8 El Poder Judicial

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El Poder Judicial. El Consejo General del Poder Judicial. El Tribunal Supremo. La organización judicial española.

6.- El Poder Judicial. Principios. Organización judicial. El recurso y


la cuestión de inconstitucionalidad.

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1. Introducción

Tras haber estudiado con anterioridad tanto el Poder Legislativo como el Ejecutivo, es necesario conocer
y ahondar en el tercero de los poderes del Estado: el Poder Judicial.

Dentro del contexto de nuestra CE 1978 los órganos judiciales ejercen las siguientes funciones:

- La protección jurisdiccional de los derechos y libertades públicas. Así, recordamos que el artículo
24 de la CE establece que “Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los Jueces y
Tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse
indefensión”.

- El control y la fiscalización de la actividad de los poderes públicos. El artículo 106 de la CE


determina que “Los Tribunales controlan la potestad reglamentaria y la legalidad de la actuación
administrativa, así como el sometimiento de ésta a los fines que la justifican”.

La Ley Orgánica del Poder Judicial de 1 de julio de 1985, junto a la Ley de Demarcación y Planta, de 28 de
diciembre de 1988 y el Decreto de Efectividad de la Planta, de 3 de febrero de 1989, constituyen, en
esencia, el ordenamiento jurídico regulador del Poder Judicial.

2. Principios

Los principios ordenadores de la función judicial están contenidos en el título VI de la CE, de cuyo estudio
podemos destacar los siguientes:

2.1. Independencia

Es la característica esencial del Poder Judicial. La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del
Rey por Jueces y Magistrados integrantes del Poder Judicial, independientes, inamovibles, responsables y
sometidos únicamente al imperio de la Ley.

El principio de independencia viene a decir que el ejercicio de la función judicial debe realizarse sin ningún
tipo de interferencias, no estando sujetos los Jueces a ninguna orden o instrucción que proceda de un órgano
superior. En tal sentido, el juez “únicamente estará sometido al imperio de la ley”.

2.2. Inamovilidad

Debemos entender por inamovilidad que los Jueces y Tribunales sólo podrán ser removidos de sus cargos
por las causas y procedimientos previstos en la Ley, correspondiendo al Consejo General del Poder Judicial (en
adelante, CGPJ) el ejercicio del régimen disciplinario.

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2.3. Exclusividad y unidad de jurisdicción

La función judicial está reservada en exclusiva a los Juzgados y Tribunales previstos en las leyes. La unidad
de jurisdicción significa que la jurisdicción es única, y se ejercerá por Jueces y Magistrados. Así, la justicia no
puede ejercerse por órganos diferentes de los que forman parte del Poder Judicial (con la única excepción de
la jurisdicción militar limitada únicamente al ámbito estrictamente castrense y a los supuestos del estado de
sitio). Queda prohibido por tanto cualquier otro órgano especial: por ejemplo, quedan totalmente prohibidos
los Tribunales de honor.

2.4. Responsabilidad

Es una consecuencia obligada del Estado de Derecho. La responsabilidad tiene su razón de ser en el
principio de igualdad. Los daños causados por error judicial, así como los que sean consecuencia del
funcionamiento anormal de la Administración de Justicia, darán derecho a una indemnización a cargo del
Estado, conforme a la Ley. En todo caso, el daño alegado debe ser efectivo, evaluable económicamente e
individualizado con relación a una persona o grupo de personas.

La mera anulación de una sentencia no supone por sí misma el derecho a una indemnización. Pero sí la
tendrán quienes después de haber sufrido prisión preventiva sean absueltos por inexistencia de hechos o por
sobreseimiento de la causa, siempre que se le hayan producido perjuicios; consideraciones éstas que vienen
recogidas en la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ).

2.5. Gratuidad

La justicia será gratuita cuando así lo disponga la Ley, y, en todo caso, respecto de quienes acrediten
insuficiencia de recursos para litigar.

2.6. Publicidad y oralidad

Las actuaciones judiciales serán públicas, con las excepciones que prevean las Leyes de procedimiento.
Todos los interesados podrán conocer el estado de tramitación de las actuaciones judiciales y el acceso a todos
aquellos registros y antecedentes, salvo los que tengan carácter de reservados. Asimismo, el procedimiento
será predominantemente oral, sobre todo en materia criminal.

2.7. Participación ciudadana

Los ciudadanos podrán ejercer la acción popular y participar en la Administración de Justicia mediante la
institución del Jurado, en la forma y con respecto a aquellos procesos penales que la Ley determine, así como
en los Tribunales consuetudinarios y tradicionales.

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2.8. Colaboración con la Justicia

Este principio se desdobla en dos deberes por parte del ciudadano: la obligación de respetar y cumplir las
sentencias y la de prestar la colaboración requerida por los Jueces y Tribunales, tanto en el curso del proceso
como en el momento de la ejecución de la sentencia.

2.9. Principio de reserva de ley en materia estatutaria

La Ley Orgánica del Poder Judicial determinará la constitución, funcionamiento y gobierno de los Juzgados y
Tribunales, así como el estatuto jurídico de los Jueces y Magistrados de carrera, que formarán un Cuerpo
único, y del personal al servicio de la Administración de Justicia. Tanto la materia organizativa como estatutaria
del Poder Judicial queda reservada a la LOPJ.

3. Organización Judicial

3.1. Introducción

La LOPJ es la que ha adaptado la composición y atribuciones de los órganos jurisdiccionales al nuevo orden
constitucional. La CE destaca tres órganos que por su importancia los enuncia directamente: El Consejo
General del Poder Judicial (CGPJ), el Tribunal Supremo y el Ministerio Fiscal.

3.2. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)

Es el órgano de gobierno del Poder Judicial. A través de él se pretende el autogobierno del Poder Judicial y
consecuentemente la plena virtualidad de la independencia de los Jueces.

3.2.1. Composición

El Consejo General del Poder Judicial estará integrado por el Presidente del Tribunal Supremo, que lo
presidirá, y por veinte miembros nombrados por el Rey por un período de cinco años. De éstos, doce entre
Jueces y Magistrados de todas las categorías judiciales, en los términos que establezca la ley orgánica; cuatro
a propuesta del Congreso de los Diputados, y cuatro a propuesta del Senado, elegidos en ambos casos por
mayoría de tres quintos de sus miembros, entre abogados y otros juristas, todos ellos de reconocida
competencia y con más de quince años de ejercicio en su profesión.

El Consejo General del Poder Judicial es el órgano de gobierno del Poder Judicial. La ley orgánica del poder
judicial establecerá su estatuto y el régimen de incompatibilidades de sus miembros y sus funciones, en
particular en materia de nombramientos, ascensos, inspección y régimen disciplinario.

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3.2.2. Competencias

Las competencias del CGPJ pueden ser decisorias o consultivas.

Entre las decisorias destacan el nombramiento del Presidente del Tribunal Supremo y del propio CGPJ, la
propuesta de nombramiento de miembros del Tribunal Constitucional, la inspección de Juzgados y
Tribunales, etc… En cuanto a las consultivas, la principal es el deber de informar de los anteproyectos de
leyes y disposiciones generales en relación a algunas materias.

3.3. El Tribunal Supremo

3.3.1. Introducción

La CE señala en su artículo 123 que “El Tribunal Supremo, con jurisdicción en toda España, es el órgano
jurisdiccional superior en todos los órdenes, salvo lo dispuesto en materia de garantías constitucionales”. En
estas materias tendrá competencias el Tribunal Constitucional. La LOPJ recoge que la sede del Tribunal
Supremo (en adelante TS) estará en Madrid, y que ningún otro Tribunal podrá tener el título de “Supremo”.

3.3.2. Organización

El Tribunal Supremo se constituye en cinco Salas:

- La Sala Primera, de lo Civil: Se compone de un presidente y nueve magistrados.


- La Sala Segunda, de lo Penal: Se compone de un presidente y catorce magistrados.
- La Sala Tercera, de lo Contencioso-Administrativo: Se compone de un presidente y treinta y dos
magistrados.
- La Sala Cuarta, de lo Social: Se compone de un presidente y doce magistrados.
- La Sala Quinta, de lo Militar: Se compone de un presidente y siete magistrados. Esta sala se caracteriza
porque solo cuatro de sus miembros provienen de la carrera judicial; los cuatro restantes provienen del
Cuerpo Jurídico Militar.

Además, dentro del Tribunal Supremo existen unos órganos jurisdiccionales especiales:

Un Tribunal de Conflictos de Jurisdicción (art. 38 LOPJ), que resuelve los conflictos positivos y negativos de
jurisdicción que se susciten entre los Juzgados o Tribunales y la Administración; está compuesto por el
presidente del Tribunal Supremo, dos magistrados de la Sala de lo Contencioso-Administrativo y tres
Consejeros Permanentes del Consejo de Estado.

Una Sala de Conflictos de Jurisdicción (art. 39 LOPJ), que resuelve los conflictos positivos y negativos de
jurisdicción que se susciten entre un órgano judicial perteneciente a la jurisdicción ordinaria y un órgano
judicial perteneciente a la jurisdicción militar; está compuesta por el presidente del Tribunal Supremo, dos
magistrados de la Sala correspondiente al orden jurisdiccional de la jurisdicción ordinaria en conflicto y dos
Magistrados de la Sala de lo Militar.

Una Sala Especial de Conflictos de Competencia (art. 42 LOPJ), que resuelve los conflictos positivos y

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negativos de competencia que se susciten entre órganos judiciales pertenecientes a distinto orden
jurisdiccional; está compuesta por el presidente del Tribunal Supremo y por un magistrado de cada una de
las Salas correspondientes a los órdenes jurisdiccionales en conflicto.

Una Sala innominada descrita en el artículo 61 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que conoce de los
procesos de ilegalización de partidos políticos, de los procesos sobre declaración de error judicial y sobre
responsabilidad en ejercicio de funciones jurisdiccionales de las demás Salas del Tribunal Supremo y de
otros procesos de especial importancia; está compuesta por el presidente del Tribunal Supremo, los
presidentes de las Salas y el magistrado más antiguo y el más moderno de cada una de ellas.

3.4. El Ministerio Fiscal

El Ministerio Fiscal es un órgano de relevancia constitucional y con personalidad jurídica propia integrado
con autonomía funcional en el Poder Judicial, al que el artículo 124 de la Constitución Española se refiere en
los siguientes términos:

El Ministerio Fiscal, sin perjuicio de las funciones encomendadas a otros órganos, tiene por misión
promover la acción de la Justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés
público tutelado por la Ley, de oficio o a petición de los interesados, así como velar por la independencia de
los Tribunales y procurar ante ellos la satisfacción del interés social.

El Ministerio Fiscal ejerce sus funciones por medio de órganos propios conforme a los principios de unidad
de actuación y dependencia jerárquica y con sujeción, en todo caso, a los de legalidad e imparcialidad.

La norma básica que regula el Ministerio Fiscal español es el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal,
aprobado por Ley 50/81 de 30 de diciembre y modificado por la Ley 24/2007, de 9 de octubre, que refuerza su
autonomía y moderniza su organización territorial.

En el Estatuto Orgánico se contiene la regulación básica de las funciones, la organización, estructura y


principios, normas de actuación, formas de acceso y pérdida de la condición de Fiscal, los derechos y deberes
de los Fiscales y el régimen disciplinario.

Los principios de legalidad e imparcialidad son los que rigen en todo caso la actuación del Ministerio Fiscal.
Por el principio de legalidad el Ministerio Fiscal actúa con sujeción a la Constitución, a las leyes y demás
normas que integran el ordenamiento jurídico. Por el principio de imparcialidad el Ministerio Fiscal actúa con
plena objetividad e independencia en defensa de los intereses que le están encomendados.

El Ministerio Fiscal es un órgano único para todo el Estado y sus miembros son autoridad a todos los
efectos, actuando siempre en representación de toda la Institución.

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4. La cuestión y el recurso de inconstitucionalidad

Por último, y dado que nos encontramos ante dos conceptos que pueden dar lugar a confusión, por la
denominación tan similar que poseen, vamos a analizar los conceptos de CUESTIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD y RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD.

4.1. Cuestión de inconstitucionalidad

El Tribunal Constitucional, a través de la cuestión de inconstitucionalidad, al igual que a través del recurso
de inconstitucionalidad, garantiza la supremacía de la Constitución y enjuicia la conformidad o disconformidad
con ella de las leyes, disposiciones normativas y actos con fuerza de ley del Estado y de las Comunidades
Autónomas.

La cuestión de inconstitucionalidad sólo puede ser promovida, de oficio o a instancia de parte, por Jueces y
Tribunales y han de hacerlo cuando consideren que una norma con rango de ley aplicable al proceso del que
conocen y de cuya validez dependa la decisión que hayan de adoptar en el mismo pueda ser contraria a la
Constitución.

El órgano judicial ha de plantear la cuestión una vez concluso el proceso y dentro del plazo para dictar
sentencia o la resolución judicial que proceda, debiendo concretar la ley o norma con fuerza de ley de cuya
constitucionalidad duda, el precepto constitucional infringido y especificar o justificar en qué medida la
decisión del proceso depende de la validez de la norma cuestionada.

Antes de adoptar el Auto en el que se acuerde el planteamiento de la cuestión de inconstitucionalidad, el


órgano judicial debe oír a las partes y al Ministerio Fiscal para que en el plazo común e improrrogable de diez
días puedan alegar lo que deseen sobre la pertinencia de plantear la cuestión de inconstitucionalidad.
Seguidamente, sin más trámite, el órgano judicial resolverá en el plazo de tres días sobre su planteamiento.

El órgano judicial ha de elevar al Tribunal Constitucional el Auto de planteamiento de la cuestión de


inconstitucionalidad junto con los testimonios de los autos principales y las alegaciones efectuadas por las
partes y el Ministerio Fiscal. El planteamiento de la cuestión de inconstitucionalidad determina la suspensión
provisional de las actuaciones en el proceso judicial hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre
su admisión y, de ser admitida, hasta que resuelva definitivamente la cuestión.

El Tribunal Constitucional puede rechazar en trámite de admisión, mediante Auto y previa audiencia al
Fiscal General del Estado, la cuestión de inconstitucionalidad cuando falten las condiciones procesales para su
planteamiento o fuera notoriamente infundada.

La admisión a trámite de la cuestión de inconstitucionalidad ha de publicarse en el Boletín Oficial del


Estado, pudiendo personase en el proceso constitucional, en el plazo de los quince días siguientes a dicha
publicación, quienes sean parte en el procedimiento judicial en cuyo seno se ha promovido. Asimismo, el
Tribunal ha de dar traslado de la cuestión al Congreso de los Diputados, al Senado, al Fiscal General del
Estado, al Gobierno y, en caso de afectar a una ley o disposición normativa con fuerza de ley de una
Comunidad Autónoma, a sus órganos ejecutivo y legislativo para que puedan personarse en el procedimiento
y formular alegaciones en el plazo de quinces días. Concluido este plazo, el Tribunal Constitucional dictará
Sentencia.

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Las sentencias recaídas en este tipo de procedimientos tienen valor de cosa juzgada, vinculan a todos los
poderes públicos y producen efectos generales desde la fecha de su publicación en el Boletín Oficial del
Estado.

4.2. Recurso de inconstitucionalidad

El recurso de inconstitucionalidad es uno de los procesos constitucionales a través de los que el Tribunal
Constitucional garantiza la supremacía de la Constitución y enjuicia la conformidad o disconformidad con ella
de las leyes, disposiciones normativas y actos con fuerza de ley del Estado y de las Comunidades Autónomas.

Pueden ser objeto del recurso de inconstitucionalidad:

a) Los Estatutos de Autonomía y las demás leyes orgánicas;

b) Las demás leyes, disposiciones normativas y actos del Estado con fuerza de ley;

c) Los tratados internacionales;

d) Los Reglamentos del Congreso de los Diputados, del Senado y de las Cortes Generales;

e) Las leyes, actos y disposiciones normativas con fuerza de ley de las Comunidades Autónomas;

f)Los Reglamentos de las Asambleas legislativas de las Comunidades Autónomas.

Están legitimados para interponer el recurso de inconstitucionalidad el Presidente del Gobierno, el


Defensor del Pueblo, cincuenta Diputados y cincuenta Senadores. Los órganos ejecutivos y legislativos de las
Comunidades Autónomas están legitimados para interponer recurso de inconstitucionalidad contra las
leyes, disposiciones y actos del Estado con fuerza de ley que puedan afectar a su propio ámbito de
autonomía

El recurso de inconstitucionalidad ha de interponerse con carácter general en el plazo de tres meses a


partir de la publicación oficial de la ley, disposición o acto con fuerza de ley impugnado mediante demanda
presentada ante el Tribunal Constitucional, en la que deben expresarse las circunstancias de identidad de las
personas u órganos que ejercitan la acción y concretar la ley, disposición o acto impugnado, así como el
precepto o preceptos constitucionales que se entienden infringidos.

El anterior plazo puede ampliarse a nueve meses en los recursos de inconstitucionalidad interpuestos por
el Presidente del Gobierno o los órganos ejecutivos de las Comunidades Autónomas cuando en el seno de la
Comisión Bilateral de Cooperación entre la Administración del Estado y la respectiva Comunidad Autónoma
se acuerde el inicio de negociaciones para resolver las discrepancias existentes entre las partes , pudiendo
instarse la modificación del texto normativo. El Acuerdo de inicio de negociaciones entre las partes ha de ser
comunicado al Tribunal Constitucional en el plazo de tres meses siguientes a la publicación de la ley,
disposición o acto con fuerza de ley impugnado y publicado en el Boletín Oficial del Estado y en el Diario Oficial
de la Comunidad Autónoma correspondiente.

Una vez admitida a trámite la demanda, el Tribunal Constitucional ha de dar traslado de la misma al
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Congreso de los Diputados, al Senado y al Gobierno y, en su caso, a los órganos legislativo y ejecutivo de la
Comunidad Autónoma a fin de que puedan personarse en el procedimiento y formular las alegaciones que
estimen oportunas. Transcurrido el plazo de personación y alegaciones, el Tribunal Constitucional dictará
Sentencia.

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La admisión a trámite de un recurso de inconstitucionalidad no produce, por regla
general, la suspensión automática de los preceptos legales impugnados, salvo en el
supuesto que el Presidente del Gobierno recurra una ley, disposición o acto con fuerza
de ley de una Comunidad Autónoma y solicite expresamente en la demanda la
suspensión de su vigencia y aplicación. En este caso, el Tribunal Constitucional ha de
ratificar o levantar la suspensión en un plazo no superior a cinco meses.

Las sentencias recaídas en este tipo de procedimientos tienen valor de cosa juzgada,
vinculan a todos los poderes públicos y producen efectos generales desde la fecha de su
publicación en el Boletín Oficial del Estado.

5. Otros Órganos Judiciales

El Estado se organiza territorialmente, a efectos judiciales, en municipios, partidos


(judiciales), provincias y Comunidades Autónomas.

El municipio se corresponde con la demarcación administrativa del mismo nombre.

El partido es la unidad territorial integrada por uno o más municipios limítrofes,


pertenecientes a una misma provincia. La modificación de partidos se realizará, en su
caso, en función del número de asuntos, de las características de la población, medios de
comunicación y comarcas naturales. El partido podrá coincidir con la demarcación
provincial.

La provincia se ajustará a los límites territoriales de la demarcación administrativa del

mismo nombre. La Comunidad Autónoma será el ámbito territorial de los Tribunales

Superiores de Justicia.

El Tribunal Supremo, la Audiencia Nacional, los Juzgados Centrales de Instrucción, los


Juzgados Centrales de lo Penal, los Juzgados Centrales de lo Contencioso-administrativo,
los Juzgados Centrales de Vigilancia Penitenciaria y el Juzgado Central de Menores
tienen jurisdicción en toda España.

Orgánicamente, la justicia en nuestro país queda estructurada de la siguiente forma


(ordenados jerárquicamente de abajo hacia arriba):

 Juzgados de Paz.
 Juzgados de Primera Instancia e Instrucción, de lo Mercantil, de Violencia
sobre la Mujer, de lo Penal, de lo Contencioso-Administrativo, de lo Social, de Menores
y de Vigilancia Penitenciaria.
 Audiencias Provinciales.
 Tribunales Superiores de Justicia.
 Audiencia Nacional.

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 Tribunal Supremo

En cuanto al carácter unipersonal o colegiado de los órganos, son todos


unipersonales excepto el Tribunal Supremo, la Audiencia Nacional, los Tribunales
Superiores de Justicia y las Audiencias Provinciales.

Artículo 117. Independencia de la justicia


1. La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y
Magistrados integrantes del Poder Judicial, independientes, inamovibles, responsables y
sometidos únicamente al imperio de la ley.
2. Inamovilidad de los Jueces y Magistrados. Los Jueces y Magistrados no podrán
ser separados, suspendidos, trasladados ni jubilados, sino por alguna de las causas y con las
garantías previstas en la ley.
3. El ejercicio de la potestad jurisdiccional en todo tipo de procesos, juzgando y
haciendo ejecutar lo juzgado, corresponde exclusivamente a los Juzgados y Tribunales
determinados por las leyes, según las normas de competencia y procedimiento que las
mismas establezcan.
4. Los Juzgados y Tribunales no ejercerán más funciones que las señaladas en el
apartado anterior y las que expresamente les sean atribuidas por ley en garantía de
cualquier derecho.
5. Unidad jurisdiccional. El principio de unidad jurisdiccional es la base de la
organización y funcionamiento de los Tribunales. La ley regulará el ejercicio de la
jurisdicción militar en el ámbito estrictamente castrense y en los supuestos de estado de
sitio, de acuerdo con los principios de la Constitución.
6. Se prohíben los Tribunales de excepción.

Artículo 118. Colaboración con la justicia


Es obligado cumplir las sentencias y demás resoluciones firmes de los Jueces y
Tribunales, así como prestar la colaboración requerida por éstos en el curso del proceso y
en la ejecución de lo resuelto.

Artículo 119. Gratuidad de la justicia


La justicia será gratuita cuando así lo disponga la ley y, en todo caso, respecto de
quienes acrediten insuficiencia de recursos para litigar.

Artículo 120. Publicidad de las actuaciones judiciales


1. Las actuaciones judiciales serán públicas, con las excepciones que prevean las
leyes de procedimiento.
2. El procedimiento será predominantemente oral, sobre todo en materia
criminal.
3. Las sentencias serán siempre motivadas y se pronunciarán en audiencia
pública.

Artículo 121. Indemnización por errores judiciales


Los daños causados por error judicial, así como los que sean consecuencia del
funcionamiento anormal de la Administración de Justicia, darán derecho a una

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indemnización a cargo del Estado, conforme a la Ley.

Artículo 122. Juzgados y Tribunales


1. La ley orgánica del poder judicial determinará la constitución, funcionamiento
y gobierno de los Juzgados y Tribunales, así como el estatuto jurídico de los Jueces y
Magistrados de carrera, que formarán un Cuerpo único, y del personal al servicio de la
Administración de Justicia.
2. Consejo General del Poder Judicial. El Consejo General del Poder Judicial es el
órgano de gobierno del mismo. La ley orgánica establecerá su estatuto y el régimen de
incompatibilidades de sus miembros y sus funciones, en particular, en materia de
nombramientos, ascensos, inspección y régimen disciplinario
3. El Consejo General del Poder Judicial estará integrado por el Presidente del
Tribunal Supremo, que lo presidirá, y por veinte miembros nombrados por el Rey por un
período de cinco años. De éstos, doce entre Jueces y Magistrados de todas las categorías
judiciales, en los términos que establezca la ley orgánica; cuatro a propuesta del Congreso
de los Diputados, y cuatro a propuesta del Senado, elegidos en ambos casos por mayoría de
tres quintos de sus miembros, entre abogados y otros juristas, todos ellos de reconocida
competencia y con más de quince años de ejercicio en su profesión.

Artículo 123. El Tribunal Supremo


1. El Tribunal Supremo, con jurisdicción en toda España, es el órgano
jurisdiccional superior en todos los órdenes, salvo lo dispuesto en materia de garantías
constitucionales.
2. El Presidente del Tribunal Supremo será nombrado por el Rey, a propuesta del
Consejo General del Poder Judicial, en la forma que determine la ley.

Artículo 124. El Ministerio Fiscal


1. El Ministerio Fiscal, sin perjuicio de las funciones encomendadas a otros
órganos, tiene por misión promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los
derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición
de los interesados, así como velar por la independencia de los Tribunales y procurar ante
éstos la satisfacción del interés social.
2. El Ministerio Fiscal ejerce sus funciones por medio de órganos propios
conforme a los principios de unidad de actuación y dependencia jerárquica y con sujeción,
en todo caso, a los de legalidad e imparcialidad.
3. La ley regulará el estatuto orgánico del Ministerio Fiscal. El Fiscal General del
Estado
4. El Fiscal General del Estado será nombrado por el Rey, a propuesta del
Gobierno, oído el Consejo General del Poder Judicial.

Artículo 125. Institución del Jurado


Los ciudadanos podrán ejercer la acción popular y participar en la Administración de
Justicia mediante la institución del Jurado, en la forma y con respecto a aquellos procesos
penales que la ley determine, así como en los Tribunales consuetudinarios y tradicionales.

Artículo 126. Policía judicial


La policía judicial depende de los Jueces, de los Tribunales y del Ministerio Fiscal en sus
funciones de averiguación del delito y descubrimiento y aseguramiento del delincuente, en
los términos que la ley establezca.

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Artículo 127. Incompatibilidades de Jueces, Magistrados y Fiscales
1. Los Jueces y Magistrados, así como los Fiscales, mientras se hallen en activo,
no podrán desempeñar otros cargos públicos, ni pertenecer a partidos políticos o
sindicatos. La ley establecerá el sistema y modalidades de asociación profesional de los
Jueces, Magistrados y Fiscales.
2. La ley establecerá el régimen de incompatibilidades de los miembros del poder
judicial, que deberá asegurar la total independencia de los mismos.

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