Técanica de La Comunicación

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

CAPÍTULO

1
LA COMUNICACIÓN EFICIENTE

CONTENIDOS:

1. EL LENGUAJE Y LA COMUNICACIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2

2. FUNCIONES DEL DISCURSO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12

3. DISCURSO Y TEXTO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
Que el cursante:

 Reconozca las características del lenguaje y de la comunicación.

 Conozca las funciones del discurso.

 Identifique los distintos tipos de texto y de tramas.


TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

1. EL LENGUAJE Y LA COMUNICACIÓN
Proceso de la comunicación
Como ser social y dialógico, el hombre ha sido creado para convivir con los demás y
para relacionarse con ellos a través de la palabra. Por eso decimos que la comunicación es un
elemento importante en nuestras vidas, que gira en torno de un sinnúmero de actos de habla: con
nuestros camaradas, con nuestra familia, con nuestros superiores y subalternos, con nuestros
vecinos y hasta con nosotros mismos.
En efecto, la comunicación es un proceso de transmisión y/o de intercambio de
informaciones, sentimientos, opiniones, pensamientos, etc., que se lleva a cabo en un tiempo y
espacio determinados.
Para efectivizar este proceso comunicativo, el ser humano ha creado el lenguaje, es
decir, una construcción social que requiere de un aprendizaje que lleva a cabo dentro de su
comunidad de habla.
Elementos del proceso de la comunicación
En la comunicación, todos los elementos son importantes y absolutamente
imprescindibles. Si cualquiera de ellos faltara, el proceso quedaría incompleto y la comunicación
no se realizaría. En la figura 1-1 se detallan los elementos de la comunicación.

REFERENTE

CANAL CANAL
EMISOR MENSAJE RECEPTOR

CÓDIGO

RETROALIMENTACIÓN

CONTEXTO

Figura 1-1 Elementos del proceso de la comunicación.

Emisor o codificador
Es la fuente (persona, organización, etc.) de donde surge el mensaje; la que elige y
selecciona los signos adecuados para construir su mensaje y luego transmitirlo. Es decir, los

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codifica para poder llevarlo de manera entendible al receptor. En el emisor se inicia el proceso
comunicativo.

Receptor o decodificador

Es a quien se destina el mensaje. Realiza un proceso inverso al del emisor ya que en él


está el descifrar el código e interpretar lo que el emisor quiere dar a conocer. Existen dos tipos de
receptor: el pasivo, que es el que sólo recibe el mensaje, y el activo, que es la persona que no
sólo recibe el mensaje sino que lo almacena y lo responde. En este último caso, se realiza lo que
comúnmente denominamos feed-back o retroalimentación.

Mensaje

Es el contenido de la información (contenido enviado): el conjunto de ideas,


sentimientos, acontecimientos expresados por el emisor y que desea transmitir al receptor. El
mensaje es la información.

Código

Es el sistema de signos que el emisor utiliza para transmitir su mensaje.

Los códigos se componen de signos y reglas de combinación que deben ser compartidos
por el emisor y por el receptor para que la comunicación sea posible.

Existen diferentes tipos de códigos, es decir, distintos conjuntos de signos que las
personas emplean para transmitir sus mensajes, en definitiva, comunicarse. El código más
comúnmente utilizado es el idioma (ej.: castellano, inglés, francés, etc.).

Al referirnos a ellos, lo primero que debemos hacer es distinguir entre código


lingüístico o verbal y código no lingüístico o no verbal.

Código lingüístico o verbal. Es un código o conjunto de signos que necesita del


lenguaje. De este modo, los códigos lingüísticos se dividen, a su vez, en código lingüístico oral,
si utiliza el lenguaje oral, y código lingüístico escrito, si utiliza el lenguaje escrito.

Los idiomas que, como ya lo habíamos dicho, son los códigos más comunes,
corresponden a códigos lingüísticos. Revisemos una situación comunicativa a modo de ejemplo:

Pedro va por la calle caminando, junto a su hermana menor. Ve un letrero en el camino, que
dice: “PELIGRO – EXCAVACIÓN”. En ese momento, le dice a su hermana: “No te vayas a
caer”.

En esta situación, hay un letrero que está transmitiendo el mensaje:

“PELIGRO – EXCAVACIÓN”

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Pero no podemos pensar que el letrero es el emisor, ya que este no puede dar ese
mensaje por sí solo. Lo que sucede es que alguien quiso transmitir a la gente ese mensaje y, por
eso, puso el letrero en ese lugar.

En este caso, el emisor sería la persona que puso el letrero, la municipalidad, los
encargados de la excavación, etc. El letrero solo fue un medio para transmitir el mensaje.

El receptor del mensaje, sin duda, es Pedro. El código que se ha utilizado es lingüístico
ya que el mensaje está en castellano, que es un idioma. Además, es escrito. En una palabra,
decimos que el código es lingüístico escrito.

Pero la situación no termina ahí. Luego, Pedro, haciendo el papel de emisor esta vez, le
transmite un mensaje a su hermana: “No te vayas a caer”. La hermana es, entonces, el receptor
de este mensaje. En este caso, el código empleado también es lingüístico, ya que se trata de
nuestro idioma, pero esta vez como el mensaje se ha transmitido de forma hablada, decimos que
el código es lingüístico oral.

Código no lingüístico. Son aquellos códigos que no necesitan del lenguaje. No


requieren de un idioma para ser capaces de transmitir información.

Para que estos códigos sean útiles, tanto el emisor como el receptor deben compartirlo.
Los códigos no lingüísticos se dividen en:

 Visual. Se transmite a través de la vista. Para captar el mensaje, el receptor debe ver la
señal que el emisor le envía. No debemos confundir ver con leer. Cuando nos
comunicamos con el código no lingüístico visual, solo basta con ver. Un ejemplo típico
de código no lingüístico visual son las señales de tránsito.

 Gestual. En este código, el emisor transmite sus mensajes a través de gestos, utilizando
su cuerpo. Un ejemplo de código no lingüístico gestual es el lenguaje de los sordomudos.

 Auditivo. También se le llama no lingüístico acústico. Se transmite a través del oído, es


decir, el receptor debe escuchar la señal para recibir y entender el mensaje. El código no
lingüístico auditivo es el más universal. Por ejemplo: la sirena de la ambulancia.

 Proxémico. Es aquél que transmite información a través de signos como la vestimenta, el


peinado, el maquillaje, etc. Ejemplo: el grado de cada suboficial se reconoce por la
insignia en la capona o las tiras en la manga.

Canal

Es el medio a través del cual se transmite la información. El canal establece una


conexión entre el emisor y el receptor. Es el soporte material o espacial por el cual circula el
mensaje. Ejemplos: el aire (en el caso de la voz) o el hilo telefónico (en el caso de una
conversación telefónica).

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Referente

El referente es el tema o idea central del cual habla el mensaje.

Contexto

El contexto incluye el tiempo y el lugar en que se realiza el acto comunicativo.

Interferencia o ruido

Este concepto se refiere a cualquier perturbación que sufre la transmisión del mensaje
en el proceso comunicativo, que suspende, interrumpe o anula una comunicación. Se puede dar
en cualesquiera de sus elementos, especialmente en el canal y el código. Ejemplos: las
distorsiones del sonido (en la conversación) o la distorsión de la imagen (en la televisión), la
alteración de la escritura (en un viaje), la afonía del hablante, la sordera del oyente, la ortografía
defectuosa, o la distracción del receptor (por ejemplo: el alumno que no atiende aunque esté en
silencio).

Retroalimentación o realimentación (mensaje de retorno)

Es la inversión de los roles comunicativos: el emisor se convierte en receptor y


viceversa. Por consiguiente, de la interacción entre el emisor y el receptor, se logra una respuesta
(actitud o conducta) deseada o no. Puede ser positiva (cuando fomenta la comunicación) o
negativa (cuando se busca cambiar el tema o terminar la comunicación). Si no hay
realimentación, sólo hay información y, no comunicación.

Competencias comunicativas
La teórica Catherine Kerbrat-Orecchioni reformula el esquema original de la
comunicación (ver figura 1-1); al respecto manifiesta que dicho esquema estaba incompleto.

Kerbrat-Orecchioni sostiene que existen otros elementos que son factores constitutivos
del acto de comunicación verbal y que no habían sido tenidos en cuenta por quienes habían
diseñado el esquema de la comunicación.

Los elementos que la autora incorpora en este esquema se denominan competencias


comunicativas. Estas dan cuenta de lo contingente y lo momentáneo en el acto de la
comunicación. Las competencias comunicativas son:

 Lingüísticas y paralingüísticas.

 Enciclopédicas o culturales.

 Ideológicas.

 Determinaciones psicológicas.

 Restricciones del discurso.

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 Competencias lingüísticas  Competencias lingüísticas


y paralingüísticas. y paralingüísticas.

CÓDIGO

EMISOR MENSAJE RECEPTOR

CANAL

CONTEXTO

 Competencias culturales e  Competencias culturales e


ideológicas. ideológicas.

 Determinaciones Psicológicas.  Determinaciones psicológicas.

 Restricciones del discurso.  Restricciones del discurso.

Figura 1-2 Esquema de la comunicación de Kerbrat-Orecchioni.

Competencias lingüística y paralingüística. Un sujeto es competente lingüística-


mente en la medida que posee un conocimiento (más o menos amplio) de su lengua o de otras
lenguas; de manera que la competencia lingüística está delimitada por el conjunto de esos
conocimientos. En cambio, el hablante tiene competencia paralingüística cuando puede
seleccionar y codificar su mensaje utilizando otros recursos formales (gesto, mímica, dibujos,
posiciones corporales, etc.), cuyo uso es complementario o concurrente con la lengua.

Competencia cultural o enciclopédica. Se denomina así al conjunto de conoci-


mientos del mundo que poseen los hablantes, es decir, el bagaje cultural personal.

Competencia ideológica. Las competencias ideológicas, en tanto, son el conjunto


de los sistemas de reinterpretación y evaluación de la realidad circundante que poseen los sujetos
(emisor y receptor), es decir el “modo de ver” el mundo en el que se vive.

Competencias o determinaciones psicológicas. Este concepto abarca a la


capacidad que poseen los hablantes para regular sus mensajes, teniendo en cuenta el estado
emocional y psicológico de sus interlocutores. Ejemplo: cuando se tienen en cuenta las
expectativas y preocupaciones personales del interlocutor que pueden influir en la comunicación.

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Restricciones discursivas. Son los conocimientos que poseen los hablantes con
respecto a las tipologías textuales y sus características distintivas, que posibilitarán su elección
filtrada y acorde a cada situación comunicativa.

La comunicación eficiente
De acuerdo con lo expresado precedentemente, podemos afirmar que una comunicación
interpersonal perfecta es imposible; pues nunca el receptor podrá procesar en forma idéntica la
información enviada por el emisor.

No obstante, podemos sí hablar de una comunicación eficiente en la que el receptor


capte, en líneas generales y sin error, la información enviada por el emisor. Lograr una
comunicación de este nivel no es tarea fácil, pues existen numerosos obstáculos que tienden a
dificultar el proceso comunicativo.

Dificultades en la comunicación

Dentro de los factores que dificultan la comunicación, el más significativo es el uso


inadecuado de las palabras. Hemos dicho que aprendemos contextualizadamente las palabras
de nuestro lenguaje; es decir, las aprendemos en frases que hemos oído y repetido en situaciones
anteriores. Habitualmente, los significados que atribuimos a las palabras son correctos; pero
puede suceder que no lo sean.

Hemos oído, en numerosas oportunidades, frases como: “Quedó lívido por el susto”, y
tal vez lo hemos relacionado con lo de lividez cadavérica. Por ello, tendemos a asociar el
término lívido como sinónimo de pálido; y grande será nuestra sorpresa si recurrimos a un buen
diccionario, pues nos dirá:

Lívido: Se aplica al color mezcla de rojo y azul; particularmente, al


que toma la piel por el frío, por un golpe o alrededor de una herida
(sinón. Morado).

Nada más alejado del color pálido que nos deja en el rostro un buen susto, con el color
morado que nos deja en el ojo un buen golpe.

Otro factor importante es el uso de un léxico inapropiado. Las palabras que


empleamos en nuestras comunicaciones, son el medio que tiene el receptor para traducir nuestro
pensamiento. Si usamos palabras ambiguas, demasiado generales, o abstracciones de alto nivel
de complejidad, o figuras lingüísticas, es muy probable que el receptor no logre captar con
claridad el mensaje que emitimos.

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Ejemplo:
Si para referirnos a un gallo, decimos “el emplumado heraldo de Febo”,
tal vez al receptor le resulte difícil de interpretarlo así.

Otro obstáculo importante es el abuso de la sintaxis. Este término proviene del griego y
quiere decir con orden; y está referido al orden lógico de los elementos de una oración (sujeto-
verbo-predicado). Se abusa de este orden cuando se construyen oraciones extensas y complejas,
con abundantes proposiciones subordinadas, que hacen que el receptor deba disponer su atención
para organizar el ordenamiento de las ideas expuestas, y no para identificar el significado de las
mismas.

Por último, debemos destacar la metodología de exposición inadecuada. Nuestra


mente funciona mejor cuando existe una correlación lógica entre los términos enunciados.
Entenderemos mejor un texto que nos hable ordenadamente de hechos de 1810, 1816, 1830 y
1853; que un texto que lo haga empezando por 1830 y prosiguiendo por 1816, 1810 y 1853. Lo
expuesto está referido a tiempo; pero lo mismo sucede respecto del espacio, del nivel de
abstracción, etc.

Reglas generales para una comunicación eficiente

Es imprescindible destacar que cada tipo de texto tiene características particulares


(según se verá más adelante); pero, en general, es posible sugerir ciertas reglas generales para
lograr una comunicación eficiente:

 Usar un léxico apropiado. Utilizar en nuestra comunicación solo palabras de


cuyos significados estemos completamente seguros, evitando palabras ambiguas,
términos valorativos o abstracciones de elevado nivel, que puedan inducir a
errores.

 Respetar el orden sintáctico. Procurar que nuestras oraciones se ciñan


estrictamente a los preceptos de la Lengua Castellana, evitando las construcciones
sintácticas complicadas o extensas.

 Utilizar una metodología de exposición apropiada. Ello significa dar a nuestro


discurso una continuidad lógica que sea fácilmente aceptada por el receptor. Si
estamos utilizando un discurso histórico, utilizaremos una continuidad temporal;
si es un discurso geográfico, una continuidad espacial, etc.

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El lenguaje como herramienta comunicativa


Estamos tan habituados a nuestro lenguaje, que nos sería muy difícil concebirnos sin él;
sin embargo, el lenguaje no nos es propio, en el sentido en que pudieran serlo nuestras manos o
nuestras piernas.

No hemos nacido con el lenguaje. Es más: ni siquiera poseemos en nuestro organismo


elemento alguno destinado específicamente a la producción lingüística, sino que adaptamos
elementos de otros aparatos y sistemas biológicos para producir el lenguaje (los pulmones del
aparato respiratorio; la boca, los dientes y la lengua del aparato digestivo, etc.).

Es común pensar que las cosas que menos vemos son las que tenemos más próximas; o
también, que solo aprendemos a valorar lo que tenemos cuando lo hemos perdido.

El lenguaje es una de esas cosas próximas que habitualmente no valoramos. Tanto


contamos con él que lo visualizamos como algo propio y natural de nuestro organismo, así como
a las manos o a las piernas. Pero no es de esta manera: las manos y las piernas forman parte de
nuestra estructura biológica; y cualquier hombre, aunque sea apartado de todo medio social,
acabará caminando erguido sobre sus piernas sin requerir aprendizaje alguno.

El lenguaje es una construcción social y, por ello, requiere de un aprendizaje que se


realiza en un medio social. Un hijo de padres japoneses, tendrá caracteres orientales; pero si
crece en los Estados Unidos, seguramente hablará inglés, y no japonés (o, cuando menos, será
bilingüe). A estos lenguajes, tales como el inglés, el castellano, el francés, que han sido
construidos a través de los años por distintas comunidades, los llamamos “idiomas”.

En la estructura de cualquier idioma podemos advertir dos elementos inseparables que


hacen a su esencia misma: la lengua y el habla.

La Lengua
Es un sistema integrado por elementos (palabras) y reglas (de
construcción, combinación y permutación) que los hablantes tienen a su
disposición para realizar la interacción comunicativa.

El Habla
Es el uso particular de ese sistema. Es decir: la selección que un
hablante hace de los elementos que le brinda la Lengua (el sistema)
para comunicarse en una situación concreta.

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Esta selección de elementos brindados por la lengua que el emisor utiliza para
componer su discurso, puede ser variada. Tales variantes son conocidas como niveles de lengua
y están íntimamente relacionados con el contexto en el que la comunicación se produce.

Niveles de lengua

Somos totalmente conscientes de que no empleamos el mismo lenguaje en una


comunicación con subordinados que en una comunicación con superiores de alta graduación. Va
a cambiar no solamente la elección de las palabras sino hasta su colocación en la frase.

De acuerdo con lo dicho, podemos diferenciar algunos niveles de lengua, cada uno de
ellos, con características que le son peculiares. Así podemos hablar de: lengua coloquial, culta,
regional, científico-técnica, vulgar, generacional y lenguas especiales.

Lengua coloquial. Es la forma lingüística usada habitualmente en el círculo familiar


o en un círculo de amistades íntimas. Se caracteriza por:

 Utilización de un léxico propio determinado, y compartido por los integrantes del


grupo (ñata, pibe, joder, etc.).

 Uso de ciertos localismos como el voseo (uso del vos por el tú) o el empleo de
formas verbales compuestas en lugar del Futuro Imperfecto del Indicativo (voy a ir
por iré).

 Uso de construcciones sintácticas simples (frases muy cortas) de muy escasa


complejidad semántica.

 Esquemas de contenido incidentales, impuestos por el flujo de los diferentes


discursos.

Lengua culta. Es la forma lingüística usada habitualmente en círculos de menor


familiaridad, donde se impone un uso más cauto del lenguaje.

 Uso de un léxico más general y de mayor elevación cultural.

 Uso de construcciones sintácticas más elaboradas.

 Uso de esquemas de contenido más organizados.

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Lengua regional. Es la forma lingüística que presenta particularidades propias de


acuerdo con la zona o región. Estas particularidades pueden ser de entonación, de pronunciación
y de léxico.

Las variedades de entonación están dadas por la especial forma de modulación de las
palabras según las distintas zonas: la tonada de correntinos, riojanos, cordobeses, etc.

Las variedades de pronunciación están dadas por ciertas características en la


fonetización de ciertas consonantes, tal como el yeísmo en los porteños (caye en vez de calle).

Las variedades de léxico están dadas por la forma especial de mencionar los elementos
de la realidad. Por ejemplo: cimarrón por mate amargo.

Una subclasificación de la Lengua regional la constituyen la Lengua


urbana y la Lengua rural, con sus variedades respectivas (ajuera por
afuera, güeno por bueno, etc.).

Lengua científico-técnica. Es el lenguaje usado por los profesionales en sus áreas


específicas, en los textos científicos y tecnológicos. Se caracteriza por el empleo de un léxico
preciso, sumamente específico y particular de cada ciencia. Palabras tales como semiosis,
hemotórax, tiristor, etc. son propias de este tipo de lengua.

Lengua vulgar. Es la Lengua usada por hablantes de escasa cultura lingüística y


limitada educación idiomática. Esta falta de conocimiento de la Lengua hace que se produzcan
deformaciones en la dicción (dotor por doctor), de conjugación (traducieron por tradujeron) e
inclusive de vocabulario.

Lengua generacional. Cada generación aporta a la Lengua ciertos usos que le son
propios y que no estaban presentes en la Lengua de generaciones anteriores. Algunos de estos
usos se hacen permanentes y otros se pierden con cada recambio generacional. Los cambios
suelen producirse a nivel del léxico (petitero, fashion), en composición de palabras (recopa,
rebueno) y también a nivel semántico asignando significados nuevos a palabras ya existentes
(¡qué buena onda!).

Lenguas especiales. Es el caso de las jergas. Es un lenguaje usado por solamente un


grupo dentro de una sociedad, que afecta generalmente solo al vocabulario, y los significados de
las palabras introducidas son compartidos solo por los integrantes de tales grupos. El caso más
significativo es el del lunfardo (con palabras tales como guita, botón, campana); aunque debe
destacarse que las jergas no son solo patrimonio de los niveles bajos de la sociedad, sino que son
comunes aun en ámbitos profesionales (en la jerga informática, se pide un print y no una
impresión).

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Mientras que para determinar los niveles de Lengua se ha tomado en cuenta el contexto
de la comunicación, para determinar los tipos de Lengua deben tenerse en cuenta las funciones
del discurso.

2. FUNCIONES DEL DISCURSO

Para dar una idea clara de las funciones del discurso, es útil hacer un breve repaso de los
factores constitutivos de todo acto de comunicación verbal.

Conforme a lo ya expuesto, el emisor envía un mensaje al receptor. Para ser operatorio,


el mensaje requiere:

¯ en primer lugar, de un referente que resulte comprensible por parte del receptor;

¯ en segundo lugar, de un código compartido, en su totalidad o en parte, por emisor


y receptor;

¯ Por último, de un canal que ponga en contacto al emisor y al receptor y les


permita establecer y mantener la comunicación.

Para una comprensión más clara, lo dicho puede esquematizarse como sigue:

REFERENTE
EMISOR MENSAJE RECEPTOR
CANAL
CÓDIGO

Cada uno de estos factores da lugar a una función del discurso, y el tipo de discurso
depende de la función predominante.

Función expresiva. Cuando el discurso se centra sobre el emisor, apunta hacia una
expresión directa de la actitud del sujeto con referencia a aquello de lo que está hablando.
Diremos que, en este caso, el discurso tiene una función expresiva.

Función apelativa. Cuando el discurso se centra sobre el receptor apunta a un


requerimiento preciso de este por parte del emisor. Diremos que, en tal caso, el discurso tiene
función apelativa.

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Función referencial o informativa. Si el discurso se centra sobre el referente


apuntará objetivamente a él y cumplirá una función referencial o informativa.

Función fática. Hay mensajes que tienen por objeto establecer, prolongar, mantener o
interrumpir una comunicación; o sea, se centralizan sobre el canal. Aquí el discurso cumple una
función fática. Cabe acotar que esta es la primera función verbal que adquieren los niños pues,
en ellos, la tendencia a la comunicación precede a la capacidad de emitir o recibir mensajes que
contengan información.

Función metalingüística. Si el discurso se centraliza sobre el código, es decir sobre


el lenguaje mismo, diremos que el discurso cumple una función metalingüística. Ello ocurre
generalmente cuando el emisor y/o el receptor juzgan necesario verificar si están usando el
mismo código o si hay que realizar ajustes en él.

Función poética. Por último, el discurso puede poner énfasis en el mensaje mismo.
En tal caso, estará cumpliendo una función poética. Es de destacar que la función poética del
lenguaje no es exclusiva de la poesía: muchos de nuestros discursos cotidianos cumplen esa
función.

Utilizaremos ahora el mismo esquema que usamos precedentemente, pero


reemplazaremos los elementos intervinientes en la comunicación por la función discursiva que
respectivamente corresponde cuando cada elemento se destaca.

INFORMÁTICA
EXPRESIVA POÉTICA APELATIVA
FÁTICA
METALINGÜÍSTICA

Ahora estamos en condiciones de clasificar los discursos según su función


predominante, y caracterizar brevemente cada uno de los diferentes tipos que resulten de la
clasificación. Conforme lo expuesto, los discursos pueden ser clasificados en:

 Discurso Expresivo, centrado en el emisor.

 Discurso Apelativo, centrado en el receptor.

 Discurso Informativo, centrado en el referente.

 Discurso Poético, centrado en el mensaje.

 Discurso Fático, centrado en el canal.

 Discurso Metalingüístico, centrado en el código.

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Discurso Expresivo. Es aquél en el que el emisor expone sus sentimientos,


emociones o valoraciones personales; de allí que posea un carácter netamente subjetivo.

El vocabulario que le es característico abunda en términos ambiguos y locuciones


valorativas. Hay un predominio singular de la primera persona gramatical y una recurrencia a
ciertos recursos expresivos (imágenes, comparaciones, metáforas).

Ejemplo:
Me molestan las personas impuntuales porque parece que lo toman a
uno por juguete.

Discurso Apelativo. Es el que el emisor emplea cuando desea actuar de alguna


manera sobre el receptor. El carácter predominante es el persuasivo; de allí el uso abundante de
verbos en modo subjuntivo; aunque también admite el imperativo.

Se recurre a menudo al empleo de recursos expresivos tales como el vocativo, las


interjecciones y las proposiciones admirativas. Es el tipo de discurso que habitualmente se usa en
los discursos políticos, sermones y en la publicidad.

Ejemplo:
Tome Coca-Cola bien helada.

Discurso Informativo. Es el que se emplea cuando el emisor desea exponer de


manera más o menos precisa respecto de datos o hechos. Su carácter es netamente objetivo; es
decir, omite la exposición de valoraciones personales.

El léxico empleado es preciso y unívoco (que tiene solo una posibilidad de


interpretación), y en algunas oportunidades recurre a terminología técnica. La tercera persona
gramatical es la predominante y los verbos se encuentran conjugados casi exclusivamente en
modo indicativo. Es el tipo de discurso que encontramos habitualmente en los libros científicos y
de estudio.

Ejemplo:
El sistema sémico de una palabra es el conjunto de todas las
posibilidades de significación de la misma.

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Discurso Poético. Es el que nos plantea otra visión de la realidad, basada no en las
relaciones comunes sino en construcciones figuradas.

La característica más sobresaliente de este tipo de discurso reside en el uso abundante


de figuras tales como la metáfora, la metonimia, la paranomasia, etc.

Vulgarmente se asocia el discurso poético con la poesía, y se espera encontrar una


división en versos rimados. Nada más equivocado. Lo que hace al discurso poético no es su
forma poética sino su expresión. Una frase como aquel estanciero tiene quinientas cabezas de
ganado es un discurso poético pues estamos haciendo uso de una figura literaria, la metonimia,
que consiste en nombrar al todo por una parte. No queremos decir que el estanciero posee
solamente las cabezas del ganado sino los animales completos.

Ejemplo:
Fulano es un amigo de fierro (Fulano es un amigo sin dobleces).

Discurso Fático. Es habitualmente un discurso muy breve que se reduce a fórmulas


consagradas socialmente tales como el Hola telefónico o como el Ahá retroalimentador que
habitualmente decimos, cada tanto, mientras nos habla otra persona.

Discurso Metalingüístico. Es aquel que versa sobre el propio lenguaje y que se usa
para efectuar reajustes de significado. Generalmente tiene forma de oración interrogativa y alude
a algún (o algunos) término pronunciado en una conversación.

Ejemplo:
Imaginemos esta conversación entre un suboficial y algunos amigos
civiles:

 Los bípedos vienen cada día más inútiles - dice el suboficial.

 ¿Qué querés decir con eso de bípedos? - le pregunta el amigo.

El término bípedo, común en la jerga aeronáutica, es desconocido


para el amigo civil; de allí que este pide que le sea definido para una
cabal comprensión del discurso pronunciado por el suboficial.

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3. DISCURSO Y TEXTO
La distinción entre discurso y texto puede llegar a resultar tan engorrosa que, para
muchos semiólogos, ambos términos pueden tomarse como sinónimos. Sin embargo, si pasamos
una breve revista de algunos contextos aplicados a ambos términos, rechazaremos la posibilidad
de sinonimia.

CORRECTO INCORRECTO

Pronuncio un discurso. Pronuncio un texto.

Leo textualmente. Leo discursivamente.

Hacer una cita textual. Hacer una cita discursiva.

Si bien no existe sinonimia entre texto y discurso, tampoco se oponen como contrarios;
pues tan correcto es decir leo un texto como leo un discurso; o hablar de un texto reiterativo y de
un discurso reiterativo.

Al parecer, una diferencia residiría en el contexto del acto de comunicación. Respecto


del discurso, tiene sentido hablar de una situación del discurso, en la que se incluyen las
condiciones de producción y la condición de los interlocutores; en cambio, no tiene sentido
hablar de una situación del texto.

Otra diferencia residiría en el medio de creación de uno y otro. El discurso se crea a


medida que se discurre, gozando de una amplia libertad creadora. El texto, mientras tanto, resulta
de una necesaria organización y se compone sobre la base de una competencia gramatical
normada.

Para salvar este escollo teórico que nos presenta la definición de los términos discurso y
texto, y al solo efecto de clarificar su uso en este trabajo, consideraremos las siguientes
conceptualizaciones:

DISCURSO TEXTO

Secuencia lingüística de mayor


o menor extensión, que se Forma concreta en que se
integra como información en una presenta un discurso.
situación comunicativa.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Tipos de textos
Clasificación

Si observamos detenidamente los distintos libros destinados al estudio notaremos que,


más allá de que todos difieran en materia de contenidos, todos ellos los exponen de manera
semejante: la forma en que está escrito un libro de Física es semejante a la forma en que está
escrito un libro de Biología.
De manera similar, podríamos afirmar que las instrucciones que informan cómo poner
en funcionamiento un artefacto electrónico son semejantes a una receta de cocina.

De acuerdo con lo dicho, podemos afirmar que existen determinados tipos de discurso
que presentan ciertas características que los hacen semejantes. A estos tipos de discurso los
llamaremos textos.

Texto
Puede definirse como tal, la forma concreta en que se presenta un
discurso.

Textos pueden ser desde una


Un texto no es solamente una suma de lista de compras hasta un
oraciones y/o proposiciones, sino una unidad de teleteatro, desde una noticia
comunicación: es un todo que posee un tema periodística hasta un ensayo, desde
central y partes relacionadas lógicamente con ese una carta hasta una novela;
tema central. siempre que sean considerados
como totalidad.

Los encontramos en diferentes ámbitos: periodístico, publicitario, literario, artístico,


cotidiano, administrativo, científico, jurídico, etc.; y en portadores tales como diarios, revistas,
libros, folletos, noticieros, etc.

La clasificación de un material tan vasto se torna poco menos que imposible y muchas
son las clasificaciones que se han intentado. Por nuestra parte, clasificaremos los textos
tomando en cuenta la característica predominante de cada uno de los tipos en: expositivos,
argumentativos, instructivos y literarios.

Texto expositivo. Es aquel tipo de texto esencialmente referencial que usa el emisor
cuando desea informar con objetividad al receptor.

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Ejemplo:
El contenido en los libros de estudio.

Texto argumentativo. Es aquel tipo de texto esencialmente apelativo que usa un


emisor cuando desea que el receptor adopte la posición que el emisor sustenta. Un discurso
político sería un ejemplo de un texto argumentativo.

Ejemplo:
Un discurso político.

Texto instructivo. Es el tipo de texto esencialmente apelativo que usa el emisor


cuando desea regular el comportamiento del receptor en determinado sentido.

Ejemplos:
 Una orden.
 Una receta de cocina.
 Un manual de instrucciones de un aparato electrónico, etc.

Texto literario. Es aquel tipo de texto que crea su propio referente.

Ejemplo:
Una novela, donde los personajes no tienen existencia concreta
sino que son creados por el lenguaje.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Características

 La principal característica del texto expositivo es la objetividad, con las limitaciones


que se verán oportunamente. Coincide con el texto argumentativo en que ambos están
dirigidos al entendimiento del receptor; pero difieren en carácter pues mientras el
expositivo tiene carácter referencial (centrado en el referente), el argumentativo tiene
carácter apelativo (centrado en el receptor).

 La principal característica del texto argumentativo es la subjetividad. Coincide con el


texto instructivo en que ambos tienen carácter apelativo, pero difiere de este pues
mientras el texto argumentativo se dirige al intelecto del receptor, el texto instructivo se
dirige a la conducta del mismo.

 El texto instructivo tiene como principal característica su intencionalidad, pues tiende


a controlar la conducta del receptor. Coincide con el texto argumentativo en que ambos
tienen carácter apelativo, pero difiere de él y del texto expositivo en que mientras estos
se dirigen al intelecto del receptor, el texto instructivo se dirige a su voluntad.

 La principal característica del texto literario es su creatividad. Difiere de los tipos


precedentemente citados en el hecho de que, mientras el referente de los anteriores es
un referente real (concreto o abstracto), el referente del texto literario es ficticio,
producto de la imaginación del emisor.

El texto expositivo
Hemos definido el texto expositivo como aquel tipo de texto esencialmente referencial
que usa el emisor cuando desea informar con objetividad al receptor.

En la definición propuesta se destacan tres elementos característicos de un texto


expositivo:

 Su función es referencial.

 Su intencionalidad es informativa.

 Su característica es la objetividad.

Fue Roman Jakobson quien, al estudiar las funciones del lenguaje, describió la función
referencial como aquella que está centrada en el referente; es decir, en aquello de lo que el texto
trata. Recordemos que existen además otras funciones que, a su vez, están centradas en otros
elementos intervinientes en la comunicación.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

La intencionalidad informativa está referida al hecho de que, si bien todo texto está
dirigido a un receptor, el emisor no tiene intención de influir sobre el mismo sino solamente
hacerle partícipe de algo.

La característica del texto expositivo es la objetividad; y sobre ello conviene extenderse.

La objetividad del texto expositivo

El concepto de objetividad deriva de la Teoría del Conocimiento. Según esta, en todo


proceso de conocimiento se encuentran involucrados tres elementos:

¼ Un objeto por conocer.

¼ Un sujeto cognoscente.

¼ Una actividad del sujeto sobre el objeto.

Si en la actividad de conocimiento el objeto se impone sobre el sujeto, el conocimiento


resultante será objetivo. Si, por el contrario, el sujeto se impone sobre el objeto, el conocimiento
resultante será subjetivo.

Esto equivale a decir que, si al aprehender el objeto de conocimiento el sujeto se limita


únicamente a las pautas propias del objeto, sin agregar opiniones propias o esquemas
preconcebidos sobre el objeto, el conocimiento será objetivo. A la inversa, si agrega opiniones o
preconceptos, el conocimiento será subjetivo.

Pero, ¿hasta qué punto es posible la objetividad?

Podemos enunciar, por lo menos, dos factores que condicionan la objetividad:

 Un sujeto elabora el conocimiento sobre la base de los conocimientos previos que


ha adquirido y que conforman su visión del mundo; por lo tanto, jamás podrá
liberarse totalmente de preconceptos y prejuicios.

 Un sujeto solo tiene contacto con el universo que le rodea a través de sus sentidos,
los que le brindarán solamente una perspectiva (propia) de la realidad. Lo que
puede ser de color rojo para un individuo de vista normal, puede no serlo para un
daltónico.

De lo expresado, podemos concluir que es imposible la objetividad


absoluta.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Aún así, es posible lograr elevados índices de objetividad en ciertas disciplinas tales
como las ciencias físicas y naturales; pero las ciencias humanas presentan un problema distinto.
En estas, el objeto de conocimiento es el hombre (o sus hechos); de allí que la relación de
conocimiento no se dé entre un sujeto cognoscente y un objeto de conocimiento, sino entre un
sujeto cognoscente y un sujeto de conocimiento.

De hecho, cuando la relación se plantea no entre sujeto y objeto sino entre sujeto y
sujeto, cobra importancia el factor afectividad (positiva o negativa) que incidirá sobre la
objetividad.

Podemos afirmar entonces que, aunque nunca será absoluta la


objetividad, pueden lograrse índices diferentes de ella según el área de
que se trate; así, el nivel de objetividad de un texto expositivo será el
considerado comúnmente satisfactorio para el área de que trate el texto.

Caracteres del texto expositivo

Aunque en el texto expositivo el acento esté puesto en comunicar, o sea proporcionar


información objetiva al receptor, este tipo de texto no es una mera recopilación de datos sino que
también explica, ejemplifica e interpreta y extrae conclusiones a la luz de los datos rescatados.

El emisor de un texto expositivo también orienta al receptor para una mejor


comprensión de la información, recurriendo a la división del texto en capítulos, títulos,
subtítulos, etc. y, dentro del texto, a subrayados, tipografías, etc.

En cuanto a las tramas, el texto expositivo admite todas las tramas con excepción de la
trama conversacional. La más frecuente es la trama descriptiva, aunque sea frecuente encontrar
la trama narrativa en ciertos informes científicos.

Otra característica del texto expositivo es la carencia de límites en cuanto a su


extensión. A diferencia de los textos instructivos, que deben ser breves, el texto expositivo no
tiene exigencia alguna en cuanto a extensión. La misma estará determinada por el tema y por la
profundidad (intención) con que este sea tratado.

Así, el tema Historia de San Martín tendrá una extensión lógicamente menor que el
tema Historia del Imperio Romano, pues el primero se desarrolla en una extensión menor de
tiempo (y será menor la cantidad de acciones historiables).

Pero un mismo tema puede registrarse en textos expositivos de distinta extensión. Al


respecto pueden citarse tres libros: Breve Historia del Mundo de H.G.Wells (1 tomo), La
Humanidad a través de los Tiempos de Max Savelle (4 tomos) e Historia Universal de
Seignobos (8 tomos).

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

El tema tratado por los tres autores es el mismo, pero la extensión difiere en función de
la profundidad.

A título de ejemplo, podríamos decir que el primero nos dice: Los egipcios eran
politeístas. El segundo nos aporta algo más de información: Los egipcios eran politeístas y su
dios principal era Osiris. El tercero nos aporta aún más información: Los egipcios eran
politeístas, su dios principal era Osiris y tenían otros dioses menores tales como Horus, Amón,
Ra y la diosa Isis.

Como vemos, una mayor cantidad de información implica una cantidad mayor de
palabras y, por consiguiente, un texto de mayor extensión.

Texto instructivo
Hemos ya dicho que un texto instructivo es el tipo de texto esencialmente apelativo que
usa el emisor cuando desea regular el comportamiento del receptor en determinado sentido.

Caracteres

En cuanto a su extensión, y a diferencia del texto expositivo cuya extensión no está


predeterminada, el texto instructivo debe ser breve, pues de lo contrario provoca el desaliento
del receptor.

Es interesante destacar, respecto de esta característica del texto


instructivo, la posibilidad de realizar un texto instructivo en el sentido de
hacer algo, pero buscando precisamente el no hacer del receptor.
Tomemos como ejemplo el caso de un director de un banco en momentos
en los que el gobierno ha dispuesto que todos los bancos abran una línea
de créditos con intereses muy bajos. La operación no es rentable para el
banco, pero hay que cumplir lo ordenado por el gobierno. Es así que el
banquero abrirá una línea de créditos, pero el texto instructivo con los
requisitos que deberá cumplir el solicitante (instructivos) será tan
engorroso que nadie pedirá crédito alguno.

En cuanto a su forma, puede enunciar una conducta esperada única (como en el caso de
una orden), o enunciar una serie de conductas (como en un manual de instrucciones).

Al texto que enuncia una conducta esperada única suele llamárselo también texto
instructivo prescriptivo y al que enuncia una serie de conductas, cartilla de instrucciones.

En cuanto a la trama, el texto instructivo presenta siempre una trama descriptiva, pues
el texto está referido a conductas o procedimientos que el receptor debe seguir; lógicamente, el
texto deberá describir fehacientemente la conducta que se espera del receptor para que este la
ejecute.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Pautas gramaticales

Verbos. Dado que en el texto instructivo existe la intencionalidad del emisor de influir
de alguna manera en la conducta del receptor y tal conducta esperada debe ser descripta, este tipo
de texto tiene una base marcadamente verbal, pudiendo consistir en solamente un verbo en
infinitivo la totalidad del texto pues este es el nombre de la acción y, como tal, es descriptivo de
la misma.

Esto es frecuente en las órdenes militares, cuya claridad e inmediatez


imponen que sean construidas con el menor número posible de
palabras para un mejor entendimiento y un cumplimiento expedito.

El verbo en Infinitivo enuncia la acción en sí misma, y suele usarse con sentido


imperativo. Esta forma es generalmente usada en los manuales de instrucciones de aparatos
electrónicos:

Ejemplo:
Conectar el aparato a la línea principal de tensión.

Habitualmente, un texto instructivo lleva los verbos conjugados en Modo Imperativo ya


que es este el modo que presenta la acción enunciada como una orden:

Ejemplo:
Conecte el aparato a la línea principal de tensión.

Cabe acotar que la base verbal de un texto instructivo puede estar omitida. Tal es el
caso de una lista de compras, en la que se citan solamente una serie de objetos o productos, o en
el listado de ingredientes que figura en la primera parte de una receta de cocina.

El hecho de que la base verbal no se consigne no invalida al texto como instructivo,


pues en una lista de compras impone al receptor la adquisición de los productos mencionados,
excluyendo los que no lo están; es decir: existe un control de la conducta.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

En estos casos, la base verbal se ha omitido en el texto pues está dada por el contexto.
Evidentemente, una lista de compras implica, de hecho, la orden de adquirir los productos
consignados en ella, siendo redundante incluir la base verbal:

(Compre) Producto A
(Compre) Producto B
(Compre) Producto C
(Compre) Producto D

Sintaxis. Las oraciones que integran un texto instructivo tienen que estar constituidas
por pocas palabras y enunciar solamente una conducta esperada. Esto limita al emisor a usar
oraciones simples con escasos complementos, pues la abundancia de estos conspiraría contra la
brevedad y la concisión del texto.

En rigor, la brevedad de ciertos textos instructivos (las órdenes militares) llegan a tal
brevedad que solamente constan de una palabra.

Ejemplo:
¡Atención! ¡Formar! ¡Alinearse!

Secuencias. Hemos dicho que un texto instructivo puede configurarse como una
opción singular (tal el caso de una orden) o como una secuencia de opciones (manual de
instrucciones de operación). En este último caso, el texto instructivo se presenta como una
cartilla de instrucciones en la que cada opción configura una conducta determinada requerida del
receptor.

Entre las opciones de una secuencia existe siempre un vínculo de consecutividad, pues
una opción sigue necesariamente a otra. Cuando entre las opciones de una secuencia existe solo
consecutividad, el orden de las opciones puede cambiarse. Tal es el caso de la lista de
ingredientes de una receta de cocina donde no importa que se obtenga primero el último de los
ingredientes y el primero de estos se obtenga en último término.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Pero sucede a veces que entre las opciones de una secuencia, además de consecutividad,
existe causalidad; entonces, no es posible cambiar el orden de las opciones pues se requiere que
ellas sean cumplidas ordenadamente tal como han sido expuestas. Analicemos un ejemplo
concreto:

Cómo cambiar la rueda de un automóvil

1. Afloje los bulones que sujetan la rueda, sin retirarlos.

2. Coloque el gato y levante el vehículo.

3. Retire los bulones.

4. Retire la rueda y coloque la de reemplazo.

5. Coloque los bulones de rueda ajustándolos suavemente.

6. Baje el vehículo y retire el gato.

7. Ajuste los bulones de rueda.

En una secuencia semejante, las opciones se suceden por causalidad. Vemos que es
imposible cumplir la opción 6 si no se ha cumplido previamente la opción 2, no podremos
cumplir con la opción 4 si previamente no hemos cumplido con la opción 3, etc.

Decimos que existe causalidad en una serie de opciones cuando el


cumplimiento de una conducta requerida en una opción hace posible la
conducta requerida en la acción siguiente.

La información en textos instructivos

La información contenida en un texto instructivo tiene carácter lineal, es decir, no


puede hablarse de temas principales o secundarios porque toda la información brindada tiene la
misma importancia.

Por tener una intencionalidad específica, los textos instructivos deben presentar la
información al receptor de una manera ordenada y coherente.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Para ello, es necesario tener en cuenta dos pautas fundamentales:

 Objetividad. Para lograr un mayor coeficiente de claridad y de efectividad, estos


textos deben estar tratados neutralmente; es decir, deberán ser lo suficientemente
objetivos como para desterrar las alusiones al estado de ánimo o a los sentimientos
del emisor.

 Secuenciado lógico. El orden entre la distribución de la información y la conexión


entre las diferentes opciones presentadas son esenciales en el armado de un texto
instructivo. El secuenciado lógico está planteado por:

 La identificación de pasos de la serie instructiva, que puede estar marcada por


números, viñetas, etc.; tal como en el ejemplo aportado de cómo cambiar la
rueda de un automóvil.

 El uso de conectores que ordenen la información. Tales conectores pueden ser


conjunciones coordinantes (conectores coordinantes) o adverbios temporales
(conectores temporales).

Ejemplos:

 Colocar el gato y levantar el automóvil (coordinante).

 Colocar el gato. Luego, levantar el automóvil (temporal).

Texto argumentativo
Hemos definido el texto argumentativo como aquel texto esencialmente apelativo que
usa el emisor cuando desea influir sobre el receptor en sentido de compartir la posición que él
sustenta.

Notamos inmediatamente dos elementos característicos del texto argumentativo:

 Tiene carácter apelativo.


 Existe el deseo de influir sobre el receptor.
Decimos que tiene carácter apelativo pues está centrado en el receptor. Aquí no puede
tratarse de un receptor posible (como en el texto expositivo), debe tratarse de un receptor
concreto sobre quien se intenta influir de alguna manera.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

En tal carácter, coincide con el texto instructivo, pero se diferencia de este en que
mientras el texto instructivo se dirige a la conducta del receptor, el texto argumentativo se dirige
a su intelecto. En esta característica coincide con el texto expositivo, pero se diferencia de este
en que mientras la objetividad es característica del texto expositivo, el texto argumentativo es un
texto de carácter subjetivo.

El texto argumentativo puede presentar un sinnúmero de formas diferentes:


conversaciones cotidianas, cartas, discursos políticos, sentencias jurídicas, editoriales
periodísticas, ensayos, avisos publicitarios, críticas, etc. No obstante, cualquiera sea la forma que
el texto argumentativo adopte, obliga al receptor a reflexionar sobre determinado tema y lo
induce a adoptar la posición propuesta por el emisor al respecto.

Pese a la enorme variedad de formas que puede presentar este tipo de texto, es posible
reducir las formas de influir sobre el receptor a tres formas básicas que dependerán del
objetivo propuesto por el emisor:

 Persuadir, estimular al receptor moviéndolo a reafirmar sus convicciones o


creencias.

 Convencerlo, para lograr una adhesión respecto de la postura del emisor,


cambiando una idea preexistente en el receptor.

 Incitarlo a la acción promoviendo en él la ejecución de ciertas acciones o


conductas deseadas.

Cuando el emisor procura persuadir, intenta renovar su fe en una creencia u opinión que
ya tenía formada; tratará a través de sus argumentos, que el receptor pase de un convencimiento
emotivo al convencimiento intelectual de lo justo de su posición.

Cuando el emisor procura convencer, trata de influir sobre cierta creencia del receptor:
la posición que defiende es distinta de la sustentada por la mayoría y tiene como objetivo influir
para lograr un cambio de opinión permanente al respecto.

Cuando lo buscado es incitar a la acción, el emisor tiene la difícil tarea de lograr que,
en función de sus argumentaciones, el público no solo se convenza de la justeza de su posición
sino que además actúe inmediatamente en consecuencia; es decir, lograr que una creencia se
transforme en una acción inmediata con un propósito determinado. Esto no es fácil de lograr.

Estructura del texto argumentativo

Un texto argumentativo debe estar constituido por dos partes fundamentales, aunque no
necesariamente deban disponerse en el texto siguiendo el orden en que habremos de exponerlas.
Esas partes son:

 Proposición del emisor.

 Fundamentación de la proposición.

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Proposición del emisor. Es el enunciado de la posición sustentada por el emisor y


aquella por la que intenta que el receptor tome partido.

Debe ser enunciada en forma clara, concreta y concisa, de manera tal que no presente
dudas en el receptor. En lo posible, deberán utilizarse oraciones breves y un léxico compatible
con el léxico del receptor.

La proposición puede encabezar el texto cuando se trata de textos breves, tal como una
solicitud; pero no siempre es conveniente ubicar la proposición al comienzo. En textos
argumentativos de regular extensión puede optarse por desplazar la proposición a un segundo
término ya que a veces, no es conveniente revelar la proposición en el comienzo del texto pues
de esta forma se evita que el receptor se coloque en posición defensiva. No se trata de un
procedimiento éticamente censurable sino solamente de ajustar las secuencias del discurso a los
procesos normales del pensamiento humano; es decir, a las etapas que recorre la mente para
llegar a una nueva convicción.

Fundamentación de la proposición. Para lograr que el receptor adhiera a su


posición, el emisor debe recurrir a todos los medios de persuasión que estén a su alcance. A
veces, podrá apelar a la sensibilidad; pero en general, los recursos más efectivos son la
contundencia de los argumentos lógicos y la fuerza psicológica de los mismos.

El emisor deberá recurrir a la fundamentación lógica de sus argumentos, ya que un


receptor no cambiará sus opiniones solamente porque alguien le diga que lo haga. Un receptor
con mediana instrucción exigirá razones para cambiar sus creencias y, generalmente, exigirá las
evidencias que apoyen tales razones. Para probar lo que afirma, el emisor se verá obligado a usar
el razonamiento y presentar evidencias que avalen tal razonamiento. Solamente cuando el
receptor acepte ese razonamiento como válido y considere que la prueba es concluyente, le
creerá.

La mayor deficiencia de los textos argumentativos reside en la carencia de hechos y


testimonios que puedan ofrecer una prueba razonable. En el texto expositivo puede recurrirse a
estadísticas, gráficos y testimonios, tal como se vio al estudiar este tipo de texto; pero en el texto
argumentativo estos recursos son generalmente inaplicables. Por ejemplo, en el caso de un
cambio de política de acción, sería imposible efectuar una estadística de hechos futuros.

El recurso más indicado, entonces, es la apoyatura lógica. La cantidad de pruebas


lógicas necesarias para asegurar crédito varían de acuerdo con la naturaleza de la proposición y
con el tipo de receptor: se necesitaría menos evidencia para persuadir a la mayoría de los
norteamericanos de que la democracia es la mejor forma de gobierno, que la que se necesitaría
para convencer a un miembro del Kremlin soviético. Además, nunca pueden ofrecerse pruebas
suficientes para convencer a un receptor con prejuicios.

También existen proposiciones que no pueden ser confirmadas con pruebas porque son
declaraciones que se oponen directamente a la experiencia, o a creencias sustentadas firmemente
por el receptor, y hasta es probable que el receptor se niegue a escucharlas. Sin embargo, es muy
posible que un receptor desprejuiciado pueda aceptar tales argumentos si se aporta la evidencia
necesaria.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Desde un punto de vista ideal, las pruebas lógicas deberían ser suficientes para apoyar
una proposición; pero, en la realidad, dado que el hombre está menos regido por la lógica de lo
que él mismo supone, un argumento basado en los más rigurosos preceptos lógicos generalmente
no basta para convencer. El texto ideal deberá entonces ser una exhortación lógica y psicológica
al mismo tiempo.
Apelar a la razón y a la emoción no son dos llamamientos distintos pues ambas
reacciones están relacionadas; por lo tanto, es el emisor quien debe hacer que un argumento que
apele a la razón, apele también al sentimiento.
Es importante relacionar el sentimiento que se busca con los deseos, necesidades y
aspiraciones básicas del receptor; por ello, es imperativo que el emisor estudie al receptor para
determinar cuáles son los puntos en los que deberá poner énfasis a fin de lograr los mayores
efectos psicológicos.

Organización del texto argumentativo


La enorme variedad de los textos argumentativos hace difícil la tarea de esbozar una
organización que sea característica de todos los textos argumentativos, por lo que habremos de
delinear solamente un esquema de organización posible de textos argumentativos de regular
extensión.
El mejor método de organización del texto argumentativo para persuadir es el
psicológico o inductivo, que es el especialmente indicado cuando se presume que la motivación
del receptor no es abiertamente favorable.
Podemos delinear ciertos pasos que es conveniente seguir en la redacción de un texto
argumentativo:

1.- Lograr la atención. El receptor posiblemente no ha advertido la presencia del


problema. Es tarea primordial del emisor dirigir la atención del receptor hacia ese
problema y lograr que cambie la actitud indiferente por una actitud interesada.

2.- Análisis del problema. Se deberá determinar y definir el problema: su naturaleza, sus
causas, sus efectos y su importancia para el receptor. Deberán aportarse ejemplos
ilustrativos y, en lo posible, reforzar tales ejemplos mediante testimonios o recurriendo
a procedimientos lógicos. Deberá conseguirse que el receptor comprenda el estado del
asunto tratado y despertar en él un sentido de necesidad de cambio.

3.- Presentación de la proposición. Esta es la base del texto: la exposición de la idea


principal que debe responder a la pregunta ¿Qué habría que hacer?. Debe tenerse
especialmente en cuenta que el receptor cree lo que desea creer y (dentro de sus
posibilidades) hace lo que desea hacer, la solución debe ser planteada de manera que se
adecue a sus deseos. El emisor reclamará una decisión del receptor; pero para lograr
que esa decisión le sea favorable deberá dar algo a cambio. El receptor elegirá “sangre,
sudor y lágrimas” (propuesta hecha por Sir W. Churchill al pueblo inglés durante la
II Guerra Mundial) solamente si cree que la recompensa por esa elección será lo
suficientemente grande. El problema para el emisor será entonces demostrar que lo
propuesto posibilitará la obtención de lo que el receptor desea.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

4.- Lograr la acción. El emisor no solo tiene que convencer al receptor de que es necesario
hacer algo para solucionar el problema, sino que es imprescindible una actuación
efectiva respecto de la proposición. Nunca debe dejarse una duda respecto de la acción
que tiene que ser adoptada. Deben proponerse una o varias acciones que puedan ser
cumplidas inmediatamente: eso logrará que el receptor se sienta actor efectivo del
cambio.

El texto argumentativo con fundamentación positiva

Habitualmente, la fundamentación de un texto argumentativo contiene elementos que


apoyan la proposición del emisor. Es decir, la fundamentación es positiva respecto de la
proposición.

Podríamos graficar la estructura de un texto argumentativo con varias fundamen-


taciones positivas, como se muestra en la figura 1-1.

Párrafo 1:

PRESENTACIÓN Y PROPOSICIÓN

Párrafo 2:

FUNDAMENTACIÓN POSITIVA 1

Párrafo 3:

FUNDAMENTACIÓN POSITIVA 2

Párrafo 4:

FUNDAMENTACIÓN POSITIVA 3

Figura 1-1 Estructura de un texto argumentativo con fundamentación positiva.

En el esquema propuesto, el primer párrafo contiene la presentación del emisor y la


proposición dado que, siguiendo la normativa del RAG 6, debe entrarse directamente en tema.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

El segundo párrafo contiene la primera fundamentación positiva, es decir, el primer


apoyo que avala la proposición; que debe ser lo suficientemente importante como para despertar
el interés del receptor. El tercer párrafo contiene otra fundamentación positiva (que avala la
proposición), y el cuarto párrafo contiene la última fundamentación positiva, que también avala
la proposición y debe ser, como la primera, lo suficientemente importante como para incentivar
al receptor.

El texto argumentativo con fundamentación negativa

No obstante, es posible que un texto argumentativo contenga una fundamentación


negativa; es decir, una fundamentación contraria a la proposición. Esta afirmación parece un
contrasentido, pues se diría que se propone algo y se instrumenta el motivo para la denegación de
lo propuesto. Sin embargo, no es así.

Recordemos que el texto argumentativo con fundamentación positiva consta de dos


partes infaltables: la proposición y la fundamentación. El texto argumentativo con
fundamentación negativa agrega una tercera parte al texto: la refutación; y su extensión es
generalmente de escasas proporciones.

De la misma manera que intentamos anteriormente un esquema del texto argumentativo


con fundamentación positiva, podemos ahora intentar una esquematización del texto
argumentativo con fundamentación negativa (figura 1-2).

Párrafo 1:

PRESENTACIÓN Y PROPOSICIÓN

Párrafo 2:

FUNDAMENTACIÓN NEGATIVA

Nexo coordinante adversativo

REFUTACIÓN

Figura 1-2 Estructura de un texto argumentativo con fundamentación negativa.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

La refutación

La refutación consiste en la negación de la fundamentación negativa, de manera que la


fundamentación negativa (opuesta a la proposición) y la refutación (opuesta a la fundamentación
negativa) oficien en conjunto de fundamentación positiva.

Para lograr tal objetivo, es necesario que la refutación verse sobre el mismo tema que la
fundamentación negativa, o sobre un tema superior, pues de lo contrario no se lograría la
anulación de la fundamentación negativa.

Ejemplo:

 Proposición: “Es necesario reparar los frenos del ómnibus de


transporte de personal de la Escuela”.

 Fundamentación negativa: “No se ignora que se trata de un


gasto considerable” (tema:dinero).

 Nexo coordinante adversativo: pero.

 Refutación: “En caso de producirse un accidente por esa


causa, las demandas judiciales podrían significar gastos aún
mayores”.

En el ejemplo propuesto, el tema de la fundamentación negativa y el de la refutación


giran en torno del dinero. Pero la refutación podría plantearse en función de un tema de
relevancia superior.

Ejemplo:

 Proposición: “Es necesario reparar los frenos del ómnibus de


transporte de personal de la Escuela”.

 Fundamentación negativa: “No se ignora que se trata de un


gasto considerable” (tema:dinero).

 Nexo coordinante adversativo: pero.

 Refutación: “En caso de producirse un accidente por esa


causa, podría resultar lesionado, incluso de gravedad,
numeroso personal del Instituto”.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

El tema de esta refutación gira en torno de la integridad física del personal, tema
indiscutiblemente de nivel superior al dinero.

Es necesario destacar que este tipo de texto argumentativo no cumple explícitamente


con el objetivo de los textos argumentativos, que es convencer al receptor. Este tipo de texto no
puede ser usado para convencer a receptor alguno, pues no aporta elementos de
convencimiento; sin embargo, puede afirmarse que este tipo de texto cumple parte de la tarea de
convencimiento.

Recordemos que: para convencer a


alguien deben cumplirse dos pasos:

 generar duda en el receptor respecto


de ideas anteriores al respecto, y

 presentar y apoyar ideas nuevas.

El texto argumentativo con fundamentación negativa presenta ideas nuevas


(proposición), pero no las apoya, solamente crea la duda (refutación) en el receptor con respecto
a una determinada postura posible de este (fundamentación negativa).

Tramas
Al leer una novela podemos observar que se producen ciertos cambios en el texto, y
adquiere diferentes aspectos según nos presente las características de un personaje o un lugar,
nos relate el curso de algún suceso o nos participe de una conversación entre personajes. El tipo
de texto es el mismo (texto literario), pero las formas de presentarse son diferentes. Estos
diferentes aspectos que pueden presentar los textos que se denominan tramas.

Trama textual
Es la forma en que se realiza un texto.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Tal como sucede en una novela, en cualquier texto de regular extensión podemos
observar que el mismo se realiza en diferentes tramas. De allí que debamos considerar la noción
de predominancia.

Una novela o un cuento no son absolutamente narrativos sino que la trama narrativa es
predominante en ellos, porque además de la trama narrativa encontraremos ciertas partes con
trama descriptiva e incluso conversacional. Pero si consideramos la novela (o el cuento) como un
todo, veremos que la trama predominante es la narrativa.

Clasificación

Las principales tramas pueden ser clasificadas en cuatro tipos básicos:

 Narrativa.

 Descriptiva.
Tramas
 Argumentativa.

 Conversacional.

 La trama narrativa cuenta.

 La trama descriptiva muestra.

 La trama argumentativa demuestra.

 La trama conversacional dialoga.

Características

Trama narrativa. La trama narrativa es la que usa el emisor cuando presenta al


receptor un suceso en su evolución.

Habitualmente suele confundirse la narración con la descripción de acontecimientos. Lo


que distingue y hace diferentes a una y a otra es la presencia de la estructura narrativa: para que
exista narración es imprescindible que exista una estructura narrativa.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

La estructura narrativa se desarrolla en el tiempo y consta de: una Situación Inicial, un


Proceso y una Situación Final.

La Situación Inicial introduce al receptor en el tema. Es la parte propiamente


descriptiva de la estructura narrativa y en ella se plantea una situación de equilibrio entre los
elementos actuantes. Este equilibrio planteado por la situación inicial será roto por la inclusión
de un elemento o situación (conflicto) que la desestabiliza generando un Proceso caracterizado
por sucesos y acciones que van a conducir a un nuevo equilibrio o Situación Final, distinta de la
Situación Inicial. En el ejemplo siguiente veremos cómo se estructuran estas tres situaciones.

Ejemplo:
(Situación Inicial) Un joven limpia parabrisas de automotores en una
esquina. Su vida llena de privaciones transcurre sin amigos ni
compañera. (Proceso) Un día encuentra un billete de lotería y lo
guarda. Al día siguiente ese billete sale premiado con el premio mayor.
La vida del joven cambia: de repente se le acercan una gran cantidad
de amigos y de chicas. Comienza a despilfarrar el dinero y pronto se
queda sin nada. (Situación Final) Entonces, debe volver a limpiar
parabrisas de automotores en una esquina.

Hemos tomado este ejemplo porque en él la Situación Inicial y la Situación Final son
aparentemente iguales; sin embargo no es así. En la Situación Inicial el joven no ha conocido
nunca una vida de derroche que es un recuerdo en la Situación Final.

Trama descriptiva. Describir es pintar con palabras. Tal vez esta sea la acepción
más acertada, pues la trama descriptiva es la que utiliza el emisor cuando desea que el receptor
forme una imagen mental de lo descripto.

Un requisito fundamental de la descripción es el orden, ya que una descripción


desordenada generará en el receptor una imagen mental distorsionada.

El orden descriptivo debe tomar en cuenta si lo descripto tiene una dimensión puntual o
extendida; es decir, si el objeto tiene un volumen puntual o se extiende en el espacio o el tiempo.
Si el objeto es puntual (un objeto, una persona) la descripción se realizará de lo general a lo
particular (o viceversa: de lo particular a lo general); en cambio, si el objeto tiene extensión
espacio-temporal (un paisaje, una serie de acontecimientos), la descripción se ordenará de lo más
próximo a lo más lejano (o viceversa).

En ambos casos, la descripción debe proceder sin saltos. Si en un paisaje observado


desde lo más próximo a lo más lejano se encuentran flores silvestres (1), algunas vacas (2), un
arroyo (3), una casa (4) y unos cerros (5); el paisaje podrá ser descripto siguiendo el orden 1-2-3-
4-5, o bien, 5-4-3-2-1. Pero nunca deberá describirse 1-4-2-5-3, o 3-5-1-2-4, etc.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Trama argumentativa. La trama argumentativa es la que usa el emisor cuando


intenta demostrar algo al receptor.

La trama argumentativa se estructura en dos momentos bien definidos: la proposición y


la conclusión.

En la proposición el emisor enuncia una determinada posición, que habitualmente


desea que el receptor conozca; y en la conclusión expone, a título de consecuencia, la posición
que desea que el receptor comparta.

Un ejemplo típico lo presentan ciertos eslóganes publicitarios.

Ejemplos:

 La nafta súper brinda más potencia. La nafta súper es mejor.

 Las industrias argentinas brindan trabajo. Comprar nacional ayuda


a la economía.

Trama conversacional. Es la que emplea el emisor cuando quiere representar la


forma de un diálogo entre hablantes.

Es una forma común en los textos literarios tales como novela o cuento, y presenta
como particularidad el uso del guión largo, que indica el cambio de hablante.

La trama conversacional puede adoptar dos formas, según se trate de dos hablantes o de
más de dos. Cuando los hablantes son solamente dos y el texto indica quién comienza el diálogo,
la indicación del cambio de hablante se da solamente por el uso del guión largo.

Ejemplo:
Se encuentran Juan y Pedro, y Pedro dice:
− ¡Hola! ¿Cómo te va?
− Muy bien.

Se entiende que si el primer guión largo corresponde al texto dicho por Pedro, el
segundo texto es dicho por Juan, pues el guión largo indica que el hablante cambia.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Un caso distinto se presenta cuando los hablantes potenciales son más de dos, pues el
guión largo indica que el hablante cambia, pero ya no se sabe quién lo hace. Debe entonces
recurrirse a la figura de un hablante virtual: el narrador. En este caso, el texto tendrá un aspecto
como el que sigue en el ejemplo.

Ejemplo:
(El narrador ha sido consignado con letra cursiva)

A la mesa se encontraban Juan, Pedro, Diego y Luis, conversando


animadamente.

Yo creo que es conveniente informarnos al respecto -dice Pedro.

Por mi parte no considero prestarle mayor atención -afirma Diego.

No creo que no sea importante -argumenta Luis.

Lo mejor es que cada uno actúe como quiera -dice Diego.

Vemos que sin la intervención del narrador nos hubiera sido imposible saber a quién de
los presentes corresponde cada locución.

Cabe aclarar que existiría una tercera forma que es la usada en teatro, en la que se
consigna directamente la identificación del hablante antes del texto correspondiente.

Ejemplo:
Sergio − Tengo deseos de ir al cine este fin de semana.

Rodrigo − Yo también. Podríamos ir juntos.

Sergio − Hecho.

Coherencia y cohesión textuales


Más allá del tipo de texto que se utilice y de la trama o tramas que se empleen, para que
sea inteligible, todo texto debe tener coherencia y estar cohesionado.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Coherencia
Es una propiedad semántica del texto que permite al receptor percibirlo
fácilmente como una unidad; como un todo cuyas partes están
relacionadas entre sí.

Analice los ejemplos siguientes:

1.- El tránsito vehicular en las grandes ciudades es un factor de alta contaminación. Las
entidades ambientales procuran soluciones inmediatas para el problema; sin embargo,
la falta de conciencia de los ciudadanos y los intereses de las multinacionales
petroleras dificultan la posibilidad de hallar una respuesta a esta peligrosa situación.

2.- El tránsito vehicular en las grandes ciudades es un factor de alta contaminación.


Alberto Einstein enunció la Teoría de la Relatividad. Mi abuela prepara unos
exquisitos dulces caseros. Los tiburones son animales marinos de alta peligrosidad.

Luego de leer atentamente ambos textos, trate de responder a las siguientes preguntas:

 ¿Las oraciones están referidas al mismo tema?


 ¿Es posible resumir el texto en una sola oración?
 ¿Puede mencionar algún tipo de relación entre los sujetos de las oraciones que
integran el texto?

 ¿Puede mencionar algún tipo de relación entre los predicados de las oraciones que
integran el texto?

Inmediatamente notará que:

 Para el texto 1 las respuestas son afirmativas y, en cambio, para el texto 2 son
negativas.

 Las oraciones del texto 1 están todas referidas al mismo tema: el peligro de la
contaminación ambiental.

 Las oraciones del texto 2 están referidas a diferentes temas, inconexos entre sí.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Podemos afirmar que las oraciones del texto 1 tienen un sentido único, que no lo tienen
las oraciones del texto 2.

Ese sentido único es lo que hace coherente un


texto.

La coherencia implica la existencia de un tema central al


que se subordinan todos los otros que pudiera haber en
un texto.

Cuando hay coherencia, la información que aparece en un texto es pertinente o


relevante, es decir, no hay información que no se corresponda con el tema central; y es
suficiente, o sea que no existe ni más ni menos información que la necesaria.

Cuando analizamos cuál es la intencionalidad de un texto y cómo es su organización, y


si los recursos que se utilizan responden a tal intencionalidad; cuando observamos qué función
cumplen las ideas que contiene un texto (si se trata de un ejemplo, si una idea aclara a otra, etc.);
cuando analizamos qué tipo de relación hay entre esas ideas (si son opuestas, si una es causa o
consecuencia de la otra, etc.), estamos analizando la coherencia del texto.

Coherencia global y coherencia local

Veamos seguidamente las definiciones de ambos tipos de coherencia.

Coherencia global
Es la relación de cada idea con el tema central.

Coherencia local
Es la relación entre las partes del texto.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Analicemos ahora los ejemplos siguientes.

Ejemplo 1:
Un exiliado chileno se refugió en las Islas Canarias. Allí vivió dos
años que transcurrieron apaciblemente. El comenzó a escribir un
libro en cuyas páginas narraba sus pasadas angustias de desterrado
antes de regresar definitivamente a su país.

Ejemplo 2:
— Permiso, señor. Aquí le dejo el libro que me encargó. Hablaron de
la firma El Mueble de Oro por unas sillas de oficina. ¡Ah! Susana, su
secretaria, vuelve enseguida.
¿El texto 1 es coherente?
¿El texto 2 es coherente?
¿Existen elementos gramaticales (pronombres, adverbios o
conjunciones) que articulen entre sí las distintas palabras en el
texto?
Si bien puede decirse que ambos textos son coherentes, el texto 1
posee elementos gramaticales que lo articulan; en cambio, el texto 2
presenta las ideas sin conexión entre ellas.

Podemos hablar entonces de una coherencia global, que se manifiesta en la existencia


de un tema central al que está referido todo el texto, y de una coherencia local o cohesión, que
se manifiesta en relaciones lexicales y gramaticales que se evidencian entre los elementos que
constituyen el texto.

Cohesión textual

Decimos entonces que la cohesión es un recurso semántico que dispone la presencia de


dos o más elementos que se relacionan entre sí, integrados en un mismo texto.

Ejemplo 1:
Pamela vive con su hermana en una casa amplia y silenciosa que
heredaron de su abuela paterna cuando ambas tenían cargadas sus
mochilas con ilusiones y esperanzas.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

En el texto anterior puede observarse que su está relacionado con Pamela, que se
relaciona con casa; ambas y sus se relacionan con Pamela y hermana. Notemos que todas estas
relaciones se presentan con elementos que han sido previamente citados en el texto.

Pero observemos ahora otro ejemplo.

Ejemplo 2:
Me encontré con Roberto y me explicó su proyecto así: me asociaré con
mi padre.

En este caso, así se relaciona con elementos que se citarán con posterioridad.

Estamos entonces en condiciones de afirmar que la cohesión puede ser anafórica


(ejemplo 1) o catafórica (ejemplo 2).

La cohesión es anafórica cuando un elemento se refiere a otro que ha


sido mencionado en el texto previamente.

La cohesión es catafórica cuando un elemento se refiere a algo que será


mencionado en el texto con posterioridad.

Hemos dicho que la cohesión es una condición del texto referida a la relación entre los
elementos textuales, o sea, a la interdependencia entre las distintas partes que componen el texto.

Sin cohesión un texto se presenta no como una totalidad sino como un


conjunto de ideas agregadas una a continuación de la otra.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Esta relación de interdependencia entre las distintas ideas (elementos) constitutivos de


un texto se logra merced a ciertos recursos propios del lenguaje, que nos permiten referirnos a la
distintas partes del texto sin necesidad de repetir las mismas palabras, enlazando las ideas a
través de palabras que sirven para conectarlas estableciendo el tipo de relación buscada según el
sentido del texto e, incluso, hasta eliminar palabras.

Recursos de la cohesión. Existen distintos tipos de recursos de cohesión. Algunos


de ellos consisten en reemplazar una palabra o una frase por otra u otras con cuyos significados
se relacionan (traslativos); otros se reducen a eliminar del texto palabras que pueden ser
fácilmente repuestas por el receptor en base a ciertas relaciones gramaticales (supresivos); y
otros consisten en unir las diferentes partes estableciendo conexiones entre ellas (relacionantes).

Entre los recursos traslativos más comunes pueden citarse:

± Sinónimos. Se trata de palabras o frases con significados semejantes que pueden ser
usadas indistintamente en un texto, pues aluden a un mismo significado.

Ejemplo:
El inconveniente se presentó de improviso y sin posibilidades de
solución, pues nadie conocía ese tipo de problema.

± Hiperónimos e hipónimos. Son palabras cuya relación semántica consiste en


contener (hiperónimos) o estar contenidos (hipónimos) en otra. Decimos pues que un
hiperónimo es una palabra que abarca en su campo semántico la significación de otra
palabra que es su hipónimo.

Ejemplo 1:
Era un músico de primera. Como buen trabajador del arte se
dedicaba plenamente a su oficio.

Trabajador es hiperónimo de músico porque lo incluye en su campo semántico, en el


que también se encuentran otros oficios.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Ejemplo 2:
El médico estaba orgulloso: era considerado el mejor bisturí de la
ciudad.

Bisturí (que alude a cirujano) es hipónimo de médico ya que la cirugía es uno de los
campos de la Medicina, cuyo campo semántico incluye otras especialidades: clínica,
traumatología, cardiología, etc.)

± Antónimos. Se trata de palabras enfrentadas semánticamente, o sea que poseen


significados opuestos.

Ejemplos:

 Bueno/malo.

 Lindo/feo.

 Blanco/negro.

± Pronominalización. Los pronombres, los adverbios pronominales, los adjetivos


pronominales son palabras que pueden usarse en un texto para aludir a partes del texto
mencionada con anterioridad, sin repetirlas.

Ejemplo:
Los cuadros eran excelentes y esto atraía a la clientela que
llenaba el salón. Allí fue donde se produjeron encuentros
importantes.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

± Elipsis. Es el recurso supresivo por excelencia. Se trata de la omisión de palabras o


frases que el receptor puede reponer con facilidad tomando en cuenta el resto del
texto. Las elipsis más frecuentes son el sujeto tácito y el predicado no verbal. En el
primero, se omite el pronombre y en el segundo, el verbo.

Ejemplos:
Elipsis pronominal: [él] Trajo lo que le habían solicitado.
Elipsis verbal: Juan es estudioso y Pedro, [es] vago.

Los recursos relacionantes son llamados comúnmente conectores o nexos. Sirven de


enlace entre las ideas, y se utilizan en función del tipo de vinculación que entre ellas se quiera
establecer. Pueden ser:

± Aditivos. Establecen una relación de coordinación y se utilizan para acumular ideas.


Los principales son: y, además, aparte de, asimismo, además de esto, también,
sumado a, paralelamente, simultáneamente, a continuación, en otro orden de cosas,
de la misma manera, en otro caso, etc.

Ejemplo:
Estuvimos juntos en la fiesta y me dijo que partiría pronto.

± Disyuntivos. Plantean una opción entre dos ideas. Son: o, u.

Ejemplo:
Tendrás que estudiar más o reprobarás la materia.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

± Adversativos. Expresan opción o contraste. Los más comunes son: pero, no obstante,
sin embargo, contrariamente a, pese a lo dicho, en cambio, etc.

Ejemplo:
Tendrás lo que deseas pero te costará mucho trabajo.

± Causales. Indican relación de causalidad de una idea con la otra. Ellos son: por lo
dicho, por esta causa, porque, pues, puesto que, por esta razón, etc.

Ejemplo:
No te diré qué pasó porque prometí no hacerlo.

± Consecutivos. Señalan que una idea es consecuencia de la otra. Ellos son: por
consiguiente, en consecuencia, por lo tanto, consecuentemente, etc.

Ejemplo:
Es una orden; por lo tanto, hay que cumplirla.

± Condicionales. Introducen una condición sin cuyo cumplimiento no puede realizarse


algo. Ellos son: Si, con tal que, siempre que, etc.

Ejemplo:
Iré a verte este domingo si tengo la tarde libre.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

± Temporales. Indican que una idea es anterior, simultánea o posterior a otra. Ellos son:
mientras que, después que, antes que, en aquel momento, luego, por último, entonces,
mientras, etc.

Ejemplo:
Yo estaba estudiando mientras tú pensabas en tonterías.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

CAPÍTULO

2
EL RECEPTOR EN LA
COMUNICACIÓN

CONTENIDOS:

1. EL RECEPTOR EN LA COMUNICACIÓN VERBAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2

2. OIR Y ESCUCHAR. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

3. LA CONCENTRACIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4

4. EL RECEPTOR EN LA COMUNICACIÓN ESCRITA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

5. LA LECTURA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

6. APRENDIZAJE. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
Que el cursante:

 Aprecie la función del receptor en la comunicación verbal

 Identifique los tiempos y la comprensión de la lectura.

 Describa las características del aprendizaje.


TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

1. EL RECEPTOR EN LA COMUNICACIÓN VERBAL


Por lo general, se tiende a ver al emisor como una figura principal en la comunicación.
Tal vez esta impresión surja del hecho de que es de él de quien nace la información que se
transmite y el rol del emisor se presente como dotado de una cierta actividad, mientras el rol del
receptor luzca algo apagado, en una actitud netamente pasiva, dispuesto solamente a recibir la
información que parte del emisor.

Sin embargo, lo dicho es solo apariencia. En toda comunicación eficiente, el rol del
receptor es tan activo como el del emisor; pero su actividad es menos visible.

A continuación, analizaremos la actividad que debe cumplir el receptor en la


comunicación oral y escrita para lograr un máximo de eficiencia en la misma.

Consideremos una comunicación verbal: el emisor usa su voz para transmitir un


mensaje a un receptor que escucha lo que aquel dice. Las acciones parecen simples, pero
variadas pueden ser las causas que hagan fracasar la comunicación.

Algunas de las causas de una comunicación frustrada pueden ser imputables a la


situación comunicativa; como por ejemplo las siguientes:

 Exceso de ruido que interfiere con el mensaje.

 Elementos distractivos que hacen difícil concentrar la atención.

Otras causas pueden ser imputables al emisor; como por ejemplo:

 Exposición confusa de las ideas.

 Vocabulario no adaptado al nivel del receptor.

 Tono de voz muy bajo o monótono.

 Pronunciación deficiente.

Pero también el receptor puede ser culpable de una comunicación frustrada.

El éxito comunicativo no depende solamente de la habilidad y eficiencia del


emisor para la transmisión del mensaje, sino también de la habilidad y
eficiencia del receptor para captar, comprender y retener la información
recibida. En otras palabras: el receptor debe estar capacitado para escuchar.

2-2
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

2. OÍR Y ESCUCHAR
En una primera aproximación, podríamos considerar que oír y escuchar son sinónimos,
o sea, que significan lo mismo. Ello no es así.

Todo lo escuchado es oído, pero no todo lo oído es escuchado.

Consideremos la siguiente situación: estamos en una plaza, sentados en un banco,


gozando del sol del mediodía. Algunos gorriones se persiguen entre las copas de los árboles
cercanos. A nuestro lado, un amigo nos está contando una interesante aventura. Un poco más
alejados, un grupo de niños juega ruidosamente a la pelota y por la calle circulan automotores y
motocicletas.

A nuestros oídos llegan un multitud de estímulos sonoros: el estridente piar de los


gorriones, la bulliciosa gritería de los niños que juegan, la voz de nuestro amigo relatándonos su
aventura, el ruido sordo del escape de los automóviles, la estridencia de alguna motocicleta,
algún bocinazo.

¿Qué oímos? Inmediatamente podemos responder que oímos todos los sonidos que
hemos enumerado; de allí que saquemos como conclusión que:

Oír es percibir estímulos sonoros por medio de nuestro órgano de


la audición.

¿Qué escuchamos? Sin vacilaciones diríamos que escuchamos la historia que nos cuenta
nuestro amigo. Hemos hecho una clasificación que separa de entre todos los sonidos que
escuchamos, la historia que cuenta nuestro amigo; y esta clasificación está basada en el hecho de
que a la historia de nuestro amigo, además de oírla, le prestamos atención. De allí que podamos
decir que:

Escuchar es oír con atención, comprender y retener lo


que se oye.

En una comunicación oral eficiente, la tarea del receptor es no solo oír al emisor, sino
escucharlo, comprender el mensaje que se transmite, y retenerlo en la memoria.

2-3
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

3. LA CONCENTRACIÓN
Para realizar eficientemente su tarea, el receptor deberá enfocar su pensamiento y
atención hacia la información transmitida por el emisor, aislándola de todo otro sonido que
pudiera interferir con ella; la cual conlleva cierto esfuerzo mental.

Definición de concentración
Es el esfuerzo mental necesario para centrar la atención en determinados
estímulos desechando los estímulos no pertinentes.

Siendo un esfuerzo mental, la concentración debe ser considerada como una actividad
física que realiza nuestro organismo, y como toda actividad física, se perfecciona mediante los
ejercicios correspondientes.

Verdad es que existen personas con una natural capacidad que les permite concentrar la
atención en diversas actividades a la vez; es decir que pueden escuchar una conversación, una
noticia transmitida por radio y leer un libro al mismo tiempo. Ello no es nada extraordinario y,
con el entrenamiento adecuado, cualquiera puede lograrlo. Pero no es lo que la mayoría de los
individuos puede hacer espontáneamente. La generalidad de los individuos solo puede enfocar su
atención en un objeto, idea o actividad por vez, y ello por un lapso de tiempo relativamente
breve.

Técnicas para mejorar la capacidad de escuchar


Así como nuestro cuerpo necesita del ejercicio y el entrenamiento para mejorar las
posibilidades naturales, nuestro cerebro también necesita de cierto entrenamiento para acrecentar
las potencialidades con que fue dotado por la naturaleza. Pero tal como los ejercicios requieren
de técnicas adecuadas, el ejercicio mental también requiere de las suyas. Veamos algunas de esas
técnicas que habrán de ayudarnos a mejorar nuestra capacidad de escuchar:

 Prepararse física y mentalmente para escuchar. El receptor debe estar físicamente


preparado para escuchar. Su cuerpo debe estar relajado y ubicado cómodamente, ni
muy cerca ni muy distante del emisor. En lo atinente a su preparación mental, el
receptor deberá quitar de su mente cualquier preocupación que pudiera desviar su
atención. Además, lo aconsejable es haber leído previamente algún material relativo
al tema.

 Controlar las emociones. Es posible que ciertas características del emisor


(vestimenta, gestos, forma de hablar, etc.) generen una actitud de desaprobación y
hasta de rechazo en el receptor. Tales emociones deben ser controladas hasta el punto
de hacerlas desaparecer pues interfieren con la concentración y dispersan la atención.

 Utilizar la agilidad mental. La mente es más rápida que la palabra. Esta diferencia
de tiempo debe ser aprovechada por el receptor para resumir y conceptualizar a
efectos de mantener presente, en todo momento, el mensaje en su totalidad y
aprehenderlo como un todo, no como una sumatoria de partes aisladas.

2-4
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

 Asumir la responsabilidad para la comprensión. Aunque la tarea de hacer


comprensible un mensaje comience en el emisor con un planteamiento correcto de la
situación comunicativa, uso del léxico adecuado, organización lógica de las ideas,
etc.; la tarea de comprender un mensaje es una actividad propia e indelegable del
receptor. Hemos dicho que escuchar es un proceso activo, tal como lo es el
comprender. Para ello, el receptor debe ir transformando el pensamiento plasmado en
el mensaje en reflexiones propias, asociando el relato de las experiencias
transmitidas con sus propias experiencias. Solo así puede decirse que se ha asumido
totalmente la responsabilidad para comprender.

 Identificar y destacar las ideas fundamentales. Sucede frecuentemente que el


receptor se concentra en todos y cada uno de los puntos contenidos en el mensaje: en
los generales y en los particulares. Tal actitud solo puede generar la dilución de la
idea principal entre las ideas secundarias, o la inevitable generalización que deriva
del análisis de estas y no coincide exactamente con la idea principal.

De allí la importancia que reviste la capacidad de diferenciar lo principal de lo


accesorio; y una técnica oportuna que permitirá esta diferenciación es la correcta
percepción de cómo ha organizado su mensaje el emisor. Si ha enunciado la idea
principal al comienzo y proseguido con el desarrollo del mismo; o si ha preferido una
exposición de argumentos y datos para cerrarlos con la idea principal como
conclusión.

Identificar el orden de pensamiento del emisor contribuirá eficazmente a la


comprensión del mismo.

 Tomar apuntes. Hemos destacado la importancia no solo de comprender el


mensaje escuchado, sino de retenerlo. Una ayuda eficaz para esto último es tomar
apuntes; esta habilidad se desarrolla con la práctica constante, pues implica:

⇒ analizar lo que se escucha.


⇒ seleccionar mentalmente las ideas principales.
⇒ expresarlas por escrito con palabras propias.

Para lograr eficiencia en esta habilidad es necesaria una muy buena concentración,
un buen manejo del lenguaje y bastante práctica; sin embargo, y para comenzar,
podemos adelantar ciertas técnicas muy útiles en la tarea de tomar apuntes:

⇒ Utilice solo el anverso de la hoja de papel, dejando reservado el reverso para


aclaraciones posteriores o datos referidos a lo apuntado.
⇒ Numere correlativamente las hojas, así luego no tendrá que pensar cuál era su
orden.
⇒ Si los temas o asuntos son variados, separe las anotaciones por temas.
⇒ Condense las ideas expuestas en oraciones breves empleando sus propias
palabras.

2-5
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

⇒ Utilice las abreviaturas que acostumbra, o las convencionales, cada vez que
pueda. De esa manera, ahorrará tiempo.
⇒ Destaque los puntos principales usando conectores secuenciales tales como:
en primer lugar, luego, finalmente, etc.
⇒ Debe tener permanentemente en cuenta que, para que los apuntes sean útiles
luego, deben ser breves; pero claros y coherentes.

4. EL RECEPTOR EN LA COMUNICACIÓN ESCRITA


El texto escrito es, sin duda, el motor propulsor de grandes avances en la Historia de la
Humanidad. Para citar solo ejemplos de la cultura occidental, podemos decir que la expansión
del Renacimiento fue posible gracias a la modificación que Guttemberg realizó sobre la antigua
imprenta china, y que permitió publicar mayor cantidad de libros a precios más accesibles. Esta
presencia del libro también la encontramos desde los comienzos del Siglo de Oro español (siglos
XVI-XVII) dado que Fernando el Católico introdujo en España, en 1492, la imprenta
perfeccionada por Guttemberg. Y recordemos que el Siglo de Oro francés (siglo XVIII) se
construye y gira en derredor de una portentosa obra escrita: la Enciclopedia.

Ya en nuestro siglo, observamos un crecimiento exponencial en materia de


conocimientos, debido, entre otras razones, a una mayor circulación de las ideas gracias a textos
escritos e impresos por medios más modernos y rápidos que la antigua imprenta: mimeógrafo,
offset, fotocopia, etc. Pero quizás la máxima expresión se encuentra en las redes cibernéticas que
interconectan íntegramente la Tierra; y son textos para ser leídos.

5. LA LECTURA

Definición
Leer significa penetrar al interior de una persona por lo que exteriormente aparece. Es el
acto de comprender lo escrito, comprender las ideas que están detrás de las palabras. La lectura
tiene un sentido definido: es dialogar con el autor. Sáez (1951) define la lectura como: "Una
actividad instrumental. No se lee por leer, se lee por algo y para algo. Siempre detrás de toda
lectura ha de existir un deseo de conocer, un ansia de penetrar en la intimidad de las cosas".
Para leer en forma eficaz es necesario poseer preparación, capacidad intelectual y madurez
mental, así como también conocer cabalmente el lenguaje escrito. Spolski (1980) expresa que la
lectura no puede ser usualmente separada de la educación del lenguaje: la selección de cuál
lengua el niño debería aprender a leer es crucial, y una vez que los pasos iniciales en la
instrucción de la lectura son pasados, la lectura se transforma en la zona central en el
enriquecimiento del lenguaje.

La lectura es un conjunto de habilidades a la vez que es un proceso complejo y variable


cuyo aprendizaje ha de abarcar los primeros años de la enseñanza. Gepart (1979) afirma: "La
lectura es la palabra usada para referirse a una interacción por la cual el sentido codificado
por un autor en estímulos visuales, se transforma en sentido en la mente del lector. La
interacción siempre incluye tres facetas: material legible, conocimientos por parte del lector y

2-6
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

actividades fisiológicas e intelectuales. La variación que se pone en evidencia cuando la


interacción es considerada en sus diversos momentos es un resultado de la variación posible de
cada una de las distintas facetas"

Ante lo expuesto, no podemos menos que aceptar que la lectura es una de las
habilidades fundamentales del hombre, que le permite:

 acceder a la información.  enriquecer su vocabulario.


 acrecentar su cultura.
 perfeccionar sus conocimientos.  mejorar su expresión.
 incentivar su imaginación.
 desarrollar el espíritu crítico.

No se trata solo de la posibilidad de leer; es decir, ser capaz de traducir a lenguaje oral
un texto escrito. Se trata de saber leer, que implica entender los signos escritos, comprender el
significado del mensaje y retenerlo en la memoria. Como vemos, saber leer no es el balbuceo de
un niño en los primeros años de aprendizaje: es mucho más, y más difícil de lograr; pero
totalmente posible si se adopta una disciplina en tal sentido.

Elementos de la lectura
Los elementos de mayor importancia en la lectura son la memoria y la imaginación. En
la lectura se conjugan los procesos de recordar e imaginar, en el contenido y en la palabra, para
dar significado a lo leído. La lectura trae implícito el reconocimiento de símbolos escritos o
impresos, que sirven como estímulo para una formación de sentido, proveniente de experiencias
pasadas, y la construcción de nuevos sentidos por medio de la manipulación de conceptos que ya
posee el lector.

Para lograr una comprensión completa en la lectura, el lector debe ser capaz de formular
con sus propias palabras las ideas del autor.

Hoy por hoy, la lectura constituye una de las formas más rápidas y económicas de
comunicarse, duplica la velocidad del lenguaje hablado, al proporcionarle una mayor
información.

La lectura desempeña un papel muy importante en la vida humana. A través de ella se


contribuye a la formación integral del individuo, pues la lectura permite, entre otras cosas, el
desarrollo de la capacidad de comprensión, fijación de hábitos, análisis, síntesis,
enriquecimiento, corrección de vocabulario y el cultivo de la sensibilidad e imaginación
creadora.

También constituye uno de los medios más importantes para la adquisición de los
valores culturales, puesto que por su medio se puede obtener la información necesaria sobre los
logros alcanzados por el hombre en diferentes tiempos.

2-7
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Proceso de la lectura
El proceso de la lectura no puede estudiarse aislado o independiente del individuo que
aprende. Leer es un proceso individual determinado no sólo por la naturaleza del proceso, sino
por la naturaleza del que aprende y por su actitud frente al aprendizaje.

La lectura también es una forma de pensar, de resolver o razonar, lo cual conlleva el


análisis, discriminación, el juicio, la evaluación y la síntesis; todos estos son procesos mentales
que se fundamentan en la experiencia pasada, de manera que el contexto del tema presente debe
ser examinado a la luz de las experiencias del lector.

Entre las características fundamentales del proceso de la lectura, se pueden anotar las
siguientes:

 Leer es un proceso de pensar. Pensar en el significado de los símbolos impresos.

 Es una actividad de comprensión de las ideas que están detrás de las palabras.

 Es una actividad que se realiza individualmente.

 La habilidad lectora puede mejorarse y perfeccionarse.

 Existe una interrelación estrecha entre lectura-pensamiento y lenguaje, pues el


lenguaje es un instrumento del pensar y un medio de expresar a otros lo pensado.

Una vez que se tiene claro lo que es leer y sus implicancias, se puede analizar lo que
debe hacer un lector para realizar esta actividad con eficiencia.

Pasos en el proceso de la lectura


La lectura es un proceso que tiene implícito una serie de pasos, a saber:

1) Percepción

2) Comprensión.

3) Interpretación.

4) Reacción.

5) Integración.

La percepción. En este primer paso se reconocen los símbolos gráficos recurriendo a


cualquier técnica, ya sea por configuración, análisis estructural o contexto. La percepción debe
ser: rápida, precisa, amplia y rítmica. Es decir que en la percepción nuestros ojos deben ser
capaces de percibir en fracción de segundos una palabra o un conjunto de palabras, a la par que
nuestra mente capta el significado; pero la rapidez no debe obstaculizar la precisión o seguridad
en la lectura. También se debe aprovechar la capacidad de visión que tienen los ojos, o sea que

2-8
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

de un solo vistazo se abarquen tres o cuatro palabras; para ello es necesaria una actividad mental
centrada y despierta. Las actividades de esta fase tienen predominio motor, y en su realización
tienen mayor participación los sentidos.

La comprensión. Se reconoce el significado que le atribuye el autor a lo escrito. Es la


capacidad de comprender el mensaje, o sea llevar los símbolos gráficos a ideas, bien recordando
experiencias pasadas o bien creando la imagen en la mente de acuerdo con lo que evoca la
palabra. Esta es la actividad cognoscitiva más compleja, de acuerdo con estudios sobre estos
procesos, pues esta fase comprende desde una simple codificación hasta la elaboración de una
síntesis.

La Interpretación. Cuando se interpreta quiere decir se le atribuye significado a algo.


En la función interpretativa el lector se introduce en el yo ajeno, colocándose en su lugar. A
través de la interpretación se conoce el pensamiento del autor y sus sentimientos (con los cuales
el lector puede estar de acuerdo o no, o simplemente le sirven de información).

La Reacción. Mediante esta fase el lector manifiesta una actitud de aceptación o de


rechazo con las ideas expresadas por el autor. Es el resultado de la relación entre el significado
atribuido por el autor y lo que con anterioridad sabía el lector.

La Integración. El lector establece relaciones de valor de las ideas expresadas, es decir


las toma o integra al caudal de sus experiencias personales si las considera de valor. Si la lectura
es oral se le adicionan los siguientes pasos: emisión de sonidos de la cadena fónica, audición y
autocontrol de la cadena fónica.

Leer eficientemente
Se ha visto ya la importancia de la lectura comprensiva en el aprendizaje. Pero para
llegar a una lectura comprensiva aceptable es necesario leer eficientemente; es decir, la lectura
que habitualmente nos exigían en la escuela cuando nos enseñaron a leer.

La lectura es una habilidad que se adquiere y se perfecciona con la práctica y que, si


bien nunca llega a perderse totalmente, puede presentar serias deficiencias si no se la ejercita.
Para no perder la habilidad de lectura es necesario:

 Hacer de la lectura un hábito diario. No es realmente importante qué se lee,


sino el ejercicio de la habilidad de leer.

 Leer siempre a una velocidad adecuada al propósito de la misma. No


leeremos con la misma velocidad un artículo en una revista que un informe de carácter
muy urgente. Lo importante es dar a la lectura la velocidad adecuada y no exagerar la
misma: si lo que leemos no es de urgencia, no hay razón para leerlo rápidamente.

 Respetar la correcta entonación del texto. Ello implica que, aunque estemos
leyendo silenciosamente, debemos marcar correctamente las pausas indicadas por los
signos de puntuación (coma, punto y coma, dos puntos, punto, puntos suspensivos) y las
modulaciones marcadas por los signos de entonación (signos de admiración y de

2-9
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

interrogación). El no hacerlo no solo perturba la lectura haciendo difícil su comprensión,


sino que además puede modificar el sentido del texto que se lee.

Es un proceso que abarca fundamentalmente dos aspectos como son: la percepción


visual y la comprensión mental de lo leído. Es un proceso de recepción sensitiva y cerebral. La
eficiencia de la lectura depende del desarrollo de estos aspectos. Leer bien implica una actividad
de los ojos y de la mente al mismo tiempo.

Algunos autores han coincidido en señalar como elementos de una lectura eficaz los
siguientes: comprensión y rapidez, idea central, secuencia de las ideas, los detalles, comprensión
y aprendizaje.

Comprensión y rapidez. Son actividades estrechamente vinculadas, pues, la rapidez en


la lectura está subordinada a la capacidad de comprender lo que se lee. De allí que la
comprensión en la lectura merezca un lugar destacado.

Idea central. Lo fundamental para comprender un texto, escrito, artículo de prensa, de


revista, es encontrar la idea principal del mismo.

Secuencia de las ideas. Se logra una vez comprendido el tema central y su conexión
con los demás hechos. Las ideas deben organizarse lógicamente.

Los detalles. Dan a la lectura realce, claridad y más realidad.

Creación. Está relacionada con la comprensión del lector al terminar la lectura, o sea el
comentario, el análisis de lo que comprendió y el alcance de los hechos.

Aprendizaje. No es más que la asimilación de nuevas experiencias y conocimientos


logrados a través de la lectura. El buen lector interpreta en forma adecuada y reacciona
científicamente. Así integra la idea y cuanto conoce, y su conocimiento se profundiza. Se debe
leer con actitud crítica, sin aceptar lo que se lee como una verdad absoluta, diferenciando los
hechos de las opiniones, las causas de los efectos.

Importancia de la práctica sistemática


El primer requisito para acrecentar nuestra capacidad como lectores, es tener voluntad
de hacerlo; si no existe tal voluntad, de poco ha de servir la mejor de las disciplinas y el más
excelso de los maestros.

Dado que contamos, por lo menos, con el conocimiento básico que nos permite leer un
texto, deberemos centrar esfuerzos en el perfeccionamiento de tal habilidad. Y para ello nada es
mejor que la práctica sistemática de la lectura.

Es de enorme importancia que esa práctica sea disfrutada ya que si se convirtiera en una
tarea tediosa se iría minando, poco a poco, la voluntad y acabaría abandonándose. ¿Cómo lograr
disfrutar con la lectura? Leyendo textos que sean de nuestro interés.

2 - 10
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

El primer paso es proveernos de abundante material que pensamos será de nuestro


agrado. Para algunos serán libros técnicos de la especialidad, para otros podrán serlo diarios y
revistas, otros se inclinarán por la Literatura y preferirán cuentos o novelas, y otros se decidirán
por la Historia. Lo importante es haber realizado bien la elección respecto de nuestros gustos. Si
no lo hizo, no dude en cambiar de tema y de material.

Pero aun el leer abundante material no ha de ser suficiente. La práctica de la lectura


debe ser sistemática; es decir, no pueden leerse tres novelas en un fin de semana y dejar pasar
quince días para comenzar una cuarta. Para obtener los resultados esperados, la práctica de la
lectura debe ser considerada como una práctica cotidiana hasta transformarse en una rutina y
convertirse finalmente en un hábito. Para lograrlo se deben tomar ciertas medidas con
anticipación:

⇒ Elija un lugar, en su casa, para practicar la lectura. Puede ser cualquiera: la sala, el
dormitorio, el patio trasero. Cualquier lugar es bueno, solo debe tomar en
consideración que no debe ser un lugar de paso ni un sitio donde existan elementos
distractores, ya que ello conspiraría contra su concentración.

⇒ Fíjese un tiempo para la lectura, respételo y hágalo respetar. No es importante cuánto


tiempo fija para comenzar. Un tiempo adecuado puede ser una hora. Lo
verdaderamente importante es que usted determine exactamente cuál va a ser su
tiempo para la lectura (digamos desde las 20:00 hasta las 21:00 horas), y haga saber a
todos sus allegados, parientes y amigos, que durante ese tiempo usted no atenderá a
persona alguna, tal y como si se encontrara en una importantísima reunión en la que
no puede ser molestado.

⇒ Asegúrese de guardar el material para lectura siempre en el mismo lugar, de esa


manera evitará pérdidas de tiempo y el nerviosismo que genera el no encontrar el
material necesario.

⇒ Antes de comenzar a leer, relájese. Vale más usar un minuto en relajarse que leer
media hora con los nervios en tensión. Recuerde que la lectura debe ser un placer, no
un castigo.

Tiempos
Tiempo (sust. masc.). Palabra que desde fines del siglo XX se usa para designar el
elemento más escaso en la Tierra.

Por cierto, esta es una definición que no encontraremos en ningún diccionario; pero
seguramente estaremos de acuerdo en que es totalmente correcta.

La actividad cotidiana de este siglo nos impone un ritmo impensable hace escasos
cincuenta años atrás. La Humanidad corre. Muchos podremos preguntar hacia dónde, y quedar
sin respuesta; pero lo que no puede dudarse es que corre. El tiempo libre va convirtiéndose cada
vez más en un concepto ajeno a la realidad... y es hora de decir basta por dos motivos:

2 - 11
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

 El primero es usted: de muy poco servirá a su familia y a la Fuerza Aérea un ser


aniquilado por el estrés.

 El segundo, es su futuro: usted ha elegido una profesión, y el ser profesional requiere


un perfeccionamiento constante a través de las publicaciones que permanentemente
dan cuenta de nuevos adelantos tecnológicos.

Por lo dicho, comience a pensar que la lectura debe ser considerada por usted como
asunto de máxima prioridad.

Aceptado esto, el paso siguiente será regular los tiempos.

El tiempo inicial será regulado de acuerdo a las posibilidades psicofísicas de cada


individuo. Es recomendable realizar una prueba para determinar cuánto tiempo podemos leer
atentamente un texto, hasta perder la concentración. Si usted no ha hecho de la lectura una
práctica habitual desde que dejó la escuela, posiblemente se sorprenda de lo corto que puede ser
este tiempo. No importa. Tome ese tiempo como tiempo inicial. No importa cuánto sea. Lo
verdaderamente importante es que ese es el tiempo que su atención puede ser fijada sin esfuerzo.
Pero no abandone el lugar escogido para leer: aprovéchelo para relajar su cuerpo y su mente sin
ser molestado.

A medida que transcurran los días, usted notará que puede mantenerse concentrado por
un lapso de tiempo mayor. Será el momento para que, paulatinamente, usted vaya incrementando
el tiempo de lectura hasta lograr el tiempo que usted se ha propuesto para ello.

Para finalizar, permítasenos citar a Marshall Mc Luhan, el Mago de la Comunicación


del siglo. Para él, la Humanidad es producto de tres grandes revoluciones:

 La Palabra Hablada. Con el uso del lenguaje el hombre pasa de la animalidad a la


Humanidad. En esta época se inscriben todos los grandes filósofos clásicos que fundaron
las bases de nuestra civilización occidental.

 La Palabra Impresa. Que al multiplicar las copias del conocimiento asentado en


libros, multiplicó las posibilidades de la Humanidad de acceder a dicho conocimiento.

 La Palabra Cibernética. Que al globalizar a escala planetaria el acceso inmediato al


conocimiento, potencializó astronómicamente el acceso al conocimiento y la evolución
de la Humanidad.

Lo que no es conveniente olvidar es que la segunda y la tercera revolución tienen


como base la lectura, ya sea en un libro o en la pantalla de un ordenador.

Lectura. Clasificación
La lectura es factor fundamental en la formación integral del individuo, pues ella
permite el desarrollo de la capacidad de comprensión, fijación de hábitos, de análisis y síntesis,

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

enriquecimiento, corrección del vocabulario y el cultivo de la sensibilidad e imaginación


creadora.

Existen innumerables clasificaciones de la lectura, todas bajo diferentes puntos de vista;


por lo tanto, la selección de una en lugar de otra es producto del aspecto de la lectura de mayor
importancia en un momento determinado.

La lectura para dominar la información y el contenido. Suele ser lenta, cuidadosa y


repetida. Conviene anotar, extraer y subrayar las ideas fundamentales. En este tipo de lectura no
se trata de aprender automáticamente lo que dice ni lo que cree el autor fielmente. Se debe
analizar, comparar con otros autores y aclarar las ideas propias.

Lectura explorativa. A través de este tipo de lectura se obtiene una visión general de lo
escrito. Se verifica rápidamente con un vistazo al índice, bibliografía, la conclusión y el final de
algunos capítulos. Este tipo de lectura se efectúa cuando se leen los titulares de periódicos para
enterarse de manera rápida de los últimos acontecimientos.

Lectura de repaso. Se hace con el objetivo de memorizar aspectos importantes de un


libro o material con el cual estamos familiarizándonos. Si en lecturas anteriores se han
demarcado o subrayado las ideas centrales, se facilita y agiliza la lectura de repaso.

Lectura informativa. Se realiza con el fin de buscar una información determinada o


captar toda o parte de la información de una obra en el menor tiempo posible. En este tipo de
lectura no es necesario leer toda la obra sino consultar los párrafos necesarios.

Lectura de corrección. Se realiza con el objeto de corregir o rectificar conceptos; para


ello se lee específicamente el capítulo o párrafo que contiene el punto específico por aclarar.

Lectura de distracción. Se realiza por libre elección. Se escoge libremente lo que


desea leer sin que previamente haya un propósito de utilidad práctica, ni de uso inmediato, sino
el placer espiritual que deja este tipo de lectura.

Lectura crítica. Se realiza con el objeto de formarse un concepto valorativo sobre un


libro, artículo, etc. Debe hacerse con profundidad y lo más detalladamente posible

Lectura comprensiva
Hemos dicho que leer bien no significa solamente reconocer los signos gráficos
impresos en un papel. Es necesario, además, acceder a una cabal comprensión de su significado,
y el uso del singular en lo atinente a significado no es un error.

Una percepción inocente del proceso de significación de las palabras nos llevaría a
considerar que si existen siete palabras en una oración, existirán siete significados
correlacionados: uno por cada palabra. Nada más falso. En esa oración existen siete significantes
(palabras) pero solo un significado que es el resultado de la interrelación que guardan esas
palabras.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Para ayudarnos en esta tarea existen los párrafos; y cuando los párrafos contienen, a su
vez, significados complejos, notaremos que han sido subdivididos internamente con puntos. Pero
debemos tener claramente presente que el significado general del texto no es igual a la suma
de los significados de todos los párrafos: deberemos ir integrando los significados, párrafo por
párrafo, hasta lograr, con el último párrafo, el significado total del texto.

Hecha esta tarea, no habremos logrado aún realizar una lectura eficiente y provechosa
porque la información recogida tenderá a diluirse de la misma manera que se diluyen al día
siguiente las noticias leídas en el diario del día anterior. Esto puede solucionarse; para entenderlo
nada mejor que comenzar por entender cómo funciona nuestra inteligencia.

Aunque nuestro cerebro tiene una complejidad infinitamente superior, a nuestros efectos
bastará compararlo con una computadora. Imaginemos la siguiente situación:

Estamos en la XXXº Unidad Aérea. Se nos ha encomendado realizar un inventario de


material y equipos de la unidad, y se nos ha provisto de una computadora. Creamos entonces un
archivo general que denominamos XXXº UA, y abrimos en él dos directorios: Material y
Personal.

XXXº UA

Material

Personal

A su vez, observamos que existen diferencias en el personal de la unidad; de allí que al


directorio Personal podamos dividirlo en dos subdirectorios: Personal Militar y Personal Civil.

XXXº UA

Material

Personal

Militar

Civil

También observamos que entre el Personal Militar existen diferentes categorías, lo


mismo que en el Personal Civil. Podemos entonces abrir nuevos subdirectorios:

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

XXXº UA

Material

Personal

Militar

Oficiales

Suboficiales

Soldados

Civil

Técnico

Producción

Maestranza

Ahora volcamos en estos últimos subdirectorios las fichas correspondientes a todo el


personal. Si lo hacemos correctamente, los datos de cada miembro del personal estarán
disponibles en el momento en que lo necesitemos; pero si en vez de asentarlos ordenadamente
los hubiésemos asentado caprichosamente, por ejemplo: si hubiésemos mezclado las fichas de
todo el personal y las hubiésemos ido asentando, una en cada subdirectorio, a medida que fueran
saliendo. El resultado sería desastroso: un ordenanza podría figurar entre el personal de Oficiales
junto a un Técnico Civil, y un Capitán entre el Personal Civil de producción, junto con un
Suboficial.

Nuestro cerebro funciona de una manera semejante. Cuando aprendemos algo, ponemos
en marcha un proceso que consta de dos pasos: la Asimilación y la Acomodación.

⇒ Asimilar es tomar contacto con lo que aprendemos (para nuestro ejemplo,


sería tomar contacto con los datos de algún miembro del personal de la
XXXº Unidad Aérea)

⇒ Acomodar es ubicar la información aprendida en relación con


informaciones aprendidas con anterioridad, y con la que está relacionada
(para nuestro ejemplo, asentar los datos del Capitán Fulano en el
subdirectorio Oficiales, del subdirectorio Militar, del subdirectorio
Personal, del directorio XXXº UA).

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Cuando leemos, el proceso de asimilación se cumple con la correcta identificación de


los signos gráficos y la posterior identificación del significado correspondiente a lo leído. Pero
vemos que se ha cumplido solo la primera parte del proceso; de allí que lo aprendido se diluirá a
menos que cumplamos la segunda parte del proceso: la acomodación, que significa integrar esos
significados leídos a conocimientos anteriores, que le están relacionados, y que tenemos a
disposición en nuestra memoria. Solo así, el conocimiento aprendido por medio de la lectura
podrá conservarse en la memoria en forma permanente.

Este tipo de lectura es conocido como lectura comprensiva, y es una lectura distinta de
la lectura de entretenimiento ya que requiere además el apoyo de procesos conexos tales como
pensar, razonar, reflexionar, comparar, evaluar, etc.

Velocidad de lectura
El concepto de velocidad de lectura es totalmente relativo, pues el mismo depende de
una variable cantidad de factores individuales que hacen imposible fijar parámetros generales.

También hay que considerar que la velocidad de lectura depende del tipo de lectura que
se realiza: la misma persona empleará distintos tiempos si realiza una lectura ocasional, una
lectura de entretenimiento o una lectura comprensiva. Además, también existirá diferencia de
velocidad de lectura en una misma persona, leyendo comprensivamente, en función del nivel de
abstracción del texto leído, o conforme el uso de palabras infrecuentes, etc.

En general, diremos que es deseable incrementar, sea cual fuere, la propia velocidad de
lectura para, de esta manera, poder acceder a mayor información en menor tiempo. Es posible
incrementar la velocidad de lectura mediante la práctica sistemática y el cumplimiento de
algunas recomendaciones:
 La lectura no debe hacerse palabra por palabra, sino oración por oración; pues es en
las oraciones donde se encuentran las unidades mínimas de significado completo.
 Deben evitarse las regresiones. No debe leerse dos veces una misma oración: es
preferible leerla solo una vez aunque se lo haga más lentamente.

 Debe eliminarse la subvocalización. Muchas personas conservan el hábito, adquirido


en las primeras fases del aprendizaje de la lectura, de vocalizar en voz baja a medida
que leen. Debe practicarse la lectura silenciosa ya que la subvocalización limita
considerablemente la velocidad.

 Eliminar el discurso interior permanente. Algunas personas analizan, aceptan o


refutan, los significados de un texto, oración por oración, a medida que leen. Ello no
tiene sentido ni reporta utilidad alguna porque el texto es siempre una unidad global
de significado y la evaluación (y posterior acomodación) debe ser hecha sobre el
texto, no sobre cada una de sus partes.

 Deben reducirse las dificultades con el vocabulario. Quizás el vocabulario sea uno de
los factores que más nos demora una lectura: la recurrencia frecuente al diccionario
para buscar el significado de términos desconocidos. La práctica sistemática de la

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

lectura irá puliendo, poco a poco, esta deficiencia en la medida en que nuestro
vocabulario vaya ampliándose.

6. APRENDIZAJE

Definición de Estudio
Es la actividad por cuyo intermedio accedemos al conocimiento de algo.
Decimos que es una actividad porque el conocimiento nunca aparece
espontáneamente, sino que siempre es producto de un quehacer, de una
actividad, de un proceso constructivo en el que el sujeto que aprende tiene
una participación activa.

Si preguntamos a diferentes sujetos de aprendizaje cuál es el objetivo del estudio,


seguramente obtendremos una diversidad de respuestas diferentes. Algunos responderán que
estudian porque se los obliga, otros para conseguir un título, otros para cumplir con una
obligación, otros para salvar una materia. Con tales motivaciones, seguramente aprenderán muy
poco, aunque le dediquen el suficiente tiempo. El verdadero y único objetivo del estudio debe ser
la adquisición de nuevos conocimientos que nos permitan mejorar nuestro desempeño,
enriquecernos espiritualmente e integrarnos positivamente en el ámbito social.

Definición de Aprendizaje
Es el conjunto organizado de actividades que realiza un individuo para
lograr un conocimiento.

Estas actividades van generando cambios en la conducta: cambios paulatinos que,


mediante la práctica constante, se transforman en permanentes. Es en ese momento cuando
podemos decir que el proceso de aprendizaje ha concluido, ya que el individuo demuestra un
cambio permanente en su conducta respecto de determinado comportamiento anterior.

Hemos dicho que el aprendizaje es una actividad; pero una actividad que se cumple en
dos momentos:

⇒ Inicialmente, podemos hablar de una actividad receptiva, en la que el individuo


debe concentrar su actividad en interiorizar los conocimientos existentes sobre el
tema de estudio, a través de actividades tales como leer, escuchar, analizar, etc.

⇒ Posteriormente, se pasará a la fase de la actividad creativa, en la que el individuo


aplicará a casos concretos los conocimientos adquiridos, realizando una elaboración
creadora (desde una obra artística hasta la creación de un nuevo instrumento de
medición, desde un nuevo método para evaluar estadísticas hasta la modificación de
una herramienta mecánica).

2 - 17
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Pero también hemos dicho que no se trata de un conjunto caótico de actividades sino de
un conjunto ordenado. El aprendizaje no puede considerarse una actividad casual y esporádica
(aunque son muy frecuentes estos tipos de aprendizajes en actividades manuales netamente
prácticas). El aprendizaje debe ser producto de una organización que evalúe contenidos, que
prevea niveles y que garantice un porcentaje aceptable de efectividad. Como ejemplo, le
adelantamos que el tema Técnicas de la Comunicación usted lo estudiará en dos niveles. En este
primer nivel usted aprenderá elementos de la Teoría General de la Comunicación, el rol de
receptor (usted) en la misma, el aprendizaje como ejemplo destacado de este rol. Posteriormente
deberá aplicar los conceptos aprendidos en el rol de emisor en la comunicación escrita, y más
adelante, usted accederá a formas más sutiles de la comunicación a través de la Oratoria y las
Estrategias Discursivas.

En cada nivel, se le exigirán operaciones complejas tales como interpretar lo que lee o
escucha, establecer relaciones entre los conocimientos que se poseen y los que se aportan, juzgar
críticamente, comparar, extraer conclusiones.

La adquisición de estas habilidades es imprescindible, porque hacen a la esencia misma


del aprendizaje. Un conocimiento no es un texto aprendido de memoria, sino un elemento que
nos ayuda a mejorar nuestra existencia; es el producto del descubrimiento, la reflexión, la
investigación. Es un resultado, en cuyo logro hemos ejercido un rol activo.

Fases del aprendizaje


Hemos dicho que el aprendizaje es un proceso; por lo tanto, debemos considerar que el
aprendizaje se realiza a través de etapas sucesivas y consecutivas.

Estas son:

 Percepción de la información. El sujeto de aprendizaje debe acceder a la


información existente (libros, documentos, experiencias, etc.). En esta percepción
primera de la información juegan un papel importante los sentidos. El estudiante
debe acceder a toda la información para tener una clara idea de ella.

 Procesamiento y organización de la información. Teniendo ya un conocimiento


global de la información respectiva, esta deberá ser estructurada en forma coherente.
Para ello deberán establecerse relaciones, intentar comparaciones, extraerse
conclusiones; actividades todas que presuponen análisis y síntesis.

 Aplicación. Los conocimientos aprendidos deberán aplicarse a soluciones concretas.


Si se advierte un cambio en la conducta, podrá evaluarse un aprendizaje; en cuyo
caso, este cambio permitirá al sujeto de aprendizaje un mejoramiento en su manejo
de la realidad.

Debemos destacar que estos cambios no son generales en cada grupo de aprendizaje:
cada individuo percibe e internaliza de distinta manera los conocimientos, por lo tanto, los
resultados siempre habrán de ser individuales. Además, la mayor o menor capacidad en las
habilidades y destrezas también será un factor de diferencias. De allí que una correcta

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

evaluación de aprendizaje no debe tomar en cuenta tanto la exactitud en las respuestas


como el cambio de conductas operado en los sujetos de aprendizaje.

Una educación eficiente debe tender a capacitar al sujeto de aprendizaje a realizar algo
en forma eficaz y efectiva. Por eso el aprendizaje debe adoptar como principal recurso la
realización de experiencias relativas al desempeño actual o futuro del sujeto de aprendizaje. Pero
no debe limitarse a ello:

Un verdadero aprendizaje debe tender a capacitar para resolver situaciones


presentes y abordar situaciones futuras de mayor complejidad. Esta, y solo esta,
puede considerarse una herramienta eficaz en un constante perfeccionamiento
integral.

Factores que afectan el aprendizaje


Existen factores que pueden incidir, positiva o negativamente, en el aprendizaje. El
conocimiento de estos factores tiende a favorecer las mejores posibilidades de cualquier
aprendizaje. Ellos son:

⇒ Condiciones ambientales.
⇒ Motivación.
⇒ Acción.
⇒ Uso eficiente de la memoria.

Condiciones ambientales

Son diversas las condiciones ambientales que influyen en el aprendizaje. Las más
importantes son las siguientes:

 Tiempo. Es importante organizar y determinar cuánto tiempo se cuenta para el


estudio, tomando en consideración las otras actividades que habitualmente se
realizan y el descanso. Para una correcta organización del tiempo debe conocer qué
tiempo necesita para un buen aprendizaje, determinar los medios y materiales
cognoscitivos de que dispone, distribuir adecuadamente las horas disponibles, y
combinar eficientemente los horarios de trabajo y de descanso.

 Lugar. Un lugar adecuado para estudiar es muy importante. Debe procurarse un


lugar tranquilo, con suficiente comodidad para desplegar sus elementos de estudio,
evitando elementos distractivos que perturben su concentración.

 Temperatura Ambiente. Realizar una tarea resulta siempre más costoso cuando
debe llevarse a cabo a temperaturas extremas; y esto se agudiza cuando la tarea que
debe realizarse es mental. Una temperatura elevada nos pondrá de mal humor y hará
que nuestro cerebro funcione pesadamente; una temperatura baja no nos permitirá
una concentración efectiva ya que nuestra atención será permanentemente desviada
hacia la sensación de frío que experimenta nuestro organismo.

2 - 19
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

A menudo no se cuenta con un acondicionador de aire; pero siempre es posible


encontrar una solución organizando el tiempo de estudio en horarios en los que las
temperaturas pico no representen una molestia.

 Postura. Se ha dicho anteriormente que el estudio no debe ser tomado como una
carga o un castigo, sino que debe encararse como una actividad que es posible
realizar cómodamente. Pero ambos excesos son perjudiciales para el proceso de
aprendizaje, y ambos están íntimamente relacionados con la postura que adoptemos
para estudiar.
Si la postura es incómoda (por ejemplo, estudiar en una mesa demasiado baja que
nos obligue a estar agachados sobre ella), muy pronto nuestro cuerpo se cansará de la
posición y comenzaremos a levantarnos, a “estirarnos”, a movernos; en fin:
estaremos diluyendo nuestra concentración. Si, por el contrario, la postura es
demasiado cómoda (como estudiar recostado en una cama, por ejemplo) es muy
probable que nuestro cuerpo “se tiente” ante la posibilidad del descanso, y
terminemos dormidos.
Lo ideal es una simple silla y una simple mesa, procurando al sentarse mantener la
espalda los más recta posible pues una posición demasiado inclinada presionaría
nuestros pulmones y nuestro corazón haciéndonos sentir molestias al poco tiempo.

 Luminosidad. No puede realizarse un buen estudio si la luminosidad es deficiente,


de allí que el lugar elegido para estudiar deba contar con una buena luminosidad;
pero es muy importante que esta luminosidad sea de luz de día. La luz artificial (y
más aún la de tubos fluorescentes) puede causarle serios trastornos a la vista.

Motivación

Definición de Motivación
Es la fuerza interior que impulsa a una persona hacia el logro de un
objetivo.

En todo aprendizaje, la motivación es fundamental. Si se desea aprender algo, siempre


se encontrará internamente la fuerza necesaria para concretar tal deseo. Una persona está
motivada cuando conoce exactamente qué se espera que sea capaz de hacer y tiene conciencia de
por qué quiere hacerlo.

Los motivos deben ser condiciones capaces de provocar, regular y sostener un


comportamiento. De ello dependerá, en gran medida, el éxito de la actividad que se realiza; de
allí que sea básicamente importante para el sujeto de aprendizaje, plantearse seriamente la
motivación que guiará su aprendizaje.

Acción

Cuando un individuo decide aprender, automáticamente se coloca en situación de


aprendizaje; y este aprendizaje se encuentra en relación directa con la capacidad de reacción del
individuo ante esta situación.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

No resulta un aprendizaje positivo el que el sujeto de aprendizaje trate solo de acumular


información reteniéndola en la memoria, sin reelaborar su procesamiento y selección con una
actitud reflexiva y creadora.
El desarrollo de esta actitud crítica se favorece cuando el individuo toma conciencia de
los contenidos reales que deberá aprender. Para ello, es útil remitirse a los programas, índices,
introducciones o prólogos. Ellos nos darán una visión global de lo que obtendremos en cada
caso.
Es conveniente, además, elaborar un esquema mental propio. A medida que se van
conociendo los núcleos más importantes, es conveniente elaborar un bosquejo indicando las
relaciones entre ellos, y comparando con ideas anteriores o propias, surgidas del mismo
aprendizaje. Ello facilitará la organización conceptual del tema, y su posterior fijación en la
memoria.

Uso eficiente de la memoria

Para lograr un buen aprendizaje, es indudable que la memoria es necesaria, pero no


constituye un factor determinante. Muy por el contrario: la memoria debe ser considerada una
herramienta del aprendizaje, y nunca el requisito único del mismo.
Quienes piensan que un aprendizaje es solo cuestión de memoria, la consideran una
facultad rígida y estática de nuestro cerebro, cuya función es simplemente la de coleccionar datos
y retenerlos como en un archivo. Esta concepción es totalmente falsa.
La memoria es una facultad activa y flexible que tiene mucho que ver con la
inteligencia. No es un almacén de datos; sino más bien una fábrica que, tomando materia prima
de la realidad (datos), construye productos (conceptos) y luego los almacena ordenadamente. Por
eso, cuando estudiamos, nuestra memoria pone a nuestra disposición la totalidad de los
conocimientos adquiridos en nuestra vida, aunque nada tengan (aparentemente) que ver con el
tema. Nada mejor que un ejemplo:

Ejemplo:
Nos encontramos en una clase de Lingüística General en una universidad estudiando el tema Sonidos y
Grafías del Lenguaje. El profesor está desarrollando una clase sobre los sonidos consonánticos e
inesperadamente nos pregunta: ¿Cuántas grafías (letras) que representen sonidos consonánticos tiene
nuestra lengua? Luego de unos segundos, contestaríamos: Veinticuatro, si contamos la H y la W. Y sería
una respuesta correcta.
¿Qué hemos hecho? Durante esos segundos, nuestra mente ha investigado en nuestra memoria.
Habíamos aprendido en la escuela primaria que las letras del alfabeto son veintinueve, y también que los
sonidos vocálicos son cinco. Si las letras representan los sonidos y en la lengua solo encontramos sonidos
vocálicos y consonánticos, la cantidad de sonidos consonánticos es igual a la cantidad total de letras menos
la cantidad de sonidos vocálicos. Y procedimos a restar, operación aritmética que también aprendimos en
los primeros años de escuela.

Como vemos, esa respuesta correcta a nivel de clase universitaria fue posible gracias a
que la memoria presentó en ese momento conocimientos aprendidos muchos años atrás.

2 - 21
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Pero la memoria, como todo elemento de nuestro cuerpo, requiere de un ejercicio


permanente y adecuado. Para hacer un uso provechoso de ella, es conveniente tener en cuenta
ciertas pautas importantes:

⇒ Debe enfatizarse la intención de recordar. Es importante repetirse esta


intención ante una información que es necesario recordar. Esto duplicará la eficiencia de
la memoria: el esfuerzo de concentrar su atención favorecerá su recuerdo o evocación de
lo que oye o lee. Para que la memoria contribuya eficazmente al proceso de aprendizaje
debe ser consciente el esfuerzo para ordenar en la mente el material que necesitamos o
queremos retener.

⇒ Deben establecerse claramente las relaciones entre datos. Cuantas más


relaciones se establezcan entre los datos recogidos y entre ellos y el tema principal, tanto
mayor cantidad de información podremos guardar en la memoria y retenerla por mayor
tiempo.

⇒ Repaso. La repetición de los temas es esencial para la memoria. Pero no debe


tratarse de una repetición textual sino de una revisión crítica, que eventualmente aportará
nuevas relaciones y favorecerá a la memoria.

Técnicas para el aprendizaje


De acuerdo con todo lo ya expuesto, nos será fácil coincidir en que no es posible lograr
el objetivo de aprender con solo leer un apunte o asistir a una clase. Se ha visto que para
aprender es necesario realizar un estudio sistemático, progresivo y continuo; en otras palabras, es
necesario un método.

Teniendo en cuenta los factores psicológicos y cognoscitivos que implica todo


aprendizaje, es posible determinar tres pasos fundamentales en un método de estudio:

→ Reconocimiento. Consiste en una investigación preliminar de la estructura general


del conocimiento por adquirir, sin profundizar en detalles. Para facilitar este
procedimiento pueden adoptarse algunas de las siguientes técnicas:

 Inspección de Índices: el índice de un texto revela claramente de qué manera el


autor ha organizado el material, y los temas y subtemas son fácilmente
reconocibles tipográficamente. Los títulos de dichos temas y subtemas son
descriptivos y ayudan a posicionarse en el texto.

 Lectura de Resúmenes: muchos textos traen un resumen o un cuestionario al


final de cada uno de sus capítulos. La lectura de esos resúmenes o cuestionarios
nos aportará una visión clara y global del tema por estudiar.

 Vistazo general: muchos individuos tienen facilidad para realizar una lectura
veloz discontinua que consiste en correr las páginas leyendo solo algunas
oraciones en algunas de ellas. Este sistema aporta, además de una visión global
del texto, una identificación de algunas de las ideas más relevantes.

2 - 22
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Esta actividad previa al estudio suele provocar en el lector una serie de interrogantes,
hipótesis y conjeturas que favorecen la motivación del aprendizaje pues se
descarta que mediante una lectura organizada y reflexiva del texto se podrá obtener
las respuestas.

→ Lectura comprensiva. Es el paso siguiente, al que se accede en forma espontánea


motivado por el primer paso. Ya se ha hablado de lectura comprensiva; no obstante,
es útil recordar que una lectura comprensiva implica una posición activa frente al
texto, centrando la atención en lo que se lee para que la mente pueda acceder a la
información, comprenderla y conceptualizarla.

→ Fijación. Consiste en expresar con palabras propias lo que se ha leído. No existe en


realidad un momento preciso para la fijación. Esta puede hacerse normalmente a la
finalización de cada capítulo pero ello dependerá fundamentalmente de la
familiarización con el tema estudiado y de la densidad de los conocimientos
expuestos.

Este paso es sumamente provechoso pues permite al individuo establecer una


medición exacta del rendimiento de su estudio, facilitando la realización de los
reajustes que fueran necesarios.

Subrayado o resaltado

En el caso de que todo un párrafo contenga ideas importantes, o se presente polémico, será
conveniente subrayar las ideas principales o anotar al margen una expresión muy breve que
condense la idea. Estas glosas serán muy importantes en el momento de la fijación.

Definición de Subrayado o Resaltado


Es una técnica que consiste en destacar con una línea la palabra,
frase u oración que expresa la idea o ideas más importantes. Se
puede, inclusive, resaltar con distintos colores, diferentes jerarquías
de ideas.

Esta reelaboración del texto dará como resultado un mapa del este, cuya rápida y fácil
apreciación nos facilitará la tarea de visualizar la organización del texto, la jerarquización de las
ideas, y constituirá un elemento invalorable para el resumen y el repaso.

Resumen

Definición de Resumen
Es una reducción que se realiza en un texto, en la cual se ha eliminado la
redundancia y se han consignado solamente las ideas principales y las
relaciones existentes entre ellas.

2 - 23
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

El resumen es una herramienta muy útil que permite condensar el conocimiento de


manera que pueda ser fácilmente conceptualizado; pero es necesario realizar algunas
advertencias al respecto.

Un resumen solo debe hacerse luego de que un tema ha sido debidamente comprendido.
Algunas personas proceden a una lectura preliminar de un texto marcando en él las ideas
principales, y posteriormente realizan el estudio tomando en cuenta solamente las ideas
marcadas. Esta actitud no conducirá nunca a un buen aprendizaje ya que habitualmente son las
ideas secundarias las que marcan el alcance de las relaciones entre las ideas principales.

Lo correcto es usar los resúmenes en tareas de repaso y fijación: nunca en actividad de


estudio.

Nunca debe usarse un resumen realizado por otra persona. El resumen es una tarea
personal que está basado fundamentalmente en los conocimientos que cada persona considera
nuevos, es decir, que no registra en su memoria. Como la memoria de cada persona es particular
e individual, los conocimientos reputados nuevos para una podrían no serlo para otra, y
viceversa.

Cuadros sinópticos

Definición de Cuadros Sinópticos


Esquema en donde pueda visualizarse la totalidad de elementos y
relaciones de un tema en un golpe de vista.

Podemos decir, sin equivocarnos, que una sinopsis es el más escueto de los resúmenes
y, por supuesto, el más complejo. Se trata de una construcción estructural donde se enuncian los
elementos componentes pero las relaciones no están especificadas sino sugeridas por líneas u
otros signos que pueden tener diferente significación, según cada caso.

Para ilustrar lo dicho, recurramos a un ejemplo, y nada mejor que el de una molécula de
agua:

Un átomo
de oxígeno Esta sinopsis puede interpretarse
Molécula como que una molécula de agua está
de agua compuesta por un átomo de oxígeno
y dos átomos de hidrógeno.
Dos átomos
de hidrógeno

2 - 24
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Pero advirtamos que la misma conformación puede adoptarse en una materia que nada
tiene que ver con la Química, y es la Historia de la Literatura Española. Allí podemos realizar la
siguiente sinopsis:

Luis de Góngora Esta sinopsis no puede interpretarse


como que el Barroco español está
compuesto por Luis de Góngora y
Barroco
Francisco de Quevedo. La interpretación
español
correcta sería que los representantes más
distinguidos del Barroco español son
Francisco de Quevedo Luis de Góngora y Francisco de Quevedo.

Como vemos, las sinopsis son muy útiles en el momento de la fijación, pero totalmente
inservibles para el estudio y la conceptualización. Estos deben ser previamente realizados para
que la sinopsis sea operativa.

Síntesis

De la misma manera que la sinopsis implica un máximo resumen a nivel de la estructura


de un determinado conocimiento, la síntesis puede considerarse como un máximo resumen a
nivel de significados de ese conocimiento.

Una buena síntesis debe dar cuenta, en breves palabras, del concepto total de un texto, o
de una conferencia.

Sin embargo, y a efectos de estudio, es útil realizar síntesis parciales a medida que se
avanza en los contenidos. Ellas son muy útiles pues permiten mantener una visión global de lo
que se va estudiando y, en su momento, son eficaces herramientas para lograr una síntesis
general.

Escuchar

Hasta ahora nos habíamos centrado en un estudio realizado a través de textos. Cuando el
estudio se realiza a través de clases presenciales, el principal recurso es escuchar.

Aunque habitualmente las clases presenciales se encuentran apoyadas por diferentes


textos, el escuchar atentamente al orador es de capital importancia pues las explicaciones que
brinda a los diferentes temas son habitualmente más extensas, variadas y ricas que las que se
encuentran en los textos.

Para escuchar y aprender, el individuo debe encontrarse


especialmente motivado.

Es frecuente el pensamiento de que las clases presenciales son una pérdida de tiempo,
ya que con el texto es suficiente. Esta afirmación no solo es falsa sino que la realidad es

2 - 25
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

totalmente opuesta a lo que se afirma. Basta asistir a una clase y abordar luego el texto
correspondiente para darnos cuenta de cuánto tiempo menos nos insume el estudio para lograr un
aprendizaje más completo.

La atención deberá estar centrada en las palabras del orador. Esto le permitirá:

 Reconocer la organización del tema.


 Identificar las ideas principales.
 Elaborar un bosquejo mental propio.

Sin embargo, el principal obstáculo reside en la instantaneidad del discurso hablado. La


palabra desaparece una vez pronunciada haciéndose difícil, a veces, mantener en la memoria la
totalidad de los temas escuchados. Este obstáculo puede ser superado mediante el uso de equipo
personal de grabación, o por medio de la simple toma de notas.

Toma de notas

Este recurso consiste en registrar, con un lenguaje económico y simple, los conceptos y
datos más relevantes de una disertación, a medida que se escucha la misma. Ya hemos dicho que
tomar apuntes es una habilidad que se desarrolla con la práctica constante, pues exige:

→ Un elevado índice de motivación para mantenerse conectado con lo que se escucha.


→ Un análisis crítico de los diferentes temas.
→ Una percepción clara de cómo está organizado el discurso del disertante.
→ Un buen nivel de condensación de los contenidos significativos a través de palabras
propias.

→ Una buena organización personal para poder reelaborar el material en el momento


del estudio.

2 - 26
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

CAPÍTULO

3
EL EMISOR EN LA
COMUNICACIÓN ESCRITA

CONTENIDOS:

1. LA COMUNICACIÓN ESCRITA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2

2. COMENZAR A ESCRIBIR. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

3. EL DESARROLLO DE LAS IDEAS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

4. CARACTERÍSTICAS FORMALES DE LOS TEXTOS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

5. TIPOS DE TEXTOS MÁS USUALES. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

6. CARACTERES GENERALES DEL LENGUAJE. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16

7. LA SINTAXIS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33

8. LA SINTAXIS FIGURADA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34

9. ESTRATEGIAS DEL DISCURSO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
Que el cursante:

 Distinga las características formales de los textos

 Utilice los patrones más comunes de la exposición de ideas.

 Conozca el mecanismo de la sintaxis directa y figurada.


TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

1. LA COMUNICACIÓN ESCRITA
Hasta ahora habíamos visualizado la comunicación desde la perspectiva del receptor; es
decir, como destinatarios de un mensaje ya construido según una determinada organización,
codificado en determinados términos y versado en determinados temas, todo ello preparado por
un emisor.

Aquí habremos de cambiar la perspectiva: no seremos ya receptores de un mensaje


preparado, sino que pasaremos a desempeñar el rol del emisor, y ello, desde la misma
composición del mensaje.

En esta primera aproximación al rol de emisor en la comunicación, habremos de tratar


la comunicación escrita y los principios más generales de la comunicación oral.

La diferencia más esencial y más notable, entre la comunicación oral y la comunicación


escrita es el tipo de lengua utilizada; y como la lengua escrita y la lengua hablada requieren de
técnicas diferentes para su uso correcto, es conveniente estudiar por separado ambos tipos de
comunicación.

En el diálogo interpersonal (lengua hablada), el emisor y el receptor comparten un


contexto que les es común. El libro, la página mecanografiada o manuscrita deben crear su
propio ámbito, un contexto al margen de aquel en que se encuentra inmerso el lector en el
momento en que lo lee, tomando en cuenta que en muchas oportunidades lo hace a una relativa
distancia espacial y temporal del momento y lugar de producción. Quizás solo el periodismo
puede exceptuarse, en parte, de lo antedicho, ya que ha sido hecho para ser leído al instante y,
por lo tanto, puede trabajar sobre datos implícitos o alusiones no aclaradas porque forman parte
de una realidad inmediata sobreentendidamente compartida por el receptor.

Pero esta limitación del texto escrito tiene su propia riqueza: el texto escrito tiene una
realidad física permanente; es decir, lo tenemos ante nuestros ojos mientras lo leemos, pero
también lo podemos releer, saltar hacia delante o hacia atrás, cortar la lectura y retomarla en otro
momento.

Sin embargo, esa misma realidad física permanente exige un mayor cuidado en el léxico
y una sintaxis más elaborada y compleja. Debemos tener especialmente en cuenta que la
escritura es el medio de comunicación que se usa con frecuencia en muchas de las
comunicaciones de tipo oficial y, para que sea eficiente, debe expresar con claridad y simpleza
las ideas del escritor.

Debe escribirse siempre para un lector determinado, y ello no es sencillo pues ya


dijimos que las palabras no tienen exactamente el mismo significado para todas y cada una de las
personas. Por eso, para lograr que el mensaje escrito traduzca con la mayor fidelidad el
pensamiento del emisor, debe procederse a una escrupulosa preparación y a una cuidadosa
corrección de los escritos.

Una deficiente organización del texto, ideas pobremente desarrolladas, inadecuada


estructuración de oraciones y uso de palabras infrecuentes, afectarán profundamente la

3-2
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

comprensión de un texto escrito. Una escritura directa y fácil, aunque menos llamativa, es el
método más acertado para comunicar al lector la idea y el propósito fundamental del escritor.

2. COMENZAR A ESCRIBIR
Es posible que en más de una ocasión usted haya tenido intención de redactar una
simple carta y, al sentarse frente a la hoja de papel, no haya sabido por dónde comenzar su
escrito. Es como si no encontrara, en ese momento, las palabras adecuadas capaces de transmitir
su pensamiento.

Esa sensación se la denomina comúnmente el abismo de la página en blanco, y es


frecuente en la mayoría de las personas que no son profesionales del lenguaje.

Suponga ahora que la persona a quien usted le quiere escribir está frente a usted.
Seguramente se dirigirá a ella y, con mayor o menor claridad, le transmitirá oralmente el mensaje
deseado. Y supongamos también, que su mensaje fuera grabado y posteriormente puesto por
escrito. Al leerlo, seguramente usted reconocerá ciertas expresiones que le son propias, ciertos
giros idiomáticos familiares; en una palabra, usted reconocerá su estilo.

Diremos entonces que:

El estilo es la forma personal que cada individuo da a sus mensajes.

Continuemos con las suposiciones y pensemos en que usted relee con mayor atención el
texto escrito de su mensaje. Es muy probable que piense que sus palabras no dan sino
imperfectamente cuenta de su pensamiento: notará que ciertas palabras resultan insuficientes
mientras otras exageran; tal vez piense que hubiera llegado más a su interlocutor si hubiese
ordenado el texto de manera diferente y planteado algunas cosas antes que otras; y, por qué no,
que hubiese sido necesario agregar algunos detalles que hicieran más explícito su pensamiento.

Tomando como base todos estos supuestos, estamos en condiciones de esbozar un


método que nos permita superar el abismo de la página en blanco y, a la vez, mejorar el estilo.
Este método consta de los siguientes pasos:

1º) Definir el propósito. Se escribe para cumplir con ciertos convencionalismos, para influir
sobre alguien, para exponer ideas o hechos, para formular un pedido, un ofrecimiento, un
reclamo, etc. Es imprescindible que defina para sí mismo el móvil que lo determina a
escribir; si usted no tiene claro el motivo que lo lleva a escribir, mal puede transmitirlo al
destinatario de su escrito.

2º) Actualizar la situación. Represéntese, lo más fielmente posible, la persona a quien le va


a escribir, como si la tuviera en frente. Si se trata de un desconocido, trate de imaginar
sus reacciones guiándose por el cargo que ocupa o por informes acerca de su
personalidad.

3-3
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

3º) Realizar un esbozo. Imaginándoselo frente a usted, hable con el destinatario de su


escrito. No importa si lo hace en voz alta o baja, lo realmente importante es que vaya
tomando nota de lo que usted le dice. Es muy posible que, al finalizar y leer el texto
escrito, usted lo considere impreciso, desordenado y falto de elegancia. No importa, usted
ha alcanzado el objetivo esencial del trabajo realizado: extraer de su cerebro lo que tiene
que comunicar y formularlo de una manera básica.

4º) Completar las ideas. Deje de lado el escrito por lo menos durante una hora, y luego,
reléalo. A medida que lo haga, le irán surgiendo nuevas ideas que completan el sentido
de lo que desea expresar. Anótelas y posteriormente agréguelas al esbozo realizado.

5º) Seleccionar un patrón. El mensaje solo podrá ser comprendido por el destinatario si se
presentan las ideas de modo tal que sean para él fácilmente aprehensibles. La mayoría de
los receptores modernos son personas que esperan que las ideas les sean presentadas en
forma lógica. Se debe pues, elegir un patrón de exposición de ideas que satisfaga esas
expectativas y le posibilite la fácil comprensión de los contenidos que se tratan.

Los patrones más comunes de exposición de ideas son:

 Enumeración o tópicos: se trata de la presentación como una sucesión de elementos


entre los cuales no existe una relación de causalidad o consecuencia estricta. Es el
patrón adecuado para el desarrollo de características, cualidades, etc.

 Razonamiento: las ideas son presentadas siguiendo un determinado orden de


causalidad. Este orden puede ser deductivo (cuando el razonamiento fluye de lo
universal hacia lo particular) o inductivo (cuando el razonamiento fluye de lo
particular hacia lo universal). Es el patrón recomendado para persuadir o convencer
al receptor de una nueva idea o de cambiar una idea preexistente. En el uso de este
patrón se hace necesario apelar a elementos de apoyo tales como comparaciones,
estadísticas, etc.

 Solución de Problemas: consiste en presentar una idea como problema, analizar las
posibles soluciones al mismo, y plantear una solución también posible. Es el patrón
indicado para ser usado en la discusión de hechos o factores que puedan ser
considerados problemáticos. Este es un patrón frecuente en los estudios de Estado
Mayor.

 Tiempo: las ideas se presentan en función de una correlatividad cronológica. Debe


ser usado cada vez que el tiempo o la secuencia de los acontecimientos sea
importante de puntualizar. Su uso es característico en los libros de Historia.

 Espacio: las ideas se presentan en función de su correlatividad espacial. Debe ser


usado cuando la información que se desea transmitir esté relacionada con diferentes
lugares y requiera la ubicación del receptor respecto de ellos. Es el patrón que se
encuentra en los libros de Geografía.

3-4
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Nota
En ciertas ocasiones, y en especial si el trabajo es de envergadura, deberá usarse una
combinación de varios patrones. En tales casos, deberá estudiarse qué combinación de
patrones es más efectiva en lo que respecta a la comprensión del receptor.

6º) Confección de un borrador. En posesión de todo ese material, usted se encuentra ya en


condiciones de abordar la redacción propiamente dicha. Use frases cortas, claras y
simples, cuidando respetar el orden lógico de las oraciones (sujeto, verbo, predicado).
Tenga presente que no está redactando aún el texto definitivo: lo que está haciendo es
solamente un borrador que todavía deberá ser corregido, y quizás cambiado, antes de su
forma definitiva.

7º) Pulido. Es probable que luego de haber terminado su escrito, al leerlo, usted advierta que
algunas palabras han sido repetidas demasiadas veces, o que el sinónimo de alguna
palabra sea más explícito con referencia al significado que usted pensó, o que se ha
deslizado algún error de ortografía. Esta tarea de corregir las imperfecciones se conoce
como pulido de un escrito, y debe ser realizada a tres (3) niveles diferentes:

 A nivel de las características formales del texto.


 A nivel de las prescripciones generales del lenguaje.
 A nivel de las cualidades generales del estilo.

Estos diferentes niveles serán retomados más adelante.

Es necesario destacar que un texto se construye inicialmente como una totalidad, es


decir, tomando en cuenta los aspectos morfológicos, sintácticos y semánticos simultáneamente.
Por eso se aconseja la redacción de un borrador para luego, sobre él, efectuar la tarea de pulido
considerando por separado cada uno de sus aspectos.

Es prudente, entonces, comenzar el estudio por la parte más destacada del mismo: el
párrafo.

Definición de Párrafo
Es un conjunto estructurado de oraciones en el que se expresa una idea
principal, una ampliación o explicación de la misma y un enlace con la idea
siguiente, en el caso de que el texto contenga más de una idea principal.

Las ideas que se han esbozado en el borrador, se han desarrollado mediante párrafos.
Bien podrían desarrollarse sin tomar en cuenta los mismos, pero seguramente el receptor tendría
mayores dificultades para comprenderlas. El empleo correcto de los párrafos (y de las pausas) es
fundamental en un lenguaje escrito.

3-5
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

3. EL DESARROLLO DE LAS IDEAS


Cada una de las ideas principales del borrador realizado requiere por lo menos un
párrafo. En él debe expresarse esa idea principal en forma clara y enfática de manera que el
receptor pueda percibir la relación existente con el propósito principal del texto. Por tal motivo,
el empleo correcto de los párrafos requiere una considerable atención. En ocasiones el material
está naturalmente separado en párrafos por su misma estructura; pero otras veces deberá
decidirse dónde efectuar la separación de un párrafo. Esta decisión será más fácilmente tomada si
se recuerda que un párrafo debe constar de tres (3) elementos esenciales: idea principal, apoyo
y transición.

Definición de Idea Principal


Es la parte más importante del párrafo, pues expresa exactamente el tópico de
que se trata. Es por ello que su ubicación en el párrafo debe ser
cuidadosamente planificada.

En la mayoría de los escritos, el lugar más adecuado para ubicar la idea principal es a
comienzos del párrafo; de este modo, la idea se encuentra en la posición más enfática. Es además
la posición adecuada para el desarrollo deductivo de las ideas.

Otra posibilidad consiste en ubicar la idea principal al final del párrafo. Si la idea sigue
un razonamiento inductivo esta es la posición adecuada. Por otra parte, si el párrafo es
demasiado extenso, esta ubicación favorece la retención de la idea por parte del receptor.

Nunca debe "enterrarse" la idea principal en medio del párrafo, pues en tal posición
pasará desapercibida.

Definición de Apoyo
Es el soporte de la idea principal, que será necesario clarificar, ampliar y enfatizar.

Normalmente será dificultoso reducir la idea principal a una oración. Es por eso que es
necesario crear párrafos de apoyo o soporte de esta idea.

Al seleccionar el material de apoyo debe considerarse especialmente que el mismo


tenga suficiente atractivo para el receptor y que se encuentre dentro de su esfera de experiencia:
no debe olvidarse su función de sostén de la idea principal.

Existen abundantes formas de apoyar una idea: puede usarse una historia ejemplificativa, una
ilustración hipotética, una analogía, etc. También las estadísticas pueden resultar útiles, pero
usadas con moderación pues el abuso les hace perder efecto.

El apoyo más usado suele ser el razonamiento, ya que este es el que mejor se adecua al
cumplimiento del objetivo fundamental del apoyo.

3-6
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Una vez que la idea principal ha sido enunciada y apoyada, podemos decir que ha sido
expresada en forma completa. Pero debe encararse ahora el trasladar al receptor a la siguiente
idea principal. Para lograr este propósito se debe usar la transición.

Definición de Transición
Es probablemente el componente de mayor significación en el entramado del
discurso y puede configurarse como párrafo, oración, frase o palabra; ello
dependerá fundamentalmente de la extensión del escrito.

La transición por párrafo es la menos usada, pues requiere un escrito de enormes


dimensiones, poco frecuente en nuestra época. Se tratará de un párrafo corto que establezca la
vinculación con el material precedente y pronostique el material que ha de seguirlo, de forma tal
que el receptor se encuentre preparado para ello.

La oración es un recurso de transición más frecuente que el párrafo y normalmente se


coloca al final del mismo de manera que la primera oración del párrafo siguiente pueda ser
empleada para ubicar la siguiente idea principal. La oración de transición debe ser clara, corta y
precisa. Citemos un ejemplo: "El presente es un ejemplo de oración de transición".
Efectivamente, la oración "citemos un ejemplo" oficia de transición entre el enunciado teórico
precedente y el ejemplo práctico que le sigue.

Pero es la frase el recurso más usado como transición, pues puede usarse
indistintamente como apertura o final de una oración. Ejemplos muy comunes son: "de allí
que", "por otra parte", "es decir", "o sea", etc.

A veces bastará una palabra para posibilitar la transición. Palabras tales como
consecuentemente, así, primero, segundo, finalmente, etc.

4. CARACTERÍSTICAS FORMALES DE LOS TEXTOS

El primer paso en la tarea del pulido de un texto escrito será atender a las características
específicas del tipo de texto que estamos produciendo, ya que cada tipo de texto presenta ciertas
características que le son propias. Examinaremos entonces, algunas de las formas textuales más
usadas.

Sin duda, la forma de texto escrita más común es la que constituye el género epistolar:
la carta.

Existe una enorme variedad de cartas (íntimas o familiares, comerciales, protocolares,


etc.); pero todas ellas presentan ciertas pautas mínimas que constituyen su estructura global. De
allí que podamos decir que una carta consta básicamente de tres (3) partes: encabezamiento,
cuerpo y conclusión.

3-7
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Encabezamiento

Es la parte inicial de la carta y allí encontramos tres (3) elementos diferenciados. La


data, donde se consigna el lugar y la fecha; el destinatario, donde se consigna nombre y
domicilio de la persona a quien está dirigida; y el tratamiento o saludo inicial (ver figura 3-1).

CÓRDOBA, 15 de febrero de 2005.-

Señor
Carlos Antonio PERALTA
Independencia 222
5000 – CÓRDOBA

Querido amigo:

Figura 3-1 Modelo de encabezamiento.

Cuerpo
El cuerpo es la parte principal de la carta y en él se consigna toda la información que
deseamos transmitir. Según esta sea breve o extensa, el cuerpo constará de uno o más
párrafos.

Conclusión
Es la parte final de la carta. Consta de la fórmula de despedida, la firma y la
postdata (si hemos omitido algo en el texto y queremos agregarlo). A continuación, en la figura
3-2 se puede ver un modelo de conclusión.

Saludo a usted muy atte.

P.D. : (postdata) ...................................................

Figura 3-2 Modelo de conclusión.

3-8
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Si bien todas las cartas tienen, en general, la misma estructura, existen ciertas
características que son propias de cada tipo:

1. Carta íntima o familiar: es el tipo de cartas más común y, escribir una carta íntima o
familiar, es mantener (a distancia) una conversación con alguien que está afectivamente
unido a nosotros. Como en el diálogo, el estilo es ágil y espontáneo y, como en una
charla, los temas se van sucediendo sin un orden riguroso.

2. Esquela: es una nota epistolar breve que se reduce a la información o pedido de un dato,
o de un saludo amable. Normalmente, consta de un párrafo solamente. El modelo más
elocuente son las esquelas de salutación con motivo de las festividades de fin de año.

3. Carta administrativa y comercial: este tipo de carta está sujeta a convenciones


protocolares bastante rigurosas que ponen el énfasis en la eficacia de la totalidad del
mensaje tanto en el aspecto psicológico como en el aspecto lingüístico y formal.

En lo psicológico, deben tomarse exclusivamente en cuenta la reacción y los intereses de


quien va a leer la carta; además, y dado el carácter protocolar de este tipo de cartas, la
espontaneidad afectiva de la carta familiar debe ser suplida por la cortesía y el tacto.

En lo lingüístico, el emisor podrá elegir, para referirse a sí mismo, la primera o la tercera


persona gramatical y tendrá que respetar esa elección a todo lo largo de la carta. Cabe
acotar que, cuando se trata de una solicitud, la costumbre ha impuesto el uso de la tercera
persona gramatical (ver figura 3-3).

CÓRDOBA, 26 de marzo de 2005.-

Al señor Director de
TRANSAX ARGENTINA
Cno. San Antonio s/n.
PRESENTE
________________________

De mi consideración:

El que suscribe, Juan Adolfo Pérez, tiene el agrado


de dirigirse a usted a los efectos de solicitarle quiera tener a bien
considerar ... (enunciar lo que se pide)

Figura 3-3 Modelo de carta comercial.

3-9
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Nótese cómo la concisión que debe caracterizar a una carta comercial o administrativa
cede su lugar a la presentación del emisor y a las fórmulas de cortesía acostumbradas.

En el aspecto formal debe cuidarse especialmente que la presentación sea agradable a la


vista respetando la proporción entre el tamaño del papel y la distribución del texto:
margen amplio, sangrías, separación de párrafos por espacios mayores al de la escritura,
ubicación destacada del encabezamiento, etc. Tómese en cuenta que una presentación
agradable induce a una lectura atenta e influye positivamente en el ánimo del lector.

4. Telegramas: es un texto que reduce esquemáticamente una información puntual. Este


esquematismo se impone por razones de economía (el costo de un telegrama varía de
acuerdo con la cantidad de palabras), y el emisor debe codificar su mensaje considerando
prioritariamente la economía de palabras, economía limitada solamente por la necesidad
de una comprensión correcta del mensaje. Para ello se recurre a la eliminación de
partículas innecesarias (artículos, nexos, etc.) y a una correcta disposición del mensaje
que garantice su comprensión.

Ejemplo:
Llego al aeropuerto mañana doce de septiembre a las veinte horas, en el vuelo
527 de la empresa Austral, con mi mamá.

El mensaje tendrá fecha de emisión el día once de septiembre de 2005, estará dirigido a
Juana Manuela González de Martínez, la esposa del emisor, domiciliada en calle
Independencia 340 de la ciudad de Córdoba, y lo firmará Eduardo Martínez. Si se
consignarán la totalidad de los datos, el telegrama constaría de treinta y dos (32)
palabras.

Procedamos a la eliminación de elementos redundantes del texto:

 ... al aeropuerto... Si afirmo que llego en vuelo de la Empresa Austral, solamente


puedo llegar al aeropuerto. Pero podría darse el caso de que hubiera más de un
aeropuerto. En tal caso solo le bastaría al destinatario consultar con la Empresa
Austral dónde llega el vuelo 527.

 ... doce de septiembre... Esta información es redundante pues en el telegrama (sin


costo alguno) podrá leerse la fecha y hora en que el mismo fue despachado: 11/09/95
– 12:00 hs. Lógicamente, para el 11 de septiembre, el día de mañana será el doce de
septiembre.

 ... a las veinte horas... Esta es otra información que puede obviarse. Al hacer alusión
al número de vuelo y a la empresa correspondiente.

 ...de la Empresa... Bastará con citar el nombre para entender perfectamente que se
trata de una empresa de aeronavegación.

3 - 10
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

El mensaje quedaría entonces así:

“Llego mañana en vuelo 527 Austral con mi mamá.”

Pero aún pueden eliminarse algunos términos sin que el mensaje se afecte:

→ ...en... Queda sobreentendido en el contexto.

→ ...mi... Queda sobreentendido en el contexto.

El mensaje quedará reducido a:

“Llego mañana vuelo 527 Austral con mamá.”

Con tales reducciones, el cuerpo del mensaje constará solamente de siete palabras, a las
que habrá que agregar las correspondientes a los datos del firmante y del destinatario,
también susceptibles de ser abreviados.

Dado que el destinatario es la esposa, el marido no necesita consignar el nombre y


apellido: bastará con firmarlo con el nombre. Y por el mismo motivo, no hará falta
consignar el nombre completo de la esposa ya que solo será necesario dirigirlo a Flia.
Martínez.

En el caso del domicilio, no es conveniente aplicar reducciones ya que las mismas


podrían afectar la eficiente entrega del telegrama (ver figura 3-4).

TELEGRAMA
Fecha de emisión Hora de emisión

Destinatario: Flia. Martínez

Domicilio: Independencia 340

Destino: CÓRDOBA

Llego mañana vuelo 527 Austral con mamá.

Eduardo

(Las palabras en bastardilla vienen impresas en el formulario y no se cuentan)

Figura 3-4 Modelo de telegrama.

3 - 11
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

El texto definitivo del telegrama resulta totalmente comprensible y consta solo de ocho
(8) palabras.

La Escritura Aeronáutica
Con el propósito de adoptar un criterio unificado con respecto a la forma de los textos,
la Fuerza Aérea Argentina ha establecido ciertas normas al respecto, las cuales están contenidas
en el Reglamento para Escritura y Correspondencia (RAG 6), y a ellas deben ajustarse todas las
presentaciones y trámites por escrito dentro de la Fuerza.

No habremos de profundizar en las pautas a las que deben ajustarse los diferentes textos
que se cursan en el ámbito aeronáutico, sino solamente nos referiremos a aspectos generales de
los mismos. Para mayores detalles, se aconseja recurrir directamente al Reglamento citado.

Obvio es recalcar que los términos que empleen, tanto el superior como el subalterno,
deben ser respetuosos, pues la cortesía, más que una pauta reglamentaria, es una exigencia de
educación y don de gente.

Cuando el texto mencione a oficiales superiores o personal militar superior que


desempeña un cargo o función determinada, se antepondrá la palabra señor; por ejemplo, señor
Comodoro, señor Director, señor Jefe.

Tal como hemos visto en las cartas administrativas del ámbito civil, en las notas
oficiales se usan ciertas locuciones formales que son características. Las fórmulas más usuales
son las siguientes:

 Del superior al subalterno: remito; pase; comunico; se servirá.

 Del subalterno al superior: elevo; llevo a conocimiento; informo; solicito quiera tener a
bien.

 Entre cargos del mismo nivel: se usarán las fórmulas y los términos indicados en los
incisos anteriores. En la elección se tendrán en cuenta las diferencias de grado o de
antigüedad.

El tipo de papel que deberá emplearse es el Obra Primera Alisado de 70 ó de 82


gramos, en hojas de 210 x 297 mm. Cuando un documento oficial requiera un tamaño diferente,
deberá consultarse el Anexo respectivo en el RAG 6.

Según su contenido y extensión, un texto podrá ser dividido en capítulos, títulos,


subtítulos y párrafos; y estos, a su vez, en incisos, apartados e ítems. A estos últimos habremos
de referirnos.

Párrafos. Los párrafos serán numerados con números arábigos consecutivos y a


continuación llevarán el signo punto. La primera línea de cada párrafo debe iniciarse dejando
diez (10) espacios libres de máquina desde el margen izquierdo (25 mm aproximadamente). Las
líneas subsiguientes se comenzarán a escribir a partir de dicho margen y debajo del número que
corresponde a su párrafo.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

A su vez, todo párrafo podrá dividirse en incisos, estos en apartados y, si nuevamente se


hace necesaria una división, se utilizarán los ítems.

Incisos. Se identificarán con números arábigos ordinales y consecutivos seguidos del


signo de cerrar paréntesis; por ejemplo: 2º), 10º), etc. El número correspondiente a cada inciso
se escribirá dejando cuatro (4) espacios libres de máquina desde el margen izquierdo (10 mm
aproximadamente). La primera línea de cada inciso se iniciará a continuación de su
identificación y las líneas subsiguientes a la misma altura de la primera.

Apartados. Los distintos apartados de un inciso se indicarán con letras minúsculas


siguiendo el orden alfabético y a continuación el signo de cerrar paréntesis; por ejemplo: a), d),
m), etc. La letra indicativa de cada apartado se escribirá dejando ocho (8) espacios libres de
máquina desde el margen izquierdo (18 mm aproximadamente). La primera línea del apartado
debe iniciarse a continuación de su letra indicativa y las líneas subsiguientes a la misma altura de
la primera.

Ítems. Cuando exista la necesidad de diferenciar distintos conceptos de un apartado,


ellos se indicarán con un guión que irá colocado a la misma altura de la o las líneas que
componen el apartado; a continuación de dicho signo se escribirá el concepto respectivo.

5. TIPOS DE TEXTOS MÁS USUALES

Expediente y Continuación de Expediente


Se denomina así al documento original a través del cual, a solicitud de la parte
interesada o de oficio, se inicia un trámite de cualquier índole, así como también al conjunto de
documentos o actuaciones administrativas ordenados cronológicamente, en el que se acumulan
Informaciones, Dictámenes y todo otro antecedente relacionado con la cuestión tratada a la que
dio lugar dicho documento original, a efectos de lograr los elementos de juicio necesarios para
arribar a conclusiones que darán sustento a las decisiones que se adopten.

Para detalles sobre el diseño de un Expediente, remitirse al Capítulo II – Composición


y Diseño de la Escritura del RAG 6, particularmente a lo referido en los Títulos Expediente y
Continuación de Expediente.

Correo Aeronáutico
Este documento constituye el medio de comunicación escrita, de cualquier índole, que
el jefe de una Unidad, Organismo o dependencia autorizada, envía a otro de distinta Unidad,
Organismo o dependencia.

Cuando dicha Unidad, Organismo o dependencia destinataria se encuentre físicamente


distante de quien origina el correo aeronáutico, las transmisiones se realizarán a través del
sistema de mensajería electrónica.

Su uso es aplicable también en el caso de tratarse de una comunicación entre Unidades,


Organismos o dependencias nucleados dentro de una misma unidad edilicia o unidad funcional

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

(Ej.: edificio del Estado Mayor General / Transporte). en este caso, la distribución de los correos
será responsabilidad de cada promotor, quien identificará los suyos mediante las letras asignadas
a la Unidad, Organismo o dependencia, seguidas de una numeración anual, asignada al correo en
cuestión, por la Mesa de Entradas, Salidas y Archivo del Organismo, la que no mantendrá copia
del documento, sino solo el registro de identificación y la fecha correspondiente.

En caso de ser Secreto o Confidencial serán ensobrados, transcribiendo al sobre los


datos del encabezamiento.

Su confección se realizará de acuerdo con las normativas que en tal sentido emita la
Dirección de Comunicaciones, en los formularios con formato prediseñado a tal efecto (Anexo
17 RAG 6 – III Parte).

Diseño. Las modificaciones de diseño y/o confección que realice la Dirección de


Comunicaciones al “Correo Aeronáutico”, no derogarán el Reglamento de Escritura. Este será
automáticamente actualizado de acuerdo con las disposiciones de la Dirección de
Comunicaciones, como ente responsable del diseño y confección del mismo.

Volante
Este documento constituye el medio de comunicación escrita de rutina entre las
reparticiones hasta nivel División (como mínimo) de un mismo Organismo, ubicadas dentro de
un misma unidad edilicia (edificio del Estado Mayor General) o Unidad funcional.

Diseño. Su texto se ajustará en un todo al formato para la escritura de la Fuerza Aérea


Argentina establecido en el Capítulo II – Composición y Diseño de la Escritura del RAG 6 – I
Parte, y particularmente a lo referido en el Título Diseño y Distribución Básicos del Texto
(Expediente y Continuación de Expediente).

Se colocará en el centro de la hoja como título “VOLANTE Nº…….. / ……..” en


mayúscula, subrayado, en negrita y centrado en el espacio dispuesto para la escritura, seguido
por el número de identificación, dado en forma correlativa por la dependencia que lo origina,
seguido de una barra diagonal (/) y, por último, las DOS (2) cifras finales del año en curso.

A CUATRO (4) saltos de línea del título, se consignará el destinatario, salvo que sea
dirigido a varias dependencias, en cuyo caso se omitirá el destinatario, consignado en el texto
quiénes deben intervenir.

Comenzará el desarrollo del Volante a CUATRO (4) saltos de línea del destinatario.

Finalizado el texto y a DOS (2) saltos de línea se colocará el Lugar y Fecha, de


acuerdo con el formato para la escritura de la Fuerza Aérea Argentina establecido en el Capítulo
II – Composición y Diseño de la Escritura del RAG 6 – I Parte.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Memorándum
Escrito de uso interno que se cursará a una autoridad determinada, comunicándole una
situación especial o exponiendo elementos de juicio referentes a un asunto en trámite, que le
servirá de ayuda memoria para encarar la solución del caso. Se dirige de persona a persona.

Cuando por su contenido deba tomar intervención otro Organismo o se desprenda la


necesidad de realizar ulteriores trámites, se podrá disponer que se adjunte a un Expediente
reglamentario, en cuyo caso pasará a circular como parte integrante de un Expediente.

Diseño. El memorándum constará de:

1. El encabezamiento, que deberá contener la siguiente información:

 Membrete.

 Destinatario.

 Promotor.

 Lugar y Fecha.

El nombre del lugar precederá a la fecha y se escribirá debajo del nombre del Promotor,
justificado a la derecha. Toda documentación producida de “ Buenos Aires”, llevará este
nombre y no el de “Capital Federal”.

La fecha se escribirá:

 Día: un número de DOS (2) dígitos.

 Mes: nombre completo en minúsculas.

 Año: un número de CUATRO (4) dígitos, seguido de un punto y un guión.

En caso que deba contener DOS (2) o más hojas, se utilizará para la segunda y sucesivas,
papel sin impresos.

A DOS (2) saltos de línea del recuadro y contra el margen izquierdo, se escribirá la
palabra Asunto: en negrita y subrayado, a continuación de la cual se colocará a modo de
Título el tema que se tratará en el Memorándum.

2. El texto, que se comenzará a desarrollar a DOS (2) saltos de línea del Asunto. De
acuerdo con las circunstancias, el destinatario, etc., puede o no ser escrito con el diseño
de escritura aeronáutica. De optarse por esta última, el texto se ajustará al formato para la
escritura de la Fuerza Aérea Argentina establecido en el Capítulo II – Composición y
Diseño de la Escritura del RAG 6 – I Parte, y particularmente a lo referido en los
Títulos Diseño de Página (para la segunda y sucesivas) y Diseño y Distribución
Básicos del Texto (Expediente y Continuación de Expediente).

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

6. CARACTERES GENERALES DEL LENGUAJE


El segundo paso del pulido del texto está asociado a las reglas impuestas por la
gramática en lo atinente al lenguaje. Es evidente que no sería oportuno reeditar aquí todo un
texto de gramática. Aquí, centraremos la atención sobre ciertos problemas atinentes a la
morfología, a la sintaxis y a la puntuación.

Estilo
Las cualidades generales del estilo son:

 Claridad.
 Precisión.
 Naturalidad.

Claridad. Expresa metafóricamente el efecto producido en la inteligencia cuando el


objeto de conocimiento se distingue perfectamente de los demás objetos, y se distinguen unas
cualidades de otras, percibiéndose sus mutuas relaciones y su relación con la totalidad.

Si no pudiéramos percibir los elementos constitutivos de un objeto, tendríamos de él un


conocimiento oscuro; y si la oscuridad proviniese de no percibir las relaciones de dicho objeto
con otros objetos, resultaría un conocimiento confuso.

El grado de claridad de un conocimiento está en razón directa con la exactitud y


profundidad del análisis de los elementos y relaciones de un objeto. Cuanto más se analiza, más
se conoce; pero debe recordarse que a todo análisis pormenorizado, debe seguir una síntesis que
dé unidad a lo que el análisis ha desmenuzado.

La claridad de un escrito depende fundamentalmente de dos factores:

→ Claridad en el pensamiento: para que los demás nos entiendan, es necesario antes
entendernos nosotros mismos; pero no puede afirmarse de un modo absoluto que baste
concebir correctamente para expresarse con corrección, pues muchas veces la oscuridad
no está en la mente del escritor sino en su forma de expresar los pensamientos.

→ Claridad en el lenguaje: depende, en primer lugar, de la pureza y propiedad de los


vocablos empleados y, en segundo lugar, de la correcta y concertada colocación de estos
en la frase, pues el orden en las frases debe ser correlato del orden en las ideas.

Es conveniente advertir, sin embargo, que la claridad es una cualidad relativa: tanto
respecto del asunto de que se trata como respecto de los receptores del mensaje. Algunas
materias se prestan a la claridad más que otras: la Filosofía jamás tendrá la claridad de la Física.

Por otra parte, muchas veces la oscuridad está en la mente del receptor; de allí que al
juzgar la claridad de un escrito, deba tenerse especialmente en cuenta la capacidad natural de las
personas a quien está dirigido.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

En un escrito dirigido a una persona de mediana cultura, sería defectuoso un estilo


analítico profundo y adolecería de oscuridad un lenguaje técnico. Por el contrario, en escritos
dirigidos a especialistas, el estilo profundo y el lenguaje técnico coadyuvan al logro de una
mayor claridad.

Precisión. Deriva de la palabra latina praecidere: cortar; y significa eliminar todo lo


superfluo, podar la expresión de tal manera que no muestre sino una copia exacta del
pensamiento.

La precisión consiste, pues, en no escribir más ni menos de lo que debe escribirse para
que un asunto sea correctamente entendido. Pero debe tenerse siempre presente que una
concisión desmedida es tan oscura y contraria a la precisión como la difusión (amplificación
viciosa del discurso) o la redundancia (superfluidad de palabras). La difusión y la redundancia
son los vicios de la precisión.

Definición de difusión
Es la extensión artificiosa de un escrito generalmente para darle una
extensión mayor, reelaborando artificiosamente ideas ya expuestas o
produciendo asociaciones que solo llevan a apartarlo del tema central
tratado.

Definición de redundancia
Se da con la repetición inoportuna de ideas expuestas o cuando
llenamos el escrito con palabras superfluas que no acrecientan ni la
claridad ni la fuerza de la expresión.

Pero así como se falta a la precisión por exceso de ideas y de palabras inútiles, también
el extremo opuesto es un vicio. Efectivamente puede caerse en el defecto llamado concisión
viciosa.

Definición de concisión viciosa


Es la falta de desarrollo suficiente de los pensamientos y/o supresión de
palabras necesarias para el correcto planteamiento gramatical.

La difusión y la redundancia hacen el estilo lánguido y pesado; la concisión excesiva


le llena de aridez, frialdad y dureza. Ambos efectos engendran oscuridad porque, de la
superabundancia de pormenores surge la confusión, y de la exagerada avaricia de conceptos
surge la vaguedad y la vaciedad de sentido.

En el primer caso se divide la atención y desorienta el entendimiento, tal como si en


medio de una cantidad de objetos se pretendiera observarlos todos a un tiempo.

En el segundo caso, los objetos nos son solamente sugeridos; de allí que el único
recurso que nos quede sea nuestra imaginación para percibirlos con mediana claridad.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

La difusión es un vicio común en quienes pretenden aparentar un estilo elevado, como


si la exuberancia lingüística pudiera suplir la falta de valor intrínseco de un escrito. La aridez y la
concisión viciosa, en cambio, provienen de la falta de imaginación y la carencia de
conocimientos generales y variados; y es un defecto común en quienes se afanan por aparentar
una profundidad de ideas que no poseen.

Naturalidad. Es la apariencia de espontaneidad de una idea traducida sin retoques, sin


pretensión de refinamiento y sin premeditación de efecto alguno. Si se han tomado a los
escritores clásicos como modelos de naturalidad, ha sido precisamente porque el equilibrio
orgánico de sus escritos no manifiesta forzamientos de ninguna índole.

¿Quiere lo antedicho significar que si queremos ser naturales debemos expresar las
frases exactamente como nos vienen a la mente? No exactamente.

Hemos dicho que la naturalidad es la apariencia de espontaneidad. Ello quiere decir que
el texto escrito debe presentarse al lector en forma clara y como producto de un pensamiento
claro por parte del emisor. Las relaciones entre sus elementos debe surgir como algo necesario y
no como algo forzado o rebuscado, pues de esa manera los contenidos serán más fácilmente
entendidos por el lector.

Podemos afirmar que la naturalidad es un equilibrio entre dos vicios que atentan contra
ella: el preciosismo y la chatura.

Definición de preciosismo
Llamamos preciosismo a una rebuscada forma de originalidad que,
apelando generalmente a una exagerada adjetivación y una profusión de
arcaísmos y neologismos, construye un lenguaje pleno de cultismos de
difícil intelección por parte del receptor.

Un acabado ejemplo de preciosismo lingüístico lo tenemos en la obra literaria del poeta


español Luis de Góngora y Argote, de quien citaremos un fragmento de su obra Soledad
Primera, solo a título ilustrativo:

Ejemplo:
Vulgo lascivo erraba
— al voto del mancebo,
el yugo de ambos sexos sacudido —
al tiempo que — de flores impedido
el que ya serenaba
la región de tu frente rayo nuevo —
purpúrea terneruela, conducida
de su madre, no menos enramada,
entre albogues se ofrece, acompañada
de juventud florida.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Coincidiremos en que un texto con esas características es producto, sin duda, de una
persona que posee un enorme dominio del lenguaje, pero que es casi inentendible. Veamos la
explicación en prosa que de él nos da el lingüista Dámaso Alonso:

“Andaba de una parte a otra una multitud alegre de serranos mozos no oprimidos
por el yugo matrimonial, cuando entre música de rústicos albogues y acompañada
de jóvenes floridos, aparece una resplandeciente ternerita, con los cuernos, que
como rayos de luz ya empezaban a brillar en su frente, cargados de flores; y con
ella su madre, no menos enramada y adornada que la cría.”

Definición de chatura
Se entiende por tal, el empleo de formas gastadas por el uso.

Decir que una mujer es bella como un ángel es casi disminuir su belleza verbalmente
pues, ante un enunciado tan banal, la imaginación se desalienta.

Ante los vicios mencionados, podemos decir que es preferible un texto escueto y hasta
parco antes que un texto viciado de preciosismo o de chatura. Si no tenemos la habilidad
lingüística suficiente para lograr la naturalidad en la forma con un lenguaje figurado, busquemos
la naturalidad en el contenido siendo respetuosos de la simplicidad, que nunca dejará de ser una
virtud en cualquier área.

Entre los vicios del estilo, veremos los siguientes:

 Barbarismo.
 Solecismo.
 Cacofonía.

Barbarismo. Es la escritura incorrecta de las palabras, o el uso impropio de las


mismas.

Incurren en este vicio:

→ Quienes escriben incorrectamente las palabras: desaga, expontáneo, hilación, aerodromo


en lugar de deshaga, espontáneo, ilación, aeródromo.

→ Quienes escriben en el idioma original voces que ya se han castellanizado con una forma
propia: New York, London, Bordeaux en vez de Nueva York, Londres, Burdeos.

→ Quienes echan mano impropiamente a locuciones que no significan exactamente lo que


quiere darse a entender: El orador pasó desapercibido. La forma correcta para decir que
el público no prestó atención al orador sería El orador pasó inadvertido, pues si
recurrimos al diccionario veremos que desapercibido equivale a desprevenido, mal
preparado, desprovisto de lo necesario para hacer frente a una persona o cosa.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Debemos acotar que no incurre en barbarismo quien erudita e intencionalmente cita


textualmente una frase en otro idioma; o quien trae del griego o del latín voces de
las que carece la lengua castellana.

Solecismo. Es faltar a las reglas acerca del oficio y uso de las distintas partes de la
oración.

Incurren en él:

→ Quienes emplean el pronombre les con valor de acusativo: les vi y les reconocí
inmediatamente. En este caso debe usarse el pronombre los. No sería este el caso en la
oración no les vi en la reunión pues aquí les es dativo y no acusativo.

→ Quienes invierten el orden de los pronombres: me se olvidó.

→ Quienes utilizan incorrectamente las preposiciones: bajo este punto de vista en vez de
desde este punto de vista.

→ Quienes usan dos partículas incongruentes o mal colocadas en una misma oración: vendo
un camión con o sin acoplado, cuando lo correcto sería decir vendo un camión con
acoplado o sin él.

Cacofonía. Es el encuentro o repetición desagradable de las mismas sílabas o letras:


Dales las lilas a las niñas.

Cabe destacar que a veces el lenguaje poético recurre a repeticiones de una misma letra;
pero lo hace armónicamente: Horrísono fragor de ronco trueno.

Problemas morfológicos
El Tercer Congreso de Academias de la Lengua Española, reunido en Bogotá en 1960,
define la Morfología utilizando la antigua definición con que la Real Academia Española
identificaba a la Analogía (término que fue suprimido por este Congreso): Es la parte de la
Gramática que estudia el valor de las palabras consideradas aisladamente, con todos sus
accidentes.

Comenzaremos, entonces, por el estudio de las palabras en función de su valor


oracional, es decir, de las funciones gramaticales. Pero no habremos de ver todas las funciones,
solamente las que generan los problemas más frecuentes, a saber: los verbos, los pronombres y
las preposiciones.

Los Verbos
Si rememoramos la época en que estudiábamos las conjugaciones de los verbos tipo
(amar, temer y partir), seguramente recordaremos algunas preguntas que nos surgían a medida
que recitábamos las distintas formas verbales. Preguntas tales como: ¿Por qué tantos pretéritos si

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

el pasado es uno solo? ¿Por qué un presente del Indicativo, uno del Subjuntivo y uno del
Imperativo si el presente es uno y basta?...

Comenzaremos con esta última, que atañe a los modos verbales; pero previamente
debemos tomar plena conciencia de que un verbo no es una acción, sino que significa algo como
acción. Para ser más explícitos diremos que nadie va a cansar sus piernas por culpa del verbo
caminar.

Indicativo, Subjuntivo e Imperativo son modos verbales; y un modo verbal es la forma


en que un verbo significa una acción; es decir, la forma en que nos la presenta.

Así, el Modo Indicativo nos presenta la acción de manera puntual; o sea como algo que
se cumplió, se cumple o se cumplirá concretamente: Yo corro, tú saltaste, el comerá.

El Modo Subjuntivo nos presenta la acción como una posibilidad: no es segura la


realización de la misma: (Es posible que) yo corra, (Es posible que) tú saltaras, (Es posible que)
él comiere.

El Modo Imperativo nos presenta la acción como una orden, por eso solamente tiene
una forma en tiempo presente: Corre tú.

El tener presente la correcta significación de los modos verbales nos será de suma
utilidad para corregir formas defectuosas tales como: Si sería posible, yo comería pescado. La
posibilidad de comer pescado requiere el verbo ser como posibilidad, es decir, fuera. La oración
correcta debe enunciarse: Si fuera posible, yo comería pescado. Cabe destacar que el verbo
comer adopta la forma del condicional exigida por la conjunción si con que comienza la oración.

Aspectos verbales
Pero la mayor dificultad se presenta con el uso correcto de los tiempos verbales y está
relacionada con la pregunta... ¿Por qué hay tantos pretéritos en una conjugación si el pasado es
uno solo?

La respuesta está en lo que la Gramática llama aspecto verbal, designando con este
nombre ciertos matices de significación que evocan los tiempos verbales, pero al margen de la
idea de tiempo. Si analizamos las formas verbales comía, comió y ha comido, advertimos que la
diferencia no reside en el tiempo de ejecución de la acción, pues las tres aluden a una acción
cumplida en el pasado. La diferencia está en el modo de la acción significada.

Veamos cuál es el aspecto verbal en los tiempos verbales más comunes.

El Pretérito Imperfecto del Modo Indicativo (yo amaba, yo temía, yo partía) expresa
una acción pasada con respecto al momento de la enunciación, pero nada se aclara respecto de su
conclusión.

Ejemplo:
En 1990, yo enseñaba en la Escuela de Aviación.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

La acción de enseñar se ejecuta en un pasado con respecto al momento de la


enunciación, pero no se sabe si la acción concluyó o si se prolonga hasta el presente.

El Pretérito Perfecto Simple (yo amé, yo temí, yo partí) presenta la acción como
ejecutada y concluida antes del momento de la enunciación, en un tiempo generalmente definido
en la frase.

Ejemplo:
Esta mañana escribí una carta.

La acción de escribir se realizó y se concluyó en el pasado, o sea, en el tiempo


enunciado por la frase: esta mañana.

El Pretérito Perfecto (yo he amado, yo he temido, yo he partido) alude a acciones


realizadas en un tiempo pasado, pero cuyo momento exacto no está indicado en la proposición.

Ejemplo:
Yo he leído los cuentos de Borges.
.
La acción de leer se ha cumplido en un tiempo anterior al momento de la enunciación;
pero ¿cuándo?... Ayer... la semana pasada... hace diez años... El tiempo de realización de la
acción permanece indeterminado.

El Pretérito Pluscuamperfecto (yo había amado, yo había temido, yo había partido)


alude a una acción pasada, relacionada con otra acción también pasada, entre las que media un
lapso indefinido de tiempo.

Ejemplo:
Él ignoraba lo que le habías escrito.

Aquí la acción de ignorar es posterior a la acción de escribir, cuya precedencia supone.

El Pretérito Anterior (yo hube amado, yo hube temido, yo hube partido) alude a una
acción pasada cuyo tiempo de ejecución es indeterminado, pero relacionada con otra acción cuya
ejecución marca el momento de conclusión de la anterior.

Ejemplo:
Se acostó cuando hubo finalizado la lectura de ese libro.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

No sabemos exactamente cuándo se realizó la acción de leer, pero sí conocemos cuándo


concluyó esa acción: cuando se acostó.

El mismo análisis de los aspectos verbales puede hacerse sobre los pretéritos
del Modo Subjuntivo.

Un último ejemplo podrá clarificar más respecto del uso de los verbos en función de los
aspectos verbales.

Ejemplo:
1. Supongamos que Juan está tomando café en un bar. Entra su amigo Pedro y se sienta
en la misma mesa a tomar también un café. Pedro termina su café, se despide de Juan
y sale del bar; pero una cuadra más adelante se encuentra con Luis, quien le pregunta
por Juan.

Estaba en el bar — es la respuesta que Pedro usó.

Pedro usó Pretérito Imperfecto porque él no sabe si Juan aún continúa en el bar o si ya
se retiró.

2. Imaginemos la misma situación, pero esta vez es Juan el que se retira primero, Luis y al
preguntar este por Juan, Pedro responde:

Estuvo en el bar.

En esta ocasión, Pedro ha empleado el Pretérito Perfecto Simple pues, como Pedro se
retiró después que Juan, él sabe que ya no está en el bar.

Pronombres
La función del pronombre consiste en reemplazar al nombre o sustantivo, pero a
menudo la rapidez del pensamiento improvisa la frase de tal manera que ocasiona dudas sobre su
relación con los nombres incluidos en la proposición.

Esto ocurre a menudo con los pronombres relativos y el inconveniente surge del hecho
de que su antecedente se halla muy alejado de ellos en la frase.

En la frase Entregue el paquete de bombones a la niña que está en la otra


habitación hay una ambigüedad flagrante: ¿Qué está en la otra habitación: el paquete de
bombones o la niña? La construcción se ha realizado en forma incorrecta. Si se hubiera dicho
Entregue a la niña el paquete de bombones que está en la otra habitación no existiría
ambigüedad: quien está en la otra habitación es el paquete de bombones. De esta forma, el
pronombre relativo que sigue inmediatamente a su antecedente paquete de bombones.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Pero, a veces, la construcción no permite la unión inmediata del antecedente con el


pronombre; de allí que tendamos a sustituir este último por construcciones tales como el cual, la
cual, del cual, cuyo, etc. Habitualmente, ello produce contrasentidos.

Un ejemplo de lo anterior puede verificarse de la siguiente manera:

Ejemplo:
Iré a ver al hermano de tu amigo, el cual me ha escrito ayer.

Cabría perfectamente formularse la pregunta ¿Quién ha escrito ayer: el amigo o el


hermano del amigo?

Otro es el caso de los pronombres posesivos. Es frecuente la inclusión de un pronombre


posesivo luego de locuciones tales como detrás, delante, en torno, alrededor, etc. Así,
escuchamos frecuentemente alrededor mío, detrás tuyo, delante suyo, etc. Todas estas
expresiones son incorrectas ya que no corresponde usar un pronombre posesivo sino un
pronombre personal.

El error surge claro cuando colocamos un nombre en vez de un pronombre. Decimos,


por ejemplo: Pablo estaba detrás de Diego, y Diego es él; por lo tanto: Pablo estaba detrás de
él (o detrás de sí), nunca detrás suyo porque el detrás no pertenece a Pablo y el pronombre
posesivo alude a posesión.

Preposición

Significación y uso. Con excepción de la aposición, de algunos acusativos y de las


formas átonas de los pronombres, todos los demás complementos oracionales, cuando el término
complementario es sustantivo, se construyen con preposición. De allí la importancia que
adquiere esta partícula.

La preposición no tiene valor en sí misma porque es un relacionante que adquiere valor


en función de los elementos por ella relacionados. Así, en la frase estatua de mármol la
preposición relaciona ambos elementos denotando la materia de que está hecha la estatua; pero si
decimos manzanas de Mendoza la preposición relaciona ambos elementos denotando la
procedencia de las manzanas. La preposición utilizada es la misma; pero la relación indicada
entre los elementos que une, es diferente.

Pero también sucede que un mismo vocablo modifique su significación según la


preposición que lo una a otro elemento. La frase andar con rodeos significa no encarar algún
tema, andar con drogas significa estar relacionado con estupefacientes, andar sin fondos
significa carecer de dinero.

Estos ejemplos nos dan una idea de lo importante que es conocer el correcto empleo de
la preposición para no incurrir en errores que pudieran eventualmente ser malinterpretados. Nada
mejor, entonces, que una revisión de las preposiciones y de sus usos más frecuentes; a saber:

3 - 24
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Preposición “a”: denota:

1. El complemento directo o acusativo, con nombre generalmente de persona, y el


complemento indirecto o dativo. Ej.: respeta a los ancianos; a María le gustan las
modas.

2. El complemento de la acción del verbo, cuando este complemento es un infinitivo.


Ej.: me enseñó a leer.

3. La dirección que lleva, o el término a que se encamina alguna persona o cosa. Ej.:
voy a mi casa.

4. El lugar y el tiempo en que sucede alguna cosa: firmará a la noche; estará a la vera
del camino.

5. El modo de hacer alguna cosa: a mano; a golpes; a pie.

6. La conformidad con otra cosa determinada: a fe mía.

7. El precio, distribución o cuenta proporcional: a tres por ciento; a cinco pesos el


metro.

8. La situación de una persona o cosa: estaba a la derecha del Director.

9. Costumbre o usanza: bifes a la criolla; se viste a la italiana.

10. Conexión o inconexión de unas cosas con otras: a diferencia, a semejanza.

11. Úsase lo mismo que hasta en algunas construcciones: estaba con el agua a la
cintura.

12. Es frecuentemente usada en la formación de frases y modos adverbiales: a


obscuras; a todo correr; a tontas y a locas.

Preposición “ante”:

1. Significa delante o en presencia de: compareció ante el juez.

2. Vale como antes que o antes de, significando antelación o preferencia de cosas y
acciones: ante todo.

3. Es frecuentemente usada en palabras compuestas denotando prioridad de


cualquier índole: anteayer, antecámara, anteponer.

3 - 25
TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Preposición “bajo”: como el adverbio debajo, indica situación inferior, sujeción o


dependencia de alguna cosa o persona respecto de otra: estar bajo tutela; dormir bajo
techo; tres grados bajo cero.

Preposición “cabe”: es una preposición antigua cuyo significado equivalía a junto a,


cerca de. Actualmente no se usa. (No debe ser confundida con las formas verbales de
caber).

Preposición “con”: significa:

1. Concurrencia o compañía de personas o de cosas: vino con su amigo; café con


leche.

2. El medio o instrumento con que se hace alguna cosa: con fe se alcanza la gloria; lo
hizo con sus manos.

3. Las circunstancias con que se ejecuta o sucede alguna cosa: trabaja con esmero;
come con ansiedad; lo miró con indiferencia.

4. En ciertas ocasiones equivale a la conjunción adversativa aunque: con ser tan


sagaz, no pudo evitar que lo engañasen.

5. Cuando se usa en la composición de palabras, conserva siempre su índole, ya se


una a un verbo o a un nombre, pues nunca deja de expresar unión, semejanza,
cooperación, afinidad: contratar (tratar entre dos), concurrir (acudir varias
personas a un lugar), condiscípulo (persona que estudia en compañía de otra u
otras).

Preposición “contra”:

1. Denota oposición o contrariedad en sentido recto o figurado: lo estrelló contra la


pared; Luis está contra Juan.

2. Vale también con el significado de enfrente: esta habitación está contra el Norte.

Cuando entra en composición de palabras significa:

3. Cosa contraria u opuesta en alguna manera a la denotada por la voz simple a que se
une: contrabando, contraindicar, contramarcha, contrapeso.

4. Duplicación o repetición de alguna cosa para su apoyo, refuerzo o seguridad:


contraprueba, contraventana.

5. Segundo lugar que, en categoría, grado u otra calidad, ocupa una persona o cosa
respecto de otra: contraalmirante, contramaestre, contraguía.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Preposición “de”: se emplea generalmente en genitivo y ablativo y tiene un


significado muy variado; a saber:

1. Propiedad, posesión o pertenencia: la casa de mi padre; amigo de todos.

2. Lugar de origen o procedencia: vino de Córdoba; salió de su casa.

3. Modo o manera: cayó de espaldas; almuerza de pie.

4. Materia de que está hecha una cosa: estatua de mármol.

5. Contenido de alguna cosa: vaso de agua; libro de Geografía.

6. Tiempo en que sucede algo: de día; de noche; de madrugada.

7. Uso de alguna cosa cuando se toma solo una parte de ella: Bebió del vino; Dame
uno de esos bizcochos.

También se la usa como equivalente de otras preposiciones. En las siguientes locuciones


equivale a:

a) Con: lo hizo de intento, trabaja de mala gana.

b) Desde: fueron de Córdoba a Paraná.

c) Entre: era un trato de caballeros.

d) Para: ropa de dormir; caballo de batalla.

Su significado es también muy diverso cuando entra en la composición de palabras:


decantar, demérito, defoliación, etc.

Preposición “desde”: se usa para denotar principio de tiempo o de lugar: desde los
primeros tiempos; desde aquí hasta allá.

Preposición “en”: indica:

1. Tiempo: estamos en verano; lo hizo en un momento.

2. Lugar: estuvo en casa; entró en la iglesia.

3. Modo o manera: lo dijo en broma; salió en mangas de camisa.

4. Aquello en que se ocupa o sobresale una persona: es docto en Medicina.

5. Precediendo a ciertos adjetivos da origen a ciertos modos adverbiales: en general;


en secreto; en particular.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

6. Entra en la formación de palabras: enlutar, ensuciar. Cuando el segundo formante


comienza con b o p cambia en m: emplazar, empalar.

Preposición “entre”:

1. Denota situación o estado en medio de dos o más personas o cosas: entre hombres;
entre la espada y la pared.

2. Significa también cooperación: lo hicieron entre los tres.

3. En composición de palabras con algún nombre o verbo les aporta su significación


primera: entresacar (que se saca entre otras cosas); entretela (que se coloca entre
dos telas).

Preposición “hacia”:

1. Indica sentido o dirección: fueron hacia el sur.

2. Se usa también para indicar el lugar en que más o menos está o sucede alguna cosa:
miró hacia el norte; hacia allá está mi pueblo.

Preposición “hasta”: denota el término de lugar, acción, número o tiempo: llegaré


hasta la cumbre; pelearán hasta vencer; se despidió hasta mañana.

Preposición “para”: se usa con los siguientes significados:

1. Destino que se da a las cosas: esta carta es para mi hermano; el bien será para ti.

2. El fin que nos proponemos en nuestras acciones: trabajar para comer; estudiar
para saber.

3. Indica dirección en el sentido de con dirección a: nos vamos para Buenos Aires.

4. Indica un tiempo o plazo determinado: dejaremos todo para mañana.

5. Relación de unas cosas con otras: está adelantado para la edad que tiene; no lo
hizo mal para ser un principiante.

6. Proximidad de algún hecho o suceso: está para llover; estás para (ascender a)
capitán.

7. El uso conveniente a cada cosa: tela buena para camisas; vehículo bueno para el
trabajo.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Preposición “por”: sería demasiado extenso explicar todos los usos que tiene esta
preposición, que es una de las más empleadas en la Lengua Castellana. Daremos
solamente los usos más frecuentes:

1. En primer lugar, sirve para distinguir la persona agente en las oraciones en voz
pasiva: el mundo fue hecho por Dios.

2. Con ella expresamos también el fin u objeto de nuestras acciones: viajo sin equipaje
por ir más liviano (también suele usarse para).

3. Forma frases adverbiales referidas a tiempo: me ausentaré por un mes; el ejercicio


será realizado por la mañana.

Esta preposición denota:

a) Lugar: pasa por la calle; anduvo por la plaza.

b) Medio: Juan se casó por poder.

c) Modo: vende por mayor; lo hizo por la fuerza.

d) Precio o cuantía: vendió el auto por poco dinero; compró naranjas por docenas;
cobró intereses del tres por ciento.

e) Equivalencia: pocos soldados buenos valen por un ejército; vaya lo uno por lo otro.

f) Clase o calidad: lo tomó por empleado; lo adoptó por hijo.

g) Concepto u opinión: se le tiene por bueno; se hace pasar por rico.

h) Cambio o trueque: te doy mi gorra por tus guantes.

i) Tiene significado de en busca de: fue por leña.

j) Tiene el significado de en favor de: el capitán habló por mí.

k) Tiene el significado de en lugar de: hice la guardia por Juan.

Preposición “según”: sirve para denotar relaciones de conformidad de una cosa con
otra: él dictó su sentencia según la ley; obró según las circunstancias.

Preposición “sin”:

1. Denota privación o carencia de alguna cosa: estoy sin empleo; trabaja sin cesar.

2. Entra en la composición de palabras aportando su significación: sinrazón,


sinsabor, sinnúmero.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Preposición “so”: esta preposición equivale a bajo de, pero ya no tiene uso en la
lengua, con excepción de algunas locuciones muy específicas o pocas palabras
compuestas: los aspirantes se portarán correctamente so pena de expulsión; socavar.

Preposición “sobre”:

1. Debe tenerse especial cuidado de no confundir esta preposición con el adverbio


sobre. Como preposición, significa mayor elevación en lo material y mayor
dignidad en lenguaje figurado.

2. Se utiliza para indicar el asunto de que se trata: un amigo escribió sobre misiles; se
discutió sobre el sentido del discurso; hablamos sobre diversos temas.

3. Tiene un significado equivalente a poco más o menos: en esta biblioteca hay sobre
trescientos volúmenes.

4. También indica proximidad: la vanguardia está sobre el enemigo; Córdoba está


sobre el Suquía.

Preposición “tras”:

1. Significa el orden con que siguen unas cosas a otras: voy tras de ti; tras la fortuna
viene la adversidad.

2. También suele tomar el significado de además de: tras ser el culpable, se queja de
la pena.

3. Esta preposición entra en la composición de palabras aportando su significado:


trastienda.

Puntuación
A la hora de redactar un texto, es de suma importancia tener en cuenta los signos de
puntuación. A continuación, definiremos este aspecto y daremos ejemplos del mismo.

Definición de Puntuación
Los signos de puntuación son ciertas marcas que se colocan para hacer
más inteligible un texto. Sin ellos, un escrito sería una sucesión continua
de palabras y su sentido exacto sería incomprensible.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Baste al respecto con el ejemplo que sigue:

Ejemplo: “El Testamento”

Había una vez un viejo agricultor que había hecho una considerable fortuna. Este buen hombre
tenía un hijo y un hermano por toda familia; y al hijo habíalo mandado a estudiar Derecho a la
ciudad, haciéndolo acompañar por el hermano.
Un día, sintiéndose morir, llamó al escribano del pueblo y redactó su testamento. Este era un
buen hombre; pero sus conocimientos en materia de lenguaje eran bastante precarios. Tan así
fue que, muerto el agricultor, el juez de paz del pueblo, depositario del testamento, procedió a
abrirlo y leyó lo siguiente:

“Dejo mi fortuna a mi hijo no a mi hermano nunca jamás paguen la cuenta del sastre”.

Sin poder descifrar quién era verdaderamente el heredero de la fortuna, mandó llamar a su
despacho al hijo, al hermano y al sastre, y les explicó el problema.

El hijo, que mucho no había estudiado, pero había sí absorbido toda la viveza de algunos
leguleyos, dijo:

— Su Señoría, el problema es simple. Lo que mi padre ha querido decir es: Dejo mi fortuna a
mi hijo, no a mi hermano, nunca jamás paguen la cuenta del sastre.

Pero el hermano no se resignaba a quedarse sin herencia, de allí que pidió autorización al juez y
explicó:

— En realidad, conociéndolo como conocía a mi hermano, estoy en condiciones de afirmar que


su última voluntad debe entenderse como sigue: Dejo mi fortuna a mi hijo no, a mi hermano,
nunca jamás paguen la cuenta del sastre.

Pero el sastre, a quien el difunto había dejado una cuenta impaga, terció:

— El difunto siempre fue un excelente cliente y un puntual pagador, a quien la muerte le impidió
pagar su última deuda. Por ello, creo que el testamento debe entenderse de esta manera: Dejo
mi fortuna a mi hijo no, a mi hermano nunca jamás, paguen la cuenta del sastre.

Sin embargo, el juez, no conforme con las explicaciones dadas por los interesados, declaró:

— Mi deber es dictar una sentencia justa sobre este caso y, dado que ustedes no se ponen de
acuerdo en cuál ha sido verdaderamente la voluntad del difunto, yo resuelvo que lo que
verdaderamente dice en el testamento es: Dejo mi fortuna a mi hijo no, a mi hermano nunca,
jamás paguen la cuenta del sastre. Por lo tanto, la herencia queda vacante y este juzgado se
hará cargo de la administración de la misma.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Este ejemplo evidencia con suficiente claridad la enorme importancia que adquieren los
signos de puntuación para la correcta interpretación de un texto.

Recordemos que los signos de puntuación usados en la lengua castellana son: coma (,),
punto (.), punto y coma (;), dos puntos (:), puntos suspensivos (...), principio y fin de
interrogación (¿?), principio y fin de exclamación (¡!). Es conveniente acotar que, además de
éstos, existen otros signos auxiliares como la diéresis, el guión, la raya, las comillas y el
paréntesis, que tienen funciones accesorias en el texto y no cobran mayormente valor en la
determinación del significado.

Veamos entonces los principales usos de cada uno de los signos mencionados:

Coma:

1. El sustantivo, en vocativo, llevará una coma después cuando estuviese al comienzo


del texto. En otros casos, deberá aislarse con coma antes y después: Juan, te dije
que esperaras. Te advertí, amigo, lo que pasaría.

2. Se separarán con comas los elementos de un mismo valor gramatical en una


enumeración: habían traído parrilla, carne y carbón.

3. Se usan comas para aislar locuciones de carácter explicativo en una cláusula: el


hombre, que había estado esperando en la esquina, se marchó.

4. La omisión de un verbo en una proposición se indica con coma: el trabajo reporta


satisfacciones; la vagancia, disgustos.

5. Se usa coma para indicar que se ha alterado el orden sintáctico en una oración:
todas las tardes, tengo mucho trabajo.

Punto y coma:

1. Usamos punto y coma para separar oraciones extensas o complejas, y más si en


ellas ya se han usado comas: habían llegado los automóviles, las camionetas y las
motocicletas; el ómnibus llegaría al día siguiente.

2. Usamos punto y coma en oraciones de regular extensión antes de las locuciones de


carácter adversativo (pero, aunque, sin embargo, más, etc.): estaba decidido a
correr el riesgo; pero a último momento lo convencieron de no intentar la prueba.

Dos puntos:

1. Usamos dos puntos luego de ciertas formas declarativas: de mi mayor


consideración: Señores: Voy a comenzar...

2. Usamos dos puntos para separar oraciones cuando una es consecuencia o síntesis de
la otra: la discusión terminó con aquella frase: todo estaba dicho.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

3. Se usan dos puntos antes de una cita textual: Sócrates dijo: “Solo sé que nada sé”.

Puntos suspensivos:

1. Se indica con puntos suspensivos alguna omisión en un texto: Sócrates dijo: “Solo
sé...”.

2. Se usan puntos suspensivos para indicar que una enumeración podría continuarse:
en el zoológico vimos tigres, leones, águilas, guanacos, monos...

Signos de entonación: se conocen genéricamente como signos de entonación los


signos de interrogación y de admiración. En la lengua inglesa se usan solamente los de
cierre de admiración o interrogación; en la Lengua Castellana, esto es un error: deben
usarse tanto los signos de apertura como los de cierre.

7. LA SINTAXIS
El objeto de la Sintaxis es el estudio de la forma en que las palabras se entrelazan en
una secuencia lingüística para generar significados.

Si decimos lobo sugerimos a la mente del receptor que conoce el significado de tal
vocablo, la idea de un animal canino silvestre carnívoro considerado en su especie, pero nada
más. Si decimos un lobo, el numeral uno determina la significación del sustantivo lobo aludiendo
a que se trata de solo un animal de tal especie. Lo mismo sucede con lobos que alude a una
pluralidad indeterminada, y con cinco lobos, en cuyo caso cinco determina la cantidad de lobos
de que se trata.

Hasta ahora hemos mencionado a los lobos, pero no hemos dicho nada de ellos; solo los
hemos nombrado.

Si queremos decir algo de ellos bastará con agregar a esa nominación un vocablo que
nos dé idea de acción o de estado: un verbo; y diremos: cinco lobos mataron. Ahora decimos
algo de los lobos: tenemos una oración.

En una oración se dice algo de alguien o de algo; es decir, una oración es la


expresión de un juicio lógico.

Pero la información suministrada por la oración así formada .es demasiado escueta. Si
quisiéramos, podríamos agregar datos para proporcionar una información más completa al
receptor. Podríamos agregar de dónde provinieron los lobos (del bosque), a quién mataron (a un
granjero), dónde lo hicieron (en las cercanías de su rancho), y cuándo fue el hecho (ayer por la
madrugada).

Obtendremos entonces la siguiente secuencia: cinco lobos del bosque mataron a un


granjero en las cercanías de su rancho ayer por la madrugada.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Nótese que cada grupo de palabras que hemos agregado a la oración básica inicial ha
ido agregando su significado a ella, completando la información inicial y sumando su
significación a ella; pero lo han hecho siguiendo un cierto orden: generalmente las locuciones
posteriores modifican a las anteriores.

Este orden descendente es característico de lenguas como el Castellano (cabe


destacar que no es el orden seguido por todas las lenguas. El vascuence tiene una
construcción inversa, o sea, sigue un orden ascendente; y el latín y el griego
mezclan ambas formas de construcción). El estudio de este orden es el objeto de
la Sintaxis (que etimológicamente significa con orden).

Podemos esquematizar el orden oracional de la siguiente manera:

MD N V OD OI
MI CC
SUJETO PREDICADO

donde:

N: núcleo del Sujeto


MD: Modificador Directo SUJETO
MI: Modificador Indirecto

V: verbo conjugado en modo personal

OD: Objeto Directo


OI: Objeto Indirecto PREDICADO
CC: Complemento Circunstancial

No habremos de explayarnos en conocimientos básicos de la lengua castellana, solo


diremos que este orden puede ser variado. Cuando la variación es tanta que afecta el inmediato
entendimiento del significado oracional, estaremos en presencia de un vicio denominado
preciosismo literario; y cuando la variación sea tal que no afecte la comprensión inmediata del
significado, estaremos en el campo de la Sintaxis Figurada, o sea, de las figuras del lenguaje.

8. LA SINTAXIS FIGURADA
La sintaxis figurada es aquella que posibilita ciertos efectos en el lenguaje, apartándose
de la sintaxis regular. Este apartamiento puede realizarse por alteración del orden regular de las
palabras, por omisión de algunas, por inclusión de otras, etc. Estas licencias respecto de la
estructura sintáctica, consagradas por el uso y reconocidas por la Real Academia, se denominan
figuras.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Podría pensarse que un lenguaje figurado es producto de una abultada cultura


lingüística; sin embargo, esto no es así. Dumarsis afirmó que podían identificarse mayor
cantidad de figuras literarias en las conversaciones en una feria que en las sesiones de la Real
Academia.

Para ilustrar al respecto, nada más elocuente que el análisis de una locución común, que
más de una vez hemos utilizado: ayer (yo) fui al cine.

Procedamos al análisis sintáctico:

⇒ ayer: Complemento Circunstancial de Tiempo (parte del Predicado)

⇒ (yo): Sujeto (tácito)

⇒ fui: Verbo (Núcleo del Predicado)

⇒ al cine: Complemento Circunstancial de lugar (parte del Predicado)

Notamos que el complemento circunstancial de tiempo ayer, que por el orden


descendente de la estructura sintáctica castellana debe ocupar su lugar en el predicado, se
encuentra antepuesto al sujeto (en este caso: Yo). Si hubiéramos de respetar el orden gramatical
deberíamos decir: fui al cine ayer. Pero no es lo que decimos ni escuchamos normalmente.

Por otra parte, es llamativo el hecho de que esas licencias sean comunes a diferentes
lenguas y en distintos países; lo que lleva a pensar que no se trata solo de formas de lenguaje
sino de realidades de pensamiento que tienen su origen en la psicología y no en el lenguaje: la
necesidad de destacar una cierta realidad sobre otra.

Si analizamos las dos formas oracionales citadas como ejemplos, asumiéndonos como
receptores en ambos casos e imaginando un contexto significativo, veremos que en la forma fui
al cine ayer, la selección perceptiva realizada automáticamente por nuestro cerebro destaca cine
como principal elemento de la locución. En cambio, en la forma ayer fui al cine el elemento
destacado pasa a ser ayer.

Otro ejemplo elocuente lo encontramos en un ejercicio escolar de polisíndeton: en el


desfile del año pasado pasaron soldados, soldados y soldados; pero en el de este año, pasaron
soldados, y soldados, y soldados. Y podríamos preguntar: ¿Cuál de los desfiles fue más largo?

Más allá de lo capcioso que podría resultar esta pregunta, nos veríamos forzados a
responder que el segundo. ¿Y por qué? En ningún momento el texto ha referido la cantidad de
soldados que pasaron; pero la repetición de la conjunción “y” utilizada en la referencia al
segundo desfile carga al lenguaje de una significación adicional ajena al mismo y que es
solamente producto de la decodificación del receptor, motivada por un uso figurado de la lengua.

No hemos de adentrarnos en el conocimiento de todas las figuras de lenguaje; solamente


nos referiremos a las figuras de construcción gramatical que, según la Real Academia Española,
son cuatro, a saber: hipérbaton, elipsis, pleonasmo y silepsis.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Hipérbaton
Es la inversión del orden regular en que deben colocarse las palabras en una oración
simple, y las oraciones simples en el párrafo.

Debemos destacar que esta inversión no es caprichosa, sino que está sujeta a leyes
impuestas por la lógica del lenguaje y no es posible quebrantar esta lógica si queremos que
nuestro mensaje sea entendido.

Según estas leyes, puede invertirse el orden de colocación de palabras que expresan
ideas de sustancia y cualidad, pero nunca las que expresan idea de relación. Baste como ejemplo
el caso de nieve blanca.

Si lo invertimos (blanca nieve) el sentido no ha cambiado. Pero en el caso de estatua


de mármol (donde se expresa una relación), notamos que no es lo mismo decir mármol de
estatua; pues en la primera nos referimos a la materia constitutiva de la estatua y en la segunda,
a la calidad del material.

Estos principios se hacen extensivos a la oración compuesta. Si ésta consta de oraciones


unidas por coordinación, la conjunción ha de ir precisamente entre ellas; en otro caso, basta con
que vaya delante de la que se concibe como dependiente en los casos en que esta puede preceder
a la principal.

Elipsis
Es una figura por la cual se omiten palabras en la oración que, siendo necesarias para
completar la construcción gramatical, no hacen falta para que el sentido se comprenda; antes
bien, si se emplearan, quitarían a las expresiones energía y brevedad. Para esto es necesario que
se trate de oraciones compuestas (las únicas en las que puede emplearse la elipsis), que las
palabras omitidas puedan ser suplidas sin trabajo por el interlocutor, y que la cláusula justifique
tal supresión para evitar redundancia y pesadez.

Ejemplo:
La alegría de volver a verte no me ha satisfecho tanto como la [alegría] de poder
conversar contigo.

Pleonasmo

Definiremos seguidamente esta figura literaria:

Definición de Pleonasmo
Es la figura inversa de la elipsis. Se trata de incorporar al texto palabras
redundantes, que no son necesarias para la construcción gramatical,
pero que añaden fuerza o belleza al mismo. No obstante, es muy fácil
caer en vicio; de allí que el pleonasmo deba usarse con suma cautela.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

En la oración “La carta fue escrita de puño y letra por tu padre,” la locución de puño y
letra es un pleonasmo no vicioso, pues da énfasis a la afirmación y personaliza el escrito al
excluir la posibilidad de que la carta fuera escrita a máquina.

En cambio, en la frecuente afirmación lo vi con mis propios ojos se comete un


pleonasmo vicioso, ya que no es posible ver si no es con los ojos, y es imposible hacerlo con ojos
ajenos.

Asimismo, son viciosas las reiteraciones de pronombres personales cuando recaen sobre
la misma persona: a mí no me parece, o a nosotros no nos corresponde, etc.

Silepsis
Usamos esta figura cuando damos a ciertos vocablos una concordancia diferente de la
que por rigor gramatical les corresponde. El caso más común se presenta con vocablos tales
como parte, mitad, etc.

Ejemplo:
Allí estaban los integrantes de la patota: parte armados con cuchillos y parte, con
revólveres.

El vocablo parte está en singular, pero el verbo armados está en plural y concuerda, no
exactamente con parte, sino con integrantes.

9. ESTRATEGIAS DEL DISCURSO


En sentido amplio, una estrategia consiste en la elección y planificación de cierto orden
de acciones dirigidas a conducir con eficacia un determinado asunto, dentro de un enfoque
particular de su naturaleza y con cierta intencionalidad, hacia un resultado deseado y previsto.

Dicho de otra manera, una estrategia es la selección y adopción de una perspectiva de


acción, que se estima adecuada a la naturaleza y condiciones que se presumen en un determinado
asunto, en procura de lograr con una intencionalidad definida, un resultado deseado y previsto.

Las estrategias presuponen, pues, una actividad y una intencionalidad, y se


manifiestan como modalidades de ellas.

Definición de Estrategias Discursivas


Son procedimientos de lenguaje mediante los cuales el emisor organiza y
modeliza sus mensajes, con el propósito de asegurar o apoyar la fuerza de
su discurso.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Decimos que las estrategias discursivas son procedimientos de lenguaje porque están
limitadas solamente al lenguaje empleado por el emisor; es decir, no apelan a recursos
extralingüísticos, aunque muchas veces estos acompañan a algunas estrategias para reforzar sus
efectos.

Decimos que mediante ellas el emisor organiza y modeliza sus mensajes porque
según una intencionalidad definida, el emisor estructura y da una forma sintáctica y léxica
determinada a su discurso.

Y decimos que es con el propósito de asegurar o apoyar la fuerza de su discurso,


porque esas configuraciones lingüísticas que denominamos estrategias producen determinados
efectos a nivel del receptor, y son usadas por el emisor con la intención de lograr la producción
de tales efectos.

Estos procedimientos que denominamos estrategias discursivas pueden ser variables y


adaptables a diferentes situaciones. Se pueden elaborar con el apoyo de competencia lingüística
(amplio conocimiento de las posibilidades del lenguaje), con el apoyo de un conocimiento, o
intuición, acerca de las características psicológicas, sociales y/o culturales del receptor, y hasta
pueden corresponder a fórmulas improvisadas generadas por la habilidad o la práctica discursiva
del emisor.

Clasificación
Si tomamos en cuenta la forma de producción, las estrategias discursivas pueden ser
clasificadas en dos grandes grupos: espontáneas y calculadas.

Estrategias espontáneas. Tienen su base en la competencia adquirida en la


interacción comunicacional, o sea, en una experiencia en la comunicación que opera
circunstancialmente sin responder a una planificación deliberada. Constituyen formas aprendidas
de lenguaje, evaluadas a través de la experiencia y consolidadas en el patrimonio lingüístico
disponible de un sujeto.

Estrategias calculadas. Son desarrollos racionalizados de las estrategias


espontáneas o creaciones específicas, destinados a producir efectos predeterminados e
intencionales en el receptor. Por ello, es que no pueden ser consideradas meros hechos del
lenguaje, ya que surgen de una intencionalidad de la influencia social, y constituyen una
manipulación lingüística del receptor.

No debe concluirse, sin embargo, que las estrategias discursivas conllevan siempre fines
perjudiciales o engañosos. Las hay que tienden a lograr cambios favorables o positivos en los
destinatarios cuando están dirigidas a esclarecer situaciones poco transparentes o hacer patente
un error; aunque también pueden ser usadas en forma engañosa, mostrando como positivo lo
que, en realidad, es negativo para el receptor, quien cree que resultará favorecido con aquello
que solo beneficiará al emisor en sus intenciones.

Y es de este segundo supuesto de donde surge la real importancia que adquiere el


conocimiento de las estrategias discursivas.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Hacer cosas con palabras

Si alguien nos dijera que es posible hacer cosas con palabras, quizás responderíamos
inmediatamente que con palabras solo se pueden hacer objetos lingüísticos (poemas,
discursos, etc.); pero no cosas. Y estaríamos equivocados.

Considere que está en su oficina y le ordena a un subordinado cerrar la puerta. En


cumplimiento de la orden, éste se dirige hacia la puerta y la cierra. Usted acaba de
cerrar la puerta con palabras.

Quizás usted responda que la afirmación precedente no es verdadera, que quien cerró la
puerta no fue usted sino su subordinado. Y tal objeción es válida hasta cierto punto.
Analicemos más detalladamente los hechos.

Es cierto que el acto de cerrar la puerta fue físicamente realizado por su subordinado;
pero debemos convenir que la acción no se generó en él. El motor de la acción realizada
por su subordinado fue la orden (palabras) que usted le dio. En otros términos: el cierre
de la puerta fue generado por su orden, es decir, por sus palabras.

Desde este punto de vista, se puede convenir que sí es posible hacer cosas con palabras.
Ello es así pues el lenguaje es mucho más que la simple secuencia de signos a la que nos
acostumbró el estudio de la gramática.

Dimensiones del Lenguaje


Hemos visto con anterioridad que el lenguaje es el medio que utilizan para comunicarse
dos interlocutores que se encuentran inmersos en un contexto determinado (contexto que incluye
elementos psicológicos, biológicos, ambientales, sociales, etc.); y es la interrelación de esos
elementos (emisor, receptor y contexto) lo que hace posible que el lenguaje se desenvuelva en
tres dimensiones que le son propias: locutiva, ilocutiva y perlocutiva.

Dimensión Locutiva

Se produce solamente en el plano del lenguaje y consiste en la singularización


circunstanciada de las ideas dentro de una situación inmediata. En otras palabras, es la
producción, por parte del emisor, de un mensaje, para el que ha seleccionado ciertos términos
(palabras) según la idea que desea transmitir, adecuadas al contexto en el que se encuentran él y
el receptor.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Un ejemplo de la dimensión locutiva del lenguaje lo presenta la elección de términos


que hacemos según cuál sea nuestro interlocutor: un superior o un amigo.

Ejemplo 1:
A un superior le diríamos:
¿Le agradaría leer un buen libro?; pero si el receptor fuera un amigo, le diríamos:
¿Te gustaría leer un buen libro? Notemos que hemos cambiado algunas palabras, y
ello es debido solamente a la menor o mayor confianza de la que gozamos con el
receptor.

Notemos que el lenguaje usado también presentaría cambios según se trate de un


subordinado o de una persona no conocida.

Ejemplo 2:
En el caso del subordinado diríamos:
“Fulano, cierre la puerta”; en cambio, si la persona nos fuera desconocida,
seguramente diríamos: “¿Tendría la amabilidad de cerrar la puerta?”

Dimensión Ilocutiva

Se produce en el campo del conocimiento y en el campo emotivo de los interlocutores,


y consiste en una producción de estímulos motivados por el lenguaje (dimensión locutiva).

Si proferimos un insulto a determinada persona, ella seguramente se enojará. Este


cambio de conducta se deberá a nuestras palabras; es decir que las palabras que hemos
seleccionado y proferido (dimensión locutiva del lenguaje), han generado en nuestro interlocutor
ciertos estímulos (dimensión ilocutiva del lenguaje) que han producido su enojo.

Siguiendo con el ejemplo 2, diremos que la orden de cerrar la puerta que hemos dado a
nuestro subordinado (dimensión locutiva) ha generado en él ciertos estímulos (la aceptación de
lo dicho como una orden y el conocimiento de que las órdenes deben cumplirse) que lo
predisponen para el cumplimiento de la misma.

Dimensión Perlocutiva

Se produce en el campo de la voluntad (nivel volitivo) de los interlocutores, y consiste


en la transformación de los estímulos generados por el lenguaje, en hechos concretos.

En el ejemplo 2, la dimensión perlocutiva de la orden de cerrar la puerta estaría dada


por la acción concreta de cerrarla. Es necesario aclarar que cuando nos referimos a acciones
concretas no lo estamos haciendo solo a acciones o hechos visibles en lo inmediato; por ejemplo,
un cambio ideológico, puede no manifestarse inmediatamente, aunque tarde o temprano se hará
evidente en las conductas del sujeto.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Estas tres dimensiones del lenguaje deben ser especialmente tenidas en cuenta cuando
se realiza un análisis y estudio de los usos efectivos de la lengua, tal como el que realizaremos a
continuación. Cabe aclarar que nunca podremos afirmar con total seguridad las acciones que un
discurso habrá de generar en un receptor; pero sí es posible preverlas con un aceptable margen
de posibilidades.

Caracterización de las estrategias más comunes


Afirmación de Autoridad

En las tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. Discurso apoyado en un título reputado válido.

 Dimensión Ilocutiva. Se intenta que el receptor acepte tal título como válido.

 Dimensión Perlocutiva. Se logra que el receptor acepte como válida la afirmación


supuestamente avalada por el título invocado; o, cuando menos, que la afirmación no sea
inmediatamente refutada.

El emisor apoya su discurso en la presunta autoridad que le confiere algún título sobre
la materia tratada. Este título, habitualmente no es suficientemente válido para avalar los
términos del emisor, pero se plantea como tal.

Ejemplo:
“Yo, que he estado destinado un año en Marambio, puedo asegurar que en la
Antártida es posible el cultivo de maíz.”

El título esgrimido (haber estado destinado un año en Marambio) no constituye aval


para la afirmación posterior (posibilidad de cultivo de maíz en la Antártida); pero el receptor
profano, que no posea título alguno al respecto, tiene dos opciones: aceptar la afirmación del
emisor, apoyada en el título esgrimido; o, por lo menos, no refutarla, aunque pueda no aceptarla
como verdadera.

Esta estrategia es generalmente usada cuando el emisor carece de los títulos suficientes
que avalen su afirmación.

Totalmente distinto sería el caso si el título invocado fuera pertinente. No se trataría allí
de una estrategia del discurso sino de un verdadero fundamento de lo afirmado.

Ejemplo:
“Yo, que soy ingeniero agrónomo, puedo asegurar que es posible el cultivo
hidropónico de vegetales en la luna.”

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

En este caso, los estudios de agronomía constituirían un aval suficiente para la


afirmación del emisor.

Apelación a una Autoridad


En las tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. Discurso argumentado con base en alguna cita textual de un autor
conocido.

 Dimensión Ilocutiva. Se busca que el receptor acepte la cita famosa como cierta y
aplicable.

 Dimensión Perlocutiva. El receptor considera que la proposición del emisor, basada en


la cita, tiene tanta autoridad como esta.

Para apoyar ciertas afirmaciones y hacerlas aceptables por el receptor, el emisor procura
investir su discurso con el valor que le confiere alguna autoridad, apelando para ello a citas de
palabras de algún personaje famoso, que se presentan como indiscutibles.

Ejemplo:
“El chancho vive tan gordo, y se come hasta a los hijos” decía en boca del Viejo
Vizcacha el eximio poeta José Hernández...”

La alusión mayestática al poeta argentino, autor del Martín Fierro, hace que la
amoralidad de la cita se diluya ante la reconocida autoridad del poeta citado. De allí en más, el
emisor puede plantear cualquier relación, abusiva o no, por parte de superiores sobre inferiores.

Ejemplo:
“¿No es lógico, entonces, que el Gobierno quiera cobrar mayores impuestos?”

Esta estrategia suele ser usada en casos variados y con distintas expectativas; pero
siempre está relacionada con la intención del emisor de hacer indiscutibles sus afirmaciones por
parte del receptor. Si este impugnara la proposición del emisor, quedaría como impugnado
también lo dicho por la autoridad citada.

Apocaliptismo

En las tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El discurso del emisor plantea ciertos elementos negativos como
consecuencia de una determinada causa.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

 Dimensión Ilocutiva. Genera en el receptor estímulos de rechazo ante los elementos


negativos expuestos.

 Dimensión Perlocutiva. Rechazo, por parte del receptor, del hecho presentado como
causa de los elementos negativos.

Con esta estrategia, el emisor plantea una serie de elementos negativos como correlatos
necesarios, y que sabe serán rechazados por el receptor, de alguna acción que él no desea que se
produzca. De esta manera, predispone al receptor para que, por su rechazo a los elementos
planteados como consecuencias, rechace también la acción que él presenta como causa posible
de los mismos.

Ejemplo:
“Si el modelo económico fuese cambiado, volvería la hiperinflación, la falta de
crédito, la evasión impositiva, la especulación financiera y la vertiginosa caída de
las acciones en la bolsa.”

Apodictismo

En las tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El emisor plantea en su discurso una premisa como algo dado,
absolutamente necesario e incuestionable.

 Dimensión Ilocutiva. El receptor genera estímulos que lo inducen a rechazar cualquier


enunciado contrario a la premisa expuesta.

 Dimensión Perlocutiva. Rechazo de la situación contradictoria expuesta, por parte del


receptor.

En esta estrategia, el enunciado del emisor se presenta como algo dado, algo que no es
posible discutir puesto que se presume fruto del pensamiento colectivo aceptado
indiscutidamente de manera universal como verdadero.

Ejemplo:
“La moral es una sola, y no pueden aceptarse actos que vayan contra la moral.”

El receptor no informado debe aceptar una afirmación como la precedente, ya que la


misma es verificable socialmente en los ámbitos en que ha actuado. Pero un receptor con mayor
información podría fácilmente invalidar esta estrategia argumentando; por ejemplo: la costumbre
lapona de ofrecer la esposa al visitante y considerar grave ofensa el que el visitante la rechace.

Como regla general, debe desconfiarse de las afirmaciones con carácter universal ya que
la veracidad de las mismas es relativa; pues proceden de la inducción (emisión de un juicio

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

universal presuntamente verdadero en función de premisas particulares verdaderas). Recordemos


las palabras de Karl Popper, uno de los grandes lógicos de este siglo: “No importa cuántos
cisnes blancos haya visto en mi vida. Nada me autoriza a decir: Todos los cisnes son blancos”.

Argumentación Antojadiza

En las tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El emisor hace el planteo de una opinión descalificante como


fundamento de determinada acción.

 Dimensión Ilocutiva. Genera en el receptor una sensación de duda.

 Dimensión Perlocutiva. Hay un rechazo del hecho aludido, por parte del receptor.

Aquí el emisor plantea como fundamento de una determinada acción una opinión
personal que puede ser verdadera o no serlo; pero, en última instancia, tiende a crear una
atmósfera de sospecha en torno del hecho.

Ejemplo:
Imaginemos un club de fútbol en el que ha sido nombrado titular un determinado
jugador, y a un socio del club que opina:
“A fulano lo pusieron de titular porque es amigo del presidente de la Comisión
Directiva.”

No es posible pedir pruebas contundentes de este tipo de argumentación; pero, aunque


se dude de ella, siempre logra su objetivo, que es el de generar sospechas en torno de la real
motivación de las acciones.

Atenuación

En las tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El discurso plantea, con reservas, cierta afirmación.

 Dimensión Ilocutiva. Genera en el receptor impulsos que atemperan cualquier


discrepancia.

 Dimensión Perlocutiva. El receptor refrena cualquier posible impugnación referida a lo


dicho.

En el discurso del emisor existe la afirmación de la existencia de un cierto hecho o


estado; pero esta afirmación no es total: se plantea con cierta reserva.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Ejemplo:
“Existen signos indiscutibles de reactivación económica en la República Argentina.”

Si se hubiera afirmado: “Existe una reactivación económica en la República


Argentina”, tal afirmación podría haberse refutado aludiendo a la desocupación, a la quiebra de
pequeñas y medianas empresas, etc.; pero no se dijo tal cosa. La impugnación de lo afirmado se
hace poco menos que imposible, pues se desconocen, generalmente, las pautas que se han
tomado en cuenta para producir el enunciado.

Los signos de reactivación aludidos bien pudieran ser el aumento en la exportación de


automóviles o el incremento en el consumo de artículos de informática.

La manipulación del receptor se hace evidente en el hecho de que los mencionados


signos no representan una real reactivación general de la economía; pero el discurso es
inatacable, y se logra habitualmente el propósito con que es usada esta estrategia, en este caso,
fijar en el receptor la idea de que la reactivación económica ha comenzado.

Barroquismo

En las tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El discurso presenta gran cantidad de arcaísmos, neologismos y/o


palabras infrecuentes.

 Dimensión Ilocutiva. Genera en el receptor estímulos de duda ante el desconocimiento


del verdadero significado de las palabras empleadas.

 Dimensión Perlocutiva. El receptor se ve obligado a aceptar, en una primera instancia,


lo dicho, aunque resultare ofensivo, por desconocimiento.

El emisor intenta ocultar, tras un disfraz lexical, el significado concreto de su mensaje, a


efectos de que este resulte completo en su forma, pero poco menos que incomprensible para el
receptor. Para ello, el emisor utiliza palabras infrecuentes o neologismos que difícilmente se
encuentren en el léxico de un receptor común.

Ejemplo:
Imaginemos a un político que, al preguntársele su opinión sobre el pensamiento
de otro político, contesta:
“Su pensamiento es una demostración elocuente del elevado solipsismo de su
larga actividad política cuyo taumatúrgico trasunto puede ser encontrado en
Catilina.”

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Notamos que es difícil determinar, a primera vista, si la respuesta contiene un elogio o


lo contrario. Ello es debido a la inclusión de palabras como solipsismo, taumatúrgico, trasunto y
Catilina.

Para dilucidar claramente el verdadero significado de estas palabras nos veremos


obligados a recurrir a un diccionario; y allí leeremos:

 Solipsismo: s.m. Forma radical de subjetivismo, según la cual la única realidad es el yo.

 Taumaturgo: s.m. Persona a la que se atribuye capacidad para hacer cosas prodigiosas.

 Trasunto: s.m. Cosa que es la representación exacta o apropiada de otra (sinónimo de


imagen).

 Catilina, Lucio Sergio: (108 a 62 a.C.) Político romano quien después de fracasar en sus
aspiraciones al cargo de cónsul, conspiró para alcanzar el poder por medio de la fuerza.
Cicerón descubrió la conjura y lo puso en evidencia ante el Senado quien lo condenó por
traición, aunque huyó antes de ser ejecutado.

Con estos elementos, el significado se aclara. Lo que en realidad se ha dicho del político
en cuestión es que se trata de una persona que se cree dueña absoluta de la verdad y es la imagen
de un traidor: conceptos nada halagadores, por cierto.

La estrategia tiende a diluir el significado logrando que el receptor común que apoya al
emisor, sin entenderla específicamente, la asuma como una injuria; mientras quien no apoya al
emisor, al no entenderla, se vea en imposibilidad de actuar.

Consustanciación con el Receptor

En las tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El discurso pone de manifiesto las semejanzas, reales o no, entre el
emisor y el receptor.

 Dimensión Ilocutiva. Genera en el receptor el sentimiento de que existe una comunión


con el emisor.

 Dimensión Perlocutiva. Aceptación, por comunión con el emisor, de las afirmaciones de


este.

Aquí, el emisor se presenta abiertamente como uno más entre los receptores. El efecto
que el emisor logra con esta estrategia es masificar al receptor en torno a cierto elemento común
y convertirse automáticamente en el pensamiento y la voz del grupo; y puede, de esa manera,
deslizar las pautas de acción (o de inacción) que le sean convenientes.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Ejemplo:
Imaginemos un sindicalista que habla ante una manifestación de trabajadores:
“Yo siempre he sido un trabajador como todos ustedes y he sufrido las mismas
aflicciones que sé, ustedes están sufriendo ahora... “

Creado el vínculo, el paso siguiente es el llamado a la acción:

Ejemplo:
“... les digo que es tiempo ya de luchar por nuestras justas reivindicaciones.”

O a la inacción:

Ejemplo:
“... les digo que lo primero en que debemos pensar es en nuestra fuente de trabajo.”

Es requisito para el empleo de esta estrategia que el emisor pueda aludir a cierto
elemento que lo identifique con la totalidad de los receptores, sea verdadero o no; pues existen
ciertas situaciones que no pueden ser probadas sino por el reconocimiento del emisor:

Ejemplo:
“Yo, que también he sido drogadicto...”
“Yo, que también he padecido tuberculosis...”

Nada de esto podría ser probado o negado en el momento de la alocución.

Destotalización

En las tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El discurso propone algunos hechos aislados como fundamento de


una conclusión.

 Dimensión Ilocutiva. Produce una sensación de coherencia.

 Dimensión Perlocutiva. Se aceptan los hechos aislados referidos como fundamentación


válida para la conclusión propuesta.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Esta estrategia discursiva configura una manipulación del receptor, por cuanto el
discurso apela a la elaboración de un sentido determinado tomando en consideración hechos o
pautas en forma aislada.

De esta manera, pueden fundamentarse muchas conclusiones y ser presentadas como


verdaderas, cuando su falsedad resultaría evidente si el análisis considerara tales hechos o pautas
como partes de una totalidad en la que se encuentran insertos.

Ejemplo:
“Esteban Echeverría y Juan Bautista Alberdi, como muchos unitarios, tuvieron que
buscar asilo en la Banda Oriental durante el gobierno federal de Juan Manuel de
Rosas.”

El discurso precedente es verdadero, pero induce a una conclusión falsa por hallarse
destotalizado, ya que hay premisas que se han omitido para una correcta conclusión.

Es verdad que durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas, Esteban Echeverría y Juan
Bautista Alberdi tuvieron que exiliarse en la Banda Oriental, y también es verdad que durante
ese gobierno muchos unitarios tuvieron que hacer lo propio; pero todo ello no basta para concluir
que Echeverría y Alberdi, que actuaban en contra de Rosas, eran unitarios. El receptor tiende a
retener ciertas informaciones básicas.

Ejemplo:
Los unitarios estaban en contra de los federales.
Los unitarios estaban contra Rosas, que era federal.
Los unitarios se exilian en la Banda Oriental.
Echeverría y Alberdi se exilian en la Banda Oriental.
Echeverría y Alberdi estaban contra Rosas.
En conclusión: Echeverría y Alberdi eran unitarios.

Esta conclusión es totalmente falsa, y ha surgido de tomar como determinantes dos


elementos: el destierro en la Banda Oriental y la posición antirrosista.

De hecho, la más rotunda prueba del federalismo de Echeverría y de Alberdi lo


encontramos en sus libros: El Dogma Socialista, de Echeverría, del que Alberdi tomó párrafos
enteros al escribir sus Bases y Puntos de Partida para la Organización Política de la
República Argentina, libro este que puede considerarse como la base y el fundamento de la
Constitución Argentina de 1853, que consagra a la República como un Estado Federal.

Recordemos siempre que la inducción (proceso de pensamiento que, partiendo


de juicios particulares, establece un juicio universal) es un método de
razonamiento que no garantiza la veracidad de las conclusiones.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Dilación

En sus tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El discurso abre un compás de espera.

 Dimensión Ilocutiva. Genera la sensación de que tal espera es necesaria.

 Dimensión Perlocutiva. Se diluye cualquier intención de acción inmediata.

Es quizás la estrategia más frecuentemente empleada. Si bien no configura una


manipulación del discurso, tiende a dejarlo en suspenso abriendo un compás de espera que puede
considerarse necesario.

Ejemplo:
Imaginemos que ha sucedido un terremoto en alguna región del país y un
periodista le pregunta al ministro correspondiente qué medidas se han tomado.
El ministro carece en ese momento de la información concreta y recurre a la
estrategia de la dilación diciendo:
“Estamos evaluando la magnitud del siniestro para enviar los elementos que
sean necesarios.”

Este discurso abre un paréntesis, pues no se explicita el tiempo que demandará la


evaluación de daños, ni tampoco cuáles serán los medios que van a enviarse; pero la situación
momentánea, ha sido salvada satisfactoriamente.

Enumeración Caótica

En las tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El discurso se estructura en función de una serie de sucesos


desagradables que se presentan como causa propia de determinada situación o hecho.

 Dimensión Ilocutiva. Origina una sensación de indefensión y una búsqueda de


soluciones.

 Dimensión Perlocutiva. Aceptación de la propuesta que cambie lo que se ha presentado


como causa.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Esta estrategia es una combinación homogeneizada de dos estrategias vistas


anteriormente: Apocaliptismo y Destotalización:

El emisor expone en su discurso una sucesión caótica de elementos que


configuran un universo incoherente en el cual el receptor se siente atrapado y
desvalido, para luego plantear una opción que se presente al receptor como una
salida coherente, y de esta manera, ganar el apoyo de éste.

Ejemplo:
Imaginemos un político en campaña electoral, pronunciando su discurso en los
términos siguientes:
“Durante estos últimos años, los diarios de todo el país no han hablado sino de
corrupción, abusos de poder, narcotraficantes, inseguridad pública, tráfico de
armas, economistas incompetentes, venta de bebés, jueces degenerados,
prostitutas y travestis. Es hora de que todos nosotros elijamos una política sana
que acabe con estos males.”

El universo planteado en la enumeración se presenta incoherente, pues se han mezclado


elementos de la más diversa índole: elementos que atañen al orden institucional, a la ineficiencia
gubernamental, delitos de índole judicial, y hasta simples desviaciones de conducta que de por sí
escapan a la acción del gobierno. Pero esta incoherencia hace más desvalida la situación del
receptor, quien inmediatamente se asume como víctima de ese mundo incoherente presentado.
Es entonces cuando el emisor le plantea como salida el apoyo a la acción política que él
representa.

Esta estrategia suele usarse también cuando lo deseado es enfatizar los elementos
negativos de algo o de alguien, pues una enumeración caótica de elementos negativos, aunque
sean heterogéneos, presentará ante el receptor una imagen decididamente negativa de aquello de
que se habla.

Enunciador Difuso

En sus tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El discurso presenta al emisor actual como simple repetidor de un


discurso generado por un emisor anterior.

 Dimensión Ilocutiva. Genera una separación entre el emisor actual y el discurso en sí.

 Dimensión Perlocutiva. Se releva al emisor actual de la responsabilidad inherente a sus


palabras.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Presentar en forma difusa la imagen del enunciador de una afirmación, libera al emisor
de cualquier responsabilidad sobre la misma. El receptor debe abandonar su situación pasiva
para hacer suya la afirmación, asumir la responsabilidad de ella y actuar en consecuencia.

Esta estrategia se manifiesta habitualmente en dos formas diferentes: el tú


indeterminado y el ellos impersonal. Ambas formas son, desgraciadamente, comunes en ciertos
discursos periodísticos.

Ejemplo:
“Un allegado al círculo del Presidente aseguró que éste vetará cualquier ley que
contraríe el modelo económico.”

El enunciador que asegura el veto no puede ser determinado, pues alude a él como “un
allegado”. Pero ese él no puede ser considerado seriamente ya que no está individualizado y, por
ello, no es posible definir su proximidad al círculo ni su acceso a decisiones de política
presidencial.

Ejemplo:
“Se ha dicho que el aumento de la delincuencia obedece a los elevados índices de
pobreza.”

Aquí el enunciador se encuentra totalmente despersonalizado en el se impersonal, que


generaliza sin individualizar. El receptor se ve forzado a salir de la situación pasiva y realizar
una opción respecto a lo dicho: aceptándolo como verdadero o rechazándolo como falso; pero
sea cual fuere la opción, la responsabilidad de la misma habrá de recaer en el receptor.

Falsa Disyuntiva

En sus tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El discurso presenta en disyunción dos opciones (esto o aquello)


como únicas posibles.

 Dimensión Ilocutiva. Hace necesaria la elección, entre dos males, del menor de ellos.

 Dimensión Perlocutiva. Elección del mal menor entre los dos males planteados.

El emisor plantea una opción entre dos elementos que se manifiestan en el discurso
como los únicos posibles. Uno de estos elementos es presentado como una opción
conocidamente rechazada por el receptor quien, de esta manera, se ve incitado a optar por el que
el emisor desea.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Ejemplo:
“Solo hay dos caminos posibles: elegir el socialismo como sistema político o
convertirnos en colonia de los Estados Unidos.”

El discurso parte de una proposición falsa: no es verdadero que solo haya dos caminos
posibles. Con base en esta falsedad, se posibilita la opción disyuntiva en la que el receptor,
seguramente, optará por el socialismo ya que la condición de colonia nunca puede presentarse
como agradable.

Implicitación Semántica

En sus tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El lenguaje presenta figuras retóricas o poéticas que amplían el


espectro semántico del discurso.

 Dimensión Ilocutiva. Genera en el receptor una variedad de significados connotados.

 Dimensión Perlocutiva. Produce significados conexos sin que los mismos figuren en el
discurso.

Mediante esta estrategia discursiva, el emisor activa, recurriendo generalmente a figuras


del lenguaje, significados implícitos en los términos usados. Como consecuencia, la frase dice
más de lo que se encuentra explícito ya que existe una denotación concreta cuyo contenido se
enriquece connotativamente con los conocimientos previos que aporta el propio receptor.

Ejemplo:
“Latinoamérica asiste a una consolidación de la democracia.”

El término consolidación, derivado del verbo consolidar, puede ser interpretado como
acción de dar firmeza y solidez; en cuyo caso, el significado de la frase citada podría explicarse
diciendo: “Latinoamérica está realizando acciones que dan firmeza y solidez a la democracia.”

Pero si usamos la estrategia de la Implicitación Semántica, podríamos decir:


“Latinoamérica asiste a una primavera de la democracia”. Este texto tiene aparentemente el
mismo significado que el citado con anterioridad; pero observemos que el término primavera,
que en un lenguaje concreto significa estación del año que comienza en el equinoccio del
mismo nombre y finaliza en el solsticio de verano, en lenguaje figurado adquiere, en la mente
del receptor, algunos significados relacionados:

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Reposición de hojas caducas en árboles (renacimiento)

Primavera Aparición de las flores (florecimiento)

Abundancia de frutos (plenitud)

El significado concreto de primavera como estación del año no es aplicable al término


democracia; de allí que el receptor deba actualizar un significado alternativo. Pero cada uno de
ellos lleva consigo elementos relacionados, y estos elementos son traspasados de la naturaleza a
la política.

Si el receptor elige la primera opción (primavera = renacimiento) establecerá como


significado que la democracia (muerta) está de nuevo presente.
Si elige la segunda opción (primavera = florecimiento) asentará como significado un
período colorido y bello (florecimiento), en oposición a un período anterior sombrío y feo.

Si elige la tercera opción (primavera = plenitud) instalará una oposición entre un


período de abundancia y otro, anterior, de carestía.

Como puede verse, las significaciones pertinentes al ámbito natural se han trasladado al
ámbito político.

Inclusión del Receptor

En sus tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El discurso afirma que el receptor comparte una determinada


posición.

 Dimensión Ilocutiva. El receptor se siente comprometido con la afirmación que se


propone.

 Dimensión Perlocutiva. Se inhibe cualquier reacción opuesta por parte del receptor.

El emisor incluye al receptor en una determinada afirmación, dando por sentado que
este comparte la misma, y formula una proposición.

Ejemplo:
“Ustedes saben los efectos nefastos que produce el contrabando sobre la
economía.”

Esta estrategia es frecuentemente usada para neutralizar cualquier oposición por parte
del receptor. En cierta manera, el emisor obliga al receptor a aceptar una proposición, que
habitualmente es base de un razonamiento, con lo que indirectamente lo obliga a aceptar como
válida las conclusiones que se desprendan de ella.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Ocultamiento de causas y/o relaciones


En sus tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El discurso presenta una proposición de manera categórica sin


determinar causas, relaciones, atenuantes y/o agravantes.

 Dimensión Ilocutiva. Se inhiben los impulsos de establecer relaciones que podrían


invalidar la proposición.

 Dimensión Perlocutiva. El receptor tiende a aceptar la proposición enunciada.

Esta estrategia es una variante de la estrategia de destotalización, vista precedentemente.


Es una estrategia de persuasión en la que se induce al receptor a aceptar una determinada
posición sin un examen global de las causas o relaciones que motivan los hechos aludidos.

Ejemplo:
“Un hombre que mata a otro debe ser siempre considerado un asesino y tratado como tal.”

En el enunciado precedente se induce al receptor a aceptar negativamente el acto de


quitar la vida a una persona, sin tomar en consideración las causas que llevaron a la ejecución de
ese acto.

Ejemplo:
“Un hombre que mata a otro, aunque lo haga en defensa de su Patria o en defensa
de su propia vida, debe ser considerado un asesino y tratado como tal.”

Difícilmente una proposición tal cuente con adherentes, ya que no puede ser llamado
asesino el soldado que mata a un enemigo en defensa de su Patria, ni a un policía que mata a un
delincuente en un tiroteo, ni siquiera a un hombre común que mata a otro en defensa de su propia
vida al ser atacado. Si se hace mención de las causas, sería difícil persuadir al receptor.

Opción Degradada

En sus tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El discurso propone algo y descalifica a quienes pudieren disentir


con lo propuesto.

 Dimensión Ilocutiva. Se inhiben los impulsos dirigidos a postular propuestas


alternativas, ya que ello colocaría al receptor en la posición descalificada.

 Dimensión Perlocutiva. El posible opositor no actúa y la proposición del emisor queda


sin cuestionamiento.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Aquí el emisor ha presentado una propuesta y, previniendo la posibilidad de propuestas


alternativas, las rechaza denigrando a quienes pudieren apoyarlas.

Ejemplo:
“La propuesta que he presentado es la única posible. Solamente un estúpido o un
loco podría aceptar una propuesta diferente.”

Orientación del Receptor


En sus tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El discurso propone al receptor el sentido con que debe ser tomada
cierta afirmación.

 Dimensión Ilocutiva. Los impulsos contrarios a la afirmación, se atemperan.

 Dimensión Perlocutiva. Se inhibe cualquier rechazo hostil sin disminuir la agresividad


de la proposición planteada.

Es una apelación emotiva del emisor que induce al receptor a considerar el discurso de
cierta manera y no de otra; de esta forma, se logra atemperar en el receptor el efecto del discurso.
Pero, si bien el impacto de los términos se atempera, el significado de los mismos permanece
inalterable.

Ejemplo:
“Deseo que mis palabras no sean tomadas como una agresión sino como una crítica
constructiva en pos de resultados más efectivos; y considero mi deber destacar que
cualquier modificación que se introduzca al plan original solo es basura.”

El impacto emotivo que podría suscitarse con la pronunciación de la última frase, se ha


amortiguado en el receptor; pero su mente rescata el significado básico del discurso transmitido:
cualquier modificación es basura.

Esta estrategia es usada cuando el emisor quiere dejar una impresión indeleble de sus
palabras en el receptor, pero no desea que exista una actitud de reserva en este ante la dureza de
los términos.

Potencialización

En sus tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El discurso presenta una determinada afirmación como


posibilidad.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

 Dimensión Ilocutiva. Surgen estímulos para tomar la afirmación como algo real,
motivados en las expectativas del receptor.

 Dimensión Perlocutiva. La afirmación enunciada como posibilidad, es tomada como


una afirmación real.

Esta estrategia consiste en conjugar los verbos empleados en el tiempo Condicional del
Modo Indicativo (o Potencial Simple, según la denominación de la Gramática tradicional). De
esta manera, la acción enunciada por el verbo se expone como posibilidad.

Ejemplo:
“El tema de un aumento masivo de salarios sería tratado hoy en la reunión de
Gabinete.”
.

Enunciados como el anterior, frecuentes en muchos periódicos y que captan


inmediatamente la atención de los receptores, son engañosos y tendenciosos. Son engañosos
porque aparentan ser una noticia que en realidad no es tal, ya que en ningún momento el
enunciado afirma el tratamiento del tema, ni tampoco es explícito respecto de si tal tema siquiera
figura en la agenda de los Ministros. Y es tendencioso porque, apelando a un elemento de
esperanza general (aumento masivo de salarios), intenta captar la atención de los receptores para
desviarla luego hacia otros temas.

A escala más habitual, un ejemplo de este tipo de estrategia es el siguiente:

Ejemplo:
“Sería muy importante tratar el tema que ustedes proponen, pero en este momento
debemos concentrarnos en el tratamiento de temas más puntuales para así tener un
concepto más claro al respecto.”

Pseudodemostración

En sus tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. En el discurso se presenta una afirmación y una falsa


demostración de la misma.

 Dimensión Ilocutiva. El receptor tiende a considerar la afirmación como demostrada.

 Dimensión Perlocutiva. Se logra el refuerzo de la afirmación vertida.

El emisor emite un juicio y aporta elementos como demostración de la verdad del


mismo; sin embargo, estos elementos aportados no constituyen verdaderamente una
demostración de lo afirmado.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Ejemplo:
“La educación ha mejorado en los últimos años y la mejor prueba de ello son los
bajos índices de deserción escolar que se registran.”

En apariencia, el mejoramiento de la educación resultaría suficientemente probado, pero


no es así. El elemento demostrativo, la deserción escolar, no puede ser tomado nunca como
prueba de mejoramiento educativo ya que hacerlo sería tan absurdo como afirmar que un
aeroplano vuela bien porque la pintura con que se lo ha pintado es buena.
Con este tipo de estrategia, el emisor busca reforzar los conceptos vertidos en su
discurso y logran en el receptor no informado una apariencia de dominio del tema.

Recurso de Debilidad

En sus tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El discurso contiene un explícito reconocimiento de escasa


versación en el tema.

 Dimensión Ilocutiva. Genera un lazo afectivo en el receptor.

 Dimensión Perlocutiva. Se inhibe cualquier sentimiento de discrepancia que pudiera


generar el tratamiento del tema, y el emisor crea en torno una atmósfera de protección.

El emisor reconoce, generalmente a comienzos de su discurso, ser poco versado en el


tema que va a tratar; o manifiesta la inseguridad en las razones que es capaz de ofrecer.

El ejemplo más típico que puede ofrecerse es la pregunta con la que un cómico
satirizaba al famoso escritor argentino Jorge Luis Borges: “Perdone usted mi ignorancia, joven.
Pero... ¿qué es el fútbol?”

Ejemplo:
El siguiente discurso es un ejemplo frecuente de esta estrategia:
“Ante todo, debo confesar a ustedes que no soy propiamente un perito en el tema
y mi interés tiende, por sobre todas las cosas, a clarificar ciertos aspectos del
mismo.”

Es ilógico pensar que alguien que no posee ideas claras sobre un tema pueda encarar
una disertación sobre el mismo. De allí que el enunciado precedente debe ser entendido según
diferentes lecturas.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

A nivel del significado de los términos utilizados, pueden rescatarse dos conceptos
básicos: a) No soy un perito, b) Mi interés es clarificar. Pero de esto surge una pregunta: ¿Qué
puede ganar el emisor con semejante reconocimiento? A este nivel, nada.

Sin embargo, es a nivel emotivo donde se obtiene el verdadero rédito. Desde la


Antigüedad, la Oratoria ha destacado la solidaridad que el público siente, en primera instancia,
hacia el orador; y más aun cuando este se presenta como un igual; de allí que, al confesar sus
carencias, el emisor se presente ante el público como un igual: como alguien que tiene
conocimiento del tema, pero no es especialista en el mismo.

Si la confesión de ignorancia es real, no puede hablarse propiamente de una estrategia


discursiva; pero si no lo es, configura un recurso de manipulación del receptor. ¿Cómo funciona
esta manipulación? El emisor se presenta “desarmado” ante el auditorio receptor (un auditorio al
que desea persuadir en cierto sentido). Ello hace que el receptor abandone cualquier sentimiento
de animosidad ante el emisor y se vea, emotivamente, ligado al pensamiento expresado en el
discurso.

Cabe destacar que, habitualmente, cuando un emisor emplea esta estrategia, ha dedicado
abundante tiempo en la correcta preparación del tema y, si no es un erudito, es un profundo
conocedor del mismo, perfectamente anoticiado de las posibles objeciones que podrían serle
planteadas.

Recurso de Esperanza

En sus tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El discurso alude explícitamente a ciertas esperanzas del receptor.

 Dimensión Ilocutiva. Genera, basándose en tales esperanzas, estímulos de apoyo.

 Dimensión Perlocutiva. Reafirma una tendencia a apoyar la proposición que sigue a la


enunciación de las esperanzas.

En esta estrategia, el emisor apela a la emotividad del receptor aludiendo a ciertos


factores que estima deseables para este. El objetivo es lograr persuadirlo para que actúe de
determinada manera en función de tales expectativas.

Imaginemos un político que ha cumplido un período de gobierno en un cargo ejecutivo


manteniendo una política de neto corte economicista, apartada totalmente de una justicia social,
y que se postula para un segundo período de gobierno. Esta estrategia podría revestir la forma
expresada en el ejemplo siguiente:

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Ejemplo:

“En este período de gobierno que concluye, hemos dedicado todos nuestros
esfuerzos a sanear la economía para que, con una economía fuerte, podamos
realizar la tarea social que nos hemos propuesto. Solo pedimos que se nos dé una
oportunidad de hacerlo en un nuevo período de gobierno.”

Es de destacar que esta estrategia es también frecuentemente usada a niveles de menor


significación e, inclusive, ante receptores unipersonales.

Ejemplo:
“Voy a observar su rendimiento y, de acuerdo con ello, puede haber un aumento en
el sueldo y un ascenso.”

Suplantación de Referente

En sus tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. En el discurso, el emisor ha cambiado intencionalmente un


referente por otro.

 Dimensión Ilocutiva. Genera estímulos emotivos de apoyo.

 Dimensión Perlocutiva. El receptor se adhiere emotivamente a los términos del emisor.

Es una estrategia de manipulación del receptor en la que el emisor cambia en forma


intencional un referente por otro (con el que existe algún tipo de relación) tratando así de ganar
emotivamente cierto apoyo.

Ejemplo:
“La empresa privada le brinda al trabajador uno de los bienes más preciados de
estos tiempos: un trabajo digno.”

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

El citado es un discurso habitual en numerosos empresarios de estos tiempos; pero es un


discurso que ha suplantado un referente falseándolo. Podemos aceptar que la empresa privada de
estos tiempos ofrece al trabajador un trabajo digno, pero el trabajo no constituye un bien del
trabajador. El verdadero bien del trabajador lo constituye su propia capacidad laboral (que no ha
sido otorgada por empresa alguna) y la empresa lo único que hace es retribuir con un salario el
aprovechamiento de esa capacidad laboral propia del trabajador.

Sin embargo, el enunciado tiende a acercar emotivamente al receptor. La empresa


privada no aparece como un ente frío e impersonal que es parte de un contrato de cambio de
horas/trabajo (que son horas/vida) por dinero (salario), sino que se presenta como el elemento
indispensable para que el trabajador acceda a la posesión de un bien: el trabajo (que no es
propiedad del trabajador ya que, eventualmente, puede ser privado de él por decisión
empresarial). En consecuencia, el trabajador se sentirá inclinado a asumir la defensa de la
empresa a quien piensa que le debe ese bien que, para él, se traduce en un salario.

Tecnicismo

En sus tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El discurso presenta gran cantidad de palabras técnicas.

 Dimensión Ilocutiva. Produce en el receptor estímulos de duda ante el desconocimiento


del verdadero significado de las palabras empleadas.

 Dimensión Perlocutiva. El receptor se ve obligado a aceptar lo dicho, por descono-


cimiento.

Es una variante del Barroquismo en la que el emisor emplea no ya un léxico


infrecuente, sino una terminología técnica. Este tipo de discurso es habitual en los profesionales
de ciertas áreas, y su caracterización como estrategia o no estará dada por el contexto del
discurso: podrá ser considerado como estrategia discursiva cuando el o los receptores del
discurso no sean profesionales de la misma área; es decir, no manejen la terminología técnica
que se emplea.

Ejemplo:

Imaginemos a un médico que, al preguntarle qué le sucede a un paciente,


responde:
“El paciente presenta un síndrome convulsionante con perturbación funcional de la
actividad neuronal de carácter abrupto y repetitivo, producido por una descarga en
exceso de mecanismos inhibitorios naturales.”

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Es probable que, ante esta respuesta, el receptor quede tan desinformado como antes
respecto de la afección del paciente, pues el lenguaje empleado contiene demasiados términos
técnicos. Este discurso, empleado en un contexto de receptores no informados, bien puede
considerarse una estrategia. Lo correcto en este caso, sería que el médico hubiese dicho: sufre
un ataque de epilepsia.

Como vemos, esta estrategia tiende a desinformar al receptor, informándolo, pero de tal
manera que le sea imposible acceder al entendimiento de tal información y, en consecuencia,
actuar.

Vaciedad Semántica

En sus tres dimensiones, significa:

 Dimensión Locutiva. El discurso presenta algunos términos que, al no estar definidos en


el contexto, resultan vagos e imprecisos.

 Dimensión Ilocutiva. El receptor intenta, llenar con elementos de conocimiento general,


el vacío de significado.

 Dimensión Perlocutiva. El emisor descarga en la interpretación del receptor la


responsabilidad de sus dichos.

Esta estrategia consiste en la utilización de términos que, liberados de precisiones y/o


acotaciones, quedan disponibles para que el receptor los cargue con significados aportados por él
mismo o extraídos del repertorio profano de significados; de esta manera, el emisor se libera del
compromiso que puede surgir de sus palabras.

Ejemplo:
“Es necesario efectuar una toma de conciencia respecto de los problemas que afectan
a los sectores populares.”

Analizando detenidamente el texto anterior, podemos extraer de él dos términos


semánticamente vaciados: toma de conciencia y sectores populares.

No es posible aportar un significado unívoco respecto de toma de conciencia. ¿Qué


significa realmente? Su significado puede ser atender, evaluar, estudiar, compartir, etc.; pero no
está explicado en el texto: está librado al arbitrio del receptor y, en última instancia, el emisor no
será responsable del significado que el receptor haya dado a estas palabras.

Con respecto a sectores populares pasa otro tanto. Se puede deducir que no es el
pueblo en general, sino solo una parte de este; pero no se dice cuál.

Es la estrategia típica del discurso no comprometido que elabora propuestas, sin


definirlas; del discurso que genera acciones, pero no asume la responsabilidad sobre ellas.

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TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN I CURSO III

Conclusiones
Hemos visto que las estrategias discursivas son formas predeterminadas del discurso, y que tales
formas, consolidadas por el uso efectivo y la costumbre, son usuales cuando se desea lograr
ciertos comportamientos o actitudes a nivel de receptor.
Se han estudiado distintas estrategias por separado, pero ¿pueden ser usadas conjuntamente más
de una estrategia? La respuesta es sí.
Consideremos el siguiente discurso: “Una fuente generalmente bien informada, allegada al Gobierno,
habría dicho que se estaría considerando un significativo aumento en los sueldos de los empleados
públicos, siempre y cuando se detuvieran los paros programados.”
Analicemos este discurso por partes:
Una fuente generalmente bien informada... Se trata de la estrategia del Enunciador
Difuso pues no se identifica a la persona que dio la información: solo habrán de citarse
sus palabras.
...allegada al Gobierno... Se trata de la estrategia de Apelación a la Autoridad. No se
individualiza a la persona, pero sí se afirma su proximidad a quien detenta el poder de
decisión.
...habría dicho que se estaría considerando... Se trata de la estrategia de
Potencialización: el uso de verbos en Potencial o Condicional presenta la acción como un
hecho posible y no como un hecho real.
...un significativo... Se trata de un caso de Vaciedad Semántica ya que lo que puede ser
significativo para algunos, puede no serlo para otros. Para un empleado que gana $200, un
aumento de $50 es significativo, pues representa un 25% de su sueldo; pero para un
empleado que gana $2.000, el aumento no es significativo ya que solo representa el 2,5%
de su sueldo.
...aumento en los sueldos de los empleados públicos... Se trata aquí de la estrategia del
Recurso de Esperanza. Se apela a la necesidad que los empleados públicos tienen de
mejorar su calidad de vida, a fin de lograr la realización de la propuesta siguiente: la
detención de los paros programados.
Como vemos, es posible, y a veces frecuente, el uso de varias estrategias en un mismo discurso y
hasta en un mismo párrafo.
Pero nada se ha dicho en cuanto a la validez ética que implica el uso de tales estrategias: si
podemos éticamente aceptar su uso o si debemos considerarlas éticamente improcedentes.
Nada se ha dicho porque tales consideraciones no caben en un estudio del lenguaje; porque
debemos tener siempre presente que las palabras no mienten, solo lo hacen los hombres que las
pronuncian.
Nada más cierto, ya que el lenguaje es solamente un medio, la herramienta que el hombre usa para
comunicarse; y así como de la herramienta podemos decir que es apropiada o no lo es, igual
ocurre con el lenguaje; pero nunca podremos afirmar que es bueno o malo. Lo que sí pude ser
categorizada como buena o mala es la intención con que el emisor emplea una estrategia; pero el
estudio de la intencionalidad del emisor rebasa los límites de estudio de la Lingüística, para
internarse en el campo propio de la Psicología o la Filosofía.

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