Anibal Quijano. Colonialidad, Modernidadracionalidad PDF
Anibal Quijano. Colonialidad, Modernidadracionalidad PDF
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Con la conquista de las sociedades y las cuIturas que habitaban 10 que hoy
es nombrado como America Latina, comenz6 la formaci6n de un orden mundial
que cu Imina, 500 aiios des pues, en un poder global que artic ula too 0 eI planeta. Ese
proceso implic6, de una parte, la brutal concentraci6n de los rccursos del mundo,
bajo el control y en beneficio de la rcducida minorfa europca de la especie y, ante
tOOo, de sus cIases dominantes. Aunque moderado por momentos frente a la
revuelta de los dominados, eso no ha cesado (:csde entonces. Pero ahora, durante
la crisis en curso, tal concentraci6n se rcaliza con nuevo fmpcLu, de modo quizfu;
aun mas violcnto y a escala largamente mayor, global. Los dominadores europcos
"occidentalcs" y sus descendientes euro-norteamericanos, son todavfa los princi-
pales beneficiarios,junto con la parte no europea del mundo que, precisamente, no
fue antes colonia europea, Jap6n principalmente. Yen cada caso, sobre todo sus
cIases dominantes. Los explotados y dominados de America Latina y de Africa,
son las principales vfctimas.
De otra parte, fue establecida una relaci6n de dominaci6n dirccta, polftica,
social y cultural de los europcos sobre los conquistados de tOOos los contipentes.
Esa dominaci6n se conoce como colonialismo. En su aspecto polftico, sobre todo
formal y explicito, la dominaci6n colonial ha sido derrotada en la amplia mayorfa
de los casos. America fue el primer escenario de esa derrota. Posteriormente,
desde la II Guerra Mundial, Africa y Asia. Asi, el colonialismo, en el sentido de
un sistema de dominaci6n politica formal de unas socicdades sobre otras, parece
pues as unto del pasado. EI sucesor, el impcrialismo, es una asociaci6n de intereses
sociales entre los grupos dominantes (c1ases sociales y/o "etnias") de paises
desigualmente colocados en una articulaci6n de poder, mas que una imposici6n
desde el exterior.
• Aruba! Quijano estudi6 y se doctor6 en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima. Fue
funcionario de CEPAL a fmes de los anos 60, epoca a la cual pertenecen algunos de sus trabajos mas importantes,
entre elIos, "Dependencia, UrbanizacicSn y cambio social en America Latina" e "Imperialismo y marginalidad en
America Latina".
Bajola VeJascoAlvarado edit6 y dirigi61a ",vista Sociedad y Politica, locualle vali6eJ exilio
en Mexico. De esta epoe. datan "Nacionalismo, neoimperialismo y militarismo en el Peru", "Problema agrario y
movimientos campcsinos", "Crisis imperialista y clase obn::1lI en America Latina" e "Imperialismo, Clases sociales
y estado en eJ Peru".
Actualmente se desempeiia como profesor en Ja facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de San MaICOS
y dirige eJ Centro de estudios e invcstigaciOn social (CEIS). Sus titulos mas recientes son "Modemidad. identidad
y utopia en America Latina" y una seJeccicSn de textos basicos de Jose Carlos Mariategui con pr6Jogo y notas • su
cargo, editado recientemente en eJ Fondo de Cultura EconOmica.
practica colonial europea, el paradigma hace posible tambien omitir toda referen-
cia a todo otro "sujeto" fuera del contexto europeo, esto es hacer invisible el orden
colonial como totalidad, en el momento mismo en que la propia idea de Europa esta
constituyendose por relaci6n, precisamente, al resto del mundo en colonizaci6n.
La emergencia de la idea de "occidente" 0 de Europa, es una admisi6n de identidad,
esto es, de relaciones con otras experiencias culturales, de diferencias con las otras
culturas. Pero, para esa percepcion "europea" u "occidental" en plena formaci6n,
esas diferencias fueron admitidas ante todo como desigualdades, en el sentido
jerarquico. Y tales desigualdades son percibidas como de naturaleza: s610 la
cultura europea es racional, puede contener "sujetos". Las demas, no son
racionales. No pueden ser 0 cobijar "sujetos". En consecuencia, las otras culturas
son diferentes en el sentido de ser desiguales, de hecho inferiores, por naturaleza.
Solopueden ser" objetos" de conocimiento y/o de practicas de dominaci6n. En esa
perspectiva, la relaci6n entre la cultura europea y las otras culturas, se establecio
y desde entonces se mantiene, como una relacion entre "sujeto" y "objeto".
Bloque6, en consecuencia, toda relaci6n de comunicacion y de intercambio de co-
nocimientos y de modos de producir conocimientos entre las culturas, ya que el
paradigma implica que entre "sujeto" y "objeto" no puede haber sino una relaci6n
de exterioridad. Semejante perspectiva mental, tan perdurable como su pnictica
durante 500 aflos, no podia haber sido sino el producto de una relaci6n de
colonialidad entre Europa y el resto del mundo. En otros terminos, el paradigma
europeo de conocimiento racional, no solamente fue elaborado en el contexto de,
sino como parte de una estructura de poder que implicaba la dominaci6n colonial
europea sobre el resto del mundo. Ese paradigma expresO, en un sentido
demostrable, la colonialidad de esa estructura de poder.
La formaci6n y el desarrollo de ciertas disciplinas como la Etnologfa y la
Antropologia, como ha sido ya largamente debatido, sobre todo desde la II Guerra
Mundial, han demostrado siempre esa c1ase de relaciones "sujeto"-" objeto" entre
la cultura "occidental" y las demas. Por defmici6n, son las otras culturas el
"objeto" de estudio. Estudios de ese caracter sobre las sociedades y las culturas
occidentales son virtualmente inexistentes, salvo como ir6nica parodia ("The
Ritual among the Nacirema" - anagrama de American - es un tfpico ejemplo).
La cuesti6n de la totalidad en el conocimiento
A pesar de su ausencia en el paradigma cartesiano, la necesidad intelectual
de la idea 0 de la perspecti va dtlttotalidad, especialmente en referencia a la realidad
social, estuvo presente en el debate europeo. En los proses ibericos, desde
temprano (Victoria, Suarez) yal servicio de la preservaci6n del poder defendido
entre la Iglesia y la Corona. En Francia bastante mas tarde desde el siglo XVIII,
y entonces ya como uno de los elementos claves de la critica social y de propues-
tas sociales alternativas. Sobre todo a partir de Saint-Simon, la idea de totalidad
social fue difundida junto con las propuestas de cambio social revolucionario, en
r Colonialidad y modemidad/racionalidad
era predominante entre los empiristas y entre los partidarios del orden social y
politico vigente. Y en el siglo XX, la totalidad lIego a ser una perspectiva y una
categoria generalmente admitidas en la investigacion cientifica, en especial sobre
la sociedad.
No obstante, la racionalidad/modernidad europeo-occidental se constituye
no solamente en conflictivo diaIogo con la Iglesia y con la religion, sino tambicn
en el mismo proceso de reestructuracion del poder, de una parte, en relaciones
sociales urbanas y capitalistas y estados-nacion; y al mismo tiempo, de coloniza-
ci6n del resto del mundo. Ese hecho no fue, probablemente, ajeno a que la
perspectiva de totalidad social fuera elaborada segun una imagen organicista, que
termin6 prohijando una vision reduccionista de la realidad.
En efecto, aquella perspectiva fue, sin duda, util para introducir y fijar la
idea de totalidad social, esto es, de sociedad. Pero fue tambicn instrumental para
hacer 10 mismo con dos otras ideas: una, la sociedad como estructura de relaciones
funcionales entre todas y cada una de las partes y en consecuencia, vinculadas a
la acci6n de una y unica logica. En consecuencia, una totalidad cerrada. LIevo,
mas tarde, a la idea sistcmica de la totalidad, en el estructural-funcionalismo. Otra,
la sociedad como una estructura en que las partes se relacionan segun las mismas
reglas de jerarquia entre los organos, de acuerdo con la imagen que tenemos de
todo organismo y en particular del humano. Es decir, donde existe una parte que
rige a las demas (el cerebro), aunque no pueda prescindir de elias para existir; asi
como estas (en particular las extremidades) no podrian existir sin relacionarse
subordinadamente a esa parte rectora del organismo (es la imagen que se difunde
sobre la empresa y las relaciones entre empresarios y trabajadores, que prolonga
la leyenda del ingenioso discurso de Menenio Agripa, en los comienzos de la
republica romana, para disuadir a los prim eros huelguistas de la historia: los
propietarios son el cerebro y los trabajadores son los brazos, que forman con el
resto del cuerpo la sociedad. Sin el cerebro, los brazos no tendrian sentido, asf
como sin estos el cerebro no podriaexistir. Ambos son necesarios para que el res to
delcuerpo viva y se mantengasano, sin locual ni el cerebro,ni los brazos, asu vez,
podrfan vivir. los poderosos son el cerebro; los trabajadores, los brazos. La
propuesta de Kautsky, adoptada por Lenin, segun la cuallos proletarios no son
capaces por si mismos de elaborar su conciencia de clase y la inteligencia burguesa
y/o de la pequefia burguesia es la que debe ensenarsela, es una variante de la misma
imagen. Y nopor accidente: Lenin sostenia, explicitamente, yaen su polem ica con
los populistas rusos ("Quienes son los Amigos del Pueblo"), que la sociedad es una
totalidad orgatiica. En America Latina, esa figura ha sido usada reiteradamente.
Por ejemplo, Jaime paz Zamora, en una entrevista periodistica, para referirse a la
relacion entre los partidos politicos y los sindicatos, entre los intelectuales y los
obreros, en Bolivia: los partidos son la cabeza, los sindicatos son los pies. Esa idea
impregna, con frecuencia, las practicas de la generalidad de los partidos politicos
y sus "bases" populares).
18 Peru Indfgena
de significaciones, como la base de una otra racionalidad que pueda pretender, con
legitimidad, alguna universalidad. Pues nada menos racional, finalmente, que la
pretensi6n de que la especifica cosmovisi6n de una etnia particular sea impuesta
como la racionalidad universal, aunque tal etnia se Hame Europa Occidental.
Porque eso, en verdad, es pretender para un provincianismo el titulo de universa-
lidad.
La liberaci6n de las relaciones interculturales de la prisi6n de la coloniali-
dad, entraDa tambien la libertad de todas las gentes, de optar individual 0 colecti-
vamente en tales relaciones; una libertad de opci6n entre las di versas orientaciones
culturales. Y, sobre todo, la libertad para producir, criticar y cambiar e intercam-
biar cultura y sociedad. Es parte, en fin, del proceso de liberaci6n social de
poder organizado como desigualdad, como discriminaci6n, como explotaci6n,
como dominaci6n.