Introduccion A Los Metodos Alternativos de Conflictos V
Introduccion A Los Metodos Alternativos de Conflictos V
Introduccion A Los Metodos Alternativos de Conflictos V
ALTERNATIVOS DE RESOLUCION DE
CONFLICTOS
Introducción.
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En una coyuntura socio-política e histórica cordobesa y nacional, la formación de
las fuerzas de seguridad no pueden quedar arraigada a conceptos arcaicos y
rígidos, es necesario que los nuevos funcionarios policiales, estén a la altura de
las conflictivas contemporáneas, con la aplicación de herramientas técnicas en
plena coincidencia con las premisas de un estado de derecho atravesada por un
paradigma de culturalización de derechos humanos.
Por tal motivo esta cátedra tiene como principal objetivo, brindar su aporte para
que los cursantes aprendan y aprehendan de manera explícita e implícita, una
formación en conocimientos básicos alternativos en resoluciones de conflictos,
para poder intervenir en las distintas conflictivas que se les presentaran a diario en
sus días laborales, Tal vez aquellas discusiones o un mal entendido entre vecinos,
aquellas situaciones donde una madre no puede llegar a un acuerdo con su hijo
adolescente, o una pareja que no ha podido encontrar los medios para resolver
algún problema domestico, o cualquier otra situación que requiera la intervención
preventiva de nuestra institución para generar un servicio a la ciudadanía, desde
un lugar de aproximación con el vecino. Ahí estaremos…dispuesto a brindar
nuestro profesionalismo y lo mejor que tenemos en plena vocación policial
CONFLICTO.
No existe una definición única sobre el “conflicto” pero nos quedaremos con
algunas de estas posturas para desmembrar el significante y analizar su
contenido.
El Conflicto “es la reacción del individuo ante la percepción de que las partes
tienen distintas aspiraciones que no pueden ser logradas de manera simultánea”
(Putnam y Poole, 1987).
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El Conflicto es el “proceso que comienza cuando una parte percibe que la otra
parte afecta o está próxima a afectar de manera negativa a algo que le concierne”
(Thomas (1992).
Dos individuos o dos grupos están en conflicto en tanto que al menos una de las
partes siente que está siendo obstruida o irritada por la otra parte” (Van de Vliert,
1998).
TIPOS DE CONFLICTOS.
Conflicto intrapersonal:
Conflicto interpersonal
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• Ámbito laboral: El conflicto entre personas de la misma organización se debe
normalmente a las presiones referentes a los roles.
Conflicto intergrupal
Conflicto interorganizacional
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Conflicto de
Tarea
Desacuerdos que
surgen en torno a
cómo se realizan o
deberían realizarse
las tareas.
Conflicto
Afectivo
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• Menor comunicación entre sus miembros.
•Insatisfacción laboral.
•Incremento de la tensión dentro del Grupo.
Tensión
Abusos
Baja moral
Incompatibilidad
Enfado
Frustración
Rivalidad
Lenguaje corporal
Necesidades insatisfechas
Percepciones erróneas del comportamiento de los demás
Prejuicios
Escasa comunicación o malentendidos
Carencia o información defectuosa
Recursos o intereses incompatibles.
Interdependencia laboral.
Liderazgo débil o autoritario
Fronteras no claras en los puestos de trabajo
Competencia para alcanzar metas y /o búsqueda de poder
Traslado de tensión de situaciones no resueltas en otros ámbitos
Políticas rígidas y confusas.
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NEGOCIACION
VOCABLO NEGOCIACIÓN
➢ Tercero: intentar una transacción, sea ésta una compra, una permuta, un
cambio en sentido genérico o alguna otra operación similar. Con respecto al
segundo camino, se da con mucha frecuencia que ante un simple pedido, aun a
cambio de nada, hay quienes están dispuestos a acceder con mayor facilidad de
lo que podría esperarse, sobre todo si se trata de cosas sencillas. Por supuesto
que existe otro grupo que sería incapaz de actuar de esta manera, y con el cual
únicamente se logra algo mediante una transacción. A la acción que intenta
lograr un intercambio –transacción– se la llama negociar. En otras palabras,
tratar un tema con miras a alcanzar un acuerdo implica una negociación. Aun
cuando el trato no se alcance se habrá negociado. En la vida cotidiana se negocia
permanentemente. La madre negocia con su hijo cuando le indica que tome la
sopa a cambio de un premio si lo hace o de un castigo si no lo hace. El
adolescente negocia con su padre que le preste el automóvil para una salida y le
promete un buen logro en sus calificaciones escolares. El marido negocia con la
esposa cuando ella quiere ir al teatro un sábado por la noche y él prefiere
quedarse en su casa viendo un espectáculo deportivo por televisión. Negocian los
individuos, negocian las organizaciones intermedias y también lo hacen las
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grandes potencias. Todos, en su campo, en el universo que los rodea, ya sea
doméstico, informal, formal, institucional, etc., viven negociando. Pero para que
dos –o más– partes estén motivadas a negociar deben tener objetivos distintos
que se puedan intercambiar. Surgen así tres requisitos básicos:
➢ Voluntad de negociar con la otra parte: aceptar sentarse en una mesa con
determinadas personas.
➢ Intercambiabilidad de los objetivos: que una parte tenga algo que le interesa a
la otra y a la inversa. Estos conceptos son los que hacen que el común
denominador de la gente entienda que negociar es dar algo a cambio de algo.
➢ Ocupación, quehacer;
Generalidades aclaratorias
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Mediación
¿Cómo funciona?
Un mediador…
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- NO da asesoramiento jurídico
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- Autoresponsable y satisfactoria. Sobre la base de una participación activa
en la resolución voluntaria del conflicto que conduce a las partes a una Mediación,
el nivel de satisfacción de los participantes en ésta, y el grado de implicación y
compromiso para mantener y cumplir los acuerdos alcanzados, ha demostrado ser
notablemente superior en comparación con otras opciones relacionadas con la
reclamación de los intereses de las partes en conflicto en vía judicial.
Emoción
Roger Fisher plantea que las emociones son un aspecto muy importante en una
negociación, especialmente en un fuerte desacuerdo, los sentimientos pueden ser
más importantes que las palabras. Las partes pueden estar más dispuestas para
la batalla que para encontrar juntas la solución a un problema común. Con
frecuencia inician una negociación sabiendo de antemano que los riesgos son
grandes y sintiéndose amenazadas. Las emociones de una parte generarán
emociones en la otra. El temor puede producir ira, y la ira, temor. Las emociones
pueden conducir a que la negociación se estanque o se rompa rápidamente.
Primero reconozca y comprenda las emociones, las de ellos y las suyas.
Analícese durante la negociación. ¿Se siente nervioso? ¿Tiene el estómago
trastornado? ¿Siente ira hacia la otra parte? Escúchelos y trate de percibir cuáles
son sus emociones. Puede ser útil escribir cómo se siente usted -tal vez
atemorizado, preocupado, enojado- y después cómo le gustaría sentirse -seguro,
relajado. Haga lo mismo respecto a la otra parte.
Cuando se discute con negociadores que representan una organización, es fácil
tratarlos como si fueran simples representantes sin emociones. Es importante
recordar que también ellos, lo mismo que usted, tienen sentimientos personales,
temores, esperanzas, y sueños. Puede ser que estén arriesgando su carrera. O
haber aspectos en los que son especialmente sensibles, y otros en los que son
particularmente orgullosos. El problema de las emociones no se limita a los
negociadores. Los electores también son emotivos. Un elector puede tener un
punto de vista sobre el problema todavía más simplista y radical.
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Indague acerca de lo que está produciendo las emociones. ¿Por qué está usted
enojado? ¿Por qué lo están ellos? ¿Están reaccionando ante ofensas pasadas y
buscando la venganza? ¿Se están transfiriendo las emociones de un aspecto del
problema a los demás? ¿Los problemas personales en el hogar están interfiriendo
la negociación? En las negociaciones del Medio Oriente, los israelís y los
palestinos se sienten amenazados en su existencia como pueblos y han
desarrollado poderosas emociones que ahora penetran aun en los problemas más
prácticos, como la distribución del agua en la Ribera Occidental, de manera que es
casi imposible discutirlos y resolverlos. Debido a que en el contexto más amplio
ambos pueblos sienten que se arriesga su supervivencia, todos los asuntos los
ven en términos de ésta.
Procure que las emociones se hagan explícitas y reconózcalas como
legítimas.
Discuta con las personas de la otra parte sobre sus emociones. Exprese las
suyas. No perjudica decir, "Sabe, nuestra gente siente que nos han tratado mal y
están muy agitados. Tememos que aunque se logre un acuerdo, no se respetará.
Puede que sea racional o que no lo sea, pero ésa es nuestra preocupación.
Personalmente, creo que podemos estar equivocados al pensar así, pero muchos
se sienten así. ¿Su propia gente también se siente así?". Hacer explícitas sus
propias emociones y las de otros y enfocar la discusión hacia ellos, no solamente
resalta la seriedad del problema, sino que también hará que las negociaciones
sean menos reactivas y más "pro-activas". Al liberarse del peso de emociones
inexpresivas, las personas estarán probablemente mejor dispuestas a trabajar en
la solución del problema.
Permita que la otra parte se desahogue. Con frecuencia, una buena manera de
manejar la ira, la frustración y los otros sentimientos negativos de las personas, es
ayudarles a que desahoguen esos sentimientos. Y pueden obtener un gran alivio
psicológico mediante el sencillo procedimiento de expresar sus quejas. Si usted,
señora, llega a su casa con el deseo de contarle a su marido todo lo que no salió
bien en la oficina, se frustrará aún más si él le dice: "No te pongas a contarme;
seguramente tuviste un día difícil. Olvidémoslo". Lo mismo les sucede a los
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negociadores. Además, si un negociador pronuncia indignado un discurso y con
ello les muestra a sus electores que no es "suave", es posible que le den más
libertad en la negociación. Entonces podrá contar con su fama de inconmovible
para protegerse de la crítica más tarde, si finalmente llega a un acuerdo.
Por lo tanto, en lugar de interrumpir discursos polémicos, o de abandonar la
reunión, tal vez usted decida controlarse, quedarse en su sitio, y permitirles que le
expresen sus quejas. Si los electores están escuchando, estas ocasiones les
pueden ser propicias para desahogar sus emociones, tanto como las del
negociador. Quizás la mejor estrategia mientras la otra parte se desahoga es
escuchar en silencio, sin responder a sus ataques, y pedir al que tiene la palabra
que continúe hasta terminar. De esta manera, usted minimiza su apoyo a los
aspectos explosivos, permite que el orador se desahogue hasta el final, y deja
poco o ningún residuo de aquellos aspectos que puedan inflamarse.
No reaccione ante un estallido emocional. El desahogo de las emociones
puede ser peligroso si conduce a una reacción desmedida, es decir, a una
turbación del ánimo. Si tal desbordamiento no se controla, puede resultar en una
riña violenta.
Una técnica efectiva y poco usual de controlar el impacto de las emociones, fue
utilizada en la década de 1950 por el Comité de Relaciones Humanas, un grupo
conjunto de empresarios y trabajadores que se organizó para solucionar los
conflictos en su comienzo, antes que se convirtieran en problemas serios. Los
miembros del Comité adoptaron la regla de que solamente una persona podía
enojarse cada vez. Esto garantizaba que otros no respondieran en forma iracunda
a un estallido de ira. También con esto se lograba que fuera más fácil
desahogarse, justificando el estallido: "Está bien. Es su turno". Además, dicha
regla ofrece la ventaja de que le ayuda a las personas a controlar sus emociones.
Una infracción a la regla implica que usted se ha descontrolado, de modo que
usted queda mal.
Use gestos simbólicos. Todo enamorado sabe que para poner fin a una pelea, el
gesto sencillo de traer una rosa roja es muy efectivo. Actuaciones que pueden
producir un impacto emocional constructivo en la otra parte, con frecuencia
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implican un pequeño o ningún costo para la otra. Una nota de pésame, una
manifestación de condolencia, una visita al cementerio, un sencillo regalo para un
nieto, darse la mano o un abrazo, una comida juntos, todos estos actos pueden
ser oportunidades valiosas para mejorar una situación emocional hostil a poco
costo. En muchas ocasiones, presentar una excusa puede efectivamente suavizar
los ánimos, aun cuando usted no quiera reconocer su responsabilidad personal en
la acción ni admitir la intención de hacer daño. Presentar excusas es, pues, una de
las inversiones mejores y menos costosas que usted puede hacer.
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• Complementa los actuales canales de gestión de los conflictos.
• Promueve la autorresponsabilización de los ciudadanos.
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• Como ventaja más importante, en el sistema judicial siempre hay un ganador y
un perdedor entre los interesados. En la Mediación los dos son ganadores,
siempre se busca el resultado ganar-ganar.
“El arma más potente no es la violencia sino hablar con la gente” Gandhi
(Abogado, pensador y político hinduista indio)
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permitiendo solucionar conflictos y evitando que éstos lleguen a convertirse en
delitos.
El Policía Mediador tiene una labor de servidor público, con una formación
adecuada y habilidades para establecer relaciones positivas con los ciudadanos.
Para ello se hace necesario un cambio en la mentalidad y de modelo de trabajo,
un cambio social histórico, en la que el Policía ha de adecuarse a los cambios y
responder a las nuevas demandas sociales, anticiparse a los problemas,
trabajando no sólo los conflictos cuando surgen, sino también en las causas y los
orígenes de éstos, intentando aplicar la mediación en los casos que sea posible.
Se requieren determinadas actitudes, destrezas y habilidades sociales, junto a la
profesionalización de los Agentes encargados de la seguridad y la resolución de
conflictos, optimizar los recursos humanos aplicando mayor motivación,
comunicación, eficiencia y cohesión interna. Aunque también es cierto, que
determinados hechos exigen la intervención forzosa de la justicia.
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puntos de vista, se escuchen entre sí y busquen soluciones que acepten y
satisfagan a todos.
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luego aplicar una sanción, sino que se busca fomentar el diálogo para que los
implicados se escuchen y se comprendan para llegar a un acuerdo.
Las partes tienen que ser tolerantes, respetuosas y aceptar sus diferencias y
similitudes. En conflictología, la teoría de la resolución de conflictos se basa en la
aceptación de que los seres humanos son entes racionales y capaces de resolver
sus diferencias, por eso, el Policía Mediador hace que las partes entiendan la
diferencia entre lo que quieren y lo que necesitan.
Debe motivar sin manipular y debe instar a lograr un acuerdo sin coaccionar, sin
que éste sea el verdadero objetivo, si utilizamos la coerción para conseguir que
lleguen a un acuerdo sobre una o ambas partes, no estamos llevando una
verdadera mediación.
Así, el rol del Policía Mediador en la policía de proximidad puede ser:
• Promover el respeto recíproco (personas, ideas, sentimientos, historias).
• Incentivar la libertad y autonomía de los individuos.
• Equilibrar el poder entre las partes.
• Animar a la participación y a que las personas tomen decisiones.
El mediador debe reconocer su rol, actualizar sus competencias y su formación,
fomentar la investigación, incrementar la difusión y potenciar el trabajo. Tiene que
actuar como facilitador de la comunicación sin ostentar poder decisorio, conducir a
las partes para tratar de poner de manifiesto las verdaderas necesidades e
intereses de los implicados, por encima de las posiciones que presentan,
acercarles en un ambiente adecuado, utilizando sus habilidades adquiridas,
ayudándoles a iniciar la búsqueda de soluciones creativas para que encuentren
una respuesta favorecedora para ambas partes.
El comportamiento de cada persona influye en las emociones de los demás y por
tanto, en el comportamiento propio. Las emociones son respuestas fisiológicas
que inciden en nuestra salud. Hay que conocer y controlar las emociones y
sentimientos, aunque hay emociones que son difíciles de controlar y a veces nos
dominan por encima de nuestro pensamiento, sabemos la causa, las
consecuencias pero es difícil controlarla. Tener habilidades sociales significa ser
persona, relacionarse bien con los demás, ser asertivo y auténtico, actuar con
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eficacia y justicia. Implica el control de las propias emociones y requiere madurez
moral. Las habilidades sociales son: -Las conductas verbales: palabras expresivas
y correctas, en un tono adecuado. -Las conductas no verbales: la mirada, sonrisa,
gestos, espacio corporal, etc.
Es importante saber escuchar, esforzarse por comprender lo que dice la otra
persona, no juzgando, sino procurando ponerse en su lugar y entendiendo lo que
dice. Pero además de saber escuchar, el Mediador Policial tiene que saber hablar,
que ello implica no solo emplear las palabras adecuadas, sino también saber
expresar las emociones relacionadas con el mensaje que se quiere transmitir; hay
que ser claros y no dar muchos rodeos ni usar palabras con sentido ambiguo para
no comprometerse. Se necesita atención y comprensión por parte de quien
escucha y habla. Hablar nos permite sacar a relucir cuestiones, analizarlas
conjuntamente y reflexionar.
El Mediador Policial debe ser una persona asertiva, que sepa decir o hacer lo que
sinceramente piensa, lo que le parece justo pero sin faltar a los derechos de los
demás, sin ignorarles ni querer estar por encima, con alta autoestima que sepa
escuchar y hablar, que elogie lo bien hecho y se disculpe si está mal. Ser asertivo
supone una actitud de autoafirmación y defensa de los derechos personales que
incluye la expresión de los propios sentimientos, las preferencias y opiniones pero
de una forma adecuada, respetando a los demás. Está relacionada con la
sinceridad, la valentía, y por supuesto, con el respeto. Tiene que ser claro, exacto,
preciso, relevante y profundizar con lógica e imparcialidad. Que sea una persona
reflexiva, tolerante, que no se debilite por la ira o la falta de consideración, con
flexibilidad en su comportamiento.
Debe tener un temple para dejar a veces que una persona se desahogue gritando
y también para frenarla en otras ocasiones. Todos estos recursos son necesarios
e imprescindibles para generar confianza entre el mediador y las partes, tanto en
la primera entrevista como durante el proceso de mediación. Esa confianza es la
clave para que las partes se olviden de sus miedos y expongan sus necesidades.
El Policía Mediador barrial debe ser un modelo de la sociedad, tiene que dar
ejemplo, debe tener capacidad en la toma de decisiones y poseer amplios
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conocimientos teóricos legales y prácticos, siendo su principal misión dar servicio
a la sociedad y saber afrontar los conflictos sin agresividad.
Tiene que ser capaz de adaptarse a los cambios y al entorno en el que va a
trabajar, ofrecer el lado profesional sin personificar y ser cortés y educado,
tratando a los demás como le gustaría ser tratado. Tiene que aprender a focalizar
la atención en las emociones propias, apreciar la interacción entre emoción,
comportamiento y procesos cognitivos; infundir autoestima, resiliencia y
curiosidad. Tiene que trabajar en equipo de modo cooperativo y no competitivo, lo
que supone aprender a escuchar, comunicar y saber solucionar conflictos
ejerciendo un liderazgo emocional.
El aprendizaje de estas nuevas competencias es la clave para el éxito. Redorta
(2004), hace una relación de las habilidades en las que habría que incidir para la
formación en materia de mediación policial:
a) Vinculadas al reconocimiento del conflicto.
• Ser capaz de evaluar los riesgos personales.
• Ser capaz de gestionar la agresividad de bajo nivel.
• Ser capaz de identificar conductas de engaño mediante la comunicación no
verbal.
• Ser capaz de identificar casos mediables por mediación externa con objeto de
derivarlos a los servicios que se puedan crear.
• Estar en condiciones de identificar si la intervención puede ser o no de corta
duración.
• Estar en condiciones de hacer una evaluación rápida de legalidad del caso.
• Estar en condiciones de evaluar la posible eficacia de la mediación.
b) Vinculadas al reconocimiento de personas.
• Saber hacerse aceptar como interlocutor válido.
• Saber potenciar el reconocimiento del otro.
• Saber practicar la escucha activa.
• Ser capaz de comprender los mecanismos de atribución de culpas. • Ser capaz
de comunicarse eficientemente.
• Ser capaz de aplicar la asertividad en situaciones tensas.
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• Ser capaz de evitar o atenuar el salto cualitativo del conflicto que supone la
propia intervención.
• Ser capaz de controlar el nivel de implicación personal en el conflicto.
• Mantener o adquirir habilidades de equilibrio personal.
• Ser capaz de controlar de forma adecuada los propios impulsos.
c) Vinculadas a la eficacia del proceso.
• Ser capaz de utilizar recursos de negociación.
• Ser capaz de utilizar técnicas de mediación policial.
• Tener conocimientos de intervención con grupos.
• Tener conocimientos de intervenciones en el espacio público.
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CREAR RELACIONES DE CONFIANZA: Confianza en la otra persona, confianza
en el mediador, confianza en el procedimiento y autoconfianza. Las situaciones
derivadas de un conflicto pueden llevar a actitudes defensivas, de aislamiento o de
falta de confianza hacia el otro, pudiendo dificultar la gestión del conflicto. Por ello,
puede ser aconsejable el uso de técnicas de comunicación específicas dirigidas a
crear un clima de confianza con las partes, atendiendo aspectos como el tono de
voz, la explicación pausada de los criterios y los temas a discutir o el empleo
adecuado del sentido del humor.
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receptor del mensaje), del contenido de dicho mensaje (el modo en que se
presenten los argumentos) y del tipo de audiencia al que el comunicador se dirija
(su personalidad, filiación social, etc.).
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ORDENAMIENTO JURÍDICO:
Es fundamental conocer las normas que regulan el comportamiento individual y
colectivo de nuestra sociedad para garantizar el cumplimiento de esas normas.
Hay que tomar el cumplimiento de las leyes no como un fin, sino como un medio
para mantener la convivencia pacífica. La policía tiene que colaborar para que los
acuerdos además de justos sean legales, contribuyendo a que funcionen los
mecanismos informales de control social: la familia, la escuela, etc. Pero si estos
mecanismos informales de control fallan, se hace necesario acudir a los
mecanismos formales de control social, incluyendo en ocasiones el uso de la
sanción y la fuerza, siendo en este caso la policía la única institución que tiene
esta función.
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Bibliografía
Libro Verde sobre los modos alternativos de resolución de litigios en materia civil y
mercantil, presentado por la Comisión Europea en abril 2002.
• Libro V del Code de Procedure Civil. Francia. • Livari, J. (2000). Victim ofender
Mediation in Europe: making Restorative Justice work. Leuven University Press.
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