Bioetica
Bioetica
Bioetica
LA BIOETICA
Participantes:
Hernández Natacha C.I.: 17471886
Nuñez Maryorie C.I.: 13575617
Pérez Crizulimar C.I.: 13270326
Rivas Gabriel C.I.: 23244923
Zurita Miguel C.I.: 18780207
1
INDICE
Introducción 3
La Bioética 4
Enfoques de la Bioética
1. El utilitarismo
2. Universalismo 5
3. Personalismo
4. Principalismo
Principios de la Bioética
1. Beneficiencia
2. Autonomía 7
3. No maleficiencia
4. Justicia
Conclusiones 13
Bibliografía 14
2
INTRODUCCIÓN
Lo anterior quiere decir, que las cuestiones éticas siempre han estado
envueltas en la comprensión humana de la vida, entonces, la bioética nace como
una necesidad de reflexión crítica sobre los conflictos dados por los avances de la
ciencia de la vida y la medicina. Por lo tanto, las herramientas tecnológicas y
médicas tienen un papel preponderante en la sociedad y se tienen que saber
gestionar.
3
LA BIOETICA
Diferentes autores
4
En este mismo orden de ideas, la UNIR en su página web explica que: “la
bioética es un término en el área de la salud que ha existido siempre, pero pocas
personas conocen que significa ética de vida. Este concepto está relacionado
principalmente con los problemas morales de la sociedad y el comportamiento
humano vinculado en el ámbito de las ciencias humanas, del derecho y salud.
Enfoques de la Bioética
5
decisión administrativa es utilitarista, ya que se desea preservar la estabilidad
social en medio de una pandemia.
6
Entonces, el principal objetivo del principialismo es servir de referencia o marco
moral ante determinadas situaciones de conflicto, así como a la hora de
prevenirlos durante la práctica clínica.
Principios de la Bioética
7
La concreción más evidente de este principio es la figura del consentimiento
informado, necesario para cualquier intervención, y que va más allá de la mera
firma previa de un impreso antes de la misma.
8
Ética del Cuidado
Desde el siglo XIX, este era el modelo ético mayoritario, que perseguía la
justicia imparcial e igualitaria basándose en los derechos universales y estando
aplicado al ámbito público. Sin embargo la ética del cuidado, explica Gilligan,
(citado en Gorabide 2015), tiene su desarrollo en la esfera privada y su agente son
las mujeres. Desde este punto de vista los hombres tienden a poner el énfasis en
los derechos y las normas, mientras que las mujeres suelen entender los
problemas morales como un problema de relaciones que incluyen responsabilidad
y cuidado.
9
adjudicadas a las mujeres. Al poner el acento en el ámbito privado, la ética del
cuidado permite analizar las tensiones existentes entre la esfera pública y privada.
Además, se hace necesario resaltar que proviene del término latín “cogitare”
(pensar, prestar atención, asistir a alguien), de ahí que coloquialmente suele
entenderse como “atender con solicitud”. (García, 2015). Siendo, esto
precisamente a lo que nos dedicamos nosotros, el personal de salud, a cuidar y,
aunque pueda parecer un término habitual, y sencillo, cuando se trata de cuidar a
otra persona no es tarea fácil; muchos pensadores, filósofos, médicos, psicólogos,
de antes y de ahora, han dedicado muchos esfuerzos a reflexionar sobre lo que
significa, la ética del cuidado.
Para García (2015) la ética del cuidado, se basa en los siguientes fundamentos
que pueden describirse a partir de cinco ejes:
• El concepto del ser como ser relacional: en la vida se necesita de los demás y
de las relaciones con ellos, que paso a paso nos permitan darnos a ellos, tanto
para sobrevivir como para autorrealizarnos.
10
• La diferenciación entre cuidado y preocupación: esto implica que exista
atención tanto hacia las personas con las que se tienen relaciones personales,
como hacia aquellas con las que no se comparten dichos lazos de unión.
• La prioridad del sentir sobre el razonar: este es el punto clave de la ética del
cuidado y que le diferencia de otros modelos: dar relevancia justa a los
sentimientos y afectos.
Según Carol Taylor, (citada en García, 2015) son tan solo seis las
características o aptitudes básicas para llegar a ser un buen "cuidador": "el afecto
(experiencia de un sentimiento positivo hacia el paciente), la cognición (capacidad
11
intelectual y técnica de identificar lo esencial para el bienestar del paciente), la
volición (compromiso interno para movilizar los recursos personales y técnicos que
aseguren el bienestar del paciente), la imaginación (emplear creativamente los
recursos personales para relacionarse empáticamente con el paciente y entender
su situación existencial particular, así como sus necesidades vitales), la motivación
(flujo de energía aplicado al acto de cuidar, refleja el altruismo en el ejercicio de la
profesión y el deseo de actuar en consecuencia), y finalmente la expresión
(demostrar genuinamente la intención de ayuda mediante el uso de la estrategia
de comunicación verbal y no verbal).
12
CONCLUSIONES
Tal y como expresa, García (2015), son diversas las actitudes que el personal
de salud debe trabajar para conseguir aplicarlas eficazmente en su ardua labor
pero el mejor instrumento somos nosotros mismos, aunque lógicamente también
es muy necesario exigir una competencia técnica, tiempo, recursos materiales y
humanos.
Vale la pena, en este momento que vive el mundo, tomarse un respiro para
valorar el propio desarrollo de la profesión, replantear lo que falta, lo que se debe
profundizar, y, con ello, recuperar su verdadero fundamento: el cuidado. Esto
quiere decir, que La ética del cuidado puede ayudarnos a recuperar la identidad
propia de nuestra profesión.
13
BIBLIOGRAFIA
14