Electricidad y Magnetismo

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Electricidad y Magnetismo

Regla de la mano derecha

Cuando analizamos fenómenos magnéticos, podemos usar la Regla de la mano derecha para


predecir la dirección y sentido de la Fuerza Magnética o del Campo Magnético, según sea el
sistema en estudio. En efecto, hay dos reglas de la mano derecha, que se aplican para diferentes
fenómenos. Distinta es la regla que debemos usar cuando analizamos fuerzas magnéticas sobre
cargas eléctricas que se mueven en un campo magnético o cuando estudiamos campos magnéticos
en torno a conductores rectos por los cuales circula corriente. 

Los siguientes videos describen cómo debe aplicarse la regla de la mano derecha en cada caso.

Regla de la mano derecha para predecir la dirección y sentido de la fuerza que experimenta una
carga en movimiento cuando ingresa a un campo magnético

Densidad de flujo y permeabilidad En el capítulo 24 se estableció que las líneas de campo eléctrico
se dibujan de modo que su espaciamiento en cualquier punto permita determinar la fuerza del
campo eléctrico en ese punto (consulte la fi gura 29.9). El número de líneas ¢N dibujadas a través
de la unidad de área ¢A es directamente proporcional a la intensidad del campo eléctrico E
La constante de proporcionalidad €, que determina el número de líneas dibujadas, es la
permisividad del medio a través del cual pasan las líneas. Se puede realizar una descripción análoga
de un campo magnético considerando al flujo magnético £ que pasa a través de una unidad de área
perpendicular A. A esta razón B se le llama densidad de flujo magnético. La densidad de flujo
magnético en una región de un campo magnético es el número de líneas de flujo que pasan a través
de una unidad de área perpendicular en esa región

La unidad del flujo magnético en el SI es el weber (Wb). La unidad de densidad de flujo debe ser
entonces webers por metro cuadrado, que se redefine como tesla (T). Una antigua unidad que
todavía se usa hoy es el gauss (G). En resumen

La densidad de flujo en cualquier punto ubicado en un campo magnético se ve afectada fuertemente


por la naturaleza del medio o por la naturaleza del material que se ha colocado en dicho medio. Por
esta razón, es conveniente definir un nuevo vector de campo magnético, la intensidad del campo
magnético H, la cual no depende de la naturaleza de un medio. En cualquier caso, el número de
líneas establecidas por unidad de área es directamente proporcional a la intensidad del campo
magnético H. Podemos escribir

donde la constante de proporcionalidad m es la permeabilidad del medio a través del cual pasan las
líneas de flujo. La cual se desarrolló para el caso de los campos eléctricos. Puede pensarse en la
permeabilidad de un medio como una característica que constituye la medida de su capacidad para
establecer líneas de flujo magnético. Cuanto mayor sea la permeabilidad del medio, más líneas de
flujo pasarán a través de la unidad de área. La permeabilidad del espacio libre e (vacío) se denota
por m0 y tiene la siguiente magnitud en unidades del SI:

El significado completo de la unidad weber por ampere-metro se verá más adelante. Para su
determinación se emplean las unidades de £, A y H. Por tanto, en el caso del vacío, se puede
escribir así:

Si un material no magnético, como el vidrio, se coloca en un campo magnético como el que se


muestra en la fi gura 29.11, la distribución del flujo no cambia apreciablemente en relación con la
que se ha establecido para el vacío. Sin embargo, cuando un material altamente permeable, como el
hierro dulce, se coloca en el mismo campo, la distribución del flujo se altera considerablemente. El
material permeable se puede magnetizar por inducción, lo que da por resultado una mayor
intensidad de campo para esa región. Por este motivo, la densidad de flujo B también se conoce
como inducción magnética. Los materiales magnéticos se clasifican de acuerdo con su
permeabilidad, comparada con la que le corresponde al espacio vacío. La razón de la permeabilidad
del material respecto a la correspondiente al vacío se llama permeabilidad relativa y se expresa en
esta forma:

Analizando las ecuaciones anteriores se observa que la permeabilidad relativa de un material es una
medida de su capacidad para modificar la densidad de flujo de un campo a partir de su valor en el
vacío

Un material permeable se magnetiza por inducción, lo que da por resultado una mayor densidad de
flujo en esa región.
Los materiales con una permeabilidad relativa ligeramente menor que la unidad tienen la propiedad
de ser repelidos por un imán fuerte. Se dice que tales materiales son diamagnéticos, y la propiedad
recibe el nombre de diamagnetismo. Por otra parte, los materiales con una permeabilidad
ligeramente mayor que la del vacío se dice que son paramagnéticos. Estos materiales son atraídos
débilmente por un imán poderoso. Sólo unos cuantos materiales, como hierro, cobalto, níquel, acero
y aleaciones de estos metales, tienen permeabilidades extremadamente altas, que van desde algunos
cientos hasta varios miles de veces mayores que la correspondiente al espacio vacío. De dichos
materiales, que son fuertemente atraídos por un imán, se dice que son ferromagnéticos.
Campo magnético y corriente eléctrica
Aunque la teoría moderna del magnetismo sostiene que un campo magnético resulta del
movimiento de cargas, la ciencia no siempre ha aceptado esta idea. Es demasiado fácil demostrar
que un poderoso imán no ejerce ninguna fuerza sobre la carga estática. En el transcurso de una
demostración, en 1820, Hans Oersted presentó un experimento para que sus estudiantes observaran
que las cargas en movimiento y los imanes tampoco interactuaban. Colocó la aguja magnética de
una brújula cerca de un conductor, como se aprecia en la fi gura 29.12. Para su sorpresa, cuando
envió la corriente a través del alambre, una fuerza giratoria actuó sobre la aguja de la brújula hasta
que ésta apuntó en una dirección perpendicular al alambre. Más aún, la magnitud de la fuerza
dependía de la orientación relativa de la aguja de la brújula y la dirección de la corriente. La
máxima fuerza de giro se presentó cuando el alambre y la aguja estaban en posición paralela antes
de que circulara la corriente. Si inicialmente estaban en posición perpendicular, no se
experimentaba ninguna fuerza. Evidentemente, se establece un campo magnético debido a la carga
en movimiento a través del conductor. En el mismo año que Oersted hizo su descubrimiento,
Ampere encontró que existen fuerzas entre dos conductores por donde circula una corriente. Dos
alambres por los que fluía corriente en la misma dirección se atraían entre sí, mientras que
corrientes con direcciones opuestas originaban una fuerza de repulsión. Unos cuantos años después,
Faraday descubrió que el movimiento de un imán al acercarse o alejarse de un circuito eléctrico
produce una corriente en el circuito. La relación entre los fenómenos eléctricos y magnéticos ya no
se puso en duda. Actualmente, todos los fenómenos magnéticos pueden explicarse en términos de
cargas eléctricas en movimiento.

Fuerza sobre una carga en movimiento


Investiguemos los efectos de un campo magnético observando la fuerza magnética ejercida sobre
una carga que pasa a través del campo. Para estudiar estos efectos, es útil imaginar un tubo de iones
positivos como el de la fi gura siguiente . Dicho tubo nos permite inyectar un ion positivo de carga
y velocidad constantes en un campo de densidad de flujo magnético B. Orientando el tubo en varias
direcciones, podemos observar la fuerza ejercida sobre la carga en movimiento. La observación más
importante es que dicha carga experimenta una fuerza que es perpendicular tanto a la densidad de
flujo magnético B, como a la velocidad v de la carga en movimiento. Observe que cuando el flujo
magnético se dirige de izquierda a derecha y la carga se mueve hacia donde está el lector, la carga
se desvía hacia arriba. Si se invierte la polaridad de los imanes, se provoca que la carga se desvíe
hacia abajo. La dirección de la fuerza magnética F sobre una carga positiva en movimiento con una
velocidad v en un campo de densidad de flujo B, puede considerarse mediante la regla del tornillo
de rosca derecha (véase la figura)

La regla de la mano derecha: Extienda la mano derecha con los dedos apuntando en la dirección del
campo B y el pulgar apuntando en la dirección de la velocidad v de la carga en movimiento. La
palma abierta está de cara a la fuerza magnética F sobre una carga positiva. Si la carga en
movimiento es negativa, la dirección de la fuerza se determina siguiendo el mismo procedimiento,
pero usando la mano izquierda. De esta manera la dirección de la fuerza magnética es opuesta a la
dirección para una carga positiva. Consideremos ahora la magnitud de la fuerza sobre una carga en
movimiento. La experimentación ha mostrado que la magnitud de la fuerza magnética es
directamente proporcional a la magnitud de la carga q y a su velocidad v. El tubo de ion positivo
indicará, por medio de mayores desviaciones, si alguno de estos parámetros aumenta. Se observará
una variación no esperada en la fuerza magnética si el tubo del ion se hace girar lentamente respecto
a la densidad de flujo magnético B. Como indica la figura para una carga dada con velocidad
constante v, la magnitud de la fuerza varía con el ángulo

que forma el tubo con el campo. La desviación de la partícula es máxima cuando la velocidad de la
carga es perpendicular al campo. Cuando el tubo se hace girar lentamente hacia B, la desviación de
la partícula disminuye gradualmente. Por último, cuando la velocidad de la carga tiene una
dirección paralela a B, no ocurre ninguna desviación, lo que indica que la fuerza magnética ha caído
hasta cero. Claramente la magnitud de la fuerza es función no sólo de la magnitud de la carga y de
su velocidad, sino que también varía con el ángulo u entre v y B. Esta variación se explica al
establecer que la fuerza magnética es proporcional a la componente de la velocidad, v sen u,
perpendicular a la dirección del campo. (Consulte la figura ) Las observaciones anteriores se
resumen por la proporcionalidad

Un campo magnético que tenga una densidad de flujo equivalente a 1 tesla (1 weber por metro
cuadrado), ejercerá una fuerza igual a 1 newton sobre una carga de 1 coulomb que se mueva en
forma perpendicular al campo, con una velocidad de 1 metro por segundo. Como consecuencia de
la ecuación (29.8), se observa que

Estas relaciones entre unidades son útiles para resolver problemas que incluyan fuerzas magnéticas.
Despejando la fuerza F, obtenemos:

que es la forma más útil para calcular directamente las fuerzas magnéticas. La fuerza F está en
newtons cuando la carga q se expresa en coulombs, la velocidad v se mide en metros por segundo y
la densidad de flujo B se expresa en teslas. El ángulo u indica la dirección de v respecto a B. La
fuerza F siempre es perpendicular tanto a v como a B. La dirección de estos vectores puede
determinarse por medio de la aplicación de la regla de la mano derecha. Cuando se representan
vectores tridimensionales gráficamente, resulta útil la convención de utilizar cruces (X) para indicar
una dirección hacia el papel. Estos símbolos podrían considerarse el “inicio” de las flechas de
vector. Usaremos puntos ( · ) para indicar puntas de flecha de vector que apuntan hacia fuera del
papel. En la fi gura 29.17 se muestran dos ejemplos de este tipo. Para probar su comprensión del
tema, verifique que la fuerza sobre la carga positiva es ascendente y la que la fuerza en la carga
negativa se dirige hacia la derecha.

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