Escuela de Psicología Social. Quilmes
Escuela de Psicología Social. Quilmes
Escuela de Psicología Social. Quilmes
“En otras palabras, la idea de salud puede ser explicada como el grado de eficiencia del
metabolismo y las funciones de un ser vivo a escala micro (celular) y macro (social)”.
La salud implica que todas las necesidades fundamentales de las personas estén cubiertas:
afectivas, sanitarias, nutricionales, sociales y culturales.
• Una definición más dinámica de salud podría añadir que es el logro del más alto nivel de
bienestar físico, mental, social y de capacidad de funcionamiento que permitan los factores
sociales en los que viven inmersos el individuo y la colectividad.
• La definición de salud es difícil, siendo más útil conocer y analizar los determinantes de la
salud o condicionantes de la salud.
• La salud, en términos físicos, forma parte de uno de los pilares de la calidad de vida,
bienestar y en definitiva de la felicidad.
La enfermedad es el desequilibrio entre lo físico psíquico y social.
Pichón Riviere establece que “En la práctica psiquiátrica, es frecuente observar que muchos
pacientes son dados de alta, tomando como índice de curación, el hecho de que comen bien, e
visten correctamente, etc., es decir, presentan una conducta aparentemente normal, han
llegado a construir una estereotipia en el cual se manejan en forma casi automática en su vida
cotidiana. En este estereotipo, el medico, la familia y los allegados se integran como contexto.
El sujeto puede comer, puede dormir, etc., pero no se dan en él modificaciones profundas, ni
tampoco actúa como un agente modificador de su medio. Se convierte así en el líder alienante
de toda estructura, merced a la situación de impostura grupal…”
Se designa a la Salud Mental como al estado de equilibrio que debe haber entre una persona
y el entorno socio-cultural al cual pertenece, es decir, cuando este estado de cosas se
manifiesta positivamente, la interacción que esta persona mantendrá con quienes lo rodean y
su participación, ya sea laboral o intelectual en la sociedad que le haya tocado vivir,
provocarán que logre sin dificultad el bienestar y la calidad de vida todos los seres humanos.
Si bien al respecto de aquello que se necesita para decretar que alguien tiene o no tiene salud
mental puede haber variaciones, ya que la misma a través de la historia fue definida a partir de
diferentes ópticas, lo cierto es que se ha convenido que la mejor manera para determinar la
salud mental de un individuo es la observación de su comportamiento en su vida diaria y si
en lo que respecta a esto, que incluye entre otras cosas: el domino de sus temores
personales, capacidades, competencias, responsabilidades, superación de obstáculos,
respuesta a sus necesidades básicas, el manejo de sus relaciones interpersonales, el
individuo responde de manera satisfactoria, entonces, podemos determinar que la salud
mental de esta persona se encuentra en perfectas condiciones y estado.
También resulta insoslayable destacar al respecto de esta cuestión que aunque comúnmente y
un dicho muy popular lo reafirme: mente sana, cuerpo sano, la salud mental no es una
cuestión que se encuentra totalmente separada de la salud física como muchos sostienen o
se sostuvo durante largo tiempo, porque como se ha podido comprobar a través de
innumerables casos, existen evidentes conexiones entre las enfermedades mentales y las
físicas, aún más, se suele decir que muchas veces las preocupaciones, las tragedias personales
y las frustraciones, entre otras cuestiones.
En este sentido es que muchas terapias que persiguen el bienestar mental hacen hincapié en
esta cuestión interrelacionada con el físico y por ejemplo también recomiendan acompañar la
terapia mental con algunas actividades físicas que se sabe reportan notables beneficios para
ambos: cuerpo y mente, tal es el caso de salir a caminar, hacer yoga, meditación, entre otras.
Como bien dice el popular y sabio dicho: es mejor prevenir que curar y en este sentido
también tenemos que incluir a la salud mental porque sin dudas es necesaria para gozar de
ella promoverla desde varios niveles, en la casa, como punto de partida de la socialización
del individuo, contribuyendo en cuestiones tan determinantes a futuro como ser la
autoestima, la vinculación social. Y claro, luego en la escuela, otro espacio importante desde y
en el cual se moldean comportamientos. Pero ojo que no se agota aquí esa difusión y
promoción sino que debe seguir de manera ininterrumpida a través de los años y todos los
actores sociales (padres, amigos, escuelas, trabajo, medios de comunicación) deben estar
comprometidos con la misma para lograr su estabilidad.
Abonando y confirmando esto que expresábamos, los psicólogos, que son los profesionales
encargados y más idóneos a la hora de determinar y controlar la salud mental de los
individuos, consideran que esta debe ser promovida desde tres niveles, individual,
motivando a la persona a través de estímulos; comunitario, asegurando la integración social
del sujeto; y a nivel estatal, implementando y diseñando planes que faciliten el acceso a la
salud pública.
El concepto de prevención hace referencia a evitar que algo suceda, a anticiparse, a actuar de
antemano para que no ocurra un daño o un perjuicio. Existen diferentes tipos de prevención,
según los objetivos que se intenten lograr.
Prevención terciaria: son las acciones llevadas a cabo una vez que la patología o el daño ya
sucedieron, para evitar las consecuencias y las secuelas graves o el fallecimiento de la persona.
La Promoción de la salud:
El empoderamiento es el proceso por el cual las personas adquieren los recursos necesarios
para gestionar sus necesidades y demandas. Este concepto se aplicó primeramente a las
mujeres para que fueran adquiriendo las habilidades históricas sociales necesarias para luchar
por sus propios derechos.
Carta de Ottawa
“La promoción de la salud consiste en proporcionar a los pueblos los medios necesarios para
mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma. Para alcanzar un estado adecuado
de bienestar físico, mental y social, un individuo o grupo debe ser capaz de identificar y realizar
sus aspiraciones, de satisfacer sus necesidades y d cambiar o adaptarse al medio ambiente. La
salud no se percibe como el objetivo, sino como la fuente de riqueza de la vida cotidiana. Se
trata, por lo tanto, de un concepto positivo que acentúa los recursos sociales y personales así
como las aptitudes físicas. Por consiguiente, dado que el concepto de salud como bienestar
trasciende la idea de formas de vida sanas. “La salud se crea y se vive en el marco de la vida
cotidiana”. La salud es el resultado de los cuidados de uno mismo y de los demás, de la
capacidad de tomar decisiones y controlar la vida propia y de asegurar que la sociedad donde
uno vive ofrezca a todos sus miembros la posibilidad de gozar de un buen estado de salud”
Bibliografía
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