Cholera - A Global Call To Action
Cholera - A Global Call To Action
Cholera - A Global Call To Action
Panorama de la situación
La mayoría de los niños y niñas infectados por el cólera no presentan síntomas o los síntomas son leves.
Sin embargo, el cólera suele causar diarrea acuosa aguda que, acompañada de una deshidratación grave,
puede resultar mortal. Tras ingerir alimentos o agua contaminados, un niño podría tardar entre 12 horas y 5 días en
presentar síntomas. Aquellos que tienen síntomas leves de cólera pueden recibir un tratamiento eficaz mediante
una solución de rehidratación oral. Los casos graves de cólera requieren un tratamiento rápido con líquidos
intravenosos y con antibióticos; si no se trata de forma adecuada, la enfermedad puede causar la muerte en
cuestión de horas.
Los niños y niñas menores de cinco años con emaciación grave son especialmente vulnerables al cólera.
La desnutrición grave aumenta su susceptibilidad ante la enfermedad, que puede empeorar su estado nutricional
y crear un círculo vicioso que conduce a un mayor deterioro de la salud y finalmente a la muerte si no reciben
tratamiento. Las enfermedades diarreicas como el cólera son diez veces más letales entre los pacientes infantiles
con emaciación grave. Los episodios repetidos de diarrea impiden que los niños y niñas absorban nutrientes,
una situación que agrava su desnutrición. Con el tiempo, esto puede provocar un retraso en el crecimiento que
afecta a casi una cuarta parte de los niños y niñas menores de cinco años en todo el mundo y resulta perjudicial
para su desarrollo cognitivo y físico a largo plazo. El cólera también puede afectar negativamente a los niños y
niñas de forma indirecta, como por ejemplo cuando obliga a cerrar las escuelas para contener los brotes.
No se dispone de datos actualizados desglosados por sexo y edad de todos los países afectados. Sin embargo,
los datos de Malawi y Mozambique notificados a principios de febrero de 2023 indican que alrededor del 40% de
los casos de cólera en Malawi y el 30% en Mozambique se registraron entre la población infantil. Comprender los
diversos riesgos que afectan a las poblaciones vulnerables en función de la interseccionalidad de su edad, género,
discapacidad y situación socioeconómica puede facilitar la formulación de intervenciones específicas y estrategias
de prevención.
El cólera es un indicador de la pobreza y la exclusión, ya que afecta de manera desproporcionada a las comunidades más
pobres y vulnerables que carecen de acceso a servicios básicos y en las que los sistemas sanitarios son más deficientes.
La falta de inversión en sistemas de agua, saneamiento e higiene es un indicador preciso del riesgo de cólera: el 97%
de los casos de cólera registrados entre 2010 y 2021 se produjeron en países con los niveles más bajos de servicios
de agua y saneamiento del mundo, y solo en 3 de los 34 países que presentan estos niveles no se registraron casos de
cólera en ese periodo. En todo el mundo, 2.000 millones de personas carecen de agua potable segura, 3.600 millones
carecen de saneamiento adecuado y 1.700 millones acuden a centros sanitarios donde los servicios de agua, saneamiento
e higiene son inadecuados o inexistentes, lo que dificulta aun más el tratamiento del cólera. Si no hay acceso a servicios de
agua, saneamiento e higiene seguros es prácticamente imposible prevenir y controlar la propagación del cólera y de otras
enfermedades transmitidas por el agua.
El cambio climático también está agravando la vulnerabilidad y dejando al descubierto la falta de inversión en servicios
esenciales resilientes al clima. Cada vez se están produciendo con mayor frecuencia fenómenos meteorológicos extremos
como el ciclón Freddy en Mozambique y Malawi, o la sequía en el Cuerno de África, y sus efectos son devastadores para los
servicios de agua, saneamiento e higiene, ya que dañan y destruyen las infraestructuras, contaminan todo el suministro de
agua, agravan la susceptibilidad ante las enfermedades transmitidas por el agua y obligan a las comunidades a depender de
fuentes de agua inseguras. Estos desastres suelen desencadenar grandes desplazamientos de población, y dan lugar a una
situación que facilita la susceptibilidad al cólera y su transmisión al obstaculizar aún más el acceso a los servicios de agua,
saneamiento e higiene y a la atención sanitaria, y agravar la inseguridad alimentaria y nutricional. Además, debido a que el
cólera ha dejado de ser estacional, resulta difícil predecir la enfermedad y realizar en consecuencia una tarea de planificación.
Los países donde se registra el cólera endémico están sufriendo brotes durante “temporadas bajas de cólera” que antes se
caracterizaban por una transmisión escasa o nula.
Los conflictos armados agravan aun más la situación al destruir infraestructuras esenciales y desencadenar desplazamientos
a gran escala. El uso sistemático de armas explosivas en zonas pobladas, así como los frecuentes ataques a los servicios de
agua, saneamiento e higiene y de salud en el Yemen y Siria, por ejemplo, contribuyeron a crear las condiciones para que se
produjeran brotes de cólera.
La lucha contra el cólera plantea muchos obstáculos. La mayoría de los países afectados por la enfermedad disponen
de recursos limitados para tomar medidas debido a que sufren una carga elevada de otras enfermedades infecciosas
y emergencias en curso. En los países no endémicos donde está resurgiendo el cólera, el personal sanitario tiene poca
experiencia o carece de conocimientos sobre la gestión de los casos.
El aumento de la demanda de personal técnico y de productos básicos contra el cólera (como los equipos de diagnóstico
rápido, las sales de rehidratación oral, los líquidos intravenosos de rehidratación o el cloro para la desinfección) está
superando la capacidad de ofrecer suministros a tiempo para hacer frente a múltiples emergencias de salud pública.
Para satisfacer esta demanda cada vez mayor de suministros contra el cólera es necesario alcanzar cuanto antes un
compromiso en materia de financiación sostenible que garantice la producción a largo plazo. Al mismo tiempo, en la
actualidad hay una grave escasez de vacunas anticoléricas orales, lo que conlleva que el suministro sea insuficiente para
satisfacer la creciente demanda. Como resultado, el Grupo Internacional de Coordinación tomó la decisión sin precedentes
de recomendar la estrategia de aplicar una sola dosis en lugar de dos. La estrategia de una dosis es eficaz para controlar los
brotes, aunque persisten dudas sobre la duración de la protección.
La estrategia de UNICEF
UNICEF ha establecido una Célula de Emergencia Mundial contra el Cólera para hacer frente al problema. La Célula
coordina la respuesta de UNICEF, dirige la colaboración con los aliados y proporciona asistencia técnica a los países.
UNICEF colabora estrechamente con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros aliados del Grupo Especial
Mundial de Lucha contra el Cólera, así como con los mecanismos nacionales de coordinación. La organización
desempeña un papel clave a la hora de garantizar un enfoque multisectorial integrado y equitativo en la preparación
y respuesta ante el cólera como líder del grupo temático o del área de responsabilidad en materia de agua,
saneamiento e higiene; educación; nutrición; y protección de la infancia. Además, promueve la inclusión de las
personas con discapacidad y la integración de la violencia de género en las situaciones de emergencia en relación
con estas cuatro áreas.
Aprovechando su compromiso a largo plazo con las comunidades y los gobiernos, UNICEF utiliza un enfoque
basado en el conjunto de la sociedad para reforzar la preparación y la respuesta a fin de controlar los brotes de
cólera. Los sistemas se refuerzan mediante intervenciones duraderas que salvan vidas. La presencia mundial de
UNICEF le permite monitorizar la perspectiva regional, multinacional y transfronteriza del brote y prestar asistencia
en las labores de respuesta. A nivel de país, UNICEF apoya la gestión de casos, la vigilancia, la prevención y el
control de la infección, y la comunicación de riesgos y participación comunitaria.
Mediante un enfoque centrado en la comunidad y basado en los datos epidemiológicos más recientes y los
determinantes sociales de la salud, las intervenciones de UNICEF se concentran en las siguientes esferas:
Agua, saneamiento e higiene: Para interrumpir las cadenas de transmisión, UNICEF reforzará la difusión
de conocimientos y prácticas de higiene en los centros sanitarios, las escuelas y las comunidades,
así como el acceso al agua potable. La programación a largo plazo se centrará en la creación de sistemas
de agua, saneamiento e higiene resistentes al clima y en el fomento de la resiliencia de las comunidades.
Las mujeres y las niñas participarán de manera significativa, ya que son responsables en un número
desproporcionado de las tareas de cuidado doméstico, incluida la búsqueda y el tratamiento del agua.
Salud: UNICEF se centrará en prevenir las muertes debidas al cólera, tanto en las instalaciones de salud
como en las comunidades, y en garantizar la continuidad de los servicios sanitarios esenciales durante
los brotes de cólera mediante el fomento de la capacidad de los trabajadores sanitarios, la mejora de la
información que reciben las comunidades sobre la gestión doméstica de la diarrea con sales de rehidratación
oral (SRO), el fortalecimiento de las vías de derivación de los casos de cólera, y la adquisición y distribución
de vacunas anticoléricas orales, SRO y otros suministros esenciales para la lucha contra el cólera.
Acción anticipada: UNICEF, junto con la OMS, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios
(OCHA) y otros aliados, continuará ampliando los esfuerzos encaminados hacia una acción anticipada para
garantizar una mayor preparación y una intervención temprana.
Para evitar mayores riesgos en materia de protección, UNICEF también se centrará en las tareas siguientes:
Dar prioridad al acceso a mecanismos de información seguros y fiables, entre otras cosas por medio
de la rendición de cuentas a las poblaciones afectadas.
UNICEF está trabajando con sus aliados en todas las esferas mencionadas para aprovechar las importantes
inversiones realizadas en la respuesta frente a la COVID-19 a fin de prevenir y responder mejor al cólera y
otras emergencias de salud pública, entre otras cosas transfiriendo la capacidad de comunicación de riesgos
y participación comunitaria que se puso en marcha durante la intervención contra la COVID-19 para reforzar la
respuesta al cólera.
Con el fin de influir en las inversiones y la formulación de prioridades para la preparación y respuesta ante
situaciones de emergencia de salud pública, y en apoyo de las “Diez propuestas para construir juntos un mundo
más seguro” de la OMS, UNICEF a elaborado una serie de recommendaciones y compromisos para garantizar
la priorización del interés superior de los niños y niñas, las mujeres y las comunidades marginadas. Estas
recomendaciones se centran simultáneamente en prevenir las emergencias de salud pública, responder a las
amenazas para la salud pública y mitigar y abordar sus consecuencias socioeconómicas con un enfoque basado
en la sociedad en su conjunto.
La Hoja de ruta mundial para acabar con el cólera antes de 2030 del Grupo Especial Mundial de Lucha contra el
Cólera definió la aspiración de poner fin a la enfermedad antes de ese año. Su objetivo es reducir las muertes por
cólera en un 90% y eliminar el cólera como amenaza grave en 20 países. Para ello, UNICEF trabaja con los Centros
para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos y otros aliados del Grupo Especial en la
tarea de apoyar a los países en la formulación de sus Planes Nacionales.
El acceso equitativo a sistemas de agua, saneamiento e higiene seguros es un requisito previo para la eliminación
del cólera. Las crecientes amenazas que presentan los conflictos prolongados, la rápida urbanización y el cambio
climático hacen que sea más urgente que nunca contar con un acceso universal al agua, el saneamiento y la
higiene. Aunque el coste de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) relativo al agua y el saneamiento
(metas 6.1 y 6.2) es elevado —se calcula que se necesitarán 114.000 millones de dólares anuales desde 2015 hasta
2030—, el rendimiento de la inversión es considerable. Por cada dólar invertido en agua, saneamiento e higiene se
generan 4,30 dólares en beneficios económicos, con repercusiones inconmensurables en los indicadores sobre el
desarrollo humano. El agua, el saneamiento y la higiene seguros no solo son imprescindibles para la salud pública,
sino también un ingrediente esencial para la supervivencia, el desarrollo y el crecimiento de los niños y niñas, las
comunidades y las naciones.
Establecer un nuevo compromiso para ejecutar la Hoja de ruta mundial para acabar con el cólera
antes de 2030 del Grupo Especial.
En el caso de los gobiernos de los países afectados, es necesario que movilicen los recursos financieros y
la voluntad política para responder urgentemente a los brotes actuales centrándose en los focos de cólera,
en consulta con las comunidades afectadas y cooperando a nivel regional, y que se comprometan de nuevo
a realizar inversiones en sistemas de agua, saneamiento e higiene y de salud pública resilientes al clima
para prevenir futuros brotes de cólera.
En el caso de los donantes públicos y privados, incluidas las instituciones financieras internacionales, y
en consonancia con la gravedad de la amenaza inmediata y a largo plazo que suponen los actuales brotes
de cólera y sus repercusiones sobre la infancia, es necesario que movilicen los recursos financieros para
poder responder a los brotes actuales, y que se comprometan a realizar inversiones en sistemas de agua,
saneamiento e higiene y de salud pública resilientes al clima, en programas de comunicación de riesgos y
participación comunitaria, y en suministros para responder a los brotes actuales y prevenir los futuros.
En el caso de los fabricantes de suministros contra el cólera (especialmente las vacunas anticoléricas
orales), es necesario que aumenten la producción para satisfacer el aumento de la demanda.
Los brotes de cólera están afectando a 24 países en múltiples regiones, y hay también otros países en riesgo.
UNICEF estima que se necesitan urgentemente 480 millones de dólares para llevar a cabo intervenciones
inmediatas de prevención y respuesta al cólera e impulsar un cambio social y de comportamiento durante los
próximos 12 meses en las siguientes áreas: la salud; el agua, el saneamiento y la higiene; la prevención y la
lucha contra la infección; y la comunicación de riesgos y participación comunitaria. Dada la rápida evolución de
la situación, es probable que las necesidades de financiación aumenten todavía más.
Total 480
Reserva de contingencia renovable: UNICEF ha establecido una lista de suministros esenciales contra el cólera
por valor de 15 millones de dólares a fin de crear una reserva de contingencia renovable destinada a organizar
un depósito previo inicial y mantenerlo posteriormente para poner en marcha una respuesta oportuna a los
brotes y llevar a cabo intervenciones más amplias en materia de agua, saneamiento e higiene. Esta necesidad
presupuestaria se incluye en los presupuestos de preparación y respuesta a nivel nacional.
Preparación y respuesta a nivel nacional: Los presupuestos por región reflejan las necesidades financieras
estimadas para los países actualmente prioritarios (véase el Anexo 1). Las necesidades se han presupuestado
en consonancia con las categorías de costos que se indican en los pilares del Plan Estratégico de Preparación
y Respuesta de la OMS. Tanto los presupuestos como los países considerados reflejan las estimaciones más
precisas y están sujetos a cambios a medida que evolucione la situación del cólera.
En los llamamientos de Acción Humanitaria para la Infancia específicos de cada país y en los informes de situación
asociados se ofrecen más detalles sobre las intervenciones y necesidades de UNICEF en relación con el cólera.
Contar con recursos flexibles sigue siendo fundamental para que UNICEF y sus aliados puedan responder de
manera eficaz y eficiente a los brotes de cólera que se propagan rápidamente por múltiples regiones. El apoyo al
Fondo Temático Humanitario Mundial puede contribuir en este esfuerzo para garantizar una respuesta oportuna y
eficaz a escala mundial y evitar muertes que se pueden prevenir.
Sudáfrica 350.000
Nepal 870.000
Yemen 53.000.000
Djibouti 300.000
Europa Central y Oriental
Estado de Palestina 300.000
Türkiye 6.356.000
Irán 300.000
Ucrania 4.816.835
Jordania 300.000
Total 11.172.835
Total 121.139.674