Concentracion de La Tierra y Las Zonas D
Concentracion de La Tierra y Las Zonas D
Concentracion de La Tierra y Las Zonas D
Neogranadina
Revista Vol. 23(46)
Prolegómenos julio-diciembre 2020 ■ ISSN: 0121-182x · ISSN-e: 1909-7727 ■ pp. 51-70
DOI: https://doi.org/10.18359/prole.4309
Palabras clave: Zidres; acaparamiento de tierra; Montes de María; desarrollo rural; derecho agrario
* Artículo de investigación resultado del proyecto “Los conflictos por la tierra en Colombia. Un análisis
socio-jurídico en perspectiva comparada (municipios de María La Baja y Carmen de Bolívar, Montes de
María)” que se financió con recursos provenientes del Fondo Nacional de Financiamiento para la Ciencia,
la Tecnología, y la Innovación “Francisco José de Caldas” de Colciencias.
a Doctor en Derecho de la Universidad del Rosario, Colombia. Máster Europeo en Historia y Comparación
de las Instituciones Políticas y Jurídicas de los países de la Europa Mediterránea, de las Universidades de
Milán (Italia), Messina (Italia) y Córdoba (España). Especialista en derechos humanos y estudios críticos
del derecho, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales; Escuela Latinoamericana de Políticas Públi-
cas. Especialista en derecho de tierras, Universidad Externado de Colombia. Abogado de la Universidad
de los Andes. Jurisdicción Especial para la Paz, Bogotá, Colombia.
Correo electrónico: Daniel.Alzate@urosario.edu.co
51
Land concentration and Rural, Economic, and Social
Development Interest Zones (Zidres) in los Montes de María,
María La Baja and Carmen de Bolívar
Abstract: Land concentration in Latin America and in Colombia tends to grow. Despite the state´s
effort to revert that trend, the land concentration phenomenon intensifies, specially, in those re-
gions that have been strongly affected by the internal armed conflict, such as the “Los Montes de
Maria”. Based on quantitative and qualitative information, the social and political context of María La
Baja and Carmen de Bolívar is presented to analyze the agrarian structure, and the trend to higher
land concentration is proven. From this information the relation such agrarian structure has with the
development model of the Rural, Economic and Social Development Interest Zones (Zidres for its
Spanish Acronym) approved by Law 1676 of 2016.
Keywords: Zidres; land grabbing; Montes de María; rural development; agrarian right
52
Revista Prolegómenos ■ Vol. 23(46)
La extrema desigualdad en Colombia tiene a tenencia de la tierra y, a partir de allí, exponer algu-
su vez una compleja e imbricada relación con el nas conclusiones sobre los posibles efectos de la ley
conflicto armado, no solo como una de sus cau- Zidres en los territorios objeto de estudio.
sas, como lo afirman los aportes desde perspecti-
vas críticas al informe presentado por la Comisión Breve contextualización de María
Histórica del Conflicto Armado y sus Víctimas La Baja en la subregión de Montes
(2015), sino también como un aspecto que perpe-
de María
túa el conflicto social. La falta de acceso a la tie-
El municipio de María La Baja, el cual hace parte
rra está asociada directamente a mayores niveles
de la subregión de los Montes de María en el Cari-
de pobreza y a la negación sistemática de derechos
be colombiano, tiene aproximadamente 547 km2,
fundamentales como la dignidad humana, la sa-
correspondientes al 2,1 % de la superficie total del
lud, la educación, la protección social, la vivienda y
departamento de Bolívar. María La Baja limita por
el mínimo vital, entre otros.
el norte con el municipio de Arjona, al este con los
Uno de los escenarios del conflicto por el ac-
municipios de Mahates y San Juan Nepomuceno,
ceso a la tierra lo ejemplifica la región de Montes
al sur con los municipios de San Jacinto y El Car-
de María en el Caribe colombiano. Ubicada en el
men de Bolívar y al oeste con el municipio de San
centro de los departamentos de Bolívar y Sucre, es
Onofre (Indepaz, 2013); ver Figura 1.
una región geográfica conformada por quince mu-
nicipios. Los Montes de María ha sido un territorio
en disputa donde hicieron y hacen presencia acto-
res armados como las guerrillas de las farc-ep, el
eln y el epl, bloques paramilitares y fuerzas del
Estado; es uno de los más golpeados por el despla-
zamiento forzado y la violencia sistemática.
En particular, los municipios de María La Baja
y El Carmen de Bolívar ejemplifican las nuevas for-
mas de violencia legal que se impone sobre sus po-
bladores. En estos municipios confluye un primer
momento caracterizado por el desplazamiento for-
zado, despojo de tierras, masacres y asesinatos se-
lectivos de líderes sociales; justamente después de
estos actos de violencia, hay un segundo momento
en el que se desarrollan proyectos agroindustria-
les de gran escala, en especial la siembra de palma
africana y productos maderables, entre otros usos.
En razón a lo anterior, nos proponemos como ob-
jetivo general analizar, desde una perspectiva socio-
jurídica, los conflictos por la tierra en los municipios
de María La Baja y El Carmen de Bolívar, ubicados
en la región de los Montes de María, en relación con
los planteamientos de la ley Zidres, haciendo énfasis
en la concentración de la tierra. Para ello, se reali-
zó una revisión documental con el fin de exponer el
contexto sociopolítico de los dos municipios seña-
lados; posteriormente, con información entregada Figura 1. Mapa de María La Baja en la subregión de
por la Unidad de Planificación Rural Agropecua- Montes de María.
ria (upra), para compararlo con la estructura de Fuente: Juníeles (2017, s. p.).
54 ■ D. Alzate Mora
Revista Prolegómenos ■ Vol. 23(46)
María La Baja cuenta con once corregimientos, latifundista, la empresa agroindustrial, entre otros
once caseríos y diez veredas. Según información actores en disputa por el potencial productivo de
de la Alcaldía, una de sus principales caracterís- dichas tierras.
ticas es que: La conflictividad en María La Baja se eviden-
[…] esta zona produce condiciones favorables cia en las transformaciones en la utilización de sus
por la cercanía del agua para el desarrollo de la tierras fértiles: al principio con cultivos orientados
agricultura y la ganadería. Se encuentra en las fal-
hacia el sostenimiento de las economías campesi-
das de los Montes de María, con un suelo que tiene
nas, los cuales persisten pero en una menor pro-
un 90 % apto para la agricultura y unos recursos
porción; posteriormente, para dar paso al modelo
de la agroindustria a finales del siglo xx y comien-
hidráulicos con una ciénaga llamada la Ciénaga de
zos del siglo xxi, en particular el cultivo de la pal-
María La Baja, es una de las más grandes de Co-
ma africana, con graves problemas ambientales,
lombia que se encuentra al norte de la cabecera
sociales y económicos para María La Baja (More-
municipal y es rica en recursos piscícolas (Alcaldía
no, 2016, p. 51).
de María La Baja, 2016).
Así mismo, el territorio es utilizado para la cría
María La Baja es uno de los municipios con ma- de ganado, la industria avícola y la pesca, entre
yor vocación agropecuaria en la región de Montes otros productos cárnicos o alimenticios; usos de-
de María, configurándose en un territorio alta- rivados de la alta calidad de los suelos y sus condi-
mente demandado por diferentes sectores socia- ciones climáticas e hidrográficas, como lo ilustra la
les como son el del pequeño campesino, el gran siguiente tabla (Tabla 1).
56 ■ D. Alzate Mora
Revista Prolegómenos ■ Vol. 23(46)
pasiva institucionalidad estatal, lo que incitó a las Así mismo, bajo las políticas de apertura eco-
tácticas de los ejércitos paramilitares al despojo nómica en el gobierno de César Gaviria, en su
(Juníeles, 2017, p. 17; Reyes, 2016, p. 233). El cri- mandato entre los años 1990 y 1994, se evidencia el
men del desplazamiento forzado en los Montes de desplome sostenido de las condiciones internacio-
María y en María La Baja alcanzó niveles especial- nales de intercambio, lo que afectó directamente a
mente altos: “[…] así, tenemos un total acumulado los campesinos de las zonas de Montes de María y
de 159.879 personas expulsadas de la región hasta en particular los de María La Baja. Estos, tras la in-
el mes de julio de 2010. Los municipios más afec- corporación del distrito de riego, se concentraron
tados son Carmen de Bolívar, San Onofre, Ovejas en la producción de arroz impulsada por el Estado
y María La Baja” (Cubillos, 2011, p. 62). La Tabla 2, colombiano y vendría a propiciar en la década de
sobre el desplazamiento en algunos municipios de los años noventa un menoscabo de las condiciones
la subregión de Montes de María, evidencia el gra- económicas de las familias campesinas.
do de afectación por el conflicto armado. En par- Este contexto de crisis en las economías cam-
ticular, la táctica de guerra del desplazamiento por pesinas y la afectación directa por parte de los mo-
parte de las fuerzas paramilitares en donde tuvo vimientos paramilitares, en particular el bloque
una mayor afectación fue en María La Baja, con un norte de las Autodefensas Unidas de Colombia
desplazamiento de 8.689 hombres, 8.417 mujeres y (auc), fueron el fermento para la alta tasa de acu-
en concreto 3.731 hogares desplazados, caracteri- mulación, desigualdad y pobreza en la región.
zando la expulsión masiva y póstuma acumulación Entre 1998 y 2006 en María La Baja se desa-
de estas tierras en pocas manos. rrollaron aproximadamente 45 acciones violentas
entre masacres, homicidios y secuestros selectivos.
Tabla 2.
Las cifras de desplazamiento en algunos Con el punto más alto en 2001, cuando se reali-
municipios de Montes de María zaron por lo menos 20 actos violentos en contra
de las comunidades de María La Baja, con el pro-
Hombres Expulsión
Hogares Expulsión
Mujeres Expulsión
Municipio de
25
20
Bolívar Córdoba 6.133 5.499 2.388
15
El Carmen 38.338 30.520 14.175
de Bolívar 10
5
María La 8.689 8.417 3.731
Baja 0
1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
San Jacinto 5.484 5.091 2.511 Acciones 2 1 4 20 8 3 1 3 3
Morroa 1.857 1.912 800 Figura 2. Número de acciones violentas entre 1998 y
Ovejas 9.864 9.717 4.345 2006 en María La Baja.
Fuente: Cubillos (2011, p. 70).
Palmitos 344 375 158
de arroz en el municipio. A partir de la libre com- Lo anterior, sin pasar por alto las graves tasas
petencia entre el pequeño campesino con baja de violencia que se vivían para la época en la re-
composición orgánica del capital en Colombia y gión, como fuente de acumulación de tierras que
los procesos altamente industriales de los países terminarían paradójicamente en manos de este
metropolitanos, se estaba ante un escenario de sistema agroindustrial.
competencia desigual. En este, el Gobierno im- Otras graves violaciones de los derechos huma-
plementaba políticas en contra de los intereses na- nos afectaron particularmente a la población del mu-
cionales y de sus campesinos, para complacer los nicipio de María La Baja. Según datos oficiales, para
mandatos de organismos multilaterales como el el año 2010, después de la etapa de consolidación del
Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional paramilitarismo, habían sido desplazadas del muni-
y el Banco Interamericano de Desarrollo, con sus cipio 17.680 personas, un número impresionante si
recetas neoliberales para lograr el desarrollo eco- se tiene en cuenta que la población del mismo es de
nómico en el supuesto mercado global. 45.000 habitantes (Equipo Tierras y Víctimas, del Ci-
Este proceso condujo a la adopción de la palma nep/Programa por la Paz, 2012, p. 76).
aceitera en la región, como fuente de recambio pro-
Estas empresas agroindustriales, como es el
ductivo, sustentado en las ventajas competitivas y
caso de la palma africana en María La Baja, tienen
comparativas en un mercado abierto y desregulado.
como sustento la flexibilización e informalidad del
Esta adopción se da después de la propuesta produc-
trabajo propiciando la sobreexplotación de la fuer-
tiva impulsada por el Estado colombiano, en manos
za laboral, debido a las necesidades de las comuni-
de Carlos Murgas Guerrero, exministro de agricul-
dades, que se encuentran bajo el control territorial
tura en el primer año de la presidencia de Andrés
y la nula garantía estatal como fuente de soporte de
Pastrana (1998-2002). Murgas fue quien diseñó, im-
estos proyectos.
pulsó y se benefició de la reconversión productiva
Este nuevo modelo productivo concatenado
en la región de Montes de María y concretamente en
con el desplazamiento masivo de las familias cam-
María La Baja (Moreno, 2016, pp. 81, 82).
pesinas y las condiciones generadas por la apertu-
El gran poder político y económico del exmi-
ra económica en Colombia, ocasionaron índices de
nistro Carlos Murgas produjo la imposición de
concentración de tierras muy altas en el país: “el
la producción del aceite de palma bajo la planta-
1 % de las fincas de mayor tamaño tienen en su
ción extensiva de la palma africana en María La
poder el 81 % de la tierra colombiana. El 19 % de
Baja. Ello causó graves consecuencias ambienta-
tierra restante se reparte entre el 99 % de las fincas”
les, sociales, económicas y culturales debido a la
(Paz y Latam, 2018, s. p.).
irrupción de una nueva metodología de empleo y
En María La Baja las condiciones de concentra-
la subordinación del campesinado ante el control
ción de las tierras en pocas manos no son muy dife-
de la economía de conjunto y del territorio, para
rentes, como se puede evidenciar en la siguiente tabla
imponer el para qué, el qué y el cómo de la produc-
(Tabla 3).
ción agraria (Bernstein, 2016).
58 ■ D. Alzate Mora
Revista Prolegómenos ■ Vol. 23(46)
La Tabla 3 nos permite concluir que la concen- y explotados por un sistema de control tanto eco-
tración de la tierra en María La Baja es totalmente nómico como político en la región, que perpetúa
desigual. Mientras que solo un propietario pose estas relaciones oprobiosas.
1.982,57 hectáreas, 623 propietarios poseen menos La concentración de la tierra en María La Baja
de 0,32 hectáreas; un total despropósito que atesti- ha derivado en tasas de pobreza que superan el 61 %
gua el proceso de despojo y de acumulación a par- en el espacio urbano y de 58 % en el espacio rural,
tir del desplazamiento forzado, la compra forzada con un total del 60 % de la población de María La
para el control territorial y la manipulación por Baja en situación de pobreza. Es decir, que de cada
deudas insostenibles de las familias campesinas; diez personas, seis se encuentran en situación de
entre otras dinámicas destructoras del campo y pobreza en este municipio. Otro indicador dicien-
sus habitantes, los campesinos y campesinas. te de la economía excluyente y opresora de María
Esta dinámica de concentración conlleva dis- La Baja es el indicador de miseria de la población;
tintos conflictos en la región, como es el caso de los se encuentra en lo urbano en 33,5 % y en lo rural e
altos índices de pobreza e indigencia en María La 28,4 %, con un total de 30,4 %, uno de los índices
Baja y claramente remarcado en la violación sis- más altos de todo el país. De lo anterior se despren-
temática de los derechos laborales de los trabaja- de que de cada diez personas tres en María La Baja
dores agrarios; estos se encuentran anclados a la se encuentran en condición de miseria, como se
producción de aceite de palma y se ven oprimidos puede evidenciar en la Tabla 4.
Tabla 4. Índices de Necesidades Básicas insatisfechas en María La Baja para el año 2011
Es concluyente cómo María La Baja se ha visto desigual en el acceso a la tierra, así como que dichas
afectada por los proyectos productivos de finales políticas perpetuarían las condiciones de exclusión
del siglo xx y se observan con gran preocupación y sobreexplotación laboral en la región.
las reformas productivas que vendrían a desembo- Las condiciones históricas de María La Baja,
car en las Zidres. Estas profundizarían la estructura como su situación particular referente a los factores
60 ■ D. Alzate Mora
Revista Prolegómenos ■ Vol. 23(46)
Extensión
Extensión uso
Uso del suelo Descripción del uso en el municipio % uso potencial %
actual (hectáreas)
(hectáreas)
Uso representado en cultivos agrícolas de No se
Uso agrícola (frutales) No se aplica 349.120, 13 41,98 %
frutales aplica
62 ■ D. Alzate Mora
Revista Prolegómenos ■ Vol. 23(46)
Extensión
Extensión uso
Uso del suelo Descripción del uso en el municipio % uso potencial %
actual (hectáreas)
(hectáreas)
Uso constituido por tierras combinadas
con cultivos agrícolas y con tierras sin uso
Uso agrícola y forestal 3.502,38 3,75 % 3.502,38 3,75 %
aparente, compuesto por especies de poca
altura y tronco leñoso o semileñoso delgado.
Uso combinado entre cultivos y actividades 25,51
Uso agropecuario 23.817,89 23.817,89 25,51 %
pecuarias %
Este uso está constituido por los cultivos 58,45
Uso agrícola 54.581,34 15.461,20 16,56 %
agrícolas transitorios y permanentes. %
Corresponde a pequeños relictos de
Uso de bosques 11,81
bosques naturales, secundarios y ceiba y 11.028,86 11.028,86 11,81 %
productores y protectores %
melina
Área constituida por las zonas habilitadas
Uso residencial 452,4 0,48 % 452,4 0,48 %
por los pobladores.
Fuente: pnud (2015b, p. 14).
Porcentaje %
Propietarios
Número de
los siguientes actores armados (Alvis, 2017): Com- indirectamente a grandes latifundistas y empresa-
pañía Palenque del Bloque Caribe de las farc-ep; la rios (Zableh, 2016, p. 31).
compañía Jades Jiménez del erp; las Autodefensas A partir del año 2005, con la desmovilización
Unidas de Colombia con la estructura Rito Antonio parcial de las Autodefensas Unidas de Colombia,
Ochoa; el frente Jaime Báteman Cañón del eln; el los índices de violencia se redujeron, claramente
bloque “héroes de los Montes de María” de las auc. por la restructuración del territorio por este actor,
La disputa entre estos actores conllevó a diferen- y dieron paso a la atracción de diferentes inversio-
tes masacres, como fuente de terror, desplazamiento nistas que vieron el potencial productivo y geoes-
y de acumulación (Alvis, 2017, p. 88). Este contexto tratégico con el que cuenta este municipio.
ocasionó en la subregión de los Montes de María que Si bien a partir del año 2005 se vivió una com-
alrededor de 620 personas fueran asesinadas entre pra masiva de terrenos en El Carmen de Bolívar,
1996 y 2004, de las que 525 hacen parte de la sociedad durante los años de altos índices de violencia 1998-
civil y 95 son combatientes. Así mismo, se llevaron 2004 se mantuvo una alta compra de terrenos de
los campesinos desplazados forzosamente, atesti-
a cabo aproximadamente 211 hechos de conflictos
guando el beneficio directo entre la estrategia de
armados en Montes de María, de los que 64 se con-
desplazamiento y la compra de terrenos por gran-
centraron en El Carmen de Bolívar (González, 2017).
des empresarios y latifundistas.
En la gran concentración de tierra en El Carmen
103.626
120.000
de Bolívar existió un interés, dirigido por el despla-
100.000
zamiento provocado por ciertos empresarios, que
80.000
se beneficiaron del actuar de los grupos paramilita-
60.000
res; interés al que estos mismos habían colaborado
35.798
36.211
25.308
24.580
20.770
40.000
20.322
15.127
12.749
8.315
7.020
20.000
2.761
Palmito 1.496
Ovejas
Colosó
Tulú viejo
San Jacinto
María La
Baja
Córdoba
Zambrano
Los Palmitos
Chalán
Morroa
El Guamo
64 ■ D. Alzate Mora
Revista Prolegómenos ■ Vol. 23(46)
Promedio del
Cantidad de Cantidad de
Rango Área de terrenos (ha) territorio por
predios propietarios
propietario
La cantidad de predios según los rangos de la de las familias campesinas, debido a los desplaza-
Tabla 7 para El Carmen de Bolívar evidencia una mientos forzados y el gran acaparamiento de tierras
alta concentración de la tierra. En los rangos de que muestra cómo nueve personas mantienen pre-
500 a 1.000 y de 1.000 a 2.000 hectáreas solo se en- dios por encima de las 500 hasta las 2.000 hectáreas.
cuentran nueve propiedades. Mientras que para los En la Figura 9 se evidencia cómo a menor rango
predios entre 0,5 y 5 hectáreas se encuentras 678 de propiedad y en los rangos medios se concentran
propiedades. Estas cifras resultan coherentes con el la mayor parte de los predios en El Carmen de Bo-
desplazamiento forzado del campo rural al urbano lívar. En los rangos altos se reducen los predios y
plazamiento forzado y el genocidio como práctica E3. Mayor a 1000 - hasta 2000 ha
tra calculada entre 35 (mínimo) y 48 hectáreas Al igual que las tendencias generales de la re-
(máximo) (upra, 2019). gión de los Montes de María, el municipio de
La cantidad de propietarios muestra la centrali- Carmen de Bolívar vive una restructuración de
zación de la tenencia de la tierra en pocas manos y su modelo productivo beneficiando a los grandes
manifiesta las políticas distributivas y no redistri- tenedores y sumiendo en diferentes formas de ex-
butivas de la tierra, de las leyes agrarias de Colom- plotación a grandes capas de la sociedad. Según el
bia, solapando, haciendo invisible y manteniendo profesor Daniels:
la acumulación de tierras bajo la reconfiguración
[…] en Montes de María la transformación abrupta
violenta del territorio en El Carmen de Bolívar. del territorio, se proyecta con la presencia de modelos
de desarrollo desiguales/diferenciados, configurando
66 ■ D. Alzate Mora
Revista Prolegómenos ■ Vol. 23(46)
una estructura productiva heterogénea (producción Bolívar. Lo anterior nos permite corroborar la ex-
campesina- ganadería extensiva-agroindustria - mine- trema desigualdad de este municipio, la supervi-
ría e hidrocarburos), en donde los efectos nefastos de vencia de la acumulación de tierra y la incapacidad
la violencia asociada al conflicto armado —despojo/ institucional de revertir esta lógica, tras la puesta
desplazamiento/empobrecimiento—, la precariedad en marcha de la restitución de tierras al principio
institucional territorial y la ausencia de una política de de la segunda década del siglo xxi.
desarrollo rural contribuyen a un escenario de incerti-
dumbre y ambivalencia para las comunidades monte- Discusión: el modelo de las Zidres
marianas (Amaranto y Daniels, 2016, p. 76). El problema de la tierra sigue apareciendo en el
En la Figura 11 se exhibe una mayor concentración horizonte próximo como una fuente de conflictos
de terreno en los rangos más altos en El Carmen de sociales en Colombia. Tal realidad parece una con-
Bolívar, donde los propietarios del rango de 0,5 hasta tradicción y resulta sumamente paradójica. Exis-
3 hectáreas son 490 aproximadamente y cuentan con ten varios ingentes esfuerzos desde el Estado que
un área de 525,6 hectáreas, mientras el mayor tenedor buscan resolver los conflictos por la tierra, entre
de tierra posee 1.111,5 hectáreas. De tal manera que el los que se destacan el proceso de restitución de
mayor poseedor de tierras en el municipio cuenta con tierras y la reforma rural integral como resultado
más del doble de hectáreas que las 490 familias en los del proceso de paz; incluso, con bastantes limita-
rangos más bajos de predios en el municipio. ciones, la ley 160 de 1994 también apunta a este
objetivo. Esto a pesar de los esfuerzos de encami-
E3. Mayor a 1000 - hasta 2000 ha 1111,5628
E2. Mayor a 500 - hasta 100 ha 661,8236625
nar el país por sendas de cambios, los cuales han
E1. Mayor a 200 - hasta 500 ha 196,4422913
D3. Mayor a 100 - hasta 200 ha 93,44742384 sido principalmente: institucionales; sobre aspec-
D2. Mayor a 50 - hasta 100 ha 53,33993354
D1. Mayor a 20 - hasta 50 ha 22,20618769 tos nodulares como la resolución pacífica de las
C1. Mayor a 10 - hasta 20 ha 12,42912075
B2. Mayor a 5 - hasta 10 ha 6,273704255 diferencias políticas; y de la búsqueda de poner fin
B1. Mayor a 3 - hasta 5 ha 3,320003582
A4. Mayor a 2.5 - hasta 3 ha 2,907121951 a una problemática de profundo anclaje histórico
A3. Mayor a 1 - hasta 2.5 ha 1,573102463
A2. Mayor a 0.5 - hasta 1 ha 0,732787692 como es la distribución de la tierra y los derechos
A1. Hasta 0.5 ha 0,143320969
0 200 400 600 800 100 1200
de propiedad. Sin embargo, los procesos de con-
centración y acaparamiento de tierras no parecen
revertirse; por el contrario, parece profundizarse
Figura 12. Promedio de hectáreas por propietario se-
bajo un nuevo modelo de inclusión de las alianzas
gún el rango en El Carmen de Bolívar para el año 2019.
productivas, que es el eje nodal a partir del cual se
Fuente: elaboración propia a partir de upra (2019, p. 41). construye el modelo de desarrollo de las denomi-
nadas Zidres, dispuestas en la ley 1776 de 2016.
Por último, el promedio de hectáreas por pro-
En términos productivos, Colombia no ha
pietario ratifica la alta concentración de la tierra en
conseguido cambiar la fuente de recursos para
El Carmen de Bolívar (ver Figura 12). Los 1.259 pro-
sustentar su estructura macroeconómica. Son re-
pietarios en el rango entre 20 y 50 hectáreas poseen
currentes las crisis o desaceleraciones en la pro-
en promedio 22,206 hectáreas, área por debajo de
ducción por cuenta de las fluctuaciones externas
la Unidad Agrícola Familiar para este municipio.
de algunos productos básicos. La crisis del petró-
Por otra parte, para el rango de 1.000 a 2.000 hec-
leo y una pavorosa destrucción de la escasa es-
táreas, encontramos un promedio del territorio por
propietario de 1.111,5 hectáreas, aproximadamente tructura industrial por cuenta de la denominada
50 veces más; es decir, que el propietario con mayor “enfermedad holandesa”, han conducido a que
terreno posee 50 veces más que la media de los po- la política económica privilegie la explotación
seedores en El Carmen de Bolívar. a gran escala del subsuelo para sustraer metales
Así mismo, el promedio del territorio por pro- como el oro, carbón, níquel, entre otros (Arias
pietario, en el rango de hasta 0,5 hectáreas es de Hurtado, 2017).
0,14 hectáreas, unas 7.756,89 veces menos que el Según la Organización de las Naciones Uni-
promedio del mayor propietario en El Carmen de das para la Alimentación y la Agricultura (fao)
Colombia es uno de los cinco países más impor- Constitucional por considerar que se afectaban los
tantes para ser despensa mundial de alimentos derechos fundamentales, como el acceso progresi-
por su ubicación y disponibilidad de tierras. En vo a la tierra, la consulta previa, libre e informada,
los últimos años, los distintos gobiernos en Co- entre otros argumentos esbozados. A pesar de esto,
lombia han tratado de responder al llamado de la la ley 1776 de 2016 fue declarada exequible por el
fao como despensa de alimentos; que permita el máximo tribunal constitucional. La decisión de la
crecimiento económico del país hacia la competi- asequibilidad de la ley fue dividida al interior de la
tividad externa fundada en la especialización en la Corte Constitucional (de un total de nueve votos,
producción de algunos commodities agrícolas bajo seis magistrados votaron a favor de la ley; tres ma-
el modelo de plantación a gran escala. Así es en las gistrados lo hicieron en contra). En una decisión
áreas rurales, en las que se pretende extraer gran controvertida, que no guarda plena coherencia con
parte de la riqueza futura. su precedente de especial protección constitucio-
Las aproximaciones al espacio rural desde la nal hacia los trabajadores agrarios, la Corte intro-
perspectiva de los agronegocios, las estrategias de duce algunos elementos de modulación; lo hace
las alianzas productivas y el énfasis empresarial a con el fin de aminorar los impactos sobre los terri-
gran escala tienen en común el considerarlo como torios ancestrales y garantizar la autonomía de los
una suerte de “baldío social”; esto es, un espacio entes territoriales en la definición de políticas de
vacío a la espera de inversores que lo vuelvan pro- ordenamiento territorial.
ductivo y desarrollen dichas regiones desde su En su sentencia C-077 de 2017, la Corte Cons-
perspectiva centrada principalmente en el creci- titucional estudió dos potentes demandas diri-
miento económico. Sin embargo, tales intenciones gidas a atacar la médula de las Zidres: el modelo
productivas chocan con otros intereses y cosmovi- de zonificación aparejado al uso de los baldíos y el
siones. En el espacio rural colombiano confluyen modelo de asociación de alianzas productivas. A
actores con tradición ancestral sobre los territorios pesar de sus importantes consideraciones sobre el
o con formas productivas que se apartan de mode- corpus iuris de los derechos de los campesinos, de-
los intensivos en capital. De esta manera se tiene claró en su mayoría los artículos de la ley Zidres
una conflictividad en materia productiva y social, ajustados a la Constitución. En general, la Corte
en la que distintos agentes luchan por el reconoci- Constitucional consideró que antes que descono-
miento de sus derechos o de sus pretensiones. cer los derechos fundamentales de los campesinos
A pesar de las múltiples modalidades de orde- y los trabajadores agrarios, la ley Zidres es un mo-
namiento social y productivo de la tierra en Colom- delo económico que desarrolla los mandatos cons-
bia, en los últimos años se ha intentado ensayar un titucionales; que está dentro de la órbita de libertad
modelo de alianza virtuosa entre el capital agroin- del legislador proponer un determinado modelo de
dustrial y los medianos y pequeños trabajadores ru- desarrollo rural que, en su criterio, es respetuoso
rales; para ello, diferentes gobiernos han buscado la del corpus iuris de los derechos de los campesinos.
aprobación de un marco normativo que les permita
su desarrollo. Por denuncias y escándalos de co- Conclusiones
rrupción estos modelos no lograban su aprobación El plateamiento sobre el cual se soporta la ley 1776
en el legislativo. Sin embargo, la ley 1776 de 2016, de 2016, por medio de la cual se crearon las zonas
por medio de la cual se crean las Zidres, logró su Zidres, es generar espacios excepcionales dentro
paso por el Congreso, que aprobó un modelo parti- del territorio nacional para el desarrollo de pro-
cular de ordenamiento social, económico y produc- yectos agroindustriales a gran escala que vinculen
tivo de la propiedad; no obstante, este nuevo marco a los campesinos; para de esta forma, “promover el
normativo fue aprobado bajo fuertes controversias acceso y formalización de la tierra de los campesi-
políticas, económicas, sociales e incluso jurídicas. nos”, como lo estipula el artículo 2 de la ley.
Hubo oposición de distintos sectores sociales Además de contar con paquete amplio de in-
con el contenido de la norma (comunidades étni- centivos económicos y fiscales dirigidos a los
cas y campesinas), y esta se demandó ante la Corte empresarios del campo que postulen proyectos
68 ■ D. Alzate Mora
Revista Prolegómenos ■ Vol. 23(46)
colombiana. Comisión Histórica del conflicto y sus Moreno, Y. (2016). Cambio de la cobertura de la tierra en
víctimas. Recuperado de https://www.ambitoju- María La Baja, Bolívar, entre 1984 y 2015 por proceso
ridico.com/BancoMedios/Documentos%20PDF/ de despojo de tierras. Biblioteca General Alfonso Borre-
estudio-sobre-los-origenes-del-conflicto-social-arma- ro Cabal S. J. Recuperado de https://repository.javeria-
do-razones-de-su-persistencia-y-sus-efectos-mas-pro- na.edu.co/handle/10554/20484
fundos-en-la-sociedad-colombiana--1469487289.pdf Oxfam. (2016). Colombia: las falacias detrás de Zi-
Fajardo, D. (2018). Agricultura, campesinos y alimen- dres, una ley de “subdesarrollo rural”. Oxfam
tos (1980 - 2010). Bogotá: Universidad Externado de International. Recuperado de https://www.
Colombia. oxfam.org/es/colombia-las-falacias-detras-de-zi-
García, P., Reyes, L., Ochoa, G., Pardo, B., Herrero, J., y dres-una-ley-de-subdesarrollo-rural
Zableh, O. (2015). Informe sobre el estado actual e Oxfam América. (2017). Radiografia de la desigualdad: lo
impactos del proceso de restitución de tierras. Bogotá: que nos dice el úlltimo censo agropecuario sobre la
Observatorio de Restitucion y Regulación de Derechos distribución de la tierra en Colombia. Oxfam Inter-
de Propiedad Agraria. national. Recuperado de https://www.oxfam.org/es/
González, D. (2017). El sesgo Anti-campesino del Estado. informes/radiografia-de-la-desigualdad
Bogotá: Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora Paz, A., y Latam, M. (2018). Un millon de Hogares campesi-
del Rosario. nos en Colombia tienen menos tierra que una vaca. Se-
Holt-Giménez, E., y Raj, P. (2012). Rebelión Aliemntaria: mana Sostenible. Recuperado de https://sostenibilidad.
La crisis y el hambre por la justicia. México, D. semana.com/impacto/articulo/concentracion-de-la-
F.: Universidad Autónoma de Zacatecas-Miguel tierra-en-colombia-el-1-por-ciento-de-las-fincas-mas-
Ángel Porrúa. grandes-ocupan-el-81-por-ciento-de-la-tierra/40882
Ibáñez, A. (2008). El desplazamiento forzoso en Colombia: pnud. (2015a). Perfil productivo municipio María la Baja.
un camino sin retorno hacia la pobreza. Bogotá: Recuperado de https://issuu.com/pnudcol/docs/per-
Ediciones Uniandes. fil_productivo_mar__a_la_baja
Incora. (2002). Colombia Tierra y Paz Experiencias y pnud. (2015b). Perfil productivo El Carmen de Bolívar.
Caminos Para La Reforma Agraria Alternativas Para El Recuperado de https://issuu.com/pnudcol/docs/per-
Siglo xxi. Bogotá: Instituto Colombiano de la Reforma fil_productivo_municipal_de_el_c/15
Agraria. Pontificia Universidad Javeriana. (2016). Historia del dis-
Indepaz. (2013). Documento de línea base agroindustria trito de riego de María la Baja - Bolívar: Más moti-
de la palma aceitera- María La Baja (Bolívar). vos para decir que el agua es nuestra. Recuperado de
http://rutasdelconflicto.com/especiales/acuatenientes/
Recuperado de http://palma.indepaz.org.co/wp-
documentos/riego-archivo2.pdf
content/uploads/2012/11/L%C3%ADnea-base-palma-
preliminar_190213.pdf Reyes, A (2016) . Guerreros y campesinos. Despojo y restitu-
ción de tierras en Colombia. Bogotá: Ariel.
Juníeles, I. (2017). Retos y oportunidades para la
transformación del campo: Programas de Desarrollo con Rivillas, C., y Yepes, S. (2011). Conflicto de tierras en
Enfoque Territorial. Dejusticia. Recuperado de https:// el municipio de Carmen de Bolivar: Reclamación
www.dejusticia.org/column/retos-y-oportunidades- y Restitucion de bienes en contexto de violencia.
para-la-transformacion-del-campo-programas-de- Universidad de Cartagena Repositorio UdeC.
desarrollo-con-enfoque-territorial/ Recuperado de http://repositorio.unicartagena.edu.
co/handle/11227/200
Lizcano, M. (2018). Así se disputan la tierra en Colombia.
Mongabay. Recuperado de https://es.mongabay. upra. (2019). Respuesta Derecho de peticion 2019:
c o m / 2 018 / 0 7/ r o b o - d e - t i e r r a - e n - c o l o m b i a - Distribución de la tierra en María la Baja y El Carmen
acaparamiento/ de Bolívar. Bogotá: pnud.
Molano, A. (2011). Montes de María. El espectador. Vega, R. (2015). La dimensión internacional del conflicto
Recuperado de https://www.elespectador.com/ social y armado en Colombia. Injerencia de los Estados
Unidos, Contrainsurgencia y Terrorismo de Estado.
noticias/nacional/montes-de-maria-articulo-271613
Recuperado de http://www.centrodememoriahistorica.
Mollett, S. (2016). The Power to Plunder: Rethinking Land gov.co/descargas/comisionPaz2015/VegaRenan.pdf
Grabbing in Latin America. Antipode, 48(2), 412-432.
Zableh, J. (2019). Normas Rústicas en el mercado de tierras
doi: https://doi.org/10.1111/anti.12190
campesinas: El caso de El Carmen de Bolívar (Tesis de
maestría). Universidad del Norte, Colombia.
70 ■ D. Alzate Mora