Caso de Lardero
Caso de Lardero
Caso de Lardero
Este lunes arranca el juicio contra Francisco Javier Almeida, considerado presunto autor del
asesinato y agresión sexual a Álex, un niño de nueve años que jugaba en un parque de Lardero
el 28 de octubre de 2021.
Álex iba vestido de la niña del exorcista. Jugaba con sus amigos y su hermano pequeño en el
parque Entre Ríos, en Lardero, un municipio inmediato a Logroño. A unos metros, sus padres
disfrutaban en el merendero de unos amigos. Eran las 20.30 horas.
Pasó un hombre y se dirigió a Álex. Le pidió ayuda para cuidar a su perro. Le convenció, no se
sabe cómo, y el niño se incorporó y se fue con el extraño. Recorrieron apenas 50 metros hasta
el portal del número 5 de la calle Río Linares.
Sin embargo, una vez en la vivienda, le llevó al dormitorio le agredió sexualmente y, después,
sin que Álex pudiera defenderse ni pedir auxilio, le inmovilizó con el brazo sobre el cuello,
"apretándole fuertemente con ánimo de causarle la muerte por asfixia", según detalla el
escrito del fiscal.
Los padres echaron en falta a su hijo y asustados preguntaron en un bar cercano y llamaron al
112. Llegaron agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil. Una niña comentó que Álex se
había ido con un hombre. La pequeña aclaró que era la misma persona que semanas antes
intentó engañarla para que fuera a su casa y supo indicar cuál era la dirección. De hecho, una
semana antes, la policía recibió una llamada alertando de una situación parecida.
Se trata de Francisco Javier Almeida López de Castro, asesino y agresor sexual reincidente,
nacido en 1967. Había salido de prisión en libertad condicional en abril de 2020 por agredir
sexualmente y asesinar a la joven Carmen López, en Logroño, el 17 de agosto de 1998.
Y Es que después de salir el caso de lardero a la palestra recordaban el caso de esta chica… con
titulares como este.
El presunto autor del homicidio de un niño de 9 años en Lardero asesinó a María del Carmen
López Guergué de 26 años en 1998.
María del Carmen López Gurgué, natural de Aguilar de Codés, en el que se conoció entonces
como el 'crimen de la inmobiliaria'. López Gurgué, que en aquel momento tenía 26 años y se
iba a casar, residía desde pequeña en Logroño junto a su madre, viuda, y uno de sus seis
hermanos, aunque visitaban asiduamente sus raíces navarras. Trabajaba como agente
inmobiliaria en una compañía de la capital riojana cuando ocurrió el crimen y fue precisamente
por su condición laboral de lo que se valió Francisco Javier Almeida López de Castro para
cometer el asesinato.
el detenido acudió a una inmobiliaria en varias ocasiones para visitar un piso. En una segunda
ocasión entró con la agente inmobiliaria navarra en el interior de un domicilio y, en un
momento dado, aprovechó para darle varios pinchazos para finalmente causarle la muerte
inmediata con una puñalada en el corazón.
Fue sentenciado a 30 años de cárcel (de los que debía cumplir un mínimo de 22) y a pagar una
indemnización de 40 millones de pesetas a la familia. Por estos hechos, y tras disfrutar de
varios permisos penitenciarios, salió de la prisión de Logroño en abril en 2020.
Fco. Javier Almeida, condenado por violación y asesinato: “Tengo un instinto que no puedo
dominar”
El presunto autor del crimen no se consideraba preparado para salir de prisión e incluso
reclamó tratamiento médico por problemas mentales
No era la primera vez que Almeida reconocía en sede judicial sus demonios internos. Dos años
antes había confesado en la Audiencia Provincial su incapacidad para sujetarse: “Tengo un
instinto que no puedo dominar -dijo-. Nunca he tenido una relación normal con una mujer”.
Él llego a sostener que era impotente porque había sido operado de un testículo, pero los
médicos descartaron no solo la impotencia sino que Almeida sufriera algún tipo de parafilia.
“Una cosa es la conducta anormal -apuntó el forense- y otra el tipo de personalidad y de
mente; no hay nada que diga que no puede controlarse. Sabe lo que hace y cuando lo hace es
porque quiere”.
Su padre se suicidó hace más de veinte años y su madre falleció en 2008. Aunque padecía una
sordera severa, había cursado hasta cuarto de solfeo en el conservatorio oficial de música, y
poseía un elevado cociente intelectual. En sus primeros años en prisión, se quejaba de que casi
todo el dinero que ganaba trabajando en los talleres ocupacionales de la prisión se lo tenía que
gastar en audífonos.
Su comportamiento entre rejas siempre fue ejemplar. Su buena actitud en la cárcel, en donde
era considerado un preso de confianza, le permitió beneficiarse de la libertad condicional tras
haber cumplido las tres cuartas partes de la condena.
Francisco Javier Almeida López de Castro, de 54 años, cruzó la verja de salida de la cárcel de
Logroño el 8 de abril del 2020, después de 21 años, 7 meses y 13 días encerrado entre esta
prisión y la cántabra de El Dueso, tiempo durante el que no logró permiso penitenciario alguno
por la oposición de la Fiscalía. El jueves, 568 días después, cuando aún no había liquidado la
condena de 30 años de cárcel por violar y coser a cuchilladas a una agente inmobiliaria navarra
el 17 de agosto de 1998 en Logroño, presuntamente volvía a matar.
Y es aquí cuando volvemos al relato del parque Almeida invitó a los menores a acudir a su casa
-ubicada en un tercer piso de un edificio situado a unos 100 metros- para enseñarles un
cachorro de perro, pero solo logró engañar al niño. La víctima, según varios testigos, iba
disfrazada como la niña de la película El Exorcista. Fuentes de la investigación presumen que,
al llevar disfraz, el depredador sexual lo confundió con una chica…
De hecho, vecinos del jardín alertaron a la Policía Local hace ya dos semanas de que este
hombre había tratado de convencer sin éxito a una chica de 12 años para que fuese a su casa.
El lunes otra madre presentó una denuncia en la Guardia Civil asegurando que en el colegio
Villa Patro de Lardero un varón invitó a su niña a ir a jugar con su hija a su casa, a lo que la
pequeña no accedió. “Los datos aportados en la denuncia no permitían identificar al autor o
vincularlo con la persona detenida”, matizó, no obstante, la Delegación del Gobierno.
Y lo peor de todo es que aparte del crimen de la chica agente inmobiliaria y el presunto
homicidio del niño alex en lardero en el año 1993….
Tambien hay que sumar otro antecedente delictivo, el abuso sexual cometido el 5 de octubre
de 1989, también en Logroño, sobre una menor de 13 años, entonces vecina suya, a la que
interceptó en la calle y trasladó a su piso para asaltarla. Fue condenado en 1990 a siete años
de prisión. En aquella ocasión también fue breve su libertad. Hacía poco más de un año que le
había extinguido la pena cuando cometió su primer asesinato. El de Carmen
Volviendo a la actualidad
La Audiencia Provincial de Logroño acogía desde este lunes el juicio con jurado contra
Francisco Javier Almeida por el asesinato y agresión sexual a un niño de nueve años -Álex- el
28 de octubre de 2021 en Lardero (La Rioja).
Diez días antes de que el pederasta de Lardero (La Rioja) asesinara al pequeño Álex, una vecina
quiso denunciarle por intentar llevarse a su hija y a otra menor. Sin embargo, tras escuchar el
testimonio de las menores y de las madres, los policías le aconsejaron no interponer denuncia
alguna. «Los policías me dijeron que no denunciara, que no iba a conseguir nada, y que el
pederasta no había hecho nada, una semana y media después ocurrió lo de Álex», así lo ha
contado hoy una de las madres durante el juicio por el crimen del pequeño Álex.
varias madres que frecuentaban con sus hijos el Parque Entre Ríos en Lardero, han confirmado
que todas sospechaban de la actitud del pederasta Almeida. Han descrito cómo el hombre
pasaba las tardes sentado en un banco vigilando a los menores que jugaban en el parque, sus
intentos de aproximación a los niños, y las sospechas de que Almeida les grababa con su
móvil.
Sin embargo, lo más doloroso ha llegado cuando una de las testigos ha relatado ante el
tribunal el momento en el que todo podría haber cambiado para el pequeño Álex en Lardero.
Ocurrió una semana y media antes del crimen del niño. Según una de las testigos, «Mi hija y
otras dos jugaban al balón en el parque cuando se les escapó la pelota, este hombre (Almeida)
lo recogió y mientras se lo devolvía les propuso que le acompañaran a su casa para enseñarle
unos pajaritos». La hija de la testigo decidió contárselo a su madre y un grupo de mujeres
fueron a pedirle explicaciones al pederasta que abandonó el parque a la carrera. «Llamé a
la Policía Local de Lardero y acudieron, les conté lo sucedido y le tomaron declaración a mi
hija, también bajó otra madre con su hija menor, entonces les dije a los policías que quería
presentar una denuncia»,
Los policías le hicieron desistir de sus intenciones de denunciar, según el relato de esta madre
ante el tribunal. Sí le prometieron que intentarían localizar al pederasta con la descripción
detallada que les proporcionaron las niñas. «Sí que detectamos que los policías patrullaban en
moto por la zona más de lo habitual, pero no les vimos ni bajarse de las motos, una semana y
media después ocurrió lo de Álex»…
Las tres acusaciones -pública, particular y popular- piden para el procesado la pena de prisión
permanente revisable por el delito de asesinato y, por el de agresión sexual, 15 años de cárcel.
A ellos se suman, en el caso del fiscal, una indemnización de 500.000 euros para los padres y
de 150.000 para el hermano pequeño de Álex; y una de dos millones de euros para los
progenitores del menor en el caso de las acusaciones particular y popular, ambas ejercidas por
la abogada Alicia Redondo. Además, solicitan que se establezcan medidas para que el acusado
no pueda residir en La Rioja ni comunicarse o acercarse a la familia de Álex.
el teniente de la Policía Judicial que dirigió la investigación durante la segunda sesión del
juicio declaro que que Almeida provocó al menor "una muerte extremadamente violenta y la
agresión sexual más todavía", ha El acusado lo tenía premeditado, salió de caza. Según las
imágenes captadas por una cámara de seguridad de su portal, a las 20:07 se dirigió a un
parque cercano a su domicilio -Entre Ríos-. Una vez llegó, "se sentó en un banco a observar y
seleccionó a su víctima de forma aleatoria, la más vulnerable, y la convenció para que le
acompañase a su domicilio", ha asegurado el agente.
Le pidió al pequeño Álex que fuese con él con la excusa de cuidar de un perrito que le dijo
tenía en su casa. El niño le creyó y siguió sus instrucciones. Subió por las escaleras, como él le
indicó, y entró en su casa. Las huellas del calzado del menor indica que se dirigió al
dormitorio, donde hallaron pelos de fibra sintética que se corresponden con la peluca de su
disfraz (por la fiesta de Halloween) y el pantalón que llevaba puesto. La autopsia constató
que el niño estaba vivo en el momento de la agresión sex, y que después le dio muerte por
estrangulación.
Y El señor Almeida declaró esto: declaró el lunes que no recordaba prácticamente nada
porque había bebido mucho. "Todo está nublado. Solo recuerdo que le tapé la boca y,
cuando me di cuenta, algo pasó. Yo no le asfixié, perdió el conocimiento. Después, bajé con
la escalera con el niño en brazos para pedir ayuda porque creía que seguía vivo", dijo en la
primera sesión del juicio.
Vamos con Lo que se sabe hasta ahora del juicio por puntos:
Los GUARDIAS CIVILES descartan que Almeida estuviera bajo los efectos del alcohol.
Pero aquí hay que preguntarse hay fallas en el sistema con este tipo de actuaciones, hubo
fallas en este caso?
Lo que más indigna en este caso es que En octubre de 2021, momento del asesinato del
pequeño Alex, Almeida se encontraba en libertad condicional en la recta final de la pena de
30 años por el crimen de la inmobiliaria. Libertad condicional otorgada por un juez de
vigilancia penitenciaria en función del tercer grado decretado por Instituciones
Penitenciarias a pesar de existir un criterio técnico contrario mayoritario de los miembros de
la Junta de Tratamiento de la prisión.
Nada es igual desde hace un año en una comunidad habituada a vivir en paz. “No sé si es
histeria o no, pero hace más de un año llamábamos a la policía y no se hacía nada, hasta que
pasó lo que pasó», señala Abel Hernando, portavoz de los vecinos de Entre Ríos. El alcalde
de Lardero, Manuel Vallejo, corrobora que “en todo el pueblo hay un clima en el que, en
cuanto se ve algo raro, la gente se pone en alerta”.
“Sobre todo, creo que hay una vigilancia especial a los niños, antes se les dejaba con más
libertad”, asegura, lamentando esta circunstancia como algo “normal” porque “todas las
heridas dejan una cicatriz”. Y la herida por la trágica pérdida de Álex seguirá abierta aún
durante mucho tiempo.