Modulo 02 Notas Clase

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Entrevista clínica

Aspectos generales

Entrevista psicológica

Dentro de un proceso de comunicación interpersonal, la entrevista psicológica es el conocimiento


más o menos profundo, según sea la formación psicológica y la experiencia del entrevistador, de
los factores psicológicos sociales y ambientales que intervienen en la conversación CASADO, E.
(2005).

características de la entrevista:

 Precede a cualquier modalidad de intervención.

 Es flexible, ya que el entrevistador debe adaptarse a las características del entrevistado y


al desarrollo de la propia entrevista.

 Es el punto de partida en el que se establecerá la relación terapéutica.

 Se centra en la demanda del paciente y en la explicación de su problema.

A continuación, vamos a analizar cada una de estos aspectos de forma detallada.

Pulsa sobre cada opción para ver más información:

Grado de estructuración Estructurada.

Semiestructurada.

No estructurada.

Temporalidad del Inicial.


proceso
De anamnesis o biográfica.

De información complementaria.

De devolución.

De alta clínica.

Finalidad De diagnóstico.

De investigación.

De orientación vocacional.

Grado de directividad Directiva.


No directiva.

La entrevista tiene un objetivo, que en el caso de la psicología clínica es resolver


el problema que el paciente nos presenta. Lo ideal es que los objetivos de ambos sean los
mismos, pero esto no siempre es así.
Funciones de la entrevista

 Clarificadora: la entrevista da la oportunidad a que entre paciente y terapeuta haya


una comprensión clara sobre la información que comparten. En esta relación
bidireccional el terapeuta puede solicitar del paciente que le aclare algo que le ha dicho.
Asimismo, también permite al paciente solicitar al terapeuta que le aclare, por ejemplo, la
gravedad de su diagnóstico o algún aspecto de la reestructuración cognitiva que no haya
entendido bien.

 Terapéutica: muchas veces el terapeuta será la única persona a la que el paciente cuente


sus problemas, o aunque otros los sepan, quizás hayan tenido una actitud crítica y de
incomprensión. El poder hablar de sus problemas, y sobre todo que sea en un entorno de
empatía, comprensión, apoyo y no-crítico, es muy beneficioso para el paciente, que
puede manifestarlo como: “¡Qué bien me quedo después de hablar contigo!”.

 Motivadora: durante la entrevista se establece con el paciente una relación terapéutica


que se convierte en la base para el cambio. Tener un problema no significa reconocerlo ni
querer resolverlo. El terapeuta en estos casos deberá utilizar diversas estrategias durante
la entrevista para ayudar al paciente a que sea consciente de su problema y para motivarle
a cambiarlo. Uno de los problemas que se presentan en la práctica clínica es el abandono
de la terapia, lo que en muchas ocasiones se produce por falta de motivación (DiClemente,
Nidecker, y Bellack, 2008).

La motivación no se debe entender como un problema de personalidad, sino que es un estado o


deseo de cambiar que puede fluctuar a lo largo del tiempo o en función de distintas circunstancias.

Modelo de cambio

Un modelo útil que explica cómo se produce el cambio es el propuesto por Prochaska y


DiClemente (1992). Estos autores intentan explicar por qué cambian las personas y han descrito
una serie de etapas por las que pasa una persona en el proceso de cambio de un problema:

 Precontemplación: en esta etapa el paciente no es consciente de que tiene un problema.


En este caso normalmente no acude a tratamiento.

 Contemplación: el paciente es consciente de que tiene un problema y está pensando en


cambiar, pero no próximamente. Se da la ambivalencia de que a veces desea el cambio y
otras no.
 Determinación: el paciente se decide a cambiar. Puede decir cosas como: “no puedo
seguir así”, o “no sé qué hacer, pero tengo que hacer algo”. En este caso el terapeuta le
propondrá la terapia indicada para su problema.
 Acción: el paciente comienza a realizar conductas para lograr un cambio. El terapeuta lo
refuerza y le ayuda a conseguirlo.
 Mantenimiento: mantener el cambio conseguido y prevenir las recaídas (Marlatt y
Gordon, 1985). Esto puede requerir unas habilidades diferentes de las que fueron
necesarias para conseguir el cambio inicial.
 Recaída: las recaídas son normales durante un proceso terapéutico. El terapeuta tendrá
que animar al paciente, ayudarle a recuperar la confianza en sí mismo y a reanudar su
cambio de conducta.
Etapas de cambio

Clasificación de entrevistas
Grado de estructuración
Podemos encontrar los siguientes grados de estructuración:
 Entrevista estructurada: es aquella en la que hay un guion establecido y
estandarizado. Las preguntas son las mismas para todos los pacientes y las
opciones de respuesta están predeterminadas. Están indicadas para el caso en que
el fin de la entrevista sea el diagnóstico
 o en ámbitos de investigación.
 Entrevista semiestructurada: existe un guion previo pero hay un cierto grado de
libertad. Es la más utilizada dentro de la orientación cognitivo-conductual. Esto
permite tener planificada la información que se necesita recoger y, al mismo
tiempo, poder hacer otras preguntas en función de las circunstancias del paciente
y del propio desarrollo de la entrevista.
 Entrevista no estructurada: se formulan preguntas abiertas sin orden
preestablecido. Es el transcurso de la entrevista el que determina las preguntas.
Son las propias de la orientación psicodinámica.

Temporalidad del proceso


Podemos categorizar las entrevistas por la temporalidad del proceso:
 Entrevista inicial: es en la que se establece la relación terapéutica y en la que se
exponen las demandas del paciente y el motivo de consulta.
 De anamnesis o biográfica: se recogen los datos más significativos de la vida del
paciente durante su infancia, adolescencia, juventud y adultez.
 De información complementaria y contraste de hipótesis: consiste en conocer
datos a través de familiares o personas del entorno del paciente para contrastar la
información que este aporta. En casos en que el terapeuta no está seguro de que
el paciente diga la verdad es recomendable preguntar a otros.
 De devolución: una vez terminada la evaluación es muy importante dar
información al paciente sobre su diagnóstico, las posibles causas, los objetivos del
tratamiento y las estrategias terapéuticas que se emplearán. Se dará al paciente
una explicación clara y comprensible sobre:

1. Cuáles son sus problemas.


2. Factores de predisposición.

3. Por qué se originaron (factores desencadenantes).

4. Factores de mantenimiento.

Una vez expuesto todo esto, el terapeuta se asegurará de que el paciente lo ha


comprendido, si está de acuerdo, y si cambiaría o añadiría algo. Así se enfatiza que
la interacción durante la entrevista es bidireccional y que el paciente es alguien activo a la
hora de formular su problema y aceptar o no las estrategias de tratamiento. El objetivo
final es proponer un plan de tratamiento basado en la información recogida (Goss y
Moretti, 2011).

Según su finalidad
Según la finalidad, la entrevista pueden categorizarse en:
 Diagnóstica: orientada al establecimiento de un diagnóstico. El objetivo es
identificar si el paciente cumple con los criterios diagnósticos de un determinado
trastorno. Suele ir acompañada de otras pruebas de evaluación.
 De investigación: el objetivo es determinar, en función de ciertos criterios
previamente definidos, la adscripción o no de un sujeto a una investigación.
 De orientación vocacional: orientar en los estudios o en el ámbito profesional.
También suele usarse algún cuestionario sobre intereses y aptitudes profesionales.
Según el grado de directividad
Según el grado de directividad, la entrevista puede ser:
 Directiva: el objetivo principal es obtener el máximo de información para formular
hipótesis que guíen el proceso de evaluación y la intervención. Con este fin el
terapeuta se muestra más activo en la iniciativa de la conversación, elige el tema
para hablar, lo encauza.
 No directiva: los temas son más generales y es el paciente el que más habla.
Cuando el terapeuta interviene lo hace desde el marco de referencia y el foco del
paciente, puesto que el objetivo primordial es ponerlo en contacto con su
experiencia y con sus vivencias, evitando ofrecer el punto de vista del terapeuta o
constreñir al paciente. El objetivo es crear un buen clima y ayudar al paciente a
esclarecer su problema desde su propia posición (Ibáñez, 2010). Es el tipo de
entrevista que se utiliza, por ejemplo, en la terapia centrada en el cliente de
Rogers.

Condiciones previas a la entrevista

Entorno
El ambiente de la consulta del terapeuta es lo primero que el paciente percibe y
también da una imagen del propio terapeuta. Ha de ser un ambiente:
 Agradable.
 Neutro.
 Silencioso.
 Limpio.
 Ordenado.
 Con una iluminación adecuada.
Las personas suelen sentirse más cómodas en ambientes con una decoración cálida.
En relación con la distribución espacial terapeuta-cliente, debemos considerar si es
mejor que se sitúen sentados uno a cada lado de la mesa, que estén los dos en el
mismo lado, o sentados en sendos sillones. De hecho, cualquier opción es válida.
Aspectos personales del terapeuta
  La edad: normalmente la gente de más edad es considerada como
más experta y competente. En el caso de que el terapeuta sea muy joven lo
importante es que demuestre que es una persona preparada y capaz de ayudar al
paciente.
  La apariencia física: el paciente observará no solo el lugar donde trabaja el
terapeuta sino también al propio terapeuta. Conviene ir vestido de forma neutral,
sin estridencias, teniendo en cuenta que habitualmente el terapeuta está
atendiendo a pacientes muy diversos en función de su edad, sexo, raza, nivel
económico o nivel sociocultural. También se ha de adaptar la forma de vestir en
función del tipo de pacientes a los que se atiende normalmente. Así pues, si se
suele trabajar con adolescentes sería poco apropiado que un terapeuta varón
empleara traje y corbata. El terapeuta no debe llevar nada visible que
pueda incomodar a un paciente, como por ejemplo, simbología religiosa o política.
  Sexo: existen diferencias entre el comportamiento del hombre y de la mujer: las
mujeres tienen tendencia a sonreír más, a tener más contacto físico y visual y a
realizar más movimientos expresivos con la cabeza. Asimismo, captan y descifran
mejor la conducta no verbal del paciente en comparación con los hombres. A veces
los pacientes tienen preferencias en cuanto al sexo del terapeuta. Normalmente,
cuando prefieren un terapeuta de un sexo determinado eligen a uno de su mismo
sexo.
 Puntualidad: como muestra de profesionalidad y respeto hacia el paciente, es
importante ser puntual. Si el terapeuta se retrasa unos minutos es conveniente
que pida disculpas al paciente.

Lenguaje
Ha de ser claro y preciso. Se evitará el uso de terminología técnica en la medida de lo
posible. Hablar despacio y asegurarse de una adecuada comprensión por parte del
paciente es fundamental.
En cierta medida el lenguaje se ha de adaptar al del paciente en función de aspectos
como su edad o su nivel cultural, aunque tampoco se ha de imitar el del paciente
porque quedaría forzado.
El paciente tiene su propia manera de expresar lo que le pasa, a veces con metáforas,
y es importante utilizar su mismo lenguaje para hacerle ver que entendemos su
problema.
Si el paciente es psicólogo el terapeuta puede emplear términos más técnicos; si es
adolescente puede utilizar algunas expresiones propias de su edad para fomentar la
conexión con él. También contribuye a reforzar la alianza terapéutica pronunciar
el nombre del paciente durante la entrevista.

Registro de información

Tomar notas es más fiable que guardar la información mentalmente. Si se hace


una grabación audiovisual hay que pedir permiso al paciente.
Respecto a cómo tomar notas, lo mejor es hacerlo durante la entrevista para no pasar
por alto nada significativo. Como es importante mantener el contacto visual con el
paciente para que se sienta escuchado y atendido, se pueden tomar notas de
la información básica y cuando haya acabado la sesión se completan.
Si las notas se toman con un ordenador, esto implica una mayor distancia entre
paciente y terapeuta, aunque McGrath, Arar y Pugh (2007) han analizado este tema y
han llegado a la conclusión de que dedicar el tiempo necesario a mirar al paciente
antes de volver al teclado en los cortes de atención que se producen entre escribir un
dato y escuchar al paciente minimiza el impacto negativo que genera el uso de estos
dispositivos.

Comunicación no verbal
La comunicación no verbal 
es tan importante o más que la verbal. Se ha estimado que más del 60 por 100 de la
información que interpreta el receptor llega por esta vía (Ballenato, 2009). Según este
autor, cuando la persona demuestra contradicciones entre su lenguaje verbal y no
verbal es que puede estar mintiendo.
Algunos de sus indicadores son:
 Desvío de la mirada evitando el contacto visual.
 El parpadeo suele producirse cuando las palabras contradicen lo que se piensa.
 El volumen de la voz es inferior al normal.
 Gesto de llevarse la mano a la boca tapando parcialmente la cara.
 Incremento de la velocidad del habla.
Funciones:
 Sustituye o completa mensajes verbales.
 Proporciona feedback.
 Transmite emociones.

Características de la comunicación no verbal

Veamos los aspectos más importantes de la comunicación no verbal:


 Contacto físico: se produce por primera vez al recibir al paciente.
  Proximidad: la distancia entre los dos debería ser de entre un metro y un metro y
medio, para tener una cercanía suficiente pero no excesiva.
  Postura: es aconsejable que el terapeuta adopte una postura relajada pero que
muestre atención hacia el paciente. Una postura ligeramente inclinada hacia el
paciente muestra interés, así como tener los brazos abiertos indica una posición
abierta.
  Expresión facial: a través de la cara es como mejor se muestran
las emociones más importantes: alegría, preocupación, tristeza.
Es recomendable mantener contacto visual frecuente con el paciente, aunque hay
que hacerlo con cuidado, puesto que una mirada fija e incisiva puede producir
tensión. Es preciso sonreír cuando sea adecuado hacerlo.
FASES DE LA ENTREVISTA
Preparación
Es necesario prepararse la entrevista. Si el terapeuta ya conoce el motivo de consulta
debe tener preparadas las preguntas que hará al paciente agrupadas por áreas
temáticas.
También es útil leer el informe del paciente, si se dispone de él, o contactar con el
profesional que lo deriva, si este fuera el caso, para ponerse en antecedentes de
los problemas del paciente y de otros aspectos que pueden ser importantes.
Es importante asegurarse de que no habrá distracciones durante la entrevista: no se
pasarán llamadas, desconectar el teléfono móvil, etc.
Inicio
En la fase inicial de la entrevista es más importante que el paciente exprese sus
sentimientos que hacer una lista de síntomas.
No hay una segunda oportunidad para causar una primera impresión.
Por ello, debemos tener en cuenta una serie de aspectos que detallaremos a
continuación:
 Aspectos relativos al saludo inicial.
 Control/gestión del ambiente.
 Obtención de datos personales y de fuentes de referencia.
 Descripción del procedimiento terapéutico.
Saludar adecuadamente
Cuando el paciente haya llegado a la consulta, el terapeuta irá a buscarlo a la sala de
espera, se dirigirá a él con una sonrisa y lo llamará por su nombre.
Ejemplo
“Eres Rosa, ¿verdad? Acompáñame, por favor”. O si es un paciente que ya ha venido
en otras ocasiones: “Hola Mario, ¿qué tal?, pasa conmigo”.
Control/gestión del ambiente

El terapeuta debe crear un ambiente agradable para que el paciente se sienta


cómodo y relajado.
Para muchos pacientes el hecho de ir a un psicólogo les supone un gran esfuerzo
porque lo asocian con ideas como “debo estar muy mal”, “los psicólogos son para la
gente que está loca”, o con sentimientos de vergüenza por no haber podido solucionar
sus problemas por sí mismos.
Cuando el paciente acude por primera vez a consulta puede tener dudas como: “¿me
comprenderá?”, “¿pensará que estoy loco?”, “¿me podrá ayudar?”, “¿creerá que es
una tontería lo que le estoy contando?”, “seguro que los casos que ve son más graves
que el mío”, etc.
En los primeros momentos de la entrevista se debe crear un ambiente agradable para
que el paciente se sienta cómodo y relajado y que estimule su confianza.
Antes comenzar la entrevista conviene “romper el hielo” hablando de cualquier tema
trivial para dar tiempo a que el paciente se vaya adaptando a la nueva situación. Para
ello está bien hablar de cosas como si ha tenido dificultades para encontrar la consulta
o si ha encontrado mucho tráfico.
Si es un paciente que ha venido en otras ocasiones y sabemos que desde la última vez
que nos vimos tenía que suceder algo importante en su vida (intervención quirúrgica
de un familiar cercano, viaje a otra ciudad para asistir a un concierto, una primera cita,
etc.), es conveniente preguntarle por ello al inicio de la sesión. Así, el paciente se
siente significativo para el terapeuta, y lo percibe como un profesional cercano.
Datos personales y fuente de referencia
Deben obtenerse del paciente datos personales como los siguientes:
 Nombre completo.
 Edad.
 Teléfono.
 Correo electrónico.
 Dirección.
 Profesión.
Esto sirve de transición antes de entrar a hablar del motivo de consulta. También en
estos momentos se le explica que lo que hablen entre sí será confidencial, y se puede
entregar una hoja de consentimiento informado al paciente si se desea o es necesario
Descripción del procedimiento terapéutico
Otro aspecto que debemos tener en cuenta es explicar al paciente en qué va a
consistir la terapia. Para ello, se tratarán temas como:
1. Frecuencia de las sesiones.
2. Duración de cada sesión.
3. Precio.
4. Fases:
1. Evaluación.
2. Devolución.
3. Tratamiento.
5. En qué consiste básicamente la terapia cognitivo-conductual.
1. Hay pacientes que han realizado terapia con psicólogos de otras
orientaciones y pueden tener expectativas erróneas sobre lo que se hará
durante la terapia.
Cuerpo de la entrevista
En primera instancia, debemos tener en cuenta los objetivos de la entrevista:
 Obtener información relevante.
 Identificar el problema.
 Elaborar hipótesis.
Esta es la principal parte de la entrevista. Al principio es conveniente hacer preguntas
abiertas para dar oportunidad al paciente de expresar lo que le preocupa con sus
propias palabras.
Hay dos aspectos en los problemas del paciente: los hechos y
las emociones asociadas.
 Los hechos se refieren a situaciones como una ruptura de pareja, problemas de
sueño, dificultad para relacionarse con la gente, etc.
 Las emociones son las que estos hechos provocan, y el paciente las puede ocultar
por sentirse incómodo o avergonzado.
A continuación, expondremos con detalle las áreas a explorar durante la consulta.
Motivo de consulta
En la fase inicial la primera exploración es la referida al motivo de la consult
Motivación para el tratamiento
Es importante saber si el paciente está motivado para la terapia y
qué expectativas tiene porque es un punto fundamental en su implicación y por tanto
en su recuperación.
Descripción del problema actual
Otra de las variables que debemos explorar con detenimiento es descripción del
problema actual con base en:
 La frecuencia.
 La duración.
 La intensidad.
 Los antecedentes.
 Las consecuencias.

Origen y evolución del problema

Aunque en terapia cognitivo-conductual el terapeuta se centra habitualmente en los


factores que mantienen el problema en la actualidad, para realizar una intervención
adecuada es necesario conocer las causas del problema, los factores de
predisposición (personales, familiares), y cómo ha ido evolucionando el problema y en
función de qué. Conviene indagar por épocas de mejoría o de empeoramiento del
trastorno y con qué factores se asociaron tales cambios.

Información biográfica relevante


Es importante conocer aspectos importantes de la vida del paciente durante su infancia,
adolescencia y juventud, para detectar sucesos que hayan influido en el problema actual
y también que hayan contribuido a formar la personalidad del paciente.
elaciones familiares y sociales
Una vez que se conocen quiénes son los miembros de su familia más directa (pareja,
padres, hijos, hermanos) y con quién convive, hay preguntarle cómo es la relación que
tiene con ellos, si está satisfecho. La calidad de la relación con su familia puede ser un
factor protector o de mantenimiento del problema.
Es conveniente preguntar por la actitud de la familia frente al problema
Relación de pareja y relaciones sociales
En las relaciones de pareja debemos tener en cuenta las siguientes observaciones:
 Tipo de relación (novios, conviven, casados, etc.) y duración.
 Evolución de la relación.
o Crisis sufridas.
 Cómo es percibida esta relación, nivel de satisfacción:
o Comunicación.
o Muestras de afecto.
o Objetivos en común.
o Relaciones sexuales.
 Actitud de la pareja hacia el problema.

Trabajo/estudios y aficiones

Sobre los estudios o trabajo del paciente:

 En qué estudia o trabaja.


 Grado de satisfacción.
o La insatisfacción laboral o inadaptación puede ser un estresor notable.
 Relación con los compañeros y con los superiores.
 Averiguar si es una fuente de mejora de la autoestima, de estrés, frustración, etc.
 Si no estudia ni trabaja, valorar cómo le afecta esto en su vida.

Hábitos de vida

Conocer los hábitos del paciente proporciona una valiosa información.

Exploración psicopatológica y antecedentes


Para recoger esta información se puede utilizar una entrevista estructurada o
semiestructurada.
En esta última para conocer una información básica se debe preguntar por:
 Ansiedad (síntomas de ansiedad rasgo, fobias, TOC, hipocondría).
 Estado de ánimo.
 Consumo de tóxicos.
 Presencia de síntomas psicóticos.

Historia psiquiátrica

Es preciso conocer si ha tenido otros problemas psicológicos/psiquiátricos a lo largo de su


vida, la gravedad y su evolución.
En cuanto a los tratamientos, es necesario averiguar en qué consistieron y los resultados.
Si el paciente ha recibido otros tratamientos psicológicos hay que averiguar de qué tipo
fueron (psicoanalítico, humanista, cognitivo-conductual, etc.) y el grado de mejora y
satisfacción con la terapia.

Personalidad
Se puede definir la personalidad como la combinación de los aspectos mentales,
emocionales, conductuales y sociales. La manera como nos relacionamos con el mundo y
con nosotros mismos definen nuestros rasgos de personalidad

 Contenidos
1. Introducción
2. Preparación
3. Inicio
4. Cuerpo de la entrevista
5. Estrategias eficaces para enfrentarse al problema
6. Terminación
7. Comunicación de los resultados o diagnóstico
8. Clases audiovisuales
Preferencias

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Estrategias eficaces para enfrentarse al problema
Durante una entrevista clínica el terapeuta tiende a centrarse en evaluar las situaciones que
provocan el problema, pero es igual de importante preguntar cuáles son las situaciones en
las que el problema no aparece o lo hace con poca intensidad. Esto será interesante
durante la terapia para fomentar las situaciones de no-problema

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