Sentencia Grupo 7

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 6

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SALA DE CASACION CIVIL

Magistrado Ponente:
Dr. Javier Tamayo Jaramillo

Bogotá, D.C., seis de octubre de mil novecientos noventa y cinco .


Referencia: Expediente No. 4281

PRETENSION
Decídase el recurso de casación interpuesto por las sociedades demandantes Compañía
de Seguros Patria S.A. Colpatria y Seguros Comerciales Bolívar S.A., contra la sentencia
del 29 de mayo de 1992 proferida por la Sala Civil del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Santafé de Bogotá, en este proceso ordinario de responsabilidad civil que
promovieron las compañías recurrentes frente a la sociedad Flota Mercante Gran
colombiana S.A.

HECHOS RELEVANTES
1- El 6 de octubre de 1981 Ingenio Providencia S.A. efectuó un contrato de
transporte marítimo con la Flota Mercante Grancolombiana, mediante el
cual ésta se obligó a transportar en el buque Faneos y entregar en
Buenaventura en perfectas condiciones dos bombas centrífugas y tres
impulsores de bronce. Dicho contrato está contenido en el conocimiento de
embarque Nº FZ3 expedido en la ciudad de Baltimore, Estados Unidos.
2- En la misma fecha la sociedad demandada se comprometió con Agrocol
S.A., Cartón de Colombia S.A. y Celulosa y Papel de Colombia (Pulpapel
S.A.) a transportar en el buque mencionado y a entregar en Buenaventura
algunos tractores agrícolas, partes y piezas sueltas para grúa marca Holst y
filtros electrostáticos, según consta en los conocimientos de embarque Nº
FZ4, FZ2 y 2, expedidos en Baltimore (Estados Unidos) los dos primeros y
en Filadelfia, el último.
3- El día 5 de noviembre de 1981 se incendió la bodega Nº 1 del buque
Faneos, consumiéndose totalmente los cargamentos mencionados. Dicho
incendio, según los demandantes, ocurrió por culpa o negligencia del
capitán del buque.
4- El cargamento importado por Ingenio Providencia S.A. tenía un valor de $
4.171.258, el de Celulosa y Papel de Colombia S.A. ascendía a la suma de
$ 563.670, el de Agrocol S.A. valía $ 9.482.286 y el de Cartón de Colombia
$ 827.796.
5- El perjuicio sufrido por Ingenio Providencia S.A. fue resarcido por la
Compañía de Seguros Patria S.A., Colpatria, en la suma de $ 4.171.258.
6- El perjuicio sufrido por los importadores Agrocol S.A., Cartón de Colombia
S.A., y Celulosa y Papel de Colombia S.A., fue resarcido por Seguros
Comerciales Bolívar S.A. en la suma de $ 10.864.292 mediante
liquidaciones de avería y órdenes de pago números 14574; 14575; 14576 y
14577. En tales documentos aparece la cesión de derechos hecha por los
importadores a favor de los demandantes.
7- Según los actores, la sociedad contratada no cumplió con su obligación de
resultado, al no haber entregado el cargamento que recibió en perfecto
estado, a satisfacción del destinatario, su agente o representante; y en
consecuencia debe indemnizar “los perjuicios que se derivan del
incumplimiento del contrato”.
POSICIÓN DE PRIMERA Y SEGUNDA INSTANCIA

1. En primera instancia admitida la demanda por auto del 23 de noviembre de


1983 (fl. 87v., c.1), se ordenó correrla en traslado a la sociedad
demandada, la cual oportunamente la contestó oponiéndose a la
prosperidad de las pretensiones impetradas. En cuanto a los hechos,
expresó que era cierto el primer supuesto del hecho 3º; no ser ciertos el 1º,
2º, 4º y 5º. Respecto de los demás, dijo que no le constaban y debían
probarse. Como excepciones que calificó de perentorias formuló las que
llamó “falta de legitimación por activa, legitimación por pasiva, falta de
interés jurídico, ausencia de responsabilidad, exoneración de
responsabilidad, la de fondo general”, con sustento en los hechos que
respecto de cada una de ellas se expresa.
En esta misma oportunidad, propuso como previas las excepciones que
denominaron “incapacidad e indebida representación del demandante,
prescripción e ineptitud de la demanda”. Agotada la primera instancia, por
sentencia del 15 de abril de 1991, se declararon probadas y fundadas las
excepciones de fondo propuestas por la parte demandada denominadas
“falta de legitimación por activa, legitimación por pasiva y falta de interés
jurídico”; y en consecuencia, se negaron las pretensiones de la demanda y
se absolvió a la demandada de los cargos formulados en su contra.

2. Como segunda instancia Como resultado del recurso de apelación que


interpuso la parte demandante, al cual adhirió la parte demandada, el
Tribunal, por sentencia del 29 de mayo de 1992 , resolvió confirmar en
todas sus partes la sentencia
DEMANDA DE CASACIÓN

Contra la sentencia antes resumida interpuso recurso extraordinario de


casación la parte demandante. En la respectiva demanda se formulan contra
dicho fallo seis cargos, todos con fundamento en la causal 1ª del artículo 368
del Código de Procedimiento Civil, que la Corte entra a analizar y despachar en
el orden propuesto, de la siguiente manera: el primero y segundo se
acumularán por adolecer de faltas de técnica comunes; el tercero
independientemente; el cuarto, quinto y sexto, también conjuntamente por
merecer consideraciones comunes

CONSIDERACIONES:

1. Inicialmente refiere que el a quo negó el petitum por no haberse probado


por los demandantes el derecho sustancial requerido para reclamar de la
demandada la indemnización por el hecho relatado en el libelo como
determinante del daño, a raíz de no lograr la notificación de la cesión de
derechos con que se procede frente a la demandada. Que por esta razón
no se alcanza a establecer la legitimación por activa, ni tampoco se acredita
esa condición sustancial respecto de la demandada, como sujetos de
obligaciones con relación al caso comentado en la demanda.
2. Relievada la circunstancia anterior, y en aras de precisar si la vía escogida
para la reclamación de los derechos cuya tutela se persigue era la idónea
para tal fin, puntualizó el fallador que cuando se realizó la cesión de
derechos ésta carecía de objeto, toda vez que en dicha época los
demandantes ya habían cancelado el valor de los seguros y en
consecuencia, los derechos y acciones del asegurado habían salido del
patrimonio de éste y pasado al del asegurador.
3. De otra parte, estimó el fallador que, una vez que el asegurador ha pagado
al asegurado el importe de la indemnización, opera automáticamente la
subrogación por ministerio de la ley, “y es entonces, la acción del artículo
1096 del Código de Comercio la que queda abierta para la aseguradora sin
que se pueda decir que se deja de lado ésta para actuar bajo los
parámetros de la cesión que el asegurado le ha hecho, por la simple razón,
que nadie puede ceder lo que no tiene, puesto que los derechos y acciones
del asegurado pasan de inmediato al asegurador y salen del patrimonio de
aquél”.
4. Expresó finalmente que el reclamo de la parte demandada sustentado en la
pretensión sobre condena contra la parte actora “por demanda temeraria”
no tiene asidero legal, por no estar probado en autos, que la demanda
tenga dicho carácter, puesto que no aparece ni siquiera uno de los
elementos constitutivos de la misma, al tenor del artículo 74 del Código de
Procedimiento Civil.

CARGO PRIMERO: “Violación indirecta, a través de error de derecho en la


apreciación de las pruebas, del artículo 1096 del Código de Comercio, por
aplicación indebida de éste”.
En el desarrollo del cargo, dice el casacionista que el fallador apreció
erradamente el contenido de los artículos 1036, 1037 y 1046 del Código de
Comercio.
CARGO SEGUNDO: Se violan indirectamente, por falta de aplicación, los
artículos 1666, 1667, 1669 y 1670 del Código Civil, todas estas normas de
carácter sustancial, como atributivas de derechos subjetivos, en la
subrogación convencional para el cesionario, como consecuencia de la
aplicación indebida que el sentenciador hizo del artículo 1096 del Código de
Comercio
CARGO TERCERO: Mediante éste se acusa la sentencia de violar la ley
sustancial, por falta de aplicación de los artículos 1666; 1667; 1669 y 1670
del Código Civil, que consagran la “subrogación legal convencional” (sic),
como consecuencia de errónea interpretación de la demanda
CONSIDERACIONES:
En primer lugar, conviene observar que el segundo cargo, aunque no lo
dice en forma expresa el recurrente, se fundamenta en un error de derecho.
Ello se desprende del desarrollo mismo del cargo.
Ahora, el artículo 1046 del Código de Comercio establece que la póliza es
el documento por medio de cual se perfecciona y prueba el contrato de
seguro. Es preciso, en consecuencia, determinar el alcance de la citada
disposición. Al respecto, la Corte hace las siguientes consideraciones
1. Bien vistas las cosas, se puede afirmar que, desde el punto de vista
probatorio, la póliza de seguros es requisito indispensable cuando las
pretensiones del demandante versan sobre las obligaciones y derechos
que surgen del contrato de seguros, es decir, cuando lo que se discute
procesalmente, es el alcance mismo que las partes pretenden darle al
contrato
2. Sobre tales bases la Corte encuentra que, en el asunto sub examine, es
necesario hacer la distinción anotada. En efecto, en el proceso no existe
pretensión alguna que presuponga la existencia de la póliza. No se trata
de una responsabilidad contractual que encuentre su fuente en el
contrato de seguros. En el asunto a estudio, nadie discute la existencia
del contrato de seguros, ni la existencia del siniestro, ni mucho menos,
el pago del mismo. De lo que se trata, simplemente, es de establecer si
hubo la cesión de derechos derivados de la inejecución del contrato de
transporte que el actor invoca como causa jurídica de sus pretensiones.
3. Por lo tanto, como en el asunto sub júdice no se discutía una pretensión
que se sustentara en la póliza de seguros, no es posible afirmar que el
Tribunal desconoció el imperativo probatorio del artículo 1046 del
Código de Comercio. Frente a la cesión de derechos mencionada como
causa jurídica de la pretensión, el contrato de seguros era
probatoriamente intrascendente y, por lo tanto, la póliza no era requisito
probatorio indispensable.
4. La Corte considera que, como el Tribunal no entró a analizar la
responsabilidad civil de la sociedad demandada, ya que estimó que los
aquí demandantes carecían de legitimación en la causa para invocarla,
y dicha decisión salió avante del ataque formulado en los cargos 1º, 2º y
3º, resulta inane entrar a estudiar los cargos 4º y 5º y 6º toda vez que
estos se refieren a la responsabilidad del demandado, aspecto que sólo
sería disputable por quien ostente dicha legitimación. En consecuencia,
ningún reproche de los formulados en los tres últimos cargos le cabe a
la decisión atacada, como que la citada decisión sólo se estructuró
sobre la base de la ausencia de legitimación de los actores, por no tener
valor jurídico la cesión invocada como causa petendi de la demanda

DECISIÓN

Basado en lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil,


administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley NO
CASA la sentencia del 29 de mayo de 1992 proferida por el Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Santafé de Bogotá, en este proceso ordinario adelantado por
Colpatria, Compañía de Seguros Patria S.A. y Seguros Comerciales Bolívar S.A.
frente a Flota Mercante Gran colombiana S.A

ANALISIS CRITICO

Ahora, en el presente caso se trata de títulos a la orden y, por lo tanto, están


sometidos a las normas que regulan el endoso de los mismos .En ese orden de
ideas, los conocimientos de embarque que no hayan sido endosados con la
respectiva firma del cedente, tornarán el endoso inexistente. Fuera de lo anterior,
cabe anotar que el endoso debe constar en el original del conocimiento de
embarque, ya que es el único que constituye título representativo de mercancía.
Las copias no tienen valor negociable, a la luz de lo dispuesto en los artículos
1019 y 1638 del Código de Comercio.

En consecuencia, como el recurrente no anexo al expediente los conocimientos de


embarque originales debidamente endosados, carece de un derecho propio para
reclamar la indemnización que ahora pretende. Por lo tanto, la sentencia de todas
formas habría sido desestimatoria de las pretensiones.

Así las cosas, si el asegurado no es tenedor legítimo del conocimiento de


embarque o de la carta de porte, o no reúne las calidades de remitente o
destinatario, según el caso, entonces, no por el simple hecho del pago del
siniestro, el asegurador se subroga contra el transportador responsable, ya que
éste se vería abocado a pagar dos veces la indemnización pues quien tenga los
derechos derivados del contrato, según las citadas normas, podrá demandarlo
válidamente, sin que el transportador pueda excepcionar pago. Como se dice,
nadie puede ceder más derechos de los que tiene.

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy