La República de Platón
La República de Platón
La República de Platón
“REPÚBLICA DE PLATÓN”
ESTUDIANTES:
LA PAZ – BOLIVIA
Agosto, 2022
INDICE
INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 1
DESARROLLO ........................................................................................................ 1
1. PARTE EXTERNA DEL LIBRO ..................................................................... 1
→ SOBRE EL LIBRO...................................................................................... 1
→ SOBRE EL TÍTULO.................................................................................... 5
→ CONTEXTO ............................................................................................... 5
→ SENTIDO DEL LIBRO.............................................................................. 10
→ EL AUTOR ............................................................................................... 13
2. PARTE INTERNA DEL LIBRO .................................................................... 13
→ BREVE RESUMEN .................................................................................. 13
→ MODELO POLÍTICO EN LA REPÚBLICA ............................................... 15
→ TIPOS DE GOBIERNO ............................................................................ 18
→ LA IDEA DE JUSTICIA EN LA REPÚBLICA ............................................ 19
→ LA ECONOMÍA EN LA REPÚBLICA ........................................................ 23
→ SOBRE LA EDUCACIÓN DE LOS GUARDIANES .................................. 26
→ EL MITO DE LOS METALES ................................................................... 26
→ ANALOGÍA CIUDAD-ALMA ..................................................................... 26
→ EL PAPEL DE LAS MUJERES EN EL ESTADO IDEAL .......................... 27
→ ALEGORÍA DEL SOL ............................................................................... 27
→ ALEGORÍA DE LA CAVERNA ................................................................. 28
→ LA ÉTICA EN LA REPÚBLICA. ................................................................ 28
CONCLUSIÓN ...................................................................................................... 30
BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 31
INTRODUCCIÓN
El libro escrito por Platón titulado “Politeia”, o mejor conocido como La República, es uno
de los libros más importantes de toda la historia del pensamiento occidental. Bien sea
por su contenido político, bien sea por el desarrollo de la doctrina de las ideas, este libro
supone un antes y un después en la tradición filosófica.
Incluso, el mejor homenaje a este autor se daría por parte del matemático y filósofo inglés
Alfred North Whitehead resumió perfectamente esta importancia cuando afirmó que toda
la historia de la filosofía tan sólo es “una serie de comentarios a pie de página de los
diálogos de Platón”. La República es una de las obras más importantes de Platón, la cual
data del año 370 a.C. El profesor de filosofía Antonio Lastra hasta indicaría que contiene
todo el pensamiento de Platón y que constituye una de las únicas obras que se
mantuvieron completas en relación a la de otros filósofos.
El libro está compuesto por 10 libros en los que reflexiona sobre una variedad de tópicos
como indagar sobre lo que es justicia, un Estado justo, las funciones tiene el hombre en
la constitución de un Estado ideal, la distribución de la riqueza, la idea de filosofía y
filósofo, el destino de las almas, entre otros. Se considera que es un texto muy completo,
y en un sentido, sería la primera obra que trata de filosofía política.
El libro debe ser comprendido, por un lado, desde un contexto externo al mismo, es decir,
un desarrollo histórico, contextual, político, social de la época, así como puntos de vista
externo que no permitan comprender mejor el contenido; por otro lado, necesita abarcar
las distintas temáticas que plantea en sí mismo. Cabe recalcar que este desarrollo
permitirá un amplio panorama de estudio y comprensión sobre una obra tan exquisita
como la República de Platón.
DESARROLLO
→ SOBRE EL LIBRO
La fecha aproximada en la que Platón empezó a escribir la República fue entre 390-385
a.C. (en el periodo de transición de sus escritos), y fue terminada con los capítulos II al
X presumiblemente entre 385-370 a.C. (en el periodo de madurez del autor), pues
justamente en 387 a.C. crearía la Academia de Atenas. Un dato curioso es que el
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británico Alfred North Whitehead subrayó su importancia afirmando que el pensamiento
occidental no es más que una serie de comentarios a pie de página de los diálogos de
Platón, entre los cuales se encuentra su obra Politeia.
Inclusive, según Cicerón, “La República” de Platón es el primer libro de la filosofía griega.
No obstante, posteriormente Aristóxeno acusó a Platón de plagio debido a las similitudes
con“Antilogikoi o Peri politeias” del sofista griego Trasímaco (que también aparece en la
obra), donde se dice que habría sido el primero en presentar una formulación madura de
una Teoría Constitucional, según el artículo de Gabriela Elgul titulado “Importancia del
Peri Politeias de Trasímaco para la Historia Constitucional de Occidente”.
Por otro lado, también es necesario comprender que los distintos libros de “La República”
fueron escritos en diferentes momentos. Parece ser que el primer y el décimo libro no
pertenecen al plan original de la obra; no obstante, la unidad en su totalidad parece
contradecir esta tesis.
Cabe destacar también que esta obra fue leída ampliamente en el mundo romano. Siguió
siendo un referente durante la Edad Media y el Renacimiento; fue cayendo en el olvido
después del siglo XVI, hasta que en el siglo XIX fue resucitada por la traducción del
griego al inglés de Benjamin Jowett. Con los acontecimientos sociales y políticos del siglo
XX, volvió “La República” a recuperar su lugar como texto clásico de la filosofía política.
Y volvió también a estar en el centro de la crítica por cuanto la sociedad dibujada allí por
Platón tiene características que la asemejan a los regímenes totalitarios, los cuales
fueron azote de la humanidad en el siglo anterior.
● PERSONAJES
En la obra participan diferentes personajes que dialogan y discuten con Platón diversas
ideas:
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2. Trasímaco: discípulo de Sócrates, educador y sofista de Calcedonia, que
comienza la discusión en el libro I; que lo justo no es otra cosa que lo que conviene
al más fuerte. En la vida real a Trasímaco se le reconoce su influencia en la teoría
política contemporánea y es descrito como “una versión primitiva de Maquiavelo”.
Se sabe también que fue un traficante de armas siracusano llamado a Atenas por
Pericles (político griego) para fundar allí una importante fábrica de armas en apoyo
a la democracia contra la tiranía del momento. Este empleaba a más de 120
esclavos y aseguraba una buena fortuna para la familia, que les traería problemas
bajo la dictadura de los Treinta Tiranos, pues los oligarcas carecían de dinero. Lo
irónico es que el escenario donde se relata La Politeia, sucede justo en la casa de
quien representa la idea a la que se opondría la aristocracia de Platón.
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● HISTORIA DEL LIBRO
Al parecer, el texto platónico había formado parte de una antología de textos filosóficos
de las escuelas cristianas de la edad media. Por lo tanto, se puede aseverar que hasta
los siglos III y IV era común leer a Platón sea en griego o en copto. Sin embargo, durante
la Alta Edad Media, se había perdido el contacto directo con la obra platónica. Es así que
la mayor parte de los diálogos platónicos permanecieron desapercibidos hasta
aproximadamente el siglo XV.
Durante la época napoleónica, Vivant Denon –uno de los sabios franceses que
acompañaron a Napoleón Bonaparte en su campaña de Egipto– halló la zona
arqueológica de Oxirrinco (1799-1802), antigua ciudad helénica de gran importancia en
Egipto, que es la actual El-Bahnasa (provincia de Minia) en la ciudad del Cairo. A partir
de 1897, las primeras excavaciones fueron llevadas a cabo por los ingleses Bernard
Grenfell y Arthur Hunt, atraídos por la noticia de la gran cantidad de papiros que allí se
hallaban.
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griego. No obstante, ha gozado de gran popularidad, al grado que todavía hoy sigue
publicándose. Más tarde, en 1966, otra versión –también de mucha aceptación en su
momento– de mayor envergadura fue la que efectuaron María Araujo y José Antonio
Miguez para la editorial Aguilar en España, al editar las obras completas de Platón.
→ SOBRE EL TÍTULO
EI título con que se conoce este tratado no corresponde al original griego de Politeia
(Πολιτεία) que aparece en Aristóteles: la traducción exacta de este seria «régimen o
gobierno de la polis (o Ciudad-Estado)»; pero, a través del latín Res publica, que tiene
también este último sentido y fue empleado por Cicerón para rotular su obra sobre el
mismo tema, ha sido vertido con ese término al castellano.
Ello tiene el inconveniente de falsear la mente del autor en la misma portada del libro y
sugerir inadecuadas representaciones en los muchos que no tienen de él otra noticia que
la de su nombre. Con todo, no se ha creído procedente cambiarlo porque el título
tradicional de una obra es signo general de su reconocimiento y pertenece ya más al
público que al traductor.
El segundo título, agregado por Trasilo, astrólogo del emperador Tiberio del siglo I. reza
«acerca de la justicia» y en efecto, con una discusión sobre la justicia empieza el tratado.
En esa discusión, como en cualquier otra que trate de precisar un concepto, es
indispensable que esté presente en la mente de los que discuten la representación de
un objeto común cuya naturaleza se investiga: este objeto es aquí el principio de la vida
social esto es, el vínculo que liga a los individuos y forma el Estado. De este modo uno
y otro título se reducen al mismo asunto; no obstante, por derivaciones posteriores la
reducción no es total y esto engendra un dualismo de temas que es uno de los más
señalados caracteres de la obra.
→ CONTEXTO
Cada punto que se destaca a continuación tiene un carácter vinculatorio con la obra y su
desarrollo material y anímico por, sobre todo. Además, que todos los hechos que se
presentan están relacionados entre sí.
A finales del siglo V y comienzos del IV antes de nuestra era, Atenas atraviesa
una larga -ya no se recuperará- etapa de decadencia: peste, derrota, hambre, terror.
Según Tucídides (historiador y militar ateniense. Su obra Historia de la guerra del
Peloponeso recuenta la historia de la guerra del siglo V a. C. entre Esparta y Atenas
hasta el año 411 a. C), cada nuevo desastre hundía aún más la moral de sus ciudadanos.
Se generó una deuda de los griegos con Persia, por lo que se elevó el nivel de pobreza
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y agotaron los recursos. A nivel demográfico, se cree que murieron aproximadamente
unos 70.000 atenienses, equivalente a casi la mitad de su población.
Sumergidos en la catástrofe y violadas las normas morales, no parecía que hubiera otra
consigna que la de "sálvese quien pueda". En estas situaciones sucumbe la moral del
hombre medio y los ambiciosos de altura aceptan con gusto las doctrinas que justifiquen
sus desmanes, como sucedía claramente con los sofistas, a los cuales Platón critica
fuertemente en su obra.
Tras el fallido intento del 411 a.C., el final de la Guerra del Peloponeso se tradujo en un
segundo episodio de gobierno oligárquico en Atenas que sería mucho más sangriento
que el primero: el gobierno de los Treinta Tiranos.
Puesto que la guerra del Peloponeso condujo a una etapa decadente y de pobreza en
Grecia, particularmente en Atenas, que quedó bajo el dominio de Esparta. Inició un
periodo llamado «los Treinta Tiranos» que consistió en magistrados de la oligarquía que
gobernaron de forma cruel y sangrienta sobre Atenas. Los Treinta Tiranos se rodearon
de una escolta personal de trescientos guardias armados y crearon una guardia de diez
miembros encargados expresamente de vigilar la actividad en el puerto del Pireo.
Es en esa época que Platón expresa cómo el pueblo ateniense recibió este nuevo
gobierno con alegría al pensar que ahí se acabarían los malos tiempos vividos. Pero
nada más lejos de la realidad. Llevados por el resentimiento y la sed de venganza, Platón
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describe la persecución política que llevó a cabo este gobierno contra todos los que
pudieran llegar a ser una amenaza contra el mismo.
Un dato curioso que cabe destacar es que Critias, uno de los Treinta Tiranos más
sanguinarios de la época, fue tío materno de Platón. Además, que fue discípulo de
Sócrates, al que abandonó después que éste le recrimina haber querido seducir a un
joven del círculo de sus discípulos. Murió en la lucha contra los demócratas que
derribaron su tiranía en el año 403 a.C., cuando tenía alrededor de cincuenta años.
Se podría decir que Critias representa la imagen que más menosprecia Platón en su obra
La República; puesto que es difícil concebir la idea de que Critias fue un filósofo, poeta,
político y sofista griego que impuso el régimen antidemocrático en Grecia.
Lo interesante es que Platón menciona en su libro que hay filósofos falsos que hacen
mala imagen al nombre; dirá también que los poetas son imitadores de algo que no
conocen y es pura apariencia, lo que iría en contra a la naturaleza de un verdadero
filósofo; (de forma indirecta) que los sofistas ocupan el mundo sensible, el mundo de las
opiniones y que muchas veces pueden confundir a sus oyentes sobre la realidad. Es de
esta forma que Platón hace una fuerte crítica a su contexto circundante, y de forma
indirecta podría hasta estar refiriéndose a su tío, puesto que este representa todo lo que
Platón rechaza manifiestamente.
Para concluir todo el contexto descrito, queda la idea. Pues a ese reto es al que se
enfrenta Platón con su “República" escribiendo y planeando un Estado Perfecto, en
medio de la pura imperfección del propio Estado Griego. Es de esa forma que, en este
libro, según Rodríguez Adrados, –miembro de la RAE– en la “Democracia Ateniense”:
“(la reacción de Platón) se refiere no tanto a lo material como a una eliminación
sistemática de los elementos egoístas del alma humana y al desarrollo de los que crean
unión entre los hombres y dentro del hombre mismo”.
● El asesinato de Sócrates
En el año 399 a. C., el filósofo griego Sócrates fue llevado a juicio por la ciudad de Atenas,
acusado de pervertir a sus jóvenes y alejarlos de los dioses. Se le dio a elegir entre
renegar de sus ideas o ser condenado al suicidio por cicuta. Eligió la muerte. Nueve años
después (390 a.C.) Platón escribiría La República personificando a su maestro fallecido.
Sin embargo, otro motivo fundamental que causó su muerte fue que la condena del
tribunal por oponerse a la tiranía de Critias le obligó a tomar un vaso de veneno que
terminó con su vida rodeado de los suyos. No nos olvidemos que Critias fue: tío de
Platón, ex discípulo del mismo Sócrates y un claro ejemplo de lo que un gobernante no
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debe ser (según el libro La República). Se sabe que Sócrates usualmente en sus
intervenciones se expresaba en contra del régimen.
Sin embargo, este punto es debatible puesto que Jenofonte indicaría que justamente una
de las causas de su muerte fue que apoyaba al gobierno tiránico de Critias, y todos veían
esto con mucho peligro a perder su democracia. En “Memorabilia”, escribiría lo siguiente:
Tampoco nos olvidemos que luego de la Oligarquía de Los Cuatrocientos, Los Treinta
Tiranos y el deseo al acercamiento democrático del pueblo griego se presenta muy
vigente para el año 399 a.C.
Es más, según Jenofonte entre las acusaciones hacia Sócrates se encuentra el hecho
de que induce a aquellos, con los que conversa a desdeñar las leyes, calificando de
locura el sorteo para escoger a los magistrados, puesto que nadie estaría dispuesto a
elegir un timonel, un arquitecto o incluso un profesor de música de la misma forma. En
los jóvenes estos argumentos suscitan desdén y los hacen ponerse violentos. Entonces,
Sócrates pudo haber sido acusado de criticar las instituciones democráticas en el período
del 403 y 399 a.C. sin ninguna violación a la amnistía.
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Es de esa forma que la Academia de Platón fue fundada entre 388 y 387 a.C. En este
lugar reinaba el amor por las ciencias y, aunque el objetivo de este filósofo era formar
futuros políticos y gobernantes, no ponía el acento en la retórica ni en la práctica como
lo harían los sofistas o gente común, sino en enfatizar la vocación desinteresada por la
ciencia.
De modo que el político que recibía esa formación podría actuar con plena convicción
basada en verdades permanentes y no sería un improvisado oportunista aprovechando
la ocasión de acceder al poder para hacer demagogia. Platón no sólo dirigía la Academia,
sino que también daba clases; mientras sus discípulos tomaban notas que nunca fueron
publicadas.
● Experiencia en Siracusa
Cuando Platón zarpó hacia Siracusa, alrededor del 388 a.C. –cuando la Academia
estaba dando sus primeros pasos–, albergaba, según él mismo relata, pensamientos
contradictorios. Pues recordemos que en esos años seguía en el proceso de terminar La
Politeia. Al parecer Platón tenía un discípulo en Sicilia, un noble llamado Dión, que en su
juventud se había convertido en devoto de Platón y le informa que Dionisio el Viejo había
muerto y que su hijo, Dionisio el Joven, había heredado el poder.
A la vez amigo y cuñado del joven Dionisio, Dión estaba convencido de que el nuevo
gobernante se sentía interesado por la filosofía y deseaba comportarse de manera justa.
Todo lo que necesitaba, según el punto de vista de Dión, era recibir una buena instrucción
y nadie mejor que el mismo Platón para ofrecérsela directamente. Suplicó a su viejo
maestro que lo visitara y éste, venciendo serios recelos, partió finalmente hacia Sicilia.
Sin embargo, en sus conversaciones, Platón y Dión intentaron apelar a las ambiciones
políticas del déspota, diciéndole que, como filósofo, aprendería a dotar de buenas leyes
a las ciudades que conquistaba.
Es así que “acosado” por el nuevo tirano que le envía numerosas cartas, Dionisio II
(llamado “el joven”), Platón vuelve a Siracusa en el año 366 a.C. Sin embargo, los
enemigos de Dión, seguidor de Platón y consejero de Dionisio, hacen correr el rumor que
éste había hecho llamar a Platón, para convencer al tirano y hacerle un instrumento de
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su política. Es por eso que Platón ve a un gobernador que se AUTOPROCLAMABA
filósofo y que había distorsionado todas sus intenciones iniciales hacia la verdadera
filosofía. Con esto Platón vería fracasado su intento de poner en práctica la idea del
Filósofo Gobernador.
Tras los fracasos del primer y segundo viaje, donde ya había finalizado su obra y sentado
la Academia Platónica, acepta volver de nuevo en el año 361 a. C., más que la invitación
obligada del tirano, estaban los requerimientos de sus amigos y alumnos de la Academia,
entre ellos Aristóteles. Entonces aprovecha Platón pidiéndole que perdonara a Dión; pero
la atmósfera de desconfianza, provocan la confiscación de sus bienes y que Platón
termine en la cárcel. Finalmente, sus amigos lograron rescatarle y regresó a Atenas .
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sus mismas palabras diría que se trata “simple y llanamente un intento de
moderación de la vida política”.
“La causa de todas las cosas es un torrente: se lo lleva todo. ¡Qué banales
esos hombrecillos de la Politeia que, según ellos creen, actúan como
filósofos! Llenos de mocos. Entonces ¿qué, hombre? Haz lo que ahora
exige tu naturaleza. Muévete, si se te ofrece, y no mires a tu alrededor a
ver si alguien lo sabe. NO ESPERES LA REPÚBLICA DE PLATÓN, sino
bástate con que progreses por poco que sea y considera que incluso el
resultado de esto no es poco. Pues sus principios ¿quién los va a cambiar?
Y fuera del cambio de los principios, ¿qué otra cosa hay sino la esclavitud
de quienes se lamentan y hacen creer que obedecen? Ven ahora y
háblame de Alejandro, Filipo y Demetrio de Falero. Veré si vieron que
reclamaba la naturaleza y se instruyeron. Pero si hicieron teatro, nadie me
ha condenado a imitarlos. Sencilla y discreta es la tarea de la filosofía: no
me incites a la vanagloria”.
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ideas, en sentido estricto, sus ideas filosóficas, porque solo ellos entenderían a
lo que se refiere. Un claro ejemplo de esto se puede notar cuando Platón
desarrolla la mayor parte del contenido de La República, solo cuando está en
comunión con sus hermanos Glaucón y Adimanto, pues habla de forma muy
distinta con ellos a como habló con los otros personajes.
Para concluir, es evidente que existen muchas más interpretaciones sobre el sentido del
libro; sin embargo, es apreciable considerar los puntos de vista formulados
anteriormente, puesto que en distintos contextos parecen encerrar una idea en común
sobre la idea de La República de Platón. No es un libro político, sino filosófico. Esto último
implica que no se puede hacer una crítica desde el punto de vista político del libro. Prueba
de esto se puede notar en el libro V, donde Glaucón, luego de haber escuchado las líneas
generales sobre el Estado Ideal, quiere que Platón concretice sus ideas, es decir, que
las vuelva pragmáticas al aplicarlas en reglas para la sociedad. En otras palabras,
cuando Glaucón le pide un desarrollo político de su Estado, que en un inicio tenía
lineamientos filosóficos.
─ Para hombres sabios, Sócrates -dijo Glaucón-, la medida para conversar sobre
materias tan importantes es la vida entera. Y así, créeme, deja a nosotros lo
que a nosotros toca, y procura sólo decirnos tu pensamiento respondiéndonos
sobre la manera cómo ha de tener lugar esta comunidad de mujeres y de hijos
entre nuestros guardianes, y sobre la manera como habrán de ser educados
los hijos desde el día de su nacimiento hasta aquel en que sean casen, cómo
deberán recibir una educación, es decir, durante la época en que exigen los
más penosos cuidados. Explícanos, pues, por favor cómo ha de tener lugar
todo esto.
─ No es fácil, mi querido Glaucón -dije-, porque se dará por los espíritus menos
crédito aún a lo que tengo que decir que a todo que ha precedido. Lo que voy
a manifestar, o no se considerará nunca posible, o aun cuando se vea la
posibilidad, se dudará de su bondad. Aquí tienes lo que me impide decir
libremente mi pensamiento. Temo, mi querido amigo, que se lo tome por un
vano deseo. (…) Cuando se habla, como yo lo hago, dudando y titubeando, es
peligroso y debe temerse, no provocar la risa (este temor seria pueril), sino
separarse de lo verdadero y arrastrar consigo a sus amigos, para caer en el
error sobre cosas respecto de las que es funesto.
Esta cita hace alusión a la idea de que cuando se le pide concretizar políticamente a
Platón su idea filosófica de Estado Perfecto, teme que solo caerá en banalidades
humanas que no le corresponden a él como filósofo, sino a un verdadero político.
Además, cabe rescatar que enfatiza la idea de “arrastrar consigo a sus AMIGOS” al error;
puesto que con los amigos se dialoga, y el diálogo según Platón, es un medio para hallar
una SÍNTESIS filosófica, mas no política. Es por eso, que a pesar de que Platón haya
tratado temas económicos, pedagógicos, políticos y sociales, lo hizo concibiendo su
OPINIÓN, y ya no puramente un razonamiento filosófico.
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→ EL AUTOR
Platón (428/427 - 348/347 a.C.) fue un prominente filósofo griego, conocido por sus
Diálogos y por fundar su Academia en Atenas, tradicionalmente considerada la primera
universidad del mundo occidental. En ella se estudiaba y se investigaba sobre todo tipo
de asuntos, dado que la filosofía englobaba la totalidad del saber, hasta que
paulatinamente fueron apareciendo (en la propia Academia) las disciplinas
especializadas que darían lugar a ramas diferenciadas del saber, como la lógica, la ética
o la física. Junto con su maestro Sócrates y su discípulo Aristóteles, Platón es la figura
central de los tres grandes pensadores en que se asienta toda la tradición filosófica
europea.
Al ser “La república” un diálogo de madurez, los expertos están de acuerdo en afirmar
que las palabras puestas en boca de Sócrates son las teorías del propio Platón, aunque
hasta qué punto podemos afirmar tajantemente tal cosa es todavía objeto de debate. Sin
embargo, el Doctor en filosofía, Antonio Lastra, de La Escuela de Filosofía del Ateneo de
España opinaría que, en realidad, no se conoce el verdadero pensamiento de Platón.
Conocemos los diálogos de Platón, donde presenta y encarna personajes como Sócrates
a través de sus escritos, pero no podemos decir que son las ideas de este filósofo como
tal.
→ BREVE RESUMEN
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gobernante se diferencia del mercenario, tal que no persigue las riquezas sino el
bien del pueblo.
• Libro II: Glaucón y Adimanto desean averiguar qué es justicia. También aparecen
los tres tipos de bienes y las características del hombre justo e injusto. Finalmente,
Sócrates detalla someramente de cómo ha de ser el Estado ideal (división del
trabajo y funciones sociales). El debate ya no es qué virtudes debe presentar un
hombre justo, sino cómo es —y cómo debe organizarse— una ciudad justa,
realizando una analogía entre el alma y el Estado.
• Libro III: Se identifica la buena educación de los futuros guardianes. Según
Sócrates, hay que “vigilar” en el proceso educativo. Desde los héroes que se
presentan en la literatura, la gimnasia y la música, hasta las imágenes que
fabrican los artesanos. Y concluye con la idea de que la división de la ciudad refleja
la división del alma humana: El rey (parte racional), los guerreros (parte iracunda)
y el pueblo (parte concupiscible).
• Libro IV: Ante la refutación de Adimanto, Sócrates habla la necesidad de que la
ciudad en su conjunto sea feliz, no solo una clase, por lo tanto, los guerreros no
deben poseer bienes. Añade, además, que el filósofo debe ser el rey de la ciudad
de la misma forma en que, para tener armonía entre las partes, el alma racional
debe guiar a las otras dos. Distingue también que la opinión (doxa) es un punto
intermedio entre el ser y no-ser, por lo que es una ilusión. Así el filósofo no tiene
opinión, sino que genera ciencia (epistémē) que se haya en el mundo de las ideas.
• Libro V: intervienen Adimanto, Polemarco, Trasímaco y Glaucón quienes,
insatisfechos con las respuestas de Sócrates, quieren que este continúe
especificando detalles sobre la ciudad ideal como el papel de las mujeres, la
distribución de bienes y la educación recibida.
• Libro VI: Sócrates argumenta sobre por qué el Estado ideal ha de estar
gobernado por filósofos. Por su parte, Adimanto señala que la mayor parte de las
personas piensan que los filósofos son extraños. Sin embargo, Sócrates en
defensa de los filósofos como gobernantes, utiliza dos alegorías: la del sol y la de
la línea del bien.
• Libro VII: sobre la educación del rey-filósofo. Aquí expone el Mito de la Caverna
a fin de explicar la importancia del filósofo como guía de las personas para
extraerlas de la ignorancia y dirigirlas hacia el conocimiento.
• Libro VIII: Sócrates describe los cuatro tipos de gobierno: timocracia, oligarquía,
democracia y tiranía que serían formas de gobierno “deficientes”.
• Libro IX: concluye hablando sobre el hombre tiránico y cómo este surge del
hombre democrático. Asimismo, Sócrates pretende demostrar que el hombre justo
es el más feliz que el hombre injusto.
• Libro X: se indaga en el tema de la poesía y los poetas. Sócrates y Glaucón
abordan la expulsión de las obras de los poetas, artistas, pintores que no
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representen imágenes con forma a la moral predicada en el libro o su Estado Ideal,
es decir, que no forme una sociedad justa sino emocional.
“Debemos, pues, según parece, vigilar ante todo a los forjadores de mitos
y aceptar los creados por ellos cuando estén bien y rechazarlos cuando no;
y convencer a las madres para que cuenten a los niños los mitos
autorizados, moldeando de este modo sus almas por medio de las fábulas”.
“Como los filósofos no gobiernen los Estados -dije-, o como los que hoy se llaman
reyes y soberanos no sean verdadera y seriamente filósofos, de suerte que la
autoridad pública y la filosofía se encuentren juntas en el mismo sujeto, y como
no se excluyan absolutamente del gobierno tantas personas que aspiran hoy a
uno de estos dos términos con exclusión del otro; como todo esto no se verifique,
mi querido Glaucón, no hay remedio posible para los males que arruinan los
estados ni para los del género humano; ni este Estado Perfecto, cuyo plan hemos
trazado, aparecerá jamás sobre la tierra, ni verá la luz del día”
Entonces el primer punto a tomar en cuenta es que este modelo de Estado solo se aplica
cuando es ejercido por los filósofos. Se debe admitir, además, que, aunque sus puntos
de vista eran indiscutiblemente clasistas, Platón creía que esos aristócratas gobernarían
desinteresada y virtuosamente", como explicaría en 2021 la filósofa Lindsey Porter en
una entrevista realizada por la BBC.
"Anticipó que los hijos de los hombres sabios y educados se corromperían con el
tiempo por los privilegios y el ocio, que terminarían preocupándose únicamente
por la riqueza, y la aristocracia se convertiría en una oligarquía, que en griego
significa 'el gobierno de unos pocos'", señaló también Porter.
Además, a pesar de ser el tipo de gobierno más virtuoso, como se acaba de notar no
parece ser sostenible. Esta aclaración se la puede notar en la siguiente cita del texto La
República de Platón:
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“Por tanto -dije-, cuando indagábamos cuál era la esencia de la justicia y cómo
debía ser el hombre justo, suponiendo que existía, y cuáles la y el hombre injusto,
nos proponíamos nada más que encontrar MODELOS, fijar nuestras miradas en
el uno y en el otro, para juzgar la felicidad o desgracia que acompaña a cada uno
de ellos, y obligarnos a concluir con relación a nosotros mismos que seremos más
o menos dichosos según nos parezcamos más a uno o al otro; pero nuestro
designio nunca ha sido el aprobar que estos modelos puedan existir”.
Cabe ahora detallar explícitamente a qué se refería el modelo de Platón para ser tan
observado a través de los tiempos. Platón describe un tipo de gobierno basado en la
justicia existente en un Estado gobernado por filósofos (quienes deben ser instruidos
en la virtud, y someterse a pruebas que desafíen su sistema de acciones conforme a la
razón o la pasión), defendido por guerreros (quienes deben ser instruidos para
obedecer y amar a su país con el objeto de protegerlo incondicionalmente) y mantenido
por trabajadores (quienes son la base económica y el lado más pasional del Estado,
por lo tanto, deben ser gobernados). Preconiza que un Estado ideal constaría de tres
clases:
● Soldados o guerreros: Cuya cualidad recae en la irascibilidad del alma del ser
humano. Y a nivel estatal, son los que defenderían al Estado como un medio de
adquirir honor y salvaguardarlo de algún posible ataque. Estos guerreros
deberán ser instruidos para aprender la música y la gimnasia, especializándose
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en el conocimiento de tácticas de guerra, conocer cómo se desarrollan las
batallas.
"De manera que puede decirse con razón que la templanza consiste en
ese buen acuerdo y que es una armonía establecida entre la parte
superior (gobernantes) y la parte inferior (gobernados) para decidir cuál
es la parte que debe mandar a la otra”.
Cabe destacar que la idea de Platón sobre el Estado Ideal tiene dos formas de
gobierno que estén supeditadas bajo el mismo presupuesto. Así, entonces, dice:
"Digo, por lo pronto que la forma de gobierno que nosotros hemos establecido
es UNA, pero que se le pueden dar dos nombres. Si gobierna uno solo, se dará
al gobierno el nombre de monarquía; y si la autoridad se divide entre muchos,
se llamará aristocracia [...] Esto no alterará en nada las leyes fundamentales del
Estado, si los principios de crianza y educación que hemos establecido son
rigurosamente observados."
● MUNDO SENSIBLE (Doxa): las cosas sensibles se las conoce a través de los
sentidos. Doxa u opinión, tiene un ser intermedio, imperfecto, pero en fin algo
de ser, no es el verdadero ser que corresponde a las ideas, sino un intermedio
entre ser y no-ser, es imperfecto y está sometido al cambio. Puesto que lo
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perfecto es permanente y constante, por eso no opta al cambio, ya que el
cambio significa que está mejorando algo que no era perfecto; es por eso que
la opinión es imperfecta y temporal.
Es por eso que la opinión del público, de la masa va a ser siempre inconsistente cómo
para decidir qué es lo mejor para sí mismos.
→ TIPOS DE GOBIERNO
Señala que existen cinco tipos de gobierno, el quinto ya fue enunciado en su Estado
Ideal, por lo que quedan los otros cuatro. Aclara que todos estos están destinados a la
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corrupción, tal y como ha demostrado la historia. Por lo que el filósofo hace una especie
de recorrido histórico explicando cada uno de ellos.
● Oligarquía: donde todo el poder político reside en los ricos. Debido a la situación
de extrema riqueza y extrema pobreza se produce la división en dos ciudades,
ricos y pobres están en guerra entre sí. Las deficiencias de la oligarquía llevan,
según Platón, a una democracia.
● Democracia: surgida de una batalla que enfrenta a pobres contra ricos. Este para
Platón es una de las peores formas de gobierno, solo supera la tiranía. Según
Platón, en palabras de Sócrates, el bien de la democracia es la libertad y el exceso
de libertad conduce a la tiranía.
Esta parte también se relaciona con la idea de justicia que se tocará a continuación.
Pues, para defender que los justos son más felices que los injustos Platón entiende que
hay tres tipos de hombres, al igual que el alma es tripartita:
Para Platón el injusto será el más desdichado ya que está dominado por sus deseos e
ignora la razón. La vida buena y feliz es la que se guía por la razón, la parte racional es
la que debe gobernar el alma. En este sentido, solo el hombre justo es feliz. En cambio,
el tirano es incapaz de controlar sus deseos ya que su alma no está gobernada por la
razón, busca cualquier medio para poder alcanzar sus deseos. Es igual de infeliz que la
forma de gobierno tiránico.
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La justicia se basa en el reparto equitativo de los beneficios de una ciudad entre sus
habitantes, de modo que, para gobernar de manera justa, aquellos que menos tienen
deben ser los más favorecidos por la organización de la ciudad.
"¿y no hay otra salida, el que os convenzamos de que tenéis que dejamos
marchar?" A lo que Polemarco replica: "¿y podríais convencemos si nosotros
no queremos?". Esto, como lo muestra el contexto, está dicho mitad en serio,
mitad en broma, pero es claro que el pasaje tiene como centro la oposición
entre "imponerle algo a otro por la fuerza"
Los gobernantes que quieran serlo de una ciudad, no pueden ser aquellos que
ambición en el poder para su propio enriquecimiento, sino que deben gobernar
aquellos que lo hagan en virtud al desarrollo común. Si el gobierno recayese sobre
aquellos que lo ambicionan, la sociedad sería deficiente e injusta. Dentro de lo que
es la justicia para platón lo considera como un atributo de perfección comparable a la
sabiduría y a la valentía.
La Justicia implica en primer lugar una relación con otros, y en la satisfacción de esta
relación se obtiene una paz interior. Este carácter relacional de la justicia es, como
veremos, un momento esencial de su contenido. Sin embargo, la definición de Céfalo
tiene dos deficiencias: la primera, es la exclusión de los desposeídos: un pobre no
podría ser justo ni realizar actos justos, pues la justicia es una función de la propiedad;
sólo quien tiene propiedades puede ser justo.
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El mundo justo de Céfalo se reduce, pues, a la justicia mutua que los ricos se hacen
entre sí. En otras palabras, la justicia no reside en los bienes cuantificables que se
entregan recíproca-mente unos a otros, sino primordialmente en el bienestar mutuo
que se conceden unos a otros, independientemente de que se concedan o no
riquezas.
Pero Sócrates no considera válida esta apreciación porque no queda del todo claro.
Por lo tanto, las objeciones de Sócrates sobre esta definición son tres: la primera,
hace referencia a que esa definición en tiempos de paz sería intolerable; la segunda,
es la posibilidad de confundir lo real con lo aparente, la hace incompatible; y la tercera,
procura una situación inadmisible al postular el mal como uno de los medios de la
realización de la justicia, pues como deberíamos de aceptar, siempre el hombre justo
es bueno, por tanto el hombre justo siempre hace el bien y a todos y en todo momento
y no solo a algunos.
“Pues bien, escucha. Digo que la justicia no es otra cosa que lo que es
provechoso al más fuerte”.
“El hombre justo siempre lleva la peor parte cuando se encuentra con el
hombre injusto”.
“... la justicia es el interés del más fuerte, y la injusticia es por sí misma útil y
provechosa”.
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Esta definición es guiada por su interés de satisfacción de la propia conveniencia; es
una definición de la forma extrema de individualismo. aunque también podemos
evidenciar el pesimismo de Trasímaco que corresponden a ciertas dificultades de la
ciudad de Atenas. Entonces, para este sofista, la justicia es una insensatez generosa
y la injusticia es lo útil y lo sabio, llevaría a la conclusión que lo injusto es virtuoso y la
justicia un vicio, por lo que Socrates trata de rebatir estas ideas demostrando que la
sabiduría no es aprovecharse de los demás y por ello es lo justo; la justicia es superior
a la injusticia y es por eso que el sabio eligirá lo justo:
-...el que es hábil y sabio no quiere tener ventaja sobre sí semejante, sino sobre
su contrario”.
Además, menciona que los dioses desprecian la injusticia, por lo que el justo tendrá
una vida dichosa y el injusto una vida desdichada:
“Luego es falso, divino Trasímaco, que la injusticia sea más provechosa que la
justicia”
Sócrates para refutar esta idea usa una estrategia más depurada y explica con detalle
sus ideas a favor de la justicia y toma ejemplos, más extensos y didácticos, de aquí
nos deriva a la sociedad y su conformación política.
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Si bien no se da una definición clara de lo que es justicia, podemos concluir que la
justicia no consiste en dar lo que corresponde, la justicia no es hacer el bien a todas
las personas tanto amigos como enemigos, la justicia no es individualista, no busca
una utilidad mayor, la justicia hace dicho al que lo practica y que la justicia es superior
a la injusticia.
La justicia sería un bien moral sujeto al espíritu, por ello es una decisión personal
practicarla o no. Y el que puede alcanzarla es el que cultiva su espíritu con
conocimiento: el sabio y el filósofo. La justicia no solo se debe quedar en palabra
muerta, suspendido en la metafísica, sino que debe llevarse a los hechos, practicarlo
en la cotidianidad por todos lo que viven en sociedad; por tanto, la justicia debe ser
un objetivo para la polis.
Ahora, para Sócrates, la justicia no significa disponerse a hacer cosas buenas a los
amigos, sino en conocer qué cosas son buenas para ellos. Obrar justo significa no
hacer daño a nadie, tampoco, sino hacer lo más virtuoso posible tanto para quien lo
merezca o no. El justo está iluminado, así, por el bien como ilumina el sol y nos
permite ver qué camino seguir. Sostiene que el hombre justo no debe hacer mal a
nadie. Pues cuando se hace daño a un animal, éste se torna peor relativamente a su
virtud. Así también si se hace daño a un hombre, se volverá más injusto. Pero el
efecto del hombre justo no es hacer a otro más injusto, como el efecto del músico no
es hacer ignorantes en música. Luego, el justo hace el bien a cualquiera sea amigo o
enemigo, bueno o malo.
"El gobierno más justo posible ha de estar piensa Platón en manos de los
ciudadanos mejor educados por ello adquirir "el rango" de filósofo gobernante
lleva prácticamente 50 años."
Platón entiende que el problema del estado, no ya el del gobernante, pues ahora es
exactamente igual al problema del individuo y que el principio normativo es para
ambos el mismo. De esa forma, cuando concibe la idea de justicia, logra formar lo
que ya se mencionó: la Ciudad Ideal.
→ LA ECONOMÍA EN LA REPÚBLICA
Si bien este tema no se aborda de una manera directa, nos dan ciertos lineamientos
que podemos mencionar.
Platón expone que una persona aislada no puede satisfacer todas sus necesidades
básicas, que serían la alimentación, la vivienda y la vestimenta, por lo que es
necesario vivir en una sociedad organizada (polis), de esto surge el mercado ya que
las personas no pueden abastecerse por sí solas y necesitan realizar intercambios de
mercancías para la subsistencia. Por tanto, la sociedad surge por la división del
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trabajo donde cada persona debe especializarse en algo en el que es hábil para luego
llevar su producto al mercado y establecer relaciones de productores y consumidores.
Glaucón entiende que la justicia está entre los bienes deseados por utilidad y no por
sí mismos, en cambio, Sócrates afirma que la justicia se encuentra en la segunda
categoría. Además, Platón distingue dos clases de bienes:
“...no crees que existe una clase de bienes que aspiramos a poseer no en
atención a los efectos que producen, sino apreciarlos por sí mismos; por
ejemplo, la alegría y unos cuantos placeres inofensivos, no producen ninguna
consecuencia duradera sino únicamente el goce de quien los posee?
Con el surgimiento del mercado “surge” la necesidad de alguna cosa u objeto que
facilite el intercambio: el dinero (monedas), son las que posibilitan el intercambio de
una manera más sencilla porque es fácilmente transportable y contable. Con esto se
debe poner precio a los bienes transables que, según Platón, debe expresar el trabajo
incorporado de la producción del bien y una pequeña ganancia (en Atenas los precios
eran regulados por inspectores del mercado llamados agrónomos, que eran los
encargados de señalar precios a todos los géneros menos los granos, juzgar los
pleitos que surgían entre los vendedores y compradores y para examinar los pesos y
medidas).
“Luego esto nos traerá consigo un mercado y una moneda como signo que
facilite el cambio”.
Una vez satisfechas todas las necesidades básicas, surgen las necesidades de “lujo”
(excedentarias), para satisfacer estas se debe acceder al comercio exterior que,
luego, conlleva conflictos de intereses y finalmente a la guerra. De acuerdo a Platón,
un país no puede ser rico sin haber recurrido a la experiencia bélica.
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Por el contrario, los labradores y artesanos si tiene permitido a la posesión de tierras,
casas y monedas acuñadas, solo de esta manera podrán desempeñar su papel de
administradores y labriegos; aunque la ciudad propuesta por Platón no puede
prescindir de la propiedad privada y del intercambio monetario, estas funciones se
designan con todo cuidado a una sola clase social.
Con la pluralidad de anillos que existe, con el cual termina el mito puede identificarse
la universalidad de aceptación de la moneda de la cual el soberano obra sólo como
garante estatal de la acuñación. Con este mito logran anticiparse a las características
propias del dinero; como su capacidad de cumplir funciones sociales, su aceptabilidad
universal y su respaldo estatal.
● Bienes deseados por sí mismos: son aquellos que buscamos por lo que son y no
por los resultados que ofrecen. Dentro de esta clase de bienes pertenecería por
ejemplo la alegría.
● Bienes deseados por sí mismos y por sus consecuencias: son aquellos que
queremos por la satisfacción que producen y por los resultados que nos traen. Un
ejemplo de este tipo sería la salud o la vista.
● Bienes deseados por su utilidad y no por sí mismos: aquellos que se buscan por
las ventajas que proporcionan, por ejemplo, un salario.
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Sócrates afirma que la justicia se encuentra en la segunda categoría. Es decir, en los
bienes deseados por sí mismos y por sus consecuencias. Sin embargo, Glaucón
entiende que la opinión ordinaria engloba la justicia entre los bienes deseados por su
utilidad y no por sí mismos.
Otro de los temas que trata Platón en “La República” es el de la educación. El sistema
educativo que propone el filósofo estaría estrictamente controlado a fin de que pese más
fomentar el bien de la ciudad por encima de los intereses individuales. Así establece
cómo debería ser la educación de los guardianes y los gobernantes de la ciudad. Por un
lado, destaca que han de ser aquellos que teman más a la esclavitud que a la muerte.
Para ello, es importante que, durante su educación, de niños, no conozcan historias en
las que los dioses comentan injusticias.
En este sentido, propone que se haga una especie de censura a algunos versos de
Homero, donde se muestre a dioses y hombres comportándose de forma deshonesta.
La educación, para Platón, ha de estar vigilada y debe predominar la literatura moral que
fomente el bien de la ciudad por encima del individual. Asimismo, los guardianes y
guerreros no deberán poseer propiedades, más allá de lo necesario. Solo de esta forma
entiende Platón que se evitará que abusen de su poder.
¿Cómo evitar que cada persona esté satisfecha con su posición social y no alterar el
orden de la ciudad? Platón propone que los filósofos, las únicas personas a las que se
les está permitido mentir en beneficio del Estado, cuenten una noble mentira a los
ciudadanos. Este sería el mito de los metales, el cual justifica que los seres humanos
son moldeados por los dioses. De esta forma, en el alma de cada individuo entran
diferentes metales en distinta proporción, estos son: oro, plata, bronce y hierro. Cada
metal corresponde a una clase social. Por ello, el estamento al que pertenece cada
persona en la ciudad está legado por los dioses. Así, según este mito, las posiciones
quedarían de la siguiente forma:
✓ Oro: gobernantes
✓ Plata: guardianes
✓ Bronce y hierro: comerciantes y artesanos
→ ANALOGÍA CIUDAD-ALMA
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La ciudad ideal para Platón, en palabras de Sócrates, es aquella en la que se dan cuatro
virtudes: prudencia, valor, templanza y justicia. En primer lugar, la prudencia. Una
ciudad prudente es aquella que atina en sus decisiones. Dentro de la ciudad, los sujetos
poseedores de la prudencia son los gobernantes. En segundo lugar, el valor. Esta virtud
ayuda a superar las dificultades, tener la fuerza para luchar contra las ellas y determinar
qué temer o qué no temer. El valor es lo que caracteriza a los guerreros.
Las tres en equilibrio dan como resultado un hombre justo. Entendemos que el concepto
de justicia para Platón consiste en que cada persona cumpla con el “papel” que le
corresponde en la ciudad. Si la ciudad es “feliz” como resultado, los ciudadanos serán
“felices”.
Platón considera que tanto mujeres como hombres poseen las cualidades necesarias
para gobernar, por tanto, han de recibir la misma educación. Sin embargo, en varias
ocasiones Sócrates hace referencia a la inferioridad de las mujeres en todos los
aspectos. En un Estado no hay propiamente profesión que esté afecta al hombre o a la
mujer por razón de su sexo, sino que habiendo dotado la naturaleza de las mismas
facultades a todos los sexos todos los oficios pertenecen en común a ambos, solo que
en todos ellos la mujer es inferior al hombre.
Sócrates utiliza el sol como analogía para hablar del Bien. En este sentido el Bien sería
como el sol. Mientras que el sol permite ver los objetos del mundo visible a través del
ojo, el Bien posibilita acceder al mundo de las ideas mediante la inteligencia. En este
sentido se establecería la siguiente comparativa:
✓ Sol: Bien
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✓ Ojo: Inteligencia
✓ Objetos sensibles: Ideas
¿Cómo llega el filósofo a comprender la Forma del Bien? Para llegar a ello, Platón
representa de forma metafórica los grados del saber con una línea, a través de la cual
el filósofo pasa de los objetos percibidos por los sentidos hasta las ideas abstractas de
ese objeto. Solo el filósofo es capaz de llegar al último eslabón de esta línea. Esta se
divide en el reino sensible y el reino inteligible. Asimismo, estos dos mundos se dividen
en otros dos segmentos. Esta alegoría, en realidad, es un anticipo de aquello que
desarrollará en El mito de la Caverna.
→ ALEGORÍA DE LA CAVERNA
→ LA ÉTICA EN LA REPÚBLICA.
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desconoce el bien puede tomar como bueno, erróneamente, cualquier cosa y, en
consecuencia, actuar incorrectamente; la falta de virtud es equivalente, pues, a la
ignorancia.
Sólo quien conoce la Idea de Bien puede actuar correctamente, tanto en lo público como
en lo privado, nos dice Platón en la República, al terminar la exposición y análisis del
mito de la caverna. Cuando alguien elige una actuación que es manifiestamente mala lo
hace, según Platón, creyendo que el tipo de conducta elegida es buena, ya que nadie
opta por el mal a sabiendas y adrede. En este sentido la virtud cardinal sería la prudencia,
la capacidad de reconocer lo que es verdaderamente bueno para el hombre y los medios
de que dispone para alcanzarlo. La dependencia con respecto al intelectualismo
socrático es clara en la reflexión ética de Platón.
Como hemos visto en su concepción de la ciudad ideal, el objetivo de la vida del hombre
no puede reducirse a la satisfacción de sus necesidades materiales; más allá de éstas,
el hombre debe ser objeto de un desarrollo completo de su personalidad, de acuerdo con
las partes más elevadas de su alma, la irascible y la racional, con el fin de alcanzar una
felicidad identificada con la armonía de su vida.
Es más que un asunto ético el cual goza de importancia dentro de la filosofía platónica
y, por demás, es abordado en prospectiva de un Estado ideal que tiene sus fundamentos
en el conocimiento de aquellas ideas facilitadoras del bienestar.
En otros términos, las sombras representan la percepción del mundo sensible y el sol,
que al iluminar todo propicia la vista al hombre, es el que permite ver las cosas en sí
mismas; luego, ese escape fuera de la caverna representa el ascenso al mundo
suprasensible en el que converge el bien representado en el sol. A grandes rasgos, la
contemplación de las ideas significa su reconocimiento, y estas no derivan de la
percepción ofrecida por el mundo sensible al ser caracterizadas por el mismo Platón,
como principios cósmicos que dan forma, sentido y existencia al mundo. No obstante,
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esto no lleva desconocer para las sensaciones su intervención en procesos de
conocimiento, como lo advierte, los objetos de conocimiento.
CONCLUSIÓN
La República de Platón presenta un contenido tan amplio y variado que no permite
clasificarlo de una sola manera. En realidad, los planteamientos y conclusiones a las
cuales llega Platón son aún muy debatidas por varios filósofos modernos y
contemporáneos como la idea de una Meritocracia (que sería la analogía que se le ofrece
a la Aristocracia) o una Democracia. Además, Platón, en su alter ego de Sócrates,
cuestiona y refuta de una forma magistral de que la idea de justicia es dar a cada quien
lo que le corresponde; sin embargo, en la actualidad es un acuñado al que siempre le
identificamos como JUSTICIA, y por eso no sabemos diferenciarla de venganza.
Por otro lado, también se puede ver reflejada la idea de Platón cuando ataca a los poetas
y artistas. Ellos solo venden una imagen y se adaptan a lo que mejor entiende el público;
por lo que están conformes a la opinión común, y ya no son verdaderos. La analogía que
realiza Platón, en este sentido, es preguntar sobre a quién se debería creer: a un pintor
que asegura que su pintura es una manzana o a un agricultor que te ofrece directamente
la manzana. Es así que los artistas, en común, no tendrían mayor función en la sociedad
que IMITAR aquello de lo que ni se conoce con exactitud.
Dado que los niños son muy vulnerables ante lo que la gente expone, Platón considera
muy peligroso exponerlos a estos poetas, porque creerán que lo que imitan es verdadero
y no podrán diferenciar una cosa de la otra nunca. Intrínsecamente, también estaría
indicando que la ignorancia hace a la maldad, y que la sabiduría hace al hombre virtuoso
y feliz.
Además de este apartado, Platón insiste casi un capítulo entero a tratar de forma
indirecta la idea de felicidad. Indica que el hombre más desgraciado de todas las formas
de gobierno es el tiránico, mucho peor si es rey. Pues, viviría siempre a merced del miedo
a sus enemigos y a que descubran sus mentiras. Estaría siempre intranquilo por
mantener su poder, mientras sabe que tarde o temprano se acabará. Por lo que ser
injusto, te hace infeliz.
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Jenofonte anotará que justamente refutar a la idea de democracia era peligroso para los
que luchaban por ella. Que Sócrates, en ese sentido, era una amenaza para el régimen
democrático que se deseaba instaurar. Esta, entonces, sería una de las causas de su
condena a beber cicuta. Es así que sin duda la obra de Platón constituye un pilar
fundamental filosófico para comprender la misma tendencia griega del momento. No se
puede negar, tampoco, que ha recibido muchas críticas, incluso desde Aristóteles, su
discípulo. Sin embargo, ni todo eso le impide ser un hito filosófico para la construcción
de nuevas teorías.
BIBLIOGRAFÍA
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