Romancero Gitano Apuntes

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FEDERICO GARCÍA LORCA, ROMANCERO GITANO. La imagen del pueblo gitano.

- Los
personajes protagonistas.- Los temas trágicos.- Los símbolos.- Las técnicas narrativas y
el estilo.

LA IMAGEN DEL PUEBLO GITANO

La imagen del pueblo gitano en el Romancero gitano, de Federico García Lorca


El Romancero gitano es una obra poética escrita por Federico García Lorca, uno de
los autores más destacados de la Generación del 27, en 1928, y publicada por la
revista-editorial Revista de Occidente. Está compuesta por dieciocho romances,
con temas como la noche, la muerte, el cielo, la luna... Todos los poemas tienen algo
en común: tratan de la cultura gitana.
La obra se sitúa en lo que se ha dado en llamar Neopopularismo. El Romancero
gitano transcurre entre dos motivos centrales, Andalucía y los gitanos, tratados de
manera metafórica y mítica. Lorca no era gitano, pero veía en este pueblo un motivo
poético poderoso, por su nomadismo, por su marginación, por su personal idiosincrasia,
por su temperamentalidad, por su destino trágico...
El autor conocía bien el sentimiento de ser incomprendido, ya que reconocer
abiertamente su homosexualidad, ante sus padres o ante el público en general, "salir del
armario" en definitiva, era algo que le asustaba y a lo que temía enfrentarse. Es por ello
por lo que siente simpatía por los sufrientes gitanos, maltratados y perseguidos por
la cultura paya. Hay que decir, por otro lado, que Andalucía era en tiempos de Lorca -
y sigue siendo hoy- la región española en la que viven más gitanos. La cultura popular
andaluza está imbuida de la impronta gitana; llamar a alguien gitano o gitana en
el Sur es dedicarle un cumplido.
Lo cierto es que incluso sus amigos de la Residencia de Estudiantes, en Madrid, se
burlaban de él. O al menos, así lo vivía el poeta, pues en 1929, un año después de
su Romancero, hizo Luis Buñuel su primer filme, Un chien andalou (Un perro
andaluz), plenamente surrealista, con guion de Salvador Dalí, y Lorca pensaba que el
perro andaluz era él, pues a sus amigos no les gustaba nada el Neopopularismo en el
que creía el poeta granadino. Téngase en cuenta que, al año siguiente, en
1930, Lorca quiso congraciarse con sus amigos publicando Poeta en Nueva York,
poemario claramente inclinado por las metáforas surrealistas.
El enfrentamiento entre la etnia gitana y las fuerzas del orden público (los guardias
civiles) se plasma en muchos de los poemas lorquianos. Así, el Romancero es la
realidad gitano-andaluza elevada a la categoría de mito. Hoy en día, también
los cantaores flamencos han expresado perfectamente esa angustia gitana en los versos
de sus canciones. El flamenco y Lorca han sabido expresar de modo universal la
angustia del pueblo gitano.
En la obra aparecen una serie de personajes al margen del mundo convencional, que
buscan la felicidad y el amor. No llegan a alcanzarlos, porque se encuentran destinados
a la muerte, a la tragedia. Este destino o hado maléfico generará una atmósfera
misteriosa y sensual en el Romancero gitano. Todo son símbolos, premoniciones de
un final sangriento y cruel.
Los tres primeros poemas del poemario ("Romance de la luna, luna"; "Preciosa y el
aire"; "Reyerta") hablan sobre el enfrentamiento del mundo gitano con esos temas
míticos ya citados.

 En el primer poema, que cuenta la historia de un niño seducido por la luna, el tema
es la muerte.

 En el segundo, el deseo y el instinto masculino; el afán de posesión de la hembra,


representado aquí por el viento. Una joven gitana es acosada por un viento lleno de
deseos lascivos.
Los gitanos no son más que un tema literario para Lorca, un poeta total. Por tanto, él
no va a dar en su obra un testimonio documental, sino que se sirve de ellos, los utiliza
de alguna manera como un instrumento para mostrar su mundo y sus propios
problemas, sus frustraciones y pulsiones reprimidas. El mundo gitano que nos presenta
es acaso imaginado, pero de una irrefrenable fuerza poética.
Es precisamente este trasfondo de tragedia, de destino trágico de los gitanos, mezclado
con la sensualidad árabe-andaluza de la simbología lorquiana, lo que los convierte
en héroes épicos.
Desde el punto de vista antropológico, el planteamiento de defensa de lo gitano en
el Romancero gitano de Lorca enlaza con la pugna que ha habido desde los albores de
la humanidad entre nómadas y sedentarios. Antes del bajo Neolítico, las tribus
humanas eran nómadas, cazadoras, practicaban matrimonios endógenos (entre
miembros del mismo grupo) y tenían un régimen de comunitarismo primitivo, cercano
al socialismo o a la forma de vida de las comunidades cristianas de base. Pero todo
esto cambió al convertirse la sociedad en sedentaria, practicarse los matrimonios
exógenos, cultivarse la agricultura y la ganadería y aparecer
los derechos de propiedad privada hereditaria, con los conceptos de defensa del
territorio y de fortificación defensiva. Desde entonces, los pueblos incapaces de
acomodarse al nuevo régimen social y hacerse sedentarios han vivido relegados y
privados de las comodidades del desarrollo. Los gitanos son los representantes de esos
pueblos marginados y obligados a la asimilación; de ahí que ellos se resistan al modo de
vida payo, homologado para ellos con el orden, la ley, el sedentarismo y los derechos de
propiedad. Un sistema social que, en su perspectiva, significa privación de libertad,
renuncia a la identidad propia y derrota de su manera de vivir. De ahí surge la rebeldía
del gitano, su destino trágico y su pena negra, que Lorca refleja tan magníficamente
en el Romancero gitano.

LOS PERSONAJES PROTAGONISTAS

Los personajes protagonistas del Romancero gitano, de Federico García Lorca


Aunque el gran personaje protagonista del Romancero lorquiano son los gitanos, en
el poemario se destacan algunos personajes con nombres y apellidos. Podríamos decir
que estos personajes son tipos individuales, pero representan de alguna manera
a todos los gitanos. Son seres instintivos en los que destaca el primitivismo, el
sentimiento de la libertad, la autenticidad vital, frente a sus enemigos, los guardias
civiles, que son siervos de la ley y de una vida más anodina, menos salvaje y
aventurera. Lorca, que no era gitano, encontró en este pueblo nómada un motivo de
inspiración poética.
Existen tres personajes principales, dos físicos y uno alegórico o simbólico:

 La mujer (gitana).
 El gitano, el cual atraviesa todos los romances.
 Y la "pena negra", que es una imagen simbólica personificada.
También podríamos añadir otros dos personajes más, uno colectivo y otro alegórico:

 El cuarto personaje, colectivo y opresor, es la guardia civil,


la antagonista inevitable del gitano, la servidora de la ley y el orden de la cultura
paya.
 El quinto personaje, alegórico, es Andalucía entera, la tierra natal del
poeta. Andalucía es un espacio a la vez real y alegórico en el poemario. Es
el espacio que refleja el alma del poeta y al que él quiere poetizar. Lorca quiere
describir esa pena negra que habita en el modo de ser de los gitanos, médula del
sentimiento andaluz. Los olivares, los bosques, el río y sus orillas pasan de lo real a
lo sobrenatural. Aparecen tres ciudades reales: Granada, Córdoba y Sevilla,
descritas cada una desde la subjetividad del poeta como paisaje imaginado o
sentido, más que como paisaje visto. Granada, como ciudad natal del poeta, se
convierte en el espacio integrador, en la esencia del andalucismo.
La mujer
La mujer aparece descrita detalladamente tanto física como psíquicamente en el
poemario. Es también primaria y pasional, víctima como el gitano del deseo, el dolor y
la muerte. Son personajes débiles ante las dificultades, haciendo con ello que
el personaje masculino cobre más fuerza. Están subyugadas por el hombre, sometidas
al varón. Lorca las describe con melena de pelo negro, como algo muy sensual y
erótico. Soledad Montoya o la monja gitana son las representaciones de lo que
significa la mujer para los gitanos: presas, sometidas, sin libertad en el monasterio o en
la vida. También Preciosa, tocando su "luna de pergamino" (la pandereta) y violentada
por un viento violador, agresivo, que la asusta enormemente porque le levanta la falda,
es encarnación de la mujer gitana. Destaca igualmente Rosa la de los Camborios en el
"Romance de la Guardia Civil española".
La mujer gitana vive inmersa en la soledad y la pena. Ninguna de ellas, salvo la gitana
de “San Gabriel ”, que experimenta el goce maternal, es feliz. Siempre son
las víctimas, como el niño de la fragua al que visita la muerte (en "Romance de la
luna, luna").
En "Romance sonámbulo", la mujer es la amante que espera la llegada imposible del
hombre, mientras se deja hipnotizar por la luz de la luna. Son por eso una pareja zombie,
muerta en vida, sonámbula, privada de la consciencia total.
En “La casada infiel”, el sexo ilícito, prohibido, hilvana el poema.
En “Romance de la pena negra”, Soledad Montoya simboliza precisamente esa
soledad transformada en el dolor que deriva de la pena negra. Su propio nombre es
un símbolo de su condición maldita. Hay también muchas imágenes de connotaciones
funestas: "azabache", "noche", "cauce oculto", "madrugada remota", "mar", etc.
En “Thamar y Amnón”, aparece de nuevo el sexo prohibido, el tabú, el tema
del incesto (presente en la literatura universal, al menos, desde Edipo Rey,
de Sófocles).
Entre los personajes femeninos podemos distinguir varios perfiles:

 Míticos, como la monja y la casada infiel.

 Literarios, como Preciosa, que aparece en “Preciosa y el aire”, donde su


inocencia y su frescura despiertan el deseo libidinoso del viento.

 Bíblicos, como Thamar en "Thamar y Amnón".

 Reales, como Santa Olalla o las gitanas protagonistas del "Romance sonámbulo" y


del "Romance de la pena negra" (Soledad Montoya).

 Elementos de la naturaleza personificados, como la luna,


una antropomorfización del personaje femenino que rige el destino trágico del
hombre (la Muerte). Es el arquetipo de la feminidad trágica, la femme fatale, cuya
presencia remite de modo directo a la muerte. Su luz embrujadora tiene un efecto
letal (como los cantos de las sirenas en los marineros). Es una asociación constante
en la obra.
El gitano
Mantiene una actitud generalmente activa. Las que se quejan o lamentan en la obra, las
que manifiestan una actitud pasiva, son las mujeres. Los hombres representan rasgos
de madurez, sensatez y capacidad de reacción. Destaca la ausencia casi total
de descripciones físicas de los hombres (salvo la alusión a su tez aceitunada, verdosa,
o su porte garboso, su dignidad gitana).
El gitano, pues, concebido como un personaje trágico, vital y mítico, representa
la fantasía, la libertad y la transgresión. Vive al margen de la sociedad, ya que ésta
no le interesa. Es un ser antisocial, marcado por las pasiones primarias. El sexo,
la violencia, la muerte y, sobre todo, su destino trágico marcan su vida. El valor,
la ausencia de miedo, es otra de sus características. La gran asociación a lo
masculino es el viento, que representa la lujuria, las primitivas corrientes sexuales no
sometidas a ningún control, lo telúrico-sexual.
El gitano representa los impulsos naturales, lo espontáneo; es también el prototipo
del hombre libre en lucha con las fuerzas que representan la coacción y
la represión (la Guardia civil). A raíz de esa confrontación, es un personaje abocado a
la muerte, que vive inmerso en un conflicto vital: el del hombre que trata de afirmar
su individualidad frente al mundo. Así pues, no puede escapar de su destino
trágico porque su mundo se debate entre la vida y la muerte.
Destacan entre los gitanos el nombre de Antonio Torres Heredia, "Antoñito el
Camborio", hijo y nieto de Camborios. Aquí se observa la mitificación que
hace Lorca del personaje. Aparece en dos romances, "Prendimiento de Antoñito el
Camborio en el camino de Sevilla", donde la guardia civil lo detiene usando la excusa
de robar limones, y "Muerte de Antoñito el Camborio". También destaca Juan
Antonio el de Montilla, el cual aparece muerto lleno de heridas tras una disputa, debido
a las cartas y al juego.
"Los otros": la Guardia civil
Vienen representados en el Romancero... fundamentalmente por la Guardia civil,
un personaje colectivo que simboliza la opresión. Representa el mundo civilizado,
regido por unas leyes de las cuales quieren escapar los gitanos, ya que éstas no rigen su
mundo. La Guardia civil implica la civilización, la sujeción a unas reglas que chocan
frontalmente con la concepción individualista y el valor de la libertad –la libertad
entendida como libertad de acción individual- que posee el gitano. El gitano y
la Guardia civil son la representación antropomórfica del debate
entre primitivismo y civilización, entre lo instintivo y lo social,
entre espontaneidad y represión.
La "pena negra"
Según el propio Lorca, es “el auténtico protagonista de la obra” y aparece en el alma de
los personajes, quienes, a pesar de sus tremendas ganas y su voluntad firme por vivir,
sucumben ante esa fuerza incontrolable. La pena negra es el sentimiento que cruza
todo el libro. Una personificación que nada tiene que ver con la nostalgia. Un
sentimiento propio del pueblo andaluz que planea sobre todos los personajes. En
última instancia, la pena negra es la muerte y la muerte es el destino final de los
personajes.
Andalucía
En realidad, como dijo el propio Lorca, el protagonista
del Romancero... es Andalucía entera, encarnada en el pueblo gitano, que la
simboliza; esa Andalucía que canta desde lo "jondo" del corazón su dolor y
su pena milenaria, por causa de un destino trágico que la persigue como el perro a su
amo.

LOS TEMAS TRÁGICOS

Los temas trágicos en el Romancero gitano, de Federico García Lorca


A lo largo del Romancero gitano (1928), podemos ver que todo está rodeado por una
envoltura de tragedia, amargura y muerte. Ello se puede apreciar en la mayoría de los
poemas como, por ejemplo, los dedicados a Antoñito el Camborio, al que
primeramente apresa la Guardia civil (en "Prendimiento de Antoñito Camborio"), lo
que ya da mal fario -los gitanos son enemigos irreconciliables de los guardias civiles-,
y después muere a manos de sus primos (en "Muerte de Antoñito el
Camborio"). Antoñito es así presentado como un nuevo Cristo gitano, primero
prendido y después, trágica y alevosamente muerto en batalla desigual.
El destino de los gitanos es inequívocamente la muerte. Le ocurre también a Juan
Antonio el de Montilla, en el romance "Reyerta", muerto por otros gitanos en un duelo
de navajas. Ni siquiera los niños gitanos se salvan de su destino cruel, como ocurre en
"Romance de la luna, luna", donde la luna (la muerte) va a la fragua a buscar al niño
y se lo lleva con ella.
Sin embargo, ni siquiera esos presagios de muerte que acompañan al gitano desde la
cuna le hacen perder su dignidad y su valor: Antoñito el Camborio aparece en el
poema caracterizado por su andar garboso, "con su vara de mimbre", señal de poderío,
de tronío. El gitano no se arredra ante su destino adverso y lo arrostra con la serenidad
de los héroes.
En cuanto a las mujeres, su destino también es trágico, son generalmente víctimas de
la masculinidad instintiva del gitano, de su violencia genital. Aparecen o bien llorando
por la muerte de alguno de los suyos o bien acosadas, perseguidas por esa violencia
ineludible, como ocurre en "Preciosa y el aire", donde
el viento es símbolo del maltratador o el violador.
Los guardias civiles son los antagonistas de los gitanos: los persiguen, cargan contra
ellos, los detienen, como se ve en el "Romance de la Guardia civil". En ocasiones,
acuden con el juez para el levantamiento de cadáveres y la realización de atestados.
Ellos representan el orden y la ley, son el brazo armado de un mundo agresivo con
el gitano, un mundo que los desprecia, humilla y acorrala.
A García Lorca, a diferencia de los poetas vanguardistas de su generación (que
representan la realidad como una serie de abstracciones mentales), le gustaba servirse
de imágenes sensoriales para convertir eventos ordinarios en un mundo mágico y
misterioso, instintivo, telúrico, racial. Veía en esto la clave de la elaboración poética. Es
por ello por lo que hay tantos símbolos de muerte, violencia y tragedia en su
poemario. Por ejemplo, los "ángeles negros" y la "luna" (presagios de la muerte), el
"viento" (encarnación de la violencia masculina), la "pena negra" (símbolo
del dolor universal, perenne, del gitano y de Andalucía toda)... La raza gitana se
asocia al amarillo, al verde, al color aceitunado, pero, dado que su destino es trágico,
el color verde acaba teniendo connotaciones de muerte.
En definitiva, podríamos decir que todo en el Romancero gitano connota la tragedia y
la muerte a las que parece estar destinado el pueblo gitano. Lorca los mitifica,
convierte a los gitanos en héroes y, a la vez, en víctimas; ellos son el sacrificio cruento
de un mundo que no los comprende. Los gitanos representan el nomadismo, la
marginación, pero también la autenticidad, la libertad, la pureza,
la masculinidad instintiva o la feminidad sensual, según el caso. Ellos son un pueblo
enfrentado a un mundo de ley y orden que no les deja lugar. Un símbolo de Andalucía
entera, como quería el poeta, regida por la pena negra, esa que se manifiesta en
el quejío cósmico, profundo, del cante jondo andaluz.
De los poemas del Romancero gitano (1928) relacionados con la muerte, destacaremos
uno:
Muerte de Antoñito el Camborio
El romance “Muerte de Antoñito el Camborio” relata la muerte nocturna del gitano a
manos de sus cuatro primos, en una pelea con navajas (como en
"Reyerta"). Antoñito estaba en situación de desventaja frente a sus cuatro agresores
(cuatro contra uno). La causa de la emboscada parece la envidia: el buen aspecto y la
distinción de Antoñito. Además, su carácter elegante y altivo se muestra en su manera
de pelear, en su gran resistencia (las puñaladas que infringe a sus agresores, su largo
aguante…). Los elementos mágicos, típicos de la poesía lorquiana, aparecen de nuevo:
los ángeles, que vienen a dar reposo al alma de Antoñito, el tránsito de la noche al día,
etc.

LOS SÍMBOLOS
Los símbolos en el Romancero gitano, de Federico García Lorca
Para hablar de los símbolos en el Romancero gitano, partiremos de la idea de que,
aunque los símbolos que emplea Lorca poseen una significación, esta no puede ser
aplicada de modo mecánico porque, por encima del símbolo, está la visión personal del
poeta. La interpretación que se le dará a cada símbolo es la que más se suele repetir en
el uso poético lorquiano. Mediante el uso de símbolos, pues, el poeta quiere poner en
comunicación los sentimientos más profundos del hombre con los elementos de la
naturaleza.
Los principales símbolos que configuran la mitología del universo gitano creado
por García Lorca en el conjunto del Romancero gitano son los siguientes:

 La luna: es una personificación de la muerte y el erotismo femenino, sensual,


atractivo. La luna atrae irremisible, fatalmente, como las sirenas a los marineros o
la luz a las polillas. Ej.: "La luna vina a la fragua / con su polisón de nardos..."
("Romance de la luna, luna").

 El aire o el viento: Anuncia tragedia y se relaciona con el erotismo masculino,


agresivo, violento. Se ve muy bien en el romance "Preciosa y el aire".

 Los metales (cuchillos, yunques, anillos, tijeras...): Simbolizan la vida de los


gitanos y su muerte violenta, por las balas (de la Guardia civil) o las navajas (de
otros gitanos). Aparecen en muchos romances; por ejemplo, "Reyerta" o "Muerte
de Antoñito el Camborio".

 Entre los colores, los más citados son el verde, el blanco y el negro, todos ellos
asociados a la muerte, aunque el blanco también puede aludir a la vida eterna y
el verde puede significar varias cosas: la muerte, el instinto sexual masculino, la
frustración amorosa, el deseo prohibido... Ej.: "Verde, que te quiero verde..."
El rojo, por metonimia, es la sangre. El azul, la pureza o la esperanza.
El amarillo sugiere malos presagios, pero también erotismo o hastío.

 Entre los números, suele aparecer el siete.

 El agua: Su flujo simboliza el movimiento y la vida. Cuando está en reposo,


significa la pasión estancada y la muerte.
 El pozo: símbolo de la pasión sin salida, estancada.

 El caballo: es un símbolo de la pasión desenfrenada, del instinto salvaje. Se asocia


a la vida libre del gitano, a la libertad y el vitalismo, pero también un presagio
de muerte. El "caballo garañón" (semental) aparece también con significado
sexual en tragedias lorquianas, como La casa de Bernarda Alba.

 El alcohol: Es un símbolo propio del mundo civilizado, ajeno al universo mítico de


los gitanos.

 El espejo: Simboliza el hogar y la vida sedentaria, la cultura paya, ajena al nomadeo


y la libertad gitana.
 El gallo: Anuncia la destrucción y el sacrificio de los gitanos. Ej.: "Las piquetas de
los gallos / cavan buscando la aurora..." ("Romance de la pena negra").

 La guardia civil: Es el brazo ejecutor del poder político-religioso que reprime a


los gitanos. El villano de la obra, el antagonista. Ej.: "Romance de la Guardia
Civil". Los caballos negros de la guardia civil, con sus herraduras negras, son
heraldos de la muerte y la destrucción.

 La vara de mimbre: Símbolo de señorío, nobleza, dignidad, elegancia del gitano.


Se encuentra, por ejemplo, en "Prendimiento de Antoñito el Camborio".

 La sangre: Instinto sexual y presagio de muerte. Aparece en todo el poemario.

 El jinete: Presagio de la muerte.

 El pez, a veces asociado a lo sexual ("en tus pechos altos / hay dos peces que me
llaman") y a veces al amanecer ("pez de sombra / que abre el camino del alba").
En el Romancero..., los nombres propios de los personajes (Soledad, Amargo,
Preciosa...), también tienen valor simbólico. Y los nombres comunes suelen remitir a
la muerte: "luz", navajas", "adelfas", "sangre", "cruz", "cicuta", "ortigas", "cuchillos"...
Hay poemas en los que claramente predomina alguno de los símbolos habituales en la
poesía lorquiana. Por ejemplo, en el "Romance sonámbulo", el color verde; en
"Preciosa y el aire", el viento; en el "Romance de la luna, luna", la luna; en el
"Martirio de Santa Olalla", los colores rojo y blanco; en "Muerto de amor",
el número 7; en "Romance de la Guardia civil", los caballos...

Ejemplos de interpretación de los símbolos en los poemas


Romance de la luna, luna

"La luna vino a la fragua


Con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados (…)"

El símbolo de la luna se ve reflejado en el "Romance de La luna, luna", cuyo tema es


la muerte de un niño gitano una noche de luna llena. Lorca, en este romance,
personifica a la luna, que simboliza a la muerte, ya que es la que atrae al niño bailando
de manera sensual, apasionada. También podemos ver como el yunque, que es
de metal, simboliza la vida de los gitanos y su muerte violenta prematura.
Preciosa y el aire

"Su luna de pergamino


Preciosa tocando viene
por un anfibio sendero
de cristales y laureles.
El silencio sin estrellas,
huyendo del sonsonete,
cae donde el mar bate y canta
su noche llena de peces.
En los picos de la sierra
los carabineros duermen
guardando las blancas torres
donde viven los ingleses.
Y los gitanos del agua
levantan por distraerse,
glorietas de caracolas
y ramas de pino verde. (...)
Preciosa tira el pandero
y corre sin detenerse.
El viento-hombrón la persigue
con una espada caliente (...)"

En este romance, aparece el símbolo del viento, reflejo de un violador o acosador


(recrea el machismo de la época) que intenta forzar a una mujer, aunque finalmente no
lo consigue, aunque sí le da un susto de muerte, pues consigue levantar su falda. El
viento es también el impulso sexual primario, telúrico, instintivo.
Romance sonámbulo

"Verde viento. Verdes ramas.


El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata (...)
-Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua. (...)
Guardias civiles borrachos
en la puerta golpeaban. (...)"

El romance narra la historia de amor de una gitana que espera a su


novio contrabandista que huye de la guardia civil, hasta que finalmente, víctima de la
desesperación, se suicida. Cuando el novio regresa, se encuentra el cadáver y la guardia
civil lo arresta. En este poema, mediante el color verde y un metal como la plata, se
anuncia un presagio de tragedia y muerte.
En la segunda estrofa, podemos ver recreada la libertad y el nomadismo característico
de los gitanos, mediante: el caballo, la montura y los cuchillos. Antagónicamente,
también vemos reflejada la vida sedentaria, a través de la casa, el espejo y la manta.
Al final del poema, vemos cómo se acaba cumpliendo el presagio de muerte, mediante
la repetición de símbolos como el verde y la plata. Además, utiliza el agua que, en este
caso, refleja la pasión estancada y la muerte.
El poema hace también referencia a la figura de los guardias civiles, que actúan como
villanos de la tragedia, ya que se dedican a oprimir a los héroes: los gitanos.

LAS TÉCNICAS NARRATIVAS Y EL ESTILO

Las técnicas narrativas y el estilo en el Romancero gitano, de Federico García Lorca


En el estilo del Romancero gitano convergen tres claras influencias: el vanguardismo,
el gongorismo y la lírica tradicional. El Romancero... es un poemario uniforme donde
todos los poemas giran en torno a un tema y a un tratamiento continuo del mismo:
la mitificación de lo gitano.
Lorca presenta en su Romancero... un mundo poético subjetivo que parte de
la realidad, de lo objetivo. Trabaja con la intuición, la imaginación, la sensibilidad,
sin prescindir del intelecto, que regula y ordena la expresión. Quiere dar a su poesía la
intensidad de una experiencia esencial. Por ello, enriquece sus poemas con el manejo de
un lenguaje original, directo, evocador e imaginativo. A través
de metáforas, personificaciones, símbolos, imágenes, sinestesias y multitud
de recursos estéticos, la creación lorquiana apunta a la esencialidad, capta la intensidad
vital y primitiva del gitano mítico en un contexto histórico andaluz.
Narración y técnicas narrativas
Dado que tanto el Romancero tradicional como el Romancero nuevo tienen un claro
matiz narrativo, Lorca en su poemario tiene que atacar también esta cuestión de la
narratividad de su poesía. Y lo hace de la siguiente manera: el poeta reduce en sus
poemas la anécdota narrativa, elimina detalles y destaca solo lo que tiene la historia
de virtualidad poética. Tiende a la deslocalización espacial y a la desubicación
temporal. Los antecedentes del suceso carecen de importancia. La historia se
interrumpe y hay saltos en el tiempo. Solo «La casada infiel» y «Preciosa y el aire»
tienen un desarrollo más lineal.
El poeta utiliza todas estas técnicas según las considera necesarias para su finalidad
estética, que es el fin último de todo su proceso creativo: la creación de una obra
artística. Lo mismo ocurría en los romances populares y tradicionales de la Edad
Media y del Renacimiento, que le sirven de modelo e inspiración. 
A la narración, se suman la descripción y el diálogo, y todo se intercala en
el romance, la más castiza y popular de nuestras estrofas poéticas. En el poemario,
hay romances narrativos (cuentan una historia, se usa el pretérito imperfecto y
el pretérito perfecto simple), dramatizados (con diálogo, se usa el presente)
y líricos (intimistas, los menos frecuentes). Lorca usa también otras técnicas
narrativas:
 Elipsis. Es un recurso de condensación narrativa. En algunos romances se
“esconde” la información para crear una mayor tensión dramática. En su lugar, se
utilizan alusiones (por ejemplo, en el «Romance de la pena negra»).
La elipsis apoya el hermetismo del poema, su plurisignificación. La obra de arte,
el poema, se vuelve así ambigua, rica interpretativamente hablando y puede ser
leída de muchas maneras distintas.

 Condensaciones expresivas, que se manifiestan a través de


las metáforas, metonimias, imágenes y símbolos.

 Utilización de contrarios o fuerzas opuestas: tierra/mar, noche/día, infierno/


gloria, cielo/tierra, gitano/guardiacivil, masculinidad/feminidad, etc.

 Fragmentarismo, una característica que ya aparecía en los romances


tradicionales y que consiste en que la historia no se presenta completa, sino solo un
fragmento de ella, desgajado, descontextualizado, de manera que el lector puede
entender muchas cosas tras la lectura. Esto lleva a que el poema comience in media
res, es decir, contando la historia no desde el principio, sino ya empezada, por la
mitad.
En definitiva, como obra neopopularista que es, en el Romancero gitano se observa la
influencia de la poesía popular, pero, a la vez, se aleja de ella aproximándose
al gongorismo y a las vanguardias por el uso que hace de la metáfora,
la personificación, la adjetivación rica, el símbolo...
Estilo poético
Ritmo

 Abundan las frases declarativas, sin verbo, propias de la descripción: «¡Qué


girasol! ¡Qué magnolia de lentejuelas y cintas!».
 Aparecen repeticiones de palabras y versos que acentúan el ritmo: «Verde que te
quiero verde. / Verde viento. Verdes ramas».
 Hay simetrías y paralelismos: «El aire la vela, vela, / el aire la está velando».
 Encontramos frases imperativas, desiderativas, preguntas
retóricas y apóstrofes que manifiestan el sentimiento y reflejo de la emoción
personal del poeta: «¡Preciosa, corre, Preciosa, que te coge el viento verde!»
Imágenes
Muchos elementos de la poesía lorquiana proceden de los sentidos; sensaciones
visuales, olfativas, sustantivas, táctiles y auditivas crean imágenes extraordinarias. En
muchas ocasiones, el poeta utiliza estas imágenes sensoriales para crear contrastes que
revelan la pasión o la tragedia.
Metáforas
En el Romancero..., las metáforas captan la intensidad vital y primitiva del gitano
mítico, permiten entender la realidad del mundo de los gitanos en esquemas
universales. Sirven de nexo entre lo narrativo, lo descriptivo, lo lírico y lo dramático.
También entre la poesía popular y la poesía neogongorina y vanguardista.
Personificaciones
Lorca personifica animales, objetos, fenómenos atmosféricos, situaciones... De esta
manera, da vida y crea: Los faroles tiemblan: «Romance sonámbulo».
El viento agrede: "Preciosa y el aire". La luna mata: "Romance de la luna, luna".
Hipérboles
Las exageraciones dotan a los poemas de una mayor carga emotiva: «Y un horizonte de
perros / ladra muy lejos del río» («La casada infiel»)
Epítetos
La adjetivación es abundante, dado el carácter tan descriptivo de los romances.
Los adjetivos tienen el valor de epítetos y arrastran una traslación semántica,
convirtiendo así la frase en la que aparecen en metáfora. Hay adjetivación múltiple y,
en muchas ocasiones, se utiliza la frase adjetival que determina y concreta más la
calificación del sustantivo (especificativa): «estrellas de nariz rota».
Vocabulario cultista y popular
Hay en el Romancero gitano una marcada tendencia cultista que contrasta con
los elementos populares y tradicionales (neopopularismo).
Aparecen cultismos fonéticos y de procedencia latina para producir efectos
acústicos que afectan al ritmo acentual de los versos, favoreciendo así el carácter
hermético: "efebo, éxtasis, yacer, vislumbrar, cítaras", etc.
También encontramos cultismos semánticos que presentan un cambio de
significado por desplazamiento, es decir, son cultismos convertidos en metáfora.
Además del cultismo, en el Romancero... abunda el vocabulario popular de
procedencia andaluza; los diminutivos en -illo, -ito y -uelo aportan
un tono afectivo de ternura o de desprecio: "ojillos, farolillos, mocito, espejito,
mozuelo".
Aparecen también palabras y frases que proceden de la lengua oral: "sonsonete,
compadre, marchoso", «Niño, déjame que baile», «¡Preciosa, corre, Preciosa / que te
coge el viento verde!».

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