La República de Platón

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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS


CARRERA DE DERECHO

“REPÚBLICA DE PLATÓN”

ESTUDIANTES:

✓ ANIBARRO ZABALETA ALISON WARA


✓ ESCOBAR PORTILLO GABRIEL
✓ GUZMAN CENTELLAS KATHERINE
✓ SUMI MAMANI PAOLA

DOCTOR: JORGE FERNÁNDEZ DAZA

LA PAZ – BOLIVIA
Agosto, 2022
INDICE

INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 1
DESARROLLO ........................................................................................................ 1
1. PARTE EXTERNA DEL LIBRO ..................................................................... 1
→ SOBRE EL LIBRO...................................................................................... 1
→ SOBRE EL TÍTULO.................................................................................... 5
→ CONTEXTO ............................................................................................... 5
→ SENTIDO DEL LIBRO.............................................................................. 10
→ EL AUTOR ............................................................................................... 13
2. PARTE INTERNA DEL LIBRO .................................................................... 13
→ BREVE RESUMEN .................................................................................. 13
→ MODELO POLÍTICO EN LA REPÚBLICA ............................................... 15
→ TIPOS DE GOBIERNO ............................................................................ 18
→ LA IDEA DE JUSTICIA EN LA REPÚBLICA ............................................ 19
→ LA ECONOMÍA EN LA REPÚBLICA ........................................................ 23
→ SOBRE LA EDUCACIÓN DE LOS GUARDIANES .................................. 26
→ EL MITO DE LOS METALES ................................................................... 26
→ ANALOGÍA CIUDAD-ALMA ..................................................................... 26
→ EL PAPEL DE LAS MUJERES EN EL ESTADO IDEAL .......................... 27
→ ALEGORÍA DEL SOL ............................................................................... 27
→ ALEGORÍA DE LA CAVERNA ................................................................. 28
→ LA ÉTICA EN LA REPÚBLICA. ................................................................ 28
CONCLUSIÓN ...................................................................................................... 30
BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 31
INTRODUCCIÓN
El libro escrito por Platón titulado “Politeia”, o mejor conocido como La República, es uno
de los libros más importantes de toda la historia del pensamiento occidental. Bien sea
por su contenido político, bien sea por el desarrollo de la doctrina de las ideas, este libro
supone un antes y un después en la tradición filosófica.

Incluso, el mejor homenaje a este autor se daría por parte del matemático y filósofo inglés
Alfred North Whitehead resumió perfectamente esta importancia cuando afirmó que toda
la historia de la filosofía tan sólo es “una serie de comentarios a pie de página de los
diálogos de Platón”. La República es una de las obras más importantes de Platón, la cual
data del año 370 a.C. El profesor de filosofía Antonio Lastra hasta indicaría que contiene
todo el pensamiento de Platón y que constituye una de las únicas obras que se
mantuvieron completas en relación a la de otros filósofos.

El libro está compuesto por 10 libros en los que reflexiona sobre una variedad de tópicos
como indagar sobre lo que es justicia, un Estado justo, las funciones tiene el hombre en
la constitución de un Estado ideal, la distribución de la riqueza, la idea de filosofía y
filósofo, el destino de las almas, entre otros. Se considera que es un texto muy completo,
y en un sentido, sería la primera obra que trata de filosofía política.

El libro debe ser comprendido, por un lado, desde un contexto externo al mismo, es decir,
un desarrollo histórico, contextual, político, social de la época, así como puntos de vista
externo que no permitan comprender mejor el contenido; por otro lado, necesita abarcar
las distintas temáticas que plantea en sí mismo. Cabe recalcar que este desarrollo
permitirá un amplio panorama de estudio y comprensión sobre una obra tan exquisita
como la República de Platón.

DESARROLLO

A continuación, se procederá a dar un amplio desarrollo EXTERNO e INTERNO sobre el


cual refiere el libro de Platón, “La República”.

1. PARTE EXTERNA DEL LIBRO

→ SOBRE EL LIBRO

La fecha aproximada en la que Platón empezó a escribir la República fue entre 390-385
a.C. (en el periodo de transición de sus escritos), y fue terminada con los capítulos II al
X presumiblemente entre 385-370 a.C. (en el periodo de madurez del autor), pues
justamente en 387 a.C. crearía la Academia de Atenas. Un dato curioso es que el

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británico Alfred North Whitehead subrayó su importancia afirmando que el pensamiento
occidental no es más que una serie de comentarios a pie de página de los diálogos de
Platón, entre los cuales se encuentra su obra Politeia.

“La República” es la más conocida e influyente obra de Platón, y es el compendio de las


ideas que conforman su filosofía. Se trata de un diálogo entre Sócrates y otros
personajes, como los discípulos o parientes del propio Sócrates. La obra está compuesta
por diez libros, separados sin correspondencia con los cambios en los temas de
discusión que se presentan. Escrita de forma dialógica, la República aborda aquello
relacionado con la φιλοσοφία περὶ τὰ ἀνθρώπινα ("filosofía de las cosas humanas"), e
involucra temas como la ontología, la gnoseología, la filosofía política y la ética.

Inclusive, según Cicerón, “La República” de Platón es el primer libro de la filosofía griega.
No obstante, posteriormente Aristóxeno acusó a Platón de plagio debido a las similitudes
con“Antilogikoi o Peri politeias” del sofista griego Trasímaco (que también aparece en la
obra), donde se dice que habría sido el primero en presentar una formulación madura de
una Teoría Constitucional, según el artículo de Gabriela Elgul titulado “Importancia del
Peri Politeias de Trasímaco para la Historia Constitucional de Occidente”.

Por otro lado, también es necesario comprender que los distintos libros de “La República”
fueron escritos en diferentes momentos. Parece ser que el primer y el décimo libro no
pertenecen al plan original de la obra; no obstante, la unidad en su totalidad parece
contradecir esta tesis.

Cabe destacar también que esta obra fue leída ampliamente en el mundo romano. Siguió
siendo un referente durante la Edad Media y el Renacimiento; fue cayendo en el olvido
después del siglo XVI, hasta que en el siglo XIX fue resucitada por la traducción del
griego al inglés de Benjamin Jowett. Con los acontecimientos sociales y políticos del siglo
XX, volvió “La República” a recuperar su lugar como texto clásico de la filosofía política.
Y volvió también a estar en el centro de la crítica por cuanto la sociedad dibujada allí por
Platón tiene características que la asemejan a los regímenes totalitarios, los cuales
fueron azote de la humanidad en el siglo anterior.

● PERSONAJES

En la obra participan diferentes personajes que dialogan y discuten con Platón diversas
ideas:

1. Sócrates: (considerado el alter ego de Platón) filósofo ateniense, maestro de


Platón, que comienza introduciendo y después profundiza en el sentido de la
justicia y el estado ideal.

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2. Trasímaco: discípulo de Sócrates, educador y sofista de Calcedonia, que
comienza la discusión en el libro I; que lo justo no es otra cosa que lo que conviene
al más fuerte. En la vida real a Trasímaco se le reconoce su influencia en la teoría
política contemporánea y es descrito como “una versión primitiva de Maquiavelo”.

Al mismo tiempo su pensamiento es considerado como precursor de las ideas de


Nietzsche. Puesto que este sofista adinerado es considerado como el primero en
realizar una crítica fundamental sobre los valores morales.

3. Céfalo: comerciante griego, de origen Siracusa. Propietario de la casa donde tiene


lugar el diálogo, feliz por haber acumulado bienes materiales a lo largo de su vida,
la riqueza de la casa de Céfalo no proviene, pues, principalmente de la herencia,
ni de vínculos familiares, sino de la producción y comercio de escudos, sostiene
la justicia y la felicidad consiste en la acumulación de riquezas.

En el tiempo en que lo encontramos en el diálogo, Céfalo ya se ha retirado de los


negocios, habiendo transmitido a Polemarco la conducción de la hacienda familiar.
Recibe a Sócrates en su casa de El Pireo, barrio de tolerancia para los metecos
donde se desarrolló parte de las revueltas contra la tiranía de Los Treinta.

Se sabe también que fue un traficante de armas siracusano llamado a Atenas por
Pericles (político griego) para fundar allí una importante fábrica de armas en apoyo
a la democracia contra la tiranía del momento. Este empleaba a más de 120
esclavos y aseguraba una buena fortuna para la familia, que les traería problemas
bajo la dictadura de los Treinta Tiranos, pues los oligarcas carecían de dinero. Lo
irónico es que el escenario donde se relata La Politeia, sucede justo en la casa de
quien representa la idea a la que se opondría la aristocracia de Platón.

4. Glaucón: discípulo de Sócrates, filósofo griego, hermano mayor de Platón y


Adimanto e hijo de Aristó. Se sabe, además, que pertenecía al círculo de jóvenes
estudiantes ricos de Sócrates.

5. Polemarco: discípulo de Sócrates, filósofo ateniense de Pireo, hijo del


comerciante meteco Céfalo de Siracusa. Céfalo, después de una corta
intervención de que es justicia, se va a hacer sacrificios y Polemarco se queda
para apoyar su teoría, aunque te dará un matiz diferente.

6. Adimanto: discípulo de Sócrates, hermano mayor de Platón. Pertenecía a la alta


aristocracia ateniense. A menudo se lo asocia con la codicia o el amor por el
dinero, en las interpretaciones del diálogo. Y en general, se presenta como más
prudente, más sobrio y menos creativo que su hermano Glaucón.

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● HISTORIA DEL LIBRO

Posiblemente la República aparezca en su primera versión pública en una hecha en


nueve tetralogías de la Academia (315 a.C), y que se le suele atribuir a Trasilo, astrólogo
del emperador Tiberio (42 a.C.-37 d.C.), emperador que vivió durante la crucifixión de
Jesús de Nazareth. En Trasilo figura ya el subtítulo que muchas veces acompaña a la
República: “Sobre lo justo”.

Al parecer, el texto platónico había formado parte de una antología de textos filosóficos
de las escuelas cristianas de la edad media. Por lo tanto, se puede aseverar que hasta
los siglos III y IV era común leer a Platón sea en griego o en copto. Sin embargo, durante
la Alta Edad Media, se había perdido el contacto directo con la obra platónica. Es así que
la mayor parte de los diálogos platónicos permanecieron desapercibidos hasta
aproximadamente el siglo XV.

Durante la época napoleónica, Vivant Denon –uno de los sabios franceses que
acompañaron a Napoleón Bonaparte en su campaña de Egipto– halló la zona
arqueológica de Oxirrinco (1799-1802), antigua ciudad helénica de gran importancia en
Egipto, que es la actual El-Bahnasa (provincia de Minia) en la ciudad del Cairo. A partir
de 1897, las primeras excavaciones fueron llevadas a cabo por los ingleses Bernard
Grenfell y Arthur Hunt, atraídos por la noticia de la gran cantidad de papiros que allí se
hallaban.

Sus excavaciones proporcionaron, en efecto, miles y miles de papiros, en su mayoría


escritos en griego y fechados en la época romana, que aún hoy están siendo estudiados
por la “Egypt Exploration Society” y se conservan en el Ashmolean Museum de Oxford.
De esta colección se han rescatado cinco papiros de la “República” con pasajes
pequeños de ésta. En fin, cuatro son los manuscritos base, entre otros más recuperados,
para reconstruir contemporáneamente a la “República”: Parisinus 1807 (de fines del siglo
IX), Vindibonensis 55 (del s. XIV), Venetus 185 (siglo XII) y Malatestianus o Caesenas
28 (del siglo XII también).

Actualmente, la “República” de Platón consta de muchísimas ediciones modernas. Se


cuenta con dos precedentes muy antiguos de la traducción de Platón al español. Hay
una traducción del Fedón que realizó Pedro Díaz de Toledo en 1445 de una versión latina
hecha por Leonardo Bruni D’arezzo.

La traducción más antigua que se conserva en español de Platón es la de José Tomás


y García para la Librería del Perlado Paez (Madrid, 1805). A esta, le siguió la más
difundida y leída de las ediciones en español y que apenas da una idea del original
griego: la de Patricio Azcárate, que se realizó entre 1871 y 1872. Al parecer está muy
distorsionada por basarse en las traducciones modernas, debiéndole poco al texto

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griego. No obstante, ha gozado de gran popularidad, al grado que todavía hoy sigue
publicándose. Más tarde, en 1966, otra versión –también de mucha aceptación en su
momento– de mayor envergadura fue la que efectuaron María Araujo y José Antonio
Miguez para la editorial Aguilar en España, al editar las obras completas de Platón.

→ SOBRE EL TÍTULO
EI título con que se conoce este tratado no corresponde al original griego de Politeia
(Πολιτεία) que aparece en Aristóteles: la traducción exacta de este seria «régimen o
gobierno de la polis (o Ciudad-Estado)»; pero, a través del latín Res publica, que tiene
también este último sentido y fue empleado por Cicerón para rotular su obra sobre el
mismo tema, ha sido vertido con ese término al castellano.

Ello tiene el inconveniente de falsear la mente del autor en la misma portada del libro y
sugerir inadecuadas representaciones en los muchos que no tienen de él otra noticia que
la de su nombre. Con todo, no se ha creído procedente cambiarlo porque el título
tradicional de una obra es signo general de su reconocimiento y pertenece ya más al
público que al traductor.

El segundo título, agregado por Trasilo, astrólogo del emperador Tiberio del siglo I. reza
«acerca de la justicia» y en efecto, con una discusión sobre la justicia empieza el tratado.
En esa discusión, como en cualquier otra que trate de precisar un concepto, es
indispensable que esté presente en la mente de los que discuten la representación de
un objeto común cuya naturaleza se investiga: este objeto es aquí el principio de la vida
social esto es, el vínculo que liga a los individuos y forma el Estado. De este modo uno
y otro título se reducen al mismo asunto; no obstante, por derivaciones posteriores la
reducción no es total y esto engendra un dualismo de temas que es uno de los más
señalados caracteres de la obra.

→ CONTEXTO
Cada punto que se destaca a continuación tiene un carácter vinculatorio con la obra y su
desarrollo material y anímico por, sobre todo. Además, que todos los hechos que se
presentan están relacionados entre sí.

● La Guerra del Peloponeso

A finales del siglo V y comienzos del IV antes de nuestra era, Atenas atraviesa
una larga -ya no se recuperará- etapa de decadencia: peste, derrota, hambre, terror.
Según Tucídides (historiador y militar ateniense. Su obra Historia de la guerra del
Peloponeso recuenta la historia de la guerra del siglo V a. C. entre Esparta y Atenas
hasta el año 411 a. C), cada nuevo desastre hundía aún más la moral de sus ciudadanos.
Se generó una deuda de los griegos con Persia, por lo que se elevó el nivel de pobreza

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y agotaron los recursos. A nivel demográfico, se cree que murieron aproximadamente
unos 70.000 atenienses, equivalente a casi la mitad de su población.

Sumergidos en la catástrofe y violadas las normas morales, no parecía que hubiera otra
consigna que la de "sálvese quien pueda". En estas situaciones sucumbe la moral del
hombre medio y los ambiciosos de altura aceptan con gusto las doctrinas que justifiquen
sus desmanes, como sucedía claramente con los sofistas, a los cuales Platón critica
fuertemente en su obra.

● Oligarquía de los Cuatrocientos

El Consejo de Los Cuatrocientos ha sido una institución creada en Atenas después de la


revolución oligárquica del año 411 a. C., durante la guerra de Decelia, última fase de la
guerra del Peloponeso. Realizado mediante un golpe de estado instigado por Antifonte
y Alcibíades. De tendencia extremadamente antidemocrática y dado que el pueblo griego
se había acostumbrado a la democracia, este consejo fue pronto reemplazado.

El inestable gobierno oligárquico no conseguía la paz con Esparta, y esta inestabilidad


producida por la crisis del 411 a.C. se agravada por la sublevación de la flota ateniense
establecida en la costa jonia, en la isla de Samos; además, los hoplitas en el Pireo, se
amotinaron y amenazaron con entregar la ciudad a los espartanos. Fue entonces cuando
este Consejo fue depuesto y se entregó el poder al gobierno de los Cinco Mil, un consejo
oligárquico más moderado, que duró sólo diez meses y se restableció la democracia
plena en 410 a.C.

● Los Treinta Tiranos

Tras el fallido intento del 411 a.C., el final de la Guerra del Peloponeso se tradujo en un
segundo episodio de gobierno oligárquico en Atenas que sería mucho más sangriento
que el primero: el gobierno de los Treinta Tiranos.

Puesto que la guerra del Peloponeso condujo a una etapa decadente y de pobreza en
Grecia, particularmente en Atenas, que quedó bajo el dominio de Esparta. Inició un
periodo llamado «los Treinta Tiranos» que consistió en magistrados de la oligarquía que
gobernaron de forma cruel y sangrienta sobre Atenas. Los Treinta Tiranos se rodearon
de una escolta personal de trescientos guardias armados y crearon una guardia de diez
miembros encargados expresamente de vigilar la actividad en el puerto del Pireo.

Es en esa época que Platón expresa cómo el pueblo ateniense recibió este nuevo
gobierno con alegría al pensar que ahí se acabarían los malos tiempos vividos. Pero
nada más lejos de la realidad. Llevados por el resentimiento y la sed de venganza, Platón

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describe la persecución política que llevó a cabo este gobierno contra todos los que
pudieran llegar a ser una amenaza contra el mismo.

Un dato curioso que cabe destacar es que Critias, uno de los Treinta Tiranos más
sanguinarios de la época, fue tío materno de Platón. Además, que fue discípulo de
Sócrates, al que abandonó después que éste le recrimina haber querido seducir a un
joven del círculo de sus discípulos. Murió en la lucha contra los demócratas que
derribaron su tiranía en el año 403 a.C., cuando tenía alrededor de cincuenta años.

Se podría decir que Critias representa la imagen que más menosprecia Platón en su obra
La República; puesto que es difícil concebir la idea de que Critias fue un filósofo, poeta,
político y sofista griego que impuso el régimen antidemocrático en Grecia.

Lo interesante es que Platón menciona en su libro que hay filósofos falsos que hacen
mala imagen al nombre; dirá también que los poetas son imitadores de algo que no
conocen y es pura apariencia, lo que iría en contra a la naturaleza de un verdadero
filósofo; (de forma indirecta) que los sofistas ocupan el mundo sensible, el mundo de las
opiniones y que muchas veces pueden confundir a sus oyentes sobre la realidad. Es de
esta forma que Platón hace una fuerte crítica a su contexto circundante, y de forma
indirecta podría hasta estar refiriéndose a su tío, puesto que este representa todo lo que
Platón rechaza manifiestamente.

Para concluir todo el contexto descrito, queda la idea. Pues a ese reto es al que se
enfrenta Platón con su “República" escribiendo y planeando un Estado Perfecto, en
medio de la pura imperfección del propio Estado Griego. Es de esa forma que, en este
libro, según Rodríguez Adrados, –miembro de la RAE– en la “Democracia Ateniense”:
“(la reacción de Platón) se refiere no tanto a lo material como a una eliminación
sistemática de los elementos egoístas del alma humana y al desarrollo de los que crean
unión entre los hombres y dentro del hombre mismo”.

● El asesinato de Sócrates

En el año 399 a. C., el filósofo griego Sócrates fue llevado a juicio por la ciudad de Atenas,
acusado de pervertir a sus jóvenes y alejarlos de los dioses. Se le dio a elegir entre
renegar de sus ideas o ser condenado al suicidio por cicuta. Eligió la muerte. Nueve años
después (390 a.C.) Platón escribiría La República personificando a su maestro fallecido.

Sin embargo, otro motivo fundamental que causó su muerte fue que la condena del
tribunal por oponerse a la tiranía de Critias le obligó a tomar un vaso de veneno que
terminó con su vida rodeado de los suyos. No nos olvidemos que Critias fue: tío de
Platón, ex discípulo del mismo Sócrates y un claro ejemplo de lo que un gobernante no

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debe ser (según el libro La República). Se sabe que Sócrates usualmente en sus
intervenciones se expresaba en contra del régimen.

Sin embargo, este punto es debatible puesto que Jenofonte indicaría que justamente una
de las causas de su muerte fue que apoyaba al gobierno tiránico de Critias, y todos veían
esto con mucho peligro a perder su democracia. En “Memorabilia”, escribiría lo siguiente:

“Incluso después de la amnistía Sócrates continúa diciendo que es estúpido usar


el sorteo para la elección de los magistrados. Estas discusiones socavan la
democracia y han resultado ya dos veces en revoluciones oligárquicas. Recuerdo
lo que pasó cuando Sócrates discutió con Critias y Alcibiades. Si le permitimos a
Sócrates seguir como va, terminaremos en otra revolución Oligárquica”

Tampoco nos olvidemos que luego de la Oligarquía de Los Cuatrocientos, Los Treinta
Tiranos y el deseo al acercamiento democrático del pueblo griego se presenta muy
vigente para el año 399 a.C.

Es más, según Jenofonte entre las acusaciones hacia Sócrates se encuentra el hecho
de que induce a aquellos, con los que conversa a desdeñar las leyes, calificando de
locura el sorteo para escoger a los magistrados, puesto que nadie estaría dispuesto a
elegir un timonel, un arquitecto o incluso un profesor de música de la misma forma. En
los jóvenes estos argumentos suscitan desdén y los hacen ponerse violentos. Entonces,
Sócrates pudo haber sido acusado de criticar las instituciones democráticas en el período
del 403 y 399 a.C. sin ninguna violación a la amnistía.

Es por ese motivo que su muerte se da en un ámbito democrático, pues, la causa se


celebró con el tradicional jurado de 500 ciudadanos designados por sorteo. La
popularidad del reo, así como su admiración y odio ciudadano, hizo que el proceso
estuviese polarizado desde el inicio. Por un margen de 280 votos a favor y 220 en contra,
el jurado aceptó la condena a muerte que proponía la acusación sin poder votar ninguna
otra alternativa.

● Resultado: La Academia de Platón

De Platón es sabido que pertenecía a una familia de la aristocracia conservadora


ateniense y, por ello, estaba predestinado al ejercicio de la política. Pero la muerte de
Sócrates, favorecida por los que entonces gobernaban, le determinó a alejarse de unos
conciudadanos que tan insensibles se habían mostrado con la persona y, sobre todo,
con el ejemplo de su admirado maestro. Viajó por distintos lugares —de Sicilia a Egipto—
donde la influencia griega era patente, visitando círculos socráticos y pitagóricos; en ese
periodo escribió la República (Politeia), hasta que, finalmente, retornó a Atenas y fundó
la Academia.

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Es de esa forma que la Academia de Platón fue fundada entre 388 y 387 a.C. En este
lugar reinaba el amor por las ciencias y, aunque el objetivo de este filósofo era formar
futuros políticos y gobernantes, no ponía el acento en la retórica ni en la práctica como
lo harían los sofistas o gente común, sino en enfatizar la vocación desinteresada por la
ciencia.

De modo que el político que recibía esa formación podría actuar con plena convicción
basada en verdades permanentes y no sería un improvisado oportunista aprovechando
la ocasión de acceder al poder para hacer demagogia. Platón no sólo dirigía la Academia,
sino que también daba clases; mientras sus discípulos tomaban notas que nunca fueron
publicadas.

● Experiencia en Siracusa
Cuando Platón zarpó hacia Siracusa, alrededor del 388 a.C. –cuando la Academia
estaba dando sus primeros pasos–, albergaba, según él mismo relata, pensamientos
contradictorios. Pues recordemos que en esos años seguía en el proceso de terminar La
Politeia. Al parecer Platón tenía un discípulo en Sicilia, un noble llamado Dión, que en su
juventud se había convertido en devoto de Platón y le informa que Dionisio el Viejo había
muerto y que su hijo, Dionisio el Joven, había heredado el poder.

A la vez amigo y cuñado del joven Dionisio, Dión estaba convencido de que el nuevo
gobernante se sentía interesado por la filosofía y deseaba comportarse de manera justa.
Todo lo que necesitaba, según el punto de vista de Dión, era recibir una buena instrucción
y nadie mejor que el mismo Platón para ofrecérsela directamente. Suplicó a su viejo
maestro que lo visitara y éste, venciendo serios recelos, partió finalmente hacia Sicilia.

Sin embargo, en sus conversaciones, Platón y Dión intentaron apelar a las ambiciones
políticas del déspota, diciéndole que, como filósofo, aprendería a dotar de buenas leyes
a las ciudades que conquistaba.

Empero prestando su oído a insidiosos rumores, Dionisio comenzó a albergar crecientes


sospechas respecto de supuestas ambiciones políticas ocultas de Dión y dispuso su
inmediato destierro de Siracusa, y Platón decidió también partir. No obstante, volvió seis
o siete años después, otra vez a solicitud de Dión, quien, mientras vivía en el exilio, había
oído rumores acerca del retorno de Dionisio al estudio de la filosofía y se lo había hecho
saber a Platón.

Es así que “acosado” por el nuevo tirano que le envía numerosas cartas, Dionisio II
(llamado “el joven”), Platón vuelve a Siracusa en el año 366 a.C. Sin embargo, los
enemigos de Dión, seguidor de Platón y consejero de Dionisio, hacen correr el rumor que
éste había hecho llamar a Platón, para convencer al tirano y hacerle un instrumento de

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su política. Es por eso que Platón ve a un gobernador que se AUTOPROCLAMABA
filósofo y que había distorsionado todas sus intenciones iniciales hacia la verdadera
filosofía. Con esto Platón vería fracasado su intento de poner en práctica la idea del
Filósofo Gobernador.

Tras los fracasos del primer y segundo viaje, donde ya había finalizado su obra y sentado
la Academia Platónica, acepta volver de nuevo en el año 361 a. C., más que la invitación
obligada del tirano, estaban los requerimientos de sus amigos y alumnos de la Academia,
entre ellos Aristóteles. Entonces aprovecha Platón pidiéndole que perdonara a Dión; pero
la atmósfera de desconfianza, provocan la confiscación de sus bienes y que Platón
termine en la cárcel. Finalmente, sus amigos lograron rescatarle y regresó a Atenas .

→ SENTIDO DEL LIBRO


Se distinguen distintos puntos de vista sobre la obra, con respecto a la verdadera
intención del primer libro que trata de Filosofía Política, y hallar su alcance a una buena
interpretación de la misma. Cabe destacar que cada punto de vista refiere a distintos
momentos y contextos en la historia que le da un matiz distinto a sus comentarios.

● En el artículo de 1999 en la editorial El Laberinto de Marisa del Olmo titulado “LA


REPÚBLICA” DE PLATÓN” indica lo siguiente sobre el sentido del libro: “Querer
saber cuál es el mejor régimen de gobierno da comienzo a la teoría política griega.
Así, la intención platónica es buscar el mínimo cambio de cosas por el cual estos
Estados enfermos puedan recobrar su salud, porque enfermos están todos los
Estados de su edad, en mayor o menor grado. La República es un tratado de
medicina política”. Pues La República expone el Estado ideal de Platón, lo que
debería ser para que el hombre encuentre felicidad y desarrolle su moralidad. En
este sentido, se entiende al libro como una cura moral ante los males que comete
la política, mas no un libro que presente un modelo político en sentido estricto.
Esto último se desarrollará en el siguiente punto.

● Doctor en filosofía, Antonio Lastra, en una Conferencia presentada por la Escuela


de Filosofía del Ateneo del 2018, indicaría que la República de Platón; en primera,
no es un libro que se escribió para ser difundido y enseñado al pueblo, sino que
funcionaba solo entre un círculo de amigos muy reducido; en segunda, especifica
que NO ES UNA UTOPÍA, pues Platón admitiría que la realización de ese Estado
ideal no era posible entre hombres imperfectos que somos. El realismo platónico
está muy presenta en la obra, de tal forma, que no se puede alegar que la idea de
Estado Perfecto correspondería a la mera ilusión y deseo de un discípulo cuyo
maestro había muerto por un modelo político llamado democracia. Finalmente,
para rescatar el anterior punto, este doctor indicaría que el punto de vista sobre el
cual se debe mirar este libro es filosófico, mucho más que político; puesto que en

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sus mismas palabras diría que se trata “simple y llanamente un intento de
moderación de la vida política”.

● El emperador filósofo romano Marco Aurelio en su escrito “Meditaciones”, que fue


originalmente redactada en griego entre los años 170 y 180, anotaría lo siguiente:

“La causa de todas las cosas es un torrente: se lo lleva todo. ¡Qué banales
esos hombrecillos de la Politeia que, según ellos creen, actúan como
filósofos! Llenos de mocos. Entonces ¿qué, hombre? Haz lo que ahora
exige tu naturaleza. Muévete, si se te ofrece, y no mires a tu alrededor a
ver si alguien lo sabe. NO ESPERES LA REPÚBLICA DE PLATÓN, sino
bástate con que progreses por poco que sea y considera que incluso el
resultado de esto no es poco. Pues sus principios ¿quién los va a cambiar?
Y fuera del cambio de los principios, ¿qué otra cosa hay sino la esclavitud
de quienes se lamentan y hacen creer que obedecen? Ven ahora y
háblame de Alejandro, Filipo y Demetrio de Falero. Veré si vieron que
reclamaba la naturaleza y se instruyeron. Pero si hicieron teatro, nadie me
ha condenado a imitarlos. Sencilla y discreta es la tarea de la filosofía: no
me incites a la vanagloria”.

Cuando se refiere a la idea del gobernador filosofo como “banales esos


hombrecillos de la Politeia”, se puede notar que lo hace con respecto a aquellos
ensimismados que presumen ser filósofos y políticos. Según, Marco Aurelio, la
filosofía es “discreta”, es guía interna mas no condición necesaria para gobernar;
dicho esto, se puede entender mejor cuando indica “no esperes la República de
Platón”, porque si lo haces solo será pretensión banal de algo que no se es. De
esta forma, separa la obra de Platón del ámbito político para situarlo en un lugar
más discreto, más teleológico que pragmático.

• El filósofo alemán Friedrich Nietzsche, en 1871 se propone el examen de los


cursos universitarios impartidos por Niemche en Basilea y, más concretamente, el
del curso sobre Platón titulado “Einleitung in das Studium der platonischen
Dialoguen” (Introducción al estudio de los diálogos platónicos); el contenido de
estos cursos, parten de la fuerte influencia (ya desde su juventud) por los textos
de Aristóteles más que por los de Schopenhauer. De esta forma, Nietzsche diría:

“No hemos de pensar en una difusión considerable del escrito en tiempos


de Platón, sino solo en una comunicación a los amigos. El contenido de la
República sobrepasa todo cuanto podría permitir la parresia (suplencia) en
el Estado más libre".

Por lo tanto, el libro de Platón, según Nietzsche, no tiene el objetivo de ser


difundido como un producto accesible a todo público, sino solo “en una
comunicación a los amigos”. Se debe comprender que la idea de amigos se
circunscribe a personas a las cuales el considere cercanas para compartir sus

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ideas, en sentido estricto, sus ideas filosóficas, porque solo ellos entenderían a
lo que se refiere. Un claro ejemplo de esto se puede notar cuando Platón
desarrolla la mayor parte del contenido de La República, solo cuando está en
comunión con sus hermanos Glaucón y Adimanto, pues habla de forma muy
distinta con ellos a como habló con los otros personajes.

Para concluir, es evidente que existen muchas más interpretaciones sobre el sentido del
libro; sin embargo, es apreciable considerar los puntos de vista formulados
anteriormente, puesto que en distintos contextos parecen encerrar una idea en común
sobre la idea de La República de Platón. No es un libro político, sino filosófico. Esto último
implica que no se puede hacer una crítica desde el punto de vista político del libro. Prueba
de esto se puede notar en el libro V, donde Glaucón, luego de haber escuchado las líneas
generales sobre el Estado Ideal, quiere que Platón concretice sus ideas, es decir, que
las vuelva pragmáticas al aplicarlas en reglas para la sociedad. En otras palabras,
cuando Glaucón le pide un desarrollo político de su Estado, que en un inicio tenía
lineamientos filosóficos.

─ Para hombres sabios, Sócrates -dijo Glaucón-, la medida para conversar sobre
materias tan importantes es la vida entera. Y así, créeme, deja a nosotros lo
que a nosotros toca, y procura sólo decirnos tu pensamiento respondiéndonos
sobre la manera cómo ha de tener lugar esta comunidad de mujeres y de hijos
entre nuestros guardianes, y sobre la manera como habrán de ser educados
los hijos desde el día de su nacimiento hasta aquel en que sean casen, cómo
deberán recibir una educación, es decir, durante la época en que exigen los
más penosos cuidados. Explícanos, pues, por favor cómo ha de tener lugar
todo esto.
─ No es fácil, mi querido Glaucón -dije-, porque se dará por los espíritus menos
crédito aún a lo que tengo que decir que a todo que ha precedido. Lo que voy
a manifestar, o no se considerará nunca posible, o aun cuando se vea la
posibilidad, se dudará de su bondad. Aquí tienes lo que me impide decir
libremente mi pensamiento. Temo, mi querido amigo, que se lo tome por un
vano deseo. (…) Cuando se habla, como yo lo hago, dudando y titubeando, es
peligroso y debe temerse, no provocar la risa (este temor seria pueril), sino
separarse de lo verdadero y arrastrar consigo a sus amigos, para caer en el
error sobre cosas respecto de las que es funesto.

Esta cita hace alusión a la idea de que cuando se le pide concretizar políticamente a
Platón su idea filosófica de Estado Perfecto, teme que solo caerá en banalidades
humanas que no le corresponden a él como filósofo, sino a un verdadero político.
Además, cabe rescatar que enfatiza la idea de “arrastrar consigo a sus AMIGOS” al error;
puesto que con los amigos se dialoga, y el diálogo según Platón, es un medio para hallar
una SÍNTESIS filosófica, mas no política. Es por eso, que a pesar de que Platón haya
tratado temas económicos, pedagógicos, políticos y sociales, lo hizo concibiendo su
OPINIÓN, y ya no puramente un razonamiento filosófico.
12
→ EL AUTOR

Platón (428/427 - 348/347 a.C.) fue un prominente filósofo griego, conocido por sus
Diálogos y por fundar su Academia en Atenas, tradicionalmente considerada la primera
universidad del mundo occidental. En ella se estudiaba y se investigaba sobre todo tipo
de asuntos, dado que la filosofía englobaba la totalidad del saber, hasta que
paulatinamente fueron apareciendo (en la propia Academia) las disciplinas
especializadas que darían lugar a ramas diferenciadas del saber, como la lógica, la ética
o la física. Junto con su maestro Sócrates y su discípulo Aristóteles, Platón es la figura
central de los tres grandes pensadores en que se asienta toda la tradición filosófica
europea.

Nacido en el seno de una familia aristocrática, Platón abandonó su inicial vocación


política y sus aficiones literarias por la filosofía, atraído por Sócrates: fue su discípulo
desde los veinte años y se enfrentó abiertamente a los sofistas (Protágoras, Gorgias).
Tras la condena a muerte de Sócrates (399 a. C.), huyó de Atenas y se apartó
completamente de la vida pública; no obstante, los temas políticos ocuparon siempre un
lugar central en su pensamiento, y llegó a concebir un modelo ideal de Estado.

Al ser “La república” un diálogo de madurez, los expertos están de acuerdo en afirmar
que las palabras puestas en boca de Sócrates son las teorías del propio Platón, aunque
hasta qué punto podemos afirmar tajantemente tal cosa es todavía objeto de debate. Sin
embargo, el Doctor en filosofía, Antonio Lastra, de La Escuela de Filosofía del Ateneo de
España opinaría que, en realidad, no se conoce el verdadero pensamiento de Platón.
Conocemos los diálogos de Platón, donde presenta y encarna personajes como Sócrates
a través de sus escritos, pero no podemos decir que son las ideas de este filósofo como
tal.

2. PARTE INTERNA DEL LIBRO

→ BREVE RESUMEN

A continuación, un pequeño resumen ayudará a tener los puntos clave de la obra, y un


respectivo orden de temáticas del mismo.

• Libro I: la justicia. Sócrates dialoga sobre definición de justicia: para Céfalo, es


obedecer las leyes y pagar las deudas; para Polemarco, hacer bien a los amigos
y mal a los enemigos; y para Trasímaco, la ley del más fuerte. A resultado,
Sócrates concluye con la idea de que es necesario un estudio filosófico de la
justicia ya que no es algo innato en el ser humano, además de que el buen

13
gobernante se diferencia del mercenario, tal que no persigue las riquezas sino el
bien del pueblo.
• Libro II: Glaucón y Adimanto desean averiguar qué es justicia. También aparecen
los tres tipos de bienes y las características del hombre justo e injusto. Finalmente,
Sócrates detalla someramente de cómo ha de ser el Estado ideal (división del
trabajo y funciones sociales). El debate ya no es qué virtudes debe presentar un
hombre justo, sino cómo es —y cómo debe organizarse— una ciudad justa,
realizando una analogía entre el alma y el Estado.
• Libro III: Se identifica la buena educación de los futuros guardianes. Según
Sócrates, hay que “vigilar” en el proceso educativo. Desde los héroes que se
presentan en la literatura, la gimnasia y la música, hasta las imágenes que
fabrican los artesanos. Y concluye con la idea de que la división de la ciudad refleja
la división del alma humana: El rey (parte racional), los guerreros (parte iracunda)
y el pueblo (parte concupiscible).
• Libro IV: Ante la refutación de Adimanto, Sócrates habla la necesidad de que la
ciudad en su conjunto sea feliz, no solo una clase, por lo tanto, los guerreros no
deben poseer bienes. Añade, además, que el filósofo debe ser el rey de la ciudad
de la misma forma en que, para tener armonía entre las partes, el alma racional
debe guiar a las otras dos. Distingue también que la opinión (doxa) es un punto
intermedio entre el ser y no-ser, por lo que es una ilusión. Así el filósofo no tiene
opinión, sino que genera ciencia (epistémē) que se haya en el mundo de las ideas.
• Libro V: intervienen Adimanto, Polemarco, Trasímaco y Glaucón quienes,
insatisfechos con las respuestas de Sócrates, quieren que este continúe
especificando detalles sobre la ciudad ideal como el papel de las mujeres, la
distribución de bienes y la educación recibida.
• Libro VI: Sócrates argumenta sobre por qué el Estado ideal ha de estar
gobernado por filósofos. Por su parte, Adimanto señala que la mayor parte de las
personas piensan que los filósofos son extraños. Sin embargo, Sócrates en
defensa de los filósofos como gobernantes, utiliza dos alegorías: la del sol y la de
la línea del bien.
• Libro VII: sobre la educación del rey-filósofo. Aquí expone el Mito de la Caverna
a fin de explicar la importancia del filósofo como guía de las personas para
extraerlas de la ignorancia y dirigirlas hacia el conocimiento.
• Libro VIII: Sócrates describe los cuatro tipos de gobierno: timocracia, oligarquía,
democracia y tiranía que serían formas de gobierno “deficientes”.
• Libro IX: concluye hablando sobre el hombre tiránico y cómo este surge del
hombre democrático. Asimismo, Sócrates pretende demostrar que el hombre justo
es el más feliz que el hombre injusto.
• Libro X: se indaga en el tema de la poesía y los poetas. Sócrates y Glaucón
abordan la expulsión de las obras de los poetas, artistas, pintores que no

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representen imágenes con forma a la moral predicada en el libro o su Estado Ideal,
es decir, que no forme una sociedad justa sino emocional.

“Debemos, pues, según parece, vigilar ante todo a los forjadores de mitos
y aceptar los creados por ellos cuando estén bien y rechazarlos cuando no;
y convencer a las madres para que cuenten a los niños los mitos
autorizados, moldeando de este modo sus almas por medio de las fábulas”.

→ MODELO POLÍTICO EN LA REPÚBLICA

Se tiene un modelo de Estado Perfecto en dicha obra. El modelo básicamente se


fundamenta en la idea de que sólo los “inútiles filósofos” deberían gobernar un estado
con el objetivo de volverlo virtuoso, bueno y justo. El modelo de Platón no era posible si
no se debía a esta primera condición. En el texto indicaría lo siguiente:

“Como los filósofos no gobiernen los Estados -dije-, o como los que hoy se llaman
reyes y soberanos no sean verdadera y seriamente filósofos, de suerte que la
autoridad pública y la filosofía se encuentren juntas en el mismo sujeto, y como
no se excluyan absolutamente del gobierno tantas personas que aspiran hoy a
uno de estos dos términos con exclusión del otro; como todo esto no se verifique,
mi querido Glaucón, no hay remedio posible para los males que arruinan los
estados ni para los del género humano; ni este Estado Perfecto, cuyo plan hemos
trazado, aparecerá jamás sobre la tierra, ni verá la luz del día”

Entonces el primer punto a tomar en cuenta es que este modelo de Estado solo se aplica
cuando es ejercido por los filósofos. Se debe admitir, además, que, aunque sus puntos
de vista eran indiscutiblemente clasistas, Platón creía que esos aristócratas gobernarían
desinteresada y virtuosamente", como explicaría en 2021 la filósofa Lindsey Porter en
una entrevista realizada por la BBC.

Sin embargo, esta sociedad ideal estaría en constante peligro de derrumbarse.

"Anticipó que los hijos de los hombres sabios y educados se corromperían con el
tiempo por los privilegios y el ocio, que terminarían preocupándose únicamente
por la riqueza, y la aristocracia se convertiría en una oligarquía, que en griego
significa 'el gobierno de unos pocos'", señaló también Porter.

Además, a pesar de ser el tipo de gobierno más virtuoso, como se acaba de notar no
parece ser sostenible. Esta aclaración se la puede notar en la siguiente cita del texto La
República de Platón:

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“Por tanto -dije-, cuando indagábamos cuál era la esencia de la justicia y cómo
debía ser el hombre justo, suponiendo que existía, y cuáles la y el hombre injusto,
nos proponíamos nada más que encontrar MODELOS, fijar nuestras miradas en
el uno y en el otro, para juzgar la felicidad o desgracia que acompaña a cada uno
de ellos, y obligarnos a concluir con relación a nosotros mismos que seremos más
o menos dichosos según nos parezcamos más a uno o al otro; pero nuestro
designio nunca ha sido el aprobar que estos modelos puedan existir”.

La idea de Platón al escribir la República recae en el hecho de que aunque la idea de


ser gobernados por aristócratas nos haga ruido, de fondo lo que estaba deseando era
un liderazgo de personas desinteresadas en los placeres vagos, pues así serían
incorruptibles y, gracias a su educación, tomarían decisiones sabias destinadas a la
virtud. Líderes que se preguntarían constantemente: "¿Cuál sería el curso de acción más
justo y prudente?". "Esa es la clave para Platón: tomar decisiones justas, prudentes y
sabias. Que gobernara la virtud, no la pasión", según explicó Porter.

Cabe ahora detallar explícitamente a qué se refería el modelo de Platón para ser tan
observado a través de los tiempos. Platón describe un tipo de gobierno basado en la
justicia existente en un Estado gobernado por filósofos (quienes deben ser instruidos
en la virtud, y someterse a pruebas que desafíen su sistema de acciones conforme a la
razón o la pasión), defendido por guerreros (quienes deben ser instruidos para
obedecer y amar a su país con el objeto de protegerlo incondicionalmente) y mantenido
por trabajadores (quienes son la base económica y el lado más pasional del Estado,
por lo tanto, deben ser gobernados). Preconiza que un Estado ideal constaría de tres
clases:

● Reyes-filósofos: Cuya cualidad recae en la razón del hombre a nivel de su


alma. Y a nivel de Estado, son los que ejercerán el poder político al servicio de
la justicia y de la sabiduría. Los que se encargarán de educar al pueblo según
la virtud; ellos pues, deberán controlar lo que enseñe y muestre al público.

Ya está determinado que los mitos y la poesía considerados como pura


imitación, y que no presenten un contenido virtuoso, no permitirían el desarrollo
virtuoso del pueblo, por lo que no será permitido. El rasgo fundamental que
deben tener en predominio es el uso de la prudencia y del alma sensata, como
un padre que realiza una administración sana, en pro de los intereses del Estado
y su pueblo. Mas no de sí mismo, ni de un grupo en particular.

● Soldados o guerreros: Cuya cualidad recae en la irascibilidad del alma del ser
humano. Y a nivel estatal, son los que defenderían al Estado como un medio de
adquirir honor y salvaguardarlo de algún posible ataque. Estos guerreros
deberán ser instruidos para aprender la música y la gimnasia, especializándose
16
en el conocimiento de tácticas de guerra, conocer cómo se desarrollan las
batallas.

El rasgo fundamental que deben poseer especialmente es la fortaleza o la


valentía para realizar tales hazañas. No deberán poseer nada propio, puesto
que su fin no es generar riqueza. Es más, el pueblo se encargaría de
alimentarlos y darles lo necesario para renovar sus energías.

● Población civil: Cuya cualidad recae en la concupiscencia que se halla en el


hombre a nivel de su alma, es decir, todos los deseos y placeres humanos que
conforman nuestra especie que necesitan ser guiados por la parte razonable de
nuestra alma. A gran escala, es decir, a nivel estatal son los que proveen las
necesidades materiales de la sociedad. Son los gobernados, el pueblo como tal
que tendría el fin de sustentar económicamente al Estado.

Ellos no pueden ser filósofos, ni guerreros porque su campo de acción está en


otro lado. Por lo que no pueden tener los rasgos resaltados anteriormente, sino
uno en especial que debe ser usado por todos los integrantes del Estado: la
templanza. La templanza está definida por Platón de la siguiente forma:

"De manera que puede decirse con razón que la templanza consiste en
ese buen acuerdo y que es una armonía establecida entre la parte
superior (gobernantes) y la parte inferior (gobernados) para decidir cuál
es la parte que debe mandar a la otra”.

Cabe destacar que la idea de Platón sobre el Estado Ideal tiene dos formas de
gobierno que estén supeditadas bajo el mismo presupuesto. Así, entonces, dice:

"Digo, por lo pronto que la forma de gobierno que nosotros hemos establecido
es UNA, pero que se le pueden dar dos nombres. Si gobierna uno solo, se dará
al gobierno el nombre de monarquía; y si la autoridad se divide entre muchos,
se llamará aristocracia [...] Esto no alterará en nada las leyes fundamentales del
Estado, si los principios de crianza y educación que hemos establecido son
rigurosamente observados."

Cabe ahora destacar que el gobernante filosofo tiene características fundamentales


para ser llamado como tal. Un filósofo según Platón, sería entonces, aquel individuo
que ha alcanzado el mundo de las ideas por sobre el mundo sensible.

● MUNDO SENSIBLE (Doxa): las cosas sensibles se las conoce a través de los
sentidos. Doxa u opinión, tiene un ser intermedio, imperfecto, pero en fin algo
de ser, no es el verdadero ser que corresponde a las ideas, sino un intermedio
entre ser y no-ser, es imperfecto y está sometido al cambio. Puesto que lo

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perfecto es permanente y constante, por eso no opta al cambio, ya que el
cambio significa que está mejorando algo que no era perfecto; es por eso que
la opinión es imperfecta y temporal.

También Platón lo llama el mundo de lo visible, de lo opinable, el mundo del


devenir o mundo de la opinión (doxa). Lo que tiene de ser lo tiene en la medida
en que copia o imita imperfectamente a las ideas. Entre el ser pleno (mundo
de las ideas) y el no-ser absoluto se intercala este mundo, el mundo del
devenir, el de las cosas sensibles, que son y no son, que copian imitan, que
dependen de las ideas.

● MUNDO INTELIGIBLE (episteme): Las ideas se las capta mediante la razón,


mediante la inteligencia: son entes inteligibles. Episteme es el conocimiento
propiamente dicho o "ciencia". Se conoce mediante la inteligencia humana.
Representa la verdadera realidad, los entes que son sin devenir, sin cambio.
Es el mundo que reconocen solo los filósofos. Este mundo es el verdadero,
iluminado en su comprensión por el BIEN.

El filósofo, por lo tanto, destinado a ser gobernante en el Estado Perfecto es aquél


que puede alcanzar lo que existe siempre de manera inmutable (por consiguiente,
perfecta) y que todos los demás que giran sin cesar en torno de mil objetos siempre
mudables. Es por eso que tienen la aptitud de gobernar mejor, porque conocen la
esencia y no solo su fenómeno; son los que están alumbrados por el bien para saber
obrar. Pero, ¿acaso el pueblo no puede hacer lo mismo que un filósofo? También
Platón se plantea esto:

"¿No es evidente que, si alguno presenta en estas reuniones alguna obra de


poesía o de arte, o cualquier proyecto de utilidad pública, remitiéndose al juicio
al juicio de la multitud, tiene una necesidad diomedea de conformarse en todo
a lo que ella ha de aprobar? [...] ¿Es posible que la multitud oiga con gusto y
mire como verdadero este principio: que existe lo bello en sí, pero no la
pluralidad de las cosas bellas, y cada cosa en sí, pero no la multitud de cosas
particulares? [...] En modo alguno. Por consiguiente, es IMPOSIBLE QUE EL
PUEBLO SEA FILÓSOFO".

Es por eso que la opinión del público, de la masa va a ser siempre inconsistente cómo
para decidir qué es lo mejor para sí mismos.

→ TIPOS DE GOBIERNO

Señala que existen cinco tipos de gobierno, el quinto ya fue enunciado en su Estado
Ideal, por lo que quedan los otros cuatro. Aclara que todos estos están destinados a la

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corrupción, tal y como ha demostrado la historia. Por lo que el filósofo hace una especie
de recorrido histórico explicando cada uno de ellos.

● Timocracia: las reglas militares, el honor y la victoria se valoran por encima de


todo. Los líderes son elegidos por sus habilidades en la guerra y no por su
sabiduría. El alma del hombre timocrático no está controlada por la razón sino por
el espíritu. “El hombre timocrático está controlado por las emociones”.

● Oligarquía: donde todo el poder político reside en los ricos. Debido a la situación
de extrema riqueza y extrema pobreza se produce la división en dos ciudades,
ricos y pobres están en guerra entre sí. Las deficiencias de la oligarquía llevan,
según Platón, a una democracia.

● Democracia: surgida de una batalla que enfrenta a pobres contra ricos. Este para
Platón es una de las peores formas de gobierno, solo supera la tiranía. Según
Platón, en palabras de Sócrates, el bien de la democracia es la libertad y el exceso
de libertad conduce a la tiranía.

● Tiranía: se da debido al deterioro de la democracia. El pueblo pone en el poder a


un individuo para que aplique el orden en el Estado y para defender sus intereses.
Una vez en el poder, el tirano quita a quien pueda obstaculizar sus decisiones y
sus ciudadanos acaban como esclavos.

Esta parte también se relaciona con la idea de justicia que se tocará a continuación.
Pues, para defender que los justos son más felices que los injustos Platón entiende que
hay tres tipos de hombres, al igual que el alma es tripartita:

✓ El hombre que está dominado por la razón y que busca la sabiduría y el


conocimiento.
✓ El hombre que se rige por el espíritu y busca el honor.
✓ El hombre que busca el beneficio y está dominado por sus deseos.

Para Platón el injusto será el más desdichado ya que está dominado por sus deseos e
ignora la razón. La vida buena y feliz es la que se guía por la razón, la parte racional es
la que debe gobernar el alma. En este sentido, solo el hombre justo es feliz. En cambio,
el tirano es incapaz de controlar sus deseos ya que su alma no está gobernada por la
razón, busca cualquier medio para poder alcanzar sus deseos. Es igual de infeliz que la
forma de gobierno tiránico.

→ LA IDEA DE JUSTICIA EN LA REPÚBLICA

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La justicia se basa en el reparto equitativo de los beneficios de una ciudad entre sus
habitantes, de modo que, para gobernar de manera justa, aquellos que menos tienen
deben ser los más favorecidos por la organización de la ciudad.

"¿y no hay otra salida, el que os convenzamos de que tenéis que dejamos
marchar?" A lo que Polemarco replica: "¿y podríais convencemos si nosotros
no queremos?". Esto, como lo muestra el contexto, está dicho mitad en serio,
mitad en broma, pero es claro que el pasaje tiene como centro la oposición
entre "imponerle algo a otro por la fuerza"

Los gobernantes que quieran serlo de una ciudad, no pueden ser aquellos que
ambición en el poder para su propio enriquecimiento, sino que deben gobernar
aquellos que lo hagan en virtud al desarrollo común. Si el gobierno recayese sobre
aquellos que lo ambicionan, la sociedad sería deficiente e injusta. Dentro de lo que
es la justicia para platón lo considera como un atributo de perfección comparable a la
sabiduría y a la valentía.

La transgresión a este principio de justicia se castiga severamente, lo que permite


que se cumplan todas las tareas de la ciudad. La justicia consiste en hacer cada uno
lo suyo. Esto es el concepto de justicia en sociedad, lo cual consiste en que cada uno
ocupe su puesto. Por lo tanto, la justicia Lo que es la justicia para platón es un atributo
de perfección comparable a la sabiduría y a la valentía. La transgresión a este
principio de justicia se castiga severamente, lo que permite que se cumplan todas las
tareas de la ciudad.

Si su concepción de la justicia no estuviera orientada por el concepto de propiedad


material, pues lo que debería haber sido devuelto no es el arma sino el beneficio
recibido. No por ello la actitud anímica deja de ser importante, pero para vivir
justamente se necesita de posesiones materiales. Importante es señalar aquí que la
pregunta por la justicia es inseparable de la actitud asumida frente a los otros, sean
hombres o dioses.

La Justicia implica en primer lugar una relación con otros, y en la satisfacción de esta
relación se obtiene una paz interior. Este carácter relacional de la justicia es, como
veremos, un momento esencial de su contenido. Sin embargo, la definición de Céfalo
tiene dos deficiencias: la primera, es la exclusión de los desposeídos: un pobre no
podría ser justo ni realizar actos justos, pues la justicia es una función de la propiedad;
sólo quien tiene propiedades puede ser justo.

"La justicia, para Céfalo, consiste en devolver lo que se ha recibido, y la riqueza


es útil pues permite no deberle nada a nadie, sea a dioses o a hombres". "La
Justicia no puede restringirse al bienestar y tranquilidad interna de uno solo,
sino que debe considerar el bienestar e integridad del otro".

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El mundo justo de Céfalo se reduce, pues, a la justicia mutua que los ricos se hacen
entre sí. En otras palabras, la justicia no reside en los bienes cuantificables que se
entregan recíproca-mente unos a otros, sino primordialmente en el bienestar mutuo
que se conceden unos a otros, independientemente de que se concedan o no
riquezas.

La discusión sobre la justicia concluye principalmente en el libro I, sin una marcada


definición de qué es justicia, existe una discusión de a que hace referencia lo justo, lo
injusto y la justicia. Para Céfalo, la justicia es ser honesto y devolver las deudas que
tienes hacia los hombres y hacia los dioses, y que solo haciéndolo puedes ir con un
alma serena a la muerte y para eso se debe tener una riqueza acumulada.

“...posesión de las riquezas es de gran consideración, no para todos los


hombres, sino para el hombre sensato: ni engañar ni mentir a nadie, incluso
involuntariamente, ni tampoco deber un sacrificio a una divinidad, ni dinero a
un hombre; después marcharse de esta vida sin temor; a eso contribuye gran
parte la posesión de las riquezas”.

Céfalo se va a hacer sacrificios y Polemarco se queda para apoyar su teoría, pero le


da otro sentido, define la justicia, siguiendo la idea de Simónides, como:

“Dice (se refiere a Simónides) que el atributo propio de la justicia es dar


a cada uno lo que se le debe y esto encuentro que tiene razón”.

Pero Sócrates no considera válida esta apreciación porque no queda del todo claro.
Por lo tanto, las objeciones de Sócrates sobre esta definición son tres: la primera,
hace referencia a que esa definición en tiempos de paz sería intolerable; la segunda,
es la posibilidad de confundir lo real con lo aparente, la hace incompatible; y la tercera,
procura una situación inadmisible al postular el mal como uno de los medios de la
realización de la justicia, pues como deberíamos de aceptar, siempre el hombre justo
es bueno, por tanto el hombre justo siempre hace el bien y a todos y en todo momento
y no solo a algunos.

Para Trasímaco la justicia es:

“Pues bien, escucha. Digo que la justicia no es otra cosa que lo que es
provechoso al más fuerte”.

“El hombre justo siempre lleva la peor parte cuando se encuentra con el
hombre injusto”.

“... la justicia es el interés del más fuerte, y la injusticia es por sí misma útil y
provechosa”.

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Esta definición es guiada por su interés de satisfacción de la propia conveniencia; es
una definición de la forma extrema de individualismo. aunque también podemos
evidenciar el pesimismo de Trasímaco que corresponden a ciertas dificultades de la
ciudad de Atenas. Entonces, para este sofista, la justicia es una insensatez generosa
y la injusticia es lo útil y lo sabio, llevaría a la conclusión que lo injusto es virtuoso y la
justicia un vicio, por lo que Socrates trata de rebatir estas ideas demostrando que la
sabiduría no es aprovecharse de los demás y por ello es lo justo; la justicia es superior
a la injusticia y es por eso que el sabio eligirá lo justo:

-...el que es hábil y sabio no quiere tener ventaja sobre sí semejante, sino sobre
su contrario”.

Además, menciona que los dioses desprecian la injusticia, por lo que el justo tendrá
una vida dichosa y el injusto una vida desdichada:

“Luego es falso, divino Trasímaco, que la injusticia sea más provechosa que la
justicia”

Más adelante, Glaucón cuestiona y da su posición a favor de la injusticia y debate el


origen de la justicia. Los hombres cometen injusticias y dañan a los demás, y los
débiles son los sufren más injusticia; es un bien en sí cometer injusticia y un mal
padecerla, pero padecerla es peor que realizarla, es por eso que los hombres se
pusieron de acuerdo en que se debe poner un alto a la injusticia e impedir que se
haga daño a los demás:

“...se ha llegado a amar la justicia, no porque sea un bien en sí misma, sino en


razón de la imposibilidad en que nos coloca de dañar a los demás”.

Añade, además, que la juventud de su época no elogia a la justicia por lo que es en


sí misma, sino por la consideración y ventajas que procura: magistraturas,
matrimonios convenientes y, todavía, las recompensas enviadas por los Dioses. Por
otra parte, el vulgo y los poetas, si bien la discreción y la justicia, se lamentan de que
su cumplimiento sea penoso, mientras reconocen la facilidad y las ventajas de
la injusticia.

"lo importante es aparentar ser justo, pero, en el fondo, tratar de


ser injusto. Por consiguiente, ese modo de elogiar la justicia, en realidad
fomenta la injusticia".

Sócrates para refutar esta idea usa una estrategia más depurada y explica con detalle
sus ideas a favor de la justicia y toma ejemplos, más extensos y didácticos, de aquí
nos deriva a la sociedad y su conformación política.

22
Si bien no se da una definición clara de lo que es justicia, podemos concluir que la
justicia no consiste en dar lo que corresponde, la justicia no es hacer el bien a todas
las personas tanto amigos como enemigos, la justicia no es individualista, no busca
una utilidad mayor, la justicia hace dicho al que lo practica y que la justicia es superior
a la injusticia.

La justicia sería un bien moral sujeto al espíritu, por ello es una decisión personal
practicarla o no. Y el que puede alcanzarla es el que cultiva su espíritu con
conocimiento: el sabio y el filósofo. La justicia no solo se debe quedar en palabra
muerta, suspendido en la metafísica, sino que debe llevarse a los hechos, practicarlo
en la cotidianidad por todos lo que viven en sociedad; por tanto, la justicia debe ser
un objetivo para la polis.

Ahora, para Sócrates, la justicia no significa disponerse a hacer cosas buenas a los
amigos, sino en conocer qué cosas son buenas para ellos. Obrar justo significa no
hacer daño a nadie, tampoco, sino hacer lo más virtuoso posible tanto para quien lo
merezca o no. El justo está iluminado, así, por el bien como ilumina el sol y nos
permite ver qué camino seguir. Sostiene que el hombre justo no debe hacer mal a
nadie. Pues cuando se hace daño a un animal, éste se torna peor relativamente a su
virtud. Así también si se hace daño a un hombre, se volverá más injusto. Pero el
efecto del hombre justo no es hacer a otro más injusto, como el efecto del músico no
es hacer ignorantes en música. Luego, el justo hace el bien a cualquiera sea amigo o
enemigo, bueno o malo.

"El gobierno más justo posible ha de estar piensa Platón en manos de los
ciudadanos mejor educados por ello adquirir "el rango" de filósofo gobernante
lleva prácticamente 50 años."

Platón entiende que el problema del estado, no ya el del gobernante, pues ahora es
exactamente igual al problema del individuo y que el principio normativo es para
ambos el mismo. De esa forma, cuando concibe la idea de justicia, logra formar lo
que ya se mencionó: la Ciudad Ideal.

→ LA ECONOMÍA EN LA REPÚBLICA

Si bien este tema no se aborda de una manera directa, nos dan ciertos lineamientos
que podemos mencionar.

Platón expone que una persona aislada no puede satisfacer todas sus necesidades
básicas, que serían la alimentación, la vivienda y la vestimenta, por lo que es
necesario vivir en una sociedad organizada (polis), de esto surge el mercado ya que
las personas no pueden abastecerse por sí solas y necesitan realizar intercambios de
mercancías para la subsistencia. Por tanto, la sociedad surge por la división del
23
trabajo donde cada persona debe especializarse en algo en el que es hábil para luego
llevar su producto al mercado y establecer relaciones de productores y consumidores.

Glaucón entiende que la justicia está entre los bienes deseados por utilidad y no por
sí mismos, en cambio, Sócrates afirma que la justicia se encuentra en la segunda
categoría. Además, Platón distingue dos clases de bienes:

“...no crees que existe una clase de bienes que aspiramos a poseer no en
atención a los efectos que producen, sino apreciarlos por sí mismos; por
ejemplo, la alegría y unos cuantos placeres inofensivos, no producen ninguna
consecuencia duradera sino únicamente el goce de quien los posee?

-si -respondí-, creo en la existencia de esos bienes”.

Con el surgimiento del mercado “surge” la necesidad de alguna cosa u objeto que
facilite el intercambio: el dinero (monedas), son las que posibilitan el intercambio de
una manera más sencilla porque es fácilmente transportable y contable. Con esto se
debe poner precio a los bienes transables que, según Platón, debe expresar el trabajo
incorporado de la producción del bien y una pequeña ganancia (en Atenas los precios
eran regulados por inspectores del mercado llamados agrónomos, que eran los
encargados de señalar precios a todos los géneros menos los granos, juzgar los
pleitos que surgían entre los vendedores y compradores y para examinar los pesos y
medidas).

“Luego esto nos traerá consigo un mercado y una moneda como signo que
facilite el cambio”.

De acuerdo al pensamiento de Platón, el dinero es una invención humana, que su


función es el del intercambio para satisfacer las necesidades básicas, por lo que un
hombre virtuoso no codicia la riqueza, sino vive con moderación.

Una vez satisfechas todas las necesidades básicas, surgen las necesidades de “lujo”
(excedentarias), para satisfacer estas se debe acceder al comercio exterior que,
luego, conlleva conflictos de intereses y finalmente a la guerra. De acuerdo a Platón,
un país no puede ser rico sin haber recurrido a la experiencia bélica.

En los libros II al IV, se imponen restricciones a la riqueza y a la propiedad privada,


con el mito de los metales, propone tres clases sociales que surgen por la formación
a partir de diferentes metales, así: los guardianes son de oros, los auxiliares son de
plata y los labradores y artesanos son de bronce y hierro. Dada esta posición los
guardianes y auxiliares no les es necesario poseer riquezas porque están hechos de
oro y plata de los dioses, la ambición de estos metales solo provocará la
contaminación de sus almas.

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Por el contrario, los labradores y artesanos si tiene permitido a la posesión de tierras,
casas y monedas acuñadas, solo de esta manera podrán desempeñar su papel de
administradores y labriegos; aunque la ciudad propuesta por Platón no puede
prescindir de la propiedad privada y del intercambio monetario, estas funciones se
designan con todo cuidado a una sola clase social.

Haremos referencia al mito de Giges, las primeras monedas reciben la autenticidad


del sello del rey, sello que en caso de Giges sería el anillo. Entonces, la figura de
Giges es como acuñador de monedas ayuda a entender el poder que le otorga el
anillo de pasar de lo visible a lo invisible como el poder de hacer de lo invisible
principio de gobierno de lo visible, donde el gobierno no es sólo político -el gobierno
del reino- sino también económico -el gobierno del mercado-, moral -el gobierno de
las costumbres-, social -el gobierno de los individuos- y jurídico -el gobierno de las
normas-.

Interesa fijarse en las funciones que da la invisibilidad; el punto es que la moneda, y


más propiamente el dinero, dota a su poseedor de un poder invisible y omnímodo
donde el paso de aquella a este se opera gracias a las actividades de los bancos, que
llevan a un nivel mayor de abstracción el valor de la moneda como índice de riqueza.

Con la pluralidad de anillos que existe, con el cual termina el mito puede identificarse
la universalidad de aceptación de la moneda de la cual el soberano obra sólo como
garante estatal de la acuñación. Con este mito logran anticiparse a las características
propias del dinero; como su capacidad de cumplir funciones sociales, su aceptabilidad
universal y su respaldo estatal.

Entonces, ¿a qué clase de bienes pertenece la justicia? A fin de enmarcar la justicia


dentro de un tipo de bien, Glaucón afirma que existen tres clases de bienes.

● Bienes deseados por sí mismos: son aquellos que buscamos por lo que son y no
por los resultados que ofrecen. Dentro de esta clase de bienes pertenecería por
ejemplo la alegría.

● Bienes deseados por sí mismos y por sus consecuencias: son aquellos que
queremos por la satisfacción que producen y por los resultados que nos traen. Un
ejemplo de este tipo sería la salud o la vista.

● Bienes deseados por su utilidad y no por sí mismos: aquellos que se buscan por
las ventajas que proporcionan, por ejemplo, un salario.

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Sócrates afirma que la justicia se encuentra en la segunda categoría. Es decir, en los
bienes deseados por sí mismos y por sus consecuencias. Sin embargo, Glaucón
entiende que la opinión ordinaria engloba la justicia entre los bienes deseados por su
utilidad y no por sí mismos.

→ SOBRE LA EDUCACIÓN DE LOS GUARDIANES

Otro de los temas que trata Platón en “La República” es el de la educación. El sistema
educativo que propone el filósofo estaría estrictamente controlado a fin de que pese más
fomentar el bien de la ciudad por encima de los intereses individuales. Así establece
cómo debería ser la educación de los guardianes y los gobernantes de la ciudad. Por un
lado, destaca que han de ser aquellos que teman más a la esclavitud que a la muerte.
Para ello, es importante que, durante su educación, de niños, no conozcan historias en
las que los dioses comentan injusticias.

En este sentido, propone que se haga una especie de censura a algunos versos de
Homero, donde se muestre a dioses y hombres comportándose de forma deshonesta.
La educación, para Platón, ha de estar vigilada y debe predominar la literatura moral que
fomente el bien de la ciudad por encima del individual. Asimismo, los guardianes y
guerreros no deberán poseer propiedades, más allá de lo necesario. Solo de esta forma
entiende Platón que se evitará que abusen de su poder.

→ EL MITO DE LOS METALES

¿Cómo evitar que cada persona esté satisfecha con su posición social y no alterar el
orden de la ciudad? Platón propone que los filósofos, las únicas personas a las que se
les está permitido mentir en beneficio del Estado, cuenten una noble mentira a los
ciudadanos. Este sería el mito de los metales, el cual justifica que los seres humanos
son moldeados por los dioses. De esta forma, en el alma de cada individuo entran
diferentes metales en distinta proporción, estos son: oro, plata, bronce y hierro. Cada
metal corresponde a una clase social. Por ello, el estamento al que pertenece cada
persona en la ciudad está legado por los dioses. Así, según este mito, las posiciones
quedarían de la siguiente forma:

✓ Oro: gobernantes
✓ Plata: guardianes
✓ Bronce y hierro: comerciantes y artesanos

→ ANALOGÍA CIUDAD-ALMA

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La ciudad ideal para Platón, en palabras de Sócrates, es aquella en la que se dan cuatro
virtudes: prudencia, valor, templanza y justicia. En primer lugar, la prudencia. Una
ciudad prudente es aquella que atina en sus decisiones. Dentro de la ciudad, los sujetos
poseedores de la prudencia son los gobernantes. En segundo lugar, el valor. Esta virtud
ayuda a superar las dificultades, tener la fuerza para luchar contra las ellas y determinar
qué temer o qué no temer. El valor es lo que caracteriza a los guerreros.

Por otro lado, la templanza en la ciudad determina la moderación de los apetitos


corporales y las tentaciones de los sentidos. Esta es la característica principal de los
agricultores, artesanos y comerciantes. La cuarta virtud es la justicia que Platón
entiende como orden y armonía. Esta aparece cuando se dan las virtudes anteriores.
Platón establece una analogía entre el Estado y el individuo. Propone una división
tripartita del alma individual:

✓ Racional: capaz de medir, pensar y calcular


✓ Irascible: es la parte emocional del alma
✓ Apetitiva: es la que se deja llevar por deseos y apetitos

Las tres en equilibrio dan como resultado un hombre justo. Entendemos que el concepto
de justicia para Platón consiste en que cada persona cumpla con el “papel” que le
corresponde en la ciudad. Si la ciudad es “feliz” como resultado, los ciudadanos serán
“felices”.

→ EL PAPEL DE LAS MUJERES EN EL ESTADO IDEAL

Platón considera que tanto mujeres como hombres poseen las cualidades necesarias
para gobernar, por tanto, han de recibir la misma educación. Sin embargo, en varias
ocasiones Sócrates hace referencia a la inferioridad de las mujeres en todos los
aspectos. En un Estado no hay propiamente profesión que esté afecta al hombre o a la
mujer por razón de su sexo, sino que habiendo dotado la naturaleza de las mismas
facultades a todos los sexos todos los oficios pertenecen en común a ambos, solo que
en todos ellos la mujer es inferior al hombre.

→ ALEGORÍA DEL SOL

Sócrates utiliza el sol como analogía para hablar del Bien. En este sentido el Bien sería
como el sol. Mientras que el sol permite ver los objetos del mundo visible a través del
ojo, el Bien posibilita acceder al mundo de las ideas mediante la inteligencia. En este
sentido se establecería la siguiente comparativa:

✓ Sol: Bien

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✓ Ojo: Inteligencia
✓ Objetos sensibles: Ideas
¿Cómo llega el filósofo a comprender la Forma del Bien? Para llegar a ello, Platón
representa de forma metafórica los grados del saber con una línea, a través de la cual
el filósofo pasa de los objetos percibidos por los sentidos hasta las ideas abstractas de
ese objeto. Solo el filósofo es capaz de llegar al último eslabón de esta línea. Esta se
divide en el reino sensible y el reino inteligible. Asimismo, estos dos mundos se dividen
en otros dos segmentos. Esta alegoría, en realidad, es un anticipo de aquello que
desarrollará en El mito de la Caverna.

→ ALEGORÍA DE LA CAVERNA

El mito de la caverna simboliza diferentes aspectos de la teoría de las ideas, o de las


formas de Platón. En ella, el filósofo distingue entre dos planos del conocimiento: el
mundo sensible y el mundo inteligible. La mayoría vivimos en una cueva oscura,
encadenados, mirando a una pared blanca donde vemos las sombras que el fuego que
hay detrás de nosotros proyectan, las cuales creemos que son la realidad. Sin embargo,
esta realidad no se encuentra dentro de la caverna.

El mundo sensible es el interior de la cueva, donde encontramos dos planos más de


esa “realidad”. Por un lado, la imaginación (eikasía) es el lado más adulterado de todos,
son las sombras que los prisioneros ven. Por otro lado, la creencia (pistis) se refiere al
falso conocimiento que los hombres tienen sobre las cosas. Entonces, si lo que está
dentro de esta cueva no corresponde a la realidad, ¿dónde entiende Platón que está la
realidad?

El exterior de la cueva representa el verdadero conocimiento, el mundo inteligible. Para


Platón, solo podemos aspirar a la realidad si dejamos de mirar al muro, creer en las
sombras y salir de la cueva. A este mundo solo se puede acceder a través de la razón y
encontramos dos niveles. Por un lado, la razón discursiva (Diánoia), se ve representada
cuando el prisionero sale de la cueva y puede ver los reflejos del sol sobre el agua. Está
muy cerca de llegar a la verdad. Por otro lado, el conocimiento supremo (Noesis),
sucede cuando el prisionero observa el sol, el cual alumbra las ideas, el sol es la idea
del Bien. Los hombres y objetos naturales que observa serían las ideas.

→ LA ÉTICA EN LA REPÚBLICA.

El verdadero bien del hombre, la felicidad, habrá de alcanzarse mediante la práctica de


la virtud. Pero ¿qué es la virtud? Platón acepta fundamentalmente la identificación
socrática entre virtud y conocimiento. La falta de virtud no supone una perversión de la
naturaleza humana; por su propia naturaleza el hombre busca el bien para sí, pero si

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desconoce el bien puede tomar como bueno, erróneamente, cualquier cosa y, en
consecuencia, actuar incorrectamente; la falta de virtud es equivalente, pues, a la
ignorancia.

Sólo quien conoce la Idea de Bien puede actuar correctamente, tanto en lo público como
en lo privado, nos dice Platón en la República, al terminar la exposición y análisis del
mito de la caverna. Cuando alguien elige una actuación que es manifiestamente mala lo
hace, según Platón, creyendo que el tipo de conducta elegida es buena, ya que nadie
opta por el mal a sabiendas y adrede. En este sentido la virtud cardinal sería la prudencia,
la capacidad de reconocer lo que es verdaderamente bueno para el hombre y los medios
de que dispone para alcanzarlo. La dependencia con respecto al intelectualismo
socrático es clara en la reflexión ética de Platón.

Platón habla de cuatro virtudes principales: la sabiduría, el coraje o fortaleza de ánimo,


la templanza y la justicia.

Como hemos visto en su concepción de la ciudad ideal, el objetivo de la vida del hombre
no puede reducirse a la satisfacción de sus necesidades materiales; más allá de éstas,
el hombre debe ser objeto de un desarrollo completo de su personalidad, de acuerdo con
las partes más elevadas de su alma, la irascible y la racional, con el fin de alcanzar una
felicidad identificada con la armonía de su vida.

Es más que un asunto ético el cual goza de importancia dentro de la filosofía platónica
y, por demás, es abordado en prospectiva de un Estado ideal que tiene sus fundamentos
en el conocimiento de aquellas ideas facilitadoras del bienestar.

“Represéntate hombres en una morada subterránea, que tiene una entrada


abierta a la luz. En ella están hombres atados de piernas y cuello […] Arriba se
haya una luz de fuego que brilla detrás de ellos y junto al fuego y a los prisioneros
hay un muro construido […] del otro lado pasan sombras que llevan variados
utensilios […] Examina ahora que uno de ellos fuese forzado a levantarse y a
marchar hacia la luz. Con respecto al sol concluirá que es lo que gobierna todo en
el ámbito de lo visible […] Y si se acordara de su primera morada y de sus
compañeros todavía cautivos ¿no piensas que los compadecería?”.

En otros términos, las sombras representan la percepción del mundo sensible y el sol,
que al iluminar todo propicia la vista al hombre, es el que permite ver las cosas en sí
mismas; luego, ese escape fuera de la caverna representa el ascenso al mundo
suprasensible en el que converge el bien representado en el sol. A grandes rasgos, la
contemplación de las ideas significa su reconocimiento, y estas no derivan de la
percepción ofrecida por el mundo sensible al ser caracterizadas por el mismo Platón,
como principios cósmicos que dan forma, sentido y existencia al mundo. No obstante,

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esto no lleva desconocer para las sensaciones su intervención en procesos de
conocimiento, como lo advierte, los objetos de conocimiento.

CONCLUSIÓN
La República de Platón presenta un contenido tan amplio y variado que no permite
clasificarlo de una sola manera. En realidad, los planteamientos y conclusiones a las
cuales llega Platón son aún muy debatidas por varios filósofos modernos y
contemporáneos como la idea de una Meritocracia (que sería la analogía que se le ofrece
a la Aristocracia) o una Democracia. Además, Platón, en su alter ego de Sócrates,
cuestiona y refuta de una forma magistral de que la idea de justicia es dar a cada quien
lo que le corresponde; sin embargo, en la actualidad es un acuñado al que siempre le
identificamos como JUSTICIA, y por eso no sabemos diferenciarla de venganza.

Por otro lado, también se puede ver reflejada la idea de Platón cuando ataca a los poetas
y artistas. Ellos solo venden una imagen y se adaptan a lo que mejor entiende el público;
por lo que están conformes a la opinión común, y ya no son verdaderos. La analogía que
realiza Platón, en este sentido, es preguntar sobre a quién se debería creer: a un pintor
que asegura que su pintura es una manzana o a un agricultor que te ofrece directamente
la manzana. Es así que los artistas, en común, no tendrían mayor función en la sociedad
que IMITAR aquello de lo que ni se conoce con exactitud.

Dado que los niños son muy vulnerables ante lo que la gente expone, Platón considera
muy peligroso exponerlos a estos poetas, porque creerán que lo que imitan es verdadero
y no podrán diferenciar una cosa de la otra nunca. Intrínsecamente, también estaría
indicando que la ignorancia hace a la maldad, y que la sabiduría hace al hombre virtuoso
y feliz.

Además de este apartado, Platón insiste casi un capítulo entero a tratar de forma
indirecta la idea de felicidad. Indica que el hombre más desgraciado de todas las formas
de gobierno es el tiránico, mucho peor si es rey. Pues, viviría siempre a merced del miedo
a sus enemigos y a que descubran sus mentiras. Estaría siempre intranquilo por
mantener su poder, mientras sabe que tarde o temprano se acabará. Por lo que ser
injusto, te hace infeliz.

Haciendo un apartado a estas consideraciones internas al libro, cabe destacar que


además de ser una apología hacia su maestro fallecido, es una obra que marca un punto
ético limitativo sobre la actividad política en la sociedad. No se debe olvidar que, en esas
épocas, en Grecia se debatía la pugna por el poder de la democracia o la dictadura.
Platón era de clara tendencia aristócrata, pero le haría duras críticas a la democracia de
su tiempo.

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Jenofonte anotará que justamente refutar a la idea de democracia era peligroso para los
que luchaban por ella. Que Sócrates, en ese sentido, era una amenaza para el régimen
democrático que se deseaba instaurar. Esta, entonces, sería una de las causas de su
condena a beber cicuta. Es así que sin duda la obra de Platón constituye un pilar
fundamental filosófico para comprender la misma tendencia griega del momento. No se
puede negar, tampoco, que ha recibido muchas críticas, incluso desde Aristóteles, su
discípulo. Sin embargo, ni todo eso le impide ser un hito filosófico para la construcción
de nuevas teorías.

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Filosofia&co.
• La filosofía de Platón. Webdianoia.

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