EL - CODIGO - DEL - COMERCIO Trabajo

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UNIVERSIDAD NACIONAL JOSÉ FAUSTINO SANCHEZ CARRIÓN

FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS,CONTABLES Y FINANCIERAS

ESCUELA DE CIENCIAS CONTABLES Y FINACIERAS.

ASIGNATURA: FILOSOFÍA CONTABLE

DOCENTE: MG CPCC. CHIROQUE SERNAQUÉ, DOMINGO

ALUMNOS:

REDUCINDO GUILLERMO, Julian Daniel

NARRO RODRIGUEZ, Wilber Anthony

NIETO GONZALES, Alexis Daniel

SEMESTRE: 2022- I

SECCION: I - B

HUACHO – PERU

2022
DEDICATORIA

A DIOS Y A NUESTRA FAMILIA


AGRADECIMIENTO

Agradezco primeramente a dios quien nos da la vida y es creador del


universo y nos dota de conocimiento.

En segundo lugar a mis padres por apoyarme incondicionalmente en mi


vida estudiantil, y porque sin ellos no tuviera el valor de salir adelante.

También me gustaría agradecer a mis compañeros y amigos por


compartir, por regalarme consejos atenciones, por brindarme su amistad
y cariño sin esperar nada a cambio. A darme palabras de aliento para
seguir adelante .

Ala universidad José Faustino Sánchez Carrión que nos brinda la


oportunidad de estudiar en sus aulas para ser buenos profesionales.

Estoy seguro que las metas que yo eh planteado en mi vida darán frutos
en un futuro y es por eso que debo sacrificarme cada día en mis estudios
para cumplirlas.
INTRODUCCIÓN

Los códigos de comercio se comenzaron a elaborar y promulgar a partir


de la ilustración para ordenar la actividad comercial. Es uno de los
documentos normativos más importantes de la historia; y se trata del
conjunto de normas y preceptos que regulan las relaciones mercantiles
entre diversos individuos o empresas de un mismo territorio.

Tiene por objetivo regular los valores negociables, la conformación de


sociedades, el mercado de valores, las quiebras, el derecho bancario,
entre otros.

Para esto se debe señalar que el desarrollo de este trabajo va a estar


dividido en tres partes. “EL CODIGO DE COMERCIO”, “EL CODIGO DE
COMERCIO EN EL MUNDO”, “LA HISTORIA DEL COMERCIO EN EL
PERÚ” se explicará las normas, de la misma manera la historia en el
mundo como nació, y la llegada al Perú.
EL CODIGO DEL COMERCIO

DE LOS COMERCIANTES Y DE LOS ACTOS DE COMERCIO

Artículo 1.- Comerciantes

Son comerciantes, para los efectos de este Código:

1) Los que, teniendo capacidad legal para ejercer el comercio, se dedican a él


habitualmente.

2) Las compañías mercantiles o industriales que se constituyeren con arreglo a


este Código.

Artículo 2.- Régimen jurídico del acto de comercio

Los actos de comercio, sean o no comerciantes los que los ejecuten, y estén o
no especificados en este Código, se regirán por las disposiciones contenidas
en él; en su defecto, por los usos del comercio observados generalmente en
cada plaza; y a falta de ambas reglas, por las del derecho común.

Artículo 3.- Presunción de ejercicio habitual del comercio


Existirá la presunción legal del ejercicio habitual del comercio, desde que la
persona que se proponga ejercerlo anunciare por circulares, periódicos,
carteles, rótulos expuestos al público, o de otro modo cualquiera, un
establecimiento que tenga por objeto alguna operación mercantil.

Artículo 4.- Capacidad para ejercer el comercio


Pueden ejercer el comercio los mayores de 21 años y los menores de edad
legalmente emancipados que tengan la libre disposición de sus bienes.

Artículo 5.- Representación de incapaces para ejercicio del comercio


Los menores de veintiún años que no hayan sido emancipados y los
incapacitados podrán continuar por medio de sus tutores, el comercio que
hubieren ejercido sus padres o sus causantes.

Artículo 6.- La mujer casada mayor de 16 años, podrá ejercer el comercio con
autorización de su marido, consignada en escritura pública que se inscribirá en
el Registro mercantil.
Artículo 9.- La mujer que al contraer matrimonio se hallarse ejerciendo el
comercio, necesitará licencia de su marido para continuarlo.
Esta licencia se presumirá concedida ínterin, el marido no publique, en la forma
prescrita en el artículo anterior, la cesación de su mujer en el ejercicio de
comercio.

Artículo 11.- Podrá igualmente ejercer el comercio la mujer casada, mayor de


21 años que se halle en alguno de los casos siguientes:

1º Vivir separada de su cónyuge por sentencia de divorcio.


2º Estar su marido sujeto a guardaduría.
3º Estar el marido ausente ignorándose su paradero y previa licencia judicial.
4º Estar su marido sufriendo la pena de interdicción civil.

Artículo 13.- Impedidos para ejercer el comercio


No podrán ejercer el comercio, ni tener cargo ni intervención directa,
administrativa o económica, en compañías mercantiles o industriales:
1) Los sentenciados a pena de interdicción civil, mientras no hayan cumplido
sus condenas o sido amnistiados o indultados.
2) Los declarados en quiebra, mientras no hayan obtenido rehabilitación; o
estén autorizados, en virtud de un convenio aceptado en junta general de
acreedores y aprobado por la autoridad judicial, para continuar al frente de su
establecimiento; entendiéndose en tal caso limitada la habilitación a lo
expresado en el convenio.

3) Los que, por leyes y resoluciones especiales, no puedan comerciar.

Artículo 15.- Ejercicio del comercio por extranjeros


Los extranjeros y las compañías constituidas en el extranjero, podrán ejercer el
comercio en el Perú: con sujeción a las leyes de su país, en lo que se refiera a
su capacidad para contratar, y a las disposiciones de este Código, en todo
cuanto concierna a la creación de sus establecimientos dentro del territorio
peruano, a sus operaciones mercantiles y a la jurisdicción de los tribunales de
la Nación.
Lo prescrito en este artículo se entenderá, sin perjuicio de lo que en los casos
particulares pueda establecerse por los tratados y convenios con las demás
potencias.

SECCION II

DEL REGISTRO MERCANTIL.

Artículo 16.- Composición del Registro Mercantil


Se abrirá en todas las capitales de departamento y provincias litorales, un
Registro Mercantil compuesto de dos libros independientes, en los que se
inscribirán:
1) Los comerciantes particulares.
2) Las sociedades.

Artículo 17.- Carácter potestativo y obligatorio de la inscripción


La inscripción en el Registro Mercantil será potestativa para los comerciantes
particulares, y obligatoria para las sociedades que se constituyan con arreglo a
este Código o a las leyes especiales, y para los buques.

Artículo 21.- Datos para la inscripción y actos inscribibles


En la hoja de inscripción de cada comerciante o sociedad se anotarán:
1) Su nombre, razón social o título.
2) La clase de comercio u operaciones a que se dedique.
3) La fecha en que deba comenzar o haya comenzado sus operaciones.
4) El domicilio, con especificación de las sucursales que hubiere establecido;
sin perjuicio de inscribir las sucursales en el Registro del Departamento en que
estén domiciliadas.
5) Las escrituras de constitución de sociedad mercantil, cualquiera que sea su
objeto o denominación; así como las de modificación, rescisión o disolución de
las mismas sociedades.
6) Los poderes generales, y la revocación de los mismos, si las hubiere, dado a
los gerentes, factores, dependientes y cualesquiera otros mandatarios.
7) La autorización del marido para que la mujer ejerza el comercio, y la
habilitación legal o judicial de la mujer para administrar sus bienes por ausencia
o incapacidad del marido.
8) La revocación de la licencia dada a la mujer para comerciar.

Artículo 23.- Títulos para la inscripción


La inscripción se verificará, por regla general, en virtud de copias notariales de
los documentos que presente el interesado.

SECCION III

DE LOS LIBROS Y DE LA CONTABILIDAD DEL COMERCIO

Artículo 33.-
Los comerciantes llevarán necesariamente:
1) Un libro de inventarios y balances.
2) Un libro diario.
3) Un libro mayor.
4) Un copiador o copiadores de cartas y telegramas.
5) Los demás libros que ordenen las leyes especiales.

Artículo 36.- Formalidades de los libros de contabilidad


Presentarán los comerciantes los libros a que se refiere el artículo 33,
encuadernados, forrados y foliados, al juez de 1º instancia de la provincia en
donde tuvieren su establecimiento mercantil, para que ponga en el primer folio
de cada uno, nota firmada de los que tuviere el libro.
Se estampará además en todas las hojas de cada libro, el sello del juzgado que
lo autorice.

Artículo 37.- Contenido del libro de inventarios y balances


El libro de inventarios y balances.

1) La relación exacta del dinero, valores, créditos, efectos al cobro, bienes


muebles e inmuebles, mercaderías y efectos de todas clases, apreciados en su
valor real y que constituyan su activo.
2) La relación exacta de las deudas y toda clase de obligaciones pendientes, si
las tuviere, y que formen su pasivo.
3) Fijará en su caso, la diferencia exacta entre el activo y el pasivo, que será el
capital con que principia sus operaciones.

Artículo 39.- Contenido del libro mayor


Las cuentas con cada objeto o persona en particular, se abrirán además por
Debe y Haber en el libro mayor; y a cada una de estas cuentas se trasladarán,
por orden riguroso de fechas, los asientos del diario referentes a ellas.

Artículo 40.- Contenido del libro de actas


En el libro de actas que llevará cada sociedad, se consignarán a la letra los
acuerdos que se tomen en sus juntas o en las de sus administradores;
expresando la fecha de cada una.

Artículo 41.- Contenido del libro copiador


Al libro copiador se trasladarán, bien sea a mano, o valiéndose de un medio
mecánico cualquiera, íntegra y sucesivamente, por orden de fechas, inclusas la
antefirma y firma, todas las cartas que el comerciante escriba sobre su tráfico, y
los despachos telegráficos que expida.

Artículo 45.- Reserva de los libros de contabilidad


No se podrá hacer pesquisa de oficio por juez o tribunal ni autoridad alguna,
para inquirir si los comerciantes llevan sus libros con arreglo a las disposiciones
de este Código, ni hacer investigación o examen general de la contabilidad en
las oficinas o escritorios de los comerciantes.

SECCION IV
DISPOSICIONES GENERALES SOBRE LOS CONTRATOS DE COMERCIO

Artículo 50.- Régimen jurídico de los contratos mercantiles


Los contratos mercantiles, en todo lo relativo a sus requisitos, modificaciones,
excepciones, interpretación y extinción, y capacidad de los contratantes, se
regirán en todo lo que no se halle expresamente establecido en este Código o
en leyes especiales, por las reglas generales del derecho común.

Artículo 52.- Excepciones a la eficacia de los contratos mercantiles


Se exceptuarán de lo dispuesto en el artículo que precede:
1) Los contratos que, con arreglo a este Código o a las leyes especiales, deban
reducirse a escritura o requieran formas o solemnidades necesarias para su
eficacia.
2) Los contratos celebrados en país extranjero en que la ley exija escrituras,
forma o solemnidades determinadas para su validez, aunque no las exija la ley
peruana.
En uno y otro caso, los contratos que no llenen las circunstancias
respectivamente requeridas, no producirán obligación ni acción en juicio.

Artículo 55.- Contratos con intervención de agente o corredor


Los contratos en que intervenga agente o corredor, quedarán perfeccionados
cuando los contratantes hubieren aceptado su propuesta.

Artículo 59.- Principio de duda a favor del deudor (indubio pro debitoris)
Si se originaren dudas que no puedan resolverse con arreglo a lo establecido
en el artículo 2 de este Código, se decidirá la cuestión a favor del deudor.
Artículo 60.- Cómputo de los plazos
En todos los cómputos de días, meses y años, se entenderán: el día, de
veinticuatro horas; los meses según están designados en el calendario
gregoriano; y el año de trescientos sesenta y cinco días.

LIBRO SEGUNDO
DE LOS CONTRATOS ESPECIALES DE COMERCIO
SECCION PRIMERA
DE LAS COMPAÑIAS MERCANTILES
TÍTULO I.
DE LA CONSTITUCIÓN DE LAS COMPAÑIAS Y DE SUS CLASES

Artículo 124.- El contrato de compañía, por el cual dos o más personas se


obligan a poner en fondo común bienes, industria o alguna de estas cosas para
obtener lucro, será mercantil, cualquiera que fuese su clase, siempre que se
haya constituido con arreglo a las disposiciones de este Código.

El contrato de compañía mercantil celebrado con los requisitos esenciales del


derecho, será válido y obligatorio entre los que lo celebren, cualesquiera que
sean la forma, condiciones y combinaciones lícitas y honestas con que lo
constituyan, siempre que no están expresamente prohibidas en este Código.

Toda compañía de comercio, antes de dar principio a sus operaciones, deberá


hacer constar su constitución, pactos y condiciones, en escritura pública que se
presentará para su inscripción en el Registro mercantil, conforme a lo dispuesto
en el artículo 17.

Las compañías mercantiles se regirán por las cláusulas y condiciones de sus


contratos, y en cuanto en ellas no esté determinado y prescrito, por las
disposiciones de este Código.( artículo.129)

Por regla general, las compañías mercantiles se constituirán adoptando alguna


de las siguientes formas:
1ª. La colectiva, en que todos los socios en nombre colectivo y bajo una razón
social, se comprometen a participar, en la proporción que establezcan, de los
mismos derechos y obligaciones.
2ª. La comanditaria, en que uno o varios sujetos aportan capital determinando
al fondo común, para estar a las resultas de las operaciones sociales dirigidas
exclusivamente por otros con nombre colectivo.
3ª. La anónima, en que formando el fondo común los asociados por partes o
porciones ciertas, figuradas por acciones o de otra manera indubitada,
encargan su manejo a mandatarios o administradores amovibles que
representen a la compañía bajo una denominación apropiada al objeto o
empresa a que destine sus fondos.

POR LA ÍNDOLE DE SUS OPERACIONES PODRÁN SER LAS COMPAÑÍAS


MERCANTILES:

Sociedades de crédito.
Bancos de emisión y descuento.
Compañías de crédito territorial.
Compañías de minas.
Bancos agrícolas.
Concesionarias de ferrocarriles, tranvías y obras públicas.
De almacenes generales de depósito.

TITULO II

COMPAÑÍA COLECTIVA:

La escritura social de la compañía colectiva deberá expresa:


El nombre, apellido y domicilio de los socios.

El nombre y apellido de los socios a quienes encomiende la gestión de la


compañía y el uso de la firma social.

El capital que cada socio aporte en dinero efectivo, créditos o efectos, con
expresión de valor que se dé a estos o de las bases sobre que haya de
hacerse el evalúo.

La compañía colectiva habrá de girar bajo el nombre de todos sus socios, de


alguno de ellos o de uno solo, debiéndose añadir, en estos 2 últimos casos, al
nombre o nombres que se expresen, las palabras “y compañía”.

Este nombre colectivo constituirá la razón y firma social, en la que no podrá


incluirse nunca el nombre de la persona que no pertenezca de presente a la
compañía.

Todos los socios que conformen la compañía colectiva, sean o no gestores de


la misma, estarán obligados personal y solidariamente, con todos sus bienes
(artículo 135)

En las compañías colectivas todos los socios administren o no, tendrán


derecho a examinar el estado de la administración y de la contabilidad y de
hacer, con arreglo a los pactos consignados en la escritura de la sociedad o las
disposiciones generales del derecho, las reclamaciones que creyeren
convenientes al interés común.

TITULO III

DE LAS COMPAÑIAS EN COMANDITA

La compañía en comandita girara bajo el nombre de todos los socios


colectivos, de alguno de ellos, o de uno solo, debiendo añadir en estos dos
últimos casos, al nombre o nombres que se expresen, las palabras “y
compañía” y en todos la de “sociedad en comandita”.

Los socios comanditarios no podrán examinar el estado y situación de la


administración social, sino en las épocas y bajo las formas que se hallen
prescritas en el contrato de constitución o sus adicionales, si el contrato
contuviese tal prescripción, se comunicara necesariamente a los socios
comanditarios el balance de la sociedad a fin de año, poniéndoles de
manifiesto, durante un plazo que no podrá bajar de quince días los
antecedentes y documentos precisos para comprobarlo y juzgar las
operaciones.

TITULO IV

DE LAS COMPAÑIAS ANONIMAS:

En la escritura social de la compañía anónima deberá constar:

El nombre, apellido y domicilio de los otorgantes.


La denominación de la compañía.
La designación de la persona o personas que habrán de ejercer la
administración, y modo de proveer las vacantes.
El capital social con expresión del valor que se haya dado a los bienes
aportados que no sean metálico o de las bases según las que habrá de
hacerse el avalúo.
El número de acciones en que el capital social estuviere dividido y
representado.
El plazo o plazos en que habrá de realizarse la parte de capital no
desembolsado al constituirse la compañía, expresando en otro caso, quien o
quienes quedan autorizados para determinar el tiempo y modo en que hayan
de satisfacerse los dividendos pasivos.
La duración de la sociedad.
Las operaciones a que se destine el capital.
Los plazos y formas de convocación y celebración de las juntas generales
ordinarias de socios, y los casos y el modo de convocar y celebrar las
extraordinarias.
La sumisión al voto de la mayoría de la junta de socios, debidamente
convocada y constituida, en los asuntos propios de su deliberación.
El modo de contar y constituirse la mayoría, así en las juntas ordinarias como
en las extraordinarias, para tomar acuerdo obligatorio.
Se podrá además consignar en la escritura todos los pactos lícitos y
condiciones especiales que los socios juzguen conveniente establecer.
La responsabilidad de los socios en la compañía anónima por las obligaciones
y pérdidas de la misma quedará limitada a los fondos que pusieron o se
comprometieron a poner en la masa común.

Los administradores de las compañías anónimas son sus mandatarios, y,


mientras observen las reglas del mandato no estarán sujetos a responsabilidad
personal ni solidaria, por las operaciones sociales y si, por la infracción de las
leyes y estatutos de la compañía, o por la contravención a los acuerdos
legítimos de sus juntas generales, irrogaren perjuicios y fueren varios los
responsables, cada uno de ellos responderán a porrata.

Las compañías anónimas tendrán obligación de publicar mensualmente, en un


periódico diario, el balance detallado de sus operaciones, expresando el tipo a
que calculen sus existencias en valores y toda clase de efectos cotizables.

Los socios y accionistas de las compañías anónimas no podrán examinar la


administración social, ni hacer investigación alguna respecto a ella, sino en las
épocas y en la forma que prescriben sus estatutos y reglamentos.

TITULO V

DE LAS ACCIONES:

Las acciones podrán ser nominativas o al portador.(ARTICULO 168)

Las acciones nominativas deberán estar inscritas en un libro que llevará al


efecto la compañía, en el cual se anotarán sus sucesivas transferencias.

Las acciones al portador estarán numeradas y se extenderán en libros


talonarios.

En todos los títulos de las acciones, ya sean nominativas o al portador, se


anotará siempre la suma de capital que se haya desembolsado a cuenta de su
valor nominal, o que están completamente liberadas.

En las acciones nominativas, mientras no estuviese satisfecho su total importe,


responderán de la parte no desembolsada, solidariamente y a elección de los
administradores de las compañías, el primer suscritor o tenedor de la acción,
su cesionario y cada uno de los que a éste suceden, si fueren transmitidas;
contra cuya responsabilidad así determinada, no podrá establecerse pacto
alguno que la suprima.

Cuando las acciones no liberadas sean al portador, responderán solamente del


pago de sus dividendos los que se muestren como tenedores de las mismas
acciones.

TITULO VII

DE LAS REGLAS ESPECIALES DE LAS COMPAÑIAS DE CREDITO

Clases de operaciones
Corresponderán principalmente a la índole de estas compañías, las
operaciones siguientes:
1) Suscribir o contratar empréstitos, con el Gobierno, corporaciones
departamentales o provinciales.
2) Adquirir fondos públicos y acciones u obligaciones de toda clase de
empresas industriales o compañías de crédito.
3) Crear empresas de caminos de hierro, canales, fábricas, minas, dársenas,
almacenes generales de depósito, alumbrado, desmontes y roturaciones,
riegos, desagues y cualesquiera otras industrias de utilidad pública.
4) Practicar la fusión o transformación de toda clase de sociedades
mercantiles, y encargarse de la emisión de acciones u obligaciones de las
mismas.
5) Administrar y arrendar toda clase de contribuciones y servicios públicos, y
ejecutar por su cuenta, o ceder, con la aprobación del Gobierno, los contratos
suscritos al efecto.
6) Vender o dar en garantía todas las acciones, obligaciones y valores
adquiridos por la sociedad, y cambiarlos cuando lo juzgaren conveniente.
7) Prestar sobre efectos públicos, acciones u obligaciones, géneros, frutos,
cosechas, fincas, fábricas, buques y sus cargamentos y otros valores, y abrir
créditos en cuenta corriente, recibiendo en garantía efectos de igual clase.
8) Efectuar por cuenta de otras sociedades o personas toda clase de cobros o
de pagos, y ejecutar cualquiera otra operación por cuenta ajena.
9) Recibir en depósito toda clase de valores en papel y metálico, y llevar
cuentas corrientes con cualesquiera corporaciones, sociedades o personas.
10) Girar y descontar letras u otros documentos de cambio.
TITULO VIII
BANCO DE EMISION Y DESCUENTO.
Corresponderán principalmente a la índole de estas compañías, las
operaciones siguientes: Descuentos, depósitos, cuentas corrientes, cobranzas,
préstamos, giros y los contratos con el Gobierno o corporaciones públicas.
Los Bancos conservarán en metálico, en sus cajas, la cuarta parte, cuando
menos, del importe de sus obligaciones con el público
Los Bancos publicarán, mensualmente al menos, el estado de su situación.

TITULO IX

COMPAÑIAS DE FERROCARRILES Y DEMAS OBRAS PUBLICAS

Corresponderán principalmente a la índole de estas compañías, las


operaciones siguientes:
1) La construcción de las vías férreas y demás obras públicas, de cualquiera
clase que fueren.
2) La explotación de las mismas, bien a perpetuidad, o bien durante el plazo
señalado en la concesión.

Emisión de obligaciones y sus caracteres


Las compañías de ferrocarriles y demás obras públicas, podrán emitir
obligaciones al portador o nominativas, libremente y sin más limitaciones que
las consignadas en este Código, y las que establezcan en sus respectivos
estatutos.
Estas emisiones se anotarán necesariamente en el Registro mercantil del
departamento; y si las acciones fueren hipotecarias, se inscribirán además
dichas emisiones en los registros de la propiedad correspondientes.
Las emisiones de fecha anterior tendrán preferencia sobre las sucesivas, para
el pago del cupón y para la amortización de las obligaciones, si las hubiere.

TITULO X

COMPAÑIAS DE ALMACENES GENERALES DE DEPOSITO.

Corresponderán principalmente a la índole de estas compañías, las


operaciones siguientes:
1) El depósito, conservación y custodia de los frutos y mercaderías que se les
encomienden.
2) La emisión de sus resguardos nominativos o al portador .

Derechos del poseedor de los resguardos


El poseedor de los resguardos tendrá pleno dominio sobre los efectos
depositados en los almacenes de la compañía, y estará exento de
responsabilidad por las reclamaciones que se dirijan contra el depositante.

Derechos de acreedor prendario


El acreedor que, teniendo legítimamente en prenda un resguardo, no fuere
pagado el día del vencimiento de su crédito, podrá requerir a la compañía para
que enajene los efectos depositados en cantidad bastante para el pago

TITULO XII
DE LAS REGLAS ESPECIALES PARA LOS BANCOS Y SOCIEDADES
AGRICOLAS.

Clases de operaciones
Corresponderá principalmente a la índole de estas compañías :
 Prestar en metálico o en especie, a un plazo que no exceda de tres
años, sobre frutos, cosechas, ganados u otra prenda o garantía especial
 Garantizar con su firma pagarés y efectos exigibles al plazo máximo de
noventa días para facilitar su descuento o negociación al propietario o
cultivador.

 Las demás operaciones que tuvieren por objeto favorecer la roturación y


mejora del suelo, la desecación y saneamiento de terreno y el desarrollo
de la agricultura y otras industrias relacionadas con ella.

TITULO XIII

DEL TERMINO Y LIQUIDACION DE LAS COMPAÑIAS MERCANTILES.

Habrá lugar a la rescisión parcial del contrato de compañía mercantil colectiva


o en comandita por cualquiera de los motivos siguientes:
1º Por usar un socio de las capitales comunes y de la firma social para
negocios por cuenta propia.
2º Por ingerirse en funciones administrativas de la compañía el socio a quien
no compete desempeñarlas, según las condiciones del contrato de sociedad.
3º Por cometer fraude algún socio administrador en la administración o
contabilidad de la compañía.
4º Por dejar de poner en la caja común el capital que cada uno estipuló en el
contrato de sociedad, después de haber sido requerido para verificarlo.
5º Por ejecutar un socio por su cuenta operaciones de comercio que no le sean
lícitas, con arreglo a las disposiciones de los artículos 144, 145 y 146.
6º Por ausentarse un socio que estuviere obligado a prestar oficios personales
en la sociedad, si habiendo sido requerido para regresar y cumplir con sus
deberes, no lo verificare o no acreditare una causa justa que temporalmente se
lo impida.
7º Por faltar de cualquier otro modo uno o varios socios al cumplimiento de
las obligaciones que se impusieron en el contrato de compañía.

TITULO I

DE LOS COMISIONISTAS.

Comisión mercantil
Se reputará comisión mercantil el mandato, cuando tenga por objeto un acto
u operación de comercio, y sea comerciante o agente mediador del
comercio el comitente o el comisionista.

Clases de comisión: directa e indirecta.

Comisión indirecta
Cuando el comisionista contrate en nombre propio, no tendrá necesidad de
declarar quién sea el comitente, y quedará obligado de un modo directo,
como si el negocio fuese suyo con las personas con quienes contratare; las
cuales no tendrán acción contra el comitente.

Comisión directa
Si el comisionista contratare en nombre del comitente, deberá manifestarlo;
y si el contrato fuere por escrito, expresarlo en el mismo o en la antefirma,
declarando el nombre, apellido y domicilio de dicho comitente .

SECCION IV

DEL DEPÓSITO MERCANTIL

Para que el depósito sea mercantil, se requiere:


1. Que el depositario, al menos, sea comerciante.
2. Que las cosas depositadas sean objeto de comercio.
3. Que el depósito constituya por sí una operación mercantil, o se haga como
causa o a consecuencia de operaciones mercantiles.

El depositario está obligado a conservar la cosa objeto del depósito según la


reciba, y a devolverla con sus aumentos, si los tuviere, cuando el depositante
se la pida.
En la conservación del depósito responderá el depositario de los menoscabos,
daños y perjuicios que las cosas depositadas sufrieren por su malicia o
negligencia, y también de los que provengan de la naturaleza o vicio de las
cosas.

SECCION V

DEL PRESTAMO MERCANTIL, DE LA PRENDA.

Se reputará mercantil el préstamo concurriendo las circunstancias siguientes:


1. Si alguno de los contratantes fuere comerciante.
2. Si las cosas prestadas se destinaren a actos de comercio bastando, que así
exprese el documento en que conste el préstamo.

Consistiendo el préstamo en moneda legal o corriente, pagará el deudor


devolviendo en moneda legal y corriente una cantidad igual a la recibida; salvo
si se hubiere pactado la especie de moneda en que haya de hacerse el pago,
en cuyo caso la alteración que experimentare su valor, será en daño o
beneficio del prestador.
EL CÓDIGO DEL COMERCIO EN EL MUNDO

se explicarán los antecedentes del derecho mercantil. Primeramente se


señalará el surgimiento del comercio y su desarrollo en la Edad Antigua,
seguido de su ubicación y surgimiento en la Edad Media

Antecedentes históricos del derecho mercantil

EL COMERCIO EN LA EDAD ANTIGUA

Si bien es cierto que el derecho mercantil tiene por objeto regular las relaciones
comerciales, el comercio y el derecho mercantil no surgieron simultáneamente.
El comercio, entendido como el intercambio de bienes o servicios tiene su
origen en el trueque. Una vez que las sociedades se organizaron de tal forma
que pudieron satisfacer sus necesidades básicas, fue posible que los bienes y
servicios producidos por una sociedad fueran intercambiados con otra. Este
suceso fue resultado de la división del trabajo, pues cada individuo y sociedad
pudo especializarse en la producción de determinados bienes, los cuales
serían intercambiados posteriormente por otros no producidos por un individuo
o al interior de una sociedad. En un principio, el intercambio tenía por objeto el
consumo, pero con el paso del tiempo, el truque se hizo más complejo de tal
forma que el intercambio ya no sólo tenía por objeto satisfacer una necesidad
básica de alimento o vestido, sino que además se podía realizar con el
propósito de obtener una ganancia.

La introducción de la moneda en el comercio revolucionó la forma y el volumen


de las transacciones comerciales. Esta transformación favoreció el desarrollo
de las sociedades antiguas .

Por esta razón, el derecho mercantil tal como lo entendemos actualmente no


existió durante la Edad Antigua, pues ninguna sociedad desarrolló un conjunto
de normas sistematizadas con el propósito exclusivo de regular a las relaciones
comerciales tal como sucede en la actualidad
NACIMIENTO DEL DERECHO MERCANTIL EN LA EDAD MEDIA

Como recordaremos, la caída del Imperio Romano marca el inicio de la Edad


Media el feudalismo se constituyó como un sistema económico caracterizado
por la producción para el autoconsumo. El comercio en este período se
convirtió en una actividad pujante que rebasó al derecho romano. El derecho
romano era formalista y regulaba actos aislados, y por esta razón fue
insuficiente para dar solución a los problemas que surgieron en el comercio
medieval, pues la actividad comercial alcanzó tal desarrollo que en un mismo
día se realizaban múltiples operaciones entre personas provenientes de
distintos lugares. El derecho mercantil surgió precisamente en este momento
histórico, pues las normas consuetudinarias de los gremios fueron un sistema
de normas diferenciadas que regularon específicamente la actividad de los
comerciantes. Como ejemplo de estas normas podemos mencionar al
Consulado del Mar del siglo xiii. Los estatutos de los gremios en un principio
sólo eran aplicables a sus miembros; esta situación cambió conforme el
comercio evolucionó. El comercio floreció a tal grado que las relaciones
comerciales no sólo tenían lugar entre los comerciantes de distintos gremios
sino también entre comerciantes y no comerciantes. Esta situación provocó que
se ampliara la aplicación de los estatutos y los tribunales extendieran su
jurisdicción aún a personas que no se dedicaban al comercio profesionalmente
pero que habían entrado en una relación jurídica con un comerciante.

NACIMIENTO DEL DERECHO MERCANTIL EN LA EDAD MODERNA

Durante este periodo, el derecho mercantil sufrió una transformación, pues se


abandonó la idea del derecho mercantil como normas que rigen a una clase
social. El derecho mercantil se replanteó como un sistema de normas que
regulan una actividad sin tomar en consideración la profesión de los sujetos
que la realizan. La doctrina explica esta transformación como un cambio de un
criterio subjetivo, es decir, el comerciante, a un criterio objetivo, es decir, los
actos de comercio. En cuanto a la forma, el derecho mercantil también sufrió
cambios, pues, al igual que con la enciclopedia, se elaboraron códigos de
normas en un esfuerzo por sistematizar la legislación por materia y reunirlas en
un solo ordenamiento. Siguiendo estas ideas, Napoleón expidió los códigos
Civil de 1804, Mercantil de 1807, de Procedimientos Penales de 1808 y Penal
de 1810. A raíz de las invasiones napoleónicas a gran parte del territorio
europeo, se impuso el modelo de codificación del derecho en gran parte de
Europa; éstas a su vez, transmitieron el modelo napoleónico a sus colonias.

EDAD CONTEMPORANEA

La Revolución Industrial del siglo XIX tuvo efectos en el derecho mercantil. La


Revolución Industrial implicó la sofisticación en la producción e intercambio de
bienes y servicios. Con la finalidad de facilitar la regulación del comercio, se
propuso la unificación del derecho privado para dejar a un lado la división entre
derecho civil y derecho mercantil.

GLOBALIZACIÓN

La globalización modificó la interacción entre los países dando como resultado


la idea del Estado como miembro de una comunidad internacional en la cual el
Estado participa y se compromete a través de tratados internacionales. Si bien
es cierto que a cada Estado le corresponde legislar sus propias leyes de
comercio, el contenido está determinado de alguna forma por los compromisos
adquiridos internacionalmente, pues para cumplir con los tratados es necesario
adecuar la normatividad interna.
HISTORIA DEL CODIGO DE COMERCIO EN EL PERU.

Por ley 26595, se creó la Comisión Especial encargada de elaborar el proyecto


del Código de Comercio, integrada con representantes del Poder Legislativo y
diversas instituciones como son la Cámara de Comercio de Lima, Facultades
de Derecho, Apemipe, Conasev, Indecopi, Ministerio de Justicia, entre otros;
esta comisión contó con la asesoría de destacados profesionales tales como la
Dra. Mila Guillen, María Isabel Tejada , Amanda Velásquez, Fernando Ballón
Landa, Fernando Zambrano , y Silvana Migliori.
El primer Código de comercio peruano, promulgado en 1853 fue reflejo del
Código Español de 1829, que llevaba un criterio subjetivista. En cambio,
nuestro Código de comercio del año 1902, reflejo del Código Español del año
1885, y éste a su vez heredero del Código francés, estaba impregnado de un
sistema objetivo.

Para investigar cuál ha sido la historia del vigente Código de Comercio peruano
hay que remontarse al siglo pasado. Y no porque este código tenga como
fecha de inicio de vigencia el año de 1902 y esto lleve a pensar entonces que,
por tanto, fue durante los años próximos anteriores a 1902. durante los cuales
se preparó o se realizó la elaboración o redacción de este código de comercio,
sino porque, en realidad, como se comprobará más adelante, dicho código es
del siglo pasado, aun cuando tenga como fecha de inicio de vigencia el año de
1902. Allá por el año de 1895, exactamente el 6 de noviembre de ese año, fue
presentado a la entonces Cámara de Diputados un proyecto de ley por los
diputados Felipe de Osma, José M. Manzanilla, Germán Leguía, M. J. Pozo, J.
D. Cáceres y Washington Ugarte, que proponía la adopción del Código de
Comercio español de 1885 y la elección de una comisión que informara acerca
de las reformas que fuese necesario introducir en él. Se puede apreciar bien,
entonces, que después de diez años de la puesta en vigencia del mencionado
Código de Comercio español de 1885, ya en el Perú se proponía la
incorporación de este código en su normatividad. Pero esta observación no
debe causar sorpresa porque en ese año, 1895, se encontraba vigente el
Código de Comercio de 1853 que era resultado a su vez de la incorporación del
Código de Comercio español de 1829 a la normatividad peruana. De tal
manera que cuando en 1895 se proponía la incorporación de un código
extranjero a la normatividad peruana, ya en el Perú existía un precedente. Tal
parece que en 1895 los legisladores peruanos al ver que ya en España habían
cambiado de código de comercio derogando el anterior de 1829, se hacía
necesario también aquí entonces, por lógica, tener que hacer los mismo; es
decir, cambiar de código de comercio. Pues hubiese sido ilógico e
inconsecuente continuar utilizando el Código de Comercio de 1853, que era el
mismo de España de 1829 y que ya había sido derogado y sustituido por otro
en dicho país diez años atrás en 1885. Estas circunstancias han debido ser sin
duda las que motivaron a los diputados anteriormente mencionados a proponer
en 1895 la adopción de un nuevo código de comercio en el Perú. Lo que
sucedió a continuación entonces fue que la propuesta de estos diputados fue
tomada en cuenta, pues de acuerdo a los datos obtenidos de los propios
dictámenes legislativos con los que se discutió y aprobó la adopción del Código
de Comercio de 1902, después de la presentación del proyecto de ley en el que
se proponía la adopción del Código de Comercio español de 1885 en 1895,
hubo de transcurrir dos legislaturas para que finalmente se presentara el
dictamen con el que se aprobó la incorporación de dicho código a la
normatividad peruana. Fue en las sesiones del año 1897 en las que ese
dictamen fue ampliamente discutido y aprobado, quedando así, por tanto,
aceptada la propuesta de adopción del Código de Comercio español de 1885
Pero este proyecto de ley no llegó a ser ley del Estado porque en ese año
(1897) se clausuró el Congreso sin que el Senado hubiera tenido tiempo para
ocuparse del asunto. Fue entonces cuando a comienzos del año siguiente
(1898), como el Congreso estaba inactivo, tomó riendas en el asunto el Poder
Ejecutivo, pues éste participaba en la misma medida de las aspiraciones de los
diputados que habían presentado el proyecto de ley. El Poder Ejecutivo
(exactamente el gobierno de Nicolás de Piérola) expidió entonces un decreto el
28 de febrero de 1898 mediante el cual se nombró a los doctores Luis Felipe
Villarán y Felipe de Osma y Pardo miembros de la comisión encargada de
adaptar el Código de Comercio español de 1885 a nuestras costumbres
mercantiles, forma de gobierno y organización de los juzgados y tribunales,
disponiendo a su vez que la Cámara de Comercio de Lima agregara un
comerciante, quien unido a los dos anteriores completaría dicha comisión. De
esta manera quedó conformada completamente esta comisión, a la que
precisamente dicho decreto denominó Comisión encargada de adaptar el
Código de Comercio español de 1885 a nuestras costumbres mercantiles,
forma de gobierno y organización de los juzgados y tribunales, comisión que
fue creada por el decreto del 28 de febrero de 1898 y que fue propuesta por el
proyecto de ley que fue presentado por los diputados ya mencionados, en
1895. Según datos también de los dictámenes legislativos, esta comisión
trabajó asiduamente durante ocho meses después de los cuales presentó el
Código al Poder Ejecutivo y éste lo sometió a la Cámara de Diputados del
mismo año (1898). Pero no hubo tiempo en esa legislatura ni en la ordinaria de
ese año para tratar esa materia, razón por la cual iba a demorar más el proceso
de. aprobación del Código. Fue entonces cuando intervino la Cámara de
Comercio de Lima, que estaba muy interesada en la pronta aprobación, y
presentó en 1899 al Poder Ejecutivo una exposición en la que pedía se
sometiera el Código al Congreso extraordinario que estaba funcionando en
aquel momento. El Poder Ejecutivo accedió y remitió el Código al Congreso
extraordinario, para lo cual se formó en éste una Comisión auxiliar de
legislación que se encargaría de examinar el Código. Este hecho podría llevar
a pensar entonces que la adaptación que hizo la comisión encargada para ello
fue muy técnica y elaborada, pues para su revisión el Congreso se vio en la
necesidad de crear una Comisión auxiliar de legislación. En la segunda parte
de este trabajo se comprobará si ello fue realmente así. La Comisión auxiliar de
legislación se dedicó entonces a examinar el Código. Y la revisión que hizo dio
como resultado tres dictámenes legislativos que son precisamente de los
cuales se está obteniendo toda esta información. El primero de estos
dictámenes fue un dictamen de mayoría y el segundo uno de minoría. Ambos
fueron emitidos con fecha 1 de diciembre de 1899. Y el tercer y último dictamen
fue un dictamen concordado emitido con fecha 5 de diciembre de ese mismo
año. En el primer dictamen, el de mayoría, la Comisión auxiliar de legislación
simplemente reprodujo las consideraciones que expusieron los miembros de la
Comisión encargada de adaptar el Código de Comercio español para
emprender su obra, las mismas que terminaban con la propuesta de varias
conclusiones. De estas conclusiones las más importantes eran la aprobación
del proyecto de Código de Comercio preparado por esta última comisión, la
autorización al Poder Ejecutivo para la publicación del Código y que la fecha de
inicio de vigencia fuera el 17 de marzo de 1900. Pero en el segundo dictamen,
el de minoría, la Comisión auxiliar de legislación expuso que había hecho un
estudio exhaustivo de la necesidad de la reforma del Código de Comercio en el
Perú, de cómo y por qué se había dirigido esta reforma a la adopción del
Código de Comercio español de 1885, así como expuso las modificaciones que
hizo a este código la Comisión encargada de adaptarlo y las principales
reformas que finalmente este nuevo código introduciría en la legislación vigente
de ese entonces. El segundo dictamen finalizaba también con la propuesta de
varias conclusiones. De ellas las más importantes eran la aprobación del
proyecto de Código de Comercio presentado por el Poder Ejecutivo y que la
fecha de inicio de vigencia fuese el 18 de marzo de 1900 porque ése era el día
de la apertura de los tribunales en el siguiente año judicial de 1900. Es de
mucha importancia destacar que en estos dos dictámenes legislativos la
Comisión auxiliar de legislación del Congreso empezó a emitirlos haciendo
notar, y por ende criticando, la injustificada, para ellos, falta de Exposición de
motivos en este proyecto de Código de Comercio. Así, en el dictamen en
minoría se observó lo siguiente: esta clase de obras no deben venir como
ahora, sin una exposición de motivos que facilite su estudio y comprensión. De
la misma forma, en el dictamen en mayoría también se observó lo siguiente:
Habiéndose omitido por ellos, la exposición de motivos que debía anteceder al
trabajo de aliento que emprendieron. En la segunda parte de este trabajo se
comprobará también si era injustificada o no la falta de exposición de motivos,
así como si fue realmente un trabajo de aliento. A través del dictamen
concordado la mencionada comisión presentó igualmente varias conclusiones,
siendo la primera y más trascendente de ellas la de aprobación del proyecto de
Código de Comercio que había remitido el Poder Ejecutivo. De tal manera que
lo único que en realidad hizo esta comisión a través de dicho dictamen fue
simplemente, pues, aprobar el proyecto de Código de Comercio. Como
siguiente paso dicho proyecto fue remitido a la Cámara de Senadores de ese
entonces para su correspondiente revisión y aprobación, para lo cual emitió
también su respectivo dictamen. Pero dicha revisión, aprobación y dictamen
senatorial no se realizaron inmediatamente, sino luego de nueve meses. Así es
como, recién con fecha 1 de setiembre de 1900, se pide el dictamen del
Senado. En el dictamen del Senado éste también propone, al igual que en los
demás dictámenes, varias conclusiones; siendo la primera y más trascendente
de ellas la de aprobación de las conclusiones venidas en revisión de la Cámara
de Diputados con excepción de sólo algunas normas que se indicaron.
Nuevamente es muy significativo y destacable el hecho de que también en este
dictamen se observó la falencia de exposición de motivos de este proyecto de
codificación mercantil: Tarea muy fácil sería juzgar su trabajo, si estuviera
acompañado de una motivación más o menos extensa, o siquiera de una
exposición de plan, que ayudase a su estudio. Pero aun con esta última
aprobación efectuada por el Senado en 1900 no pudo llegar todavía a entrar en
vigencia este código de comercio. Ello se debió a que el Congreso consideró
conveniente discutirlo y revisarlo todavía en las sesiones parlamentarias de las
siguientes legislaturas del año 1901. Durante este año las conclusiones de los
tres dictámenes fueron, pues, discutidas, revisadas y finalmente aprobadas en
sesiones parlamentarias tanto de la Cámara de Diputados como de la Cámara
de Senadores de ese entonces. Finalmente, transcurridas las legislaturas del
año 1901 el Congreso remitió el proyecto de Código de Comercio al Poder
Ejecutivo para su promulgación. Es así como finalmente el Poder Ejecutivo de
ese entonces, exactamente el gobierno de Eduardo López de Romana,
promulgó el Código de Comercio el 15 de febrero de 1902 disponiéndose que
su vigencia comenzara a regir el 1 de julio de ese mismo año, como
efectivamente rige hasta nuestros días. Este lapso de meses entre la
promulgación y la puesta en vigencia obedeció a que se consideró que se
requería algún tiempo para su necesaria difusión y divulgación, tal como
siempre se estila hasta la fecha con las leyes de importancia como son los
Códigos.
De acuerdo a esta situación, es fácil observar que en el Perú nunca se ha
elaborado o creado un código de comercio. Lo único que aquí se ha hecho es
incorporar o adaptar, de acuerdo a la terminología utilizada por los que
participaron en esta incorporación, los códigos de comercio de otro país. El
Perú, en consecuencia, no ha tenido códigos de comercio propios o
autóctonos. Los códigos de comercio que ha tenido han sido siempre códigos
extranjeros, han sido siempre los códigos de comercio de España. Ahora bien,
para poder fundamentar y justificar bien todos los juicios y críticas que puedan
vertirse sobre esta situación, es importante indagar y determinar cuál ha sido o
cuáles han sido las razones por las que en el Perú se procedió de esta manera
en la codificación mercantil. Es decir, se deben averiguar las razones por las
que en el Perú se prefirió siempre copiar códigos de comercio en lugar de crear
o elaborar uno propio. Pues fácil, cómodo e ilógico sería formular críticas sin
haber previamente analizado cuál fue el trasfondo del asunto. De esta manera
una vez determinadas las razones que condujeron a los legisladores
mercantiles peruanos a proceder de esta forma, se analizará si son o no
justificadas las mismas.

Se debe determinar entonces, en primer lugar, las razones que la Comisión


encargada de adaptar el Código de Comercio español de 1885 expuso para
decidir realizar la adaptación de este código de comercio extranjero. Estas
razones fueron dos y se pueden encontrar en las consideraciones que esta
comisión expuso para emprender la obra encomendada y que la Cámara de
Diputados de ese entonces reprodujo en su primer dictamen legislativo. La
primera razón que esta comisión expuso fue la siguiente: El Código de
Comercio español de 1885, justo medio, transacción entre las doctrinas que
informaron el de 1829 del mismo país, y las novísimas influenciadas por el
espíritu del Derecho anglo-americano, conviene al Perú: entre unas y otras hay
considerable distancia, la que no es posible que la recorran en toda su
extensión países jóvenes como el Perú, impremeditadamente, sino por grados,
por etapas. Mejora considerable conseguirá el Perú, con la adopción del
mencionado Código de 1885, que se distingue por las tendencias que se han
enunciado. Y la segunda razón, a su vez, fue la siguiente: Aunque Maine ha
dicho con profundo sentido que el derecho internacional por excelencia es el
mercantil; si es verdad que éste contiene preceptos que, a diferencia de las
leyes civiles, se desinfluencian de circunstancias de clima, geografía, etc.; si
ellos armonizan casi hasta tocar en la unidad; no se puede que negar que los
mismos, concretados en artículos de los Códigos se diferencian por razones de
sistema: el nuestro, de calificación subjetiva, no puede sin graves tropiezos,
variarse absolutamente por la objetiva. Ésta es otra razón, que, en concepto de
los infrascritos, justifica la adopción del Código de Comercio español de 1885
Como se puede apreciar, ninguna de estas dos razones tomó en consideración
si este código de comercio extranjero era acorde o ajustado a la realidad
comercial peruana de aquella época. En otras palabras, al adoptarse este
código de comercio extranjero no se tomó en cuenta o estudió la realidad
comercial peruana.

Pues bien, se tiene en primer lugar que, de acuerdo a la primera razón, por el
hecho de que el Código de Comercio español de 1885 era -en consideración
de los miembros de esta comisión el punto intermedio entre viejas doctrinas
(que informaron el Código de Comercio español de 1829) y nuevas doctrinas
(que el Derecho anglo-americano influencia), era conveniente copiar este
código. ¿Pudo ser ésta en realidad una razón válida para incorporar otro código
de comercio extranjero y no elaborar uno propio? ¿Era preferible acaso copiar
un código ya hecho que elaborar uno nuevo por esta razón, de ser el ya hecho
un «punto intermedio» entre dos corrientes doctrinarias? Igualmente, ¿era una
buena razón para copiar el Código de Comercio español de 1885 el que el
código anterior (que era el mismo de España de 1829) era de calificación
subjetiva, y, por lo tanto, el variarlo absolutamente a través de una calificación
objetiva iba a traer graves tropiezos? Estas razones, en realidad, no justifican ni
demuestran en modo alguno que en el Perú existió la necesidad de incorporar
o copiar este código de comercio extranjero, por más que éste signifique o sea
un punto intermedio entre dos corrientes doctrinarias. Lo apropiado, coherente
y razonable hubiese sido que se hubiera elaborado un código de comercio
propio en el que se tomaran en cuenta esas viejas y nuevas corrientes
doctrinarias, pero en el que fundamentalmente se tomara en cuenta la realidad
comercial peruana.

Resulta evidente darse cuenta entonces que los legisladores peruanos


prefirieron hacer lo más fácil. Pues, evidentemente, lo más fácil (y ocioso
también) era hacer lo que finalmente se hizo: copiar un código de comercio
extranjero ya hecho en vez de hacer uno propio. Porque elaborar un código de
comercio propio significaba (y significa aún) estudiar la realidad comercial
peruana, las nuevas instituciones mercantiles que se han ido creando y cómo
han ido evolucionando las que ya existen. Todo ello analizando también las
nuevas y viejas corrientes doctrinarias que puedan ser útiles de tomarse en
cuenta en un cuerpo legal de esta naturaleza. Y todo esto, por supuesto,
implicaba emprender una concienzuda y esforzada labor de estudio y creación
que, tal parece, los legisladores peruanos no se sintieron en capacidad de
llevar a cabo. Al no hacer esto último dichos legisladores, evidentemente se
prefirió o prefirieron injustificadamente lo más fácil: copiar simplemente un
código de comercio extranjero.
CONCLUSION

Reglamento donde las empresas puedan realizar sus actividades


conforme a la ley. Los códigos de comercio se comenzaron a elaborar y
promulgar a partir de la Ilustración, y partiendo del precedente la
codificación del Derecho de Francia, que realizó Napoleón Bonaparte. El
Derecho mercantil se encuentra, en muchos casos, regulado no solo en el
código de comercio, sino en una serie de leyes especiales, debido al
proceso denominado descodificador. Sin embargo, existe también cierta
tendencia a recodificar esas normativas especiales en un solo cuerpo
normativo o código y, en todo caso, en lo relativo a sus principios
básicos.

En general, el código de comercio regula todos los actos de comercio,


que son definidos como la compra de mercancía para revender, ya sea de
cualquier naturaleza, como semielaborados, elaborados o solo para
alquilar o rentabilizar.

Es el conjunto de elementos unitarios, ordenado y sistematizando de


normas de Derecho mercantil, es decir, un cuerpo legal que tiene por
objetivo regular las relaciones mercantiles y comerciales.

Describe a los comerciantes, comercio en general; reglas especiales de


compañía de crédito; Comisión mercantil; prendas; Seguros; Comercio
marítimo; Buques; Contrato de fletamento; Arribadas; Abordajes;
Naufragio; entre otros.
RECOMENDACIÓN

Que el Perú hubiera creado su propio código de comercio y no copiarse


de otros países. En ese entonces la comisión encargada no estudio la
realidad comercial peruana de aquella época entonces los encargados
optaron por lo más fácil copiar un código de comercio extranjero ya
hecho en vez de hacer uno propio. Y hacer un código de comercio
significaba estudiar la realidad comercial peruana. Y significa aún.
WEBGRAFÍA

https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3259/3.pdf

https://www2.congreso.gob.pe/sicr/tradocestproc/clproley2001.nsf/pley/
3F15C43BE199360F05256D25005DC173?opendocument

file:///C:/Users/PAVILION/Downloads/6717-Texto%20del%20art
%C3%ADculo-26069-1-10-20130723.pdf

https://www.youtube.com/watch?v=7mus7Dtg8_8

BIBLIOGRAFIA

Aula virtual de la facultad de ciencias económicas y contables, curso de


filosofía contables a cargo de: Mg CPCC. Domingo Chiroque Sernaqué.

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