Codigo de Comercio
Codigo de Comercio
Codigo de Comercio
El Presidente de la República
Por cuanto el Congreso Nacional ha aprobado el siguiente
CODIGO DE COMERCIO
TITULO PRELIMINAR
DISPOSICIONES GENERALES
Art. 2°. En los casos que no estén especialmente resueltos por este
Código, se aplicarán las disposiciones del Código Civil.
Libro I
TITULO I
DE LA CALIFICACION DE LOS COMERCIANTES Y DEL
REGISTRO DEL COMERCIO
Art. 9° Derogado.
Art. 10. Cuando los hijos de familia y los menores que administran su
peculio profesional en virtud de la autorización que les confieren los
artículos 246 y 439 del Código Civil ejecutaren algún acto de comercio,
quedarán obligados hasta concurrencia de su peculio y sometidos a las
leyes de comercio.
Art. 12 Derogado.
TITULO II
DE LAS OBLIGACIONES DE LOS COMERCIANTES
§ 1. De la inscripción de documentos
§ 2. De la contabilidad mercantil
Art. 37. Si uno de los litigantes ofrece estar y pasar por lo que
constare de los libros de su contendor, y éste se niega a exhibirlos sin
motivo bastante en concepto de los juzgados de comercio, podrán los
mismos juzgados deferir el juramento supletorio a la parte que ha exigido
la exhibición.
Art. 38. Los libros hacen fe contra el comerciante que los lleva, y
no se le admitirá prueba que tienda a destruir lo que resultare de sus
asientos.
§ 3. De la correspondencia
Art. 45. Los comerciantes deberán dejar copia íntegra y a la letra de
todas las cartas que escribieren sobre negocios de su giro en el libro
destinado a este objetivo.
Título III
DE LOS CORREDORES
Art. 48. Los corredores son oficiales públicos instituidos por la ley
para dispensar su mediación asalariada a los comerciantes y facilitarles
la conclusión de sus contratos.
Art. 59. Los corredores que no cumplieren con las obligaciones que
les impone este Código, o que ejecutaren alguno de los actos que les
están prohibidos, podrán ser suspendidos o destituidos de su oficio
discrecionalmente por los juzgados de comercio.
Art. 61. Las minutas que entregaren a sus clientes y las que se
dieren recíprocamente, en los casos en que dos o más corredores
concurrieren a la celebración de un negocio por comisión de diversas
personas, hacen prueba contra el corredor que las suscribe.
Art. 62. Los libros de los corredores que cesaren en su oficio serán
recogidos por los secretarios de los juzgados de comercio y depositados
en la secretaría.
Art. 70. El corredor no puede compensar las sumas que recibiere para
comprar efectos públicos, ni el precio que se le entregare de los
vendidos por él, con las cantidades que le deba su cliente, comprador o
vendedor.
TITULO IV
DE LOS MARTILLEROS
Derogado.
Libro II
Título IX
Art. 118. Ninguna persona, con excepción del Fisco, sus reparticiones
y demás instituciones públicas, de las empresas estatales y del Banco
Central de Chile, está obligada a recibir en pago y de una sola vez más
de cincuenta monedas de cada tipo de las que se acuñen en el país.
Las monedas cortadas, perforadas, corroídas o deterioradas en
cualquiera forma en que no sea visible la acuñación, perderán su carácter
de moneda legal.
Art. 127. Las escrituras privadas que guarden uniformidad con los
libros de los comerciantes hacen fe de su fecha respecto de terceros, aun
fuera de los casos que enumera el artículo 1703 del Código Civil.
Título II
DE LA COMPRAVENTA
§ 1. De la cosa vendida
Art. 132. Siempre que la cosa vendida a la vista sea de las que se
acostumbra comprar al gusto, la reserva de la prueba se presume, y esta
prueba implica la condición suspensiva de si la cosa fuere sana y de
regular calidad.
Art. 134. La compra por orden de una cosa designada sólo por su
especie, y que el vendedor debe remitir al comprador, implica de parte de
éste la facultad de resolver el contrato, si la cosa no fuere sana y de
regular calidad.
Siendo la cosa designada a la vez por su especie y calidad, el
comprador tendrá también la facultad de resolver el contrato si la cosa
no fuere de la calidad estipulada.
Habiendo desacuerdo entre las partes en los dos casos propuestos, se
ordenará que la cosa sea reconocida por peritos.
Art. 136. Vendida una cosa durante su transporte por mar, tierra,
ríos o canales navegables, el comprador podrá disolver el contrato toda
vez que la cosa no fuere de recibo o de la especie y calidad convenidas.
Art. 151. Estando las mercaderías en poder del vendedor, aunque sea
por vía de depósito, éste podrá retenerlas hasta el entero pago del
precio y los intereses correspondientes.
Art. 160. El comprador tiene derecho a exigir del vendedor que forme
y le entregue una factura de las mercaderías vendidas, y que ponga al pie
de ellas el recibo del precio total o de la parte que se le hubiere
entregado.
No reclamándose contra el contenido de la factura dentro de los ocho
días siguientes a la entrega de ella, se tendrá por irrevocablemente
aceptada.
Título III
DE LA PERMUTACIÓN
Título IV
DE LA CESION DE CREDITOS MERCANTILES
Título V
DEL TRANSPORTES POR TIERRA, LAGOS, CANALES O RIOS NAVEGABLES
Art. 173. Llámase carta de porte el documento que las partes otorgan
para acreditar la existencia y condiciones del contrato, y la entrega de
las mercaderías al porteador.
Art. 223. Los empresarios deben hacer los asientos en sus registros
sin necesidad de requerimiento de parte del viajero o cargador, y aun
cuando éste oponga resistencia a ello.
Art. 229. Los billetes impresos que entregan los empresarios con
cláusulas limitativas de su responsabilidad a una determinada cantidad,
no los eximen de indemnizar a los pasajeros y cargadores, con arreglo a
los artículos precedentes, las pérdidas que justificaren haber sufrido.
Título VI
DEL MANDATO COMERCIAL
§ 1. Definiciones y clasificaciones
Art. 238. La comisión puede ser conferida por cuenta ajena, y en este
caso los efectos que ella produce sólo afectan al tercero interesado y al
comisionista.
Art. 239. La comisión es por su naturaleza asalariada.
Art. 273. Podrá asimismo renunciar la comisión toda vez que el valor
presunto de las mercaderías no alcanzare a cubrir los gastos del
transporte y recibo.
En este caso deberá el comisionista dar pronto aviso a su comitente y
pedir el depósito judicial de las mercaderías.
Art. 282. Los riesgos de la remisión del saldo son de cargo del
comitente, siempre que el comisionista la hubiere verificado en la forma
que indica el número 3° del artículo 279.
Art. 286. Hay entrega real cuando las mercaderías están a disposición
del comisionista en sus almacenes o en ajenos, en los depósitos de aduana
o en cualquier otro lugar público o privado.
Hay entrega virtual si antes que las mercaderías se hallen a
disposición del comisionista, éste pudiere acreditar que le han sido
expedidas con una carta de porte o un conocimiento, nominativos o a la
orden.
Art. 297. Comprando a condiciones más onerosas que las que rijan en
la plaza, responderá a su comitente del perjuicio que le causare, sin que
le sirva de excepción el haber hecho compras por cuenta propia en iguales
términos.
Art. 306. Vendiendo a precios más subidos que los designados en las
instrucciones, facturas o correspondencia, el comisionista deberá
abonarlos íntegramente a su comitente, salvo que por un convenio especial
se hiciere la venta a provecho común.
Si vendiere a precios más bajos que los señalados, el comisionista
será responsable de la diferencia.
Art. 333. Sólo son causas legales de rescisión por parte del
principal:
1a. Todo acto de fraude o abuso de confianza que cometa el factor o
dependiente;
2a. La ejecución de algunas de las negociaciones prohibidas al factor
o dependiente;
3a. Las injurias o actos que, a juicio del juzgado de comercio,
comprometan la seguridad personal, el honor o los intereses del
comitente.
Art. 334. Sólo son causas legales de rescisión por parte de los
factores o dependientes:
1a. Las injurias o actos de que habla el número 3° del precedente
artículo;
2a. El maltratamiento inferido por el principal y calificado de
bastante por el juzgado de comercio;
3a. La retención de sus salarios en dos plazos continuos.
Art. 338. Puede ser factor toda persona que tenga la libre
administración de sus bienes.
Sin embargo, pueden serlo el hijo de familia, el menor emancipado y
la mujer casada que hubieren cumplido diecisiete años, siendo autorizados
expresamente por su padre, curador o marido para contratar con el
comitente y desempeñar la factoría.
Art. 340. Los factores se entienden autorizados para todos los actos
que abrace la administración del establecimiento que se les confiare, y
podrán usar de todas las facultades necesarias al buen desempeño de su
encargo, a menos que el comitente se las restrinja expresamente en el
poder que les diere.
Art. 342. Pueden ser dependientes todos los que pueden ser factores
conforme al artículo 338.
Art. 345. Los contratos que celebre el dependiente con las personas a
quienes su comitente le haya dado a conocer por circulares como
autorizado para ejecutar algunas operaciones de su tráfico, obligan al
principal, siempre que los contratos se circunscriban a las negociaciones
encomendadas al dependiente.
Serán también de la responsabilidad del principal las obligaciones
que el dependiente contraiga por cartas, siempre que haya sido autorizado
para firmar la correspondencia del mismo principal, y se haya anunciado
la autorización por circulares.
Título VII
DE LA SOCIEDAD
Art. 366. Sólo los nombres de los socios colectivos pueden entrar en
la composición de la razón social.
El nombre del socio que ha muerto o se ha separado de la sociedad
será suprimido de la firma social.
Art. 372. El uso de la razón social puede ser conferido a una persona
extraña a la sociedad.
El delegatario deberá indicar en los documentos públicos o privados
que firma por poder, so pena de pagar los efectos de comercio que hubiere
puesto en circulación, toda vez que la omisión de la antefirma induzca en
error acerca de su cualidad a los terceros que los hubieren aceptado.
Art. 375. El fondo social se compone de los aportes que cada uno de
los socios entrega o promete entregar a la sociedad.
Art. 376. Pueden ser objeto de aporte el dinero, los créditos, los
muebles e inmuebles, las mercedes, los privilegios de invención, el
trabajo manual, la mera industria, y en general, toda cosa comerciable
capaz de prestar alguna utilidad.
Art. 378. Los socios deberán entregar sus aportes en la época y forma
estipuladas en el contrato.
A falta de estipulación, la entrega se hará en el domicilio social
luego que la escritura de sociedad esté firmada.
Art. 387. En virtud del mandato legal, cada uno de los socios puede
hacer válidamente todos los actos y contratos comprendidos en el giro
ordinario de la sociedad o que sean necesarios o conducentes a la
consecución de los fines que ésta se hubiere propuesto.
Art. 403. Los administradores están obligados a llevar los libros que
debe tener todo comerciante conforme a las prescripciones de este Código,
y a exhibirlos a cualquiera de los socios que lo requiera.
1°. Extraer del fondo común mayor cantidad que la asignada para sus
gastos particulares.
La mera extracción autoriza a los consocios del que la hubiere
verificado para obligar a éste al reintegro o para extraer una cantidad
proporcional al interés que cada uno de ellos tenga en la masa social.
2°. Aplicar los fondos comunes a sus negocios particulares y usar en
éstos de la firma social.
El socio que hubiere violado esta prohibición llevará a la masa común
las ganancias, y cargará él solo con las pérdidas del negocio en que
invierta los fondos distraídos, sin perjuicio de restituirlos a la
sociedad e indemnizar los daños que ésta hubiere sufrido.
Podrá también ser excluido de la sociedad por sus consocios.
3°. Ceder a cualquier título su interés en la sociedad y hacerse
sustituir en el desempeño de las funciones que le correspondan en la
administración.
La cesión o sustitución sin previa autorización de todos los socios
es nula.
4°. Explotar por cuenta propia el ramo de industria en que opere la
sociedad, y hacer sin consentimiento de todos los consocios operaciones
particulares de cualquiera especie cuando la sociedad no tuviere un
género determinado de comercio.
Los socios que contravengan a estas prohibiciones serán obligados a
llevar al acervo común las ganancias y a soportar individualmente las
pérdidas que les resultaren.
Art. 412. Las reglas consignadas en los dos primeros incisos del
artículo 399 son aplicables al caso en que haya dos o más liquidadores
conjuntos.
Las discordias que ocurrieren entre ellos serán sometidas a la
resolución de los socios, y por ausencia u otro impedimento de la mayoría
de éstos, a la del juzgado de comercio.
Art. 419. Todas las acciones contra los socios no liquidadores, sus
herederos o causahabientes prescriben en cuatro años contados desde el
día en que se disuelva la sociedad, siempre que la escritura social haya
fijado su duración o la escritura de disolución haya sido inscrita
conforme al artículo 354.
Si el crédito fuere condicional, la prescripción correrá desde el
advenimiento de la condición.
Artículo 426.- Dentro del plazo de un mes contado desde la fecha del
acto de constitución social, un extracto del mismo, autorizado por el
notario respectivo, deberá inscribirse en el Registro de Comercio
correspondiente al domicilio de la sociedad y publicarse por una sola vez
en el Diario Oficial.
Artículo 441.- Las diferencias que ocurran entre los accionistas, los
accionistas y la sociedad o sus administradores o liquidadores, y la
sociedad y sus administradores o liquidadores, deberán ser resueltas por
medio de arbitraje. El estatuto deberá indicar:
Artículo 447.- Para que una sociedad u otra persona jurídica con
fines de lucro extranjera pueda constituir agencia en Chile, su agente o
representante deberá protocolizar en una notaría del domicilio que ésta
tendrá en Chile, en el idioma oficial del país de origen, traducidos al
español si no estuvieren en ese idioma, los siguientes documentos
emanados del país en que se haya constituido, debidamente legalizados:
Art. 496. Siempre que alguno de los socios llevare un aporte que no
consista en dinero, o estipulare a su favor algunas ventajas
particulares, la asamblea general hará verificar y estimar el valor de
uno y otras, y mientras no haya prestado su aprobación en una reunión
ulterior, la sociedad no quedará definitivamente constituida.
Las deliberaciones de la asamblea serán adoptadas a mayoría de
sufragios de los accionistas presentes o representados; y esta mayoría
será compuesta de la cuarta parte de los accionistas, que represente la
cuarta parte del capital social.
Los socios que hicieren el aporte o hubieren estipulado las ventajas
sometidas a la apreciación de la asamblea, no tendrán voto deliberativo.
TITULO VIII
§ 1. Normas generales
Art. 545. Objeto. Los seguros de esta especie tienen por objeto la
indemnización de los daños sufridos por el asegurado y pueden recaer
sobre cosas corporales, derechos o sobre un patrimonio.
Art. 581. Gastos de cobranza. Las partes podrán convenir que, además
del monto de la deuda impaga, la suma asegurada cubra también los gastos
originados por las gestiones de cobranza y cualesquiera otros.
§ 8. Del seguro de caución
Art. 588. Conceptos. Son seguros de personas los que cubren los
riesgos que puedan afectar la existencia, la integridad física o
intelectual, la salud de las personas y los que garantizan a éstas,
dentro o al término de un plazo, un capital o una renta temporal o
vitalicia.
Por el seguro de vida el asegurador se obliga, conforme a la
modalidad y límites establecidos en el contrato, a pagar una suma de
dinero al contratante o a los beneficiarios, si el asegurado muere o
sobrevive a la fecha estipulada.
Se denomina renta vitalicia a la modalidad del seguro de vida
mediante la cual el asegurador recibe del contratante un capital y se
obliga a pagarle a él o sus beneficiarios una renta hasta la muerte de
aquél o de éstos.
Por el seguro de accidentes personales el asegurador se obliga,
conforme a las modalidades estipuladas, a indemnizar al asegurado o a sus
beneficiarios, las lesiones corporales, la incapacidad o la muerte que
éste sufra a consecuencias de un accidente.
Por el seguro de salud, o las modalidades de otros seguros que
incluyan dicha cobertura, el asegurador se obliga a pagar, en la forma
estipulada en el contrato, los gastos médicos, clínicos, farmacéuticos,
de hospitalización u otros en que el asegurado incurra, si éste o sus
beneficiarios requiriesen de tratamiento médico a consecuencia de
enfermedad o accidente.
Título IX
DEL CONTRATO DE CUENTA CORRIENTE
Art. 603. Las cuentas que no reúnan todas las condiciones enunciadas
en el artículo anterior son cuentas simples o de gestión, y no están
sujetas a las prescripciones de este título.
Art. 616. Caso que el deudor retarde el pago, el acreedor podrá girar
contra él por el importe del saldo de la cuenta.
Art. 617. Las partes podrán capitalizar los intereses en períodos que
no bajen de seis meses, determinar la época de los balances parciales, la
tasa del interés y la comisión y acordar todas las demás cláusulas
accesorias que no sean prohibidas por la ley.
Título X
DEL CONTRATO DE CAMBIO
Título XII
DE LAS CARTAS ORDENES DE CREDITO
Art. 782. Las cartas órdenes de crédito tienen por objeto realizar un
contrato de cambio condicional, celebrado entre el dador y el tomador,
cuya perfección pende de que éste haga uso del crédito que aquél le abre.
Art. 783. Las cartas de crédito deben ser dadas a persona determinada
y no a la orden.
Expedidas en esta última forma, el tomador podrá cobrarlas
personalmente, pero no endosarlas.
El endoso de una carta de crédito no transfiere al endosatario el
derecho de cobrarla.
Título XIII
DEL PRESTAMO
Título XIV
DEL DEPÓSITO
Título XV
DEL CONTRATO DE PRENDA
Art. 813. El contrato de prenda se celebra y prueba en cuanto al
acreedor y deudor como los demás contratos comerciales.
Título XVI
DE LA FIANZA
Título XVII
DE LA PRESCRIPCION
Art. 822. Las acciones que procedan de las obligaciones de que trata
el presente Libro y que no tengan señalado un plazo especial de
prescripción, durarán cuatro años.
Las prescripciones establecidas en este Código corren contra toda
clase de personas.
LIBRO III
De la Navegación y el Comercio Marítimos
TITULO I
Disposiciones Generales
Art. 824. Salvo los casos en que la ley establezca una sanción
diferente, se tendrán por no escritas las estipulaciones contrarias a una
disposición imperativa de este Libro.
Título II
DE LAS NAVES Y ARTEFACTOS NAVALES.
DE LA PROPIEDAD NAVAL
Art. 830. La matrícula de las naves en Chile se regirá por las normas
de la Ley de Navegación.
Deberá tomarse nota al margen de su inscripción en el registro de
matrícula, de todo documento por el que se constituya, transfiera,
transmita, declare, modifique o extinga un derecho real sobre la nave y
cualquiera otra limitación al dominio que recaiga sobre la misma, bajo
sanción de ser inoponible a terceros, salvo las excepciones señaladas en
la Ley de Navegación.
La persona natural o jurídica a cuyo nombre figure inscrita la nave
en el registro de matrícula respectivo, se presumirá poseedora regular de
ella, salvo prueba en contrario.
§ 2. De la propiedad naval
Título III
DE LOS PRIVILEGIOS Y DE LA HIPOTECA NAVAL
Art. 847. Los créditos enumerados en los artículos 844 y 846, gozarán
también de privilegio sobre los fletes y pasajes correspondientes al
viaje en que tengan su origen.
Art. 851. Los créditos privilegiados del último viaje son preferidos
a los de los viajes precedentes aunque estos últimos sean de mejor grado.
Sin embargo, los créditos derivados de un contrato único de embarco que
comprenda varios viajes, concurren como uno solo, en el orden y lugar de
preferencia previsto por el artículo 844, con los demás créditos
privilegiados originados en el último viaje.
Art. 856. El astillero que construya o repare una nave tiene sobre
ella un derecho de retención para garantizar los créditos resultantes de
dichos trabajos. La retención será declarada, sin más trámite, por el
tribunal competente del lugar de la construcción o reparación de la nave.
Si la resolución que declare el derecho de retención se hubiere
inscrito en el Registro de Hipotecas, Gravámenes y Prohibiciones de la
Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante, el
crédito del constructor o reparador gozará además de preferencia sobre
las hipotecas cuya inscripción se hubiere requerido con posterioridad a
la fecha de inscripción de la retención.
Cualquier interesado podrá solicitar el secuestro de la nave que
estuviere retenida, y en caso de existir desacuerdo acerca de la persona
del secuestre, éste será designado por el Tribunal.
Los procedimientos a que diere lugar lo dispuesto por este artículo,
se regirán por lo establecido en el párrafo 5 del Título VIII de este
Libro.
Art. 858. Los créditos enumerados en los artículos 844 y 846 que
correspondan, gozan de privilegio sobre la nave en construcción desde que
ella se encuentre a flote, con la preferencia y rango establecidos en el
párrafo precedente.
Art. 866. Las naves y artefactos navales mayores podrán ser gravados
con hipoteca, siempre que se encuentren debidamente inscritos en los
respectivos Registros de Matrícula de la República.
Art. 881. Las naves menores podrán ser gravadas con prenda.
Cualquiera que sea la naturaleza de ésta, debe ser anotada al margen de
la inscripción de la nave en el Registro de Matrícula, sin lo cual es
inoponible a terceros. Esta anotación sustituye, además, a cualquier
inscripción y publicación exigidas por las normas que regulen la clase de
prenda de que se trate. La anotación debe ser fechada y numerada.
El orden de anotación determina el grado de preferencia entre las
prendas.
Las disposiciones precedentes se aplican a los artefactos navales no
susceptibles de hipoteca naval.
Título IV
DE LOS SUJETOS EN LA NAVEGACIÓN Y COMERCIO MARÍTIMOS
Art. 896. Cuando el monto calculado en conformidad con las normas del
número 1º del artículo anterior fuere insuficiente para satisfacer
íntegramente las reclamaciones relacionadas con muerte o lesiones
corporales, el saldo impago por éstas concurrirá con las reclamaciones a
que se refiere el número 2º del mismo artículo. En este caso, ese saldo
concurrirá en igualdad de condiciones con las reclamaciones mencionadas
en el citado número 2º.
§ 2. Del Capitán
Art. 914. Son obligaciones del capitán, entre otras, sea que las
cumpla personalmente o por miembros de la dotación o personal en tierra
bajo su potestad, las siguientes:
§ 3. De los agentes
Art. 920. El mandato para actuar como agente en los casos de que
trata este párrafo podrá constar por escritura pública o privada,
telegrama, télex o cualquier otro medio idóneo.
TITULO V
§ 1. Disposiciones comunes
§ 2. De los fletamentos
Art. 940. El fletante responde por los perjuicios sufridos por las
mercancías a bordo, si se deben a una infracción de sus obligaciones.
El fletante es responsable de los daños derivados del mal estado de
la nave y de todo vicio oculto, a menos que pruebe que este último no
pudo ser advertido empleando una razonable diligencia.
El fletante es también responsable ante el fletador de los perjuicios
ocurridos por falta náutica del capitán o de la tripulación, pero no
responde ante el fletador por las actuaciones del capitán y tripulación
en cumplimiento de instrucciones impartidas por el fletador, vinculadas a
la gestión comercial o al uso que éste haga de la nave.
Art. 949. Son menciones propias del fletamento por viaje, total o
parcial, las siguientes:
1º. La individualización de la nave, capacidad de carga y puerto de
matrícula;
2º. Los nombres y domicilios del fletante y del fletador;
3º. La indicación del viaje o viajes que deben efectuarse y los
lugares de carga y descarga;
4º. Si el fletamento es total o parcial, y en este último caso, la
individualización de los espacios que se pondrán a disposición del
fletador;
5º. La descripción de los cargamentos o mercancías, su cantidad y
peso;
6º. Los tiempos previstos para las estadías y sobrestadías, forma de
computarlas y el valor fijado para ellas;
7º. La responsabilidad de las partes por los posibles daños a la
carga y a la nave, y
8º. El flete y sus modalidades de pago.
La omisión en la póliza de una o más de las enunciaciones precedentes
no afectará a la validez del contrato, el que se regirá en las materias
omitidas por lo dispuesto por el artículo 948 y demás reglas que le
resulten aplicables.
Art. 950. El fletante está obligado a:
1º. Presentar la nave en el lugar y fecha estipulados, en buen estado
de navegabilidad, armada y equipada convenientemente para realizar las
operaciones previstas en el contrato y mantenerla así durante el o los
viajes convenidos.
El fletante será responsable de los daños a las mercancías que
provengan del mal estado de la nave, a menos que pruebe que fueron
consecuencia de un vicio oculto de ella no susceptible de ser advertido
con razonable diligencia, y
2º. Adoptar todas las medidas necesarias que de él dependan para
ejecutar el o los viajes convenidos.
Art. 954. Se entiende por estadía el lapso convenido por las partes
para ejecutar las faenas de carga y descarga, o en su defecto, el plazo
que los usos del puerto de que se trate, señalen para estas faenas.
Se entiende por sobrestadía el tiempo posterior a la expiración de la
estadía, sin necesidad de requerimiento.
El fletante podrá resolver el contrato cuando el tiempo de
sobrestadía exceda a un número de días calendario igual a los días
laborales de la estadía.
Si en la póliza se establecieren plazos independientes para las
faenas de carga y de descarga, éstos se computarán en forma separada.
Art. 955. El fletante debe dar aviso por escrito al fletador que la
nave está lista para recibir o entregar la carga. Si nada se hubiere
convenido entre las partes, la determinación del momento en que la nave
está lista para cargar o descargar, así como el cómputo de los días de
estadía, la duración, monto y forma de pago de las sobrestadías, serán
determinados preferentemente por los usos del puerto en que tienen lugar
las operaciones anteriormente mencionadas.
Art. 996. Para determinar, en el caso del artículo 992, qué cantidad
es mayor, se aplicarán las normas siguientes:
1º. En los casos en que, para agrupar mercancías, se use un
contenedor, una paleta o un elemento de transporte análogo, se
considerarán como un bulto o una unidad de carga transportada, cada uno
de los que aparezcan como contenidos en ese elemento de transporte en el
conocimiento de embarque, si se ha emitido, o bien, en cualquier otro
documento que haga prueba del contrato de transporte marítimo. Si se
omite la mención señalada en los referidos documentos, las mercancías
contenidas en ese elemento de transporte serán consideradas como una
unidad de carga transportada;
2º. En los casos en que se haya perdido o dañado el propio elemento
de transporte, éste será considerado como una unidad independiente de
carga transportada, salvo que sea de propiedad del transportador o
proporcionado por él.
Art. 997. El transportador y el cargador podrán pactar límites de
responsabilidad superiores a los establecidos en los artículos 992 y 993.
Art. 1055. En caso que el pasajero se desistiere del viaje antes del
zarpe de la nave, deberá pagar la mitad del importe del pasaje convenido,
salvo que se haya estipulado otra cosa.
Art. 1083. Por regla general, en los remolques de que trata este
párrafo, tanto la nave remolcadora como la remolcada, serán responsables
frente a terceros, de su propia culpa.
Pero, en los casos de abordaje con otra nave, ajena a la maniobra, si
la dirección del remolque estaba a cargo de la nave remolcadora, el
convoy será considerado como una sola unidad de transporte para los fines
de la responsabilidad frente a terceros. Si la dirección de la maniobra
estaba a cargo de la nave remolcada, la responsabilidad recaerá sobre
ésta.
TITULO VI
De los Riesgos de la Navegación
Art. 1087. Para los efectos de este título, se entenderá por avería:
1º. Todo daño que sufra la nave, estando o no cargada, en puerto o
durante la navegación, y los que afecten a la carga desde que es
embarcada en el lugar de expedición, hasta su desembarque en el de
consignación, y
2º. Todos los gastos extraordinarios e imprevistos incurridos durante
la expedición para la conservación de la nave, de la carga o de ambas a
la vez.
Art. 1100. Todo gasto en que se haya incurrido para evitar una
pérdida, daño o desembolso que habría sido abonable en avería gruesa será
también admitido como tal, solamente hasta concurrencia del valor del
daño o pérdida evitada o del gasto economizado, según corresponda.
Art. 1101. El peso de probar que un daño o gasto debe ser admitido en
avería gruesa, es de cargo de quien lo reclama.
Art. 1102. Las averías gruesas son de cargo de la nave, del flete y
de las mercancías que existan en ella al tiempo de producirse aquéllas.
Se pagarán por contribución proporcional al valor de los bienes
mencionados.
Art. 1108. Del juicio para declarar una avería común, como del que se
promueva para impugnar su legitimidad, conocerá el árbitro en única
instancia, y estará también investido de las facultades que se indican en
el artículo 1206 de este Libro.
Salvo que las partes acuerden otra forma de tramitación, en estos
juicios se observarán las reglas que el Código de Procedimiento Civil
establece para el procedimiento sumario, con excepción de sus artículos
681 y 689.
Art. 1109. Todas las peticiones para que se declare la avería o las
impugnaciones a su legitimidad, se tramitarán conjuntamente y en un único
juicio. Para estos efectos, se acumularán todas las demandas a la primera
que se hubiere formulado y será tribunal competente el árbitro designado
o que correspondiera designar en el juicio que primero se hubiere
promovido.
Los demás interesados que no hubieren deducido impugnaciones en
tiempo oportuno, podrán hacerse parte en el juicio señalado, siempre que
lo hagan antes de la audiencia de contestación establecida en el
procedimiento sumario, y desde ese momento se seguirán también con ellos,
todos los demás trámites del pleito.
La sentencia que recaiga en el juicio de impugnación, sólo afectará a
quienes hayan sido partes en él. Si la sentencia acogiere la o las
impugnaciones, las cuotas de contribución de quienes hubieren obtenido en
el juicio, serán soportadas por el armador por cuya cuenta se resolvió
producir el daño o incurrir en el gasto.
§ 4. Del abordaje
Art. 1116. Las reglas de este párrafo se aplicarán a los daños que se
produzcan en los siguientes casos:
Art. 1120. Si el abordaje entre dos o más naves fuere causado por
fuerza mayor o caso fortuito, o si hubiere duda acerca de la causa que lo
originó, los daños serán soportados individualmente por quienes los
hubieren sufrido.
§ 5. De la arribada forzosa
Art. 1142. Para los efectos señalados en los dos artículos anteriores
se considerarán gastos del asistente, los desembolsos razonablemente
efectuados en las operaciones de asistencia y una asignación adecuada por
el material y personal efectiva y razonablemente empleados en las mismas
operaciones, teniendo en consideración los criterios indicados en los
números 7º, 8º y 9º del artículo 1138.
Art. 1149. Las personas cuyas vidas han sido salvadas no deben
remuneración alguna. Sin embargo, el salvador de vidas humanas, que ha
intervenido con ocasión de un accidente que da lugar a servicios de
asistencia a la nave u otros bienes, tiene derecho a una parte equitativa
de la remuneración que corresponda al salvador de la nave o de esos otros
bienes, o de la que corresponda al que evitó o disminuyó los daños al
medio ambiente.
TITULO VII
De los Seguros Marítimos
§ 1. Reglas generales
Art. 1158. Se aplicarán a los seguros de que trata este Título, salvo
en las materias que regule de otra manera, las disposiciones de las
secciones primera y segunda del Título VIII del Libro II de este Código.
Art. 1161. Por regla general, los seguros marítimos tienen por objeto
indemnizar al asegurado respecto de la pérdida o daño que pueda sufrir la
cosa asegurada por los riesgos que implica una aventura marítima,
fluvial, lacustre, o en canales interiores.
Art. 1164. Puede tomar un seguro marítimo toda persona que tenga
interés en la conservación de la cosa asegurada mientras corra los
riesgos de esa clase, sea que ese interés afecte directamente a su
patrimonio o a determinadas obligaciones suyas con relación a la cosa
asegurada.
Se entiende que una persona tiene interés en evitar los riesgos
marítimos, cuando ella está en cualquier relación legal o de hecho
respecto a los bienes expuestos a estos riesgos y que, como consecuencia
de esa relación, pueda ser afectada por los daños, pérdida, detención o
demora en la llegada de dichos bienes, o por incurrir en una
responsabilidad con respecto a los mismos.
Art. 1169. En los seguros sobre naves, las partes pueden fijar de
común acuerdo el valor de la cosa asegurada en la póliza. Se presumirá
que así se ha hecho, si se ha consignado expresamente en la póliza un
valor para la cosa asegurada.
El asegurador podrá exigir, antes del perfeccionamiento del contrato,
que dicha avaluación sea hecha por un perito naval.
Salvo que se pruebe fraude por alguna de las partes, el valor así
establecido en la póliza se reputará como el único verdadero para todos
los efectos del contrato, exceptuada la avaluación que se haga de la cosa
asegurada, para el solo efecto de determinar si el siniestro constituye o
no pérdida total constructiva o asimilada.
Art. 1187. La pérdida total puede ser real o efectiva. También puede
ser asimilada o constructiva.
Existirá pérdida total real o efectiva, cuando el objeto asegurado
quede completamente destruido o de tal modo dañado, que pierda
definitivamente la aptitud para el fin a que está destinado o, cuando el
asegurado sea irremediablemente privado de él. Todo lo cual es sin
perjuicio de lo que se hubiere estipulado en la póliza.
Art. 1189. Salvo que la póliza disponga otra cosa, existirá pérdida
total asimilada, cuando el objeto asegurado sea razonable y
definitivamente abandonado, ya sea porque la pérdida total efectiva
parezca inevitable o porque no es posible evitar su pérdida, sin incurrir
en un gasto que exceda del valor de dicho objeto después de efectuado el
desembolso.
Se considerarán como de pérdida total asimilada, en especial, los
siguientes casos:
1º. Cuando el asegurado sea privado de la nave o de las mercancías a
causa de un riesgo cubierto por la póliza y sea improbable que pueda
recuperarlas o el costo de la recuperación exceda al valor de la nave o
de las mercancías una vez recuperadas;
2º. Cuando el daño causado a una nave por un riesgo asegurado, sea de
tal magnitud que el costo de repararla exceda al valor de esa nave, una
vez reparada. Al estimarse el costo de reparación, no se hará deducción
alguna por contribuciones de avería gruesa a esas reparaciones, de cargo
de otros intereses. Pero se tomarán en cuenta los gastos de futuras
operaciones de salvamento y de cualquier futura contribución de avería
gruesa que afectaría a la nave, al ser reparada, y
3º. Cuando el costo de su reparación y los de reexpedición a su
destino, excedan al valor de ellas en la fecha de arribo a su destino, si
se trata de daños a las mercancías o carga.
§ 4. Seguro de responsabilidad.
TITULO VIII
De los Procedimientos en el Comercio Marítimo
§ 1. Reglas generales
§ 2 De la comprobación de hechos.
§ 3. Prueba extrajudicial
Art. 1229. Las apelaciones a que haya lugar dentro del procedimiento
de que trata este párrafo, se concederán en el solo efecto devolutivo.
Contra la sentencia de segunda instancia, no procederá recurso
alguno.
Art. 1232. Para los efectos de este párrafo, los términos prohibición
de zarpe retención, arraigo e inmovilización, se consideran sinónimos. No
se comprende dentro de estas expresiones el embargo de una nave decretado
en procedimientos de apremio.
TITULO IX
Disposiciones Complementarias
§ 1. De las Protestas
Art. 1241. Para los efectos de este Libro, se entiende por protesta
al acto mediante el cual una persona deja constancia del acaecimiento de
hechos u omisiones relacionados con la navegación o el comercio marítimo,
que puedan afectar su responsabilidad, la de sus principales o
dependientes, o bien, hace reserva de derechos o acciones que puedan
emanar de dichos hechos u omisiones, respecto de las mismas personas aquí
aludidas.
TITULO X
De la Prescripción
Art. 1246. Las acciones para el cobro del pasaje y del flete,
incluyendo sus accesorios, prescriben en el plazo de seis meses.
Este plazo se contará desde que la obligación se hubiere hecho
exigible, según las respectivas estipulaciones de las partes o normas
legales que regulen la materia, y en su defecto, desde el término del
viaje para el cobro del pasaje y desde la fecha en que termina la entrega
de las mercancías en el lugar de destino o en la fecha en que debieron
entregarse, según sea el caso.
Art. 1247. La acción para que se declare una avería común, prescribe
en el término de seis meses, contado desde la fecha de entrega de las
mercancías o desde que se pone término al viaje.
A su vez, la acción para exigir el cobro de la contribución,
prescribe en seis meses desde que se ha comunicado la emisión de la
liquidación de la avería común. Pero, cuando ésta ha sido impugnada en su
legitimidad, los seis meses correrán para el impugnante desde la
terminación del juicio.
Art. 1248. Prescriben en dos años todas las demás acciones que
procedan de las obligaciones de que trata este Libro, a las que no se le
haya señalado un plazo especial.
LIBRO IV
De las quiebras.
Derogado.
TITULO FINAL
DE LA OBSERVANCIA DE ESTE CÓDIGO