Nómadas 1578-6730: Issn: Nomadas@cps - Ucm.es
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ISSN: 1578-6730
nomadas@cps.ucm.es
Universidad Complutense de Madrid
España
http://dx.doi.org/10.5209/rev_NOMA.2016.v47.n1.52403
Resumen.- En este artículo proponemos una definición alternativa para la Economía Política,
de disciplina encargada del estudio de la "administración de los recursos escasos" a la de
disciplina racional tecnológica con un campo propio encargada del estudio de la composibilidad
de factores dentro de ese campo con vistas a la rotación recurrente de dichos factores en las
sociedades políticas y las interacciones entre ellas derivadas e influidas por estas
composiciones y esa rotación. Para ello, desde el marco teórico de una concepción materialista
de la Economía Política, estudiaremos el surgimiento de la Economía Política como disciplina
histórica también a nivel antropológico-político, la relación entre técnica, tecnología y Razón
económica y la conformación del campo económico y de su racionalidad.
Palabras clave.- Razón económica, técnica, ciencia, tecnología, materialismo económico.
Abstract.- In this article we propose an alternative definition for Political Economy, instead of
the discipline for the study of the "management of scarce resources", to the rational
technological discipline with its own field that studies the composibility of factors within that field
with a view to the recurrent rotation of these factors in political societies, and the interactions
between them arising, and influenced, by these compositions and this rotation. To do this, from
the theoretical framework of a materialistic conception of Political Economy, we will look at the
emergence of Political Economy as a historical discipline also anthropological-political level, the
relationship between technical, technology and economic reason and shaping the economic
field and their rationality.
Keywords.- Economic Reason, technique, science, technology, economic materialism.
Paul Samuelson y William Nordhaus (1948, 4), Mark Skousen (1993, 16),
Benjamin Perles y Charles M. Sullivan (1973, 11), entre otros prestigiosos
economistas, definición que, en un sentido muy parecido, también recoge el
Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (2001), en su acepción
tercera, cuando define la economía como "Ciencia que estudia los métodos
más eficaces para satisfacer las necesidades humanas materiales, mediante el
empleo de bienes escasos". Para autores como Thomson (2006), la definición
de Economía Política puede realizarse como sigue:
1
La Geometría, una de las primeras ciencias categoriales, no se construyó en la Edad
Moderna en sentido histórico, siendo a nuestro juicio la gran excepción a esta regla, existiendo
por tanto a la definición genérica de ciencia que presentamos, e incluso a la definición misma
de Geometría. Aún así, aplicar la idea de ciencia en sentido moderno a la Antigüedad resulta,
para nosotros, anacrónico. Puede hablarse, no obstante, de células gnoseológicas (Bueno,
1992: 25), conformándose en diversos campos de la Antigüedad que, por ejemplo en el caso
de la Física o de la Astronomía geométrica, pueden rastrearse en Eratóstenes o Arquímedes.
2
(Bueno 2011, 2).
3
Estos saberes racionales no científicos pueden constituirse como fuentes protocientíficas
desde las que organizar cada una de las ciencias, aunque a veces puedan bloquear su
construcción. Estos saberes protocientíficos, junto con las ciencias, sirve de límite para
reconocer la finitud necesaria del campo gnoseológico de cada ciencia categorial. Entre ellas, a
veces se dan incompatibilidades que impiden el conocimiento de una determinada zona de la
realidad, mientras que otras veces resultan ser una indispensable ayuda para poder constituir
un determinado campo del conocimiento humano.
4
Una balanza, un telescopio, una probeta, serían también instituciones. Del mismo modo
existirían instituciones fuera de cada campo científico, como una composición musical o una
obra arquitectónica, incluyendo como instituciones cada uno de los elementos o partes
formales de cada uno de estos ejemplos (instrumentos musicales, partituras, ventanas,
columnas, etc.).
5
Así como son instituciones propias de la Arquitectura los obreros, arquitectos o inquilinos que
habitan un edificio.
que este, como las ciencias y sus campos, son también suprasubjetivos6. Las
ciencias, como todo conjunto complejo de instituciones o como toda institución
en terminología materialista, son configuraciones producto de la producción
(construcción, ensamblaje) de múltiples y plurales componentes por medio del
trabajo de sujetos que operan en el campo propio de cada ciencia, partiendo de
una materia dada como dijimos más arriba y con la ayuda de determinadas
técnicas y tecnologías. Esta idea de producción, de ensamblaje constructivo,
permite ver la relación dialéctica entre técnicas, ciencias y tecnologías
mediante el trabajo humano organizado y racionalizado institucionalmente. Por
medio de las tecnologías y desde sus prácticas precedentes en las que se
desenvuelven, las ciencias delimitan sus campos categoriales propios7. El
materialismo científico entenderá, en resumen, que las ciencias provienen de
técnicas y tecnologías previas dando lugar, a su vez, a nuevas tecnologías y
nuevas ciencias, desarrollándose y conformándose en un terreno que
podríamos denominar "metatecnológico", esencial-ideal, propio.
Por ello, las ideas de ensamblaje y construcción (producción) aplicadas al
análisis de la conformación de las ciencias recuperarían términos para el
campo del análisis histórico del surgimiento de las ciencias como predecir o
explicar, características pensadas hacia el futuro que necesariamente habrá
que retrotraer al pasado, en una acción dialéctica conjugada entre la predicción
y la retrodicción, las cuales constituirían una unidad que os haría regresar a la
idea de producción, de origen económico-político, y que a su vez englobaría las
ideas de predicción y retrodicción.
La Economía Política, así como el resto de "ciencias sociales", no es ajena a
esta conformación histórica. Sin dejar de afirmar, desde la TCC, que las
"ciencias sociales" no son en sí mismas ciencias categoriales como lo son las
ciencias formales (Geometría, Álgebra, distintas ramas de las Matemáticas) o
las naturales (Física, Química, Termodinámica), pues no tienen aquellos un
origen exclusivamente técnico y tecnológico, no obstante, y centrándonos en la
Economía Política en particular, la influencia técnica y tecnológica también se
da y de manera muy acusada. La Economía Política surgió como disciplina en
el siglo XVII, contemporánea a la metafísica de Malebranche, Descartes y
Leibniz, produciendose una llamada inversión teológica (Armesilla 2014, 21) de
esa misma metafísica o "conversión al Mundo", en virtud de la cual la Teología
de la época se transformó tanto en Mecánica clásica como en Economía
Política (Bueno 1972, 18).
La progresiva constitución de las ciencias categoriales también ocurre ligada al
lenguaje escrito, además del ya mencionado proceso técnico de diferenciación
entre clases de especialistas profesionales: ingenieros, artesanos, teólogos,
sacerdotes, etc., producido contemporáneamente al proceso moderno de
6
Extracientíficamente, esto tampoco ocurre, pues una obra musical no es solo el conjunto de
emociones que siente el público o los músicos que la escuchan. El tejido sonoro envuelve, de
manera estructural, a los que constituyen su realidad desde su misma génesis. Algo similar
ocurre con las lenguas, los idiomas, en tanto no pueden reducirse de manera exclusiva al habla
o a los términos de su comunicación, a pesar de que únicamente a través del habla se generen
dichas lenguas, ya que su estructura desborda los procesos de su génesis. La lengua
construye, compone y ensambla, al tiempo que expresa, comunica y relaciona.
7
Sin embargo, ello no permitiría considerar a las ciencias categoriales como meras
tecnologías, aún cuando la sofisticación tecnológica sea cada vez mayor, y más si es aplicada
a campos categoriales científicos.
8
"[...] el proceso de constitución categorial de la ciencia moderna no procede, esencialmente,
de un corte epistemológico" (Bueno 1972, 26).
9
El dinero, por ejemplo, no sería una institución realizada gracias a una inteligencia racional
previa. El dinero no existe previamente a la esencia del dinero. La racionalidad de la institución
antropológico-política dinero consiste en haber sido creada dentro del campo económico.
10
En el capítulo XXI de El Capital podemos observar este cierre cuando Marx presenta la tabla
de la reproducción simple del capital. Conceptos como valor de uso, valor de cambio, valor-
trabajo y mercancía son conceptos circulares y no radiales.
11
"Como en general en toda ciencia histórica, social, al observar el desarrollo de las categorías
económicas hay que tener siempre en cuenta que el sujeto -la moderna sociedad burguesa en
este caso- es algo dado tanto en la realidad como en la mente, y que las categorías expresan,
por lo tanto, formas de ser, determinaciones de la existencia, a menudo simples aspectos, de
esta sociedad determinada, de este sujeto. También en el método teórico [de la Economía
Política] es necesario que el sujeto, la sociedad, esté siempre presente en la representación
como premisa" (Marx 1857-2008, 22-23).
12
Ver nota 11.
13
"La Economía Política no es una ciencia de las relaciones entre las cosas, como pensaban
los economistas vulgares, ni de las relaciones entre las personas y las cosas, como afirmaba la
teoría de la utilidad marginal, sino de las relaciones entre las personas en el proceso de
producción" (Rubin 1924-1974, 49).
14
La tabla puede encontrarse junto a una extensísima explicación de la misma en Bueno
(1972, 47-62).
En la tabla puede verse cómo los sujetos dentro del campo económico,
representados por los números 1, 2, 3, 4, ..., n, enclasados en las clases
sociales o "clases de clases" sociales también de consumidores, productores,
A, B, etc., dentro del Estado E, se relacionan entre sí circularmente (relaciones
de producción) a través de mercancías producidas y consumidas por ellos
mismos y representadas por las letras a, b, c, d, ..., m, agrupadas a su vez en
clases de bienes I, II, etc., clasificación de las mercancías regida objetivamente
por el Sistema Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías
regido y establecido por la Organización Mundial de Aduanas desde la década
de 1980 y seguida por cerca de 190 Estados en el Mundo. Este conjunto de
mercancías clasificadas representan la riqueza del Estado E, el PIB y el PNB,
representada por la letra R, todo ello motor productivo de la sociedad política,
las fuerzas de producción. El dinero D sirve como bien, como institución que
permite la circularidad de estas relaciones oscilantes entre la oferta y la
demanda que dentro del campo económico permite el intercambio de
mercancías siempre que éstas puedan, por motivos histórico-sociológicos,
puedan hacerse equivalentes a otras mercancías (Bueno 1972, 51). Las
fuerzas productivas permiten las relaciones de producción, y al mismo tiempo
forman parte de ellas mismas ya que las mercancías que permiten la
producción de otras mercancías también son productos históricos cuya
existencia influye en el comportamiento de sujetos económicos incluso
15
Una empresa no puede separarse del resto de empresas de su entorno, ni tampoco puede
aislarse la conducta de un grupo de consumidores de la conducta de un grupo de productores.
Por ello, cada uno de los elementos del Gráfico 1 no puede reiterarse en su contexto, el cual es
simultáneo. Un conjunto de empresas no es una empresa (Ongay 2008, 10), un conjunto de
Estados que comercian entre sí no es un Estado (Bueno 2004, 328-341).
16
Salvo que se trate de aplicaciones de políticas públicas en el marco de la Política
Económica, pero aquí se desborda el campo económico de manera más clara.
18
"Un bien de producción puede consumirse total o parcialmente al realizarse (distinción entre
capital fijo y circulante), pero este consumo debe entenderse en un sentido formalmente físico y
no económico" (Bueno 1972, 78).
19
"La verdadera ciencia de la Economía Política comienza allí donde el estudio teórico se
desplaza del proceso de circulación al proceso de producción" (Marx 1894-1999, 325).
20
"La Razón económica, la administración, incluye esencialmente la opción alternativa que se
determina matemáticamente en los métodos de programación lineal" (Bueno 1972, 88).
21
"El proceso de la producción capitalista considerado en conjunto representa la unidad del
proceso mismo de producción y del proceso de circulación" (Marx 1894-1999, 45).
utilizados, los costes inherentes al proceso productivo que sea y el coste de los
salarios a pagar a los sujetos implicados en el proceso que juntos dan lugar al
coste de elaboración del producto), los gastos de venta, de administración, los
gastos financieros, los conceptos que conforman los costes de distribución de
los ingresos por tiempo (meses, trimestres, años, etc.).
Todos estos gastos se han de recuperar por medio de los ingresos
conseguidos durante y después del proceso de producción. Se trata de
procesos no aleatorios ni espontáneos, que obedecen a una planificación y
organización de las relaciones de producción a niveles micro y
macroeconómicos tan complejos como los sistemas económicos en que se
enmarcan. La organización, el control, la asignación óptima de recursos y
operaciones que requieren estos procesos tienen necesidad de una
organización técnica, tecnológica y científica muy racional y evolucionada
aplicable a cualquier campo, sea propiamente económico o no, pudiendo
desarrollarse dentro de la Razón económica22. Todo ello, en definitiva, suponen
ejemplos de composibilidad de factores sin la cual no es posible la rotación
recurrente del campo económico, y viceversa. Ambos conceptos se conjugan
para dar lugar lo que hemos presentado aquí como alternativa a la idea
dominante de Razón económica académica.
Referencias bibliográficas:
ARISTÓTELES (s. a. - 2007). Política. Madrid: Austral.
ARMESILLA, S. (2015). Trabajo, utilidad y verdad, Madrid: Maia Ediciones.
BUENO, G. (1972). Ensayo sobre las categorías de la Economía Política.
Barcelona: La Gaia Ciencia.
- (1998). Sobre el concepto de espacio antropológico. El Basilisco (1ª época) 5:
pp. 57-96.
- (1992). Teoría del cierre categorial. Oviedo: Pentalfa.
- (2004). La vuelta a la caverna: terrorismo, guerra y globalización. Barcelona:
Byblos.
- (2005). Ensayo de una teoría antropológica de las instituciones. El Basilisco
(2ª época) 37: pp. 3-52.
- (2006). Individual, idiográfico. El Catoblepas 56: p. 2.
22
Así ocurre con la ya mencionada investigación operativa, modelo tecnológico muy avanzado
de racionalidad matemática aplicada al campo económico (de composibilidad de factores), que
define Martín (2003, 4) como la "estructuración de una situación de la vida real como un
modelo matemático, logrando una abstracción de los elementos esenciales para que pueda
buscarse una solución que concuerde con los objetivos del tomador de decisión [el director de
la planificación, nota nuestra]. Esto implica tomar en cuenta el problema dentro del contexto del
sistema completo". La investigación operativa tiene su propia metodología de funcionamiento,
pero está basada en el desarrollo de procedimientos sistemáticos que permita compara cursos
de acción opcionales para escoger el punto más óptimo para llegar a un resultado esperado o
bien llevar al valor óptimo de medida del resultado esperado. En lo que respecta al coste de
producción, el uso constante de metodologías de investigación operativa para conformarlo es
un hecho muy común, y forma por ello parte de las relaciones de producción que permiten la
recurrencia de los sistemas económicos complejos que conocemos.