Evaluación Diagnostica Lengua y Literatura 4° Medio
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Nombre:
Revolución
En mi habitación la cama estaba aquí, el armario allá y en medio la mesa.
Hasta que esto me aburrió. Puse entonces la cama allá y el armario aquí.
Durante un tiempo me sentí animado por la novedad. Pero el
aburrimiento acabó por volver. Llegué a la conclusión de que el origen
del aburrimiento era la mesa, o, mejor dicho, su situación central e
inmutable. Trasladé la mesa allá y la cama en medio. El resultado fue
inconformista. La novedad volvió a animarme, y mientras duró me
conformé con la incomodidad inconformista que había causado. Pues
sucedió que no podía dormir con la cara vuelta a la pared, lo que siempre
había sido mi posición preferida.
Pero al cabo de cierto tiempo la novedad dejó de ser tal y no quedo
más que la incomodidad. Así que puse la cama aquí y el armario en medio.
Esta vez el cambio fue radical. Ya que un armario en medio de una
habitación es más que inconformista. Es vanguardista. Pero al cabo de
cierto tiempo… Ah, si no fuera por ese «cierto tiempo». Para ser breve,
el armario en medio
también dejó de parecerme algo nuevo y extraordinario. Era necesario
llevar a cabo una ruptura, tomar una decisión terminante. Si dentro de
unos límites determinados no es posible ningún cambio verdadero,
entonces hay que traspasar dichos límites. Cuando el inconformismo no
es suficiente, cuando la vanguardia es ineficaz, hay que hacer una
revolución. Decidí dormir en el armario. Cualquiera que haya intentado
dormir en un armario, de pie, sabrá que semejante incomodidad no
permite dormir en absoluto, por no hablar de la hinchazón de pies y de
los dolores de columna. Sí, esa era la decisión correcta. Un éxito, una
victoria total. Ya que esta vez «cierto tiempo» también se mostró
impotente. Al cabo de cierto tiempo, pues, no solo no llegué a
acostumbrarme al cambio –es decir, el cambio seguía siendo un
cambio–, sino que, al contrario, cada vez era más consciente de ese
cambio, pues el dolor aumentaba a medida que pasaba el tiempo. De
modo que todo habría ido perfectamente a no ser por mi capacidad de
resistencia física, que resultó tener sus límites. Una noche no aguanté
más. Salí del armario y me metí en la cama.
Dormí tres días y tres noches de un tirón. Después puse el armario junto a
la pared y la mesa en medio, porque el armario en medio me molestaba.
Ahora la cama está de nuevo aquí, el armario allá y la mesa en medio. Y
cuando me consume el aburrimiento, recuerdo los tiempos en que fui
revolucionario.
Mrożek, S. https://ciudadseva.com/texto/revolucion–mrozek/
Material fotocopiable 2841 • decisiones humanas ¿pasionales o racionales?
1. ¿Por qué el narrador decide mover los muebles de su habitación?
A. Lo entusiasmaba ver los cambios que producían los muebles.
B. Después de un tiempo, se aburría de la ubicación que tenían.
C. No le parecía adecuada la forma en que tenía ubicada la mesa.
D. No le gustaba la forma en que estaban ubicados en la habitación.
E. Le molestaba la ubicación de la cama y de la mesa al centro de la habitación.