Teoría - Clases de Palabras y Pronombre Repaso
Teoría - Clases de Palabras y Pronombre Repaso
Teoría - Clases de Palabras y Pronombre Repaso
El pronombre
A diferencia del sustantivo o el adjetivo, los pronombres no poseen un significado fijo sino que éste se
construye en el contexto de enunciación. Es decir, según quién hable y en qué contexto, será a quién refiera o
nombre el pronombre. Veamos un ejemplo:
“Mi fiel secretaria se ocupa o querría ocuparse de todo en mi oficina. Nos pasamos el día librando una cordial
batalla de jurisdicciones, un sonriente intercambio de minas y contraminas, de salidas y retiradas, de prisiones y
rescates. Pero ella tiene tiempo para todo, no sólo busca adueñarse de la oficina, sino que cumple escrupulosa sus
funciones.” (“trabajos de oficina” en Historia de cronopios y de famas , Julio Cortázar)
Podemos ver, en la cita anterior, que las palabras nos y ella se cargan de un sentido particular en relación al
contexto. En este caso, “nos” se refiere específicamente al narrador y su secretaria, quien luego será nombrada
como “ella”. Sin embargo en el cuento “tía explicada o no” vuelve a aparecer la palabra ella, pero ahora no se
refiere a la secretaria, sino a la tía:
“Es curioso que a mí estar de espaldas me resulte la posición más natural, y a veces sospecho que mi tía le tiene
horror por eso. Yo la encuentro perfecta, y creo que en el fondo es la más cómoda. Sí, he dicho bien: en el fondo,
bien en el fondo, de espaldas. Hasta me da un poco de miedo, algo que no consigo explicar. Cómo me gustaría ser
como ella, y cómo no puedo” (“Tía explicada o no” en Historia de cronopios y de famas, Julio Cortázar).
Es esta condición flexible distintiva de los pronombres la que permite que puedan reemplazar a los sustantivos
dentro de la oración. Por ejemplo, en el primer caso, la palabra nos reemplaza tanto al nombre del narrador
como a la secretaria, y la palabra ella reemplaza a secretaria y a tía respectivamente.
Los pronombres, según el elemento de la
comunicación al que señalen, pueden ser
clasificados en personales, demostrativos,
posesivos, indefinidos, relativos y enfáticos.
Los personales son aquellos que señalan a los
participantes de la situación comunicativa.
Distinguimos así a la primera persona que es el
emisor (yo, nosotros/as, me, mi, conmigo), de la segunda, que sería el receptor (vos, usted,tú, te, ti, ustedes,
vosotros, contigo) y de la tercera, que está fuera de la comunicación y es sobre quien se habla (ella, él, ellos, ellas,
lo, los, la, las, consigo, se, sí).
Los demostrativos, como ya vimos en los adjetivos demostrativos, son aquellos que señalan la distancia entre
el emisor y el objeto/sujeto en cuestión. Son pronombres indefinidos: este/a/o, esa/e/o, aquel/llo/lla, y sus formas
plurales, aquellos/ aquellas.
Los posesivos indican una relación de pertenencia respecto de los sujetos y/u objetos que intervienen en la
conversación. Se puede distinguir los de primera persona (mío, nuestro y sus variaciones de género), de los de
segunda (tuyo, suyo y sus variaciones en género y
número) y de los de tercera (suyo y sus
variaciones en género y número).
En este caso, el pronombre enfático qué está entre signos de interrogación. En cambio, en el siguiente
fragmento, la exclamación se sugiere:
Cómo me gustaría ser como ella, y cómo no puedo.
Morfológicamente, el pronombre es una categoría variable, ya que sufre (en su gran mayoría) accidentes
gramaticales de género y número en concordancia con el sustantivo al que acompañan o al que refieren, y de
persona, en relación al lugar que ocupan dentro de la comunicación y su relación con los participantes de la
misma.