Derechos Humanos Monografía

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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE LOS ANDES

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS, CONTABLES Y SOCIALES


ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

LAS PRIMERAS DECLARACIONES SOBRE LOS

DERECHOS HUMANOS

ASIGNATURA : DERECHOS HUMANOS Y TRIBUNALES


INTERNACIONALES
DOCENTE : Mag. JULIO CESAR CABALLERO HUAYLLANI
ESTUDIANTES :
 Jorge Tapia Quino
 Briam Medina Guzmán
 Modesto Panuera Condori
 Román Salinas Jiménez

SEMESTRE : 2022-II
CICLO : VIII

ABANCAY- APURÍMAC
2023
DEDICATORIA

"A mis queridos padres, quienes me

han enseñado el valor del esfuerzo y

la perseverancia. Gracias por haber

sido mi mayor apoyo durante toda mi

vida y por haberme brindado las

herramientas necesarias para alcanzar

mis metas. Este logro no habría sido

posible sin su amor, paciencia y

dedicación. Dedico este trabajo a

ustedes con todo mi corazón."


Índice
INTRODUCCION...............................................................................................................3

SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS......................................4

HISTORIA.......................................................................................................................4

FUNCIONAMIENTO.....................................................................................................7

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos...................................................7

La Corte Interamericana de Derechos Humanos.........................................................8

Proceso de un caso contencioso ante la Comisión y la Corte Interamericanas de

Derechos Humanos................................................................................................................10

CUMPLIMIENTO DE LAS SENTENCIAS.................................................................13

Sistema Asiático de Derechos Humanos...........................................................................17

La Carta de Derechos Humanos Asiáticos de 1997.......................................................18

1. Resumen de la situación de los derechos humanos y los cambios que se han

producido en la región a lo largo de 2022.................................................................................18

Derechos económicos, sociales y culturales..................................................................19

Libertad de expresión.....................................................................................................21

Libertad de reunión pacífica y asociación.....................................................................22

Detención y reclusión arbitrarias...................................................................................22

Impunidad y derecho a la justicia..................................................................................23

Violaciones del derecho internacional humanitario.......................................................24


Libertad de religión o de creencias................................................................................24

Derechos de las mujeres y de las niñas..........................................................................25

Derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales...........................26

Discriminación basada en la etnia y en la casta y derechos de los pueblos indígenas...26

Tortura y otros malos tratos...........................................................................................27

Actuación deficiente contra la crisis climática..............................................................27

Derechos de las personas refugiadas y migrantes..........................................................28

Pena de muerte...............................................................................................................29

1......................EL SISTEMA ÁRABE DE PROTECCIÓN DE DERECHOS HUMANOS

29

2.1. Origen y trayectoria del sistema árabe....................................................................30

2.2. Ejemplos del funcionamiento del sistema árabe.....................................................31

2.3. Terminaciones y ejecuciones:.................................................................................32

2...............................................................................................................CONCLUSIONES

34
INTRODUCCION.

Los sistemas regionales de derechos humanos, compuestos por instrumentos y

mecanismos regionales, desempeñan un papel cada vez más importante en la promoción y

protección de los derechos humanos a nivel mundial. Los instrumentos regionales de derechos

humanos (por ejemplo, tratados, convenciones y declaraciones) ayudan a focalizar las normas y

estándares internacionales de derechos humanos, reflejando las preocupaciones particulares de

derechos humanos en regiones específicas. Los mecanismos regionales de derechos humanos

(por ejemplo, comisiones, relatores especiales y tribunales) ayudan a implementar estos

instrumentos en terreno. Actualmente, existen tres sistemas regionales de derechos humanos

establecidos en Europa, América y África.

En esta compilación se recogen los principales instrumentos del sistema interamericano

de protección de los derechos humanos.    Su objetivo es servir de guía para usuarios y usuarias

del sistema.  Aquí se encuentran las distintas declaraciones, convenciones y protocolos de las

cuales se derivan los mandatos y funciones de los órganos del sistema  ‐la Comisión

Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la CIDH”, “la Comisión” o “la Comisión

Interamericana”) y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la Corte IDH”,

“la Corte” o “la Corte Interamericana”)‐ así como las obligaciones de los Estados Miembros de

la Organización de los Estados Americanos (en adelante “la OEA” o “la Organización”) en

materia de derechos humanos.  

Los Documentos Básicos incluyen la Declaración Americana de los Derechos y Deberes

del Hombre (en adelante “la Declaración Americana”) y la Convención Americana sobre

Derechos Humanos (en adelante “la Convención Americana”). Seguidamente se incluye la

convención interamericana en materia de tortura, los protocolos adicionales a la Convención


Americana en materia de derechos económicos, sociales y culturales y pena de muerte, y las

convenciones sobre la violencia contra la mujer, la desaparición forzada de personas, y la

discriminación contra las personas con discapacidad; así como una lista de los Estados de la

OEA que son signatarios de dichos tratados, y el estado actual de dichas ratificaciones.

Asimismo, se incluyen la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana; así como la

Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión y los Principios y Buenas Prácticas sobre

la Protección de las Personas Privadas de Libertad en las Américas. A continuación, se incluyen

los Estatutos y Reglamentos de la Comisión y de la Corte Interamericanas. Finalmente, se anexa

el formulario para presentar peticiones individuales ante la Comisión. Esta edición de los

Documentos Básicos está actualizada al 30 de abril de 2012.      

En esta sección introductoria a los documentos básicos se presenta información

relacionada con los antecedentes históricos y la evolución del sistema de protección y promoción

de los derechos humanos de la región; una breve explicación de los principales instrumentos

interamericanos en esta materia; y una reseña que describe la creación y evolución de la

Comisión y de la Corte, así como una explicación de la función y composición de dichos

órganos.

SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS.

HISTORIA.

El primer indicio de una clara voluntad estatal hacia la protección internacional de los

derechos humanos en el sistema interamericano se dio en la Conferencia Interamericana sobre

Problemas de la Guerra y de la Paz, celebrada en la Ciudad de México en el año 1945, en la cual

se proclamó la adhesión de las repúblicas americanas a los principios consagrados para la

vigencia de los derechos esenciales del hombre y se encomendó al Comité Jurídico


Interamericano la redacción de un anteproyecto de Declaración de los derechos y deberes

internacionales del hombre.

Durante la Novena Conferencia Internacional Americana celebrada en Bogotá, Colombia,

del 30 de marzo al 2 de mayo de 1948, se suscribió la Carta de la OEA y se adoptó, mediante la

resolución número XXX, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre

como un instrumento de carácter no obligatorio, como una mera declaración. También la

conferencia aprobó la resolución número XXXI mediante la cual recomendó que el Comité

Jurídico Interamericano elaborara un proyecto de Estatuto para la creación y funcionamiento de

una Corte Interamericana destinada a garantizar los derechos del hombre, “ya que no hay

derecho propiamente asegurado sin el amparo de un tribunal competente”.

La Décima Conferencia Interamericana realizada en Caracas, Venezuela, del 1 al 28 de

marzo de 1954, aprobó la resolución XXIX mediante la cual se resolvió que el Consejo de la

OEA “continúe los estudios acerca de la protección jurisdiccional de los derechos humanos”,

“analizando la posibilidad de que se llegue a establecer una Corte Interamericana para proteger

los derechos humanos”.

En la Quinta reunión de consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, que tuvo lugar

en Santiago de Chile del 12 al 18 de agosto de 1959, se creó la Comisión Interamericana de

Derechos Humanos. El Consejo de la Organización aprobó el Estatuto de la Comisión en 1960 y

ese mismo año eligió a sus primeros siete miembros, a título personal, encargados de promover

el respeto a los derechos humanos (aspecto de promoción de los derechos humanos).

La Segunda Conferencia Internacional Americana, celebrada en Río Janeiro en 1965,

autorizó a la Comisión para que examinara las denuncias que le fueran dirigidas y se comunicara

con los gobiernos a fin de obtener información, con el propósito de que formulara
recomendaciones cuando lo considerara apropiado (aspecto de protección de los derechos

humanos).

En la Tercera Conferencia Interamericana Extraordinaria celebrada en Buenos Aires,

Argentina, del 15 al 27 de febrero de 1967, se reformó la Carta de la OEA y se elevó a la

Comisión a la categoría de órgano de la OEA. La Carta reformada por el Protocolo de Buenos

Aires dispuso además que “una Convención interamericana sobre derechos humanos determinará

la estructura, competencia y procedimiento” de la Comisión, “así como de los otros órganos

encargados de esa materia”.

La Conferencia Interamericana Especializada sobre Derechos Humanos, realizada en San

José, Costa Rica, del 7 al 22 de noviembre de 1969, adoptó la Convención Americana sobre

Derechos Humanos o “Pacto de San José de Costa Rica”. Hasta ese momento la estructura

institucional del sistema de protección internacional de los derechos humanos en América

descansaba en instrumentos de naturaleza declarativa. A partir de entonces, con la suscripción y

posterior entrada en vigor de la Convención Americana el año 1978, llega a su culminación la

evolución normativa del sistema. A partir de ese momento se cambia la naturaleza jurídica de los

instrumentos en que descansaba la estructura institucional del sistema. Ya no lo hará sobre

instrumentos de naturaleza declarativa, sino que lo hará sobre instrumentos que tendrán una base

convencional y obligatoria.

Poco a poco, y de acuerdo con las necesidades de la región, se fueron creando y

reconociendo diversos instrumentos en materias específicas. Por ejemplo, por iniciativa de Costa

Rica, el 17 de noviembre de 1988, 13 Estados Partes suscribieron en El Salvador, durante el

XVIII Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la OEA, el Protocolo Adicional

a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos,


Sociales y Culturales, denominado “Protocolo de San Salvador”, que entró en vigor el 16 de

noviembre de 1999.

Protección de los derechos humanos en América. Todos los Estados Miembros de

la OEA, la Comisión y los órganos de la OEA, en forma limitada, pueden solicitar a la

Corte una opinión consultiva. Los Estados miembros también pueden solicitar un

dictamen sobre la compatibilidad de la legislación nacional con los instrumentos

internacionales.

FUNCIONAMIENTO.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la OEA, cuyo mandato surge de

la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y que actúa

en representación de todos los países miembros de la OEA. Está integrada por siete

miembros independientes que se desempeñan en forma personal, que no representan a

ningún país en particular y que son elegidos por la Asamblea General.

Funciones y atribuciones de la CIDH

La Comisión tiene la función principal de promover la observancia y la defensa de

los derechos humanos, y en el ejercicio de su mandato:

1. Recibe, analiza e investiga peticiones individuales que alegan violaciones de

los derechos humanos, según lo dispuesto en los artículos 44 al 51 de la Convención.

2. Somete casos a la jurisdicción de la Corte Interamericana y actúa frente a la

Corte en dichos litigios.

3. Requiere a los Estados que tomen “medidas cautelares” específicas para evitar

daños graves e irreparables a los derechos humanos en casos urgentes. Puede también
solicitar que la Corte Interamericana requiera “medidas provisionales” de los Gobiernos

en casos urgentes de peligro a personas, aun cuando el caso no haya sido sometido

todavía a la Corte.

4. Solicita “Opiniones Consultivas” a la Corte Interamericana sobre aspectos de

interpretación de la Convención Americana.

5. Observa la vigencia general de los derechos humanos en los Estados miembros,

y cuando lo considera conveniente publica informes especiales sobre la situación en un

Estado en particular.

6. Realiza visitas in loco a los países para profundizar la observación general de la

situación, y/o para investigar una situación particular. Generalmente, esas visitas resultan

en la preparación de un informe respectivo, que se publica y es enviado a la Asamblea

General.

7. Estimula la conciencia de los derechos humanos en los países de América. Para

ello entre otros, realiza y publica estudios sobre temas específicos. Así por ejemplo sobre:

medidas para asegurar mayor independencia del poder judicial; actividades de grupos

irregulares armados; la situación de derechos humanos de los menores, de las mujeres, de

los pueblos indígenas.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos.

El Estatuto de la Corte dispone que ésta es una institución judicial autónoma que

tiene su sede en San José, Costa Rica y cuyo objetivo es el de aplicar e interpretar la

Convención. La Corte está integrada por siete Jueces, nacionales de los Estados

miembros de la OEA. Son elegidos a título personal “entre juristas de la más alta

autoridad moral, de reconocida competencia en materia de derechos humanos, que reúnan


las condiciones requeridas para el ejercicio de las más elevadas funciones judiciales

conforme a la ley del país del cual sean nacionales o del Estado que los proponga como

candidatos” (artículo 52 C.A.D.H.).

Competencias de la Corte.

1. Función contenciosa: a través de la cual la Corte determina si un Estado ha incurrido

en responsabilidad internacional por haber violado alguno de los derechos

consagrados o estipulados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La

competencia contenciosa del Tribunal se encuentra regulada en el artículo 62 de la

Convención Americana, el cual establece:

- Todo Estado Parte puede, en el momento del depósito de su instrumento de

ratificación o adhesión de esta Convención, o en cualquier momento posterior,

declarar que reconoce como obligatoria de pleno derecho y sin convención especial,

la competencia de la Corte sobre todos los casos relativos a la interpretación o

aplicación de esta Convención.

- La declaración puede ser hecha incondicionalmente, o bajo condición de

reciprocidad, por un plazo determinado o para casos específicos. Deberá ser

presentada al Secretario General de la Organización, quien trasmitirá copias de la

misma a los otros Estados Miembros de la Organización y al Secretario de la Corte.

2. Reconocimiento de la competencia contenciosa de la Corte: veintiún Estados Partes

han reconocido la competencia contenciosa de la Corte. Ellos son: Costa Rica, Perú,

Honduras, Ecuador, Argentina, Uruguay, Colombia, Guatemala, Suriname, Panamá,

Chile, Nicaragua, Paraguay, Bolivia, El Salvador, Haití, Brasil, México, República

Dominicana, Barbados.
3. Función consultiva: a través de la cual, la Corte responde aquellas consultas que

formulan los Estados miembros de la OEA o los órganos de la misma, sobre temas

atinentes a la interpretación de la Convención Americana o de otros tratados

concernientes a la protección de los derechos humanos en las Américas. El artículo 64

de la Convención dice textualmente:

- Los Estados Miembros de la Organización podrán consultar a la Corte acerca

de la interpretación de esta Convención o de otros tratados concernientes a la

protección de los derechos humanos en los Estados Americanos. Asimismo,

podrán consultarla, en lo que les compete, los órganos enumerados en el

Capítulo X de la Carta de la Organización de los Estados Americanos,

reformada por el Protocolo de Buenos Aires.

- La Corte, a solicitud de un estado miembro de la Organización, podrá darle

opiniones acerca de la compatibilidad entre cualquiera de sus leyes internas y

los mencionados instrumentos internacionales.

- La Corte tiene competencia para conocer de cualquier caso relativo a la

interpretación y aplicación de las disposiciones de esta Convención que le sea

sometido, siempre que los Estados Partes en el caso hayan reconocido o

reconozcan dicha competencia, ora por declaración especial, como se indica

en los incisos anteriores, ora por convención especial.

Proceso de un caso contencioso ante la Comisión y la Corte Interamericanas de

Derechos Humanos.

En primer término, todas las peticiones sobre supuestas violaciones a los derechos

humanos deben ser presentadas ante la Comisión Interamericana. Una vez que ésta ha
recibido dicha petición procede a verificar que la misma cumpla con todos los requisitos.

Posteriormente la Comisión trasmite al Estado la documentación pertinente y solicita

información sobre la admisibilidad de la petición. Acto seguido se da traslado de la

respuesta del Estado al peticionario y la Comisión verifica si aún subsisten los motivos de

la petición. En caso afirmativo, se prepara y aprueba el informe sobre admisibilidad que

permite el registro y apertura del caso.

Abierto el caso, la Comisión procede a notificar a las partes y les somete una

propuesta de solución amistosa. En caso de haber una respuesta afirmativa a dicha

solución amistosa, se lleva a cabo un proceso que culmina con un informe de solución

amistosa, o en caso que dicha solución no se logre se prosigue con la tramitación del

caso. En caso que no haya solución amistosa, la Comisión solicita a los peticionarios sus

alegatos sobre el fondo y luego los traslada al Estado para sus observaciones, que a su

vez son transmitidas a los peticionarios. Posteriormente se realiza una audiencia pública,

la cual es seguida por una decisión sobre el fondo.

Alcanzada la decisión sobre el fondo, la Comisión emite un informe en el que se

establecen las violaciones y se formulan recomendaciones o en caso contrario, emite un

informe señalando que las violaciones alegadas no fueron constatadas. En el primer caso,

este informe se traslada al Estado para su respuesta, el cual debe decidir si cumple o no

con las recomendaciones formuladas por la Comisión. En el caso de que el Estado no

acepte dichas recomendaciones, la Comisión decide mediante una decisión fundada si

somete o no el caso ante la Corte Interamericana.

La Convención Americana sobre Derechos Humanos establece que sólo los

Estados partes y la Comisión Interamericana tiene derecho a someter un caso a la


decisión de la Corte. Los casos contenciosos son sometidos a la Corte a través de la

presentación del informe al que se refiere el artículo 50 de la Convención, por parte de la

Comisión Interamericana o a través de un escrito motivado cuando el caso lo somete un

Estado. Una vez que el caso es sometido, se realiza un examen preliminar y

posteriormente se notifica a la Presidencia y los jueces, al Estado demandado, a la

Comisión (si no es ella quien presentó el caso) y a la presunta víctima, sus representantes

o el Defensor Interamericano, si fuera el caso. Existe la posibilidad que se da una

terminación anticipada del proceso, ya sea por una solución amistosa entre las partes o

por un sobreseimiento del mismo.

Posteriormente continúa el procedimiento escrito, en el cual la presunta víctima o

sus representantes someten un escrito de solicitudes, argumentos y pruebas, y el Estado

demandado expone por escrito su posición sobre el caso sometido a la Corte, en la que

debe incluir excepciones preliminares de considerarlo pertinente. Una vez finalizado el

procedimiento escrito se procede al procedimiento oral, en el cual la Presidencia señala la

fecha de apertura de dicho procedimiento y fija las audiencias que fueran necesarias. En

la audiencia pública, la Comisión expone los fundamentos de su Informe y de la

presentación del caso ante la Corte, así como cualquier asunto que considere relevante

para su resolución. Posteriormente, los declarantes convocados son interrogados por las

partes y los jueces les hacen las preguntas que consideren pertinentes. Después se

concede la palabra a las presuntas víctimas o a sus representantes y al Estado demandado

para que expongan sus alegatos con la posibilidad de una réplica y dúplica. Concluidos

los alegatos, la Comisión presenta sus observaciones finales. Por último, los jueces

formulan las preguntas que estimen convenientes a la Comisión, a las presuntas víctimas
o a sus representantes y al Estado. Durante la audiencia, la Corte puede recibir

declaraciones testimoniales, periciales o de presuntas víctimas haciendo uso de medios

electrónicos audiovisuales. Finalizada esta audiencia pública las partes pueden hacer

llegar a la Corte sus alegatos finales en forma escrita. De la misma forma, la Comisión

puede, si lo estima conveniente, presentar observaciones finales escritas. Posteriormente

la Corte se reúne para deliberar y emitir una sentencia sobre el caso contencioso en

cuestión. En los últimos años esta sentencia contiene el pronunciamiento sobre las

excepciones preliminares, en caso que hayan sido interpuestas, el fondo del caso y las

reparaciones y costas en caso de ser una sentencia condenatoria. Por último, la Corte

procede a supervisar el cumplimiento de dicha sentencia por parte del Estado condenado.

CUMPLIMIENTO DE LAS SENTENCIAS.

La ejecución de las sentencias está íntimamente ligada a la supervisión del

cumplimiento de la misma por la Corte debido a la laguna del artículo 65 de la

Convención, el cual no establece un órgano específicamente encargado de supervisar el

cumplimiento de las sentencias emitidas por la Corte.

Con el propósito de poder determinar si un Estado Parte en la Convención

Americana ha cumplido con las reparaciones ordenadas en la sentencia, la Corte tuvo que

implementar un procedimiento de supervisión de cumplimiento de sentencia a partir de

una base jurisprudencial que resolvió la controversia que se presentó cuando Panamá

cuestionó las facultades del Tribunal para realizar dicha supervisión.

En la práctica que se sigue ante el Tribunal, se analizan los informes de

cumplimiento que presenta el Estado, las observaciones que sobre este hacen las víctimas

y/o sus representantes y las que sobre ambos presenta la Comisión Interamericana, y se
determina el grado de cumplimiento que la sentencia ha alcanzado. Generalmente se

solicitan varios informes antes de cerrar el caso o informar a la Asamblea General de la

Organización de los Estados Americanos el incumplimiento de la sentencia.

La descrita situación obliga a la Corte a emitir numerosas resoluciones sobre

cumplimiento de sentencia, en las cuales solicita al Estado información sobre el

cumplimiento que se le da a las sentencias emitidas por el Tribunal, se insta al Estado a

dar cumplimiento de lo ordenado por la Corte y se da cuenta del grado de cumplimiento

de las mismas.

3. SISTEMA EUROPEO

El Sistema Europeo tiene como marco legal la Convención Europea para la Protección de

Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales, la cual fue suscrita por trece miembros del

Consejo de Europa en la ciudad de Roma el 4 de noviembre de 1950.

Esta Convención entró en vigor en setiembre de 1953, cuando fue depositado el vigésimo

instrumento de ratificación. Es el más antiguo de los sistemas regionales. Las reglas y los

procedimientos de este Convenio se completan y desarrollan por una serie de Protocolos

Facultativos, adicionales al Tratado.

La primera voz en pro de la protección jurídica de los derechos humanos con alcance

continental partió del "Movimiento Europeo", tres años después de terminada la Segunda Guerra

Mundial, en mayo de 1948, a través de su "Mensaje a los europeos “en el que se señala la

necesidad de realizar cuatro exigencias:

-Una Europa unida con la restauración del libre movimiento de personas, ideas y bienes a

través de todo el continente.


-Una Carta de Derechos Humanos que garantice las libertades de pensamiento, reunión y

expresión, así como el derecho de organizar una oposición política.

-Una Corte de Justicia dotada de poder necesario para hacer respetar dicha Carta.

-Una Asamblea Europea en la que estén representadas todas las fuerzas vivas de nuestros

países.

Los derechos que garanticen la Convención son los derechos civiles y políticos. Los

derechos económicos, sociales y culturales se formularon en "La Carta Social Europea", suscrita

en Turín en 1961, derechos que cuentan con un sistema de protección y garantía que no es

judicial.

La importancia de la Convención de Europa reside en el hecho de haber creado un

mecanismo que garantice los derechos conceptualizados en este instrumento regional a través de

los siguientes organismos: La Comisión Europea de Derechos Humanos, encargada de la

investigación y la conciliación; el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, órgano decisorio

judicial; el Comité de Ministros de Consejo de Europa, órgano de decisión política; y el

Secretario General del Consejo de Europa, que funciona con un órgano auxiliar.

4.SISTEMA AFRICANO

El Sistema Africano de protección de los derechos humanos se basa en la "Organización

para la Unidad Africana" (OUA).

Durante la Conferencia de Ministros de Justicia de la Organización, en Bagul (Gambia),

en 1981, se adoptó un proyecto sobre la futura Carta Africana de Derechos Humanos. Ese mismo

año el proyecto se convirtió en la "Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos en la

reunión cumbre de jefes de Estado y de Gobierno en Kenia.


La Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos que entró en vigor el 21 de

octubre de 1986 establece un sistema de protección que funciona dentro del marco de trabajo

institucional de la OUA, que es una organización intergubernamental regional fundada en 1963.

Este instrumento se distingue de las Convenciones de Derechos Humanos de Europa y de

América en varios aspectos:

-No solo proclama derechos sino también obligaciones.

-Codifica los derechos individuales y también los de los pueblos.

-Garantiza derechos civiles y políticos, protege los derechos económicos, sociales y

culturales.

-El tratado permite a los Estados partes imponer restricciones y ampliar limitaciones en

los derechos que proclama.

La Carta es la base de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos que

cumple con funciones de fomento y cuasi judiciales.

Para el año 1998 se suscribió un Protocolo de la Carta para crear la Corte Africana de los

Derechos Humanos y de los Pueblos. Dicho protocolo entró en vigor en el año 2oo4, y la primera

reunión de la Corte integrada por once jueces se llevó a cabo en el año 2oo6.

5.CONCLUSIONES

El Sistema Europeo como el Sistema Africano tienen como objetivo garantizar y proteger

los derechos humanos en sus respectivas regiones. Cada uno tiene su propia Convención o Carta,

así como organismos encargados de la investigación, la conciliación y la toma de decisiones

judiciales o políticas. Ambos sistemas también protegen los derechos civiles y políticos y los

derechos económicos, sociales y culturales, aunque existen algunas diferencias en la forma en

que estos derechos están codificados y protegidos.


6.REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Referencia bibliográfica:

Guzmán, E. (2014). Sistema europeo. En E. Guzmán & J. R. López (Eds.), Manual de

derecho internacional público (pp. 615-616). Ciudad de publicación: Editorial.

Calderón Sumarriva, A. (2016). ABC del derecho internacional de derechos humanos.

Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez.

Sistema Asiático de Derechos Humanos.

Mientras que existe un Sistema Interamericano de Derechos Humanos, un Sistema

Europeo de Derechos Humanos y un Sistema Africano de Derechos Humanos, creados

progresivamente mediante tratados regionales, no existe aún un tratado intergubernamental para

la promoción y protección de los derechos humanos en la región de Asia-Pacífico, ni un Sistema

Asiático de Derechos Humanos como tal. Las razones por las que aún no existe el Sistema

Asiático pueden ser estas:

 No existe una voluntad política al respecto, la mayoría de los gobiernos de la región


consideran otras prioridades.
 Se trata de una región enorme y muy heterogénea, lo que dificulta la creación de un
tratado integral o de mecanismos de protección de los derechos humanos regionales.
 Existe un celo por la soberanía nacional por parte de algunos gobiernos de la región, que
entienden que las reclamaciones sobre derechos humanos constituyen interferencias en
sus asuntos internos, lo que se refleja en una gran suspicacia respecto de las actividades
en defensa de los derechos humanos. Las iniciativas universalistas en relación a los
derechos humanos de la región parten de miembros de la sociedad civil.
 Los gobiernos favorecen los derechos económicos, sociales y culturales y el derecho al
desarrollo frente a los derechos civiles y políticos.
 Aunque se muestre una cierta voluntad por parte de los gobiernos por cumplir los
estándares universales de derechos humanos, invocan unos valores asiáticos para
justificar gobiernos fuertes y sistemas comunitarios y familiares fuertes, que prevalecen
sobre las consideraciones individualistas, prioritarios en los derechos civiles y políticos.
 Se aduce que los derechos humanos constituyen un concepto occidental.
 Existe una negativa a que los acuerdos comerciales y la prestación de ayuda esté
condicionada al respeto de los derechos humanos.

La Carta de Derechos Humanos Asiáticos de 1997

Las organizaciones no gubernamentales de la región Asia-Pacífico han desarrollado una

iniciativa sobre derechos humanos desde la sociedad civil, que ha culminado con la Carta de

Derechos Humanos Asiáticos, de carácter no gubernamental, como se ha indicado y que

considera medidas como:

 El reforzamiento de las garantías sobre derechos humanos en las constituciones


nacionales.
 La ratificación de los principales tratados internacionales de derechos humanos.
 El establecimiento de comisiones nacionales de derechos humanos.
 La posibilidad de que organizaciones no gubernamentales puedan adoptar acciones en
representación de víctimas de violaciones de derechos humanos.

Asimismo, a finales de 2002, un numeroso grupo de organizaciones no gubernamentales

se unieron al Foro de la Sociedad Civil Asiática, establecido en Bangkok (Tailandia), para

colaborar entre ellas y estrechar vínculos con las agencias de las Naciones Unidas.
Resumen de la situación de los derechos humanos y los cambios que se han

producido en la región a lo largo de 2022.

Hubo tenues destellos de esperanza para los derechos humanos en la región de Asia y

Oceanía, con modestos logros en relación con los derechos de las mujeres y las personas LGBTI

en varios países, una nueva ley que penalizaba la tortura en Pakistán y la abolición de la pena de

muerte en Papúa Nueva Guinea.

Sin embargo, el panorama siguió siendo poco alentador en general. La población civil

sufrió las peores consecuencias de la escalada del conflicto armado de Myanmar. Cada vez

fueron más visibles en toda su plenitud las consecuencias para los derechos humanos del régimen

talibán en Afganistán y, en concreto, el nefasto retroceso que sufrieron los derechos de las

mujeres y las niñas.

La crisis económica —agravada por la recesión derivada de la pandemia, la mala gestión

económica y los conflictos armados dentro y fuera de la región— repercutió con fuerza en los

derechos económicos y sociales de países tales como Afganistán, Laos y Sri Lanka, en los que

era cada vez más difícil acceder a alimentación, atención médica y un nivel de vida adecuado.

Disminuyó el grado de tolerancia hacia la disidencia, mientras las autoridades de

numerosos países endurecían las restricciones sobre la libertad de expresión y asociación y

detenían de manera arbitraria a quienes las criticaban. En toda la región, la población salió a la

calle a protestar contra la injusticia, las privaciones y la discriminación, pero en países como

Bangladesh, India, Indonesia, Nepal, Pakistán, Sri Lanka y Tailandia, sus protestas fueron

recibidas con fuerza excesiva y, en ocasiones, letal.

La impunidad se vio agravada por la incapacidad del Consejo de Derechos Humanos de

la ONU para abordar de manera efectiva motivos graves de preocupación en China y Filipinas.
También persistieron arraigados patrones de discriminación contra minorías, mujeres y niñas,

personas LGBTI y pueblos indígenas. La reanudación de las ejecuciones en Afganistán y

Myanmar supuso un importante retroceso.

Derechos económicos, sociales y culturales

La crisis económica repercutió con fuerza en los derechos humanos, incluidos los

derechos a un nivel de vida adecuado y a la salud. En Sri Lanka, la inflación superó el 73% en

septiembre, con lo que la alimentación, la atención médica y otras necesidades básicas pasaron a

ser inasequibles, sobre todo para quienes dependían de jornales diarios, en muchos casos mujeres

y personas tamiles de las minorías malaiyahas (dedicadas al trabajo en plantaciones). También en

Laos quedaron fuera del alcance de muchas personas artículos básicos a causa de la elevada

inflación. En Afganistán, la espiral de la crisis económica sumió al 97% de la población en la

pobreza, de manera que la inmensa mayoría de las familias pasaban hambre y recurrían cada vez

con mayor frecuencia a estrategias de supervivencia negativas, situación que no hizo más que

empeorar después de que, en diciembre, los talibanes emitieran un decreto por el que se prohibía

a las mujeres trabajar en ONG humanitarias y de otro tipo. Este decreto limitaba las

oportunidades de las mujeres para ganarse la vida, al tiempo que impedía a la población acceder

a servicios que hasta entonces habían prestado las mujeres.

En otros lugares, la falta de una protección adecuada de la vivienda y las demoliciones de

inmuebles dejaron a miles de personas sin hogar y en la indigencia, o expuestas a ello. En Nepal,

el gobierno hizo caso omiso de los llamamientos en favor de una reforma de la ley de vivienda

de 2018, que no garantizaba debidamente el derecho a la vivienda y dejaba a cientos de familias

—sobre todo de comunidades marginadas o residentes en asentamientos informales— en peligro

de desalojo. En India, las autoridades demolieron ilegalmente viviendas o inmuebles —en su


mayoría, pertenecientes a personas musulmanas— en la capital, Nueva Delhi, y en varios

estados, y preocupaba que esto fuera una forma de castigo colectivo por la presunta participación

de esas personas en enfrentamientos entre comunidades. En Camboya y Mongolia, muchas

familias quedaron sin hogar o perdieron sus medios de vida a causa de proyectos de desarrollo

urbanístico.

Los gobiernos deben garantizar los derechos económicos, sociales y culturales sin

discriminación.

Libertad de expresión

El derecho a la libertad de expresión siguió amenazado en la región, donde muchos

gobiernos intensificaron la represión de la disidencia y trataron de eludir el escrutinio.

En numerosos países se siguió atacando la libertad de prensa. En Afganistán se arrestó y

detuvo de manera arbitraria y se sometió a tortura y otros malos tratos a periodistas por informar

sobre los talibanes desde un punto de vista crítico. En Bangladesh, donde los periodistas sufrían

agresiones físicas, acoso judicial y otras represalias por su labor informativa, un anteproyecto de

ley sobre protección de datos amenazaba con limitar aún más la libertad de expresión. En

Pakistán, las personas que trabajaban en medios de comunicación también estaban sometidas a

una creciente presión, y se detuvo a periodistas y otras personas del sector por cargos falsos. En

Filipinas, el nuevo gobierno no supuso ningún alivio inmediato para los medios de

comunicación; durante la segunda mitad del año, al menos dos periodistas fueron asesinados,

mientras otros seguían sufriendo hostigamiento judicial, y permanecían bloqueados sitios web de

grupos de comunicación independientes.

En China, la censura y la vigilancia online se hicieron cada vez más generalizadas.

Además, el gobierno trató de evitar que se hablara internacionalmente sobre su historial de


derechos humanos, para lo cual, entre otras cosas, intentó impedir que la Oficina del Alto

Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OACNUDH) publicara un informe en el

que se documentaban posibles crímenes de derecho internacional y otras violaciones graves de

derechos humanos cometidos contra la población uigur y contra otras minorías étnicas

musulmanas en Xinjiang.

Los gobiernos deben respetar las libertades de los medios de comunicación, detener todos

los procesamientos o investigaciones relacionados con el ejercicio del derecho a la libertad de

expresión sin discriminación y revocar las disposiciones legales que penalicen la expresión

legítima o se puedan utilizar para restringirla.

Libertad de reunión pacífica y asociación

Aunque los gobiernos trataron de reprimir la disidencia, en toda la región las personas

reivindicaron su derecho a protestar contra la injusticia y la discriminación, arriesgándose a

menudo a ser arrestadas y detenidas de manera arbitraria, a resultar heridas o incluso a perder la

vida, mientras las autoridades recurrían reiteradamente al empleo de fuerza excesiva e

innecesaria.

Los gobiernos deben respetar y facilitar el ejercicio de los derechos a la libertad de

reunión pacífica y asociación. Es preciso respetar y proteger la labor de los defensores y

defensoras de los derechos humanos y garantizar un entorno propicio para que puedan llevarla a

cabo.

Detención y reclusión arbitrarias

En China, pese a las aseveraciones de las autoridades en sentido contrario, se creía que en

la región de Xinjiang muchos miles de hombres y mujeres continuaban detenidos de manera

arbitraria. También en China se condenó a activistas del Tíbet a largas penas de prisión en juicios
sin las debidas garantías, por actos que se consideraba que habían “incitado al separatismo” o

“puesto en peligro la seguridad nacional”.

En otras partes de la región se arrestó y detuvo arbitrariamente a defensores y defensoras

de los derechos humanos, activistas de las esferas política y ambiental y otras personas por haber

afirmado su derecho a la protesta o haber desafiado de otra forma las políticas y los actos del

gobierno.

En Tailandia, más de un millar de personas —cientos de ellas, menores de edad— se

enfrentaban a cargos penales por haber participado en protestas. En Sri Lanka se arrestó, se

detuvo de manera arbitraria y se acusó de delitos de terrorismo y de otra índole a manifestantes.

En Myanmar continuaron los arrestos y detenciones arbitrarias de personas opuestas al régimen

militar, y más de un millar de personas fueron condenadas en juicios manifiestamente injustos.

En Vietnam se impusieron largas penas de prisión a activistas de los derechos humanos y

de los derechos sobre las tierras, y en India se mantuvo detenidos sin juicio a defensores y

defensoras de los derechos humanos.

Los gobiernos deben acabar con todos los arrestos y detenciones arbitrarios de quienes

los critican y de otras personas, y dejar en libertad de inmediato a cualquier persona que esté

detenida sólo por el ejercicio pacífico de sus derechos a la libertad de expresión, reunión pacífica

o asociación o de cualquier otro derecho humano.

Impunidad y derecho a la justicia

Imperaba la impunidad, puesto que en numerosos países las autoridades nacionales no

hacían efectivos los derechos de las víctimas a la justicia, la verdad y la reparación, y los

organismos internacionales incumplían con demasiada frecuencia su responsabilidad de

protegerlos.
Pese al informe de la OACNUDH, que vino a sumarse a un ya sólido conjunto de pruebas

de las atrocidades cometidas por China en Xinjiang, el Consejo de Derechos Humanos de la

ONU votó en contra de debatir siquiera la situación. De igual forma, el Consejo traicionó a las

incontables víctimas de la “guerra contra las drogas” de Filipinas al no renovar el mandato de la

OACNUDH para monitorear la situación, pese al preocupante aumento de los homicidios

policiales en operaciones contra la droga a lo largo del año. Sin embargo, ante la falta de avances

a la hora de establecer la responsabilidad de los crímenes de derecho internacional cometidos

durante el conflicto armado de Sri Lanka y después de éste, el Consejo aprobó una resolución

por la que se ampliaba el mandato de la OACNUDH para recopilar pruebas de cara a futuros

procesos de rendición de cuentas.

La impunidad se afianzó aún más en Afganistán, donde la idea de los talibanes de un

sistema de justicia carecía de toda credibilidad. En Nepal no se avanzó en la realización del

derecho a la justicia de las decenas de miles de víctimas de violaciones graves de derechos

humanos cometidas durante el conflicto armado interno del periodo 1996-2006.

Los gobiernos deben combatir la impunidad emprendiendo investigaciones exhaustivas,

independientes, imparciales, efectivas y transparentes sobre los crímenes de derecho

internacional y sobre otros abusos graves contra los derechos humanos, y poniendo a los

presuntos perpetradores a disposición de la justicia en juicios con las debidas garantías.

Asimismo, deben cooperar plenamente con las investigaciones y los procesos judiciales

internacionales.
Violaciones del derecho internacional humanitario

Todas las partes implicadas en conflictos armados deben acatar el derecho internacional

humanitario, en particular poniendo fin a los ataques dirigidos contra la población civil o contra

infraestructuras civiles y a los ataques indiscriminados.

Libertad de religión o de creencias

La libertad de religión o de creencias continuó estando amenazada en varios países. En

India, donde eran habituales las detenciones y los juicios contra personas musulmanas por el

ejercicio de sus libertades religiosas, el gobierno del estado de Karnataka, siguiendo el ejemplo

de otros estados, aprobó una ley que permitía ilegalizar un matrimonio cuando un familiar u otra

persona denunciaba la conversión forzada de uno de los cónyuges, a menudo, la mujer hindú.

También en Karnataka se prohibió a las niñas llevar el hiyab en las escuelas públicas.

Las denuncias sobre infracciones de las leyes sobre la blasfemia siguieron traduciéndose

en condenas a muerte y linchamientos en Pakistán, donde además persistían las conversiones

forzadas al islam de mujeres y niñas hindúes, cristianas y sijs.

En China, entre las personas detenidas y encarceladas arbitrariamente figuraban

dirigentes religiosos y practicantes de Falun Gong, mientras que en la región de Xinjiang

continuó la persecución de uigures, kazajos y otros grupos étnicos minoritarios

predominantemente musulmanes, que amenazaba con borrar sus identidades religiosas y

culturales.

Los gobiernos deben tomar medidas efectivas para aplicar reformas jurídicas y políticas

que protejan, promuevan y garanticen plenamente la libertad de religión o de creencias sin

discriminación.
Derechos de las mujeres y de las niñas

En varios países, como China, Indonesia y Papúa Nueva Guinea, se aprobaron leyes que

tenían por objeto fortalecer la protección de las mujeres y las niñas, incluidas leyes para combatir

la violencia sexual y de género. En India, el Tribunal Supremo, en un fallo que defendía el

derecho a la dignidad de las trabajadoras sexuales, ordenó a la policía que dejara de hostigarlas, e

interpretó una ley ya existente para ampliar el acceso al aborto a todas las mujeres, con

independencia de su estado civil.

Sin embargo, muchas mujeres y niñas de la región siguieron viviendo una realidad de

discriminación y violencia sistémicas. En Afganistán, las mujeres y las niñas fueron suprimidas

en la práctica de la vida y los espacios públicos, al dictarse nuevas disposiciones que restringían

aún más sus derechos y libertades y que, además de prohibirles trabajar para ONG, les impedían

viajar sin un acompañante masculino, cursar estudios de educación secundaria y universitarios e

ir a parques públicos, entre otras restricciones.

Derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales

En algunos países, como Japón, Singapur y Taiwán, se dieron pasos hacia el

reconocimiento legal de los derechos LGBTI. En Singapur se despenalizaron las relaciones

sexuales consentidas entre hombres. Sin embargo, el gobierno reformó la Constitución para

bloquear en la práctica el matrimonio entre personas del mismo sexo, y en general en toda la

región sobre todo en el sur de Asia las personas LGBTI se encontraban entre los grupos que

corrían más peligro.

Los gobiernos deben revocar las leyes y políticas que discriminan a la población LGBTI

y, para ello, entre otras medidas, deben despenalizar las relaciones sexuales consentidas entre

personas del mismo sexo, eliminar los obstáculos jurídicos al matrimonio homosexual e
implantar medidas para proteger los derechos de las personas LGBTI y para que éstas puedan

vivir en condiciones de seguridad y dignidad.

Discriminación basada en la etnia y en la casta y derechos de los pueblos indígenas

La discriminación basada en la casta prácticamente no remitió ni en Pakistán ni en India.

En India, la población dalit y adivasi sufría la violencia y la discriminación que ejercían con

impunidad las castas dominantes. En Bangladesh se presentó ante el Parlamento un proyecto de

ley que ilegalizaba la discriminación por razón de casta, religión y otros rasgos de identidad,

pero siguieron registrándose ataques multitudinarios contra las minorías hindúes.

Los gobiernos deben proporcionar un acceso efectivo y asequible a la justicia a las

víctimas de delitos de discriminación por motivos étnicos, religiosos y de casta y de delitos de

odio, y trabajar con las comunidades afectadas para desarrollar programas integrales que

eliminen del sistema de justicia penal la discriminación y erradiquen la apología del odio, tanto

dentro como fuera de Internet.

Tortura y otros malos tratos

En numerosos países siguió siendo habitual torturar e infligir otros malos tratos a las

personas detenidas, y al menos en una decena hubo informes sobre muertes bajo custodia,

algunas de ellas a consecuencia de tortura.

Actuación deficiente contra la crisis climática

Devastadoras inundaciones, temperaturas desorbitadas y letales tifones, unidos a la

erosión costera, pusieron en evidencia la vulnerabilidad de la región al cambio climático. Sin

embargo, las medidas de preparación y adaptación siguieron siendo, en general, insuficientes, y

las peores consecuencias recayeron sobre los sectores más pobres y marginados de la población.

En Pakistán, olas de calor y sequías, seguidas de devastadoras inundaciones, dejaron a casi


750.000 personas sin acceso a vivienda adecuada, educación o atención médica. En India, un

calor sin precedentes y la contaminación atmosférica afectaron en especial a quienes se

dedicaban a la agricultura y a la venta ambulante y a quienes dependían de jornales diarios o

desempeñaban otros trabajos al aire libre. En Bangladesh, el cambio climático, agravado por la

discriminación, impedía a la población dalit y a otros grupos marginados de las regiones costeras

del suroeste acceder al suministro de agua y al saneamiento.

A pesar de las señales de alarma, en muchos países de la región, incluidos los principales

emisores, los objetivos de reducción de las emisiones siguieron siendo insuficientes para

garantizar que la temperatura media mundial no ascendiera más de 1,5 °C, y con frecuencia las

políticas eran incompatibles con la consecución ni siquiera de esos objetivos. Suscitaba especial

preocupación que Japón continuara financiando proyectos internacionales de petróleo, gas y

carbón, y planeara construir nuevas plantas eléctricas de carbón; que China aumentara la

producción de carbón pese a las promesas del gobierno de pasar gradualmente a las fuentes

renovables; y que los planes de generación de electricidad de Corea del Sur fueran incompatibles

con la necesidad de abandonar por completo el carbón para 2030.

Los gobiernos de la región deben revisar con urgencia sus objetivos y políticas

relacionados con el cambio climático para garantizar su adecuación a la necesidad de limitar el

ascenso de las temperaturas mundiales. Debe incrementarse la inversión en la preparación frente

a situaciones de desastre y en medidas de adaptación, y se debe dar prioridad a la protección de

los grupos marginados y de otros grupos particularmente expuestos al cambio climático. Los

países más ricos de la región deben también aumentar con urgencia la financiación climática para

los países de ingresos bajos y comprometerse a proporcionar fondos adicionales específicos para

pérdidas y daños.
Derechos de las personas refugiadas y migrantes

La población refugiada y solicitante de asilo seguía estando muy marginada y corría

peligro de devolución (refoulement).

Siguió sin resolverse la penosa situación de la población rohinyá refugiada procedente de

Myanmar. En Bangladesh hubo ciertas mejoras en el acceso a la educación de los niños y niñas

rohinyás, pero se calculaba que 100.000 seguían sin estar escolarizados. En Malasia, las personas

rohinyás y otras personas refugiadas de Myanmar permanecían en detención indefinida, y varias

murieron en un intento de fuga. Asimismo, se denunciaron malos tratos y condiciones deficientes

en centros de detención para inmigrantes de Malasia, a consecuencia de lo cual —según los

informes— habían muerto muchas personas de nacionalidad indonesia.

La práctica de mantener detenidas a personas refugiadas y solicitantes de asilo sólo por

motivos de inmigración continuó en Australia, Japón y la Región Administrativa Especial de

Hong Kong, en China. En Corea del Sur hubo informes sobre malos tratos infligidos a personas

extranjeras en centros de detención. En Nueva Zelanda, una revisión independiente concluyó que

el marco regulador de la detención de inmigrantes era “la receta para la reclusión arbitraria” y

recomendó poner fin a la reclusión de solicitantes de asilo en centros penitenciarios.

Los gobiernos deben dejar de mantener detenidas a personas solicitantes de asilo por su

condición de inmigrantes, y permitirles solicitar protección internacional, garantizando que no

sean devueltas a países en los que vayan a ser perseguidas.

Pena de muerte

El gobierno de Papúa Nueva Guinea abolió la pena de muerte. Las ejecuciones se

reanudaron en Afganistán, Myanmar y Singapur. En Singapur, los abogados que representaban a

personas condenadas a muerte eran intimidados y hostigados.


Los gobiernos que conservan aún la pena de muerte deben tomar urgentemente medidas

para su total abolición.

1. EL SISTEMA ÁRABE DE PROTECCIÓN DE DERECHOS HUMANOS

El sistema árabe de protección de derechos humanos es un conjunto de organismos, tratados


y normas que tienen como objetivo proteger y garantizar el respeto a los derechos humanos en
los países árabes. En este trabajo se hará una breve explicación del origen y trayectoria de este
sistema, así como algunos ejemplos de su aplicación y conclusiones importantes.
El sistema árabe de protección de derechos humanos surge a partir de la creación de la Liga
Árabe en 1945, la cual tiene como objetivo promover la cooperación entre los países árabes en
diversas áreas, entre ellas la protección de los derechos humanos. A partir de la creación de la
Liga, se han ido creando diferentes organismos y tratados que buscan la protección y promoción
de los derechos humanos en la región. Uno de los tratados más importantes es la Carta Árabe de
Derechos Humanos, la cual fue adoptada en 2004 y entró en vigor en 2008. Esta Carta establece
los principios y derechos fundamentales que deben ser respetados por los países árabes,
incluyendo la no discriminación, la libertad de expresión, la libertad de asociación y el derecho a
un juicio justo. Otros organismos importantes son el Consejo de Derechos Humanos de la Liga
Árabe y la Comisión Árabe de Derechos Humanos.1
El sistema árabe de protección de derechos humanos es un conjunto de organismos e
instituciones que tienen como objetivo proteger, promover y garantizar el respeto a los derechos
humanos en los países árabes. Este sistema ha evolucionado a lo largo del tiempo, desde su
creación en la década de 1950, hasta el día de hoy. En este trabajo, se analizará el origen y la
trayectoria del sistema árabe de protección de derechos humanos, se seguirán ejemplos de su
funcionamiento en algunos países árabes y, finalmente, se expondrán algunas conclusiones sobre
el mismo.2

1
“El sistema árabe de protección de los derechos humanos tiene sus raíces en la Declaración Universal de Derechos
Humanos de 1948, que es el marco global para la protección de los derechos humanos” (Consejo de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas, 2014).
2
"La Carta Árabe de Derechos Humanos es un importante instrumento para la protección de los derechos humanos
en la región, y establece un marco para la promoción y protección de los derechos humanos en los Estados árabes"
(Organización Árabe para los Derechos Humanos, 2015).
2.1. Origen y trayectoria del sistema árabe

El sistema árabe de protección de derechos humanos tuvo su origen en la Liga Árabe, una
organización regional fundada en 1945. La Liga Árabe confirmó la Comisión de Derechos
Humanos en 1953, que tenía como objetivo investigar y hacer recomendaciones sobre la
situación de los derechos humanos en los países árabes. Sin embargo, esta comisión no tenía
poderes para hacer cumplir sus recomendaciones, lo que limitaba su eficacia.
En 2004, la Liga Árabe estableció el Consejo de Derechos Humanos de la Liga Árabe, que
reemplazó a la Comisión de Derechos Humanos. El Consejo de Derechos Humanos tiene como
objetivo promover y proteger los derechos humanos en los países árabes y tiene poderes para
investigar, hacer recomendaciones y tomar medidas para abordar violaciones de derechos
humanos en los países miembros.
Además del Consejo de Derechos Humanos de la Liga Árabe, existen otros organismos e
instituciones que forman parte del sistema árabe de protección de derechos humanos. Por
ejemplo, la Comisión Árabe de Derechos Humanos, creada en 2008, tiene como objetivo
investigar y hacer recomendaciones sobre la situación de los derechos humanos en los países
árabes. La Comisión Árabe de Derechos Humanos también tiene poderes para investigar
violaciones de derechos humanos en los países miembros.3
2.2. Ejemplos del funcionamiento del sistema árabe

El sistema árabe de protección de derechos humanos ha tenido un papel importante en la


promoción y protección de los derechos humanos en algunos países árabes. Por ejemplo, en
Túnez, el Consejo de Derechos Humanos de la Liga Árabe expresó una declaración en la que
condenó la represión del gobierno contra manifestantes pacíficos en 2010 y 2011. Esta
declaración ayudó a llamar la atención internacional sobre la situación en Túnez y contribuyó a
la caída del gobierno autoritario de Zine El Abidine Ben Ali en enero de 2011.
Otro ejemplo del funcionamiento del sistema árabe de protección de derechos humanos se
puede observar en Egipto. En 2013, después de que el ejército derrocó al presidente Mohamed
Morsi, el Consejo de Derechos Humanos de la Liga Árabe envió una misión de observación para

3
"Aunque el sistema árabe de protección de los derechos humanos ha logrado algunos avances importantes en la
promoción y protección de los derechos humanos en la región, todavía hay desafíos importantes que deben
abordarse para garantizar que se respeten, protejan y promuevan los derechos humanos en la región" (Comisión
Internacional de Juristas, 2017).
investigar la situación de los derechos humanos en el país. La misión de observación emitió un
informe en el que se señalaron graves violaciones de derechos humanos, como la violencia
contra los manifestantes, la detención arbitraria y la tortura. El informe fue un llamado de
atención para la comunidad internacional y contribuyó a la presión sobre el gobierno de Egipto
para que respete los derechos humanos y libere a los presos políticos.
Además del papel de los organismos e instituciones del sistema árabe de protección de
derechos humanos, también hay ejemplos de la sociedad civil que ha utilizado estos mecanismos
para hacer valer sus derechos. Por ejemplo, en Bahrein, la Sociedad para los Derechos Humanos
de Bahrein ha presentado informes sobre las violaciones de derechos humanos en el país ante la
Comisión de Derechos Humanos de la Liga Árabe y ha utilizado las recomendaciones de la
Comisión para presionar al gobierno a que respete los derechos humanos.
Uno de los principales desafíos que enfrenta el sistema árabe de protección de derechos
humanos es la aplicación efectiva de las normas y tratados existentes en los países de la región.
A pesar de esto, se han registrado algunos avances importantes en la materia. En algunos países
árabes se han realizado reformas legislativas para garantizar la protección de los derechos
humanos, como por ejemplo la abolición de la pena de muerte en algunos casos concretos en
Túnez en 2021.
Asimismo, se han llevado a cabo investigaciones y se han promovido campañas de
concientización sobre la importancia de proteger los derechos humanos en la región. Algunas
organizaciones internacionales como Amnistía Internacional y Human Rights Watch también
han trabajado en la región para promover el respeto.
2.3. Terminaciones y ejecuciones:

En conclusión, el sistema árabe de protección de los derechos humanos ha evolucionado


desde su creación en la década de 1950 y ha tenido un papel importante en la promoción y
protección de los derechos humanos en algunos países árabes. Aunque estos mecanismos tienen
limitaciones en su capacidad para hacer cumplir sus recomendaciones y decisiones, siguen
siendo una herramienta importante para la promoción y protección de los derechos humanos en
la región.
Es importante que los países árabes respeten y fortalezcan estos mecanismos para garantizar
la protección de los derechos humanos en la región. Además, es importante que la comunidad
internacional apoye el trabajo de estos organismos e instituciones y presione a los gobiernos de
la región para que respeten los derechos humanos y cooperen con los mecanismos de protección
de los derechos humanos.
En última instancia, la promoción y protección de los derechos humanos en los países árabes
es fundamental para lograr una sociedad justa, libre y democrática. El sistema árabe de
protección de derechos humanos es un paso en este camino y debe ser apoyado y fortalecido
importante en el futuro.
Otra limitación del sistema árabe de protección de derechos humanos es que muchos países
árabes no han ratificado los tratados internacionales de derechos humanos. De los 22 países
miembros de la Liga Árabe, solo 13 han ratificado el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y solo 8 han ratificado el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales. La falta de ratificación de estos tratados por parte de los países árabes significa que
los mecanismos de protección de derechos humanos de la región no tienen el mismo nivel de
autoridad que los mecanismos de protección de derechos humanos de otras regiones.
Otro problema es la falta de independencia y transparencia de algunos de estos organismos e
instituciones. Algunos gobiernos de la región han utilizado estos mecanismos para promover sus
propios intereses en lugar de proteger y promover los derechos humanos. Además, algunos de
estos organismos e instituciones tienen una falta de transparencia en su trabajo y en su toma de
decisiones, lo que limita su credibilidad y eficacia.
A pesar de estas limitaciones, el sistema árabe de protección de los derechos humanos ha
logrado algunos avances importantes en la promoción y protección de los derechos humanos en
la región. Sin embargo, para lograr un cambio significativo y duradero, se necesita una acción
más enérgica por parte de los gobiernos, la sociedad civil y la comunidad internacional para
fortalecer y apoyar estos mecanismos de protección de los derechos humanos.4
En resumen, el sistema árabe de protección de derechos humanos es un paso importante en
la promoción y protección de los derechos humanos en la región. Aunque tiene limitaciones en
su capacidad para hacer cumplir sus recomendaciones y decisiones, sigue siendo una herramienta
importante para la promoción y protección de los derechos humanos en la región. Es importante
que los países árabes respeten y fortalezcan estos mecanismos para garantizar la protección de
los derechos humanos en la región. Además, es importante que la comunidad internacional apoye

4
"Es importante que los países árabes ratifiquen los tratados internacionales de derechos humanos y respeten y
apoyen los mecanismos de protección de los derechos humanos en la región para garantizar la protección de los
derechos humanos en la región" (Amnistía Internacional, 2021).
el trabajo de estos organismos e instituciones y presione a los gobiernos de la región para que
respeten los derechos humanos y cooperen con los mecanismos de protección de los derechos
humanos.
2. CONCLUSIONES

 Los sistemas regionales de protección de los derechos humanos son fundamentales


para la promoción y protección de los derechos humanos a nivel mundial. Estos
sistemas se centran en las necesidades y realidades específicas de las regiones en las
que operan y trabajan para garantizar que los derechos humanos sean respetados,
protegidos y promovidos en dichas regiones.

 Los sistemas regionales de protección de los derechos humanos ofrecen una serie de
mecanismos y herramientas para hacer cumplir los derechos humanos y
responsabilizar a los países y gobiernos que violan estos derechos. Aunque estos
sistemas tienen limitaciones en su capacidad para hacer cumplir sus decisiones,
siguen siendo una herramienta importante para la promoción y protección de los
derechos humanos en las regiones en las que operan.

 Los sistemas regionales de protección de los derechos humanos también tienen un


papel importante en la promoción de la cooperación y la colaboración entre los
países y gobiernos de las regiones en las que operan. Estos sistemas pueden servir
como foros para el diálogo y la cooperación entre los países para abordar los desafíos
relacionados con los derechos humanos en las regiones en las que operan.

 La eficacia de los sistemas regionales de protección de los derechos humanos


depende en gran medida del compromiso y la cooperación de los países y gobiernos
de las regiones en las que operan. Es importante que los países respeten y apoyen
estos sistemas para garantizar que puedan cumplir con su mandato de promover y
proteger los derechos humanos.

 Por último, los sistemas regionales de protección de los derechos humanos son
complementarios al sistema internacional de protección de los derechos humanos.
Trabajan en estrecha colaboración con las Naciones Unidas y otros actores
internacionales para garantizar que se respeten, protejan y promuevan los derechos
humanos en todo el mundo. Juntos, estos sistemas desempeñan un papel vital en la
promoción y protección de los derechos humanos a nivel mundial.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Referencia bibliográfica:

Guzmán, E. (2014). Sistema europeo. En E. Guzmán & J. R. López (Eds.),

Manual de derecho internacional público (pp. 615-616). Ciudad de publicación: Editorial.

Calderón Sumarriva, A. (2016). ABC del derecho internacional de derechos

humanos. Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez.

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