Himno Nacio NAL DEL Perú: Estrofa IV
Himno Nacio NAL DEL Perú: Estrofa IV
Himno Nacio NAL DEL Perú: Estrofa IV
NACIO
NAL
Coro
Somos libres, seámoslo siempre
Estrofa IV
Lima, cumple ese voto solemne,
DEL
y antes niegue sus luces el sol, y, severa, su enojo mostró,
que faltemos al voto solemne al tirano impotente lanzando,
que la patria al Eterno elevó. que intentaba alargar su opresión.
PERÚ
Estrofa I
A su esfuerzo sellaron los grillos
y los surcos que en sí reparó,
Largo tiempo el peruano oprimido le atizaron el odio y venganza
la ominosa cadena arrastró; que heredara de su Inca y Señor.
condenado a una cruel servidumbre
largo tiempo en silencio gimió. Estrofa V
Más apenas el grito sagrado Compatriotas, no más verla esclava
¡Libertad! En sus costas se oyó, si humillada tres siglos gimió,
la indolencia de esclavo sacude, para siempre jurémosla libre
la humillada cerviz levantó. manteniendo su propio esplendor.
Nuestros brazos, hasta hoy
Estrofa II desarmados
Ya el estruendo de broncas cadenas estén siempre cebando el cañón,
que escuchamos tres siglos de horror, que algún día las playas de Iberia
de los libres al grito sagrado sentirán de su estruendo el terror.
que oyó atónito el mundo, cesó.
Por doquier San Martín inflamado, Estrofa VI
Libertad, libertad, pronunció, Excitemos los celos de España
y meciendo su base los Andes Pues presiente con mengua y furor
lo anunciaron, también a una voz. Que en concurso de grandes naciones
Nuestra patria entrará en parangón.
Estrofa III En la lista que de éstas se forme
Con su influjo los pueblos despiertan Llenaremos primero el reglón
y cual rayo corrió la opinión; Que el tirano ambicioso Iberino,
desde el istmo a las tierras del fuego Que la América toda asoló.
desde el fuego a la helada región.
Todos juran romper el enlace Estrofa VII
que natura a ambos mundos negó, En su cima los Andes sostengan
y quebrar ese cetro que España, la bandera o pendón bicolor,
reclinaba orgullosa en los dos. que a los siglos anuncie el esfuerzo
que ser libres, por siempre nos dio.
A su sombra vivamos tranquilos,
y al nacer por sus cumbres el sol,
renovemos el gran juramento que rendimos al Dios de Jacob.