Estado Neoliberal
Estado Neoliberal
Estado Neoliberal
Sin embargo, para entender mejor que es y como se forma el Estado Neoliberal
en Argentina, debemos remontarnos a 1976, año en el que inició una dictadura
cívico-militar que gobernó a la República Argentina desde el golpe de Estado del 24 de
marzo, ejecutado por las Fuerzas Armadas y sectores civiles, principalmente del
empresariado y la Iglesia Católica. El golpe derrocó a todas las autoridades
constitucionales, nacionales y provinciales.
Y además, hubo una desregulación del Mercado: Se llevó a cabo una fuerte
apertura comercial que aceleró y aumentó el ingreso de producción importada, que pasó
a competir contra la producción local a precios inferiores. Esta práctica implicó un
fuerte ajuste al sector productivo y el cierre de numerosas empresas con aumento del
desempleo.
Si bien De la Rúa llegó con la promesa de mejorar las instituciones, pocos meses
después de asumir, su gestión fue acusada de sobornar a senadores para aprobar una ley
de reforma laboral y este suceso derivó en la renuncia de "Chacho" Álvarez. Al tiempo
de su salida, la titularidad provisional del Senado quedó en manos del peronista Ramón
Puerta.
En el año 2006, el Gobierno promulgó la ley 26.063, que, entre otros puntos,
permite descontar de la base imponible del impuesto a las ganancias los montos pagados
por salario y cargas sociales al personal doméstico.
El paro agropecuario, lock out y bloqueo de rutas en Argentina de 2008 fue otro
extenso conflicto, en el que cuatro organizaciones del sector empresario de la
producción agro-ganadera en la Argentina (Sociedad Rural Argentina, Confederaciones
Rurales Argentinas, CONINAGRO y Federación Agraria Argentina), tomaron medidas
de acción directa contra la Resolución n.º 125/2008, dictada por el ministro Martín
Lousteau, durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, que establecía un
sistema móvil para las retenciones impositivas a las exportaciones de soja, trigo y maíz.
La medida patronal se extendió por 129 días, desde el 11 de marzo de 2008 hasta
el 18 de julio del mismo año. Al conflicto se le sumó un paro de los empresarios
transportistas con bloqueo de rutas, que agravó la situación y el abastecimiento de las
ciudades.
El 3 de octubre de 2008, las patronales declararon un nuevo paro por seis días
con cortes parciales de rutas en caso de ser
necesario, esta vez para reclamar la completa
anulación de las retenciones a la exportación.
El Senado sancionó la reforma del sistema previsional argentino, una ley que
implica la desaparición de la jubilación privada y las AFJP y la extraordinaria
transferencia de 74.000 millones de pesos a manos del gobierno de Cristina Kirchner, a
partir del 1° de enero de 2009.
Originalmente la idea era que el bicentenario se celebre durante todo 2010, pero
después las actividades se prorrogaron hasta 2016, para integrar los festejos de los otros
aniversarios: el éxodo jujeño, la creación de la bandera y la declaración de la
independencia. En principio, la Presidente, había incluído dentro de las actividades la
realización de una Feria de Ciencia y Tecnología, con una dimensión menor y en un
centro de exposiciones. Luego del fenómeno que resultó el “Paseo del Bicentenario” en
la Avenida 9 de Julio, durante la semana de mayo de 2010, donde la gente se apropió
del espacio público y se la veía disfrutando y participando, se decidió buscar una
locación que permitiera dar curso a ese tipo de participación. Así se trabajó para la
realización de Tecnópolis, Feria de Arte, Ciencia y Tecnología, en la zona de la Facultad
de Derecho de la UBA, Canal 7, la Biblioteca Nacional, el Museo Nacional de Bellas
Artes, y los parques circundantes. Pero a menos de 30 días de la fecha estipulada, el
Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, denegó la autorización para realizar
la muestra. Sin embargo, redoblamos la apuesta y finalmente decidieron utilizar este
lugar donde funcionaba el Batallón 601 de Villa Martelli.
Fútbol para todos, también conocido como FPT, fue un programa gubernamental
de la Argentina, dependiente de la Secretaría de Comunicación Pública que se dedicaba
a la transmisión de partidos de fútbol de forma gratuita (financiada con fondos públicos,
lo que generó mucha controversia en sectores opositores al kirchnerismo). Fue creado
en 2009 por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y finalizado en 2017 por la
vuelta del sistema codificado, debido a que el gobierno de Mauricio Macri decidió no
continuar financiando con el estado la televisación gratuita. En 2022 el senador nacional
por el kirchnerismo Oscar Parrilli propuso que regresara el FPT a la TV Pública, pero
terminó en un fracaso debido a que una de las empresas encargadas de la televisación
ESPN, propiedad de Disney, decidió no ceder más de dos partidos por fecha.
“Conectar Igualdad'' fue una iniciativa del gobierno de Argentina, con el fin de
entregar netbooks a estudiantes y docentes de secundaria de escuela pública, educación
especial y de institutos de formación docente. El programa “Una Computadora para
cada Alumno'', tuvo un giro inesperado y se modificó radicalmente cuando fue
reconvertido en la primera fase del Programa Conectar Igualdad en abril de 2010
durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
El 27 de octubre de
2010 murió el ex Presidente
Néstor Kirchner, quien
presidió los destinos de la
Nación entre 2003 y 2007.
Los logros de su gestión ante
el desafío de sacar adelante
al país, que estaba inmerso
en una profunda crisis
económica y
política-institucional, se caracterizaron por la reducción de la pobreza y el desempleo, el
desendeudamiento, la reactivación de la industria nacional y una activa política de
promoción de los derechos humanos.
Es una ley que amplía los derechos de los pacientes y de sus familiares al
permitirles decidir sobre los alcances de los tratamientos terapéuticos en caso de
enfermedades terminales, irreversibles o incurables. De esta manera, cuando la ley fue
promulgada por el Ejecutivo, los pacientes podrán optar por evitar el “encarnizamiento
terapéutico”, que prolonga la vida aun cuando no existen perspectivas de mejoras sobre
la salud. Entre otros cambios, se descartó la aplicación de penas a los médicos que
asistan al paciente a cumplir su voluntad.
La iniciativa, aprobada en noviembre por Diputados, introdujo modificaciones y
agregó un artículo en la ley 26.529 de Derechos del Paciente, que fue sancionada en
2009. La nueva redacción respetó el principio de “autonomía de la voluntad” al señalar
que “el paciente tiene derecho a aceptar o rechazar determinadas terapias o
procedimientos médicos o biológicos, con o sin expresión de causa, como así también a
revocar posteriormente su manifestación de la voluntad”. En caso de que exista una
limitación física o psíquica, podrán dar su consentimiento el cónyuge o conviviente, los
hijos mayores de 18 años, los padres u otros familiares con lazo de consanguinidad.
En marzo del mismo año ocurrió el Tarifazo del 2016, en donde el ministro de
transportes del gobierno macrista, anunció el aumento y dolarización de las tarifas de
agua, energía eléctrica, combustibles y transporte público, previo a los festejos del
Bicentenario de la Independencia Argentina, siendo así el mayor aumento de las tarifas
de la historia reciente, ocasionando una amplia impopularidad por parte de la población
argentina.
Lo que nos pasa es, obvio decirlo, mucho más que el coronavirus. Lo que pasa
es que la crisis de la salud y de la educación –ésta en un sentido amplio, más amplio al
del significante que se menta de ordinario al escribir “salud”-, a la vez que avanza la
pandemia, se “invisibiliza”, incrementando paroxísticamente (de inicio y final brusco)
el ya instalado efecto de que todo lo malo que suceda en adelante queda en manos de
“uno”.
El carácter estructural de las dificultades en Argentina es el resultado de un
conjunto de decisiones políticas y económicas que tienen tanto un componente externo
como unas particularidades internas. A través de este recorrido histórico, hemos
querido mostrar que, en efecto, uno de los elementos que distinguen a Argentina de
otros países es el rechazo a la violencia política estatal que devino parte del sentido
común, no específicamente porque en estas décadas no haya habido represión e incluso
muertos en protestas sociales, sino que el grado de esa represión y de la violencia
política ha sido menor que en otros países, y que en varias ocasiones la muerte de
protagonistas de protestas ha abierto crisis políticas e institucionales. Ese legado se
tradujo en el emblemático Juicio a la Juntas (militares) en 1985, en la derogación y
anulación de todas las leyes de impunidad aprobadas en los años 90, en 2003, y en el
hecho de que en la actualidad haya más de 700 presos por crímenes de lesa humanidad.
Las crisis argentinas y las respuestas populares ante ellas enseñan algo relevante
para la situación actual. Durante las crisis crece una multiplicidad de acciones de la
sociedad que apuntan a diferentes salidas y soluciones. Al mismo tiempo, existe una
heterogeneidad de actores sociales, y así, se despliega una disputa política por su
resolución. En el corto plazo, una crisis puede resolverse en dirección a un
fortalecimiento de la democracia, de los derechos humanos, como en el caso de 1983.
Pero también, ante respuestas populares sin potencialidad política como en 1989, puede
ser resuelta desde arriba con la instauración de un programa neoliberal que establece
una hegemonía que se prolonga por muchos años. O puede implicar, como en 2003, la
apertura de un ciclo posneoliberal que solo puede ganar legitimidad mediante políticas
económicas y sociales que disminuyan
drásticamente los procesos de
exclusión social anterior.