Contrato de Fianza
Contrato de Fianza
Contrato de Fianza
Definición:
“Aquel contrato por cuya virtud una persona (denominada fiador) se obliga
frente al acreedor de una determinada obligación para garantizar el cumplimiento
de la misma para el caso de que este no se reintegra del deudor principal.”
“Por el contrato de fianza una persona se compromete a responder por las
obligaciones de otra. El fiador puede estipular con el deudor una remuneración
por el servido que le presta.” Artículo. 2100 código Civil.
Naturaleza Jurídica: Radica en su naturaleza subsidiaria, pues, la obligación del
fiador garantiza que la obligación principal pueda ser exigible al fiador.
Clasificación:
- Por la causa a que debe su origen:
o Legal.
o Judicial.
- Por la razón de la obligación garantizada:
o Simple o normal: garantiza una deuda principal.
o Doble o sub-fianza: garantiza una fianza anterior.
- Por su extensión:
o Limitada: Aquella en la cual la obligación del fiador se limita a la principal,
pero no a las accesorias.
o Ilimitada: el fiador responde de la obligación principal y de las accesorias.
- Por el derecho que regula
o Civil.
o Mercantil.
o Administrativa.
Modalidades de la fianza.
Civil
Será fianza civil, aquella que no es emitida por una compañía afianzadora, sino
por una persona individual o por una sociedad civil, en forma no lucrativa e
impulsada por un deber de solidaridad, social o de colaboración con el deudor o
acreedor.
Mercantil
Será fianza mercantil aquella en que el fiador es una afianzadora autorizada de
conformidad con la ley (art. 1024 código de comercio) o, en otras palabras, una
entidad comercial que habitualmente, en forma profesional, en nombre propio y
con fines de lucro se dedica a servir de fiadora. La fianza mercantil normalmente
se representa por una “póliza” y es respaldada por una solicitud formulada por el
deudor o el acreedor de la obligación principal.
Convencional Es fianza convencional la que nace de un contrato y se rige
exclusivamente por las normas del Código Civil. A diferencia de las fianzas
judiciales o legales, antes de celebrar el contrato de fianza no existía obligación
alguna de otorgar esa garantía y las partes son libres de celebrar o no el contrato.
Según Manuel Osorio en su Diccionario de Ciencias jurídicas Políticas y Sociales
“la fianza puede ser convencional pues como se dice en algún concepto legal,
habrá contrato de fianza cuando una de las partes se hubiere obligado
accesoriamente por un tercero, y el acreedor de ese tercero aceptase su
obligación”.
Judicial y legal
La fianza puede ser legal o judicial según que sea impuesta por la ley o por los
jueces. Aunque estas fianzas se constituyen también por contrato, para cumplir
con una exigencia legal o preexistente su régimen es normalmente el mismo que
el de las fianzas convencionales, salvo disposiciones especiales. La constitución
de este tipo de fianzas es condición para que se den determinadas situaciones o
medidas. Se caracterizan, también estos tipos de fianzas, en que la aceptación de
las mismas corresponde al juez, ya que en el momento de la constitución no hay
un verdadero acreedor. Como ejemplo de fianzas legales tenemos las que se
constituyan para los efectos de los siguientes artículos del código civil:
i. La que deben prestar los parientes que solicitan la administración de bienes del
ausente. (art. 57 c.c.)
ii. Garantía de la obligación de alimentos, que debe prestar la persona que
pretende contraer matrimonio y que tiene hijos de un matrimonio anterior. (art. 95
c.c.)
iii. Garantía que debe prestarse para el cumplimiento de los puntos del convenio
en el divorcio de común acuerdo. (art. 163 c.c.)
iv. Garantía que debe prestar el que ejerce la patria potestad de un menor, cuando
contrae un Nuevo matrimonio o es declarado en quiebra. (art. 270 c.c.)
v. Garantía que debe prestar el obligado a dar alimentos que ha tenido que ser
demandado. (art. 292 c.c.)
vi. Garantía que debe prestar el tutor y el protutor (art. 325 c.c)
vii. En lo referente a la fianza que debe prestar el usufructuario (art. 721 c.c.)
viii. Garantía a prestarse por el titular de un derecho de uso (art. 749 c.c.)
Ejemplos de fianzas judiciales:
ix. Garantía que debe prestar la persona arraigada que desea ausentarse del lugar
en el que se sigue el proceso. (art. 524 cpcym)
x. Garantías a constituirse por quien solicita una providencia precautoria (art. 531
cpcym)
xi. Contragarantía que presta el demandado para levantar las medidas
precautorias (art. 532 y 533 cpcym)
Consecuencias jurídicas:
a. El fiador solo contrae una mera obligación sin que con ocasión de la
fianza se produzca alguna de su patrimonio, por lo que se diferencia
substancialmente de los contratos que implican una garantía real.
b. El fiador se obliga frente al fiador de una determinada, entre ambos
exclusivamente se perfecciona el contrato de fianza, aun cuando en eficacia
jurídica o proyecto sobre otras personas singularmente el deudor principal,
c. El fiador se obliga a garantizar el cumplimiento de la obligación principal,
no asegurado que el deudor cumplirá ni que el ampliaría en su lugar, sino tan solo
que el acreedor quedará reintegrado de su crédito.
Características:
Consensual. El contrato nace del consentimiento de las partes, sin que se
requiera la entrega de cosa alguna: pero no basta que el fiador exprese su
voluntad de asumir la obligación para que exista el contrato, sino que, para su
validez, se requiere que conste por escrito (art. 1577, 2100 y 2101 c.c.)
Gratuito / Oneroso. El fiador puede estipular con el deudor una remuneración por
el servicio que presta. (art. 2100 c.c.). La norma transcrita nos da entender que la
fianza es normalmente gratuita, aunque mediante convenio, se puede establecer
una remuneración a favor del fiador, lo cual no convierte al contrato en oneroso,
pues no encaja dentro de la definición de oneroso contenida en el artículo 1590
del código civil.
Unilateral o bilateral. Santos Briz afirma que la fianza es en esencia un contrato
unilateral, en cuanto crea una obligación únicamente para el fiador, pero también
puede ser bilateral si lleva consigo una contraprestación del acreedor. La
unilateralidad del contrato de fianza es evidente si se tiene en cuenta que
normalmente, de él nacen únicamente obligaciones a cargo del fiador, salvo que
por parte del acreedor se asumieren ante el fiador obligaciones recíprocas.
Accesorio. Su objeto es el cumplimiento de otra obligación. (art. 1589 c.c.). El
contrato accesorio de fianza no puede existir sin un contrato principal preexistente.
La accesoriedad del contrato de fianza es indiscutible y aceptada por toda la
doctrina la que reconoce que, sin una obligación principal, válida y preexistente
entre el acreedor y el deudor principal, cuyo cumplimiento garantiza el fiador, no
puede haber fianza.
Subsidiario. Consiste en que solo puede hacerse efectiva cuando el deudor de la
obligación principal ha incumplido y su acreedor no ha podido hacer efectiva la
obligación con el patrimonio del deudor, sea porque éste fuere insuficiente, o
porque el deudor principal era insolvente en cuyo caso el fiador responderá por la
totalidad de la deuda.
Abstracto. La fianza es un contrato abstracto y autónomo del existente entre el
fiador y el deudor principal, pero dominado por un objetivo contractual conocible
manifiestamente para el acreedor y que puede integrarse como contenido del
negocio de fianza.
Personal. Pues constituye una garantía de cumplimiento de obligación principal
que otorga el fiador a favor del acreedor.
Elementos:
Personales: Acreedor: Que es la persona a quien se le debe una prestación;
Deudor Principal: es la persona con quien se ha determinado o contraído una
deuda cierta y exigible en primer término. Fiador: Es la persona que se
compromete a responder de las obligaciones de otro.
(En el contrato de fianza interviene acreedor, fiador y deudor principal; pero
pueden intervenir solo el acreedor y el deudor ya que es propiamente entre ellos
que se celebra este contrato. Esto ocurrirá cuando se presta la fianza a título
gratuito.)
Fiador.
Persona que fía a otra para la seguridad de aquello a que está obligada. El fiador
necesariamente debe tener la capacidad necesaria para obligarse, ya que nunca
adquiere por ello derechos, solamente obligaciones.
El fiador debe ser persona solvente, pues si deviniere insolvente, puede el
acreedor exigir al deudor otro fiador abonado. (art. 2112 c.c.).
Nuestro código civil es claro en el sentido de que los padres y los tutores no
pueden otorgar fianza en representación de los pupilos. (art. 265 y 332 inc. 1).
El mandatario necesita de facultad o cláusula especial para poder constituir
fianzas a cargo de su mandante. (art 1692 c.c.).
Con respecto a los cónyuges nada impide que uno de ellos afiance obligaciones
del otro, pues como antes se ha señalado, se crea una nueva relación fiador-
acreedor que no interfiere con las relaciones matrimoniales.
Acreedor y deudor.
El código civil no define, ni requiere cualidades especiales en relación a las otras
dos personas que pueden intervenir en el contrato, por lo que nos limitamos a
exponer que el acreedor puede ser menor o incapaz y que sus representantes
legales pueden aceptar la constitución de fianzas a favor de ellos sin necesidad de
autorización judicial. Debe tenerse presente que aún sin haber sido parte el
deudor en el contrato de fianza, tiene el fiador determinado derechos que puede
hacer valer en contra del mismo deudor principal: la acción personal o de
reembolso y la de subrogación, en caso de que el mismo fiador haya efectuado el
pago de la deuda principal. Las responsabilidades y obligaciones del deudor hacia
el fiador, no nacen de un contrato entre ellos, sino de la ley (art. 2114 c.c.).
Reales: Es el objeto del contrato de fianza, que tiene por fin garantizar al acreedor
la satisfacción de su crédito, cumpliendo el fiador en última instancia el contenido
económico de la prestación a que se había obligado el deudor principal.
(Aceptada por el acreedor la persona del fiador, es preciso después determinar
como elemento real, el objeto del contrato de fianza. Este tiene por fin garantizar
al acreedor la satisfacción de su crédito, cumpliendo el fiador en última instancia y
el contenido económico de la prestación a que se había obligado el deudor
principal.)
1. Obligaciones que pueden ser garantizadas con fianza.
- Es esencial para la existencia de la fianza, que la obligación a garantizarse sea
válida (art. 2104 c.c.). Por ello como la fianza constituida para garantizar una
obligación anulable, es válida y surte todos sus efectos, hasta el momento que se
declara su nulidad (art. 1309 c.c.); pero al declararse la nulidad de la obligación se
extinguirá automáticamente la fianza.
- Pueden ser garantizadas con fianza, toda clase de obligaciones, cualquiera que
sea su contenido y fuente, aunque lo normal es que la fianza garantice el pago de
una suma de dinero. La obligación puede ser determinada o determinable, líquida
o liquidable, inmediatamente exigible, a plazo o condicional.
2. Amplitud de la Garantía.
El contenido de la fianza no puede exceder de la obligación principal, incluyendo
sus accesorios (intereses, daños y perjuicios, costas) y que el fiador puede
obligarse a menos, pero nunca a más que el deudor principal, tanto en la cantidad,
como en la onerosidad de las condiciones, aunque ello no impide que el fiador
pueda constituir garantías reales en cuyo caso su responsabilidad queda limitada
a éstas (art. 2102 c.c.).
Si el fiador se hubiere obligado a más que la obligación principal, o en forma más
onerosa que ésta, por disposición legal se reducirá su obligación en cuanto al
exceso.
División y Subrogación:
División.
Si hubiere dos o más fiadores simples (no obligados en forma solidaria), su
responsabilidad y garantía por la obligación principal se entenderá dividida entre
ellos en la misma forma como lo son las obligaciones simplemente
mancomunadas (art. 1348 c.c.) y en caso el acreedor se dirigiere contra alguno de
los codeudores, para exigirle el pago de la obligación, éste puede plantear la
excepción de “división” y en esa forma, obligarle a reducir su reclamo a la parte a
que a dicho codeudor le corresponde.
Al igual que el beneficio de excusión el de división no funciona de pleno derecho y
debe plantearse como excepción “previa”, en la misma forma que aquel.
Subrogación.
El artículo 1453 del Código Civil establece que “la subrogación tiene lugar cuando
el acreedor substituye en el tercero que paga, todos los derechos, acciones y
garantías de la obligación.
En el caso de la fianza la subrogación tiene lugar por ministerio de la ley de
conformidad con el artículo 1455 inciso 2, pues el fiador tiene interés jurídico en el
cumplimiento de la obligación. Por ello, no es necesario formalizar
documentalmente la subrogación y el fiador se legitima por el solo hecho de haber
pagado y adquiere todos los derechos, privilegios y garantías que establecía la
obligación original, a favor del acreedor.
Por otra parte, si la obligación estaba garantizada por varios fiadores (cofiadores),
el artículo 2115 del código civil dice que el fiador que satisfaga la deuda tiene
derecho para cobrarla de los demás cofiadores, rebajada la parte que a prorrata le
corresponde.
Finalmente, el artículo 2116 del código civil trata del caso del fiador que paga una
obligación a cargo de varios deudores obligados solidariamente, disponiendo que
el fiador puede repetir por el total en contra de todos o cualquiera de ellos.