuncia de bienes». Por la voluntad unánime de los copropietarios de la


masa indivisa, el inventario puede ser sustituido por la denuncia de bienes, excepto
que el inventario haya sido pedido por acreedores o lo imponga otra disposición de
la ley.

Una práctica admitida por las normas procesales es acogida ahora por la legislación de
fondo y consiste en sustituir el inventario por una denuncia de bienes cuando ésta es
realizada por todos los coherederos. Esta posibilidad no será admisible cuando el inventario
haya sido requerido por los acreedores o su obligatoriedad surja de una disposición legal.

Avalúo

Art. 2343. — «Avalúo». La valuación debe hacerse por quien designen los
copropietarios de la masa indivisa, si están de acuerdo y son todos plenamente
capaces o, en caso contrario, por quien designa el juez, de acuerdo a la ley local. El
valor de los bienes se debe fijar a la época más próxima posible al acto de partición.

El Nuevo código guarda silencio sobre la persona que puede desempeñar el cargo de
evaluador, por lo que habrá de estar a lo que determinen los códigos procesales.

Se evalúan los bienes comprendidos en el inventario. Si con posterioridad a la confección


del inventario aparecen otros bienes, corresponderá realizar un inventario complementario
para luego poder valuarlos.

Los valores que se deben tomar en cuenta son los reales, que serán determinados al tiempo
de hacer la diligencia, y no al momento de la muerte del causante, porque lo que interesa,
es la división equitativa de los bienes y para ello es indispensable tomar en cuenta los
valores actuales.

Impugnaciones

Art. 2344. «Impugnaciones». Los copropietarios de la masa indivisa, los acreedores


y legatarios pueden impugnar total o parcialmente el inventario y el avalúo o el
denuncio de bienes. Si se demuestra que no es conforme al valor de los bienes, se
ordena la retasa total o parcial de éstos.

Los códigos procesales reglamentan estas impugnaciones.


En el caso de la retasa supone un nuevo avaluó de todos los bienes o los que han sido
materia de impugnación. Este remedio es empleado muy pocas veces, pues no solo tiene
el inconveniente de que aumenta los gastos del sucesorio, sino que la seguridad que
proporciona no es mayor, ya que el nuevo criterio puede ser tan erróneo como el anterior.

Partidor

Art. 2373. — «Partidor». La partición judicial se hace por un partidor o por varios que
actúan conjuntamente. A falta de acuerdo unánime de los copartícipes para su
designación, el nombramiento debe ser hecho por el juez.

El partidor es un delegado del juez. Como a éste no le es posible realizar por sí la partición,
delega en otro esta facultad, reservándose él la facultad de poder juzgar sobre su validez
definitiva si surgen impugnaciones de las partes. La partición solo tendrá carácter definitivo
cuando sea aprobada por el juez.
No es un mandatario de los herederos, aunque su nombramiento provenga de la
proposición de ellos. El nombramiento lo hace el juez, y por eso es un delegado de este.

No siempre es necesaria la designación de un partidor para llevar a cabo la partición. Se


podrá prescindir de él cuando se trate de distribuir sumas de dinero, en cuyo caso bastará
un simple cálculo aritmético para realizar la operación.

Si bien generalmente el partidor será único, nada obsta para que se designen dos o más,
siempre que la entidad de los bienes hereditarios y la complejidad de la tarea a realizar lo
exijan.

Licitación:
Art. 2372. — «Licitación». Cualquiera de los copartícipes puede pedir la licitación de
alguno de los bienes de la herencia para que se le adjudique dentro de su hijuela
por un valor superior al del avalúo, si los demás copartícipes no superan su oferta.
Efectuada la licitación entre los herederos, el bien licitado debe ser imputado a la
hijuela del adquirente, por el valor obtenido en la licitación, quedando de ese modo
modificado el avalúo de ese bien. La oferta puede hacerse por dos o más
copartícipes, caso en el cual el bien se adjudica en copropiedad a los licitantes, y se
imputa proporcionalmente en la hijuela de cada uno de ellos. No puede pedirse la
licitación después de pasados treinta días de la aprobación de la tasación.

En el régimen actual cualquiera de los copartícipes queda facultado para pedir la licitación
de alguno de los bienes de la herencia para que se le adjudique dentro de su hijuela por un
valor superior al del avalúo, lo que ocurre si los demás copartícipes no superan su oferta.
Ello demuestra que se trata de una suerte de subasta privada en la que se queda con el
bien licitado el heredero que ha formulado la oferta más elevada.
Consumada la adjudicación, el valor de aquél debe ser imputado a su hijuela, no por el que
resultaba de la tasación sino por el obtenido en la licitación, quedando de ese modo
modificado el avalúo de ese bien.
Por lo tanto, la innovación consiste en que no es necesaria la voluntad de todos los
coherederos para optar por la licitación, es suficiente la exteriorización de voluntad de uno
de ellos, habiéndose optado por la exclusión de personas extrañas, pues la norma alude
expresamente a "la licitación entre los herederos".

Composición de la masa:

Art. 2376. — «Composición de la masa». La masa partible comprende los bienes del
causante que existen al tiempo de la partición o los que se han subrogado a ellos, y
los acrecimientos de unos y otros. Se deducen las deudas y se agregan los valores
que deben ser colacionados y los bienes sujetos a reducción.

- Masa bruta que sirva de base a la partición: el partidor debe en primer término
formar la masa, a efectos de determinar el acervo hereditario. Esa masa comprende
los bienes dejados a la muerte del causante, los que se han subrogado a ellos y los
acrecentamientos. Son los bienes que forman la comunidad hereditaria
Si los créditos, aunque sean divisibles, no han sido cobrados, el partidor debe
tenerlos presentes al formar la masa partible.
Si el causante por ej. deja en vida alguna donación a uno de sus hijos, (sin dispensa
de colación) el partidor agregará a la masa hereditaria neta el valor colacionable,
que se imputará en la hijuela el heredero donatario, dándoles más bienes
hereditarios a los otros hijos, con el fin de igualar sus porciones. Esto solo sucede
si los herederos declarados están conformes en aceptar la colación, pues en caso
contrario habrá que recurrir a la acción de colación que se tramita en juicio ordinario.
En la sentencia, ya conocido el caudal hereditario y deducidas las deudas
sucesorias, se agregará el valor de la donación a efectos de su colación.
Si el causante dejara en vida alguna donación a uno de sus hijos de tal magnitud
que violara la legítima de los otros hijos, de modo que los bienes hereditarios no
alcanzaran para cubrirla, el juez en el contencioso, ante la acción de reducción
iniciada por los otros hijos, agregará a la masa hereditaria esas donaciones en la
proporción que cubran esas legítimas violadas.
- Masa neta partible: el partidor deberá determinar en forma precisa las deudas de
la herencia que estuvieren reconocidas como tales y las cargas de la sucesión. Si
hay dinero suficiente se separa lo necesario para el pago de las deudas. Si no lo
hay, se separan cierta cantidad de bienes. Esta operación que tiene por objeto
liquidar el activo partible, es lo que se llama liquidación, con la cual queda
determinado el remanente líquido. A ese remanente líquido se llama masa neta
partible. Esa masa es la que por medio de la última operación (la adjudicación) se
parte o divide ente los coherederos.

Formación de los lotes:

Art. 2377. — «Formación de los lotes». Para la formación de los lotes no se tiene en
cuenta la naturaleza ni el destino de los bienes, excepto que sean aplicables las
normas referentes a la atribución preferencial. Debe evitarse el parcelamiento de los
inmuebles y la división de las empresas.
Si la composición de la masa no permite formar lotes de igual valor, las diferencias
entre el valor de los bienes que integran un lote y el monto de la hijuela
correspondiente deben ser cubiertas con dinero, garantizándose el saldo pendiente
a satisfacción del acreedor. El saldo no puede superar la mitad del valor del lote,
excepto en el caso de atribución preferencial. Excepto acuerdo en contrario, si al
deudor del saldo se le conceden plazos para el pago y, por circunstancias
económicas, el valor de los bienes que le han sido atribuidos aumenta o disminuye
apreciablemente, las sumas debidas aumentan o disminuyen en igual proporción.
Si hay cosas gravadas con derechos reales de garantía, debe ponerse a cargo del
adjudicatario la deuda respectiva, imputándose a la hijuela la diferencia entre el valor
de la cosa y el importe de la deuda. Las sumas que deben ser colacionadas por uno
de los coherederos se imputan a sus derechos sobre la masa.

Se resuelven en esta norma diferentes cuestiones prácticas que son frecuentes en la


formación de las hijuelas. La primera de esas pautas consiste en aclarar que para la
integración de las hijuelas no se debe tomar en cuenta la naturaleza y el destino de los
bienes. Se considera el supuesto de excepción cuando se ha optado por la atribución
preferente de algún bien conforme lo autoriza la normativa vigente, pues en tal caso éste
deberá integrar la hijuela de quien ha optado.
Se considera también que, en la medida de lo posible, los bienes inmuebles no sean
parcelados ni divididas las empresas con el objetivo de mantener su integridad.
Se explícita una práctica habitual en caso de hijuelas desiguales permitiendo que la
diferencia sea compensada en dinero. Sólo se imponen dos limitaciones a esta alternativa;
- la primera referida a que debe otorgarse una garantía para el pago de esa diferencia
- la segunda consiste en que el importe a abonar no puede ser superior a la mitad de
la hijuela, salvo el caso de atribución preferencial de un bien.
En el caso de pago en dinero se pueden conceder plazos y si mientras se encuentra
pendiente su cumplimiento se producen variaciones significativas en el valor de los bienes
atribuidos, las sumas debidas aumentan o disminuyen en igual proporción, salvo que se
haya acordado expresamente su invariabilidad.
En caso de adjudicarse a un coheredero una cosa gravada el pago de la deuda queda a su
cargo, pero se le imputará en su hijuela el valor neto resultante de la diferencia entre el
valor del bien y la deuda.
Por último, se puntualiza una cuestión que ya era resuelta de la misma manera al determinar
que el valor de los bienes colacionados se imputan en la hijuela de quien ha recibido la
donación.

Principio de igualdad de los lotes:

La igualdad de los copartícipes en las particiones judiciales es uno de los principios


esenciales que rigen la materia. El CCCN no consagra expresamente el principio de
igualdad, pero este surge con claridad de diversas normas. Art. 2377 habla de formar lotes
de igual valor, y cuando esto no es posible, la parte faltante debe ser cubierta con dinero.
El art. 2375 prohíbe la división si la partición es antieconómica: pero pueden ser adjudicados
los bienes a uno o varios herederos, compensando con dinero la diferencia. Art. 2280
atribución preferencial con cargo de pagar el saldo.
Quizás la única figura que puede romper el principio de igualdad sea el derecho real de
habitación (cuando el cónyuge es herero), pero esta figura nunca supondría la negación de
ese principio.
Como la partición consiste en otorgar a cada heredero lo que según ley le corresponde, si
este principio no se efectiviza, la partición no cumple su fin.
Se aplica fundamentalmente a la sucesión intestada, aunque también puede aplicarse a la
sucesión testada si el testador deja sus bienes a sus herederos sin determinación de
porciones.
Aplicando el principio a la sucesión intestada, podemos afirmar que esa igualdad es una
igualdad matemática cuando las cuotas hereditarias sean iguales y una igualdad
proporcional cuando esas cuotas son desiguales. Por. en una sucesión intestada con hijos,
las hijuelas deben ser iguales por ser iguales las cuotas hereditarias, en cambio, en una
sucesión cuyos herederos son hermanos de doble vínculo y de vínculo simple, las hijuelas
de los primeros deben duplicar el valor respecto a las de los segundos.
Aplicando el principio a la sucesión testada, sucede lo mismo: si el testador deja sus bienes
por partes iguales (no ha determinado partes) la igualdad en la partición debe ser una
igualdad matemática. En cambio, si el testador deja sus bienes en proporciones diferentes,
la igualdad debe ser una igualdad proporcional.
En todos los casos el importe de cada hijuela debe ser igual al de la cuota que el
adjudicatario tiene en el acervo sucesorio.

Principio de adjudicación en especie:

Art. 2374. «Principio de partición en especie». Si es posible dividir y adjudicar los


bienes en especie, ninguno de los copartícipes puede exigir su venta. En caso
contrario, se debe proceder a la venta de los bienes y a la distribución del producto
que se obtiene. También puede venderse parte de los bienes si es necesario para
posibilitar la formación de los lotes.

La partición hereditaria implica hacer lotes de los bienes que hay en la herencia para
adjudicarlos a los herederos. El lote de cada heredero debe ser formado, en principio, con
las cosas existentes en la herencia. esto es lo que constituye el principio de la partición en
especie.
Caso típico de violación de este principio: hay una sucesión con 3 hijos A, B y C y 2
inmuebles en el caudal hereditario de valor equivalente. Al hijo A se le adjudica un inmueble,
a B el otro inmueble y a C se crean créditos contra sus hermanos, compensatorios de su
derecho. Esa distribución rompe con el principio de que los herederos reciben partes iguales
en los bienes hereditarios. Por eso, si el heredero que recibe el crédito o la deuda se opone
a esa distribución, la partición será nula.
Si los bienes se pueden adjudicar en especie, ninguno puede exigir su venta. Ninguno, ni
la mayoría ni la unanimidad puede exigir la venta. La partición en especie solo puede
dejarse de lado cuando haya imposibilidad material de dividir los bienes.
Excepcionalmente, procede la venta y el consiguiente reparto del precio:
a. cuando la división en especie es material o jurídicamente imposible y no se pueden
adjudicar los bienes a uno de los herederos por no poder compensar los lotes de los
demás (por ej. existe como único bien un automotor).
b. Cuando las compensaciones dinerarias a favor del titular de un lote menor exceden
la mitad del valor del lote
c. Cuando la venta es necesaria para pagar las deudas y cargas sucesorias, aunque
en este caso debe limitarse a lo necesario para cubrir el pasivo.

Otras reglas a las que debe ajustarse la partición.

A) División antieconómica:

Art. 2375. — «División antieconómica». Aunque los bienes sean divisibles, no se los debe
dividir si ello hace antieconómico el aprovechamiento de las partes. Si no son licitados,
pueden ser adjudicados a uno o varios de los copartícipes que los acepten, compensándose
en dinero la diferencia entre el valor de los bienes y el monto de las hijuelas.

Se mantiene el principio de la imposibilidad de partir los bienes, aunque sean divisibles, si


resulta antieconómico hacerlo. Cuando no sea posible dividir esos bienes, los mismos
pueden ser licitados por uno de los herederos o adjudicados a uno o varios de ellos
imponiéndoseles la compensación en dinero de la diferencia entre el valor de los bienes y
el monto de las hijuelas.

B) Dinero en efectivo:

Si hay dinero en efectivo debe distribuírselo siempre en proporción al derecho de cada uno.
En esto no hay posible error de apreciación de valores. No obstante, a veces, no es
conveniente el reparto proporcional, si con él se pueden compensar diferentes valores.

C) Adjudicaciones en condominio:

Este procedimiento solo es viable si hay conformidad de los interesados, puesto que enerva
los efectos de la partición. Convine evitar este tipo de adjudicaciones, propensas a crear
litigios entre las partes. Estrictamente en estos casos no hay partición propiamente dicha.

D) Creación de créditos y deudas de pequeños montos:

Se pueden crear para igualar matemáticamente el valor de las hijuelas. Se suelen


instrumentar en pagarés.

Cuenta particionaria:

Elaboración de la cuenta particionaria. Sus partes: Tiene 6 partes:


1) Preanotados: es un relato de los antecedentes de la partición relacionados con
el expediente sucesorio. Se indica nombre del causante, fallecimiento, fecha de
iniciación del juicio, intervención de ministerios si la hubo, publicación de edictos,
transcripción de declaratoria de herederos o cláusulas testamentarias
pertinentes, constancias de pago impuesto sucesorio, acta de designación de
perito partidor y acta de aceptación de cargo. Todos estos datos permiten
conocer la síntesis del juicio sucesorio, sin necesidad de consultar el expediente.
2) Cuerpo general de bienes: contiene la relación del activo de la sucesión con sus
respectivos valores, se deben transcribir el inventario y el avalúo. Los bienes
serán descriptos particularmente, en partidas separadas y numeradas
correlativamente. En caso de haber sociedad conyugal, se indicarán, por
separado bienes propios y gananciales.
3) Las bajas comunes: indicar las sumas que constituyen el pasivo de la sucesión
(deudas y cargas), si hay dinero separar los montos para hacerles frente. Si no
lo hay se separan bienes para destinarlos a cubrir deudas, las llamadas
HIJUELAS DE BAJA.
4) Liquido partible: operación aritmética que resta al monto del cuerpo general de
bienes el importe de las bajas comunes, de lo cual resulta la masa a dividir entre
los herederos. La masa neta partible.
5) La división: determina en valores lo que le corresponde a cada heredero.
Indicación de cuanto le corresponde en valores monetarios.
6) La adjudicación: resultado final de la cuenta particionaria, se señalan los bienes
concretos que se adjudican, indicando sus respectivos valores, las HIJUELAS.

Asignación de lotes:

Art. 2378.— «Asignación de los lotes». Los lotes correspondientes a hijuelas de igual
monto deben ser asignados por el partidor con la conformidad de los herederos y, en
caso de oposición de alguno de éstos, por sorteo. En todo caso se deben reservar
bienes suficientes para solventar las deudas y cargas pendientes, así como los
legados impagos.

Se establece que en principio las hijuelas deben ser adjudicadas con la conformidad de los
herederos, ya que si el resultado final resulta ser que todas son equivalentes no habría
motivo para que surgieran dificultades en su atribución. Pero también se dispone que en
caso de oposición se debe realizar un sorteo para determinar la que corresponderá a cada
heredero. En el caso que quedan deudas pendientes o legados todavía no cumplidos al
tiempo de adjudicar las hijuelas, deberán reservarse bienes en cantidad suficiente para
satisfacerlos.

Atribución preferencial de establecimiento:

Art. 2380. «Atribución preferencial de establecimiento». El cónyuge sobreviviente o


un heredero pueden pedir la atribución preferencial en la partición, con cargo de
pagar el saldo si lo hay, del establecimiento agrícola, comercial, industrial, artesanal
o de servicios que constituye una unidad económica, en cuya formación participó.
En caso de explotación en forma social, puede pedirse la atribución preferencial de
los derechos sociales, si ello no afecta las disposiciones legales o las cláusulas
estatutarias sobre la continuación de una sociedad con el cónyuge sobreviviente o
con uno o varios herederos. El saldo debe ser pagado al contado, excepto acuerdo
en contrario.
Se posibilita que el cónyuge supérstite o cualquier heredero puedan requerir la adjudicación
preferencial de un bien. Esta opción debe ser efectuada sobre un establecimiento agrícola,
comercial, industrial, artesanal o de servicios que constituya una unidad económica. Para
que pueda requerirse la atribución preferencial resulta necesario que quien la solicita haya
participado en la formación de ese emprendimiento. Se aclara que cuando la explotación
se haga bajo la forma societaria se le atribuirá esos derechos sociales siempre que las
disposiciones legales o estatutarias lo permitan. El saldo que resulte a favor de los otros
coherederos como consecuencia de la atribución preferencial debe ser pagado al contado,
salvo que entre ellos se hubiera acordado otra forma de cancelar esa deuda.

Atribución preferencial de otros bienes:

Art. 2381. — «Atribución preferencial de otros bienes». El cónyuge sobreviviente o


un heredero pueden pedir también la atribución preferencial:
a) de la propiedad o del derecho a la locación del inmueble que le sirve de
habitación, si tenía allí su residencia al tiempo de la muerte, y de los muebles
existentes en él;
b) de la propiedad o del derecho a la locación del local de uso profesional donde
ejercía su actividad, y de los muebles existentes en él;
c) del conjunto de las cosas muebles necesarias para la explotación de un bien
rural realizada por el causante como arrendatario o aparcero cuando el
arrendamiento o aparcería continúa en provecho del demandante o se
contrata un nuevo arrendamiento con éste.

Se amplía la posibilidad de requerir la atribución preferencial a otros bienes. Este derecho


también en este caso es concedido al cónyuge supérstite y a cualquier heredero. El pedido
de atribución puede referirse a la propiedad o al derecho a la locación del inmueble que le
servía de vivienda cuando habitaba en él al tiempo de la muerte. Este derecho de atribución
preferente se concede también sobre los muebles que allí existían.
Además, podrá ser solicitada la preferencia sobre la propiedad o el derecho a la locación
sobre el local de uso profesional donde ejercía el peticionante su actividad.
Por último, la preferencia puede recaer sobre el conjunto de cosas muebles necesarias para
la explotación de un bien rural cuando el requirente continúa con el arrendamiento o
aparcería que tenía el causante o se contrata uno nuevo con él.

Atribución preferencial solicitada por varios herederos:

Art. 2382. «Petición por varios interesados». Si la atribución preferencial es solicitada


por varios copartícipes que no acuerdan en que les sea asignada conjuntamente, el
juez la debe decidir teniendo en cuenta la aptitud de los postulantes para continuar
la explotación y la importancia de su participación personal en la actividad.

En caso de conflicto entre los coherederos por la atribución preferencial de un bien que
ellos pretenden porque no se ponen de acuerdo en su adjudicación en forma conjunta, el
juez debe decidir y se brindan las pautas que éste debe tener en cuenta para hacerlo. En
tal sentido se menciona la aptitud de los postulantes para continuar la explotación y la
importancia de su participación personal en la actividad.

Cargas de la masa:
Art. 2384. — «Cargas de la masa». Los gastos causados por la partición o
liquidación, y los hechos en beneficio común, se imputan a la masa. No son
comunes los trabajos o desembolsos innecesarios o referentes a pedidos
desestimados, los que deben ser soportados exclusivamente por los herederos que
los causen.
Todos los gastos que demanden la realización de la partición o la liquidación de la herencia
como así también los gastos que se han hecho en beneficio común deben ser solventados
por la masa hereditaria. Quedan comprendidos dentro de las erogaciones propias de la
partición y liquidación los gastos de inventario y avalúo de los bienes, los honorarios del
partidor y los que se generen por la inscripción de los bienes en los registros a favor de los
respectivos adjudicatarios. Los gastos que se han hecho en beneficio común son los que
corresponden al proceso sucesorio como la publicación de edictos, los honorarios del perito
que dictamine sobre la autenticidad de la escritura y firma en el testamento ológrafo, los
honorarios notariales por su protocolización, los gastos y honorarios del administrador, los
gastos y honorarios del albacea, en su caso, los honorarios de los abogados intervinientes
respecto de los trabajos comunes, entre otros.
Quedan a cargo de cada parte que lo generó los trabajos o desembolsos innecesarios o
referentes a pedidos desestimados y es posible agregar los honorarios de los profesionales
por trabajos que han beneficiado exclusivamente a su cliente.

Inscripción registral de hijuelas:

Una vez firme el auto que apruebe la partición y que ordene inscribir en los registros los
bienes registrables, corresponderá realizar inscripción de la hijuela en los registros
pertinentes, a fin de publicitar el dominio del nuevo titular.
Esta inscripción es meramente declarativa, pues declara el dominio que se tiene desde el
momento de la muerte del causante.
Antes de ordenar la inscripción en los registros se deberán pagar los impuestos de ley.
También antes de ser ordenada la inscripción se deberán solicitar los certificados de
dominio de los inmuebles.

Entrega de títulos o constancias a los herederos:

A cada heredero debe entregársele una copia o testimonio de su hijuela, que en lo sucesivo
constituirá el título que probará el dominio de los bienes en ella comprendidos.

Art. 2379. — «Títulos. Objetos comunes». Los títulos de adquisición de los bienes
incluidos en la partición deben ser entregados a su adjudicatario. Si algún bien es
adjudicado a varios herederos, el título se entrega al propietario de la cuota mayor, y
se da a los otros interesados copia certificada a costa de la masa.
Los objetos y documentos que tienen un valor de afección u honorífico son
indivisibles, y se debe confiar su custodia al heredero que en cada caso las partes
elijan y, a falta de acuerdo, al que designa el juez.
Igual solución corresponde cuando la cosa se adjudica a todos los herederos por
partes iguales.

Oposición de los acreedores a la entrega de los bienes:


Art. 2359. — «Garantía de los acreedores y legatarios de la sucesión». Los acreedores
del causante, los acreedores por cargas de la masa y los legatarios pueden oponerse
a la entrega de los bienes a los herederos hasta el pago de sus créditos o legados

Se reproduce la norma del código anterior, agregando también a los acreedores por cargas
de la masa y a los legatarios quienes pueden oponerse a la entrega de los bienes hasta
que sean satisfechos los créditos y cumplidos los legados. La justificación de este derecho
se encuentra en que los herederos recibirán el haber líquido de la herencia, ya que en forma
previa es necesario cancelar su pasivo y también cumplir con los legados que pudiera haber
realizado el causante en su testamento.

Partición simultanea de las masas indivisas: hereditaria y ganancial. La comunidad


ganancial y las operaciones particionales.

Si a la muerte del causante quedan bienes gananciales, las operaciones particionales


hereditarias sirven también para liquidar la sociedad conyugal y adjudicar la mitad de los
bienes al cónyuge supérstite. En todas estas operaciones hay que separar los bienes
propios de los gananciales, y determinar en los últimos, los valores que le correspondan al
cónyuge supérstite como socio y los que le correspondan a la sucesión.
Esta parte no pertenecerá al sucesorio, pero los trámites de este servirán para liquidar y
adjudicar la mitad de los bienes gananciales al cónyuge supérstite.

Efectos de la partición: carácter declarativo y garantía por evicción.

a) Efectos derivados del carácter declarativo de la partición: se juzga que cada


heredero sucede solo e inmediatamente al causante en los objetos hereditarios que
le han correspondido en la partición en su hijuela, sin que haya tenido ningún
derecho en los que les corresponden a sus coherederos. Los efectos que derivan
son:
1. La validez de los actos realizados por uno de los coherederos antes de la
partición está subordinada al resultado de esta. Por ej. si uno de los
herederos ha constituido, antes de la partición una hipoteca sobre un
inmueble de la sucesión, la hipoteca se extingue en el caso de que el
inmueble gravado le corresponda a otro coheredero en la partición.
2. Si el adjudicatario ha estado en posesión material de los bienes hereditarios,
se reputa que ha tenido la posesión exclusiva del bien desde el momento de
la muerte del causante.
3. La partición está exenta del impuesto a la transmisión, puesto que solo
declara el derecho recibido al momento de la muerte del causante.

Art. 2403. — «Efecto declarativo». La partición es declarativa y no traslativa de


derechos. En razón de ella, se juzga que cada heredero sucede solo e inmediatamente
al causante en los bienes comprendidos en su hijuela y en los que se le atribuyen por
licitación, y que no tuvo derecho alguno en los que corresponden a sus coherederos.
Igual solución se entiende respecto de los bienes atribuidos por cualquier otro acto
que ha tenido por efecto hacer cesar la indivisión totalmente, o de manera parcial
sólo respecto a ciertos bienes o ciertos herederos.
Los actos válidamente otorgados respecto de algún bien de la masa hereditaria
conservan sus efectos a consecuencia de la partición, sea quien sea el adjudicatario
de los bienes que fueron objeto de esos actos. (actos de enajenación, válidamente
otorgado con el acuerdo unánime de los herederos o en su defecto, con la autorización
judicial, los cuales conservan su validez después de la partición)

b) Efectos derivados de la garantía: los herederos son garantes, los unos respecto de
los otros, de la evicción y de los vicios ocultos de los objetos que les han
correspondido por la partición.
Fundamento de la obligación de saneamiento según Lacruz: en el deseo legal de
que se guarde en la partición la posible igualdad o proporcionalidad entre las
adjudicaciones y la cuota, en que ésta satisfaga plenamente la cuantía que aquella
supone.
Hay que separar la evicción de los vicios ocultos:

1. Evicción: Se mantiene la garantía de evicción o por sufrir alguna turbación de


derecho en el goce pacífico de los bienes adjudicados o de las servidumbres aunque
la causa sea anterior a la partición. Para hacer efectiva esa garantía cada heredero
responde por la indemnización que corresponde a su parte debiendo soportar
también el heredero vencido o perjudicado la parte proporcional de esa
indemnización. En caso que, a raíz de su insolvencia, un coheredero no pueda hacer
efectiva su parte en la garantía, su contribución debe ser satisfecha por todos los
restantes coherederos.
La responsabilidad subsiste, aunque los bienes adjudicados a uno de ellos hubieran
perecido, aun en el supuesto de que se debiera el perecimiento a caso fortuito.

Art. 2404. — «Evicción». En caso de evicción de los bienes adjudicados, o de sufrir


el adjudicatario alguna turbación del derecho en el goce pacífico de aquéllos, o de
las servidumbres en razón de causa anterior a la partición, cada uno de los herederos
responde por la correspondiente indemnización en proporción a su parte,
soportando el heredero vencido o perjudicado la parte que le toque. Si alguno de los
herederos resulta insolvente, su contribución debe ser cubierta por todos los demás.
Ninguno de los herederos puede excusar su responsabilidad por haber perecido los
bienes adjudicados en la partición, aunque haya sido por caso fortuito.

La garantía de evicción se debe por el valor de los bienes al tiempo en que se produce.
La garantía abarca cuando en la partición constan créditos, no solo la existencia del crédito,
sino la solvencia del deudor en el momento de la partición.

Casos excluidos:
- Cuando fue expresamente excluida por los herederos respecto a un riesgo
determinado
- Cuando se ha producido por culpa del heredero que la sufre

Prescripción: plazo genérico de 5 años desde el día en que la evicción ha tenido lugar.

2. Vicios ocultos:

Art. 2407. «Defectos ocultos». Los coherederos se deben recíprocamente garantía de los
defectos ocultos de los bienes adjudicados.

Prescripción: plazo de prescripción de la acción 1 año.

NULIDAD Y REFORMA DE LA PARTICION.


El perjudicado en la partición puede solicitar la nulidad de la partición o la reforma de ella.
La reforma se puede conseguir sin llegar a la nulidad, con una partición complementaria o
rectificativa, o mediante la atribución de un complemento de su porción.

Art. 2408. — «Causas de nulidad». La partición puede ser invalidada por las mismas
causas que pueden serlo los actos jurídicos. El perjudicado puede solicitar la
nulidad, o que se haga una partición complementaria o rectificativa, o la atribución
de un complemento de su porción.

“Atribución de un complemento de su porción”. Para obtener ese complemento el heredero


perjudicado tendría que demandar a los demás coherederos, que serían condenados al
pago de la porción complementaria; esa porción complementaria, sería así, una modalidad
de la partición complementaria.
Como la partición es un acto jurídico se remite a las normas generales referidas a su
nulidad. Se contempla la posibilidad de reclamar la nulidad de la partición o bien que se
realice una partición complementaria o rectificativa y por último se admite que reclame la
atribución de un complemento de su porción. La reforma de la partición podrá producirse si
alguno de los bienes adjudicados se pierde por la evicción y los coherederos no satisfacen
la diferencia o porque aparecen bienes qué pertenecían al causante y que no habían sido
incluidos en la partición, por citar algunos ejemplos que la justifican.

Art. 2409. — «Otros casos de acción de complemento». El art. 2408 se aplica a todo
acto, cualquiera que sea su denominación, cuyo objeto sea hacer cesar la indivisión
entre los coherederos, excepto que se trate de una cesión de derechos hereditarios
entre coherederos en la que existe un área expresada y aceptada.

Art. confuso. Pérez Lasala lo interpreta así: caso en el que el heredero perjudicado en la
partición pida un complemento de su porción, como medio para equilibrar su hijuela
respecto a las hijuelas de los demás coherederos; este complemento no lo podría solicitar
si es cesionario de los derechos hereditarios de otro coheredero, en la parte que reciba del
coheredero cedente, por tratarse de un contrato aleatorio.

Art. 2410. — «Casos en que no son admisibles las acciones». Las acciones previstas
en este Capítulo no son admisibles si el coheredero que las intenta enajena en todo
o en parte su lote después de la cesación de la violencia, o del descubrimiento del
dolo, el error o la lesión.

La enajenación del lote presupone el consentimiento tácito de la partición.

Naturaleza jurídica según las distintas particiones

Conviene referirse a la naturaleza jurídica de las distintas particiones, en lo que hace al


aspecto estructural, porque son tan diferentes que no se puede aplicar la misma categoría
conceptual:
A) Partición privada o extrajudicial: es la realizada por los herederos presentes y
capaces. Estamos ante un negocio jurídico plurilateral, que tiene el carácter de un
verdadero contrato, con el fin terminar con el estado de indivisión y determinar en
última instancia los bienes concretos que deben corresponder a cada heredero. Cae
de lleno en la esfera del derecho civil, pues adquiere su perfeccionamiento sin
necesidad de intervención de los juecer.
Este negocio puede contener vicios de la voluntad, error, dolo, violencia o cualquier
otro que pueda afectar la validez del contrato.
B) Partición judicial: se efectúa en el proceso sucesorio, de conformidad con las
normas civiles y procesales que la regulan. Tiene 3 elementos o etapas que la
componen:
a. Se hace por un partidor o varios que actúan conjuntamos, cuyo
nombramiento se hará con el acuerdo unánime de los herederos o en su
defecto por el juez. La partición efectuada por el perito no es más que una
etapa de la partición judicial, si bien la más importante, es un simple acto
lícito.
b. Elemento integrador de la partición, la intervención de todos los herederos
que se manifiesta en el derecho que tienen los coherederos de ser
escuchados por el partidor, antes de efectuarla. Y también se manifiesta en
el derecho una vez efectuada la partición de aceptarla o rechazarla.
Estamos ante manifestaciones de voluntad que pueden ser expresas o
tácitas. La partición efectuada por el partidor es un acto voluntario
incompleto, que necesita, del elemento integrador, intervención de los
herederos, para transformarse en un acto voluntario completo.
c. Tercer elemento es la aprobación judicial que perfecciona las
manifestaciones producidas en las dos etapas anteriores. En la partición
judicial intervienen elementos propios del derecho civil, (manifestaciones de
voluntad, inventario y avaluó etc.) Los aspectos civiles se complementan con
los aspectos procesales como medio de garantía para que los actos civiles
se puedan cumplir y pueden culminar con la aprobación judicial, que es el
acto de jurisdicción propio del proceso.
Por eso no creemos que la partición que hace el perito partidor sea un negocio
jurídico. La partición efectuada por el partidor por sí sola, no produce ningún efecto
jurídico. Lo mismo sucede con la intervención de los coherederos, que tampoco
constituye un contrato, porque pueden objetar o impugnar la partición, por lo cual no
hay concordancia de voluntades.
Lo que si hay son manifestaciones de voluntades (del perito y de los
coherederos) propias del derecho civil, que culminan con el acto jurisdiccional
de la homologación, propio del proceso y que otorga al conjunto el efecto
declarativo de la partición.
Estas manifestaciones de voluntades pertenecientes a la esfera civil, pueden
contener vicios de la voluntad, pero estos en ese caso carecerán de los efectos que
producen cuando afectan la voluntad de las partes en un contrato.

Operatividad según las distintas clases de particiones:

A) Partición extrajudicial: cuando es privada participa de los elementos comunes a


todo negocio jurídico, siendo un verdadero contrato plurilateral, le serán aplicables
las normas y principios relativos a la invalidez de los contratos. La nulidad de
partición extrajudicial estará regida exclusivamente por las normas de derecho civil
relativas a la nulidad de los contratos.
Los dos grandes principios que regulan la partición judicial, el principio de igualdad
y el principio de partición en especie, no son aplicables en esta partición. No se
aplica el principio de igualdad, porque en la partición extrajudicial los coherederos
pueden convenir lícitamente la desigualdad de las porciones. Por lo cual no cabe la
acción de nulidad por incumplimiento de la igualdad de los lotes.
Tampoco se aplica el principio de partición en especie, porque de común acuerdo
pueden crear créditos de considerable valor a favor de unos con la correlativa
obligación a cargos de otro, aunque sea perfectamente factible la partición en
especie. Por lo cual no cabe planteo de nulidad basándose en el incumplimiento del
principio de partición en especie, pro la absoluta libertad de las partes para formar
los lotes.

B) Partición Judicial: la partición judicial implica un proceso judicial preparado para


conseguir que los partícipes obtengan sus porciones en forma equitativa,
respetando el principio de igualdad proporcional de los coherederos y en la medida
de lo posible el principio de partición en especie. La violación del principio de
igualdad ocasionara normalmente la nulidad de la partición judicial. La violación del
reparto igualitario puede producirse por diversas vías:
i. Desigualdad originada por exclusión indebida de un heredero en la
declaratoria de herederos.
ii. Desigualdad originada en el inventario. Cuando se ha incluido
indebidamente bienes en el inventario. O cuando se ha creado un crédito
inexistente del causante contra un heredero, que, como consecuencia,
recibirá menos en la partición.
iii. Desigualdad originada en el avalúo. Cuando la partición se ha basado en
valores arbitrarios otorgados a los bienes en la hijuela. Pro ej. cuando un
bien inmueble se ha evaluado según la evaluación fiscal (muy inferior al valor
real) y otro se ha evaluado en valores reales.
iv. Desigualdad originada en la partición misma: cuando el partidor aplica una
igualdad matemática entre coherederos, cuando correspondía una igualdad
proporcional. Por ej. el causante ha dejado esposa y 2 hijos, existiendo solo
bienes gananciales. El partidor hace 3 partes iguales. Acá, no correspondía
aplicar la igual matemática, puesto que el cónyuge le corresponde la mitad
de los bienes gananciales por su carácter de socio en la sociedad conyugal
y a los hijos la otra mitad como herederos, un cuarto a cada uno.
v. Hijuelas formalmente desiguales: cuando la partición judicial no respeta en
su formulación ese principio de igualdad. Por ej. si el partidor, aceptando los
valores de los bienes asignados en el avaluó, otorga porciones desiguales a
los dos hijos herederos. Aquí la violación del principio de igualdad es expresa
y directa.

Vicios del consentimiento: solo son aplicables a los actos jurídicos. La partición judicial
no encierra un acto jurídico. Por eso los vicios del consentimiento difícilmente sean
aplicables a esa partición. Además, para impugnar una partición no basta alegar un vicio
del consentimiento, sino que ha de resultar un perjudicado. Es necesario que haya un
perjuicio económico efectivo sufrido por algunos de los coherederos, porque en su hijuela
se le ha dado menos de lo que le correspondía. En este caso el que reclama es porque ha
sufrido un daño en el reparto de los bienes: porque se a violado el principio de igualdad. La
invocación de los vicios de voluntad no serviría más que de apoyo al daño patrimonial
producido por la violación de ese principio.

 Violación del principio de igualdad

Corresponde ahora determinar la extensión del perjuicio patrimonial que haría viable la
nulidad de la partición judicial, que violó la igualdad matemática o proporcional, de las
hijuelas.
Nuestro código no establece un tope pasado el cual prospera la acción de nulidad,
sino que ese tope lo pone el juez según la circunstancia de cada caso particular,
basándose en la violación al principio de igualdad. El juez debe actuar con un margen
elástico y razonable, no puede ser interpretado en sentido literal, considerando violado el
principio ante una desigualdad insignificante. La jurisprudencia se refiere a adjudicaciones
no equitativas, desproporcionadas, contrarias a la esencia de la partición.
El juez debe declarar la nulidad cuando no encuentra otro recurso legal que permita
satisfacer los intereses del demandante. Debe buscar mantener la validez de la partición,
ya que la misma vuelve los bienes al estado de indivisión.

 Violación del principio de partición en especie:

El supuesto típico se da cuando se crea un crédito a favor de un heredero con la


correspondiente deuda en contra de coheredero, en cuantía que exceda considerablemente
la necesidad de hacer pequeñas compensaciones para igualar las hijuelas. En este caso
debe prosperar la acción de nulidad. Por cuanto es esencial que los herederos reciban
bienes hereditarios salvo que una imposibilidad física o económica imponga proceder a la
venta. Si por cualquier circunstancia se hace la venta pudiéndose haber partido en especie,
se puede pedir la nulidad de la partición.

 Violación del concepto de partición adjudicando bienes en condominio:

Puede suceder que se adjudiquen bienes en condominio, no mediando disconformidad de


ningún heredero o mediando disconformidad de alguno o algunos. Si ninguno impugna el
condominio, no prospera la acción de nulidad. Bastaría que después cualquiera de los
condóminos ejerciera la acción de separación para que cesara el condominio. Si alguno se
hubiere opuesto, la acción de nulidad debe prosperar sin necesidad de acreditar el perjuicio.

 Fuerza de la sentencia que aprueba la partición nula. Ordinario.

La violación del principio de igualdad ocasionara la nulidad de la partición. La acción de


nulidad es una acción ordinaria que se puede ejercer siempre que se viole ese principio,
una vez firme la aprobación judicial, es decir cuando ya no hay recursos pendientes en el
proceso sucesorio. Se justifica porque el sucesorio es un proceso abreviado en su parte
controvertida, que impide la plena protección de los derechos de los coparticipes.
La homologación de la partición judicial no hace cosa juzgada, pues dicha
homologación puede ser impugnada por un juicio ordinario posterior, basado en las
violaciones de los principios de igualdad y partición en especie.

 Juez competente:
La competencia para iniciar el sucesorio corresponde al juez del lugar del último domicilio
del causante. Ante este juez deberán entablar las demandas que tiendan a la reforma o
nulidad de la partición.

 Legitimación. Sujetos activos y pasivos:

Pueden ejercer la acción:


1. Herederos: los primeros a quienes se les otorga la acción de nulidad son los
herederos, son los principales interesados, si son incapaces les corresponderá a los
representantes.
2. Herederos de los herederos: a los herederos de herederos fallecidos.
3. Cesionarios de los herederos.
4. Acreedores de los herederos: no se les otorga a los acreedores del causante, dado
que estos pueden cobrar antes de la partición y pueden incluso impedirla hasta que
sean satisfechas sus acreencias.

La acción de nulidad puede ser ejercida contra los coherederos y cesionarios.

 Efectos de la sentencia de nulidad:


consisten en volver las cosas al mismo o igual estado en que se hallaban antes del acto
anulado. Vuelve los bines al estado de indivisión.

Nulidad de la partición Extrajudicial:

La partición extrajudicial es un contrato plurilateral al que le son aplicables las normas sobre
la nulidad de los actos jurídicos.
Se pueden señalar los siguientes supuestos: partición nula por defecto de forma, por razón
de incapacidad y por vicios del consentimiento.
Cuando el consentimiento contractual está viciado por error, dolo o violencia, la partición
puede anularse.
La nulidad que provocan los vicios del consentimiento siempre es relativa, art. 388 CCCN.
Cualquier acto de disposición que un heredero hiciese en los bienes contenidos en su
hijuela, equivaldría a la ratificación de la cuenta, privándolo de la acción de nulidad.

o Prescripción: los vicios del consentimiento tienen como termino de prescripción el


de 2 años. El termino comienza a correr desde el momento en que se conoce el
error, el dolo o desde que la violencia haya cesado.

o Error, su aplicabilidad: la mayoría de la doctrina acepta el error como causa de


nulidad de la partición cuando este es esencial. El error pese al silencio del nuevo
CCCN se puede aplicar a la partición extrajudicial.

Clases de error: el error puede ser de hecho o de derecho. El error de hecho es el que acá
interesa, puede ser:
 Error esencial que versa sobre aspectos esenciales y da lugar a la sanción de la
nulidad. Estos pueden ser:
- error sobre la naturaleza del acto: ej. cuando un heredero entiende que hay
partición en el uso de los bienes, cuando en realidad versa sobre la
propiedad definitiva de ellos.
- Error sobre el objeto: versa no solo sobre la identificación del objeto sino
también sobre su cantidad o extensión. Por ej. cuando alguno de los
coparticipes ha efectuado y firmado la partición creyendo que se le adjudica
un bien determinado, cuando en realidad era otro o cuando a un coheredero
se le adjudique un bien con determinada extensión creyéndolo mayor.
- Error sobre la cualidad esencial de la cosa o motivos personales relevantes
incorporados al acto: ej. cuando erróneamente se incluye en la partición
bienes gananciales como propios. O cuando se adjudica un campo del cual
se dice que es apto para la agricultura cuando es realidad no lo es.
- Error sobre la persona: es decir, en su identidad, como en sus cualidades ej.
cuando un extraño se introduce como heredero en la partición o cuando un
heredero es excluido de ella.
 Error accidental, que versa sobre cualidades accidentales y no invalida acto.
Art. 267. — «Supuestos de error esencial». El error de hecho es esencial cuando recae
sobre:
a) la naturaleza del acto;
b) un bien o un hecho diverso o de distinta especie que el que se pretendió designar,
o una calidad, extensión o suma diversa a la querida;
c) la cualidad sustancial del bien que haya sido determinante de la voluntad jurídica
según la apreciación común o las circunstancias del caso;
d) los motivos personales relevantes que hayan sido incorporados expresa o
tácitamente;
e) la persona con la cual se celebró o a la cual se refiere el acto si ella fue determinante
para su celebración

o Dolo: concepto y requisitos:

Art. 271. «Acción y omisión dolosa». Acción dolosa es toda aserción de lo falso o
disimulación de lo verdadero, cualquier artificio, astucia o maquinación que se
emplee para la celebración del acto. La omisión dolosa causa los mismos efectos
que la acción dolosa, cuando el acto no se habría realizado sin la reticencia u
ocultación
Para que el dolo provoque la nulidad de la partición es necesario:
1. Que haya sido grave: cuando resulta apto para engañar a un heredero que
obra con cuidado y previsión, la determinación de la gravedad queda a
criterio del juez.
2. Que sea determinante del acto peticionario, es decir que la partición no
habría sido hecha en la forma en que se hizo si se hubiera conocido el dolo.
3. Que haya ocasionado un daño importante, significación económica.
4. Que no haya sido recíproco.

Supuestos de dolo: engaño sobre la identidad del objeto, su extensión o valores, en la


inclusión o exclusión de bienes, en las cualidades esenciales de los bienes, etc.
Efectos de la nulidad por dolo: el problema debe dejarse librado al buen criterio del juez,
que deberá tener en consideración, aparte de las circunstancias del caso, el principio de
conservación de la partición.

o Violencia en la partición extrajudicial: concepto y clases:

Art. 276. — «Fuerza e intimidación». La fuerza irresistible y las amenazas que generan
el temor de sufrir un mal grave e inminente que no se puedan contrarrestar o evitar
en la persona o bienes de la parte o de un tercero, causan la nulidad del acto.

La violencia tiene dos formas:


- Violencia física: cuando la voluntad se manifiesta bajo el imperio de una
presión irresistible. Difícilmente se puede dar en una partición, es
inimaginable en la práctica que alguien lleve la mano de un coheredero, por
la violencia, para que firme la partición.
- Intimidación: que consiste en la amenaza de sufrir un mal inminente y
grave. Para que se provoque la nulidad debe cumplir la amenaza los
siguientes requisitos:
 La amenaza debe referirse a un mal inminente
 Debe ser grave
 Pueden recaer sobre la parte o un tercero

o Simulación: concepto y clases:

El acto simulado es aquel que tiene una apariencia distinta de la realidad. El negocio
aparente, que es ficticio, esconde uno diferente. La simulación puede recaer sobre la
naturaleza del contrato, sobre su contenido o sobre la persona de los contratantes.
En la partición extrajudicial el acto simulado se produce por acuerdo de los coherederos.
Se trata de casos de simulación relativa: hay un acto aparente que esconde otro real.
Acto aparente: refleja una partición en al cual un heredero recibe menos bienes hereditarios.
Acto real: que se encubre, todos los herederos reciben partes iguales.
En principio, esta simulación se produce para perjudicar a un 3ro, el acreedor del
coheredero que aparentemente recibe menos bienes. La acción de simulación iniciada por
el acreedor provocará, la nulidad del acto aparente, quedando en pie el acto real.

o Fraude en perjuicio de los acreedores del heredero

Su campo propio de acción se da entre los acreedores del heredero, pues los acreedores
del causante cuentan con los medios legales específicos para impedir la entrega de los
bienes adjudicados.
Las condiciones generales para la procedencia de la acción revocatoria o pauliana,
posibilitando al acreedor de un heredero la revocación de la partición fraudulenta, son las
siguientes:
- Que el crédito por el cual se intenta la acción, sea de fecha anterior al acto
del deudor
- Que el acto haya causado o agraviado la insolvencia del deudor
- Para que prospere la acción en el caso de que el acto sea oneroso, exige
que el 3ro sea cómplice en el fraude. Este requisito no es exigido cuando se
trata de un acto a título gratuito.

Ej. en la página 757 y 758 libro de Pérez Lasala

Efectos de la acción paulina: es la inoponibilidad del acto. El acto impugnado es inoponible


al acreedor, y no implica una nulidad. Para Pérez Lasala este efecto limitado de
inoponibilidad no es aplicable a la partición, la nulidad del contenido de una de las hijuelas
repercute en las demás. Por lo cual la acción revocatoria ejercida por un acreedor de un
coheredero insolvente llevaría a la nulidad de la partición. Sin perjuicio que el juez puede
recurrir a otras medidas de rectificación de la partición, que eviten la nulidad.

o Lesión subjetiva: aplicabilidad:

Art. 332. — «Lesión». Puede demandarse la nulidad o la modificación de los actos


jurídicos cuando una de las partes explotando la necesidad, debilidad síquica o
inexperiencia de la otra, obtuviera por medio de ellos una ventaja patrimonial
evidentemente desproporcionada y sin justificación. Se presume, excepto prueba en
contrario, que existe tal explotación en caso de notable desproporción de las
prestaciones.

En la partición extrajudicial, en ella los herederos presentes y capaces tienen absoluta


liberta para formar lotes pudiendo tener porciones desiguales. La lesión se producirá
cuando el heredero explota la necesidad, ligereza o inexperiencia de otro, produciéndose
por ella la desigualdad. Si alguno de los coparticipes hubiera obtenido una ventaja
patrimonial evidente desproporcionada. Esta desproporción se traduciría en una
desigualdad considerable en el valor de las hijuelas.

 Nulidad de la Partición Judicial:

o Causas de la nulidad de la partición extrajudicial: la acción de nulidad en este


caso debe basarse en la violación del principio de igualdad. La invocación y
prueba de los vicios del consentimiento resultan accesorias: pues solo cumplen una
función explicativa del porque se violó el principio de igualdad.
o Vicios de la voluntad:
- Error en la partición judicial:
a. Error sobre la naturaleza del acto, prácticamente inaplicable.
b. Error sobre el objeto: inclusión o exclusión indebida de bienes que pueden
darse en la partición judicial. La invocación del error solo vale como factor
explicativo.
c. Error sobre la calidad de la cosa: se adjudica una cosa creyendo que posee
una calidad determinada y resulta que no tiene esa calidad. Se necesita que
la distinta calidad se traduzca en valores desiguales, se anulara la partición
por violación de la igualdad y no por error.
d. Error en la persona.: inclusión de un extraño en la declaratoria de herederos
(heredero aparente) o de la exclusión de un heredero real. La invocación del
error solo vale como factor explicativo.
- Dolo en la partición judicial: es muy difícil que se pueda dar, por la garantía que
implica el proceso sucesorio y la intervención del juez, pero el dolo es posible, la
nulidad se produciría aquí por la violación al principio de igualdad, provocado por el
dolo. El dolo sólo sería solo una causa explicativa de la violación del principio de
igualdad.
- Violencia en la partición judicial: imposible la física, casi imposible la violencia
psíquica o intimidación, ocurre lo mismo que en el caso del dolo, producirían la
violación al principio de igualdad.
o Simulación y fraude en la partición judicial:
a. Simulación: es muy difícil, pues se necesita más de una persona. Habría que
imaginar que el que hace la partición, que es el partidor, entre en connivencia
con algún heredero, simulando algo que no es real.
b. Fraude en perjuicio del acreedor del heredero: también es muy difícil que se
produzca el fraude en perjuicio del acreedor, porque aquí no se trata de un
acto celebrado por su deudor, sino emanado de un tercero, el partidor, que
es nombrado por el juez.
o Vicios del procedimiento: el proceso partitivo, incluyendo las operaciones de
inventario y avalúo, puede ser atacado de nulidad en el mismo proceso, en las
distintas etapas, cuando se violan las normas procesales. El medio procesal será
un incidente de nulidad. La partición judicial homologada y firme con o sin vicios del
procedimiento, solo puede ser atacada cuando se viola el principio de igualdad entre
los coherederos.

PARTICION POR ASCENDIENTES.

 Régimen del CCCN.


La partición efectuada por los ascendientes en testamento o por donación respecto de los
bienes de sus herederos no pone fin a la comunidad hereditaria, sino que impide el
nacimiento de tal comunidad. A la muerte del causante, cuando se abre la sucesión, los
bienes ya están repartidos entre los descendientes de tal forma que el causal relicto no
forma una masa indivisa. Naturalmente que, si la partición no comprende todos los bienes,
se formara la comunidad hereditaria respecto de los bienes fuera de ella.
El nuevo CCCN ha destinado 4 artículos a las disposiciones comunes a las dos
formas de hacer esta partición: por donación y por testamento:

a) Partición de bienes propios y gananciales.

Art. 2411. — «Personas que pueden efectuarla». La persona que tiene descendientes
puede hacer la partición de sus bienes entre ellos por donación o por testamento.
Si es casada, la partición de los bienes propios debe incluir al cónyuge que conserva
su vocación hereditaria.
La partición de los gananciales sólo puede ser efectuada por donación, mediante
acto conjunto de los cónyuges

Se reitera el derecho de una persona que tiene descendientes a hacer la partición de sus
bienes por donación o "por testamento. Se aclara que cuando esa persona está casada,
debe incluir al cónyuge cuando éste conserva su vocación hereditaria en la partición de sus
bienes propios, ya que sobre ellos tendrá derechos hereditarios. Cuando se quiera hacer la
partición de los bienes gananciales se dispone que tiene que efectuarse exclusivamente
por donación y ser realizada en forma conjunta por los cónyuges. Ello se debe a que en
caso de fallecer uno de ellos se disuelve el régimen de bienes y se produce el estado de
indivisión postcomunitaria juntamente con la indivisión hereditaria lo que imposibilita
efectuar la partición por testamento.

b) Partición parcial:

Art. 2412. «Bienes no incluidos». Si la partición hecha por los ascendientes no


comprende todos los bienes que dejan a su muerte, el resto se distribuye y divide
según las reglas legales.

Con una redacción más adecuada, se reitera que cuando la partición, cualquiera sea su
forma por donación o por testamento, no comprende todos los bienes que quedan a su
muerte, los que no han sido incluidos se dividen según las reglas legales.

c) Colación:

Art. 2413. — «Colación». Al hacer la partición, sea por donación o por testamento, el
ascendiente debe colacionar a la masa el valor de los bienes que anteriormente haya
donado y sean susceptibles de colación.

Con muy ligeras variantes se reitera la necesidad de que el ascendiente incluya en la


partición el valor de las donaciones que hubiera realizado y que sean susceptibles de ser
colacionadas. Lo que se procura con esta norma es que se recomponga virtualmente el
patrimonio de la persona que hace la partición para que luego pueda adjudicar el valor de
esa donación al descendiente donatario.
El donante debe tener en cuenta las donaciones efectuadas con anterioridad, para realizar
la partición sin afectar la igualdad de sus futuros herederos forzosos.
d) Mejora:

Art. 2414. — «Mejora». En la partición, el ascendiente puede mejorar a alguno de sus


descendientes o al cónyuge dentro de los límites de la porción disponible, pero debe
manifestarlo expresamente.

Se permite que el ascendiente mejore a algunos de sus descendientes o a su cónyuge


dentro de los límites de la porción disponible, pero debe manifestarlo en forma expresa.
Esto significa que la mejora ahora la podrá hacer tanto por donación como por testamento.

A. Partición por Donación:


Esta partición tiene lugar cuando los padres u otros ascendientes hacen en vida la partición
de sus bienes entre sus hijos y descendientes, mediante donación. Tiene naturaleza hibrida
pues sin dejar de ser donación produce los efectos de una partición hereditaria extrajudicial:
igualdad de lotes (si son desiguales tal desigualdad no puede afectar las legítimas), garantía
entre los beneficiarios, acción de reducción, etc. Al abrir la herencia del donante, en lugar
de hacer la partición de ella, se considera ya efectuada.
Se distingue de las simples donaciones como anticipos de herencia, porque la partición en
donación se hace en un solo acto, representado en un instrumento público o privado, según
la clase de bienes que contenga y abarca y describe los distintos bienes que se reparten,
en tanto que las segundas instrumentan el acto de donación.

 Objeto de la partición:

Tiene que versar sobre los bienes presentes, ya se incluyan todos o una parte de ellos.

Art. 2415. — «Objeto». La partición por donación no puede tener por objeto bienes
futuros. Puede ser hecha mediante actos separados si el ascendiente interviene en
todos ellos.

Se invierte la redacción y ahora se expresa que la partición por donación no puede tener
por objeto bienes futuros y ello es así porque no se pueden donar bienes que no se
encuentren en el patrimonio del donante. Además, se permite que la partición por donación
no sea efectuada en un único acto sino mediante actos separados y sólo se incluye como
requisito para su validez que el ascendiente intervenga en todos ellos.
La partición no alcanza a los bienes que el ascendiente no incluyo voluntariamente en la
partición, ni a los que hubiese adquirido con posterioridad.

 Derechos que pueden transmitir:

Art. 2416. — «Derechos transmitidos». El donante puede transmitir la plena propiedad


de los bienes donados, o bien únicamente la nuda propiedad, reservándose el
usufructo. También puede pactarse entre el donante y los donatarios una renta
vitalicia en favor del primero.

Cuando se pretenda hacer la partición por donación puede efectuarla transmitiendo la plena
propiedad de los bienes donados o tan solo la nuda propiedad reservándose el usufructo.
Es también válida la partición en la que sólo se done la nuda propiedad porque en algún
momento se recompondrá la plena propiedad en cabeza del donatario. Asimismo, se admite
el pacto entre donante y donatario en el que se establezca una renta vitalicia a favor de
aquél.

 Revocación:

Art. 2420. — «Revocación». La partición por donación puede ser revocada por el
ascendiente, con relación a uno o más de los donatarios, en los casos en que se
autoriza la revocación de las donaciones y cuando el donatario incurre en actos que
justifican la exclusión de la herencia por indignidad

La partición por donación es irrevocable, pero el ascendiente pude revocarla en los casos
en que se autoriza la revocación de donaciones y en los casos que justifican la exclusión
por indignidad.

 Forma: aunque el CCCN guarda silencio, la partición por donación debe hacerse en
las formas prescritas para las demás donaciones. Tratándose de donación de
inmuebles se requiere ad solemnitatem la escritura pública. En cambio, en materia
de muebles basta el instrumento privado.

 Acción de reducción:

Art. 2417. — «Acción de reducción». El descendiente omitido en la partición por


donación o nacido después de realizada ésta, y el que ha recibido un lote de valor
inferior al correspondiente a su porción legítima, pueden ejercer la acción de
reducción si a la apertura de la sucesión no existen otros bienes del causante
suficientes para cubrirla.

Se mejora la redacción ampliando el contenido de la norma. Se incluyen ahora el caso del


descendiente omitido en la partición por donación o el nacido después de haberla realizado
y se reitera el caso del heredero que ha recibido un lote de valor inferior a su porción
legítima. En todos estos supuestos se les permite plantear la acción de reducción cuando
al tiempo de la muerte no existen otros bienes del causante que puedan cubrirla.

 Valor de los bienes:

Art. 2418. — «Valor de los bienes». En todos los casos, para la colación y el cálculo
de la legítima, se debe tener en cuenta el valor de los bienes al tiempo en que se
hacen las donaciones, apreciado a valores constantes.

Queda determinada la forma en que se deben valuar los bienes donados para efectuar el
cálculo del valor colacionable o para determinar la cuantía de la legítima. En ambos
supuestos se dispone que se tomará en consideración su valor al tiempo en que se hizo la
donación apreciado a valores constantes.

 Efectos:
Hay dos periodos, los efectos producidos en vida del causante y los efectos nacidos
después del fallecimiento:
Efectos en vida del causante: se producen con relación al ascendiente, con relación a
terceros y con relación a otros beneficiarios.
I. Con relación al ascendiente: los hijos adquieren los bienes con plena propiedad una
vez aceptada la donación, y con carácter en principio irrevocable. Como
consecuencia de ello adquieren las acciones correspondientes para proteger su
titularidad. Si la partición comprende todos los bienes presentes, los donatarios
estarán obligados al pago de las deudas del ascendiente.
II. Con relación a los acreedores: si la partición es total, los acreedores tienen acción
contra los donatarios por el pago de las deudas del causante, pero también
conservan acción contra el donante.
III. Con relación a los demás donatarios: se deben garantía por evicción.

Art. 2419. — «Garantía de evicción». Los donatarios se deben recíprocamente


garantía de evicción de los bienes recibidos. La acción puede ser ejercida desde que
la evicción se produce, aun antes de la muerte del causante.

Efectos después del fallecimiento del donante: si al fallecimiento no hubiese dejado


otros bienes, el descendiente solo tendrá los derechos y obligaciones que ya tenía desde
el momento que acepto la donación. Si el causante dejase bienes al descendiente, este
puede optar por aceptar o renunciar la herencia, con independencia de los bienes recibidos
en vida, en tanto no dañe la legitima de los coherederos.

B. Partición por testamento.

La partición puede hacerla el propio testador en su testamento. Si el testador es el dueño


de los bienes y puede transmitirlos, no puede negársele que realice esta transmisión de un
modo determinado, dando o asignando a cada heredero bienes concretos. Por ser una
partición el testador debe proceder con ánimo de partir, mencionando las cosas a efecto de
su división y no como legado, ni para instituir heredero en cosa cierta.
El bien concreto debe ser atribuido para satisfacer total o parcialmente la cuota hereditaria
correspondiente a un heredero, cosa que no puede suceder en el legado.

 Revocación:

Art. 2421. — «Enajenación de bienes». La partición hecha por testamento es


revocable por el causante y sólo produce efectos después de su muerte. La
enajenación posterior al testamento de alguno de los bienes incluidos en la partición
no afecta su validez, sin perjuicio de las acciones protectoras de la porción legítima
que pueden corresponder. Sus beneficiarios no pueden renunciar a ella para solicitar
una nueva partición, excepto por acuerdo unánime.

Como el testamento es un acto esencialmente revocable y sólo producirá efectos a


partir del fallecimiento, el testador puede revocarlo sin ninguna restricción. Aunque
de manera sobreabundante se dispone que la partición hecha por testamento sólo produce
efectos después de la muerte del testador. En el caso que se hubiera enajenado un bien
con posterioridad al testamento, la partición seguirá vigente y tendrá plena validez, pero el
heredero perjudicado por esa enajenación podrá ejercer las acciones protectoras que
tiendan a resguardar la integridad de su legítima. Como la partición hecha por testamento
es impuesta por el causante a sus descendientes, éstos no pueden dejarla sin efecto y pedir
una nueva partición a menos que exista acuerdo unánime entre ellos.

 Objeto de la partición: la partición comprende todos los bienes del causante. Pero
no hay inconveniente para que el testador se reserve determinados bienes haciendo
solo una partición parcial. O que adquiera nuevos bienes después de la partición, a
su muerte dichos bienes tendrán el destino que la ley determine.
 Forma: esta partición solo puede hacerse en testamento, cualquiera que sea la
forma que se elija. Fuera del testamento la partición carece de validez, como sería
el caso de que se hiciera en documento público o privado.

 Efectos de la partición por testamento:

Art. 2422. «Efectos». La partición por testamento tiene los mismos efectos que la
practicada por los herederos

Pero hay una diferencia: en la partición practicada por el testador, si abarca todos los
bienes del causante, no hay comunidad hereditaria, en la partición efectuada por los
herederos, la partición pone término al estado de indivisión hereditaria.
La partición por testamento da derecho en favor de cualquiera de los herederos a la
garantía por evicción.
La partición por testamento obliga a los herederos al pago de las deudas hereditarias a
partir de la muerte del causante, y en proporción a sus respectivas cuotas.

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