CASOS
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2. El monstruo de Armendáriz
Vamos a 1954.
Los primeros indicios de la Policía señalaban que ellos habían tenido una
discusión y él la sometió a golpes y empujones, lo que terminó haciéndola
caer por la ventana. Uno de los motivos de la pelea habría sido el reciente
aborto de la mujer asesinada. Aborto que fue forzada a realizarse por el
presunto asesino.
Como parte del proceso, se ordenó una exhumación para determinar si hubo
o no un aborto. Los especialistas determinaron que no había rastros del
mismo, pero la madre sugirió que el útero habían sido intercambiado para
encubrir al acusado. El diario Extra recogió esa declaración con el titular
mencionado al principio de esta historia.
Leandro Reaño fue condenado a siete años de prisión por delito de homicidio
simple y se le absolvió del cargo de aborto en agravio del Estado. Cumplió su
sentencia y se corrió el rumor de que había fallecido por cáncer terminal,
aunque en el 2012 se le vio deambulando en Miraflores. Vivía en un hostal
llamado El Reducto, lejos de los lujos de antaño.
4. El caso van der Sloot
6. El caso Calígula
El joven era poderoso, pero no siempre podría tener tanta suerte. Una tarde a
plena luz del día, fue abordado junto a su amigo por un grupo de asesinos
que desató una balacera cinematográfica.
La muerte solo hizo crecer el mito, como casi siempre. Luego de su final, los
relatos sobre sus orgías y fiestas llenas de droga se volvieron leyendas que
circulaban por todas las reuniones de entonces. Y muchos suponen que su
muerte estuvo ligada a eso.
El rumor más fuerte que circula por las redes es que Fernando de Romaña se
dedicaba a filmar sus encuentros sexuales masivos y en ellos aparecía la hija
de un poderoso italiano que no iba a permitir que se dañara el honor de su
pequeña.
7. La tragedia de Utopía
El crimen más grande de la lista, con 29 muertes y responsables acusados
por homicidio doloso.
Eran las dos de la mañana del sábado 20 de julio del 2002. Un incendio
comenzó en la discoteca Utopía, en una fiesta que involucraba fuego y
animales salvajes. Lo que no incluía eran extintores o licencia de
funcionamiento.
Édgar Paz Ravines se dio a la fuga y fue capturado en México, luego de huir
de la justicia por 16 años. Su proceso de extradición se suspendió gracias a
un juicio de amparo en el 2018, pero finalmente se logró que regresara al
Perú en el 2020. Aquí cumple la sentencia de cuatro años por homicidio
culposo por omisión dolosa.
Alan Azizollahoff fue sentenciado también a cuatro años por el mismo delito
y se encontraba en Miami, como prófugo. Recién el año pasado se aprobó su
extradición, pero sigue siendo un trámite sin final.