48 Artículo 130 1 10 20181115
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48 Artículo 130 1 10 20181115
CONSIDERANDO:
1º) Que la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo civil y Comercial Federal confirmó la sentencia
de la instancia anterior en cuanto había hecho lugar a la acción de amparo entablada por M. G., en represen-
tación de su hijo menor discapacitado C. E. D. G., tendiente a obtener a favor de este, por parte de la Obra
Social del Poder Judicial de la Nación, la cobertura total de medicación, terapia fisiológica, rehabilitación
kinesiológica, escolarización en centro educativo terapéutico y transporte escolar. Asimismo, la modificó al
ordenar que dichas prestaciones debían otorgarse sin los topes, ni límites previstos en la resolución 42,8/1999
del Ministerio de Salud y
Acción Social.
2º) Que para así decidir, el a quo entendió, en lo que interesa, que los valores de las prestaciones establecidos en
las resoluciones del citado ministerio, no resultaban oponibles al afiliado, habida cuenta del carácter integral
RESUMEN
El siguiente artículo tiene por objeto analizar, a partir de un fallo reciente de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, cual es el alcance de la frase “cobertura integral de
las prestaciones de salud en caso de discapacidad” y que parámetro deben utilizar los
prestatarios públicos y privados al momento de otorgar las mismas.
ABSTRACT
The following article is intended to analyze, from a recent ruling of the Supreme Court
of Justice of the Nation, what is the scope of the phrase "comprehensive coverage of
health benefits in case of disability" and what parameter should be used by public and
private borrowers at the time of granting them.
1 Abogada (UNC), Escribana (UES21), tesina presentada para cumplir con los requisitos finales para la obtención del título de Especialista en Derecho
Laboral. Cohorte 2015-2016. Director: Dr. Carlos Toselli. Se desempeña profesionalmente en la Sala Octava del Trabajo, Secretaria 16 de la Ciudad de
Córdoba. Adscripta de la Cátedra de Derecho Público y Provincial (UNC). Contacto: yanigazquez@hotmail.com
de la cobertura de las necesidades y requerimientos de las personas con discapacidad que establece la ley
24.901.
3º) Que contra dicho pronunciamiento la demandada dedujo el recurso extraordinario cuya denegación ori-
gina la presente queja. En su memorial, la apelante cuestionó la interpretación dada por la cámara a las dis-
posiciones de las leyes 22.431, 23.660, 23.890 Y 24.901 Y su aplicación al caso. Sostiene que las leyes 22.431
y 24.901 que establecen el Sistema Único de Prestaciones Básicas para Personas con Discapacidad obligan
a las obras sociales comprendidas bajo la órbita de la ley 23.660 a suministrar los servicios asistenciales allí
especificados, pero que la Obra Social del Poder Judicial de la Nación se halla excluida expresamente de ese
régimen en razón de lo dispuesto
por el arto 4°. de la ley 23.890. Plantea, asimismo, que “integral no es sinónimo de gratuidad y que conforme
con el decreto 1193/1998 y la resolución 428/99 del Ministerio de Salud y Acción Social, que imponen limita-
ciones al otorgamiento de tales prestaciones, dictó la resolución 1126/2004 con el objeto de establecer el alcan-
ce de ellas para la atención de los afiliadas discapacitados. Expresa que sobre dicha plataforma normativa es
que admitió, mediante la resolución 1362/2013, la asistencia reclamada por el actor con los topes allí previstos.
4º) Que existe en el caso materia federal suficiente que habilita el examen de los agravios por la vía elegida pues
se ha puesto en cuestión la interpretación de normas federales y la decisión ha sido contraria al derecho que la
apelante fundó en ellas (art. 14 de la ley 48).
5º) Que, como se ha puesto de relieve en repetidas oportunidades, en la tarea de esclarecer la inteligencia de las
normas federales, esta Corte no se encuentra limitada por los argumentos de las partes o del a quo, sino que
le incumbe realizar una declaratoria sobre el punto disputado (Fallos: 307:1457, 315:1492 y 330:2416, entre
muchos otros) sin necesidad de abordar todos los temas propuestos sino aquellos que sean conducentes para
una correcta solución del caso (Fallos: 301:970; 303:’135; 307:951, entre muchos otros).
Palabras Claves: Niños, Niñas y Adolescentes ; Obra Social Del Poder Judicial; Derecho a La Salud; Razo-
nabilidad; Personas con Discapacidad;
Key Words: Children and Adolescents; Social Work of The Judicial Power; Right to Health; Reasonability;
People with Disabilities;
I. Introducción.
El derecho de la salud se ha visto reforzado en los últimos años, gracias a la firma y ad-
hesión a diversos Tratados Internacionales y a la sanción del Código Civil y Comercial
de la Nación, en el cual se plasma el fenómeno de la constitucionalización del derecho
privado, lo que implica que en su articulado se refleja el contenido de dichos Tratados.
Es así como el Estado argentino se instituye como el primer garante en materia de salud
y de protección de la discapacidad, adoptando medidas de forma programática y efec-
tiva para proteger a quienes se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad.
Sin embargo, pese a esta fuerte consagración constitucional, en los últimos años se ha
generado una fuerte judicialización, en la mayoría de los casos a través de acciones de
amparo, debido a la falta de políticas públicas concretas de salud, el abordaje insufici-
ente por parte de los prestadores ya sean públicos o privados y los rechazos de las
debidas prestaciones. Esto pone en evidencia una serie de deficiencias y debilidades del
sistema de salud como por ejemplo: el rechazo de determinados tratamientos por no
ser la institución o el equipo de profesionales prestadores de la obra social; la carencia
de suministro de medicamentos o elementos ortopédicos por los costos o por no estar
incluidos en el programa médico obligatorio; la reducción de la cantidad de sesiones
6º) Que es menester puntualizar que el decreto 1193/1998, al reglamentar la ley 24.901 (Sistema de Presta-
ciones Básicas de Habilitación y Rehabilitación Integral a favor de las Personas con Discapacidad), facultó al
Ministerio de Salud y Acción Social y a la Comisión Nacional Asesora para la Integración de Personas con
Discapacidad, a dictar las normas aclaratorias y complementarias que fueran necesarias (art. 20). En su virtud,
el citado ministerio dictó la resolución 428/1999 que estableció los diferentes módulos de las prestaciones es-
pecíficas, sus valores -que se fueron actualizando mediante el dictado de sucesivas resoluciones (que van desde
la 1794/2005 hasta la 629/2016)- y una serie de limitaciones respecto de aquellas con relación a la medicación,
provisión de prótesis y ortesis, cantidad de sesiones admitidas, duración de cursos, etc. (aps. 9 Y 15 de la Nor-
mativa General; aps. 2.1.5.d; 2.1.6.4.d; 2.3.1.d; 2.3.2.d, de Niveles de Atención, entre otras).
7º) Que, a su vez, el arto 2° del anexo del citado decreto 1193/1998disponé que las obras sociales no com-
prendidas en el arto 1° de la ley 23.660 podrían adherirse al referido sistema. En ese sentido, la Obra Social
del Poder Judicial de la Nación -que se encuentra fuera de dicho ámbito en virtud de expresa disposición del
arto 4° d~ la ley 23.890- dictó la resolución 1126/2004 por medio de la cual estableció el régimen propio de
atención a los afiliados can discapacidad que, al igual que la ya citada resolución 428/1999 del Ministerio de
Salud y Acción Social, determinó el alcance de la cobertura.
8º) Que, frente a ese cuadro normativo, es menester recordar que si bien esta Corte ha reconocido el carácter
fundamental del derecho a la salud y la especial atención que merecen las personas con discapacidad, ello no
es óbice para admitir que en nuestro ordenamiento jurídico tales derechos de raigambre constitucional, así
como los principios y garantías consagrados en la Carta Magna, no son absolutos sino que deben ser gozados
con arreglo a las disposiciones que reglamentan su ejercicio, con la única condición de no ser alterados en su
substancia (Fallos: 172:21; 249:252; 257:275; 262:205; 283:98; 300:700; 303:1185; 305:831; 308:1631; 310:1045;
311:1132 y 1565; 314:225 y 1376; 315:952 y 1190; 316:188; 319:1165; 320:196; 321:3542; 322:215; 325:11, entre
muchos otros) extremo, este último, que no se configura en el sub examine.
9º) Que, en efecto, en las actuaciones -ajustadas al estrecho marco cognoscitiva que ofrece la acción de am-
paro- no aparece demostrado que las limitaciones y topes fijados en la resolución 428/1999 del Ministerio
de Salud y Acción Social y en la 1126/2004 de la entidad asistencial recurrente, importen el menoscabo o la
desnaturalización del derecho del actor.
Ello es así pues no ha sido acreditado que los valores de los servicios asistenciales fijados en las citadas normas
y en las resoluciones que los actualizan periódicamente, resulten insuficientes para afrontar las necesidades
de aquel.
10º) Que, de igual modo, tampoco surge de las probanzas de la causa que la cobertura parcial de cierta me-
dicación (ibuprofeno y eritromicina) en razón de que su requerimiento no responde a la propia patología del
paciente, importe una afectación tal de su derecho que conduzca inexorablemente a declarar inaplicables al
caso las normas aludidas.
En tales condiciones, se impone la descalificación del fallo apelado pues ha sido demostrada la relación directa
e inmediata entre lo debatido y resuelto y las garantías constitucionales que se dicen vulneradas (art. 14 de la
ley 48).
Por ello, se hace lugar a la queja, se declara procedente el recurso extraordinario y se deja sin efecto la sen-
tencia apelada con el alcance indicado. Con costas. Agréguese la queja al expediente principal y devuélvase a
fin de que, por quien corresponda, se dicte un nuevo pronunciamiento con arreglo al presente. Notifíquese y,
oportunamente, remítase.
Ricardo Luis Lorenzetti – Juan Carlos Maqueda – Elena I. Highton de Nolasco – Carlos Fernando Rosenkrantz
(por su voto)
El infrascripto coincide con el voto que antecede con excepción del considerando 10 el que redacta en los
siguientes términos:
10) En tales condiciones, se impone la descalificación del fallo apelado pues ha sido demostrada la relación
directa e inmediata entre lo debatido y resuelto y las garantías constitucionales que se dicen vulneradas (art.
14 de la ley 48).
Por ello, se hace lugar a la queja, se declara procedente el recurso extraordinario y se deja sin efecto la sentencia
apelada con el alcance indicado. Con costas. Agréguese la queja al expediente principal y devuélvase a fin
de que, por quien corresponda, se dicte un nuevo pronunciamiento con arreglo al presente. Notifíquese y,
oportunamente, remítase.
Para poder abordar la temática del fallo, en primer lugar analizaremos el concepto de
discapacidad, el cual ha sufrido grandes cambios a lo largo de la historia. Se ha pas-
ado desde una perspectiva paternalista y asistencial de la discapacidad, que miraba
a la persona como un ser “dependiente y necesitado”, hacia un nuevo enfoque, que
contempla al sujeto con discapacidad como un individuo con habilidades, recursos y
potencialidades. Esta evolución se ha visto acompañada de avances paralelos tanto en
el tratamiento médico como en la inserción social de este colectivo.
En la actualidad es posible hallar concurrencia de diferentes perspectivas y enfoques
sobre discapacidad en cada país. Ello es debido no sólo a las diferentes culturas, sino
también a los diferentes niveles de compromiso de entidades, ciudadanos y gobiernos
para crear entornos accesibles y para garantizar la inserción socio-laboral de este col-
ectivo, entre otras razones. Sin embargo, en 2001, la Organización Mundial de la Salud,
con el objetivo de ofrecer una mayor unificación del concepto de discapacidad, esta-
blece la Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Salud, en la que ofrece la
siguiente definición: “término genérico que incluye déficit, limitaciones en la actividad y
restricciones en la participación. Indica los aspectos negativos de la interacción entre un
individuo (con una condición de salud) y sus factores contextuales (factores ambientales
y personales)”. Esto aporta un gran cambio al concepto de discapacidad ya que se pasa
Para comprender que implica “cobertura integral del discapacitado”, es preciso diferen-
ciar que prestaciones abarca tal concepto y cuáles exceden su marco, bajo estándares
de razonabilidad y proporcionalidad inherentes al quehacer jurídico.
La Constitución de la Provincia de Córdoba en su artículo 27 señala que “los discapac-
itados tienen derecho a obtener una protección integral del Estado que abarque la pre-
vención, asistencia, rehabilitación, educación, capacitación, inserción en la vida social, y
a la promoción de políticas tendientes a la toma de conciencia de la sociedad respecto
de los deberes de solidaridad”.
La Ley 24901, denominada “Sistema de Prestaciones Básicas de Atención Integral a
favor de las Personas con Discapacidad”, establece que con el objeto de prestar una co-
bertura integral a sus necesidades y requerimientos deben contemplarse prestaciones
preventivas (artículo 14), de rehabilitación (artículo 15), terapéuticas educativas (artículo
16), educativas (artículo 17), asistenciales (artículo 18), además de los servicios específi-
cos que enuncia la ley a partir del artículo 19 y siguientes.
La Provincia de Córdoba aprobó el Convenio de Adhesión al Sistema Único de Presta-
ciones Básicas para Personas con Discapacidad y con ello el Programa Marco para la
implementación en colaboración con las jurisdicciones provinciales y la Ciudad Autóno-
ma de Buenos Aires del Sistema referenciado mediante Decreto N° 1297/99 y Ley 8811
del 3/12/1999.
1 Información disponible en la página web del Departamento de Derecho internacional de la OEA http://www.oas.org/juridico/spanish/firmas/a-65.html
(consultado el 20/09/2017).
2 Normas Uniformes sobre la Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad, A/RES/48/96 del 04/03/1194,http://www.un.org/spanish/
disabilities/default.asp?id=498 (consultado el 20/09/2017).
El art. 8 del Decreto Nacional nº 1193/98 reglamentario de la Ley n° 24. establece expre-
samente que tanto las provincias como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires podrán
optar por su incorporación al “Sistema de Prestaciones Básicas de Atención Integral a
favor de las Personas con Discapacidad” mediante los correspondientes convenios de
adhesión.
El Nomenclador de Prestaciones Básicas para Personas con Discapacidad, se aprobó
por Resolución n° 428/99 del Ministerio de Salud y Acción Social (M.S. y A.S.) de la Na-
ción el 3/6/1999 y especifica el contenido y los alcances de las prestaciones de rehabil-
itación, terapéutico-educativas, educativas y asistenciales del Sistema de Prestaciones
Básicas de Atención Integral en favor de las Personas con Discapacidad, estableciendo
las modalidades de cobertura. Sus aranceles han sido actualizados regularmente hasta
el dictado de la Resolución nº 1512/2013 del Ministerio de Salud.
Con posterioridad surge el Marco Básico de Organización y Funcionamiento de Estab-
lecimientos de Atención del Sistema Único de Prestaciones de la mano del Directorio
del Sistema de Prestaciones Básicas de Atención Integral en favor de las Personas con
Discapacidad. Su presentación se formalizó ante el Coordinador General del Programa
Nacional de Garantía de Calidad de la Atención Médica. El Marco aprobado por la Res-
olución n° 1328 del 01/09/2016 del Ministerio de Salud de la Nación y se encarga de
describir las características y alcances de las prestaciones de rehabilitación, terapéu-
tico-educativas, educativas y asistenciales para personas con discapacidad. Asimismo
marca la calidad en la organización y en el funcionamiento de los servicios, los recursos
humanos, la planta física y el equipamiento de las prestaciones que se incorporen al
Sistema de Prestaciones Básicas de Atención Integral a Favor de las Personas con Dis-
capacidad.
El objetivo fundamental de las prestaciones es brindar a quienes se encontraren en esas
condiciones, franquicias y estímulos que le permitan neutralizar la desventaja que la
discapacidad les provoca. Entre las prestaciones básicas, podemos mencionar de forma
ejemplificativa las siguientes: prestaciones preventivas de la madre y el niño desde la
concepción, con apoyo psicológico del grupo familiar; prestaciones asistenciales ter-
apéuticas, educativas, de rehabilitación por el tiempo y etapas que cada caso requiera,
de servicios específicos con concordancia con cada patología y cobertura de básicos
esenciales: alimentación, hábitat, etc.;
En el caso que nos involucra, es importante recalcar que La Obra Social del Poder Judi-
cial de la Nación se encuentra obligada a prestar cobertura integral a favor de los afilia-
dos con discapacidad en los términos de la ley 24.901 a pesar de no estar expresamente
incluida en ese régimen legal. Esto surge de lo establecido por la Corte Suprema en
“Segarra” (Fallos: 331:1449) y en “Martin” (Fallos: 327:2127), en donde se sostuvo que
es común a todas las prestadoras de servicio de salud la carga de adoptar las medidas
razonables a su alcance para lograr la realización plena de los derechos de las personas
con discapacidad. Este deber integra una política pública de nuestro país que tiende a
lograr la realización plena de los derechos de las personas con discapacidad. A su vez,
esta política surge del mandato convencional de garantizar el disfrute del más alto nivel
posible de salud (art. 12, Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Cul-
turales), entre otras obligaciones asumidas internacionalmente.
En definitiva, si bien la ley habla de la cobertura integral, en la práctica, determinar el
alcance de las prestaciones a brindar por las distintas entidades, se hace en cada caso
concreto en base al parámetro axiológico de la racionalidad.
La importancia del fallo analizado radica en que la CSJN sostiene que aquellas presta-
ciones reclamadas que no fueron íntegramente cubiertas por la Obra Social del Pod-
er Judicial, no implican en este caso, una desnaturalización del derecho a la salud del
menor accionante, atento a que los derechos constitucionales no son absolutos, sino
que se gozan con arreglo a las normas que reglamentan su ejercicio. Justamente el
límite de la reglamentación es que el derecho regulado no sea sustancialmente alterado,
lo cual no ocurre aquí.
El actor no logra demostrar tres cuestiones: que los límites y topes fijados por las reso-
luciones 428/1999 y 1126/2004 importan un menoscabo o desnaturalización de su dere-
cho a la salud, que las actualizaciones periódicas de las prestaciones son insuficientes
para afrontar sus necesidades, y que la cobertura parcial de cierta medicación –ajena
a la propia patología del reclamante- importa una afectación de tal magnitud que sea
preciso declarar inaplicables las normas aludidas.
Podemos ver claramente que se utiliza como parámetro de valoración, a la razonabili-
dad, proporcionalidad o congruencia, que indaga la relación entre los medios utilizados
y los resultados conseguidos, en base a un criterio mitad racional y mitad justo, pudi-
endo relacionarse con las más diversas modalidades del ejercicio de la función pública.
Por tal razón, dicha razonabilidad se convierte en el parámetro axiológico con el cual
se valorarán:
3 Corte Suprema de Justicia de la Nación, 09.06.09 “R., G.E. s/ amparo –apelación- reseñado en Diario Jurídico online Año 8 – N° 1676 del 20.07.09 pág.
5; Corte Suprema de Justicia de la Nación;“G, M. E. c/ Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados s/ amparo”, del 27/12/2011,
Fallos 334:1869).
En agosto del 2016, en la causa Vir c/ Obra Social del Poder Judicial de la Nación s/
Ordinario, el Procurador Fiscal Víctor Abramovich, subrogante ante la Corte Suprema
de Justicia de la Nación, entendió que “…es obligación de todas las prestadoras de salud
hacer su máximo esfuerzo por satisfacer el derecho a la salud de los niños con disca-
pacidad, por lo cual a la demandada no le resulta ajena la obligación de brindar una
cobertura integral de las prestaciones que sus afiliados requieren en virtud de su disca-
pacidad […]. Asimismo, esta obligación surge, tal como lo han entendido las instancias
anteriores, de la resolución OSPJN 1126/2004, mediante la cual la obra social se ha ob-
ligado a adecuar su cobertura al régimen que establece la ley 24.901”.
Con respecto a la razonabilidad del Nomenclador de Prestaciones Básicas, el represen-
tante del Ministerio Público Fiscal expresó que “…reglamentar los valores reembolsables
por las prestaciones de salud no es en sí irrazonable. Por el contrario, constituye un
medio adecuado para garantizar similares prestaciones a todos los afiliados que las
requieran y permite que las entidades del sistema de salud puedan prever los costos de
sus obligaciones…”. Sin embargo, aclaró que “…la limitación de cobertura no puede con-
ducir a que en una situación particular se desconozca o desvirtúe la finalidad protectoria
del régimen que reglamenta, sino que debe ser razonable, lo cual significa que debe
atender a los fines que contempla y no ser descalificable por razón de inequidad […].
Ello requiere, por lo tanto, un examen de razonabilidad circunstanciado que verifique
las consecuencias de la implementación del nomenclador, ponderando cuidadosamente
los extremos fácticos que caracterizan la controversia, como el tipo de prestaciones en
juego, sus costos efectivos, las sumas a cubrir por la obra social y la temporalidad de los
reembolsos, la situación del grupo familiar y de la persona interesada, y la continuidad y
regularidad de los tratamientos médicos involucrados, entre otras cuestiones relevant-
es.
Asimismo, corresponde tener en cuenta que las condiciones del niño con discapaci-
dad beneficiario de las prestaciones requieren de una especial atención al valorarse las
circunstancias particulares del caso. Por ello, la consideración primordial de su interés
debe orientar la decisión de los jueces…”.
En la causa que analizamos, la decisión final de la Corte Suprema de Justicia de la Na-
ción, no desnaturaliza el derecho del niño a obtener los tratamientos que requiere y, en
definitiva, no se vulnera su derecho a la salud.
VI. Conclusiones
La cobertura integral de las deficiencias que puede tener el niño debe alcanzar todas
las prestaciones médicas y de rehabilitación que fuera menester para su tratamiento
así como de los dispositivos de apoyo necesarios para su desarrollo autónomo e inte-
gración social y que los mismos.
La Corte Suprema de Justicia determina que el Estado Nacional siempre está obligado
a garantizar el derecho a la salud, principalmente cuando los demás actores del siste-
ma no pueden afrontarlos y en consonancia con la reforma de 1994 de la Constitución
Nacional, determina que la forma de hacerlo es a través de las “acciones positivas”,
imponiendo al Estado Nacional un rol activo (reclamando políticas concretas de acción
positiva) y no es de un mero espectador.
Por tal motivo remarcamos que el Estado nacional debe adoptar las medidas económi-
cas y técnicas pertinentes, para lograr en forma progresiva, la plena efectividad del
derecho mencionado. Cuestiones relacionadas con el presupuesto estatal no deben ser
excusas para la ausencia de cobertura de la discapacidad. La autoridad pública debe
emprender acciones positivas, especialmente en todo lo que atañe a promover y facili-
tar el acceso efectivo a los servicios médicos y de rehabilitación que requieran los infan-
tes, con particular énfasis en aquellos que presenten impedimentos físicos o mentales,
cuyo interés superior debe ser tutelado.
Por otra parte, si bien consideramos que el tema presupuestario no debe ser un obstácu-
lo para garantizar la salud, ello no debe significar que el Estado no soslaye el abuso que
pueden mediar por parte del ciudadano en el pedido de los tratamientos o prestaciones.
Por tal razón es fundamental utilizar a la razonabilidad como parámetro axiológico en
los reclamos judiciales vinculados a la salud. La proporcionalidad se desenvuelve siem-
pre en la relación medios fines; significando la adecuación de la actividad administrativa
al fin que determina el ordenamiento jurídico. Al respecto ha dicho nuestra Corte Supre-
ma que “...el Juez debe juzgar con equidad en los casos particulares sometidos a su de-
cisión y ello sólo se logra ejerciendo la virtud de prudencia animada con vivo espíritu de
justicia en la realización efectiva del derecho en las situaciones reales que se presenten”4
Con la razonabilidad se busca no afectar el principio de solidaridad, es decir que se in-
tenta equilibrar economía y medicina, ponderando los delicados intereses en juego del
derecho a la salud y a la vida de las personas, máxime cuando los operadores tienen a
su cargo una función social trascendental.
4 C.S.J.N., Fallos 305:1163 de fecha 01/01/1983 in re “Perez Carletti”, disidencia de los Dres. Adolfo R. Gabrielli y Abelardo F. Rossi.
BIBLIOGRÁFIA
JURISPRUDENCIA CONSULTADA