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Prefacio........................................................................................................9
Por Dutch Sheets
Introducción............................................................................................. 13
¿Qué relación hay entre la adoración y la guerra?
Capítulo 1.............................................................................................21
Algo nuevo
Capítulo 2 .............................................................................................33
Ir hacia donde Dios está
Capítulo 3 ............................................................................................ 45
¡Vayamos para que podamos adorar!
Capítulo 4 .............................................................................................67
Jesús ascendió
Capítulo 5 ............................................................................................ 83
Portales de gloria
9
El guerrero adorador
10
Prefacio
Dutch Sheets
Pastor Principal
Springs Harvest Fellowship
Colorado Springs, Co., EE.UU.
Nota
1. Matt Redman, El Adorador Im parable, (Ventura, Ca; Regal Books, 2001),
p. 74
11
¿Qué re l ac i ón hay
entre la adoración
y la guerra?
13
El guerrero adorador
14
¿Q ué relación hay entre la adoración y la guerra?
El complot de Lucifer
I a adoración está en el centro de esta grandiosa guerra espiri-
inal. Siempre se ha tratado de la adoración, se ha peleado con ado-
i ai ion y será ganada con adoración.
Permítame que explique. Lucifer -también conocido como dia
blo o Satanás- inició una pelea contra Dios. La Biblia no dice con
claridad exactamente cuándo sucedió, pero ciertamente ocurrió
.Hites de que Adán y Eva comieran la fruta prohibida y, tentados por
la promesa de ser como Dios, introdujeran el pecado en el mundo
(ver Génesis 3:1-4).
Sabemos por Ezequiel 28:12-19 que en aquel tiempo los que-
i iibines o ángeles, de los que Lucifer era uno, tenían acceso al mon-
ic santo o salón del trono del cielo, donde Dios está sentado.
Algunos teólogos piensan que Lucifer en realidad dirigía a los án
geles mientras adoraban al Creador. Si esto es verdad, Lucifer, cu
yo corazón estaba “enaltecido por causa de su hermosura” (v. 17),
aparentemente decidió que ya no quería más ser un adorador; en
15
El guerrero adorador
La adoración y el guerrero
Habitualmente rendimos adoración en la devoción y lo asocia
mos con sentimientos buenos, elevados, aún de éxtasis. La adora
ción con frecuencia es enfocada hacia arriba y puede encarnar las
cualidades de santidad, reverencia y temor reverente. Nos vemos
como los dadores y Dios como el recipiente.
Guerrear, por otra parte, involucra tener una posición, ven
cer una amenaza, invadir un territorio o conquistar a un enemi
go. Con frecuencia en la guerra nos vemos a nosotros mismos
como defensores contra una fuerza peligrosa o sustentadores de
la justicia y la verdad. Esto es cierto en los conflictos físicos y
espirituales.
En el ámbito físico o terrenal tendemos a adorar a los héroes
humanos de la batalla, y agregamos a Dios como un pensamiento
posterior. El típico escenario no incluye adoración como parte del
plan de batalla; en lugar de eso, la adoración viene en forma de
agradecimiento luego de la victoria. En las conquistas espirituales,
el Todopoderoso recibe toda la alabanza, pero aún así vemos a la
guerra y la adoración como dos actos separados.
Nuestro entendimiento necesita expandirse. Dios nos llama a
hacer un puente entre adoración y guerra. Cuando leemos La Bi
blia encontramos que Dios instruye ascender hacia el salón del tro
no en el cielo, estar revestidos de su autoridad y descender para la
guerra. Hay un sonido del cielo que nos permite reconocer, abrazar
y avanzar en este proceso. Nos mueve hacia la victoria de lograr la
voluntad de Dios sobre la Tierra. Explico cada uno de estos ele
mentos en este libro.
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¿Q ué relación hay enere la adoración y la guerra?
Un acercamiento fresco
¡Dios nos llama a ser guerreros de adoración!
Para muchos cristianos, este es un concepto nuevo. Hemos
llegado a entender cómo podemos tomar autoridad sobre demo
nios, territorios y pecados de todos los tipos, en el poderoso
Nombre de Jesús. Sabemos cómo nuestras oraciones afectan lo
que sucede, no solamente sobre la Tierra sino también en los
cielos. Hemos sido buenos estudiantes de los principios de gue
rra espiritual.
Esto es todo bueno. Pero Dios nos llama a hacer más.
En La futura guerra de la Iglesia, Rebecca Wagner Sytsema y
yo describimos una batalla que está por venir. Mostramos cómo
habrá un tiempo en que aumentará la lucha y, finalmente, el
cumplimiento profètico. A medida que la iglesia se acerca a es
ta guerra futura, tenemos que estar preparados. Debemos com
prender completamente el lugar de la adoración. Mientras
luchamos contra los enemigos de las tinieblas, necesitamos em
puñar la autoridad que Dios nos ha dado. Debemos transfor
marnos en guerreros de adoración.
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El guerrero adorador
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¿Q ué relación hay entre la adoración y la guerra?
El llamado de Dios
Dios busca con afán a su gente. El Espíritu del Señor nos lla
ma a adorar. Dios desata un sonido desde los cielos que va sien
do abrazado por su pueblo alrededor del mundo. El llamado nos
lleva más cerca de Él y a unos de los otros. El sonido hace que va
yamos a la guerra. Debemos manifestar en la Tierra lo que Dios
dice en los cielos.
Dios no tiene favoritos. Todos pueden abrazar su llamado y
transformarse en guerreros de adoración. Si creemos en Jesús, esta
mos automáticamente alistados en su ejército.
Mark Twain dijo una vez: “Dios ama a la gente común. Esa es
la razón por la que hizo tantos de nosotros”. Dios no llama única
mente a ministros a un estilo de vida de adoración; también llama
a la gente común. En los tiempos bíblicos llamó a los cosechadores
de aceitunas, pastores, pescadores, recolectores de impuestos, gen
te joven y muchos otros. El apóstol Pablo dijo: “...que no sois mu
chos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles” (1
Corintios 1:26).
Hoy es igual. Somos simplemente nosotros: carpinteros,
programadores de computación, secretarias, conductores de mi
cros, granjeros y otros oficios similares. Sí, hay algunos aboga
dos, integrantes del Congreso o egresados de Harvard también.
Pero delante de Dios somos uno, y todos nos volvemos comu
nes, no importa nuestro oficio, nuestra profesión o lugar en la
sociedad. Es entonces la gente de todos los días la que llena los
puestos en el ejército de adoradores de Dios. Él nos llama des
de nuestras vidas de todos los días para estar separados y santos
delante de Él.
Entre a la batalla
¡Guerreros de adoración, levántense! Guerreros de adoración
de todas las generaciones, jóvenes y viejos, únanse y póngase de
pie. Este es el tiempo para adorar, entrar osadamente al salón del
19
El guerrero adorador
Notas
1. Mark Twain [Samuel Clemens] Cartas desde la tierra (New York,
Perennial Library, Harper and Row, Publishers, 1938) n.p.
20
CAPÍTULO P
Algo nueve
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El guerrero adorador
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Algo nuevo
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El guerrero adorador
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Algo nuevo
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El guerrero adorador
Un nuevo lugar
Dios no solamente hace cosas nuevas en los cielos, sino que
también trae lo nuevo a nuestras vidas individuales. Estas cosas
nuevas pueden ser pequeñas ó grandes. Pueden ser giros de actitu
des o direcciones a nuevos caminos que cambiarán para siempre el
curso de nuestras vidas. Las grandes cosas nuevas pueden ocurrir
rápidamente y con frecuencia. Una me sucedió el 31 de diciembre
de 1983. Esta es mi historia.
Había orado intensamente por la iglesia en el bloque soviético,
particularmente por lo que era aún la Unión Soviética. A medida
que oraba, vi la iglesia atada con opresión. Observé al Cuerpo de
Cristo de esa nación y conté siete sogas que le impedían entrar ba
jo la influencia que el Señor quería que tuvieran. El Espíritu de
Dios me habló y dijo: “Quiero cortar esas cuerdas”.
Tuve un tiempo increíble de oración esa noche y me fui a la cama
listo para comenzar un nuevo año. Entonces, un poco después de me
dianoche, me desperté y el Espíritu de Dios me visitó y me habló. Co
menzó a darme una estrategia sobre cómo Él iba a liberar a la iglesia
en la Unión Soviética. Dijo: “cambio de liderazgo”, y me mostró que
cuando el tercer líder viniera al poder en la Unión Soviética la Iglesia
tendría una ventana abierta para avanzar. Esa noche pasé aproxima
damente dos horas con el Señor y escribí todo lo que me dijo.
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Algo nuevo
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El guerrero adorador
Señales en el camino
Pam y yo sabíamos que lo que escuchábamos era de parte de
Dios, pero aún así no conocíamos todos los detalles. Una noche
íbamos de camino a la reunión de oración en una Iglesia Bautista,
cuando paramos para cargar gas. Al comenzar a alejarnos de la es
tación de servicio vimos un camión muy grande que tenía la pala
bra “Sígueme” en la parte trasera. Supe que esta era una señal de
parte del Señor y seguí al camión. Cuando me aproximé pude leer
en letras más pequeñas Harpool Incorporated, Dentón, Texas. Pam
puso su cara más extraña y me explicó: “Estoy leyendo un libro lla
mado, Paz, Prosperidad y el Holocausto, por Dave Hunt. El libro no
es específicamente sobre la Unión Soviética, pero está dedicado a
un grupo misionero ubicado en Dentón, Texas, que trabaja en la
Unión Soviética”.
Ese grupo misionero era Mission Possible Foundation, Inc.
Hice una rápida decisión: tomarme el tiempo de vacaciones a la se
mana siguiente de modo que pudiera visitar a los líderes de la or
ganización para contarles el conocimiento que estaba recibiendo de
parte del Espíritu Santo.
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Algo nuevo
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El guerrero adorador
permitir que Dios hiciera aquellas cosas que necesitan ser hechas,
quizá te expresarías en la adoración de una manera distinta”.
Sanidad en la adoración
Al día siguiente regresamos a la conferencia y sentí que la pre
sencia de Dios nos rodeaba. Miré a mi esposa, y tenía las dos ma
nos en el aire y las agitaba. Gentilmente le pregunté: “¿Qué te está
pasando?” Entre las lágrimas que corrían por su rostro me dijo:
“¡El Señor me está sanando!”
La presencia de Dios comenzó a fluir por su cuerpo. Ella lo des
cribe como algo parecido a un aceite caliente que pasaba por sus
venas. El poder de Dios en realidad empujó sus coágulos -resulta
do de la endometriosis- desde su útero hasta fuera de su cuerpo.
Dos semanas después Pam quedó embarazada. ¡Después quedó
embarazada otra y otra y otra y otra vez! El poder de Dios había si
do desatado en su cuerpo mientras que adoraba a Dios en una for
ma totalmente nueva.
En su momento terminé sirviendo como director ejecutivo de
la agencia misionera que estaba trabajando en la Unión Soviética.
Formé parte de la organización hasta que las cuerdas fueron quita
das de la iglesia en la Unión Soviética y hubo una ventana para el
avance del evangelismo.
Pam y yo habíamos seguido a Dios y aprendido a adorar de una
nueva manera. Habíamos llegado a un nuevo nivel de unidad en
nuestro matrimonio. La adoración había quebrado el poder de la
esterilidad en nuestras vidas. La unción de Dios habla quebrado el
yugo. Si hubiéramos hecho las cosas de la manera que siempre las
habíamos hecho, nunca hubiéramos visto la apertura de cosas nue
vas que Dios quería que fueran hechas en nuestras vidas.
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Algo nuevo
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El guerrero adorador
Notas
1. “Asi lo hemos hecho siempre”, Murphy en la mañana, http.// www-
.murphyinthemorning.com/banana.htm (entrada 11 de julio de 2002)
2. The New Strong’s Exhaustive Concordance o f the Bibles.v.”kainos”. En
realidad hay cuatro palabras griegas para “nuevo”: agnaaphos (suave),
kainos (fresco), neos (joven) y prosphatos (muerto últimamente o re
ciente). Kainos tiene el sentido de nuevo en forma o calidad, en tanto
neos implica nuevo en tiempo. Para entender lo que Dios hace que es
nuevo en adoración, deberíamos utilizar kainos, nuevo en forma y ca
lidad.
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rarcroiBEi
Ir ha c i a
donde Dios est á
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El guerrero adorador
La historia de la adoración
Cuando adoramos nos postramos o inclinamos delante de al
guien en un acto de sumisión o reverencia. La adoración en reali
dad significa rebajarse uno mismo. Es lo opuesto de la auto
exaltación. Por lo tanto, exaltar al Señor en realidad significa para
nosotros caer a sus pies y honrarlo por quien es Él en nuestras vi
das. La Biblia nos dice que Dios es exaltado sobre todos los pue
blos. Eso significa que cuando adoramos debemos llegar hasta el
lugar donde Dios está.
Si somos creyentes y hemos recibido a Jesús como el Señor de
nuestras vidas, sabemos que somos sus templos y que su Espíritu
mora dentro de nosotros. Sabemos que Dios descendió al ámbito de
la Tierra y se hizo conocer a través de su Hijo, Jesús.
Sabemos que cuando Jesús se levantó de la tumba venció la
muerte y el infierno. Sabemos que Jesús ascendió a los cielos, y
al ascender dio dones a la humanidad. También sabemos que
dejó al Espíritu Santo aquí sobre la Tierra para llenar nuestros
espíritus humanos -ese vacío- y conectarnos con el ámbito ce
lestial donde se sienta a la diestra de su Padre. Sabemos que J e
sús es nuestro mediador. En favor de nosotros se presenta
confiadamente delante de nuestro Padre santo en el salón del
trono.
El acto de la adoración satisface dos aspectos: nuestro deseo de
honrar a Dios y que se cumpla el deseo de Dios para nosotros. La
verdadera adoración debe tener un enfoque único sobre el objeto
34
Ir hacia donde Dios está
que se adora. Todo lo demás debe ser dejado a un lado; de esa for
ma el adorador queda cara a cara con el objeto de su veneración.
Como creyentes, debemos ir y postrarnos, dejando atrás án
geles, santos, templos, reliquias, objetos religiosos, padres, es
posos, hijos, otros creyentes, amigos, poderes y autoridades. Si
vamos a cumplir los propósitos de Dios en nuestro día, debemos
presentarnos ante El.
Imagine a su perro favorito. Él o ella probablemente vienen a
usted, con afecto lamen su mano, y lo miran con ojos cálidos; en
realidad dicen: “Estoy aquí para servirlo. Es la persona más impor-
lante de mi vida. Estoy deseoso de obedecer cada orden suya. Tire
una rama, y yo se la buscaré. Ordéneme que vaya hacia esa agua
Iría y alegremente lo haré”.
De esta manera deberíamos ser cuando adoramos a Dios.
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El guerrero adorador
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Ir hacia donde Dios está
Dios siempre tiene una semilla justa que Él trae a una genera
ción que está deseosa de restaurar su plan máximo de adoración y
comunión en la Tierra.
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El guerrero adorador
Temas en la adoración
en este tiempo
En cada generación Dios tiene un remanente que ansia cla
marle. El ha puesto ese deseo en los corazones de las personas. El
más grandioso deseo en cada uno de nuestros corazones debería
ser caminar completamente restaurados en el ámbito terrenal.
Cuando Dios nos creó, antes de la fundación del mundo, tuvo un
propósito máximo para cada uno de nosotros. Hay algo en cada
uno que dice: “Señor, quiero cumplir tu deseo para mí durante el
tiempo que tengo aquí sobre la Tierra. Cuando te vea, quiero que
me digas ‘Has hecho bien buen siervo y fiel’”. Esto es posible para
cada uno de nosotros.
■ ■ ■ O ......... iiililÜM»
38
Ir hacia donde Dios está
Asciende: ¡subamos!
Ascender es levantarse, subir, ir hacia arriba, crecer, aumentar,
saltar, iluminarse, estar de pie, recuperado y restaurado. Esto viene
de la palabra hebrea alah, que no es la misma palabra que correspon
de al nombre del dios musulmán, Allah; más bien es lo que Elohim,
Adonai, Jehová, Jesús -e l único Dios verdadero- nos llama a hacer.
Encuentro interesante que Dios instruya a su pueblo a alah y a
adorar. Debemos confiadamente levantarnos, ascender, ingresar al
salón del trono y adorarlo. Cuando seguimos esta secuencia, la es
trategia de restauración de Dios nos es revelada.
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El guerrero adorador
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Ir hada donde Dios está
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El guerrero adorador
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Ir hada donde Dios está
Nolas
1. Greg Laurie, ed. New Believer’s Bible (Wheaton, II., Tyndale House Pu
blishers, 1996, p. A l.
2. Paul Lee Tan, Encyclopedia o f 7,700 Illustrations (Garland, TX:Bible Com
munications, Inc. 1996) n.p.
I, CLuck D. Pierce, Let the Lion o f Judah Roar, (Denton,TX: glory of Zion In-
ternational Ministries, Inc. 2001).
43
CAPÍTULO 4
¡Vayamos
para que
podamos adorar!
G del campo al este de Texas. Esta gente allí sabía cómo ado
rar a Dios. Siempre observaba con intriga a una señora de
alrededor de ochenta años llamada Grimes cuando se ponía de p
cantaba y movía sus manos. Era como si el Dios de las historias bí
blicas fuera tan real para ella que podía realmente sentir su toque.
El pastor le preguntaba “Señora Grimes ¿qué le sucede?” Ella
siempre respondía igual “Siento la presencia de Dios a mi alrede
dor. Él me está hablando”.
Observar y mirar a la señora Grimes me infundió el deseo de
i onocer también la presencia del Señor y escuchar su voz. No so
lamente quería levantar mis manos cuando cantaba en la iglesia, si
no que también deseaba el toque de Dios en todos los contornos de
mi vida. Esto es lo que el autor y líder de adoración David Morris
llamó un estilo de vida de adoración.
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El guerrero adorador
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¡Vayamos para que podamos adorar!
Un tiempo de buscar y
clamar al Señor
El acto de buscar es parte de la adoración. Expliqué en el capí-
lulo 2 cómo comenzamos a “clamar al nombre del Señor”. Sin em
bargo, debemos movernos más allá de clamar y transformarnos en
buscadores de Dios.
En 2 Crónicas 7:14 leemos: “Si se humillare mi pueblo, sobre el
cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se con
virtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cíelos, y per
donaré sus pecados, y sanaré su tierra”.
La palabra “buscar” significa explorar, tratar de descubrir, in-
4
vestigar, requerir, tener como fin. En realidad implica que desea
mos conocer algo o a alguien, y no paramos de buscar hasta que
nos conectamos apropiadamente con esa persona o revelación.
¿Cómo buscamos el rostro de Dios? Debemos utilizar cada dimen
sión de oración y adoración que conozcamos. En el contexto de 2
Crónicas 7:14, que es el más utilizado y citado como pasaje de ora
ción en La Biblia, encontramos que si nos humillamos y buscamos
su rostro, Él oirá, perdonará y nos sanará.
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El guerrero adorador
Adoración y transformación
La historia de Jesús y la mujer samaritana en el pozo es cono
cida para nosotros (vea Juan 4). Jesús pidió beber para satisfacer su
sed temporal, pero le ofreció a la mujer agua eterna. Mientras esta
ban en el pozo, le hizo ver que conocía todo sobre su vida, y le re
veló gran conocimiento sobre la adoración.
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¡Vayamos para que podamos adorar!
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El guerrero adorador
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¡Vayamos para que podamos adorar!
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El guerrero adorador
Creo que Satanás trabaja de la misma forma. Una vez que el Es
píritu de Dios comienza a llenarnos, Satanás trata de hacer cual
quier cosa para impedirnos ascender hacia nuestra posición en el
cielo. Traba y retiene nuestros espíritus e intenta mantenernos fue
ra de la autoridad de nuestra posición en Cristo. Él sabe que si al
guna vez llegamos a habitar completamente ese lugar, él quedará
eliminado.
A medida que buscamos al Señor y nos ponemos en una pos
tura de adoración, nuestras almas y espíritus son partidos. Así es
como somos cortados para estar libres para ascender. Hebreos 4:12
declara:
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¡Vayamos para que podamos adorar!
Somos influenciados por el Espíritu Santo más que por los ma
los espíritus que en el pasado habían ganado su acceso a nuestras
naturalezas humanas.
Nuestros espíritus llegan a conocer la libertad perfecta. Esta
parte sobre quiénes somos debe permanecer liviana y flotando, co
mo un globo de aire caliente. Esta es la manera como continuamos
«icciendo y conocemos el gozo, y somos facultados para hacer la
olu a del Señor en el ámbito terrenal. Si ascendemos en adoración,
entonces cuando Satanás intenta robarnos estos elementos de la vi
lla espiritual, podemos reconocer la pérdida. Sin una vida discipli
nada de adoración, no podemos reconocer la opresión o peso que
i mnienza a detener nuestros espíritus para poder ascender hacia la
posición que Dios nos ha dado en los cielos (vea Efesios 1-2).
El modelo de Moisés
Im La Biblia, cuanto más grande la atadura, mayor era el cla
mor del pueblo de Dios para que interviniera en su favor. Este cla
mor hizo que Dios escuchara sus lamentos y recordara el pacto que
u nía con sus ancestros. Éxodo 2:25 dice: “Y miró Dios a los hijos de
I-,niel, y los reconoció Dios". Entonces el ángel del Señor apareció a
Moisés y lo comisionó para librar al pueblo de Dios, a fin de que
pudieran ir y adorarlo en la forma que Él les había ordenado que
adoraran.
I.o que fue establecido con Moisés se transformaría en el mo
jí lo para los últimos tiempos, no solamente para el Israel de hoy
ano también para la adoración. Encontramos un marcado paralelo
i ti el libro de Apocalipsis en lo concerniente a la adoración de los
últimos días. Dan Juster, en su libro Apocalipsis: la clave de la Pas-
, na, escribe lo siguiente:
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El guerrero adorador
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¡Vayamos para que podamos adorar!
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El guerrero adorador
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¡Vayamos para que podamos adorar!
La disciplina de la adoración
Parte de nuestra disciplina en el Señor viene cuando lo adora
mos a pesar de nuestras circunstancias. Hebreos 12:5-6 dice: “Hijo
mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres
n prendido por él; porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a to
do el que recibe por hijo”. La palabra “disciplina” utilizada en este
versículo expresa muchos más que simplemente castigo por la de-
.obediencia. En griego es paideuo, que significa entrenar un niño y
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¡Vayamos para que podamos adorar!
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¡Vayamos para que podamos adorar!
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El guerrero adorador
Comienza la procesión
Algunas personas solamente quieren adorar, y otras solamente
ser guerreros. Ambas: alabanza y guerra son necesarias. La guerra
debería surgir de la adoración.
En el Cantar de los Cantares de Salomón encontramos un
principio clave. Este libro del Antiguo Testamento presenta un
apasionado intercambio entre un hombre y una mujer con el
amor como tema central. El Cantar celebra el potencial del amor
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¡Vayamos para que podamos adorar!
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El guerrero adorador
Notas
1. David Morris, A Lyfestyle o f Worship (Ventura, CA. ; Renew, 1998) n.p.
2. Chuck D. Pierce y Rebecca Wagner Sytsema, The best is yet ahead (Co- I
lorado Springs, CO: Wagner Publications, 2001), pp. 27-28.
3. Dutch Sheets, God's Timing fo r Your Life (Ventura, CA: Regal Books,
2001), pp. 17-18.
4. Merriam-Webster’s Collegiate Dictionary, 1 0 ^ ed., s.v. “buscar”.
5. Ibid., s.v. “transformar”.
6. Dan Juster, Revelation: The Passover Key (Shippensburg, PA: destiny I
Image Publishers, 1991), p. 19.
7. Matt Redman, The Unquenchable Worshipper, (Ventura, CA. :Regal
Books, 2001). n.p.
66
CAPÍTULO 4
Jesús
a scend
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El guerrero adorador
Jesús y la ascensión
Por el propósito de este libro, escribo sobre dos ascensiones de
Jesús. La primera ascensión es lo que hizo a través de la oración y
la comunión íntima con el Padre. Esta es una experiencia que no- j
sotros como humanos también podemos tener. Toda oración bíbli
ca y comunión es un tipo de ascensión al salón del trono y la
presencia de Dios.
Por supuesto, Jesús es el ejemplo por excelencia de comunión,
compañerismo y oración. La oración del Señor es un patrón que
dio para que los discípulos siguieran, a fin de enseñarles a tener
igual intimidad y compañerismo con el Padre.
La segunda ascensión es la histórica a los cielos, la que está re
gistrada en Hechos 1. Allí vemos que Jesús es recibido dentro de
una nube y regresa al Padre. El Nuevo Testamento declara que Je
sús ascendió y se sentó a la diestra del Padre (vea Hebreos 1:1-3).
68
Jesús ascendió
Desde los cielos actualmente reina, y desde los cielos volverá nue
vamente a juzgar a vivos y muertos.
Es sobre la base de esta segunda ascensión que Efesios 4:7-12
nos muestra:
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El guerrero adorador
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Jesús ascendió
El efecto de la ascensión de
Jesús sobre la Tierra
Pensemos acerca de esto por un momento. Mientras la gente
miraba, ¡Jesús ascendía! Él había prometido su ascensión durante
•I dcmpo en que entrenó a sus discípulos, antes de su crucifixión.
\hora sus seguidores estaban viéndole cumplir esa promesa.
Es difícil para nosotros apropiarnos del concepto de la ascen-
•ion. Sin embargo, si seguimos un poco más, encontramos que la
ascensión de Jesús también proveyó promesas y esperanza para
nosotros en el futuro; Jesús instruyó a los discípulos sobre el con
cepto.
Comenzó por enseñares -tal como lo registra Juan 3 - sobre el
nuevo nacimiento, que es una forma de ascensión. Luego les mos-
n o que por medio del arrepentimiento un nuevo orden de vida se
abre para el creyente. Este nuevo orden viene con una abundancia
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El guerrero adorador
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Jesús ascendió
Principios de ascensión
Aquí tenemos algunas promesas bíblicas que vienen con la as
censión. Cuando ascendemos en adoración, podemos esperar ex
perimentar estas cosas.
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Jesús ascendió
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El guerrero adorador
La transformación de lugares
Jacob, cuando huye de Piarán, percibió la presencia del Señor
en un sueño: “Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Je-
hovd está en este lugar, y yo no lo sabía. Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán
terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del
cielo” (Génesis 28:16-17). Antes del sueño, el lugar había sido so
lamente un paraje para detenerse cuando se ponía el Sol (ver el
versículo 11), pero cuando se despertó se había transformado en
tierra santa.
La presencia de Dios había penetrado en un lugar ordinario,
profano, en una forma que había despertado una aguda conciencia
de parte de un ser humano. Lo sagrado -san to - y profano están
unidos en una experiencia de adoración.
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Jesús ascendió
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El guerrero adorador
T
Un tiempo y un lugar para la adoración
La adoración en La Biblia aparece de formas variadas. El tieni
po y el lugar están entre los factores más importantes. La adora
ción, especialmente del tipo corporativo, normalmente sucede de
acuerdo a algún tipo de agenda o calendario. Hay tiempos y esta
dones de adoración, aunque en La Biblia Dios está presente con el
pueblo de Dios en todo tiempo.
Una conciencia más clara de la presencia divina puede resul
tar de los ejercicios intensivos de adoración durante tiempos y
lugares especiales. Estas ocasiones y lugares también son los
contextos para la educación religiosa y el desarrollo y disfrute
del compañerismo entre los adoradores. Por lo tanto, en el an
tiguo Israel había una orden divina de que “tres veces en el año
se presentará todo varón delante de Jehová el Señor... [y] tres veces
en el año me celebraréis fie s t a ” (Éxodo 23:14, 17). Los Salmos,
con expresiones de lamento, confesión, agradecimiento, alaban
za, enseñanza y celebración, muestran la amplitud de la adora
ción del Antiguo Testamento.
Los seguidores de Jesús, que después llegaron a ser conocidos
como cristianos, recibieron una rica herencia de adoración del ju
daismo, pero las nuevas dinámicas de su experiencia con Cristo
trajeron consigo cambios más grandes. Los festivales de Pascua y
Pentecostés fueron conservados, pero en diferentes formas.
La Cena del Señor, la crucifixión y la resurrección de Jesús es
tán todas íntimamente relacionadas a la celebración de la Pascua
(ver Mateo 26:17, 26-28; 1 Corintios 11:23-26). La celebración
cristiana de la Pascua es una forma de la Pascua judía. De acuerdo
con Hechos 2:1-42, Pentecostés fue la ocasión en que los discípu
los fueron llenos y facultados por el Espíritu Santo, interpretado
como la llenura mencionada en Joel 2:28-32. Las referencias en el
Nuevo Testamento (ver Hechos 20:16; 1 Corintios 16:8) indican
que los cristianos primitivos transformaron Pentecostés en una ce
remonia cristiana. Muchas iglesias han continuado observándolo el
séptimo domingo posterior a la Pascua.
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Notas
1 Dinámicas del Reino, Spirit Life Bible (Nashville, TN: Thomas Nelson
Publishers, 1991), p. 1602.
82
CAPÍTULO 5
, ,71
de gloria
uchos de ustedes que leen este libro están exhaustos de
83
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Portales de gloria
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El guerrero adorador
Las puertas también son símbolos de los poderes del mal que
guerrean contra las almas de las personas y contra la iglesia que
Cristo está edificando (subrayado agregado):
• Yo dije: A la mitad de mis días iré a las puertas del Seol: pri
vado soy del resto de mis años (Isaías 38:10).
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El guerrero adorador
El tercer cielo
Al pensar en el cielo, estamos considerando más que el
“tercer cielo” (2 Corintios 12:2). Este es el lugar donde
Dios el Padre está sentado en su trono y Jesús cerca de Él.
Jesús íntimamente sabe lo que está en el corazón del Padre,
y nosotros sabemos que desde ese lugar a la diestra de Dios
Jesús intercede por nosotros (ver Romanos 8:34).
Efesios 1 y 2 son hermosos pasajes sobre nuestra herencia
en el Señor y cómo estamos sentados en una posición jun
to con Jesús en los lugares celestiales (ver Efesios 2:6). Es
te es el lugar donde no hay obstrucción alguna para que la
voluntad de Dios se haga en su totalidad. Este es el lugar
donde recibimos nuestras órdenes de marcha.
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Portales de gloria
El primer cielo
Vivimos en nuestros cuerpos físicos aquí en el ámbito te
rrenal, en un lugar que podemos ver, tocar y sentir. Este
universo en el que vivimos, que incluye la Luna y las gala
xias de estrellas y planetas, puede ser llamado el primer cie
lo. A través de la muerte y resurrección de Cristo, aquí
sobre la Tierra tenemos acceso a comunicarnos más allá de
este universo y hacia el ámbito del tercer cielo donde Dios
está sentado. El medio de comunicación es lo que llama
mos oración.
El Salmo 24 dice: “De jeh.ová es la tierra y su plenitud”. Por
lo tanto, Él gobierna el ámbito terrenal. Cuando Jesús fue a
la cruz y luego venció la tumba, quebró el manejo de Sata
nás en este ámbito, estableció una estructura en reemplazo
sobre la Tierra con un gobierno de dones y un ejército -la
Iglesia- para reforzar su gobierno.
El segundo cielo
Por lo tanto, si vivimos sobre la Tierra pero tenemos ac
ceso a los lugares celestiales a través de la oración, ¿por
qué no siempre se hace la voluntad de Dios como en los
El guerrero adorador
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Portales de gloria
Idolatría
La idolatría es ese sitio donde nos hemos postrado
física o espiritualmente y exaltado algo -sea una
imagen de talla o la semblanza de algo- a una altu
ra mayor que la de Dios (ver Éxodo 20:3-4). Mu
chos lugares en el mundo hoy son cautivos por el
enemigo por causa de la idolatría. Como resultado,
Satanás tiene derecho legal de enceguecer los ojos
de los incrédulos para el Evangelio glorioso de Je
sucristo.
Derramamiento de sangre
El primer asesinato registrado fue el de Caín contra
su hermano, Abel. Dios dijo a Caín: “¿Qué has he
cho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mi
desde la tierra” (Génesis 4:10). De aquí podemos
inferir que el derramamiento de sangre afecta a la
misma Tierra sobre la que ha ocurrido la violencia.
A medida que la sangre de la violencia penetra la
Tierra, el príncipe del poder del aire adquiere dere
chos sobre la Tierra. Las maldiciones sobre la Tie
rra física con frecuencia dan una posición para que
haga pie a través de la violencia y el derramamien
to de sangre.
91
El guerrero adorador
Inmoralidad
El ejemplo bíblico clásico de cómo la inmoralidad
puede afectar territorios enteros es Sodoma y Gomo-
rra. La inmoralidad y perversidad habían tomado de
tal manera aquellas ciudades que Dios ni siquiera
podía encontrar diez hombres justos dentro de sus
muros. Cualquier plan redentor que Dios tuviera
para aquellas ciudades fue barrido mientras todos,
incluso los niños, fueron destruidos.
Romper un pacto
Durante el reinado del rey David una hambruna vi
no sobre la Tierra. Cuando David le preguntó al Se
ñor con respecto a esta, Dios le dijo: “Es por causa
de Saúl, y por aquella casa de sangre, por cuanto ma
tó a los gabaonitas” (2 Samuel 21:1). Los gabaonitas
eran un grupo de personas que habían entrado en
pacto con Israel en los días de Josué. Este pacto ga
rantizaba su seguridad. Con todo, Saúl rompió el
pacto pues asesinó a muchos de ellos y planificó
para masacrar al resto.
Como resultado, el hambre vino sobre la Tierra en
el momento en que Dios quitó su bendición y le fue
permitido a Satanás tener acceso. El hambre no gol
peó inmediatamente sino más bien vino cuando un
nuevo rey llegó al poder. Esto debería ser un llama
do de atención para los Estados Unidos donde más
de 350 tratados con los americanos nativos han si
do quebrados...
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Portales dt*gli *ili
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un
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El resplandor de su rostro
Cuando el mundo parece oscuro
y las sombras son profundas,
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aunque las paredes nos rodeen
podemos caminar por lo desconocido
a la luz de su rostro.
Los edificios pueden derrumbarse
al tiempo que amenazan con temor
a través de los hecho malvados.
Con todo, valientemente seguimos su mapa
a la luz de su rostro.
Notas
1. Ernest B. Gentile, ¡Adora a Dios! (Portland, OR: City Bible Publishing,
1994), p. 90
2. Frank Damazio, The Gate Church (Portland,OR:City Bible Publishing,
2000)pp .1-3.
3. Chuck D. Pierce y Rebecca Sytsema, The Future War o f the Church (Ven
tura, CA.;Renew Books, 2001), pp. 77-84.
4. Alistair Petrie, Releasing Heaven on Earth (Grand Rapids, MI.: Chosen
Books, 2000) p. 42.
5. Ibid. p. 200-201.
6. Yitzchak Ginsburg, “A Torah Message for the Month of Tishrei, Rosh
HaShana 5762, el año de la señal de Bendición”, The Inner Dimension
http //www.inner.org/times/tishrei/tishrei 62thm (accessed August 12,
2002).
7. Dutch Sheets, “A Biblical Response to the Terrorist Attacks on America
for the Purpose of Prayer an Evangelism”, September 14, 2001.
Bill Yount, “Twin Tower Lights Create a “Spiritual Jacob’s Ladder,
One Church Com, www.ourchurch..com/memher/h/BillYount/(accesed
March 12, 2002).
9- Keat Wade, “La luz de su rostro”, motivo: 2001.
I ()(>
nsssn
La fe para
a s c e n de r
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Responder en adoración
Cuando no sé qué hacer, o bien adoro o le pregunto a Dios qué
puedo dar. Descubrí que puedo comenzar a escucharlo cuando co
mienzo a adorar, y Él siempre me va a decir dónde dar. Entonces
puedo escucharlo sobre los temas que cargan mi corazón. Aquella
noche cuando puse a Daniel en la cama, le dije: “Vamos a adorar”.
Escuchamos y cantamos con un casete de salmos. Al finalizar la
música le dije: “Sabes cuánto te queremos mamá y yo. Hemos tra-
lado de ayudarte de todas las maneras que conocemos para que se
pueda pasar el temor de lo que Dios te ha mostrado. El perfecto
amor echa fuera todo temor. Dios no nos ha dado espíri tu de temor.
Por lo tanto, pide al Señor que te muestre cuánto Él te ama. Ya que
hemos adorado ¿quieres pedirle algo al Señor?”
Daniel contestó: “He estado tratando de atrapar una mariposa
toda la semana, y no he podido”.
Como todo buen padre, quería salir y encontrar todas las ma
riposas que pudiera y ponerlas en su cuarto para que cuando se
despertara, lo estuvieran rodeando. Sin embargo, sabía que no po
día hacer eso. Tenía que confiar en el Señor. A la mañana siguien
te, cuando se levantó y estábamos sentados afuera, él aún temía el
ántrax. Mientras oraba por él antes de salir a mi trabajo, sucedió al
go interesante. Una mariposa vino y voló hacia nuestro patio y ate
rrizó sobre la camisa de Daniel. Él ahuecó sus manos alrededor de
la mariposa, alzó los ojos hacia el Señor y dijo: “ Porque me has
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El guerrero adorador
La capacidad de Dios
Escuché estas palabras en mi espíritu “¡Dios puede!” El Espíri
tu Santo parecía que me llevaba a orar por el pueblo de Dios. En mis
oraciones debía declarar “Dios es poderoso para hacemos a cada uno
capaces de vencer”. Podía percibir que mucha gente está escuchando
la voz del Señor; sin embargo, nuestro oír no se transformaba en la
fe necesaria para vencer. Le pregunté al Señor cuál era el problema,
y Él me dijo lo siguiente: “Mi pueblo debe ir de fe en fe. Luchan en
su andar. Tienen fe débil. Sus expectativas y esperanzas de que voy
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La fe paia a1.' ' m
El rol de la fe en la adoración
En general, la fe es la persuasión de la mente que tleieinini.n
declaración es cierta (ver Filipenses 1:27; 2 Tesalonicenses I
Debemos ver que cuando algo es verdad entonces merece mu u
i onlianza, que es el principio básico que obra aquí. Tal como vnm
i nando anteriormente analizamos las “cámaras” en Amos 9:o, la i
nene niveles o grados. Vamos desde cámaras de oscura re s iM e ih i
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Diferentes dimensiones de fe
Hay cámaras de fe, cada una con una dimensión de revelación.
Los siguientes son diferentes tipos de niveles de fe y cómo se desa
ta cada una:
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6. Fe vencedora.
“Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido
la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de
su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros
hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la
palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta
la muerte” (Apocalipsis 12:10-11).
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Abraza la gloría
Juan adoró alrededor y delante del trono. Fue testigo de la ado
ración que salía del trono. Estaba justo en medio del trono. Cuan
do fue arrebatado al cielo, estaba en “la gloria”.
Juan tuvo mayores visiones que ningún hombre de su genera
ción. Recibió un mensaje claro que está registrado en Apocalipsis
22 : 6 - 11 :
ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben su
ceder pronto. ¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el
que guarda las palabras de la profecía de este libro. Yo
Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las
hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del
ángel que me mostraba estas cosas. Pero él me dijo: Mi
ra, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus her
manos los profetas, y de los que guardan las palabras de
este libro. Adora a Dios. Y me dijo: No selles las palabras
de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca.
El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmun
do, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la
justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.
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El primer milagro
Amo el primer milagro de Jesús. Creo que siempre deberíamos
mirar las cosas que sucedían en primer lugar en La Biblia; es de
ellas que obtenemos nuestros prototipos. Jesús y sus discípulos es
tán con su madre en una boda. Su madre lo alienta a hacer algo con
respecto al vino que se había terminado antes de que finalizara la
boda. Las bodas por lo general duraban siete días. Entonces duran
te todo el festejo podían sacar el vino viejo y usar ese cuando ya na
die se daba cuenta que el vino no era de la misma calidad que antes.
jesús entra en acción para revelar su verdadera identidad so
bre la Tierra. Juan 2:6-7 hace la crónica del hecho: “Y estaban allí
seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación
de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.
Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta
arriba”. Las tinajas eran utilizadas en una forma de ceremonia ri
tual. Jesús estaba a punto de mostrarles un nuevo camino de ce
lebración. Todos conocemos la historia: transformó el agua en
un muy buen vino.
Si todos le permitimos al Señor irrumpir en nuestra adoración ri
tualista, comenzaremos a recibir lo mejor que Él tiene para nosotros.
Este milagro era el comienzo de las señales que Jesús hizo en Caná
de Galilea. Permitió la manifestación de su gloria y demostró su
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Notas
1 Dick, Eastman, Heights o f Delight (Ventura, CA.:Regal Books, 2002), pp.
52-53.
2 Ernest B. Gentile, ¡Worship God! (Portland, OR.; City Bible Publishing
1994), pp. 105-106.
3 Chuck D. Pierce y Rebecca Wagner Sytsema, Poseyendo su herencia Ven
tura, CA.: Renew Books, 1999), p. 184.
4 Bob Sorge, Gloria. Cuando los cielos im anden la tia r a (Greenwood, MO.:
Oasis House, 2000) p. 41.
5 Marty Cassady, e-mail enviado al autor, 22 de marzo de 2002.
Las h u e s t e s
celestiales,
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¿quiénes son?
Un ángel es un mensajero celestial que entrega un mensaje a
los seres humanos, cumple la voluntad de Dios, lo alaba o guar
da el trono. El término “ángel” deriva de la palabra griega angelo,
que significa “mensajero”. El equivalente hebreo, m alak, también
significa “mensajero”. La tarea de los ángeles es llevar el mensa-
je o hacer la voluntad de Dios, que los envía. Los intercesores
efectivos, individuos que “se ponen en la brecha”, entienden la
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El sonido de la restauración
El sonido de Dios obra desde el cielo y ordena gran parte de lo
que sucede en el ámbito terrenal. Cuando Él está listo para traer
restauración a la Tierra, desata su sonido.
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El sonido de la música
Había canciones de triunfo luego de la victoria en la batalla
(ver Éxodo 15; 1; Jueces 5:1); Miriam y las mujeres celebraron la
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Sonido en el aire
El aire es tan transparente que podemos olvidarnos fácilmen
te de él. Sin embargo, es real y substancial. Sin aire, la vida sobre
la Tierra sería imposible. El aire no solamente provee el oxígeno
que los humanos y todos los otros animales necesitan para respi
ra, sino que también es una parte importante de nuestro ambien
te. La atmósfera de aire que rodea nuestro planeta nos protege de
los efectos nocivos de los rayos cósmicos y los meteoritos y, como
un blando acolchado, mantiene cálida la superficie de la Tierra.
Envuelve al mundo en una gruesa colcha de gases llamada atmós
fera. Sin esa colcha que nos proteja, seríamos asados por el Sol du
rante el día, y congelados durante la noche cuando todo el calor
escapara hacia el espacio. El alcance exterior de la atmósfera está
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Judá lidera
Existe una grandiosa herencia individual que Dios tiene para
' .ida uno de nosotros. También tiene una herencia corporativa a la
que está llamado a entrar al Cuerpo de Cristo, la que afectará cada
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I 1.'
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LEVÁNTATE Y RUGE
.....
Hay un sonido de Dios que se desata
en ¡a Tierra en este preciso momento
a traués de su pueblo
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La voz del Señor muchas veces suena como una trompeta que
nos llama. La trompeta, o shofar, en la Palabra de Dios tenía un so
nido distintivo para reunir y llamar al pueblo de Dios a la guerra.
I ncontramos otro sonido antes de que Dios guíe sus tropas a avan
zar: “Y cuando oigas ruido como de marcha por las copas de las bal
sameras”. En 2 Samuel 5 David había experimentado una gran
apertura en su propia vida. Lo que le fue profetizado durante los
veintinueve años anteriores había llegado a cumplirse. Entonces te
nía que guiar a los ejércitos a ir hacia la batalla.
David tenía un propósito que lo movía: traer de regreso el Ar
ca del Pacto a la posición que le correspondía en medio del pueblo
del pacto con Dios. Cuando los filisteos escucharon que David ha
bía sido ungido como rey, se levantaron en su contra. David los de
rrotó y los hizo retroceder hasta fuera de la jurisdicción de su
autoridad. Sin embargo, ellos se reagruparon y comenzaron a regre
sar otra vez. El entonces le preguntó al Señor si debía perseguirlos.
En 2 Samuel 5:24 el Señor responde: “Cuando oigas ruido como de
marcha por las copas de las balsameras, entonces te moverás”.
El sonido de la marcha no es solamente el viento soplando so
bre las copas de los árboles, sino las huestes celestiales y los ejérci
tos de Dios que se mueven enérgicamente entre las hojas y esa
manera simbolizan su presencia para ayudar a David en la victoria.
En el libro de Apocalipsis encontramos que el tema real es la
relación entre los sonidos del cielos y la demostración de Dios so
bre la Tierra. El sonido nos lleva hacia delante.
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Música en la unción
“Jehovd está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre
ti con alegría, callará de amor; se regocijará sobre ti con cánticos” (So-
fonías 3:17) ¡Qué maravilloso es que Dios se regocija sobre noso
tros con cánticos!
En su libro La Canción profética, LaMar Boschman escribe:
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Notas
1 Marty Cassady, carta al autor, 19 de marzo de 2002.
2 Ibid.
3 Billy Graham, Angeles: agentes secretos de Dios (Nueva York: Pockei
Books, 1975), pp. 32-33.
4 The New Bible Dictionary, Logos Bible System 2.1 (Bellingham,WA:
Logos Research Systems, Inc. 1997.)
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CAP.’ .3 8
El sonido
del cielo
Mi palabra saldrá como espada de mi boca
para atar vuestras enfermedades y sanar vuestra Tierra.
Para atar al hombre fuerte y proclamar victoria.
Para destruir las tinieblas, poner libres a los prisioneros.
Porque soy Jehová, no hay Dios como yo;
porque soy Jehová, salgo en victoria.
Estoy usando el lagar porque ahora es el tiempo.
Estoy usando el lagar para traer el vino nuevo.
Te estoy llamando porque ahora es el tiempo.
Te estoy llamando para traer el vino nuevo.
Estoy derramando mi gloria, está descendiendo.
Así que, bebe en mi gloria, te rodea por todas partes.
Estoy derramando mi gloria, está descendiendo.
Así que, bebe en mi gloria, te rodea por todas partes.
El soplo de la trompeta
En el Antiguo Testamento el soplar de las trompetas anunciaba
el descenso del Señor. Este sonido tenía gran poder para estreme
cer lo que parecía invencible.
Cierta vez durante la adoración, John Dickson comenzó a to
car una vieja canción de una manera nueva. Cantó Josué peleó la ba
talla de Jericó. No existe mejor ejemplo bíblico del sonido sobre la
Tierra que derriba a nuestro poderoso enemigo, que Josué cuando
dirigía a los ejércitos de Dios contra Jericó. A medida que John to
caba esta canción, comenzó a levantarse fe entre la gente. No sola
mente dimos un increíble grito que sacudió los cielos, sino que los
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Salmos de ascenso
Muchas veces olvidamos que a través de la adoración sucede la
restauración y la victoria. Conozco a mucha gente por todo el mun
do con la que me alineo que ama adorar, orar e interceder. En mi
iglesia apartamos todos los miércoles para orar el día completo.
Oramos y adoramos a través del día y luego nos reunimos corpora
tivamente por la noche. Durante el día también tenemos un cuarto
apartado para sanidad, liberación y restauración. Sabemos que po
demos ascender, adorar, impartir la unción de Dios y ver las vidas
de las personas restauradas.
David enseñó esto a través de los salmos de ascenso. Linda
Heidler, una de las pastoras de nuestra iglesia, hizo un estudio una
mañana sobre los salmos de ascenso, mientras se preparaba para el
servicio de todo el día miércoles.
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Adoración e Intercesión
En My U tm ostfor His Highest, Oswald Chambers escribe:
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65:8); cuando los cielos están abiertos, hay una unción acrecenta
da que desata el poder de Dios hacia su pueblo.
Este tipo de servicio debería ser nuestro diario andar como
Iglesia de Dios. A Él no le falta lo que desea derramar sobre su Igle
sia, ni es avaro. Pero desea que operemos en fe y en los dones y un
ciones que Él ha apropiado para nosotros. Nuestros propios
talentos y habilidades musicales no sacudirán al reino de las tinie
blas ni desviará su opresión del pueblo de Dios. Darlene Zschech
escribe en su libro Adoración Extravagante:
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El sonido del c lelo
ver que hay algo esencial aquí que cuando esa barrera en el ciclo
intermedio se quiebra, las cosas pueden ser desatadas sobre la Tu
rra: revelación, palabras proféticas, dones y todas las cosas que
Dios desea derramar sobre su Iglesia. Pablo escribe: “Mas a Dios
gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por me
dio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento” (2
Corintios 2:14).
Dios quiere guiarnos para quebrar esta barrera que nuestro
enemigo ha establecido en contra de nosotros. Esta palabra “triun
fo” es del griego thriambeuo, la que denota una grandiosa entrada
triunfal. Dios desea guiarnos en una gran procesión triunfal a ira
vés de ese corredor de resistencia demoníaca.
Miqueas describe al Señor como “el que abre”, que nos liara
atravesar las puertas de la resistencia. La palabra “quebrar” aquí o.
del hebreo parats, la que es utilizada en una manera muy intcic.au
te en el libro de 1 Samuel. Barbara Yoder explica esto cu su lilao I o
Unción que quiebra:
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adelante y dijo que Dios le había dicho las siguientes palabras: “¡Lá
zaro, ven fuera!” Durante nuestro tiempo de adoración y oración, el
Espíritu de Dios cayó sobre John y vino la siguiente canción:
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Salga y recupere
Al cantar este cántico, sabíamos que muchas pruebas iban a in
tentar derrotarnos en los días futuros. Hemos visto mucha agitación
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Notas
1. C. Peter Wagner, Oración de Guerra, (Ventura, CA.: Regal Books, 1992),
p. 61.
2. C. Peter Wagner, La oración de poda; (Ventura, CA.: Regal Books, 1997),
p. 185.
3. Chuck Pierce y Rebecca Wagner Sytsema, The best is yet ahead Colorado
Springs, CO.: Wagner Publications, 2001) n.p.
4. Harry y Cheryl Salem, Distractions from Destiny, (Tulsa, OK: Harrison
House, Inc. 2001), n.p.
5. jerry Savelle, “What it Takes to Stay Focused”, Adventures in Faith, vol.
31, no.2 (Abril/Mayo/Junio 2002) p. 5.
6. Ibid.
7. Robert Gay, Silencing the Enemy (Lake Mary, FL.:Creation House, 1973),
p. 9.
8. Oswald Chambers, My Utmost fo r His Highest (Westwood, NJ: Barbour
and Company, Inc. 1935) n.p.
9. Dutch Sheets, Oración Intercesora, (Ventura , CA. Regal Books, 1996), p.
62.
10. Ibid., pp. 62-63.
11. Darlene Zschech, Extravagant Worship (Castle Hill, NSW: Check Music
Ministries, 2001), p. 35.
12. Ibid.
13. Barbara Yoder, The Breaker Anointing (Colorado Springs, CO.; Wagner
Publications, 2001), pp..34-35.
14. Ibid.
15. Dutch Sheets, La oración Intercesora, (Ventura, CA. Regal Books, 1996,
pp. 208-210).
16. Dean Mitchum, Apostolic Kingdom Praise (Santa Rosa Beach, FL. Chris
tian International Ministries Network, 2000) pp. 72-73.
17. John Dickson, “Let the Lion of Judah Roar” (Denton, TX.: Glory of Zion
International Ministries, Inc., 2001).
18. Jim Hodges, “Songs of Spiritual Breakthrough” Federation Journal
(Spring 2001) n.p.
19. Chuck D. Pierce and Rebecca Wagner Sytsema, Possessing Your Inheritan
ce (Ventura, CA. , Renew Books, 1999) n.p.
20. Ravi Zacharias, Ravi Zacharias International Ministries (RZIM), 2000.
223
LO 9
Vestido
ra la gue rra
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B ev . S m it h , A s c ie n d e y adora
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Vestido para la guoii.i
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Esa vestimenta tenía una autoridad tan grande que Jezabel, dis
puesta con toda su manipulación, no pudo vencer su poder.
... f "HHft*
En Apocalipsis, la Esposa (que es la Iglesia)
está vestida para la guerra, para
derrotar a sus enemigos
.i
..
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Vestido paia la guerra
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El guerrero adorador
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Vestido para la guerra
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Las armas que tenemos para la guerra son importantes. Sin em
bargo, lo que hace que reflejemos la identidad de Dios es la remo
ción de una dureza exterior de descreimiento que ha invadido
nuestros corazones.
Lo primero que tenemos que hacer no es controlar nuestras ar
mas, sino nuestros corazones, para asegurarnos que la naturaleza
pecaminosa ha sido cortada por Cristo y que estamos enterrados
con Él en el bautismo, y resucitamos con Él a través de nuestra fe
en su poder. Es aquí donde la vestimenta comienza a reflejar nues
tra próxima etapa. Esto nos lanza hacia la nueva fase de adoración
y guerra. Dios le dijo a los israelitas que no podían estar delante de
sus enemigos con un corazón sin consagrar. “Levántate, santifica al
pueblo, y di: Santificaos para mañana; porque Jehová el Dios de Israel
dice así: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás hacer frente a
tus enemigos, hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vo
sotros” (Josué 7:13).
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Vestido para la guerra
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El guerrero adorador
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Vestido para la guerra
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El guerrero adorador
Cuando Jacob supo que su hijo José aún estaba vivo, su espíri
tu fue vivificado. En principio su corazón no podía responder a la
verdad. Esto puede suceder cuando atravesamos un trauma y pér
dida en nuestra vida. Muchas veces las experiencias traumáticas
pueden hacer que dejemos de adorar a Dios. Heridas, dolores y pér
dida endurecen nuestros corazones. Imaginen a Jacob cuando fue
liberado del poder de esta decepción. Tuvo una renovación de su fe
de que su herencia iba a ser extendida a las generaciones venideras.
La aparición de la revelación
profètica en la adoración
Para tener victoria, debemos primero ganar la guerra en adora
ción antes de ir al enfrentamiento. Pablo oraba por la gente de Éfe-
so. En El dominio de la Reina, escribí lo siguiente:
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Vestida para la gueii.i
“Pero Dios”.
Pablo sabía que el amor de Dios podría cambiar el curso de
la sociedad de los efesios. Sabía que la misericordia y gra
cia de Dios podrían crear una nueva identidad en esta gen
te y que la identidad podría derribar el sistema de Diana
que gobernaba su sociedad.
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Vestido para la guerra
El ejército de Dios
La adoración y la guerra van juntas. Pero para la guerra tenemos
que tener un ejército. Un ejército es personal de una nación organi
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Vestido iKii.i l’i vtu<1
zado para la batalla. En Éxodo 6:2 6 vemos que cuando Dios estaba
listo a sacar a su pueblo de Egipto y enviarlos a su herencia, los man
dó de acuerdo a sus ejércitos. En realidad no tenían una organización
política, sino que fueron originados de acuerdo a la voluntad tic I >i<>■■■
y el destino profètico de cada tribu. Cada una tenía guerreros, y ca
da una tenía una porción que Dios les había repartido.
Elay muchos ejércitos citados en La Biblia. Goliat sabia qui 1
podía derrotar al pueblo de Dios, realmente habría vencido a lo .
“ejércitos del Dios viviente” (1 Samuel 17:26, 36). Si Dios salía t on
los israelitas a la batalla, ellos ganaban. Si no, perdían.
Los ejércitos estaban organizados de diferentes formas en dii*
rentes momentos. Génesis registra cómo Abraham convoco a m i
siervo y otros miembros de su casa para ir a la guerra con el. Ln el
desierto, Moisés, Josué, Aarón y Hur todos cumplían un rol al *1*
fender a Israel contra los amalecitas (ver Éxodo 17). En Josué '>: I I
encontramos que Josué fue comisionado por el capitán de las luu ■
tes del Señor para que avanzara hacia la conquista de los enemigos
de la herencia de Dios.
Débora reunió a muchas de las tribus para batallar contra Sisa
ra. Algunos no tenían voluntad para ir. Saúl en principio estable* io
un ejército estable profesional en Israel. A veces lo dirigía el y en
otras oportunidades Jonatán. En ciertos momentos designaban en
mandantes profesionales.
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El guerrero adorador
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Vestido para la guerra
¡Levántense guerreros
de adoración!
Levántense, guerreros de adoración,
aunque sean pocos en número.
Levántense y tomen su lugar
en el plan y destino de Dios.
Regocíjense los santos por su gloria, y canten aun sobre sus ca
mas. Exalten a Dios con sus gargantas, y espadas de dos filos
en sus manos. Para ejecutar venganza entre las naciones, y
castigo entre los pueblos; para aprisionar a sus reyes con gri
llos, y a sus nobles con cadenas de hierro; para ejecutar en
El guerrero adorador
ellos el juicio decretado; gloria será esto para todos sus santos.
Aleluya (Salmo 149:5-9).
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Vestido para la guerra
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El guerrero adorador
• He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre,
así el alm a del hijo es mía (Ezequiel 18:4).
• Porque mía es toda la tierra (Éxodo 19:5).
• En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cej
rraré sus portillos y levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en
el tiempo pasado, para que aquellos sobre los cuales es invoca
do mi nombre posean el resto de Edom, y a todas las naciones,
dice Jehová que hace esto (Amos 9:11-12).
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Vestido para la guerra
Adoración intercesora
Dios comienza desatando su carga a un alma dispuesta sobre la
Tierra que le responderá. Esta carga lleva a la intercesión. La inter
cesión tiene que incluir adoración para cumplir el plan de Dios.
John Dickson escribió:
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El guerrero adorador
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Vestido para la guerra
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El guerrero adorador
amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fu era el te
m or” (1 Juan 4:18). “No temeré mal alguno porque tú estarás
conmigo” (Salmo 23:4). “Aunque un ejército acampe contra
mí, no temerá mi corazón” (Salmo 27:3). “No temas, porque
yo estoy contigo” (Isaías 41:10).
Panderos y liras
En uno de nuestros tiempos de intercesión, el Espíritu de Dios
cayó y comencé a profetizar: “Tomen sus panderos de los árboles.
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Vestido para la guerra
Él se ha levantado de la tumba,
con panderos y arpas lo alabaré.
Él quebró el poder de la muerte.
Él se ha levantado de la tumba.
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El guerrero adorador
Jesús en el templo
Cuando Jesús entró enjerusalén entre los gritos de: “Hosanna
[a Dios] en las alturas”. Hizo algo que nunca había hecho antes en
todo su ministerio. Entró al templo a “poseerlo”. Era la casa de su
Padre, y había sido tomada por cambiadores de dinero y mercade
res (Mateo 21:12). Robert Gay, en su libro, Silenciando al enemigo,
escribe:
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Vestido para la guerra
Motas
1. Arlette Revells, E-mail para el autor, 28 de marzo de 2002.
2. Biblesoft’s New Exhaustive Strong’s Numbers and Concordance with Ex
panded G reekH ebrew Dictionary (Seattle, WA and Colorado Springs,
CO.: Biblesoft and International Bible Translators, Inc., 1994).
3. C. Peter Wagner, ed. El Dominio de la Reina (Colorado Springs, CO.:
Wagner Publications, 2000), pp. 52-54.
4. Bev. Smith, “Arise Worshiping Warriors”, (unpublished, 2002).
5. Robert Steams, Prepare the Way (Lake Mary, FL.., Creation House,
1999) p. 108.
6. Merriam-Webster’s Collegiate Dictionary, lO1^1 ed., s.v. “intercede”.
7. Cindy Jacobs, The voice o f God (Ventura, CA.: Regal Books, 1995), p.
194.
8. John Dickson, “Tambourines and Harps” (Denton, TX: Glory of Zion
International Minsitries, Inc., 1993).
253
S
i CAPÍTULO 10
Salir del
gar e ir hac i a
la c o s e c h a
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El guerrero adorador
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Salir del lagar e ir hacia la cosecha
El Dios de paz
Pocos de nosotros haríamos la ecuación de la revelación del
Dios de paz en adoración con un lanzamiento para ir a la guerra.
Queremos paz, ¿pero paz a qué precio? Algunos piensan que si nos
mostramos como amadores de la paz, nunca tendríamos que gue
rrear. En 1938 Francia solamente quería vivir en paz. Así que igno
raron a su vecino Alemania, que se estaba preparando para la
guerra. Pero el deseo de paz no trae la paz. Alemania pudo tomar
posesión de Francia tan solo en unas semanas. No es nuestra pre
disposición para la guerra la que invita a la guerra, es nuestra po
sesión de algo que alguien más también lo quiere. La pasividad no
trae nunca la paz; nunca lo ha hecho.
La historia nos ha mostrado que mientras estemos dispuestos a
entregar lo que es nuestro, no tendremos que enfrentar la guerra.
Si entregamos nuestras posesiones, puede prevenirse la guerra. Si
entregamos nuestros derechos, la guerra puede prevenirse. Si en
tregamos a nuestros hijos como esclavos, la guerra puede prevenir
se. Un momento, ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar? Esa es
una buena pregunta para nuestra Iglesia actual. Hemos entregado
la oración en las escuelas. Hemos entregado los derechos de los que
están por nacer. Hemos permitido que una pequeña minoría deter
mine qué es lo aceptable en la sociedad: casamientos entre
personas del mismo sexo y adopciones para esos “matrimonios”.
Hemos permitido que nos ridiculicen por tomar cualquier po
sición por lo que es correcto. No hemos sido vigilantes y mucho
se ha perdido. Ahora Dios quiere lo suyo de vuelta y nos mira pa
ra que vayamos a tomarlo. Pero somos la Esposa de Cristo. Somos
amantes, no guerreros. ¿Y quién sería ese hombre que enviaría a
su esposa para que saliera a pelear contra un ladrón para que le
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Salir del lagar e ir hada la cosecha
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El guerrero adorador
Preparación y disposición
¡La adoración nos prepara! Para ganar una guerra es necesa
rio estar preparado. “Prepararse” significa estar listo para un pro
pósito específico, en estado, adaptado o entrenado. La palabra
también significa poner juntos o unir adecuadamente, de acuer
do a un plan o fórmula, o hacerse receptivo, disponer, construir,
equipar o amoblar con las provisiones necesarias o accesorios.
Esta es una temporada en que el Señor está intentando ubicarnos
y ponernos en forma para la victoria. También desea desatar pro
visiones, para que podamos soportar las dificultades por venir y
acelerar sus propósitos. Una de mis Escrituras favoritas sobre la
preparación es: “Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas
encendidas; y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que
su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le
abran en seguida. Bienaventurados aquellos siervos a los cuales sus
señor, cuando venga halle velando” (Lucas 12:35-37). La Palabra
continúa diciendo que Él “hará que se sienten a la mesa, y [Él]
vendrá (...) a servirles” (v. 37, subrayado agregado). “Ceñidos”
significa listos para la acción. Aquellos que estén atentos tendrán
la oportunidad de sentarse y tener comunión con el Señor. Su
unción los preparará para avanzar en la acción. Este pasaje está
precedido por una exposición sobre el corazón, el tesoro y la co
dicia. Ningún buen guerrero es avaro o está atrapado por la mun-
danalidad.
¡La adoración nos da confianza! Para ganar la guerra, debe te
ner confianza! No hay tiempo en esta estación para la auto-conmi
seración. La inseguridad no es otra cosa que orgullo. ¡El Señor
puede crearlo y guardarlo! A través de la adoración, Él desarrolla
su identidad en nosotros. Él forma “¡nuevos y filosos instrumentos
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Salir dei lagar e ir hacia la cosecha
Se levanta la unción
Al adorar, nuestro espíritu se expande, fortalece y madura.
El Espíritu Santo nos llena, y su unción es desatada dentro de
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El guerrero adorador
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Salir del lagar e ¡r hacia la cosecha
frotado con el aceite del Espíritu Santo para hacer lo que Dios nos
ha llamado a hacer.
Cuando operamos en esa unción al predicar, aconsejar, alentar,
profetizar o ministrar de alguna manera, esa unción del Espíritu
Santo toma nuestras palabras o ministerio, pasa a la mente, volun
tad y emociones de las personas, y les penetra como una espada en
su espíritu. Su espíritu responde, se vivifica. Cuando adoramos, el
mensaje, profecía, música o lo que sea, se vuelve vivo en nosotros.
Podemos llevar lo vivo de Dios fuera del santuario a cualquier par
te que vayamos.
Estamos ungidos y tenemos acceso a la unción aún cuando no
lo sentimos o las circunstancias parecen difíciles a nuestro alrede
dor. John Dickson tiene un gran testimonio sobre adorar en medio
del dolor. Escribe:
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¡Asciende nuevamente!
Asciende nuevamente. Deseo que visites otra vez las altu
ras, porque debo hablarte otra vez. Habrá más revelación
en la cima. Es esencial para tu vida que me busques. Ya tie
nes cierto entendimiento. Tu conocimiento de mí y mis ca
minos han aumentado. Pero debes ascender nuevamente
ahora. Voy a comenzar una nueva climatización para ti. De
bes acostumbrarte a las alturas de mi montaña. Algunos
días no te será posible ver a la distancia. Pero si continúas
ascendiendo de pronto te encontrarás con una vista que te
dejará sin respiración.
La revelación te llegará como una inundación. Esa es la ra
zón por la que es necesario que asciendas una y otra vez.
Que vivas en la cima de la montaña es el destino propues
to. Sí, continuarás trabajando y ministrando en el valle, y
tu trabajo se hará más y más fuerte. A través de tus visita
ciones a la cima, serás provisto, recargado y renovado an
dando conmigo por las alturas. ¡Asciende nuevamente!
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