Morna Mcledos
Morna Mcledos
Morna Mcledos
La obra Nietas del fuego, creadoras del alba: luchas en las ONG que surgieron después de la firma de la
político-culturales de mujeres mayas, de Morna Ma- paz, sin olvidar un contexto favorable de reconoci-
cleod, publicada por FLACSO, Guatemala, en el año miento de derechos específicos, desde el marco del
2011, tiene como origen la tesis doctoral que la auto- derecho internacional, que ha tenido consecuencias
ra defendió en 2008. En el libro se ofrece un original en el país, por lo que cada vez las mujeres están más
recorrido sobre algunas de las principales luchas po- presentes en los espacios públicos. Se asiste a un
lítico-culturales que actualmente despliegan mujeres despertar de su ser social, de su ser mujer. Se han
mayas de Guatemala. La información de campo fue convertido en actoras sociales por derecho propio.
recogida principalmente en 2003 y 2009, aunque lo En este tiempo, se han destacado excepcionales mu-
sostiene una larga experiencia de la autora, como jeres mayas como Rigoberta Menchú, Otilia Lux
oficial en una agencia de cooperación en ese país, de Cotí, Rosalina Tuyuc, Manuela Alvarado entre
trabajando con organizaciones mayas. muchas otras, algunas de las cuales son voces que
Las discusiones que se abordan en el libro ocurren están presentes en el libro. Todas ellas, sin embargo,
en un contexto que, al situarse en las últimas dos tienen que librar batallas todos los días en el campo
décadas, coincide con la emergencia del movimien- político-cultural. De algunas de esas batallas, conta-
to indígena en América Latina, desde el movimiento das en voz de dos decenas de mujeres, trata el libro
500 Años de Resistencia Indígena. En esa coyuntura de Morna Macleod.
se abrió un espacio que iba más allá de las luchas En estas páginas se analiza la producción de pen-
agrarias y las demandas económico-sociales, y colo- samiento y las luchas político-culturales, identitarias
có la cultura y la identidad de los pueblos indígenas y anticoloniales de 20 mujeres mayas, intelectuales,
en el centro de sus reivindicaciones. Es el momento profesionales, la mayoría urbanas, con largas trayec-
de la firma de la Paz en Guatemala (1996). Coincide torias organizativas y sobre todo pensadoras y gene-
también con el final del periodo de regímenes mili- radoras de conocimiento, en la reflexión de su propia
tares y con la consolidación del neoliberalismo en realidad. Estas voces (cuya diversidad de miradas es
la región. una cuestión metodológica central, toda vez que el
Las mujeres mayas han sido importantes protago- conocimiento se reconoce como situado, y lo dicho
nistas en esos momentos históricos. Como resultado por cada una de ellas se hace desde el lugar de enun-
de una presencia constante, han ganado reconoci- ciación de quien habla) cuestionan su opresión como
miento como sujeto social específico. En los últimos indígenas y como mujeres, insertas en un contexto
años, han tenido un mayor acceso a la educación; de profundas desigualdades en la distribución de ri-
otras se han formado en procesos organizativos des- queza e ingreso y de exclusiones, en una sociedad
de la sociedad civil, y otras más se han incorporado profundamente racializada como la guatemalteca.
ISSN 1870-4115
junio 2014-noviembre 2014 • pp. 35-33 volumen 9 • número 17
PROIMMSE
Revista Pueblos y fronteras digital • volumen 9/número 17 134 junio 2014-noviembre 2014 • ISSN 1870-4115
Además de las secciones de introducción, prólo- gerir que las mujeres podrían estar mucho mejor si
go y reflexiones finales, la obra está compuesta por desapareciera la cultura en la que nacieron, y ellas se
cinco capítulos. Todos están cruzados por el análisis integraran a la cultura menos sexista que las rodea.
de las tensiones que se producen entre discursos, po- La autora observa una tendencia entre algunas
siciones e ideologías, que contienen sentidos de re- académicas, a las que identifica como «feministas
gulación sobre las mujeres indígenas; en tensión con universales», y entre los organismos de cooperación
los discursos, posicionamientos y planteamientos internacional (con visión «misionera»), los cuales
desde las propias mujeres indígenas que hablan, que consideran que «la cultura es mala» para las muje-
contienen luchas de emancipación a esa regulación. res indígenas, y niegan los sentidos emancipatorios
La autora retoma la propuesta teórica de Boaventura o de resistencia de las luchas identitarias. Con estas
de Sousa Santos, quien distingue entre el carácter re- hipótesis en mano, Morna Macleod entrevistó a 20
gulatorio o emancipatorio de las políticas de recono- mujeres para preguntarles su posición al respecto.
cimiento de los pueblos indígenas. Sin embargo, el De las entrevistas realizadas, la mayoría de ellas
binomio regulación/emancipación se matiza desde la valora los avances del movimiento maya al romper
propia voz de las mujeres, quienes en su lucha diaria el silencio y las barreras en que vivieron los indí-
y cotidiana hacen esfuerzos por resignificar aquellos genas por más de cuatro siglos. Al responder a las
preceptos con sentido regulatorio, intentando rese- preguntas de la investigadora, rechazaron la hipó-
mantizarlos con sentidos emancipatorios. La autora tesis de la reclusión por motivos culturales, siendo
se ocupa de visibilizar y reflexionar respecto de esos ésta principalmente, cuando ocurre, resultado de la
esfuerzos de resignificación y resemantización. situación de exclusión estructural, de marginación,
En el primer y segundo capítulos, que tienen de un sistema que no garantiza el acceso de las mu-
por título «Mujeres, cultura y nacionalismo maya» jeres a la educación ni a la salud ni a otros dere-
y «Traje: identidad cultural y bandera de lucha», chos fundamentales. Ninguna de ellas aceptó que la
respectivamente, Macleod debate con distintas au- cultura fuera un peligro y mucho menos que llegara
toras para quienes la conquista de derechos colec- a ser violatoria de sus derechos humanos; cerraron
tivos indígenas se han constituido en un «peligro» filas con el nacionalismo maya, al que todas ellas se
o «problema» para las propias mujeres indígenas, adscribieron, y manifestaron su deseo real de «hacer
al asignarles roles de «guardianas de la cultura» o perdurar su cultura».
«guardadoras de las fronteras», lo que implica re- En sus respuestas separaban su crítica y deslinda-
clusión en la comunidad y el reforzamiento de re- ban al machismo de la cultura. Con la formulación
laciones asimétricas de poder entre las mujeres y «los mayas son machistas por ser hombres, no por
los hombres de esos colectivos. Angela Meentzen y ser mayas», rechazaban el machismo sin descali-
Maruja Barrig, al referirse a comunidades rurales, ficar su propia cultura. Sin embargo, no omitieron
argumentan también que al asignarse a las mujeres manifestar que las mujeres mayas tienen frente a sí
indígenas roles de «guardianas de la cultura» deben muchas batallas por librar, incluyendo opresiones
de permanecer recluidas en el ámbito privado y del que existen dentro de las comunidades; por lo que
hogar, en virtual enclaustramiento, y se les niega el deben enfrentar «una lucha integralmente emancipa-
derecho a elegir a su pareja y el lugar donde deseen dora», que se oponga a todas las opresiones. Porque
vivir. Medidas todas ellas que tienen un claro senti- todas estas se encuentran tejidas como si fueran una
do regulatorio. «trenza» (opresión de género; opresión de clase y
Macleod debate también con lo que sostiene opresión racial), según metáfora que usó Irma Ali-
Susan Okin (1999), en su texto Is Multiculturalism cia Velásquez, reconocida académica, quien opinó:
Bad for Women? (¿Es malo el multiculturalismo «Creo que las mujeres mayas no van a poder avanzar
para las mujeres?). Okin hace una defensa del libe- en espacios de lucha amplias, si no empiezan por
ralismo y de las mejoras que han logrado las muje- liberarse dentro de sus espacios colectivos» (p. 47).
res en las sociedades occidentales; también hace una Todas las entrevistadas coincidieron en cuestionar
dura crítica de los derechos colectivos, pues estos, a los liderazgos de las organizaciones mayas domina-
su juicio, vulneran los derechos individuales de las das por varones, al toparse con la falta de espacio y
mujeres. De acuerdo con Macleod, Okin llega a su- de valoración de los aportes de las mujeres. La mis-
Revista Pueblos y fronteras digital • volumen 9/número 17 135 junio 2014-noviembre 2014 • ISSN 1870-4115
Revista Pueblos y fronteras digital • volumen 9/número 17 136 junio 2014-noviembre 2014 • ISSN 1870-4115
como mujeres. Lo anterior ha fortalecido la argu- que han sufrido sus agendas al correr de los años.
mentación de las mujeres mayas, al poner la disputa Más allá de esas diferencias, todas ellas comparten
en sus propios términos culturales. una condición común: son organizaciones en las que
Los capítulos cuatro y cinco tienen por título participan únicamente mujeres mayas; se organizan
«Género, mujeres diversas y alianzas» y «Trayecto- solas. Esto es así porque, a decir de la autora, estas
rias y quehaceres de tres organizaciones de mujeres mujeres no encontraron aceptación, espacio ni reco-
mayas», respectivamente. En estos capítulos se da nocimiento en las que antes habían participado: ni
cuenta del camino que han tenido que transitar y en las organizaciones mayas mixtas, regularmente
disputar las mujeres mayas para poder elaborar su lideradas por hombres, ni en las de mujeres no in-
propia construcción teórica y política del concepto dígenas. En ese caminar, en su soledad, han podido
de género, en un proceso de disputa de la literatura construir muchos de los conceptos y reflexiones que
feminista, en donde las mujeres mayas han reseman- han quedado plasmados en este libro.
tizado los conceptos, realizando un proceso selecti- En la última parte, la autora nos presenta minibio-
vo de apropiación y resignificación de los discursos grafías de las 20 mujeres que son las protagonistas
emitidos desde la academia y/o desde las organiza- centrales de este libro. En este punto se echa de me-
ciones de mujeres no indígenas. Los conceptos de nos la fotografía de cada una de ellas, para conocer-
complementariedad-dualidad y equilibrio son, desde las, pero las biografías de todas ellas son fascinantes.
el punto de vista de Macleod, una traducción de los Por último, en la reflexión final, al retomar el eje
planteamientos de género a un enfoque culturalmen- analítico del volumen, Morna Macleod concluye
te apropiado. En el capítulo tres las mujeres mayas que las políticas de reconocimiento contienen las
entrevistadas relatan sus travesías en las teorías fe- dos posibilidades: la regulación y la emancipación;
ministas y en las organizaciones de mujeres. En sus todo depende de la agencia social y de la posibili-
relatos marcan sus distancias y conflictos con los dad que los pueblos indígenas tienen para convertir-
llamados «feminismos universales» que homogenei- se en sujeto social. El libro de Morna Macleod nos
zan a las mujeres; y admiten su mayor cercanía con muestra claramente que cuando eso ocurre, como es
los «feminismos de la diversidad», que parten del el caso de las 20 mujeres mayas que hablan en este
reconocimiento de las muchas maneras de ser mujer; libro, eso es posible. Y nos invita a buscar el matiz
y de las distintas formas, culturalmente situadas, de y abandonar el pensamiento dicotómico de regula-
construir el género. ción versus emancipación, ya que ambas están allí,
Muchas de las mujeres entrevistadas por Macleod, siempre presentes. Depende del sujeto social; por
son militantes y/o directivas de las pocas –pero algu- ejemplo, estas mujeres mayas, que hacen posible te-
nas de ellas longevas y exitosas– organizaciones de jer pensamientos de emancipación en donde otros y
mujeres mayas en Guatemala, que han surgido desde otras ven únicamente regulación.
la década de los noventa del pasado siglo. Tres son las La obra de Morna Macleod es una contribución
organizaciones protagonistas del capítulo cuatro: el importante a los llamados «feminismos de la di-
Comité Femenino Municipal (CFM)/Asociación Mu- versidad», al mismo tiempo que aporta ejemplos
jer Tejedora del Desarrollo (Amuted); la Asociación concretos de estrategias metodológicas que bus-
Política de Mujeres Mayas Moloj Kino’jib’al Mayib’ can construir nuevas relaciones entre la antropolo-
Ixoquib’ y Mujeres Mayas Kaqla. Todas ellas relatan gía y las mujeres indígenas; en donde estas dejen
las condiciones que hicieron posible su surgimiento, de ser «informantes» y su voz llegue a tener pleno
su participación en distintos procesos y los cambios reconocimiento.