Demanda IN
Demanda IN
Demanda IN
JENNINE DEL CISNE CRUZ VACA, con número de cédula No. 1104025281, de profesión
Comunicadora Social, Asambleísta por la provincia de Loja, de estado civil soltera, domiciliada
en la provincia de Loja.
b) Abg. Andrés Isch, en su calidad de Ministro del Trabajo, en la dirección del Ministerio
del Trabajo ubicada en Av. República de El Salvador N34-138 y Suiza, de esta ciudad
de Quito D.M.; o mediante los medios más eficaces para cumplir con la debida
notificación.
Las normas inconstitucionales que fundamentan la interposición de la presente acción son las
siguientes:
2.1. El artículo 1 del Decreto Ejecutivo 1053, de fecha 19 de mayo del 2020, expedido
por el señor Presidente Constitucional de la República del Ecuador, Lic. Lenín Moreno Garcés,
publicado en Registro Oficial Suplemento 207, de 20 de mayo del 2020, que reforma el artículo
“c) Por excepción y con la aprobación de la máxima autoridad, por un período no mayor
a seis meses renovables por seis meses más por una sola ocasión, la jornada de trabajo
podrá ser disminuida, previa autorización del Ministerio rector del Trabajo, hasta un
límite no menor a treinta horas semanales.
Al efecto, se contará con un informe aprobado por la máxima autoridad expedido por la
Unidad de Administración de Talento Humano o quien haga sus veces.
La presente disposición podrá ser modificada en caso de expedirse otra norma, de igual
o mayor jerarquía, que regule esta jornada especial diferenciada”.
2.2. El Acuerdo Ministerial No. MDT-2020-117, emitido por el Abg. Luis Arturo Poveda
Velasco, Ministro del Trabajo, el 20 de mayo de 2020, por medio del cual se expiden las
Directrices para Establecer la Jornada Especial Diferenciada en el Sector Público.
3. Fundamento de la pretensión
El Decreto Ejecutivo No. 1053, de 19 de mayo del 2020, mediante el cual se incorpora la
letra “c” en el artículo 25 del Reglamento General a la Ley Orgánica del Servicio Público, y en su
consecuencia la norma contenida en el Acuerdo Ministerial No. MDT-2020-117, de 20 de mayo
de 2020, infringen varias disposiciones constitucionales, principalmente aquellas contenidas en
el artículo 11, números 4, 6, 8; artículo 33; artículos 132, 133 y 134; artículo 229; artículo 326,
números 2 y 4, cuyo tenor literal señala lo siguiente:
Art. 11.- El ejercicio de los derechos se regirá por los siguientes principios: (…)
4. Ninguna norma jurídica podrá restringir el contenido de los derechos ni de las garantías
constitucionales. (…)
Art. 229.- Serán servidoras o servidores públicos todas las personas que en cualquier forma o a
cualquier título trabajen, presten servicios o ejerzan un cargo, función o dignidad dentro del
sector público.
Los derechos de las servidoras y servidores públicos son irrenunciables. La ley definirá el
organismo rector en materia de recursos humanos y remuneraciones para todo el sector público
y regulará el ingreso, ascenso, promoción, incentivos, régimen disciplinario, estabilidad, sistema
de remuneración y cesación de funciones de sus servidores.
(…) La remuneración de las servidoras y servidores públicos será justa y equitativa, con relación
a sus funciones, y valorará la profesionalización, capacitación, responsabilidad y experiencia.
Los artículos 132, 133 y 134 de la Constitución de la República del Ecuador, determinan,
en su orden: los casos cuando se requerirá de ley, cuáles deberán ser ordinarias u orgánicas, y
finalmente la competencia o la capacidad para la iniciativa de determinada ley. Este orden de
cosas debidamente prescritas en la Constitución, establece la formalidad que deberá observar
el Estado ecuatoriano para la innovación de su ordenamiento jurídico, su inobservancia por
tanto devendrá en el incumplimiento de la Constitución y en un vicio que afecta la validez de la
norma expedida por fuera del margen prestablecido.
En este sentido, el Reglamento de la Ley Orgánica del Servicio Público, hasta su reforma
publicada el 20 de mayo del presente año 2020, determinaba también que las jornadas de
trabajo podrán ser dos: una Jornada Ordinaria y una Jornada Especial. Surge entonces la
primera interrogante: ¿el Reglamento General de la LOSEP puede innovar el ordenamiento
jurídico incorporando una jornada de trabajo no prevista en la Ley? Evidentemente la respuesta
es NO, el reglamento no podría contravenir la ley ni alterarla, debido al principio de jerarquía
normativa y la garantía normativa constitucional.
Pues bien, la jornada de trabajo de los servidores públicos refiere a una de las
condiciones prestablecidas del perfil del puesto en una entidad administrativa, al que una
persona postuló y accedió, conforme a los procedimientos legales, a hacerse acreedor de un
derecho subjetivo que para su permanencia, la misma ley ha previsto una serie de derechos y
obligaciones. Con este precedente, vendrá entonces a nuestro entendimiento que su
modificación implica una regulación del ejercicio del derecho al trabajo, y de los derechos que
por su esencia mantienen conexidad. Es decir, entre otros elementos, guardará reserva de ley –
garantía normativa–.
En línea con lo dicho, con el objetivo de agregar la nueva figura de jornadas especiales
del sector público, correspondía al presidente constitucional de la República del Ecuador, con
iniciativa conforme lo prescrito en el número 2 del artículo 134 de nuestra Carta Fundamental,
presentar a la Asamblea Nacional el proyecto de ley que reforme la Ley Orgánica de Servicio
Público, en los aspectos que considere adecuados. La Asamblea Nacional, luego del
procedimiento debidamente regulado, decidiría si el contenido de este proyecto podría
Vicente Ramó n Roca N8-18 y Av. 6 de diciembre
Edif. Ponce García, oficina 2A
022541139 / 022524198
estudiojuridico@rivadeneiraabogados.com
acoplarse al ordenamiento jurídico o no. Sin embargo y como conocemos NO se respetó el
procedimiento de expedición de leyes y en su defecto se emitió un Decreto Ejecutivo que de
facto reforma una ley orgánica.
A) Agregar una jornada especial diferenciada en las instituciones del sector público
modifica el estado de cosas que rigen la actividad normal del ejercicio del servidor
público. Es decir, conforme a lo determinado en el artículo 25 de la Ley Orgánica de
Servicio Público, los servidores venían cumpliendo jornadas ordinarias de 8 horas
diarias, sumadas a que producto de la pandemia que vive el país y el mundo, han
debido sumar esfuerzos y trabajar desde su hogar o desde otros lugares de trabajo
por más tiempo. Sin embargo de esta realidad tangible en los hogares de los
servidores públicos, se crea irregularmente la norma demandada con la finalidad de,
En suma, deberíamos asumir que la norma emitida por el señor Ministro del Trabajo
llama a que si una entidad administrativa no cuenta con los recursos para pagos de
nómina, se reduzcan los sueldos de sus servidores para repartir la escasez de su
presupuesto. Afectando derechos humanos reconocidos por el Estado Ecuatoriano a
través de instrumentos de derechos humanos, como lo veremos más adelante.
La progresividad de las normas que regulan los derechos de los servidores públicos
debería enmarcarse en generar nuevos mecanismos de protección que hagan
efectivo el ejercicio de sus derechos, en el lado opuesto, encontramos normas que a
través de
Vicente Ramó n Roca N8-18 y Av. 6 de diciembre
Edif. Ponce García, oficina 2A
022541139 / 022524198
estudiojuridico@rivadeneiraabogados.com
la llamada jornada especial diferenciada se pretende establecer una jornada
disminuida que arrebate parte del salario de los servidores públicos, poniendo en
inminente situación de vulnerabilidad a miles de servidores públicos y sus familias.
B) Esta jornada especial diferenciada que en realidad significa una jornada laboral
disminuida temporal, violenta el principio de intangibilidad de los derechos de los
trabajadores del sector público, menoscabándolos, dividiéndolos, quebrantándolos.
Es entonces necesario recalcar que el presidente de la República no puede, en
ejercicio de su facultad de expedir actos normativos de efectos generales, violentar
de tal forma el derecho al trabajo y vida digna de los servidores públicos.
Los actos normativos de carácter general demandados por las razones expuestas no
se alinean a los compromisos internacionales a los que el Estado está obligado a
cumplir, conforme al Convenio de Viena de Derecho de los Tratados. En tal virtud, la
obligación de la adecuación de las normas que permitan el goce pleno y efectivo a
los derechos y libertades consagrados en la Convención Americana de Derechos
Humanos se constituye en responsabilidad y obligación del Ecuador, y por tanto de
sus funcionarios y delegatarios.
6. Pretensión
7. Audiencia Pública
Atentamente,