CHINGADAMADRE
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Una crisis es un estado temporal de trastorno, que se caracteriza por una desorganización
reflejada en una incapacidad para enfrentar la situación adversa que se está viviendo,
manejar adecuadamente las emociones, enfocar el pensamiento y la conducta en resolver el
problema. Las crisis traen consigo distintos síntomas como: sentimientos de cansancio,
agotamiento, desamparo, tristeza, inadecuación, confusión, ansiedad, angustia, frustración,
enojo, rabia, cólera; además de síntomas físicos como llanto, sudoración, palpitación,
temblor. La intervención en crisis es la estrategia que se aplica en el momento de una crisis,
su objetivo es que la persona se recupere de este estado de trastorno y recupere la
funcionalidad para poder afrontar el evento a nivel emocional, conductual y raciona
Estado vulnerable: tipo de reacción subjetiva ante el evento peligro, la persona responde
según sea su percepción del evento
Factor precipitante: eslabón entre los eventos causantes de la tensión y el estado vulnerable,
convirtiéndolo en un estado peligroso lo suficientemente poderoso para iniciar una crisis, o
bien puede ser un incidente sin importancia aparente
Los seres humanos a lo largo de su vida se enfrentan a distintas crisis. Slaikeu (1996)
describe la crisis como “un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado
principalmente por la incapacidad del individuo para abordar situaciones particulares
utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas, y por el potencial para
obtener un resultado radicalmente positivo o negativo”.
Circunstanciales
De desarrollo
Las primeras se refieren a aquellos sucesos cuyo rasgo más sobresaliente es que se
relacionan con algún factor ambiental, como pueden ser la muerte de alguien querido, una
inundación o un incendio.
Las crisis relacionadas con el desarrollo se refieren a aquellas tareas que se deben cumplir
en la transición de una etapa de la vida a otra, que están implicadas en el proceso de
desarrollo mismo de cualquier persona.
Las situaciones de crisis dependen de la forma como cada individuo las perciba, las
interprete, las afronte y les dé un significado, esto influirá en la conceptualización que se
haga de la crisis, la cual repercutirá en la forma de ver el mundo de la persona a partir de
dicha situación.
Existen otros factores que interactúan como son las experiencias anteriores, los valores, las
estrategias de afrontamiento, las creencias, las redes de apoyo, la capacidad de resiliencia,
entre otros (Datilio y Freeman, 2000). Lo cierto es que ante una crisis hay personas que
despliegan estos recursos y las afrontan, y otras van a requerir apoyo del exterior.
Halpern (1973) hace una descripción de aquellos síntomas que aparecen más
frecuentemente en las personas que atraviesan por una crisis:
Es por tanto, muy importante la intervención temprana ante las crisis, para esto se han
desarrollado técnicas que permiten ayudar a las personas –que no las afrontaron
adecuadamente– en corto tiempo y en forma eficaz a salir adelante y que esta experiencia
no le genere en el futuro un problema más grave, así han surgido por ejemplo la
psicoterapia breve para crisis, la intervención en crisis y los primeros auxilios psicológicos,
como la primera etapa de intervención dentro de una crisis.
INTERVENCION EN CRISIS
Objetivos de la atención
INTERVENCIONES
Los primeros auxilios psicológicos que se aplican en los momentos de crisis son:
Las intervenciones de primera instancia por lo general son cortas y la ayuda es brindada por
cualquier persona de la comunidad que esté presente en el momento que surge la necesidad
en cualquier emergencia, esta ayuda puede ser brindada por policías, enfermeras, cajeros en
los bancos, padres y maestros, entre otros. Esta intervención es llevada a cabo generalmente
en el lugar donde se desarrolló la emergencia, o en el lugar a donde las personas han sido
trasladadas inmediatamente después de esta, como son los hospitales, la escuela, el hogar,
la calle o ambientes de trabajo
La meta de los primeros auxilios psicológicos es que la persona salga del shock y active sus
recursos para recuperar su capacidad de afrontamiento. El objetivo es auxiliar a la persona a
dar pasos concretos hacia el afrontamiento de la crisis, lo cual incluye la conceptualización
del hecho, la clarificación de los pensamientos, el manejo adecuado de las emociones y
sentimientos, el control de la subjetividad, de la fantasía catastrófica, de la sensación de
amenaza y comenzar así el proceso de solución del problema.
Existen tres aspectos o subtemas de los primeros auxilios psicológicos que dan dirección a
la actitud del asistente:
Proporcionar apoyo
Reducir la mortalidad
Proporcionar el enlace con las fuentes de asistencia
Proporcionar apoyo es el primero, y se basa en la premisa de que es mejor para las personas
no estar solas, en los eventos de crisis, estresantes o traumáticos. De manera concreta, ello
significa permitir a la gente hablar para crear un vínculo de presencia, calidez, empatía y
escucha que permita aterrizar las ideas y proporcionar una atmósfera en la que el temor, la
ira, la ansiedad y otras emociones puedan expresarse libremente.
Por último, proporcionar el enlace con las fuentes de asistencia, esta submeta se vincula
directamente con la definición de la crisis vital como un período en el que los suministros y
recursos personales se han agotado (Miller e Iscoe, 1963). Antes que tratar de resolver el
problema completo de manera inmediata, el asistente fija con precisión las necesidades
fundamentales y entonces realiza una remisión adecuada a algún otro asistente o agencia.
Algunas veces está remisión será para orientación individual de tipo (de terapia para crisis)
breve. Otras veces será para asistencia legal o auxilio de parte de una agencia de servicio
social.
Una vez revisados estos tres aspectos de manera general, es importante concretizar cuáles
son los primeros auxilios psicológicos que se aplican en los momentos de crisis ,ya que la
aplicación de estos, le permitirá a la persona afrontar de manera eficiente y eficaz la
situación de emergencia, que de otra manera lo hubiera dejado paralizado o inutilizado.
La indagación acerca de la situación presente implica las preguntas de “quién, qué, cuándo,
dónde, cómo”, de un reportero investigador. Necesitamos hallar quién está implicado, qué
pasó, cuándo, dónde y demás, esto con el objetivo de actuar en consecuencia o de planear
una intervención más profunda si se requiere.
La atención se pone tanto en las fortalezas como en las debilidades durante el período de
crisis. Si existe cualquier indicio de daño físico (para la persona o alguien más), se realiza
una evaluación de la mortalidad del mismo. Por último, ¿cuáles son las probables
dificultades para la persona y su familia?
En la confusión y desorganización del estado de crisis, las personas con frecuencia tratan de
lidiar con todos al mismo tiempo. Un papel importante del asistente es, entonces, auxiliar
con este proceso de ajuste, discriminación y selección de lo que se requiere manejar
inmediatamente.
Analizar las posibles soluciones
Se analizan las alternativas, las ganancias y pérdidas, los pros y contras de cada solución.
Después aquellos son sintetizados y jerarquizados de modo adecuado a las necesidades
inmediatas y postergables. Una cuestión importante es analizar los obstáculos para la
ejecución de un plan en particular.
Después del análisis hecho, implica ayudar a la persona a ejecutar alguna acción concreta
para manejar la crisis y afrontarla
Es importante recordar que la persona tiene que hacer lo más que sea capaz de hacer por
él/ella mismo/a. Solo cuando las circunstancias deterioran severamente la capacidad de un
paciente para actuar, un consejero, brigadista o asistente toma un papel activo, y aun
entonces, esto se hace de manera gradual.
Por lo tanto, se contemplan dos escenarios que dependerán de la gravedad del suceso y de
la capacidad de afrontamiento que demuestre la persona en ese momento:
una actitud facilitadora, que favorece el afrontamiento de la persona por ella misma
una actitud directiva donde el afrontamiento se hace más guiado y acompañado.
Darle seguimiento
El último componente de los primeros auxilios psicológicos implica el extraer información
y establecer un procedimiento que permita el seguimiento para verificar el proceso. La
principal actividad del asistente aquí es especificar un procedimiento para que él y el
paciente estén en contacto en un tiempo posterior. El seguimiento puede suceder mediante
un encuentro cara a cara, o por teléfono.
Una vez pasada la crisis, si se detecta que la persona que la sufrió, está experimentando
secuelas, como estrés post-traumático, trastorno de estrés post-traumático, ataques de
pánico, manías o fobias, pensamiento catastrófico u obsesivo, se recomienda canalizarlo a
una intervención de segunda instancia, la cual tiene una duración más larga y puede ser de
semanas e incluso meses, esta intervención es llevada a cabo por personas especializadas
del área de la salud, como psicólogos, tanatólogos, psicoterapeutas o psiquiatras.
Esta terapia es realizada en centros especializados, como clínicas, centros de salud mental,
instancias gubernamentales y consultorios públicos o privados entre otros, el objetivo
principal, es resolver la crisis, superar el incidente, integrarlo a la trama de la vida de la
persona y fortalecer las habilidades y herramientas de afrontamiento de la persona para
encarar el presente inmediato y el futuro
Se encamina por tanto a la resolución de la crisis, a asistir a la persona a que exprese sus
sentimientos y los vaya aprendiendo a manejar, a que adquiera dominio cognoscitivo sobre
la situación y actúe de manera asertiva en la vida, de forma que el incidente se integre a su
historia de manera más natural y objetiva. El efecto que se desea para el individuo es que
emerja listo y mejor equipado para encarar el futuro.