Trabajo Unidad II Psicología Social Pedro Ramírez F
Trabajo Unidad II Psicología Social Pedro Ramírez F
Trabajo Unidad II Psicología Social Pedro Ramírez F
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TABLA DE CONTENIDO
Introducción pág. 03
Desarrollo de Contenido
Conclusión pág. 13
Bibliografía pág. 15
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INTRODUCCIÓN
La Psicología es el estudio científico de la conducta y los procesos mentales; trata de explicar cómo los
seres humanos y los animales sienten, piensan, aprenden y conocen para adaptarse al medio que les
rodea. Históricamente, la psicología se ha dividido en varias áreas de estudio, teniendo la psicología
fisiológica, por ejemplo, estudia el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso; en cambio la
psicología experimental aplica a técnicas de laboratorio para estudiar, por ejemplo, la percepción y la
memoria.
Por otro lado, podemos indicar que la Psicología es el estudio científico del comportamiento y de los
procesos mentales. Esta definición parece sencilla pero su simplicidad es engañosa. La complejidad
radica en que debe entenderse que la frase “comportamiento y procesos mentales” de la definición
significan muchas cosas, no sólo abarca las acciones de las personas, sino también sus pensamientos,
sus sentimientos, percepciones, procesos de razonamiento, recuerdos e incluso acciones biológicas
que mantienen el funcionamiento corporal. Cuando los psicólogos hablan de estudiar el
comportamiento y los procesos mentales, su perspectiva es por igual amplia. Para ellos no sólo basta
con describir el comportamiento, como toda ciencia, la psicología trata de predecir, explicar, modificar
y en última instancia mejorar la vida de la gente y del mundo en el que vive.
Ahora bien, respecto a nuestro cuestionamiento podemos indicar en un principio que el juego es una
actividad natural del ser humano que resulta fácil de reconocer y está presente a lo largo de toda su
vida. Ayuda a los individuos que lo practican a comprender el mundo que les rodea y actuar sobre él.
Es a través del juego que descubren sus posibilidades, interpretan la realidad, ensayan conductas
sociales, asumen roles, aprenden reglas, regulan su comportamiento, exteriorizan pensamientos,
descargan impulsos y emociones. El juego es el lenguaje principal de los niños. A través del juego el
niño expresa todo su mundo interno: lo que le pasa, lo que siente, lo que piensa. Es mediante él, que
el niño desarrolla su sistema cognitivo, emocional y psicológico. El juego forma parte del
comportamiento humano de la cultura de cada sociedad y ha estado presente a lo largo de toda la
historia de la humanidad.
Jugar es un derecho de la infancia reconocido por la Organización de Naciones Unidas (ONU) desde
1959 en la Resolución No.1386 de la Asamblea de Naciones Unidas. Mirar cómo juegan los niños es
observar cómo es su desarrollo integral. Investigaciones en el campo de la Pediatría y Psicología Infantil
avalan la importancia del juego para los niños.
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El juego es un instrumento de aprendizaje muy importante, que contribuye al desarrollo de las funciones
cognitivas, sociales, emocionales, psicomotores y en el proceso de formación de la personalidad. El
niño, al interactuar con juguetes y otros niños desarrolla su mente, su creatividad y sienta las bases
para su futura vida académica y laboral.
Finalmente, en el presente ensayo trataremos de dar una explicación razonable a la asociación que
tiene un niño con el juego, los tipos de juegos, la utilización como herramienta en el desarrollo infantil
y su estimulación cognitivo, psicomotor, social y afectivo-emocional.
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DESARROLLO DE CONTENIDO
El juego desempeña un papel central en el desarrollo del proceso educativo del niño, tanto a través de
los aspectos más genéricamente vinculados a la socialización como en los referidos a la adquisición
de habilidades y destrezas específicas. El juego es esencial para para aprender habilidades para la
vida durante el desarrollo infantil. Aunque la información de esta publicación se dirige a los padres,
aplica también para otros adultos miembros de la familia extendida y para los cuidadores de niños que
tienen la oportunidad de incidir con el juego en los niños.
Jugar es una de las principales ocupaciones de los niños, es importante para su desarrollo y para que
se unan con otros niños. Es también una oportunidad para que los padres se conecten con sus hijos.
Los padres son los primeros maestros de los niños y gran parte de esa enseñanza sucede a través del
juego, ya que le permite al niño a comprender las reglas de la familia y lo que se espera de él; es por
eso que a medida que los niños crecen, el juego les ayuda a aprender a actuar en la sociedad. El juego
ocurre de manera espontánea desde que el niño es un bebé, cuando el bebé comienza a sonreír y la
madre o el padre le sonríe, está jugando. El juego es dirigido por él y las recompensas vienen de sus
emociones internas. El juego es un mecanismo agradable y espontáneo que le ayuda a aprender
habilidades sociales y motoras y a desarrollar el pensamiento cognitivo. Por eso la madre, el padre, la
familia extendida y los cuidadores deben sacar tiempo para jugar con sus niños.
Popularmente al juego se le identifica con diversión, pero su trascendencia es mucho mayor. La infancia
es el periodo de mayor crecimiento y desarrollo, jugando desarrollan sus aptitudes físicas, su
inteligencia emocional, su creatividad, su imaginación, su capacidad intelectual, sus habilidades
sociales, afianzan su personalidad, se transmite valores culturales, normas de conducta y al mismo
tiempo que desarrollan todo eso, disfrutan y se entretienen. El 75% del desarrollo cerebral ocurre
después del nacimiento, el juego ayuda con ese desarrollo estimulando el cerebro a través de la
formación de conexiones entre las células nerviosas. Este proceso ayuda con el desarrollo de
habilidades motoras finas y gruesas. Las habilidades motoras finas son acciones tales como ser capaz
de sostener un crayón o un lápiz. Las habilidades motoras gruesas son acciones como saltar o correr.
Jugar también ayuda a los niños a desarrollar el lenguaje y les permite aprender a comunicar
emociones, a pensar, a ser creativos y a resolver problemas.
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Jugar con los niños construye vínculos afectivos duraderos, permite a los padres apreciar la
singularidad de cada niño, también es un reductor de estrés para el exceso de trabajo. Reírse y relajarse
es importante tanto para el bienestar de los niños como para el de los adultos. Es importante que los
padres pasen tiempo con cada uno de sus hijos de manera independiente. Cuando se juega con un
niño, se comparte un paseo en bicicleta, se juega al balón o se lee una historia, el niño aprende la
importancia de sí mismo. Su autoestima recibe un impulso, los padres le envían mensajes positivos a
sus niños cuando juegan con ellos. A partir de estas primeras interacciones, los niños desarrollan una
visión del mundo y adquieren un sentido de su lugar en ella. Los padres tienen un rol importante en el
juego y pueden alentar a sus niños proporcionándoles materiales interesantes que promuevan la
exploración y el aprendizaje. Jugar con los hijos les ayuda a aprender a manipular materiales, a usar
juguetes y a imitar nuevas acciones según sus singularidades.
L. S. Vigotsky le otorgó al juego, como instrumento y recurso sociocultural, el papel gozoso de ser un
elemento impulsor del desarrollo mental del niño, que facilita el desarrollo de las funciones superiores
del entendimiento tales como la atención o la memoria voluntaria. "El juego es una realidad cambiante
y sobre todo impulsora del desarrollo mental del niño". Concentrar la atención, memorizar y recordar
se hace, en el juego, de manera consciente, divertida y sin ninguna dificultad.
Platón sostenía que los niños vienen dotados de habilidades específicas que su educación puede
potenciar.3 Para desarrollar estas habilidades es importante estimularlos temprana y adecuadamente
(estimulación temprana), enseñarles a jugar y para qué son cada uno de los objetos con los que juega.
Es importante intervenir en esta etapa para prevenir problemas en el desarrollo. La estimulación
temprana comprende todas las actividades de contacto o juego con el niño, que propicia, fortalece y
desarrolla adecuada y oportunamente sus potenciales humanos.8 El juego es necesario para el
desarrollo saludable, es la actividad más importante para los niños, es a través de este que el niño
puede interactuar con la familia, sus semejantes y todo lo que lo rodea. Para que el juego transcurra
de forma positiva es indispensable que la familia cree ambientes favorables y seguros desde el punto
de vista físico y psicológico, que actúe como factor protector en el desarrollo de los niños.
TIPOS DE JUEGOS
A medida que los niños crecen y se desarrollan, sus juegos evolucionan. Ciertos tipos de juego están
asociados, pero no restringidos a ciertos grupos de edad específicos.
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Juego libre: En los primeros meses de la infancia, desde el nacimiento hasta alrededor de los tres
meses, el niño está ocupado en el juego libre. A esta edad los niños hacen movimientos al azar sin un
propósito claro, esta es la forma inicial de jugar.
Juego solitario: De los tres a los 18 meses, los bebés pasan gran parte de su tiempo jugando por su
cuenta. Durante el juego solitario, los niños están muy concentrados en su propio juego y parecen no
notar la presencia de otros niños sentados a su lado o que estén jugando cerca. Están explorando su
mundo, observando, agarrando y sacudiendo objetos. El juego solitario comienza en la primera infancia
y es común en los niños pequeños. Esto se debe a las limitadas habilidades sociales, cognitivas y
físicas de los niños pequeños. Sin embargo, es importante que todos los grupos de edad tengan tiempo
para jugar por sí mismos.
Juego de espectador: El juego del espectador ocurre más a menudo durante los 12 a 36 meses, el
niño mira a otros niños jugar y así aprende a relacionarse con los demás y a comunicarse de diferentes
maneras. Aunque los niños pueden hacer preguntas a otros niños, no se esfuerzan en hacerlo,
simplemente miran. Este tipo de juego por lo general comienza al año de edad, pero puede tener lugar
a cualquier edad.
Juego paralelo: Desde la edad de 18 meses y hasta los dos años, los niños comienzan a jugar junto
con otros niños sin ninguna interacción. Esto se llama juego paralelo. El juego paralelo les brinda a los
niños oportunidades para hacer juegos de rol, como vestirse y representar. También ayuda a los niños
a construir la idea de pertenencia “mío". Comienzan a mostrar su necesidad de estar con otros niños
de su misma edad. Aunque el juego paralelo se encuentra generalmente en los niños pequeños, puede
suceder en cualquier grupo de edad.
Juego asociativo: cuando los niños tienen alrededor de tres a cuatro años, se interesan más en otros
niños que en los juguetes. Empiezan a socializar. El juego asociativo ayuda a los niños pre-escolares
a aprender qué hacer y qué no hacer y qué pueden conseguir junto a otros. El juego asociativo enseña
el arte de compartir, estimula el desarrollo del lenguaje, la capacidad de resolver problemas y la
cooperación. En el juego asociativo, los grupos de niños tienen metas similares. No establecen reglas,
aunque todos quieren jugar con los mismos tipos de juguetes e incluso pueden comerciar con ellos. No
existe una organización formal.
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Juego social: desde los tres años los niños empiezan a socializar con otros niños. Al interactuar con
ellos en entornos de juego, aprenden reglas sociales como dar, recibir y cooperar. Los niños son
capaces de compartir juguetes e ideas. Empiezan a usar el razonamiento moral para desarrollar un
sentido de valores. Para estar preparados para funcionar en el mundo adulto, los niños necesitan
experimentar una variedad de situaciones sociales.
Juego físico y motor: Cuando los niños corren, saltan y juegan a esconderse, participan en el juego
físico. El juego físico ofrece una oportunidad para que los niños hagan ejercicio y desarrollen 4 su fuerza
muscular. Cuando los padres juegan físicamente con sus hijos le enseñan habilidades sociales
mientras disfrutan de un buen ejercicio, aprenden a tomar turnos y aceptar ganar o perder.
Juego constructivo: En este tipo de juego, los niños crean cosas. El juego constructivo comienza en
la infancia y se vuelve más complejo a medida que crecen. Este tipo de juego comienza desde que son
bebés y meten cosas en su boca para ver cómo son sus texturas y formas. Desde el primer año, los
niños empiezan a construir con bloques, juegan en la arena, y dibujan. El juego constructivo permite
que los niños exploren objetos y descubran patrones para saber qué funciona y qué no funciona. Los
niños se sienten orgullosos de sí mismos cuando concluyen una tarea durante el juego constructivo.
Los niños que ganan confianza manipulando objetos se hacen buenos en crear ideas y trabajar con
números y conceptos.
Juego expresivo: Algunos tipos de juegos ayudan a los niños a aprender a expresar sentimientos.
Aquí los padres y cuidadores pueden usar muchos materiales diferentes, pueden incluir pinturas,
crayones, lápices de colores y marcadores para dibujar o escribir. También pueden usar elementos
tales como arcilla, agua y esponjas para experimentar diferentes texturas. Las bolsas de fríjoles, los
bloques de golpear y los instrumentos de ritmo son juguetes para el juego expresivo. Los padres pueden
tomar un papel activo en el juego expresivo usando los materiales junto a sus niños.
Juego de fantasía: en este tipo de juego, los niños aprenden a probar nuevos roles y situaciones, a
experimentar con lenguajes y emociones a partir de la imaginación y la fantasía. Los niños empiezan a
pensar y crear más allá de su mundo. Asumen roles adultos y aprenden a pensar en de manera
abstracta, extienden su imaginación y usan palabras y números para expresar conceptos, sueños e
historias.
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Juego cooperativo: El juego cooperativo comienza en el período preescolar tardío. El juego está
organizado por objetivos de grupo. Hay al menos un líder, y los niños están definitivamente dentro o
fuera del grupo. Cuando los niños pasan de un mundo centrado en sí mismos a una comprensión de
la importancia de los contratos sociales y las reglas, comienzan a jugar juegos con reglas. Este
desarrollo ocurre cuando aprenden por ejemplo, deportes de equipo. Los juegos con reglas enseñan a
niños el concepto que la vida tiene pautas que cada uno debe seguir.
Jugar tiene muchos beneficios, los niños aprenden a aprender, a pensar, a recordar y a resolver
problemas. Les da la oportunidad de comprobar y experimentar sus creencias sobre el mundo. Los
niños aumentan sus habilidades de resolución de problemas a través de juegos como los
rompecabezas y las adivinanzas. Al disfrazarse e imitar a otros niños o adultos, los niños estimulan
varios tipos de aprendizaje, pueden fortalecer sus habilidades lingüísticas y cognitivas. “Jugar a la casa”
ayuda a los niños a crear historias sobre sus roles, como "Yo soy la mamá". También imitan sus propias
experiencias familiares, esto ayuda a los niños a comprender los diferentes roles de los miembros de
la familia.
Los niños obtienen la comprensión del tamaño, la forma y la textura a través del juego. Les ayuda a
aprender las relaciones espaciales cuando tratan de poner un objeto cuadrado en una abertura redonda
o un objeto grande en un espacio pequeño. Los libros, los juegos y los juguetes que muestran imágenes
y palabras coincidentes suman al vocabulario de un niño, también le ayudan a la comprensión del
mundo. El juego permite a los niños ser creativos mientras desarrollan su propia imaginación y es como
se ha dicho, fundamental para el desarrollo saludable del cerebro. El juego es la primera oportunidad
para descubrir el mundo en el que vive y aprender habilidades que le ayudarán a desarrollar la
autoconfianza y la capacidad de recuperarse rápidamente de los contratiempos. Por ejemplo, un niño
puede sentir orgullo en apilar bloques y decepción cuando el último bloque hace caer la pila. El juego
permite a los niños expresar sus puntos de vista, experiencias y sus frustraciones. Jugar con otros
niños ayuda al niño a aprender a ser parte de un grupo.
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aprendizaje y su desarrollo cognitivo al permitirles cambiar de tema y área sin temor al fracaso. El
tiempo dedicado al juego en la escuela, como el recreo, permite el aprendizaje y la práctica de las
habilidades sociales básicas. Los niños desarrollan un sentido de sí mismos, aprenden a interactuar
con otros niños, a hacer amigos y la importancia del juego de roles. El juego exploratorio en la escuela
permite que los niños descubran y sus alrededores.
El término psicomotricidad se divide en dos partes: el motriz y el psiquismo, que constituyen el proceso
de desarrollo integral de la persona. La palabra motriz se refiere al movimiento, mientras que psico
determina la actividad psíquica en dos fases: la socio-afectivo y la cognitiva.
La teoría de Piaget afirma que la inteligencia se construye a partir de la actividad motriz de los niños.
En los primeros años de vida, hasta los siete años aproximadamente, la educación del niño es
psicomotriz. Todo, el conocimiento y el aprendizaje, se centra en la acción del niño sobre el medio, los
demás y las experiencias, a través de su acción y movimiento. A través del juego se desarrollan la
motricidad gruesa y fina, las que incluyen la coordinación dinámica global, el equilibrio, la precisión de
movimientos, la fuerza muscular y el control motor o la resistencia. Además, desarrolla las capacidades
sensoriales como la estructuración del esquema corporal (noción de las partes del cuerpo, de la
lateralidad, del eje central de simetría), la percepción espacio-visual (percepción visual, noción de
dirección, orientación espacial), la percepción rítmico temporal (percepción auditiva, ritmo, noción de
tiempo), la percepción táctil, la percepción olfativa y la percepción gustativa.
El desarrollo psicomotor es un proceso coordinado y progresivo que en los niños se lleva a cabo
fundamentalmente a través del juego y nos permite evaluar el desarrollo de este en las diferentes
etapas de su vida. Estas condiciones del desarrollo tienen un carácter individual, cada individuo
presenta características propias, interioriza su relación con el mundo que lo rodea de modo personal y
a su vez lo manifiesta del mismo modo. A través de él el niño desarrollo sus habilidades motrices,
aprende a coordinar sus movimientos y controlar su cuerpo.
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El juego y desarrollo cognitivo. El desarrollo cognitivo (también conocido como desarrollo
cognoscitivo), se enfoca en los procedimientos intelectuales y en las conductas que emanan de estos
procesos. Este desarrollo es una consecuencia de la voluntad de las personas por entender la realidad
y desempeñarse en sociedad, por lo que está vinculado a la capacidad natural que tienen los seres
humanos para adaptarse e integrarse a su ambiente. El aprendizaje cognitivo es el proceso en el que
la información entra al sistema cognitivo, es decir de razonamiento, es procesada y causa una
determinada reacción en dicha persona.
Un niño que no juega está perdiendo la herramienta de aprendizaje más importante con la que cuenta
en ese periodo de su vida. A través del juego, el niño desarrolla sus funciones psíquicas, como la
percepción, la atención, la memoria, el pensamiento, el razonamiento lógico, la imaginación, el lenguaje
en general. Este conjunto de capacidades servirá de base a los aprendizajes escolares y a las demás
actividades sociales que más adelante deberá aprender. Para que este proceso se desarrolle sin
problemas es necesario que el niño tenga la posibilidad de jugar en libertad. La libertad es un requisito
indispensable para que el niño pueda expresarse, y la mejor manera de apoyarle es ofrecerle ayuda
para encontrar por sí mismo el juego que le permita disfrutar y, sobre todo, situarse en su entorno.
El juego origina y desarrolla la imaginación y la creatividad. Han sido muchos los investigadores que
han llamado la atención sobre las estrechas conexiones entre el juego y la creatividad. Para Winnicott,
el juego es la primera actividad creadora. Vygotski sugirió que la imaginación nace en el juego y antes
del juego no hay imaginación. El juego estimula la discriminación fantasía-realidad. Como plantearon
Dilalla y Watson en 1988 el niño cuando hace “como si”, se aparta de su papel para representar a otra
persona u objeto, mientras juega es consciente de ese “como si” y este conocimiento de la ficción
estimula el establecimiento de la diferenciación entre fantasía y realidad.
El juego y desarrollo social. Desde el nacimiento y las primeras etapas de la vida, las relaciones
sociales del niño son con la madre y la familia, luego su círculo social aumenta cuando comienza a
relacionarse con otros niños. El hombre es un ser bio-psico-social que necesita relacionarse con sus
semejantes. Recibe influencias favorables y desfavorables como resultado de la interacción con la
sociedad. Los agentes socializadores más importantes son familia, el grupo de iguales y la escuela en
una etapa posterior.
Los estudios sociológicos demuestran la relación directa del juego con la sociedad. Esta importante
actividad es una forma de organizar a los niños en la educación infantil y una vía para educarlo
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integralmente. Es fuente reguladora de la conducta de los niños, el niño subordina sus motivos e
intereses a los de los demás niños
El juego social le permite al niño aprender una serie de mecanismos apropiados para manejarse en
situaciones conflictivas, este revela la existencia de una “cultura de la niñez” con sus costumbres,
reglas, rituales, entre otros, todo lo cual posiblemente ayuda a entender la gran complejidad del mundo
que lo rodea y a adaptarse a él. El juego, es la vía que emplean los niños para satisfacer la necesidad
de vida colectiva como ser social, con sus semejantes y con los adultos, mediante este aprenden y
actúan en correspondencia con la colectividad infantil
El juego es el intermediario entre el niño y lo social, ya que mediante éste logra interactuar
ilimitadamente con familiares y amigos, los infantes desarrollan un agradable intercambio interpersonal
al relacionarse con el adulto, y si este le propicia el medio adecuado donde puedan disfrutar de variadas
actividades, desarrollar ejercicios físicos como correr, saltar, dar volteretas; aquí el adulto les está
brindando la posibilidad para un adecuado desarrollo psicomotor y con esto el niño obtiene una forma
adecuada de liberar energía y adquirir mayor confianza en sí mismos
Desde el punto de vista afectivo-social, por el juego el niño toma contacto con sus iguales, y ello le
ayuda a ir conociendo a las personas que le rodean, aprender normas de comportamiento y a
descubrirse así mismo en el marco de estos intercambios.
El juego fortalece los lazos de los niños y los seres queridos con los que convive, favorece la
comunicación y el afecto. El juego en familia desarrolla el control emocional, a través de este el niño
logra reconoce señales afectivas y las emociones de otras personas. El juego es un escape natural del
niño que le permite expresar emociones que en ocasiones le resulta difícil o imposible a través de las
palabras.
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CONCLUSIÓN
El juego es una parte esencial y crítica del desarrollo de todos los niños. El juego comienza en la
infancia e idealmente, continúa a lo largo de su vida. El juego es la manera en que los niños aprenden
a socializar, a pensar, a resolver problemas, a madurar y lo más importante, a divertirse. El juego
conecta a los niños con su imaginación, su entorno, sus padres, su familia y el mundo. La participación
de los padres en el mundo del juego del niño no sólo es beneficiosa para el niño, sino que es
extremadamente beneficiosa para el padre. Jugar con los niños establece y fortalece los vínculos que
durarán para siempre. El juego de padres e hijos abre las puertas para el intercambio de valores,
aumenta la comunicación, permite momentos de enseñanza y ayuda en la resolución de problemas.
Jugar proporciona oportunidades para que el padre y el niño puedan confrontar y resolver las
diferencias individuales, así como las preocupaciones y asuntos relacionados con la familia.
Podemos decir que el juego es una herramienta idónea en el crecimiento infantil por varias razones:
• Es el medio de expresión más acertado que tienen los niños para llegar a comunicar
sentimientos, pensamientos, o evidenciar situaciones por las que estén atravesando.
• Es la base más importante para consolidar las relaciones con sus pares en toda la etapa
infantil. Un juego que proporcione a los niños algo interesante y estimulante los lleva a
actividades mentales complejas; por lo tanto, los niños pequeños casi siempre aprenden más
en juegos colectivos que con lecciones o ejercicios (Kamii & DeVries, 1988)
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• El juego en la vida escolar adquiere un papel muy significativo, pues las estrategias que
fomenta ayudan a mejorar los procesos de aprendizaje. El juego proporciona a los niños
habilidades que les permiten explorar realidades nuevas, estar en estados de alerta, desarrollar
sensibilidad ante las percepciones, destrezas de resolución de problemas, fortalecer habilidades
de toma de decisiones y reacción. Las propuestas lúdicas en el ambiente escolar estimulan y
sirven de soporte para una gran variedad de destrezas cognitivas, sociales, comunicativas e
incluso madurativas.
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BIBLIOGRAFÍA
Ensayo “Beneficios del Juego para el Desarrollo en los Niños”; Revista Para el Aula -
IDEA - Edición N°19 (2016).
Ensayo “La importancia del Juego en el Desarrollo de la Primera Infancia”; autora Jona
K. Anderson-McNamee, Especialista en Familia y Desarrollo Humano, Montana State
University.
Ensayo “La Importancia del Juegos para los Niños”; autora Yaíma Fernández Díaz,
Licenciada en Enfermería y Salud Ambiental, año 2015.
“Importancia del juego en el desarrollo social y emocional” de Martínez Gómez C.,
Capitulo 10., Editorial Ciencias Médicas; año 2006.
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