Entrenamiento Intervalado HI
Entrenamiento Intervalado HI
Entrenamiento Intervalado HI
Artículo
RESUMEN
El entrenamiento intervalado de alta intensidad (HIT), en una variedad de formas, es a día de hoy uno de los medios más
eficaces de mejorar la función cardiorrespiratoria y metabólica, y por ello, el rendimiento físico de los deportistas. HIT
implica repetir series de ejercicio cortas o largas de bastante alta intensidad intercaladas con periodos de recuperación.
Para jugadores de deportes de equipo o raqueta, la inclusión de sprints y esfuerzos all-out en programas HIT también se ha
mostrado una práctica efectiva. Se cree que un estímulo óptimo para obtener tanto adaptaciones cardiovasculares como
periféricas máximas es aquel en el que los atletas pasan al menos varios minutos por sesión en su “zona roja”, la cual
generalmente significa alcanzar al menos el 90& de si consumo de oxígeno máximo (VO2max). Mientras que el uso del HIT
no es el único enfoque para mejorar parámetros fisiológicos y el rendimiento, ha habido un interés creciente por parte de
la comunidad de ciencias del deporte por caracterizar los protocolos de entrenamiento que permiten a los atletas mantener
largos periodos de tiempos sobre el 90% del VO2max (T@VO2max). Además del T@VO2max, otras variables fisiológicas
deberían tenerse en cuenta para caracterizar completamente el estímulo del entrenamiento cuando se programa HIT,
incluyendo trabajo cardiovascular, contribución energética anaeróbica glicolítica y carga neuromuscular aguda y estrés
musculoesquelético. Prescribir HIT conlleva manipular hasta nueve variables, que incluyen la intensidad y duración del
periodo de trabajo, intensidad y duración del intervalo de descanso, modalidad deportiva, número de repeticiones, número
de series, además de la duración e intensidad de la recuperación entre series. La manipulación de alguna de estas
variables puede afectar a las respuestas fisiológicas del HIT. Este artículo es la Parte 1 de una siguiente Parte 2 de una
revisión, y analizará diferentes aspectos de la programación del HIT, desde la manipulación del intervalo de trabajo y
descanso, hasta la selección del tipo de ejercicio, usando diferentes ejemplos de entrenamiento de diferentes deportes, con
una continua referencia al T@VO2max y a las respuestas cardiovasculares. Adicionalmente analizaremos consideraciones
de programación y periodización como la contribución del sistema glicolítico anaeróbico (inferido por la acumulación de
lactato en sangre), la carga neuromuscular y el estrés musculo-esquelético (Parte II).
1. INTRODUCCIÓN:
Con respecto a la prescripción de entrenamiento para la mejora del rendimiento, los entrenadores saben que “hay más de
una forma de despellejar al gato” (1). Revisiones recientes (1,2) resaltan el potencial de variar la cantidad de
entrenamiento intervalado de alta intensidad (HIT) y alto volumen de entrenamiento continuo, entrenamiento de baja
intensidad sobre el rendimiento en atletas altamente entrenados. No hay dudas de que ambos tipos de entrenamiento
Siguiendo los experimentos pioneros de Hill en los años 1920 (Hill incluía ejercicios intermitentes en sus primeros estudios
(2)), Astrand & Co-Autores publicaron algunas investigaciones clásicas en los años 1960 sobre las respuestas fisiológicas
del HIT, lo cual creó las primeras bases científicas para intervalos de larga (10) y de corta duración (11, 12). Estudios de
Balsom et al. seguidos en los años de 1990, enfatizaron en esfuerzos all-out (13). Como se detallará en la revisión, la
mayor parte del trabajo científico que siguió a estos estudios en los últimos 20 a 50 años ha sido una extensión de estos
hallazgos utilizando la nueva tecnología en el campo (i.e. dispositivos más precisos y portátiles). Sin embargo, las
respuestas y mecanismos importantes del HIT ya se habían demostrado (10-12).
Se ha sugerido que los protocolos de HIT estimulan el consumo máximo de oxígeno (VO2max), o al menos un porcentaje muy
alto del VO2max, maximizando el estrés sobre el transporte y utilización del oxígeno, lo que puede conllevar a ser el estímulo
más efectivo para aumentar el VO2max (5, 14, 15). Mientras que la evidencia para justificar la necesidad de ejecutar con tal
intensidad no está clara, se puede argumentar que solo los ejercicios cerca del VO2max permiten tanto el reclutamiento de
gran cantidad de unidades motoras (i.e. Fibras musculares de Tipo II) (16, 17), como lograr un consumo cardiaco muy
cercano al máximo (ver sección 3.2), que, a su vez, indica conjuntamente una adaptación de la fibra muscular oxidativa y el
aumento del miocardio (y, por tanto, VO2max). Para un estímulo óptimo (y consiguientes adaptaciones cardiovasculares y
periféricas), se cree que los deportistas deberías pasar al menos algunos minutos por sesión de HIT en su “zona roja”, la
cuál, generalmente se encuentra sobre la intensidad del 90% del VO2max (3, 5, 15, 18). Consecuentemente, a pesar de
nuestro limitado conocimientos sobre la relación dosis-respuesta entre la carga de entrenamiento y los cambios inducidos
en las capacidades físicas y el rendimiento (generalmente se muestran grandes diferencias inter-individuales (19, 20)), ha
habido un crecimiento del interés de la comunidad científica del deporte por caracterizar protocolos que permitan
mantener largos periodos de tiempo >90% VO2max (T@ VO2max; ver la revisión de Midgley and McNaughton (14)). En adición
al T@ VO2max, sin embargo, otras variables fisiológicas deberían también ser consideradas para caracterizar el estímulo de
entrenamiento cuando se programa HIT (21-23). Cualquier sesión de entrenamiento desafiará, en diferentes niveles
relativos al contenido del entrenamiento, tanto al metabolismo como al sistema neuromuscular/musculoesquelético (21,
22). El sistema metabólico se refiere a tres procesos integrados distintos pero estrechamente relacionados, incluyendo 1)
La división de los fosfágenos almacenados (adenosin trifosfato [ATP] y fosfocreatina [PCr]); 2) El desglose anaeróbico de
carbohidratos (producción anaeróbica glicolítica); y 3) La combustión de carbohidratos y grasas con presencia de oxígeno
(metabolismo oxidativo, o sistema aeróbico) (184). Por lo tanto, es posible caracterizar con precisión las respuestas
fisiológicas agudas de cualquier sesión de HIT, basándose en (a) la contribución respectiva de estos tres procesos
metabólicos; (b) la carga neuromuscular; y (c) el daño musculoesquelético (Fig. 1, Parte 1). Bajo estos supuestos,
consideramos los datos cardiorespiratorios (i.e. consumo de oxígeno; VO2max), pero también el trabajo cardiovascular
(24-27), el almacenaje de energía (28, 29) y el estrés cardiaco autónomo (30-33) responden como las principales variables
de interés cuando programamos sesiones HIT (revisión Parte 1). Por lógica, la contribución anaeróbica glicolítica y la carga
neuromuscular/daño musculoesquelético sean, probablemente, las variables secundarias más importantes a considerar
cuando diseñamos una sesión HIT (Parte II).
Varios factores determinan la deseada respuesta fisiológica de una sesión HIT (y la posible próxima adaptación) (Fig. 1). El
deporte que el deportista practica (i.e. especificidad de entrenamiento) y el perfil del atleta o la especialidad deportiva (Ej.:
un corredor de 800m favorecerá una mayor proporción de “base anaeróbica” HIT comparado con un corredor de maratón
(6)) deberían ser considerados primero en relación a las adaptaciones deseadas a largo plazo. En segundo lugar, y lo que
es más importante a corto plazo, la periodización tenga probablemente más impacto en la prescripción de HIT. Muchas de
las adaptaciones deseadas en el entrenamiento son probablemente dependientes del ciclo de entrenamiento (Ej.: el
desarrollo genérico de la potencia aeróbica en fases iniciales de la pretemporada VS especificidad deportiva y más
sesiones anaeróbicas en el inicio de la temporada competitiva de un deporte de equipo). Adicionalmente, para atletas que
Al menos nueve variables pueden ser manipuladas para prescribir diferentes sesiones HIT (Fig. 2, (35)). La intensidad y
duración de trabajo y los intervalos de descanso son los principales factores (10, 12). Además, el número de intervalos, el
número de series, la duración de la recuperación entre series y la intensidad determinan el trabajo total desarrollado. La
modalidad deportiva (i.e. correr VS ciclismo o remo, o línea recta VS subir o cambios de dirección corriendo) ha recibido
hasta la fecha un limitado interés científico, pero está claro que representa una variable clave a considerar a la hora de
programar HIT, especialmente para deportistas de deportes de equipo y de raqueta. La manipulación de cada variable
aisladamente probablemente tenga impacto directo sobre la respuesta metabólica, cardiopulmonar y/o neuromuscular.
Figura 1. Proceso de selección de un formato de HIT basado en la respuesta/tensión fisiológica aguda esperada. Los seis tipos
diferentes de respuesta agudas se dividen en: (1) Metabólica, pero obteniendo grandes requerimientos de los sistemas de transporte y
utilización de O2max, i.e. sistema cardiopulmonar y fibras musculares oxidativas; (2) metabólica como el (1) pero con cierto grado de
tensión muscular; (3) metabólica como el (1) pero con gran contribución de energía anaeróbica glicolítica; (4) metabólica como el (3)
más un cierto grado de carga neuromuscular; (5) metabólica con una importante contribución esencialmente de energía anaeróbica
glicolítica y una gran carga neuromuscular, y (6) predominando una alta tensión muscular. Mientras que algunos formatos de HIT
pueden ser utilizados haciendo coincidir diferentes categorías de respuesta (Ej.: intervalos cortos manipulados correctamente pueden
encuadrar las categorías 1-4), SIT por ejemplo puede solo englobar la categoría 5. La categoría 6 no es detallada en la presente
revisión ya que no se engloba dentro de ningún tipo de HIT en particular. HIT: entrenamiento intervalado de alta intensidad, [La]:
acumulación de lactato en sangre; sustitutivo de la energía anaeróbica glicolítica tenemos RST: entrenamiento de sprint repetidos,
SIT: entrenamiento intervalado de sprint.
Teniendo en cuenta que las adaptaciones fisiológicas y de rendimiento a largo plazo del HIT son muy dependientes de la
persona (edad, género, nivel de entrenamiento y experiencia) (19, 20), es difícil realizar recomendaciones de que formato
de HIT es más eficiente.
Figura 2. Ilustración esquemática de las nueve variables que definen una sesión HIT adaptado de Buchheit (35). HIT: entrenamiento
intervalado de alta intensidad
Nosotros proporcionamos, sin embargo, en la Parte I de esta revisión, diferentes aspectos para programar HIT, como es la
manipulación del intervalo de descanso y de trabajo para una modalidad deportiva, con una referencia continua al T@
VO2max (i.e. tiempo pasado por encima del 90% VO2max), lo que puede ayudar a individualizar la prescripción de HIT a
diferentes tipos de deportistas. También se debatirán consideraciones de programación adicionales con respecto a otras
variables, como respuestas cardiovasculares. Diferentes ejemplos de ciclos de entrenamiento de diferentes deportes
pueden verse en la Parte II de esta revisión. Como se trata de una narrativa, y no una revisión sistemática, nuestros
métodos incluyen una selección de los artículos que creíamos más relevantes en esta área. Dado que el objetivo principal
de las sesiones de HIT es mejorar los determinantes del VO2max, solo las sesiones HIT realizadas a una intensidad severa
(i.e. intensidad superior al segundo umbral ventilatorio o máximo estado estable de lactato) se consideraron. Se ha dado
prioridad a las respuestas agudas del HIT basado en carrera, ya que la mayoría de la literatura se ha basado en este modo
de ejercicio. Sin embargo, es posible que la manipulación de estas mismas variables de HIT tenga efectos comparables en
otros deportes (o modos de ejercicios, Ej.: ciclismo, remo, etc.), con la excepción de actividades sub-acuáticas que pueden
necesitar una programación específica (36). Finalmente, creemos que las presentes recomendaciones son esencialmente
adecuadas para deportistas de moderadamente entrenados a élite. Para poblaciones especiales (Ej.: sedentarios o
problemas cardiacos), se remite al lector a revisiones recientes (37) e investigaciones originales (38-40). Diferencias
estandarizadas (o efectos del trabajo; ES (41) han sido calculadas cuando ha sido posible para examinar los efectos
respectivos de la manipulación de cada variable HIT, y interpretados usando el criterio de categorización de Hopkins,
dónde 0.2, 0.6, 1.2 y >2 son considerados “pequeño”, “medio”, “grande” y “muy grande” efectos respectivamente (42).
Para prescribir HIT y asegurar que los deportistas alcancen la intensidad requerida, existen varios enfoques para controlar
e individualizar la velocidad/potencia del ejercicio en consecuencia. Analizaremos estos puntos e ilustraremos por qué, en
nuestra opinión, utilizar parámetros de test incrementales son mucho más objetivos, prácticos y efectivos para lograr los
resultados de rendimiento deseados.
Para programar HIT para corredores de resistencia, tradicionalmente los entrenadores han utilizado velocidades
específicas de carrera basadas en distancias variables de 800 a 5000m, pero sin utilizar marcadores fisiológicos como
velocidades asociadas al VO2max, o umbrales de lactato o ventilatorios (3). Vale la pena mencionar, sin embargo, que los
entrenadores y deportistas han tenido, y todavía lo tienen, un gran éxito usando este enfoque; una observación que debería
humillar la fisiología del ejercicio. La atracción de este método es que todo el perfil locomotor (i.e. sprint máximo y
velocidades aeróbicas, Fig. 3) del deportista puede ser usado para “formar” la sesión de HIT, de manera que cada carrera
pueda ser realizada de acuerdo al potencial máximo del deportista. Mientras que para intervalos cortos (i.e. 10 a 60 seg)
los tiempos de referencia de carrera pueden ser basados en porcentajes de su sprint máximo de 100-400m, la velocidad
mantenida sobre los 800-1500m a 2000-3000m puede ser utilizada para calibrar intervalos más largos (Ej.; 2-4 a 6-8min).
La desventaja de este enfoque, sin embargo, es que no permite al entrenador manipular conscientemente la carga
fisiológica aguda de la sesión HIT, y conseguir una adaptación específica de un objetivo preciso (i.e. Fig. 1, cuando hay
necesidad de mejorar una cualidad fisiológica y no solo para prepararse para una carrera). Además, este enfoque tiende a
ser reservado a entrenadores altamente experimentados, para quienes conocen los mejores tiempos en carrera en varias
distancias establecidas. La aplicación de este método a otros deportes es, sin embargo, difícil. Por ejemplo, ¿cómo puede
determinar un entrenador el tiempo estimado en un 800m para un jugador de baloncesto de 2,10m de altura que nunca ha
corrido más de 40seg de forma continua en una pista antes? Por lo tanto, usar el enfoque de pista y campo para deportistas
de no-pista es poco probable que sea apropiado, práctico y efectivo.
Figura 3. Rangos de intensidad utilizados por varios formatos de HIT basados en la carrera. ASR: velocidad de reserva anaeróbica,
MLSS: máximo estado estable de lactado, MSS: velocidad máxima de sprint, RST: entrenamiento de sprints repetidos, SIT:
entrenamiento intervalado de sprints, VO2max: consumo máximo de oxígeno, vVO2max: mínima velocidad de carrera requerida para
Debido a los requerimientos técnico-tácticos de los deportes de equipo, y siguiendo el importante principio de especificidad
de entrenamiento, juego (i.e. también llamado juegos reducidos, SSG) (43-46) o basados en las habilidades (47, 48)
condicionales ha recibido un interés que ha crecido a nivel exponencial (49). Mientras entendemos que la respuesta del
VO2max en los SSG es limitada (44, 50, 51), T@VO2max durante un SSG en jugadores de balonmano de nivel nacional fue
conseguido en el 70% de la sesión (i.e. 5min 30seg de 8min de juego) (50). Aunque se ha demostrado la eficiencia de este
enfoque (43, 46, 52, 53), SSGs tiene limitaciones que apoyan el uso de formatos de HIT menos específicos (i.e. basados en
la carrera) pero más controlados en ciertos momentos de la temporada o para necesidades específicas de algún jugador. La
carga aguda fisiológica puede ser manipulada variando reglas técnicas (54), el número de jugadores y las medidas del
terreno (55), pero la carga total no puede, por defecto, ser precisamente estandarizada. Las respuestas de los jugadores al
SSG son muy variables (poca reproductibilidad de la concentración de lactato en sangre [coeficiente de variación (CV):
15-30%] y respuestas de correr a alta intensidad [CV: 30-50%] (56, 57)), y las respuestas cardiovasculares entre jugadores
tienen una mayor variabilidad que un HIT específico basado en la carrera (49). Durante un SSG en balonmano, el VO2max
promedio se mostró inversamente relacionado con el VO2max (50), sugiriendo un posible techo para el desarrollo del VO2max
en los jugadores más aptos. Además, alcanzar y mantener un alto nivel cardiaco se cree necesario para mejorar la función
cardiaca máxima (58, 59). Los repetidos cambios en el patrón de movimiento y la alternancia de periodos de trabajo y
descanso durante un SSG podría, por tanto, inducir variaciones en la acción de retorno venoso muscular, lo que puede, a
su vez, limitar el mantenimiento de un alto volumen sistólico (SV) durante todo el ejercicio y comprometer las adaptaciones
a largo plazo (60) (ver sección 3.2). Comparando con ejercicios genéricos basados en la carrera, el ratio VO2max/Frecuencia
cardiaca (FC) (que se puede usar con precaución como un sustituto de los cambios en el SV durante un ejercicio constante
cuando la diferencia arteriovenosa de O2max se considera constante (61)) también es probablemente menor durante un SSG
(44, 50, 51). Mientras este ratio es generalmente cercano a 1 durante intervalos largos basados en la carrera (i.e. VO2max al
95% VO2max para una FC al 95% o máxima (FCmax) (21, 62), los autores han mostrado valores del 79% VO2max y 92% FCmax
durante juegos de fútbol indoor de cinco a uno (51). Esto confirma las limitaciones mencionadas anteriormente con
respecto a la implicación del SV, y sugieren que la evaluación de las respuestas cardiopulmonares durante un SSG (y
juegos competitivos) usando la FC puede ser engañoso (63). Finalmente, la relación VO2max/velocidad (50) (y FC/velocidad
(63)) también tiende a ser más alta durante un SSG comparado con genéricos de carrera, posiblemente debido a que se
involucra una mayor masa muscular. Mientras que este método de entrenamiento se considera a menudo altamente
específico, esto no es siempre el caso, ya que durante un partido los jugadores tienden a tener más espacio para correr y
para alcanzar velocidades de carrera mayores (por encima del 85-90% de la máxima velocidad de sprint (66)) para unas
demandas metabólicas probablemente similares.
La frecuencia cardiaca ha sido el marcador fisiológico más medido para controlar la intensidad del ejercicio en el campo
(67). Ajustar la intensidad del ejercicio utilizando zonas basadas en la FC es adecuado para ejercicios submáximos y
prolongados; sin embargo, su efectividad para controlar o ajustar la intensidad de una sesión HIT puede ser limitada. La
FC no puede informar de la intensidad del trabajo físico sobre la velocidad/potencia asociada al VO2max, la cual representa
una gran proporción de las prescripciones HIT (3-5). Además, aunque se espera que la FC alcance sus valores máximos
(>90-95% FCmax) para un ejercicio en o por debajo de la velocidad/potencia asociada al VO2max, esto no siempre ocurre,
especialmente en intervalos muy cortos (<30seg) (68) y medio-largos (i.e. 1-2min) (69). Esto está relacionado con el
conocido retraso de la FC al inicio del ejercicio, el cual responde mucho más lento que el VO2max (70). Además, la inercia de
la FC al cesar un ejercicio (i.e. recuperación FC) puede también ser problemático en este contexto, ya que esto puede crear
una sobreestimación de la carga actual fisiológica/trabajo que se produce durante los periodos de recuperación (69). Esto
también ha sido mostrado que diferentes sesiones de ejercicio (según lo evaluado por los niveles de la acumulación de
lactato en sangre durante un HIT basado en carrera (71) y por la velocidad de carrera durante un SSG (63)) pueden tener
relativamente una respuesta de la FC media similar. Así, la disociación temporal entre la FC, el VO 2max, los niveles de
lactato en sangre y el trabajo durante el HIT limita nuestra capacidad de estimar con precisión la intensidad del HIT
usando solo la FC. Además, es difícil imaginar como un deportista controlaría o ajustaría la intensidad de ejercicio durante
un intervalo, especialmente en deportistas que corren a altas velocidades, dónde ver la FC en el reloj es difícil.
El método de prescripción de la intensidad del HIT usando la percepción subjetiva del esfuerzo (RPE) (72) es altamente
Siguiendo los primeros trabajos en los años 1970 y 1980 (85-88), los fisiólogos V.L. Billat y D.W. Hill popularizaron la
velocidad (o potencia) asociada al VO2max también llamada v/p VO2max o velocidad/potencia máxima aeróbica (VAM/PAM)(89,
90)) como una referencia útil para programar la intensidad del HIT (3-5). El atractivo del v/p VO2max es que representa una
medida integrada del VO2max y del coste energético de correr/ciclismo en un mismo factor; por lo tanto, es directamente
representativo de la habilidad locomotora del deportista (89). Ya que la v/p VO 2max es teóricamente la menor
velocidad/potencia necesaria para alcanzar el VO2max, tiene sentido representar este marcador como una referencia ideal
para el entrenamiento (5, 15, 89).
v/p VO2max puede ser determinada, o estimada, por diferentes vías. Los métodos utilizados son los siguientes:
La relación lineal entre el VO2max y la velocidad de carrera establecida a velocidades submáximas (88).
El coste energético individual de la carrera para un dado VO2max, ya sea con (91) o sin (92) restar valores de VO2max.
Medición directa (i.e. intercambio gaseoso (93)) durante un test incremental en rampa hasta la extenuación
(carrera/ciclismo), ya sea en la pista, o en un tapiz rodante o un ergómetro. En la pista, el “University Montreal Track Test”
(UM-TT (87)) es el protocolo más usado con deportistas (94, 95), aunque el Vam-Eval (96), el cual solo se diferencia del
UM-TT en unos incrementos más suaves de la velocidad y una menor distancia entre conos, ha incrementado su interés por
su facilidad para poblaciones jóvenes y/o corredores no especialistas en largas distancias (97, 98). Aunque el “verdadero”
v/p VO2max durante un test incremental requiere la medición del VO2max para determinar la menor velocidad/potencia
necesaria para alcanzar el VO 2max (generalmente definida como la meseta del VO 2max o un incremento menor a 2.1
ML/min/kg a pesar de aumentar la velocidad 1km/h (93)), el incremento final (pico) de velocidad/potencia alcanzado al final
del test (v/pInc.Test) es solo una aproximación de la v/pVO2max. Estas dos distintas velocidades/potencias son fuertemente
correlacionadas (r>0.90 (87), pero la v/pInc.Test puede ser un 5-10% mayor que la v/pVO2max, en deportistas con una mayor
reserva anaeróbica que en general presentan una diferencia mayor v/p VO2max - v/pInc.Test. La medición de la VInc.Test es,
sin embargo, muy práctica en el campo, ya que es altamente correlacionada con el rendimiento en corredores de
resistencia (99) y la capacidad de correr en los partidos de deportes de equipo (pero solo en algunas posiciones) (98, 100).
El test de 5min de carrera hasta el agotamiento (101), ya que el tiempo medio hasta la extenuación a vVO2max ha sido
demostrado que esta sobre el rango de 4 a 8min (89, 102). El cálculo de la vVO 2max mediante este test ha sido muy
correlacionado con la VInc.Test alcanzada en el UM-TT (r=0.94) y con el test en rampa en tapiz rodante (r=0.97) (101),
siendo ligeramente (i.e. rango de 1km/h) más lento y más rápido que estas velocidades, respectivamente. La vVO2max
estimada mediante el test de 5min es, sin embargo, probablemente influenciada por la estrategia de ritmo y puede que solo
sea válido en corredores entrenadores que puedan correr a vVO2max sobre 5min.
vVO2max es también un método (90) y un protocolo-dependiente (103). Una estimación matemática de la vVO2max (88, 91) es
probable que sea inferior a la medición de la vVO2max (93) que es también inferior que la VInc.Test (89, 104). Además,
independientemente del método usado para determinar la vVO2max, protocolos con estadios más largos tienen a obtener un
menor valor de la velocidad/potencia 8103), mientras que incrementos más grandes de velocidad/potencia produce unos
La fiabilidad de la vVO2max y la VInc.Test (examinadas usando CVs) ha sido demostrada ser buena: 3% de la vVO 2max in
corredores moderados de media y larga distancia (68), 3,5% para el UM-TT VInc.Test en deportistas moderadamente
entrenados (87), 3,5% (límites de confianza del 90%: 3.0, 4.1 [Buchheit M, resultados no publicados]) para el Vam-Eval
VInc.Test en 65 jugadores de fútbol muy entrenados, 2,5% y 3% para VInc.Test en tapiz rodante en corredores de
resistencia hombres bien entrenados (106) y corredores recreacionales (104), respectivamente, y finalmente, 1-2% para el
test de 5min en una muestra heterogénea de población deportiva (107).
Para la prescripción de entrenamiento, la determinación de la VInc.Test en el campo con el UM-TT (87) o el Vam-Eval (96),
son probablemente los métodos preferidos, ya que, no necesitan aparatos sofisticados, y además solicitan la contribución
anaeróbica necesaria para obtener el VO2max. Esto, sin embargo, vale la pena señalar que el uso de la vVO2max y la VInc.Test
como referencia de la velocidad de carrera es esencialmente adecuado para intervalos largos (2-6min) corriendo sobre la
vVO2max (90-105%). Para intensidades de entrenamiento sub- y supramáximas, sin embargo, la importancia de otros
parámetros fisiológicos deberían ser considerados. Por ejemplo, la capacidad de resistencia (o la capacidad de sostener un
porcentaje dado de la vVO2max en el tiempo (109)) y la capacidad/potencia anaeróbica (110) suelen influenciar el tiempo
hasta el agotamiento y, por consecuencia, las respuestas fisiológicas. En las siguientes secciones analizaremos las
diferentes opciones de prescribir intensidades de entrenamiento supramáximo (i.e. intensidades superiores a la vVO2max).
A menudo los entrenadores y científicos no toman en cuenta la reserva de velocidad anaeróbica individual (ASR; la
diferencia entre la máxima velocidad de sprint (MSS) y la vVO2max, Fig. 3) en la prescripción del entrenamiento. Mientras
que los “entrenadores de pista-campo” (carrera) han usado este concepto indirectamente durante años para marcar la
intensidad de trabajo del intervalo (analizado en la sección 2.1), su fundamento científico y su interés solo se dio a conocer
hace apenas una década, cuando Billat y co-autores (110) mostraron como el tiempo hasta el agotamiento a intensidades
sobre la vVO2max se relacionó mejor con la ASR y/o la MSS, que con la vVO2max. Bundle et al. (111-113) demostraron, usando
una predicción empírica del modelo, que el porcentaje de la ASR utilizada podría determinar el rendimiento en esfuerzos
all-out, desde de unos segundos hasta algunos minutos. Mientras que estos estudios han utilizado trabajos continuos, la
ASR solo ha sido considerada recientemente en relación al rendimiento en sprint repetidos (114, 115). En la práctica, dos
deportistas pueden presentar una clara diferencia en la MSS, mientras que pueden obtener una vVO2max similar (Fig. 4
(116)). Si durante una sesión HIT ellos utilizan un porcentaje similar de la vVO2max, como es generalmente utilizado en el
campo (Ej.: ver (117)), el ejercicio involucrará una proporción diferente de su ASR, lo cual provocará unas demandas
fisiológicas diferentes y una tolerancia diferente al ejercicio (116). Por lo tanto, parece que, además de la vVO 2max, la
medición de la MSS (y ASR) debería de ser considerada a la hora de individualizar las intensidades de entrenamiento
durante HIT supramáximo (110, 116).
Mientras que la utilización de la ASR para individualizar las intensidad del entrenamiento en carreras supramáximas
podría representar una alternativa mejorada a la vVO2max y a la VInc.Test, todavía no captura un panorama general de las
diferentes variables fisiológicas que se dan en las sesiones HIT específicas de deportes de equipo o raqueta. En muchos
deportes, el HIT se realiza a cubierto e incluye intervalos repetidos muy cortos (<45seg). Esto implica que, además del
porcentaje de la ASR utilizado, las respuestas de estas variables de HIT parecen relacionarse con a la individual: (1) inercia
metabólica (Ej.: cinética del VO2max) de cada intervalo corto; (2) capacidad de recuperación fisiológica en cada descanso del
intervalo; y (3) la habilidad de cambiar de dirección (94, 116). Programar una sesión HIT sin considerar estas variables
puede llevar a realizar una sesión con diferentes demandas energéticas aeróbicas y anaeróbicas, lo que impide la
estandarización de la carga de entrenamiento, y limita la habilidad de incidir en una adaptación fisiológica objetivo
específica (94). Para superar las limitaciones antes mencionadas inherentes a la medida de la vVO 2max y la ASR, se
desarrolló el Test Intermitente 30-15 (30-15IFT) para la prescripción de HIT en deportes intermitentes y con cambios de
dirección (COD) (35, 94, 116). El 30-15IFT fue diseñado para obtener una FC y VO 2max máximos, pero también para
proporcionar medidas de la ASR, la habilidad de repetir esfuerzos, la aceleración, la desaceleración y las habilidades COD
(94, 118, 119). La velocidad final alcanzada durante el 30-15IFT, VIFT, es por lo tanto un producto de las habilidades antes
mencionadas. En otras palabras, el 30-15IFT, es altamente específico, no para un deporte específico, si no para las
sesiones de entrenamiento comunes a un deporte intermitente (116). Mientras que las velocidades pico alcanzadas en los
diferentes Yo-Yo test (120) (Ej.: vYo-YoIR1 para el Yo-Yo Recuperación Intermitente Nivel 1) y la VIFT suelen tener
requerimientos fisiológicos similares (121), solo la VIFT puede utilizarse con precisión para la prescripción de
entrenamiento. Por ejemplo, la vYo-YoIR1 no puede ser directamente utilizada para la prescripción de entrenamiento, ya
que, en contraste con la VIFT (35), su relación con la VInc.Test (y la vVO2max) es dependiente de la velocidad (121) (Fig. 5).
Cuando se corre a vYo-YoIR1, los deportistas lentos y poco entrenados usan un mayor porcentaje de su ASR, mientras que
los deportistas más entrenados corren por debajo de su vVO2max (Fig. 5). Finalmente, la VIFT ha sido mostrada ser más
adecuada que la VInc.Test para individualizar el entrenamiento HIT con COD en deportistas bien entrenados de deportes
de equipo (94), y esta fiabilidad es buena, con el error típico de medición (expresado en CV) muestra un 1,6% (95% CL 1.4,
1.8) (122). También es digno de mención, ya que la VIFT es 2-5km/h (15-25%) más rápida que la vVO2max y/o la VInc.Test
(35, 116, 119), es necesario “ajustar” el porcentaje de la VIFT usado cuando programamos. Mientras que el HIT se realiza
generalmente sobre la vVO2max (i.e. 100-120% (3, 4), Fig. 3), la VIFT constituye el límite superior de ese ejercicio (excepto
para intervalos muy cortos y sprints repetidos all-out). Así, el 30-15IFT permite una mejor precisión de la programación
individualizando la intensidad de los intervalos prescritos sobre intensidades que rondan entre el 85% y el 105% de la VIFT
(43, 50, 123-125).
En los últimos años ha crecido el interés en la investigación sobre los esfuerzos de sprint all-out repetidos (9, 126). En
términos prácticos, estas sesiones pueden ser divididas según la duración de los sprints en cortas (3-10seg, RST) o largas
(sprints de 30-45seg, SIT). Ye que este ejercicio se realiza de manera consistente a intensidad “all-out”, pueden ser
prescritos sin la realización de un pre-test individual (i.e. no es necesaria la v/pVO2max para calibrar la intensidad).
Iniciamos esta revisión con datos relacionados con el T@VO2max (revisar lo anterior (14)), ya que las respuestas del VO2max
pulmonar pueden integrar tanto las respuestas cardiovasculares como en metabolismo muscular (oxidativo) de las sesiones
HIT. En esta revisión, integraremos las investigaciones recientes y proporcionaremos un análisis exhaustivo de las
respuestas del VO2max de las diferentes variantes de HIT, desde los intervalos largos hasta el SIT, mediante intervalos
cortos o recuencias de sprints repetidos (RSS, Fig. 3). La Figura 6 ilustra las respuestas del VO2max de cuatro sesiones
Durante un solo ejercicio a velocidad o potencia constante, se necesita una intensidad cercana a la v/pVO2max para obtener
la máxima respuesta del VO2max. En un intento de determinar la velocidad asociada con el mayor T@VO2max corriendo hasta
la extenuación, seis estudiantes de educación física realizaron cuatro ejercicios separados de carrera a las siguientes
intensidades: 90%, 100%, 120% y 140% de su VO 2max (17km/h) (130). No es sorprendente que el tiempo hasta la
extenuación fue inversamente relacionado a la intensidad de carrera. El T@VO2max durante las condiciones de 90% y 140%
fue insignificante (i.e. <20seg de media), pero consiguió sustancialmente “mayores” valores al 100 y al 120%: media +-
desviación estándar 190 +- 87 (57% del tiempo hasta la extenuación, ES > +2.8) y 73 +- 29seg (59%, ES > 1.7). La
habilidad de alcanzar el VO2max durante una sola carrera a velocidad entre el máximo estado estable de lactato y la vVO2max
(i.e. v∆50, =92-93% de la vVO2max (130)) mediante el desarrollo del componente lento del VO2max (10) es probablemente
dependiente del nivel físico del deportista (132) (con deportistas altamente entrenados es poco probable alcanzar el
VO2max). Además, como la determinación de la v∆50 es poco práctica en el campo, trabajar a intensidades igual o superiores
al 95% de la v/pVO2max es recomendable para maximizar el T@VO2max durante carreras aisladas. Sin embargo, en la práctica,
los deportistas no realizan el ejercicio hasta la extenuación, si no que usan intervalos o repeticiones. Intensidades
ligeramente inferiores (mayor o igual al 90% de la v/pVO2max) pueden también utilizarse realizando periodos repetidos de
ejercicio (como durante las sesiones HIT), ya que el VO2max de cada intervalo es probable que aumente con las repeticiones
con el desarrollo del componente lento del VO 2max (10). Como sugirió Astrand en los años 1960 (10), no se necesitan
intensidades máximas durante el HIT para alcanzar el VO2max.
Si el VO2max es alcanzado en la primera repetición de la secuencia, la duración del intervalo debe ser, al menos, igual al
tiempo necesario para alcanzar el VO2max. Así, con intervalos cortos, como una sesión típica de HIT (duración de trabajo <
tiempo necesario para alcanzar el VO2max), normalmente no se alcanza el VO2max en el primer intervalo. Los valores del
VO 2max pueden, sin embargo, alcanzarse durante los intervalos consecutivos, mediante el efecto cebador de un
calentamiento adecuado y/o los primeros intervalos (que aceleran la cinética del VO2max (133, 134)) y el desarrollo del
componente lento del VO2max (10). El tiempo necesario para alcanzar el VO2max durante un ejercicio a velocidad constante
hasta la extenuación ha estado en debate en el pasado (104, 131, 135-138). La variable ha sido mostrada en un rango
desde los 97seg (138) hasta los 299seg (131) y ha tenido una gran variabilidad inter-sujeto (del 20-30% (131, 135, 137)
hasta el 40% (104)). Mientras que las diferencias metodológicas podrían explicar estas diferencias (si se considera el 95%
o el 100% del VO2max, la presencia o el tipo de calentamiento previo al test), la variabilidad es consistente con lo mostrado
en la cinética del VO2max en el inicio del ejercicio. La cinética del VO2max es generalmente afectada por la intensidad del
ejercicio (139), más acelerada en carrera que en ciclismo (140) y más rápida en deportistas entrenados (141). La relación
entre la cinética del VO2max al inicio del ejercicio y el VO2max, sin embargo, está menos claro, con algunos estudios que
muestran correlaciones (141-143) y otros que no la muestran (144-146), sugiriendo que la cinética del VO2max al inicio del
ejercicio se relaciona más con el nivel de entrenamiento (141, 147) que con el VO2max.
Como una alternativa para determinar una duración fija de los intervalos largos, la comunidad científica sugirió utilizar el
50-70% del tiempo hasta la extenuación a vVO2max para individualizar el entrenamiento intervalado (3, 5, 137, 148-150). Sin
embargo, desde nuestro conocimiento, prescribir el entrenamiento en base al tiempo hasta la extenuación es muy extraño
comparado con como entrenan actualmente los deportistas. Además, mientras que la lógica de este enfoque es sólida
(50-70% es la proporción media del tiempo hasta la extenuación necesario para alcanzar el VO2max), no es un método
práctico para aplicar en la pista. Primero, porque además de la vVO2max, el tiempo hasta la extenuación a vVO2max también
debe ser determinado, mientras que solo es una medida moderadamente fiable (CV=12% (68) a 25% (93)), es exhaustiva
por naturaleza y altamente dependiente de la exactitud con la que determinemos la vVO2max (103). Segundo, porque el
tiempo necesario para alcanzar el VO2max ha sido frecuentemente determinado con una duración mayor al 75% del tiempo
hasta la extenuación en algunos participantes (131, 135, 136). Realizar intervalos hasta el 70% del tiempo hasta la
extenuación también ha sido mostrado que es muy difícil de realizar, ya que requiere una alta contribución de energía
anaeróbica (150). Realizar repeticiones con una duración del 60% del tiempo hasta la extenuación en deportistas con
excepcionales tiempos hasta la extenuación no es alcanzable (137). Finalmente, no hay relación entre el tiempo necesario
hasta alcanzar el VO2max y el tiempo hasta la extenuación (135, 137). Por lo tanto, como un porcentaje dado de tiempo da
como resultado cantidades muy diferentes de T@VO2max, parece lógico usar el tiempo necesario para alcanzar el VO2max
como método para individualizar la duración de los intervalos (135) (Ej.: el tiempo necesario para alcanzar el VO2max + 1 o 2
min). Si el tiempo necesario para alcanzar el VO2max no puede ser determinado (como es a menudo en el campo), nosotros
recomendaríamos utilizar intervalos con una duración fija superior o igual a 2-3min que podría ser ajustado de acuerdo al
nivel del deportista (con atletas poco entrenados utilizar cargas más bajas pero intervalos más largos) y el tipo de ejercicio.
De hecho, si consideramos que la constante de tiempo en la primera fase de la cinética del VO2max del inicio del ejercicio (τ)
a intensidad severa está en el rango de 20 a 35seg (131, 140, 146), y que el estado estable (mayor o igual al 95% del
VO2max) es alcanzado después del inicio del ejercicio sobre 4τ, el VO2max debería entonces ser alcanzado desde 1min 20seg
hasta 2min 20seg (al menos cuando los intervalos son repetidos), independientemente del nivel de deportista y el tipo de
ejercicio. Esto está relacionado con los datos mostrados en Vuorimaa et al. (2000) en corredores de nivel nacional (vVO2max
= media +- SD 19,1 +- 1km/h), donde los valores del VO2max se consiguieron durante intervalos de 2min de trabajo y 2 min
de pausa, pero no con intervalos de 1min/1min. Igualmente, en el estudio de Seiler y Sjursen (2004) con corredores bien
entrenados (vVO2max = 19,7 +- 1km/h), el pico del VO2max fue de solo un 82+-5% del VO2max con intervalos de 1min, mientras
que fue de un 92+-4% con intervalos de 2min; mientras que intervalos más largos no modificaron estos valores pico (93+-5
y 92+-3% para intervalos de 4 y 6min respectivamente). Aunque se realizaron en un tapiz rodante con inclinación (5%),
estas últimas sesiones se realizaron a velocidades submáximas auto-seleccionadas (i.e. 91, 83, 76 y 70% de la vVO2max para
los intervalos de 1, 2, 4 y 6min, respectivamente (71)), lo cual, probablemente explica porque no se alcanzó el VO2max (130)
(ver sección 3.1.1.4 respecto a correr en cuestas).
Cuando programamos HIT, tanto la duración como la intensidad del descanso son importantes (152). Estas dos variables
deben tenerse en cuenta para (1) maximizar la capacidad de trabajo en los siguientes intervalos (Incrementando el flujo
sanguíneo para acelerar la recuperación metabólica, ej.: resíntesis de la PCr, amortiguación de los iones H+, regular la
concentración del fostato inorgánico (Pi) y el trasporte de K+, la oxidación del lactato muscular) y; (2) mantener un mínimo
nivel de VO2max para reducir el tiempo necesario para alcanzar el VO2max en el siguiente intervalo de trabajo (i.e. empezar
con una línea base elevada) (3, 14). Mientras que realizar una recuperación activa entre los intervalos es atractivo para
disminuir el tiempo necesario para alcanzar el VO2max y, de hecho, induce una mayor contribución del metabolismo aeróbico
de la energía total (134), esto afecta a la capacidad de rendimiento (tiempo hasta la extenuación), y, en consecuencia, el
T@VO2max no está claro. Los beneficios de una recuperación activa han sido evaluados a menudo a través de los cambios en
la concentración de lactato en sangre (153, 154), lo cual tiene poco que ver con la concentración de lactato muscular (155).
Además, ni el lactato en sangre (156, 157) ni en el músculo (155) tienen una relación directa (no lineal) con la capacidad
de rendimiento. Los conocimientos actuales son que la recuperación activa puede disminuir la oxigenación muscular (158,
159), dificultar la resíntesis de la PCr y activar el sistema anaeróbico durante el siguiente esfuerzo (160). Además,
mientras que un efecto beneficioso en el rendimiento de los siguientes intervalos puede ser esperado con largos periodos
de recuperación (mayor o igual a 3min (134, 161, 162), cuando el posible efecto “lavado” supera el de la probable
reducción de la resíntesis de PCr), el uso de la recuperación activa también puede tener efectos negativos en los siguientes
intervalos realizando estos periodos a alta intensidad (>45% v/p VO2max) (153) y periodos cortos variando la intensidad
(159, 163). En el contexto del HIT con intervalos largos, la recuperación pasiva se recomienda cuando la duración de los
descansos es inferior a 2-3min. Si se elige la utilización de recuperación activa por alguna de las anteriores razones
mencionadas (i.e. 3, 14, 134), los intervalos de recuperación deberían ser de al menos 3-4 min a una intensidad submáxima
(153) que permita mantener una intensidad alta durante los siguientes intervalos.
En la práctica, realizar una recuperación activa es difícil de aplicar a la mayoría de deportistas, especialmente a
deportistas no entrenados. Cuando se pregunta a corredores moderadamente entrenados (vVO2max = 17,6 km/h) que
autoseleccionen su recuperación durante una sesión HIT (6x4min corriendo al 85% de la vVO2max en tapiz rodante con una
inclinación del 5%), ellos eligen recuperar andando sobre 2min (69). Comparando con los intervalos de recuperación de
1min, los 2min de recuperación permiten a los corredores mantener velocidades más altas; extender las recuperaciones a
los 4min no produce beneficios en cuanto a las velocidades a las que corren. El estudio de Millet et al. (2003) muestra un
ratio menor de T@VO2max/total (34% cuando consideramos un tiempo >90% del VO2max; Fig. 6) en triatletas bien entrenados
(vVO2max = 19,9 +-0,9 km/h) que probablemente estaba relacionado con la introducción de una recuperación pasiva de 5min
cada dos intervalos. En cambio, Demarie et al. (2000) con intervalos realizados sucesivamente (sin pausas pasivas, ni
bloques, pero con recuperaciones activas <50% de la vVO2max entre intervalos) muestran mayores T@VO2max en corredores
de larga distancia senior (vVO2max = 16,6+-1,1 km/h). Mas recientemente, el estudio de Buchheir et al. (2012) muestra, en
corredores jóvenes altamente entrenados (vVO2max = 18,6 +- 0,3), incluso periodos de recuperación más cortos (i.e. 90 seg),
a pesar de una recuperación pasiva (andando), permitia a los deportistas estar una proporción relativamente alta de la
sesión >90% del VO2max (43%). Esta particular alta “eficiencia” también estaba probablemente relacionado con la juventud
(222) y el nivel de entrenamiento (141) de los corredores (ambas se relacionan con aceleradas cinéticas del VO2max).
Finalmente, en un intento de individualizar la duración de las recuperaciones entre intervalos corriendo, el volver a un
valor de FC fijado o a un porcentaje de la FCmax ha sido utilizado alguna vez en el campo y en la literatura científica (165,
166). Los conocimientos actuales sobre los determinantes de la recuperación en base a la FC sugeridos, sin embargo,
muestran que esta práctica no es muy relevante (69). Durante la recuperación, la FC no está relacionada con la demanda
sistémica de O2max ni con la pérdida de energía muscular (142, 167), pero sí con la magnitud del comando central y de los
estímulos metaboreflejos (168).
A pesar de su práctica común (169), las respuestas cardiorespiratorias en sesiones de HIT en subidas o en escaleras han
recibido poca atención. Estudios de laboratorio con corredores entrenados (VInc.Tes mayor o igual a 20 km/h) (170, 171)
han mostrado que: para una velocidad dada, el VO2max es mayor durante una subida comparando con correr en llano
después de un par de minutos, probablemente debido a la mayor fuerza necesaria para moverse en contra de la gravedad,
el consecuente mayor reclutamiento de unidades motoras y la mayor dependencia de contracciones concéntricas; todos los
cuales se creen que son iniciadores del componente lento del VO2max (172). Sin embargo, en la práctica, los deportistas
corren más lento en subidas que en la pista (173). En el estudio de Gajer et al. (2003) encuentran en corredores de media
distancia de élite franceses (vVO2max = media +- SD 21,2+-0,6 km/h, VO2max = 78+-4 ml/min/kg) que el T@VO2max observado
durante una sesión de HIT en subidas (6x500m [1min 40 seg] con 4-5% de pendiente al 85% de la vVO2max / 1min 40seg
pasivo) fue menor comparado una sesión “referencia” en pista (6x600m [1min 40seg] al 102% de la vVO2max / 1min 40seg
Otra variable que puede ser utilizada para maximizar el T@VO2max es el número de repeticiones de intervalos largos. Vale la
pena señalar, sin embargo, que muy pocos autores han examinado las sesiones/programas de HIT que los deportistas
realizan actualmente, y que la investigación sobre el óptimo T@VO2max por sesión es limitada. Acumular tiempo de ejercicio
a una intensidad alta (>90% v/pVO2max) durante sesiones típicas en deportistas bien entrenados ha sido mostrado con
12min (6 x 2min o 6 x 600m (128)), 15min (5 x 3min o 5 x 800-1000m (21)), 16min (4 x 4min o 4 x 1000-1250m (46)),
24min (6 x 4min o 6 x 1000-1250m (69); 4 x 6min o 4 x 1500m (71)) y 30min (6 x 5min o 5 x 1300-1700m (127)), lo cuál
permitió acumular a los deportistas dependiendo del formato de HIT, de 10min >90% (21, 128) a 4-10min >95% (127, 128)
del VO2max. Evidencias anecdóticas sugieren que los deportistas de élite tienden a acumular mayor T@VO2max por sesión en
algunos momentos de la temporada. En ciclistas recreacionales (VO2max sobre 52ml/min/kg), Seiler et al. () muestran que
volúmenes altos de HIT realizados a una intensidad menor (i.e. 4 x 8min = 32 min al 90% de la FCmax) puede ser más
efectivo que las sesiones de HIT tradicionales (Ej.: 4 x 4min). Sin embargo, se necesitan más investigaciones que examinen
la influencia de estas sesiones en particular para confirmar estos resultados.
En intervalos HIT cortos de carrera hasta la extenuación, el T@VO2max está muy correlacionado con el tiempo total del
ejercicio (i.e. tiempo hasta la extenuación) (14). Por lo tanto, la primera aproximación para maximizar el T@VO2max durante
estas sesiones debería ser focalizar en el ajuste de los intervalos trabajo/descanso más efectivos (intensidad y duración)
para incrementar el tiempo hasta la extenuación. En la práctica, sin embargo, los entrenadores no prescriben sesiones de
HIT hasta la extenuación; ellos prescriben series o bloques de HIT (50, 128, 177, 178). En este contexto, es importante
considerarlas estrategias necesarias para maximizar el T@VO2max dentro de un periodo de tiempo dado, o definir el “tiempo
eficiente” de los formatos HIT respecto al ratio T@VO2max/tiempo de ejercicio (i.e. el T@VO2max en relación a la duración
total de la sesión HIT, sin incluir el calentamiento).
Billat et al. (2001) fueron los primeros en mostrar el efecto de la intensidad del ejercicio en el T@VO2max durante HIT con
intervalos cortos (15seg/15seg) en un grupo de corredores de fondo (vVO2max = 15,9+-1,8 km/h) senior (edad media = 52
años). Mientras que la manipulación concurrente de la intensidad del intervalo de recuperación (60-80% de la vVO2max, para
mantener una media de intensidad del HIT del 85%) podría haber influido parcialmente en las respuestas del VO2max, los
autores mostraron que incrementando la intensidad del intervalo de trabajo del 90% al 100% de la vVO 2max hubo una
“pequeña” mejora en el ratio T@VO2max/tiempo de ejercicio (85%) que no fue sustancialmente superior utilizando una
intensidad de trabajo del 110% comparada con el 100% de la vVO 2max (ES = +0,2). Utilizando una intensidad fija del
intervalo de recuperación (Fig. 7a, (117, 177, 179)), incrementando la intensidad de trabajo del 100% al 110% de la vVO2max
durante un formato de HIT 30seg/30seg en corredores jóvenes entrenados (vVO 2max = 17,7+-0,9 km/h) induce a un
“moderado” incremento en el ratio T@VO2max/tiempo de ejercicio (ES = +0,6), a pesar de una reducción “muy grande” y
“moderada” en el tiempo hasta la extenuación (ES = -4,4) y el T@VO2max (ES = -0,7), respectivamente (179). Un ligero
aumento de la intensidad de trabajo del 100% al 105% de la vVO2max durante un formato HIT de 30seg/30seg en triatletas
bien entrenados (vVO2max = 19,8+-0,93 km/h) fue asociado con una “gran” mejora del ratio T@VO2max/tiempo de ejercicio
(ES = +1,2) (177). El doble de la magnitud de la diferencia en el estudio de Millet et al. (2003) comparado con el estudio
de Thevenet et al. (2007) (ES = +1,2 vs +0,6) es probablemente debido al hecho de que el estudio de Millet et al. (2003) no
se realizó hasta la extenuación, pero se realizaron series predeterminadas. Por lo tanto, es posible que si las carreras al
100% han sido realizadas hasta la extenuación (177), esto habría compensado la menor eficiencia del protocolo y
Con respecto al uso de intensidad de ejercicio muy altas (>102/120% VIFT/vVO 2max ) en HIT, mientras el ratio
T@VO2max/tiempo de ejercicio es alto (81% y 77% al 130% y 140% de la vVO2max, respectivamente), la capacidad del ejercicio
es típicamente deteriorada y, por lo tanto, el T@VO2max total para unas series HIT dadas es normalmente menor (117) (i.e.
5min47seg al 120% vVO2max (117)). Sin embargo, el uso de series repetidas de este tipo de entrenamiento puede permitir la
acumulación de suficiente T@VO2max. Además, deportistas bien entrenados generalmente pueden realizar HIT a estas
intensidades durante más tiempo (i.e. >8min (43, 50, 95, 180), especialmente cuando la VITF, en lugar de la vVO2max, es
utilizada (94)). Para concluir, parece que durante HIT con intervalos cortos de trabajo, la selección de la intensidad entre
el 100% y el 120% de la vVO2max (>89% y 105% de la VITF) puede ser la óptima.
El efecto de la duración del intervalo de trabajo en la respuesta sistémica del VO2max durante el HIT involucrando intervalos
cortos repetidos fue uno de los primeros parámetros en examinarse en la literatura del HIT (11, 12). Sorprendentemente,
hay pocos datos disponibles en esfuerzos repetidos menores de 15seg, a pesar del acercamiento común de los
entrenadores (Ej.: 10seg/10seg, 10seg/20seg) (181, 182).Durante carreras muy cortas (<10seg), los requerimientos de ATP
en el trabajo muscular son llevados a cabo predominantemente por las fosforilación oxidativa, con más del 50% del O2max
utilizado derivado de las reservas de oximioglobina (11). Durante los periodos de recuperación, las reservas de
oximioglobina son rápidamente restablecidas, por lo que están preparadas para el siguiente intervalo (11). Como resultado,
las respuestas cardiopulmonares a este tipo de esfuerzos son relativamente bajas (183), a menos que la intensidad de la
serie sea de un nivel muy alto (como se detalla en la Sección 3.1.4.) y/o los intervalos de descanso sean cortos/intensos, por
lo que limiten la restauración completa de mioglobina. Además, en el contexto del HIT con intervalos cortos (100-120% de
la vVO2max o 89/105% de la VIFT), son necesarios intervalos igual o mayores a 10seg para aumentar la respuesta del VO2max.
Sorprendentemente, el efecto específico de la duración del intervalo de trabajo, usando un ratio trabajo/recuperación fijo
para el mismo grupo de sujetos, no se ha investigado hasta el momento; por ejemplo, si un HIT 15seg/15seg permite un
mayor ratio T@VO2max/tiempo de ejercicio que un 30seg/30seg se desconoce.
Lo que sí que es conocido, por supuesto, es que prolongar la duración del ejercicio incrementa el requerimiento relativo de
energía aeróbica (184). Incrementar la duración del intervalo de trabajo, mientras mantenemos los intervalos de
recuperación constantes, también incrementa el T@VO2max (Fig. 7b, (128, 185, 186)). Por ejemplo, extender la duración del
intervalo de trabajo de 30seg a 60seg utilizando una misma recuperación de 30seg en triatletas bien entrenados (vVO2max =
19,9+-0,9 km/h) induce mayores incrementos en el T@VO2max (9 vs 1,5min, ES = +2,4), a pesar de tener un tiempo total de
la sesión menos (28 vs 34min, ES = -0,9; cambiando el ratio T@VO2max/tiempo de ejercicio, ES = +2,8) (128). Igualmente,
en luchadores (vVO2max = 16,3+-1,1 km/h), incrementar el intervalo de trabajo de 15seg a 30seg permite un incremento
mayor del ratio T@VO2max/tiempo del ejercicio (4 vs 0min, ES = 2,9); (185) un aumento adicional de la duración del
intervalo a 60seg extendiendo el T@VO2max a 5,5min (ES = 0,5 vs la condición 30seg). Considerando la importancia de la
cinética del VO2max en el aumento del T@VO2max (177), estos datos sugieren que intervalos de una duración mayor (Ej.:
30seg/30seg vs 15seg/15seg) son preferibles para sujetos con una cinética del VO2max lenta (i.e. mayores/poco entrenados
(141)), o si se realizan en bicicleta (140).
La intensidad del intervalo de trabajo también juega un importante rol en la respuesta del VO2max durante el HIT con
Dividir las sesiones de HIT en bloques ha demostrado reducir el T@VO2max total (50, 128, 178). Por ejemplo, en corredores
de resistencia jóvenes entrenados (vVO2max = 17,7+-0,3 km/h), realizar 4min de recuperación (30seg parados y 3min al 50%
de la vVO2max) cada 6 repeticiones de 30seg/30seg fue asociado con un moderadamente menos T@VO2max (ES = -0,8) a pesar
de un gran incremento del tiempo hasta la extenuación (ES = +4,3); el ratio T@VO 2max /tiempo de ejercicio disminuyó
bastante también (ES = -2,3) (178). Esto está probablemente relacionado con el tiempo que los deportistas necesitan para
volver a unos niveles altos de VO2max después de cada periodo de recuperación, desconsiderando utilizar una recuperación
activa. Mientras que se podría recomendar HIT hasta la extenuación para optimizar el T@VO2max, esto probablemente sería
un desafío, psicológicamente hablando, tanto para entrenadores como para deportistas; esto es porque probablemente los
deportistas no suelen realizar sesiones de HIT hasta la extenuación.
En la práctica, el número de intervalos programados debería de estar relacionado con los objetivos de la sesión (“carga”
total o T@VO2max total esperado), así como al tiempo necesario para alcanzar el VO 2max y el ratio T@VO2max/tiempo de
ejercicio estimado de la sesión. El tiempo necesario para alcanzar el VO 2max durante diferentes intensidades en los
intervalos de trabajo y recuperación que involucran HIT corto (30seg/30seg) ha sido recientemente examinado in
deportistas jóvenes entrenados (164, 179, 188). No sorprendentemente, estos estudios muestran tiempos más cortos
necesarios para alcanzar valores de VO2max a intensidades mayores o iguales al 105% vVO2max e intensidades de descanso
mayores o iguales al 60% de la vVO2max. Al contrario, utilizando intensidades de trabajo y/o recuperación ligeramente
menor (i.e. trabajo: 100% y recuperación: 50% vVO2max) los corredores necesitan más de 7min para alcanzar el VO2max. A
pesar de la falta de diferencias estadísticas (164, 179, 188), todos los ES entre los diferentes ratios de trabajo/recuperación
son “pequeños” a “muy grandes”. En el campo, el tiempo necesario para alcanzar el VO 2max podría ser acelerado
manipulando las variables del HIT durante las primeras repeticiones de la sesión, i.e. utilizando una intensidad mayor en
los intervalos de trabajo y/o recuperación de las primeras 2 o 3 repeticiones, o utilizando intervalos más largos y/o
recuperaciones más cortas.
Si nosotros consideramos que el objetivo de T@VO 2max por sesión es sobre los 10min para aumentar adaptaciones
cardiopulmonares importantes (Sección 3.1.1.5), los deportistas deberían realizar 30min de ejercicio utilizando un formato
30seg (110% vVO2max)/ 30seg (50% vVO2max), ya que el ratio T@VO2max/tiempo de ejercicio total es aproximadamente el 30%
/Fig. 7ª). Ya que es irreal realizar una única sesión de 30min, es posible dividirla en tres bloques de 10-12 repeticiones
(añadiendo 1-2min por bloque para compensar el tiempo necesario para recuperar el VO2max durante el segundo o tercer
bloque. Esta sesión es típicamente utilizada por corredores de resistencia de élite en el campo. Un volumen menor (menos
repeticiones o menos bloques) puede ser utilizado en otros deportes (i.e. en deportes de equipo, un T@VO2max de 5 a 7min
puede ser suficiente (116)) y/o para mantener durante periodos de descarga o recuperación en las programaciones de
deportistas de resistencia. En balonmano de élite, por ejemplo, 2 x (20 x 10seg [110% VIFT]/20seg [0]) se realiza
comúnmente, y podría permitir a los jugadores conseguir sobre 7min al VO2max (considerando un ratio T@VO2max/tiempo de
ejercicio del 35%; Buchheit M, datos no publicados). En fútbol, sesiones como 2 x (12-15 x 15seg [120% VInc.Test]/15seg
Una comparación directa entre sesiones HIT cortas y largas, con respecto al T@VO2max, solo se ha realizado dos veces en
deportistas altamente entrenados. En estudio de Gajer et al.(174) comparó el T@VO 2max entre 6x600m (sesión en
pista,102% vVO2max,corriendo sobre 1min40seg) y 10 repeticiones de 30seg/30seg (intensidad de trabajo/recuperación
105/50% de la vVO2max) en corredores de media distancia de élite (vVO2max = 21,2+-0,6 km/h). Mientras que el VO2max
alcanzado durante la sesión de pista fue el 105% del VO 2max , realmente no se alcanzó el VO 2max durante la sesión
30seg/30seg. Si la sesión en pista es considerada como la sesión “referencia” (el ratio T@VO2max/tiempo de ejercicio fue
44%), el T@VO2max fue “bastante” menor durante los intervalos 30seg/30seg (10%, ES = -2,6). Igualmente, Millet et al.
(2003) mostraron que realizar intervalos 2min/2min permitió a los triatletas obtener un T@VO2max mayor comparado con
una sesión 30seg/30seg (ES = +2,2, ratio T@VO2max/tiempo ejercicio = +2,2). Sin embargo, los intervalos largos son
“moderadamente” menos “eficientes” que un esfuerzo modelos de 60seg/30seg (ratio T@VO2max/tiempo de ejercicio = -0,8)
(128). Tomados en conjunto, estos datos sugieren que intervalos largos y/o intervalos cortos con un ratio
trabajo/recuperación >1 deberían ser utilizados para obtener un mayor ratio T@VO2max/tiempo de ejercicio.
En comparación con la cantidad de datos disponibles sobre las respuestas cardiorrespiratorias de HIT con intervalos largos
y cortos, se han presentado relativamente pocos sobre las respuestas agudas de RSS. Un RSS es generalmente definido
como la repetición de más de dos sprints all-out cortos (menor o igual a 10seg) con un periodo de recuperación corto
(<60seg) (191). Ya en los años 1990, Balsom et al. (1992) demostraron que el RSS tiene una demanda aeróbica (i.e. <65%
VO2max). Además, Dupont et al. (2005) demostraron que futbolistas pueden alcanzar el VO2max durante sprints repetidos.
Desde nuestro conocimiento, sin embargo, el T@VO2max durante RSS no ha sido realizado. Con el propósito de esta revisión,
nosotros hemos reanalizado datos de estudios anteriores (30, 158, 193, 194) para proveer valores del T@VO2max para varios
tipos de RSS (Fig. 8, panel de arriba (13, 30, 158, 192-195)). Cuando manipulamos las variables clave ya descritas (Fig. 2,
(35)), el VO2max a menudo se alcanza y sostiene durante el 10-40% de la duración total del RSS (i.e. 10-60seg; Fig. 8a). Si el
RSS se repite dos o tres veces por sesión, como se realiza a menudo en la práctica (180, 196, 197), la mayoría de los
deportistas pueden estar entre 2-3min al VO2max durante sprints repetidos. Para incremental el T@VO2max durante un RSS,
parece que los sprints/esfuerzos deberían ser de al menos 4seg, y que la recuperación debería ser activa o menor de 20seg
(Fig. 8, panel de abajo, (13, 30, 158, 192-195)). La introducción de saltos después de los sprints (193), y/o cambios de
dirección (194), también tiene interés, ya que esto podría aumentar la demanda sistémica de O2max sin la necesidad de
incrementar la distancia de sprint, lo cual podría incrementar la carga muscular y/o el riesgo de lesión (ver Parte II de la
revisión). Sin embargo, con periodos de recuperación pasiva muy cortos (i.e. 17seg), algunos deportistas pueden alcanzar
valores de VO2max repitiendo sprints de solo 3seg (15m). Vale la pena señalar, sin embargo, que durante todos los RSS
examinados aquí (Fig. 8, excepto Dupont et al. (2005)). Un número de jugadores no alcanzó el VO2max, y el T@VO2max mostro
una alta variabilidad interindividual (CV = 30-100%). Más precisamente, cuando consideramos los cuatro tipos de RSS
realizados por el mismo grupo de 13 deportistas (193, 194), se observa como seis (45%) de ellos alcanzan el VO2max en
cuatro ocasiones, uno (8%) en tres, cuatro (31%) en dos, y dos (15%) nunca alcanzan valores de VO2max en ningún tipo de
RSS. Cuando agrupamos los datos de los cuatro tipos de RSS, el número de veces que se alcanza el VO2max es inversamente
relacionado con el VO2max (r = -0.61, 90% CL -0.84, -0,19). Igualmente, el T@VO2max total en los cuatro tipos diferentes de
RSS es inversamente correlacionado con el VO2max (r= -0.55; 90% CL -0.85, 0.00). Sin embargo, no hubo relación entre el
número de veces que se alcanzó el VO2max o el T@VO2max y la cinética del VO2max al inicio del ejercicio, como se mide durante
un ejercicio submáximo (144). Estos datos muestran que, con respecto al T@VO2max utilizando RSS puede ser cuestionado
su aplicación en algunos deportistas, especialmente los de un nivel alto.
Es importante que la investigación muestre los beneficios del SIT (126), no obstante, hay, hasta la fecha, pocos datos
disponibles que muestren las respuestas fisiológicas agudas de sesiones típicas SIT que se podrían llevar a cabo en la
práctica. Tabata et al. (1997) muestran como el VO 2max no es alcanzado (pico del 87% del VO 2max) durante esfuerzos
repetidos de 30seg en ciclismo (200% de la pVO2max y por lo tanto no es realmente all-out) separados por recuperaciones
pasivas de 2min. En contraste con esto, nosotros recientemente mostramos (142) que durante una “verdadera” sesión SIT
all-out, la mayoría de sujetos alcanzaron valores cercanos (o sobre) el 90% de su VO2max y FC). Sin embargo, el T@VO2max
fue solo de 22seg de media (rango de 0 a 60seg, con dos sujetos que no mostraron valores >90% del VO2max) (142), y el
VO2max solo fue alcanzado por cinco sujetos (50%). Esta importante respuesta individual del VO2max a las sesiones SIT son
explicadas en parte por las variaciones a nivel cardiorespiratorio (i.e. hay una correlación negativa entre el T@VO2max y el
VO2max (r = -0.68; 90% CL -0.9, -0.2)) y a la cinética del VO2max (Submáximo) al terminar el ejercicio (r = 0.68; 90% CL 0.20,
Figura 8.a La respuesta media +- SD del VO2max durante unas secuencias seleccionadas de sprint repetidos. La intensidad del
intervalo de recuperación (i.e. [porcentaje]) se expresa como proporción de la vVO2max. Cuando está disponible, se presenta tanto el
porcentaje de participantes que alcanzan el VO2max como la media +- SD de tiempo que pasan sobre el 90% del VO2max. b La media de
las respuestas del VO2max durante secuencias de sprints repetidos que se presentan en la sección a son categorizadas en seis códigos
de colores (basándose en el % del VO2max alcanzado) y entonces es trazado como una función de la duración del sprint y la
3.1.6. Resumen:
En esta sección de la revisión, hemos destacado las respuestas del VO2max a varias formas de HIT. Parece que la mayoría de
formatos de HIT, cuando se manipulan correctamente, pueden permitir a los deportistas alcanzar el VO2max. Sin embargo,
existen diferencias importantes en el T@VO2max en base al deportista y al formato de HIT. Sesiones de RSS y SIT permiten
un T@VO2max limitado respecto a HIT con intervalos largos y cortos. Datos en deportistas de alto nivel (128, 174) sugieren
que intervalos largos y/o cortos con un ratio trabajo/recuperación >1 deberían permitir un mayor ratio T@VO2max/tiempo de
ejercicio durante sesiones HIT. Los métodos que desarrollan a largo plazo el VO2max y las adaptaciones del rendimiento
utilizando diferentes formatos de HIT que implican cantidades variables de T@VO2max, tanto como el camino más eficiente
de acumular un T@VO2max dado en una sesión HIT (i.e. intermitente vs. Continuo), tiene que ser determinado todavía.
Debido a los diversos aspectos temporales (70) y la posible disociación entre el VO2max y el gasto cardíaco (Qc) durante el
ejercicio intenso (201, 202), el T@VO2max podría no ser el único criterio importante a examinar cuando evaluamos la
respuesta cardiopulmonar de una sesión HIT dada. Se cree necesario alcanzar y mantener un elevado llenado cardíaco
para mejorar la función cardiaca máxima (58, 59, 203), entrenando a una intensidad asociada al SV máximo (201). Definir
esta intensidad clave, sin embargo, parece difícil, ya que requiere una monitorización constante del SV durante el ejercicio
(Ej.: 25-27, 201, 204). Curiosamente, si el SV es máxima a v/pVO 2max, o antes, está todavía en debate (205-207). El
comportamiento del SV durante un test incremental es probable que dependa del protocolo (202) y este afectado por el
estatus de entrenamiento (Ej.: el llenado ventricular depende en parte del volumen sanguíneo, el cual tiende a ser mayor
en deportistas entrenados) (296), aunque no siempre se da el caso (207). Además, la naturaleza del ejercicio, i.e. potencia
constante vs incremental vs intermitente, así como la posición del cuerpo (más supina en remo y natación vs más vertical
en carrera y ciclismo), podría también afectar al SV alcanzado y mantenido durante todo el ejercicio. De hecho, son
limitados los datos en cuanto a la función cardiaca durante ejercicios parecidos a los prescritos durante las sesiones HIT en
campo, i.e. periodos de potencia constante a alta intensidad. En estos estudios, el SV alcanza valores máximos sobre 1min
(26), sobre 2min (24, 25, 204) y sobre 4min (27), y entonces desciende (24, 26, 204) o se mantiene estable (25, 27) antes de
la fatiga. Inconsistencias en la intensidad del ejercicio, la experiencia individual en el entrenamiento y los comportamientos
hemodinámicos particulares (Ej.: presencia de deflexión de la FC en altas intensidades (208)), así como las consideraciones
metodológicas en las mediciones del SV podrían explicar estas diferencias (205-207). Como se ha analizado en la Sec. 2.2.,
alternas periodos de trabajo y recuperación durante HIT con intervalos cortos podría también inducir variaciones en la
acción de bombeo venoso muscular, que puede, a su vez, limitar el mantenimiento de un SV alto (60).
Siguiendo las creencias del entrenador alemán Woldemar Gerschler, en los 1930, Cumming reportó, en 1972, que los
valores máximos de SV fueron alcanzados durante el periodo de recuperación, y no durante el ejercicio, desconsiderando
la intensidad del ejercicio (209). Aunque estos resultados se obtuvieron durante un ejercicio supino en pacientes
desentrenados, y a pesar de las reclamaciones contradictorias (210), ellos contribuyeron a la creencia de que los periodos
de recuperación repetidos y su alto SV asociado representaban la efectividad del HIT en la función cardio-circulatoria
(211). Apoyando parcialmente esto, Takahashi et al. (2000) también mostraron en hombres desentrenados que durante los
primeros 80seg de una recuperación activa (20% del VO2max), los valores de SV eran un 10% mayores que durante el
ejercicio de ciclismo submáximo precedente (60% del VO2max). Sorprendentemente, estos cambios particulares e hipotéticos
en el SV durante la recuperación nunca antes habían sido examinados durante una sesión típica de HIT en deportistas.
Nosotros recientemente hemos recolectado datos hemodinámicos en ciclistas bien entrenados que parcialmente confirman
los resultados de Cumming (Buchheit M et al., datos no publicados, Fig. 9). Independientemente del ejercicio, i.e.
incremental test, 3min a pVO2max o sprints repetidos de 15seg (30% de la potencia anaeróbica de reserva, APR), el SV de
ciclistas bien entrenados (potencia pico = 450w, VO2max = 69ml/min/kg, volumen de entrenamiento = 10 horas/semana)
mostraron valores consistentes más altos durante los periodos de recuperación (posición vertical en la bici). Mientras que
reconocemos las limitaciones inherentes al método de impedancia utilizado (PhysioFlow, Manatec, Francia (213, 214)), y
mientras son necesarios más estudios, estos datos preliminares permiten apoyar la creencia que a pesar de su naturaleza
supramáxima, las sesiones HIT podrían desencadenar adaptaciones cardiocirculatorias por medio de ajustes
cardiovasculares que ocurren específicamente durante los periodos de recuperación. Tomando como ejemplo una sesión
Para concluir, la intensidad y naturaleza óptima del ejercicio necesaria para producir mayores adaptaciones del SV no se
conoce. Para conocer la respuesta a esta pregunta se necesita tener en cuenta las características individuales, tales como
el nivel de rendimiento, el estado de entrenamiento y diversos comportamientos hemodinámicos individuales a diferentes
modelos de ejercicio. De forma práctica, basándose en los datos limitados disponibles, podría recomendarse prescribir una
variedad de métodos diferentes de entrenamiento para obtener las ventajas de adaptación de cada formato de ejercicio.
Las sesiones HIT, incluidas las cercanas a los intervalos largos con largos periodos de recuperación (Ej.: >3-4min/>2min)
podría permitir a los deportistas alcanzar un alto SV durante el intervalo de trabajo (y posiblemente durante el intervalo de
descanso). En esta misma línea, intervalos de 4min sobre el 90-95% de la v/pVO2max parece ser el que más interés recibe en
mejorar la función cardiopulmonar (Ej.: 46, 59, 2016). Alternativamente, repetir intervalos cortos de trabajo
supramáximos (Ej.: 15-30seg) con intervalos de recuperación largos (>45seg) podría también ser efectivo para alcanzar
altos valores durante el ejercicio (215) y posiblemente, en la recuperación (Fig. 9). Sin embargo, si las adaptaciones en el
Qcmax son comparables realizando sesiones de intervalos cortos y largos (i.e. continuo vs intermitente), o si conseguir un
cierto tiempo al Qcmax (T@Qcmax) es necesario para maximizar estas adaptaciones, se desconoce todavía. En el único
estudio longitudinal comparan datos del efecto de HIT corto vs largo sobre la función cardiovascular máxima en
estudiantes universitarios (VO2max: 55-60ml/min/kg) (59), hubo una “pequeña” tendencia a una mayor mejora del QCmax en
el protocolo de intervalos largos (ES = +1 vs +0,7 para 4x4min vs 15/15, respectivamente).
Cabe destacar que el estudio de Seiler et al. (2013) mostró, en ciclistas recreacionales (VO2max: sobre 52ml/min/kg), que
acumular 32min de trabajo al 90% de la FCmax puede inducir mayores ganancias adaptativas que 16min de trabajo sobre
el 95% de la FCmax (176). Mientras que el SV no fue medido, estos resultados contrastan con la idea de que la intensidad
4. Conclusiones:
En la Parte I de esta revisión, se han discutido los diferentes aspectos de la programación del HIT respecto al T@VO2max y la
función cardiopulmonar. Existen importantes diferencias entre deportistas y entre formatos de HIT, por lo tanto es difícil
precisar recomendaciones que ofrecer. La mayoría de los formatos HIT, si se manipulan adecuadamente, pueden permitir a
los deportistas alcanzar el VO2max, pero las sesiones RSS y SIT permite un limitado T@VO2max comparado con las sesiones
HIT tanto de intervalos largos como cortos. La respuesta del VO2max durante RSS y SIT parece depender del nivel del
deportista, con los atletas más en forma es menos posible alcanzar el VO 2max durante estos tipos de entrenamiento.
Basándose en esta revisión, pueden realizarse las siguientes recomendaciones:
Para individualizar la intensidad del ejercicio y la respuesta fisiológica aguda específica objetivo (Fig. 1), la v/pVO2max y la
ASR/APR o VIFT son probablemente las referencias más precisas para diseñar HIT con intervalos largos (mayores o iguales
a 1-2min) y cortos (menores o iguales a 45seg), respectivamente. Para sesiones HIT basadas en carrera, comparando con
el ASR, VIFT integra las habilidades de recuperación entre esfuerzos y las capacidades COD que hacen la VIFT
especialmente relevante para programar carreras supramáximas intermitentes cortas realizadas con COD, como se realiza
en la mayoría de deportes de equipo y raqueta.
Especialmente en deportistas bien entrenados, los cuales realizan ejercicios involucrando grupos musculares grandes, y
asumiendo la acumulación de T@VO2max puede maximizar el estímulo de entrenamiento para mejorar el rendimiento,
nosotros recomendamos HIT largos y cortos con un ratio trabajo/recuperación >1 (ver Parte II, Tabla 1 sugerencias
prácticas para la programación). Adicionalmente:
Debería haber poco tiempo entre el calentamiento y el inicio de la sesión HIT para acelerar el tiempo necesario hasta
alcanzar el VO 2max . La intensidad del calentamiento puede ser menor o igual al 60-70% de la v/pVO 2max , o juegos (a
moderada intensidad) para deportistas de deportes de equipo y raqueta.
El volumen total de la sesión debería permitir a los deportistas pasar sobre 5min (deportes de equipo y raqueta) y sobre
10min (deportes de resistencia) a VO2max.
Hasta que se aporten nuevas evidencias, se desconoce la importancia del llenado ventricular continuo vs repetido a altos
ritmos para desarrollar adaptaciones cardiovasculares. Intervalos de trabajo cercanos al máximo y prolongados
actualmente parecen ser la opción HIT más recomendada (i.e. >4min al 90-95% de la v/pVO 2max , con la probable
disminución de la carga externa con el aumento de la fatiga para prolongar el T@Qcmax).
5. Perspectivas:
Se requieren más investigaciones para especificar las respuestas cardiopulmonares agudas del HIT/RST/SIT en
poblaciones determinadas como jóvenes y mujeres, así como la influencia del nivel cardiorespiratorio y de entrenamiento
sobre estas respuestas. Más investigaciones son también necesarias para mejorar nuestros conocimientos sobre como
manipular óptimamente las variables del HIT, en particular, las condiciones medioambientales (Ej.: altitud (21), calor
(217)), dónde las sesiones HIT “típicas” sugeridas por esta revisión no pueden realizarse. El impacto de la hora del día, el
tiempo dentro de una sesión, y contenidos externos al entrenamiento también deberían ser examinados, así como que la
mayoría de los estudios se realizan con participantes “frescos” en condiciones climatológicas controladas, mientras en la
práctica, las sesiones HIT se realizan a menudo en un estado de fatiga acumulada (al final de una sesión de deporte de
equipo o por la tarde después de una sesión de entrenamiento exhaustiva por la mañana). También es importante entender
las respuestas fisiológicas de las sesiones técnicas/tácticas para el desarrollo exitoso de los deportistas de deportes de
equipo, por lo que las sesiones HIT óptimas pueden ser programadas como sesiones suplementarias (i.e. como se puede
“resolver el mejor puzzle de la programación”, mientras añadimos que se “pierde” durante las sesiones técnico/tácticas
Agradecimientos: En la preparación de esta revisión no de utilizaron fuentes de financiación. Los autores no tienen
conflictos de interés que sean directamente relevante en el contenido de esta revisión.
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