Ud. 18 Abi
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Resumen del proceso digestivo
Boca: Masticación con los dientes y mezcla con la saliva. Las enzimas salivales
(amilasa) inician el proceso químico de la digestión, formándose el bolo alimenticio
mediante la deglución: tránsito del esófago al estómago.
Estómago: Los alimentos son mezclados con ácido clorhídrico que los
descompone, sobre todo a las proteínas, desnaturalizándolas. El bolo alimenticio se
transforma en quimo. Presencia de enzimas: pepsina
Intestino delgado:
o La bilis (hígado) favorece la emulsión de las grasas
o Las lipasas pancreáticas producen su degradación a ácidos grasos y glicerina.
o Las proteasas y amilasas pancreáticas actúan sobre proteínas y glúcidos.
o Maltasas, lactasas y peptidasas actúan en la degradación de los hidratos de
carbono.
o La mayoría de los nutrientes se absorben.
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El final de la digestión es la acumulación del quimo en el intestino grueso donde se
absorbe el agua para la posterior defecación de las heces. Podríamos decir que las
heces son los desperdicios sólidos producidos por los seres vivientes como
producto final de la digestión:
Restos de los alimentos no absorbidos por el tubo digestivo
Células del epitelio intestinal que son descamadas en el proceso de absorción
de nutrientes
Bacterias
Otras sustancias que no son capaces de atravesar el epitelio intestinal.
Determinaciones cuantitativas
Se van a medir los niveles séricos de vitamina B12, ácido fólico y gastrina.
⇛ La vitamina B12 y el ácido fólico (complejo vitaminas B) se determinan por medio de
inmunoanálisis. Valores bajos son indicativos de anemia perniciosa y también de
malnutrición o malabsorción. Los valores normales de vitamina B 12 son de 200-900
pg/ml y de ácido fólico 2,7-17,0 ng/ml.
⇛ La gastrina se determina en plasma por métodos inmunoenzimáticos. Niveles
elevados se dan en el Síndrome de Zollinger-Ellison, pero también en las gastritis
atróficas (anemia perniciosa) e hiperplasia de células G.
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asintomática. Puede vivir en el estómago en condiciones ácidas porque dispone de la
ureasa, una enzima que metaboliza la urea generando amoniaco, el cual rebaja la acidez
del medio y en el que la bacteria se puede desarrollar. Cuando coloniza la mucosa gástrica
produce gastritis superficial crónica, o al cabo de los años desarrollar una úlcera péptica
(duodenal o gástrica) o una gastritis atrófica y que podría ser un factor de riesgo importante
en su evolución a cáncer gástrico.
Para su detección se utilizan métodos histológicos basados en biopsias y microbiológicos
basados en la prueba de la ureasa, cultivo y serología. En el laboratorio de bioquímica se
detecta con el test del aliento o con la determinación de su antígeno en heces.
⇛ Test del aliento: También conocido como test de la 13C-urea o UBT(urea breath
test) se basa en la capacidad de la bacteria de transformar la urea en amoniaco
y CO2. Se administra al paciente una solución de urea marcada con un isótopo
no radiactivo: el Carbono 13 (13C-urea). La presencia de Helicobacter la
transforma en amoníaco y CO2 marcado, que pasará a la sangre una vez
absorbido y será eliminado en forma de aire espirado a través de los pulmones.
El CO2 marcado se detecta por espectrometría de masas.
⇛ Detección del antígeno en heces: Se realiza con diversos sistemas
inmunocromatográficos de tipo POCT muy rápidos y eficaces.
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colon y es fermentada por las bacterias produciendo agua, ácidos y gas. Se
diagnostica mediante el test de hidrógeno espirado que permite medir la
concentración de H2 producido por las bacterias al fermentar la lactosa no
digerida. Se complementa con la medida del pH fecal que se acidifica como
resultado de la fermentación bacteriana de la lactosa.
Hay dos tipos de pruebas de sobrecarga con azúcares. En primer lugar, el test
de hidrógeno espirado, se basa en que, si un azúcar no se absorbe, cuando llega
al colon (a los 90 minutos, aproximadamente), se empieza a metabolizar por las
bacterias, generándose hidrógeno, que se absorbe a la sangre y se elimina por
el pulmón. Tras una sobrecarga del azúcar específico, se determina la elevación
de la concentración de hidrógeno espirado a lo largo del tiempo. Sería patológico
si se produce una elevación tardía (a los 90-120 minutos) de 10-20 ppm de
hidrógeno sobre el basal. Una elevación precoz en los primeros 90 minutos es
característica de sobrecrecimiento bacteriano o tránsito acelerado. Pueden
existir falsos negativos por uso previo de antibióticos o por la existencia de flora
no fermentadora.
En segundo lugar, el test de absorción de mono-disacáridos complementa la
prueba anterior con la determinación seriada de glucemia capilar, tras la
administración del azúcar correspondiente. El paciente será “absorbente” si la
glucemia aumenta por encima de 20 mg respecto a la basal, en las dos horas
posteriores a la ingesta, con curva de hidrógeno normal. También, se determina
si el paciente es o no “tolerante” en función de si dicha ingesta le produce
sintomatología.
4. Análisis de heces
Existen diversos análisis bioquímicos en heces que sirven para detectar alteraciones
en la función gastrointestinal como los fecalogramas, el estudio de la sangre oculta, la
determinación de calprotectina, y otras determinaciones como la alfa-1-antitripsina, la
elastasa pancreática y la quimiotripsina.
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La cuantificación de nutrientes en heces es una herramienta clave para el
diagnóstico de diversos síndromes y enfermedades que producen malabsorción-
maldigestión, como la insuficiencia pancreática, fibrosis quística, enfermedad celíaca,
enfermedad inflamatoria intestinal o ciertas hepatopatías. En estos síndromes suele
estar presente la diarrea, la esteatorrea y la pérdida fecal de nutrientes. La cuantificación
de nutrientes es especialmente importante en niños para el diagnóstico de algunas de
las enfermedades anteriormente mencionadas y para la evaluación de la dieta y la
respuesta terapéutica. Conocer el contenido de agua en las heces es de especial interés
ante un caso de estreñimiento o diarrea crónicos.
Un fecalograma consiste en:
Cuantificación de carbohidratos
Cuantificación de grasa
Medición de nitrógeno proteico
Medición del contenido en agua
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(enfermedad celíaca, entre otras), disminución de ácidos biliares u obstrucción
de los vasos linfáticos.
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prueba es positiva aparece una coloración azul en el papel reactivo impregnado
de resina del indicador empleado. El indicador principalmente utilizado es el
guayaco (guayacol) aunque también son comúnmente utilizados los derivados
bencidínicos y la ortotoluidina. La sensibilidad analítica se estima entre 1 y 10
mg de hemoglobina por gramo de heces. Estos métodos tienen la ventaja de ser
rápidos, sencillos y baratos, presentando a su vez los siguientes inconvenientes:
• Interferencia con la dieta: posibles falsos positivos por hemoglobina de origen
animal o por frutas y vegetales con alto contenido en peroxidasa (brócoli, rábano,
plátano, etc.). Algunos métodos son más susceptibles al efecto de la dieta que
otros, aceptándose que en general es suficiente una restricción dietética de
carne roja durante los tres días previos al análisis.
• Falsos positivos en pacientes en tratamiento con antiinflamatorios no
esteroideos o aspirina pues pueden causar sangrado gastrointestinal.
• Falsos negativos en pacientes en tratamiento con suplemento de vitamina C en
altas dosis, pues ésta inhibe la reacción de oxidación.
• Subjetividad en la lectura: las pruebas débilmente positivas pueden
negativizarse si se demora la lectura o si la temperatura ambiental es elevada.
Las heces oscuras de pacientes en tratamiento con hierro oral al igual que un
exceso de bilis en las heces pueden dificultar la lectura. Para facilitar la lectura
diversos fabricantes han ido mejorando sus métodos modificando la formulación
del indicador. La sensibilidad diagnóstica descrita de estos métodos es
relativamente baja, variable según el método empleado, pudiendo estimarse
entre el 50 y el 70 % para el cáncer colorrectal y entre el 10 y el 35 % para pólipos
adenomatosos mayores de 1 cm. La mayoría de los estudios publicados
muestran una especificidad superior al 95 %.
La necesidad de mejorar las prestaciones de estas pruebas ha impulsado
el desarrollo de los métodos inmunológicos basados en el empleo de
anticuerpos policlonales o monoclonales específicos de la hemoglobina humana:
⇛ inmunocromatografía (método cualitativo con técnica POCT)
⇛ inmunoturbidimetría (método cuantitativo)
4.3. Quimotripsina
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utiliza para el ensayo. La tasa de formación de p-nitroanilina es monitorizada
continuamente a 405 nm en el espectrofotómetro durante varios minutos
determinándose la absorbancia media por minuto que se usará para el cálculo de la
actividad de quimotripsina. Es por tanto un método manual, fácilmente adaptable a los
sistemas automatizados.
La quimotripsina puede determinarse en muestras aisladas o en heces de 24 h,
siendo estable en la muestra recogida durante 12 días a temperatura ambiente y
solubilizada durante 3 horas a 15-25 ºC y 24 horas a 2-6 ºC. Mediante este método y
realizado a una temperatura de 25 ºC se considera valor de referencia por encima de 6
U/g de peso seco, zona gris entre 3 y 6 U/g y patológico inferior a 3 U/g.
La sensibilidad de estos métodos es del 80-90 % en la detección de la insuficiencia
pancreática exocrina grave definida mediante la prueba de secretina- colecistoquinina
(prueba de estimulación invasiva considerada “patrón oro” para el diagnóstico de
pancreatitis crónica), con una especificidad del 73-89 %. Sin embargo, para la detección
de insuficiencia pancreática exocrina leve o moderada, la sensibilidad desciende
considerablemente. La alta fiabilidad de la prueba ha hecho que la quimotripsina fecal
sea particularmente útil en la valoración y seguimiento de los niños con fibrosis quística.
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Otros marcadores bioquímicos en heces disponibles comercialmente.
MARCADOR INDICACIÓN
5. Cálculos biliares
La litiasis biliar (colelitiasis) es una de las patologías digestivas más frecuentes. El
síntoma más común es el dolor biliar producido por la obstrucción intermitente del
conducto cístico por un cálculo y se manifiesta por un dolor visceral, localizado en el
epigastrio-hipocondrio derecho. Se diagnostica mediante ecografía abdominal y se trata
mediante colecistomía.
Los cálculos pueden ser de colesterol (75%), de sales de calcio de bilirrubina no
conjugada (pigmento marrón, 20%), bilirrubinato cálcico (asociados a hemolisis, cirrosis
y pancreatitis), mixtos (colesterol y pigmento marrón).
No existen pruebas específicas para su diagnóstico, aunque su presencia produce
una elevación de la bilirrubina directa, la fosfatasa alcalina y la GT. Su composición se
puede determinar mediante espectrosocpia de infrarrojos.
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Actividad en el aula/laboratorio
⇛ Describe la enfermedad celíaca y explica qué pruebas de laboratorio se utilizan
para su determinación.
⇛ Explica en unas 200 palabras la situación actual de los programas de detección
del cáncer colorrectal a través de la prueba de medición de sangre oculta en
heces.
Preguntas de repaso
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