FINDING YOUR ELEMENT (Encontrar Su Elemento)
FINDING YOUR ELEMENT (Encontrar Su Elemento)
FINDING YOUR ELEMENT (Encontrar Su Elemento)
KEN
ROBINSON
Resumen: Algunas personas han logrado un cierto equilibrio en sus vidas, tanto a
nivel personal como profesional, y sienten que no les queda nada pendiente. Se
levantan cada mañana, van a trabajar, cumplen con sus obligaciones familiares y
cuando su empresa se lo permite disfrutan de sus vacaciones en algún lugar
turístico. Su vida no es lo que podríamos definir como “apasionante” pero se
sienten cómodos y no necesitan perseguir nada más.
Sin embargo, existen también personas que a pesar de tener una vida “cómoda”,
sienten que todavía les falta algo. Yo lo expreso habitualmente como “un vacío” o
“desarraigo”.
Bien, si eres una de estas personas te recomiendo efusivamente que leas este
libro. Sin duda, te ayudará a entender qué es lo que te está pasando y cómo darle
una salida a todas estas emociones y sensaciones que te pueden hacer sentir
muy incomprendido en un mundo tan estandarizado y vacío de significado. Quién
sabe, podría ser el primer paso hacia una vida llena de pasión y sentido
1. El Elemento
Al inicio del libro el autor narra cómo tres personajes famosos alcanzaron el éxito
profesional, tras descubrir su “Elemento”. Tal es el caso de Matt Groening, creador
de la serie Los Simpsons, que decidió no seguir los consejos de aquellos que le
decían que tenía que dedicarse a una carrera «de verdad», en lugar de pasarse el
día dibujando e inventarse historias cómicas para divertirse.
Damos por sentado que nos conocemos. Y también damos por sentado que la
Inteligencia, en su sentido más amplio, se corresponde con la capacidad que
tenemos para resolver cuestiones matemáticas y utilizar adecuadamente palabras
para comunicarnos.
Es por ello que, para buscar tu Elemento, no debes centrarte solamente en lo que
das por supuesto acerca de cuáles pueden ser tus habilidades o talentos. Existen
tantos talentos y habilidades como personas, y el hecho de no encontrar las tuyas
en una lista o a través de un test, no significa que no las tengas. En general, lo
que suele ocurrir, es que no las encuentras porque las das por hecho. Dado que
ya forman parte de ti y de tu día a día, no les prestas atención, te pasan
desapercibidas, como el agua para un pez.
La imaginación es una de esas cualidades que solemos dar por supuesta (como
vimos en el capítulo anterior), y es el punto de partida de la mayoría de los actos
de creación, ya que la creación no es más que la aplicación práctica e inteligente
de aquello que hemos imaginado previamente, a través de un medio (se puede ser
creativo en la música, en la danza, en el teatro, en las matemáticas, en los
negocios, en nuestras relaciones). Al igual que vimos que la inteligencia es
totalmente heterogénea y su estructura depende de cada persona, con la
creatividad pasa exactamente lo mismo.
Cuando uno ha encontrado ese medio a través del cual expresar su inteligencia y
su creatividad se puede decir que se encuentra en su Elemento.
4. En la Zona
¡Pero ojo! dedicarte a lo que realmente amas, no significa que vayas a estar
siempre en la zona. Siempre existen tareas relacionadas con lo que haces, a
través de la cuales no fluyes, o simplemente puede ser que “hoy no sea un buen
día”. La célebre deportista Monica Seles dice: «Cuando juego mi mejor tenis me
siento en la zona. — Pero apunta —: En cuanto piensas que estás en la zona,
sales de ella».
Así como las actividades que no te gusta hacer, te hacen sentirte “pesado” y te
dejan sin fuerzas. Aquellas que te encanta hacer, lejos de quitarte energía, te la
dan. Esto suele ser un claro indicativo de que estás en la zona y por tanto dentro
de tu Elemento.
Por eso es vital que todos encontremos nuestro Elemento. Y no hay una fórmula
fija para encontrarlo, ya que existen tantas posibilidades de estar en la zona como
personas existen en el planeta. Se trata de algo muy personal, y una de las
maneras de acercarse a él es plantearse las siguientes preguntas:
¿En qué tipo de tareas sueles involucrarte sin necesidad de hacerlo, es decir, por
puro placer?
¿Cuáles son tus áreas de interés, las que absorben tu tiempo sin darte cuenta?
5. Encontrar tu Tribu
En segundo lugar, al “campo”, que hace referencia a las demás personas que se
dedican al cada dominio.
Por ejemplo, en el caso de la famosa actriz Meg Ryan, el dominio a través del cual
reconoció su Elemento fue la interpretación, y el campo eran los otros actores con
los que trabajaba, éstos amaban el oficio tanto como ella y sustentaron su
creatividad.
Una tribu puede estar compuesta por colaboradores o competidores, lo importante
es que entre ellos puedes compartir libremente tus opiniones, sientes con ellos un
compromiso común y una conexión por aquello que amáis hacer.
Encontrar tu tribu te demuestra que no estás solo, que hay otros que pueden
entender tu pasión (dejas de sentirte tan incomprendido) y con ello consigues
ratificación además de interacción. También proporciona inspiración y provocación
para seguir avanzado y expandiendo tus propios logros (en todo grupo entusiasta,
cada persona anima a las demás, comparte opiniones, se crean sinergias,
colaboraciones, etc).
Nivel Personal
Ser fiel a uno mismo, supone tener una fuerte determinación. Por eso la actitud
tiene mucha importancia a la hora de buscar el Elemento. Lo que ocurre
normalmente es que la mayoría de la gente no suele afrontar sus propios miedos
ni tampoco su falta de autoconfianza. El miedo suele ser el obstáculo más común
para encontrar el Elemento. ¿Cuántas veces te has dejado de hacer algo que
realmente te apetecía por miedo? La actitud es: aunque tengas miedo, actúa
igualmente.
Nivel Social
Además de nuestros propios miedos, está también el miedo al qué dirán (o qué
pensarán de mi los otros). La desaprobación de los demás nos da un miedo
tremendo, sobre todo si hablamos de nuestros seres queridos. Tu pareja padre,
madre, hijos, o amigos, seguramente “tienen la certeza de saber qué es lo mejor
para ti” y por tanto pueden ser un gran obstáculo añadido a tu encuentro con tu
Elemento. Un ejemplo notable es el de Paulo Coelho:
Cuando era adolescente les confesó a sus padres que quería ser escritor, sin
embargo, éstos tenían la firme idea de que debía dedicarse a la abogacía para
tener una carrera de éxito. Así que le internaron tres veces en un hospital
psiquiátrico “por su bien” para que le quitaran esas absurdas ideas de la cabeza.
Aun así, Paulo Coelho encontró su Elemento, fue fiel a sí mismo a pesar de la
oposición de su familia y se dedicó a la escritura. Hoy en día su novela El
Alquimista convirtió en éxito de ventas con más de 40 millones de ejemplares
vendidos en todo el mundo.
Ken Robinson nos advierte que al leer su libro es posible que caigamos en el:”
bueno, bueno, para encontrar tu Elemento tal y como lo hicieron Meg Ryan o
Paulo Coelho, se necesita tener mucha suerte”. Pero Ken nos recuerda que la
suerte es más bien una cuestión de actitud ante la vida. A todos nosotros nos
suceden cosas buenas o malas un día tras otro, la cuestión no es esa, sino qué
hacemos cada uno de nosotros con las cosas que nos pasan, esto es lo que
marca la diferencia.
Las personas que han encontrado su Elemento, son personas que saben que la
pasión y la actitud antes los acontecimientos y antes si mismos son imprescindible
en sus vidas.