Artritis Reumatoide Trabajo 1 en Equipo
Artritis Reumatoide Trabajo 1 en Equipo
Artritis Reumatoide Trabajo 1 en Equipo
Ignacio Chávez”
Reumatología
Sección 14
ATRITIS
REUMATOIDE
Equipo #
Beltrán Robledo Martín
Garduño Martínez Edgar Leonardo
González Silva Uzziel Benjamín
Martínez Arciga Juan Manuel
Mendoza Manríquez José Luis
Rivera Gómez Raúl Emanuel
DEFINICION
Artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune sistemática crónica
caracterizada por:
Síndrome constitucional en forma de astenia, inapetitencia, discreta pérdida de
peso y febrícula.
Síndrome articular, habitualmente en forma de poli-artritis crónica simétrica y
aditiva, de las pequeñas articulaciones de las manos y de los pies.
Síndrome extra articular.
Etiología.
Su causa aun es desconocida, sin embargo, se ha observado que en la mayoría
de casos se relaciona con una predisposición genética del alelo HLA DR4, y los
alelos relacionados del complejo de histocompatibilidad clase II. (7, 8, 10, 11) Sin
embargo, los factores de riesgo genético no explican en su totalidad la aparición
de esta patología, por lo que se han postulado teorías que sugieren que además
de la predisposición genética, puede haber influencia de factores ambientales
como agentes infecciosos, entre estos: virus Epstein-Barr (EBV), retrovirus,
parvovirus B19, virus de la hepatitis C, Mycobacterium tuberculosis y el
micoplasma proteus; desencadenan la manifestación de la enfermedad inician una
reacción inmunológica en un individuo genéticamente predispuesto.
Existe una susceptibilidad genética a presentar la enfermedad objetivada por la
tendencia a la agregación familiar, la elevada concordancia para la AR de gemelos
monocigóticos y la presencia de los distintos subtipos del antígeno de
histocompatibilidad HLA-DR4, que contienen una secuencia de aminoácidos
idénticos para todos ellos. Esta secuencia o epítopo compartido sería la
responsable de la susceptibilidad del huésped a presentar la enfermedad.
Se ha descubierto que la susceptibilidad para presentar la enfermedad se localiza
en el brazo largo del cromosoma 2. Se desconocen las causas por las cuales la
activación de los fibroblastos, macrófagos y linfocitos T CD4+ presentes en la
membrana sinovial producen citosinas pro inflamatorias, especialmente factor de
necrosis tumoral alfa (TNFalfa) e interleucinas (1, 6, 15 y 18) que desempeñan un
papel decisivo en la aparición de la sinovitis. Estas citosinas son responsables de
controlar la secreción de múltiples citosinas pro inflamatorias de inducir la síntesis
y secreción de mediadores inflamatorios como el metal proteasas, prostaglandinas
y óxido nítrico y de conducir a la destrucción del cartílago articular.
EPIDEMIOLOGÍA
Según la OMS el 20% de la población mundial padece algún tipo de enfermedad
reumática. Este es el segundo motivo de asentamiento laboral y representa el 35%
de las causas de invalidez total o parcial de la población adulta del occidente.
Se calcula que aproximadamente el 10% de la población tiene alguna enfermedad
reumática crónica (12 millones de mexicanos).
Estas enfermedades ocupan uno de los primeros lugares en los motivos de
invalidez total en países como Estados Unidos, Canadá y México.
Afecta al 0.5 al 2% de la población mundial (AR).
La prevalencia en México es de 0.3% (AR).
Estudios familiares han demostrado una predisposición genética.
Los familiares de pacientes con AR tienen un riesgo de 5-10 veces más de
padecerla que la población general.
La artritis reumatoide predomina en mujeres una relación de 3-4:1 por cada
hombre. Todas las enfermedades reumáticas especialmente las de mayor
prevalencia afectan en mayor medida a las mujeres que a los hombres.
Más frecuente entre los 25 y 45 años.
Puede iniciar en la infancia o en la tercera edad.
Existe una correlación inversa entre el consumo de alcohol y el riesgo de
presentar AR y una correlación directa entre el tabaquismo y el riesgo de
presentar AR (especialmente si se es hombre fumador con factor reumatoide
positivo).
La temporada más frecuente de inicio es el invierno.
PATOGENIA
La patogenia de esta enfermedad es multifactorial (fenómenos autoinmunes,
genéticos y ambientales).
Genéticos: guarda relación con el antígeno de histocompatibilidad DR4 (HLA-
DR4) especialmente con el epítopo DRB01*04.
CUADRO CLINICO
Sintomatología articular
Como ya se ha dicho, la AR es una poli artritis que suele afectar a las
extremidades superiores, produciendo una artritis simétrica del carpo y de las
articulaciones interfalángicas proximales. Ello no excluye otras localizaciones, de
modo que puede estar afectada cualquier articulación diartrodial. Suelen aparecer
dolor y rigidez matutina (siendo éste un dato muy típico cuando se prolonga por
más de 10 minutos y aparece tras el reposo prolongado o tras el descanso
nocturno), tumefacción y sensibilidad anormal de las articulaciones enfermas. En
ocasiones podemos observar un derrame sinovial fusiforme, lo que le confiere a la
articulación un aspecto «en huso» muy característico. Hallaremos también signos
inflamatorios como enrojecimiento y aumento del calor local, característico de una
artritis (las artritis se «tocan» no se ven) debido bien al derrame o bien a la
existencia de hipertrofia sinovial ya establecida («sinovitis fría» en este último caso
en el que puede faltar la elevación de la temperatura). En la mano pueden quedar
afectadas todas las articulaciones existentes, aunque es característica la
afectación del metacarpo falángicas y de las interfalángicas proximales. Ello puede
suponer, en el avance de la enfermedad, la aparición posterior de subluxaciones,
desviaciones cubitales de los dedos, facilitados por la debilidad y la atrofia de los
músculos intrínsecos de la mano e incluso por roturas tendinosas. También es
posible el desarrollo de una deformidad en boutonnière, con luxación dorsal de la
articulación, o una deformidad «en cuello de cisne», con flexión de las
interfalángicas distales e hiperextensión de las proximales, o bien la deformidad
del primer dedo, en «Z», con aducción excesiva del primer metacarpiano, flexión
del metacarpo falángica e hiperextensión de la interfalángica. No suele existir
afectación interfalángica distal ni nódulos de Heberden (nódulos que aparecen en
las caras laterales de los dedos, en las articulaciones interfalángicas distales, en el
caso de existencia de artrosis). Cuando aparecen nódulos en las interfalángicas
proximales, en el caso de que sea una artrosis, éstos son duros (nódulos de
Bouchard). Los nódulos de la AR suponen una tumefacción más blanda y más
fluctuante. De cualquier modo, siendo la artrosis extremadamente frecuente, no es
raro la coexistencia de ambas.
Sintomatología extra-articular
Siendo la AR una enfermedad sistémica, en su evolución puede verse implicado la
casi totalidad del organismo, además de las alteraciones articulares. Entre las no
articulares, es posible encontrar una afectación inespecífica del estado general,
que cursa con febrícula, malestar general, pérdida de peso moderada, así como
una mayor frecuencia de infecciones.
Los nódulos reumatoides aparecen hasta en el 30% de los casos, y suelen
desarrollarse en zonas de presión, es decir, en sacro, antebrazo y en el codo,
sobre el olecranon; aunque también es frecuente observarlos en el tobillo o en el
espesor de tendones, (tendón de Aquiles) y en las vainas de los flexores,
pudiendo originar como ya hemos mencionado un «dedo en resorte», o incluso
sobre prominencias óseas.
Dentro de las manifestaciones cardíacas, la más frecuente es la presentación de
una pericarditis, que en ocasiones puede manifestarse como taponamiento
cardíaco (afortunadamente de no muy frecuente presentación), o como una
pericarditis constrictiva, obligando en este caso a la apertura de una ventana
pericárdica. Es rara, pero puede aparecer, una endocarditis que suele afectar a la
válvula aórtica, haciéndola insuficiente más que estenótica. Cuando aparece
afectación miocárdica debemos pensar en la aparición de una de las
complicaciones de la AR, que es el depósito de amiloide.
La vasculitis suele aparecer en AR muy pasadas, de muchos años de evolución e
indica enfermedad grave. Su espectro clínico es muy extenso, desde pequeños
infartos en los dedos, hasta vasculitis sistémicas o incluso áreas de gangrena.
La afectación pulmonar más frecuente es la aparición de derrame pleural, cuyo
análisis demuestra una disminución de las diversas fracciones del complemento,
una elevación de la LDH, disminución de la glucosa y niveles de factor reumatoide
superiores que en suero. En ocasiones aparecen nódulos reumatoideos
pulmonares que se pueden sobre infectar e incluso cavitar. Se han descrito como
síndrome de Caplan a la existencia de nódulos reumatoides en parénquima
pulmonar, asociándose neumoconiosis y AR.
Afectación Cardiaca
La afectación cardiaca más frecuente en la AR es la pericarditis, suele presentarse
durante las exacerbaciones articulares en pacientes con FR positivo, suele ser
asintomática o descubrirse por evidencia de roce pericárdico o un
ecocardiograma.
Esta técnica permite detectar hasta el 50% de los casos, este porcentaje aumenta
tras la autopsia, el derrame pericárdico es un exudado y suele coexistir con un
derrame pleural.
La afectación cardiaca por miocarditis, amiloidosis o inducida por cloroquina o
hidroxicloroquina también se ha descrito.
Los nódulos reumatoideos también pueden ser encontrados en los estudios
autopsicos, y se han encontrado en el miocardio, en las válvulas cardiacas,
especialmente en las válvulas aorticas y mitral, dando lugar a una insuficiencia
valvular.
El aumento de mortalidad por afecciones cardiacas relacionadas con AR es
consecuencia de la arterosclerosis acelerada, relacionada con la lesión de la
pared endotelial a causa de la inflamación crónica. La inflamación en la AR se ha
comparado con la de la arterosclerosis: activación de monocitos linfocitos B y T,
células endoteliales y aumento de la producción de la proteína C reactiva (PCR).
Síndrome de Felty
En 1924, Felty describió la asociación de AR seropositiva con esplenomegalia y
granulocitopenia inferior a los 2000/ml, aunque es necesaria la triada completa
para su diagnóstico, puede que solo se presenten dos.
Sus manifestaciones clínicas son:
Clínicas
Nódulos reumatoides (70%)
Notable e inexplicable pérdida de peso (60%)
Infecciones habitualmente cutáneas y de vías urinarias por estafilococos,
estreptococos o gramnegativos (60%)
Síndrome de Sjögren (50%)
Adenopatías (35%)
Vasculitis (30%)
Úlceras cutáneas en las piernas (25%)
Hepatopatía: hiperplasia nodular regenerativa (25%)
Neuropatías (20%)
Serositis: pleuritis (20%)
Pigmentación parda en las regiones pre-tibiales (17%)
Epiescleritis (12%)
Síndrome de Raynaud (10%)
Biológicas
VSG elevada
Anemia leve o moderada normo-citica, normo-crómica con reticulocitosis
Granulocitopenia absoluta y relativa inferior a 2.000/ml
Plaquetopenia que raramente produce púrpura (38%)
Factor reumatoide positivo (98%)
Anticuerpos antinucleares positivos (60%)
Estudios de laboratorio
Reactantes de Fase Aguda
La VSG y PCR son las dos pruebas que dan el seguimiento biológico de la
enfermedad porque se encuentran aceleradas en la fase de actividad de la
enfermedad, estas constituyen una vía para ver si el tratamiento está actuando de
forma adecuada o no, en los casos comunes.
En la actualidad se ha demostrado que un poco más del 30% de las personas con
este padecimiento tienen VSG Y PCR normales en fases iniciales de la
enfermedad.
Alteraciones Hematológicas
Uno de los padecimientos hematológicos es la anemia normo citica debido a la
inflamación crónica causada por la AR, la cual se presenta en el 30% de los
pacientes y se hace un indicativo de la actividad de la enfermedad, la cual no
presenta signos ni molestos y es causada por el secuestro de hierro en el sistema
retículo-histiocitario.
Esta no suele responder a la administración de hierro vía oral y cursa con
sideremia y transferrinas bajas como ya se había mencionado este es un
indicativo de la actividad de la enfermedad así que cuando la enfermedad
disminuye esta actividad este padecimiento se corrige gradualmente.
Una de las manifestaciones que también se pueden ver la leucocitosis por
presencia de vasculitis si así fuese el caso, también puede estar presente una
eosinofilia en presencia de alteraciones sistémicas producidas debido a la
enfermedad.
Factor Reumatoide
El FR suele estar presente en el 75% de los casos, siendo presente desde el
comienzo en solo el 50 % de los mismos, pudiendo presentarse en la otra mitad
de los casos en el 2do y 3 años de evolución, pero cabe señalar que no es
patognomónico.
Sino que un título elevado se relaciona con la presencia de manifestaciones extra
articulares de la enfermedad.
Anticuerpos Anti-péptidos Citrulinados Cíclicos anti-PCC
La especificidad de los anti-PCC es del 97% lo que hace su presencia positiva una
predisponencia a padecer la AR en 87% y si este se relaciona con un PCR y FR
positivo se puede establecer el comienzo de la enfermedad hasta 2 años antes de
presentarla.
Anticuerpos Antinucleares
Solo se detectan en un 12% de los pacientes y solo en aquellos que presentan el
síndrome de Sjögren secundario.
Líquido Sinovial
En los casos establecido este es relativo. Solo para presentar las características
de los líquidos inflamatorios sus características: viscosidad, turbidez, viscosidad
disminuida, y la celularidad que oscila entre 5,000 y 50,000leucocitos
poliformonucleares.
ESTUDIOS DE GABINETE
Imagen
No existe una lesión radiológica especifica que condicione la enfermedad, pero si
múltiples que en conjunto ayudan a el diagnóstico de la AR tomando en cuenta la
localización y evolución de estas lesiones.
Claro tendremos que tomar en cuenta que las imágenes radiológicas solo dan un
boceto caricaturesco de las lesiones articulares por lo cual hay que tener amplio
conocimiento de la patología para un correcto diagnóstico.
Una de las lesiones más frecuentes de la AR es la sinovitis, cualquier fuese el
área donde se encuentre puede ser en articulaciones, bolsas serosas o vainas
tendinosas. El edema se puede observar por uno aumento de calor en el área
afectada esto acompañado de tumefacción todo esto sumamente relacionado con
un engrosamiento de las partes blandas y osteoporosis del hueso subyacente.
Frecuentemente se acompaña de un aumento del espacio articular en presencia
de derrame articular.
Ya con la inflamación aumentada se forma el PANNUS articular el cual erosiona el
cartílago en la superficie para posteriormente penetrar por la zona de unión
cartílago-sinovial y se esparce en el hueso. Todo esto acarrea la presencia de
nuevas manifestaciones lo cual tiene como objetivo después la presencia del
pinzamiento de la interlinea articular, la erosión y la aparición de quistes óseos y la
perdida de la articulación. No hay articulación que se libre de la AR, pero la
interpretación radiológica de pende de factores como lo son el volumen óseo y el
tiempo de evolución de la enfermedad.
Una de las articulaciones más afectadas por la AR son las articulaciones
pequeñas y en especial por el poco volumen óseo que existe eso hace que las
manifestaciones radiológicas sean más pronto visibles. El 80% de los casos las
manifestaciones RD se presentan hasta el año de evolución en la AR no tratada.
MUÑECA
Las lesiones aparecen en la estiloides cubital, las lesiones en la estiloides radial
son poco frecuentes debido a su mayor volumen óseo, a demás puede aparecer
erosión en el escafoides, cubital, semilunar, y en la articulación trapecio-
metacarpiana, y un estrechamiento en la articulación radiocarpiana.
Las deformaciones más comunes son la subluxación radio cubital y la anquilosis
del carpo.
Claro existen más manifestaciones en las demás articulaciones más importantes
como son las de la mano, ante pie, rodilla, retropié, cadera, codo, hombro,
columna cervical pero estas casi siempre son las más afectadas por su bajo
volumen óseo a comparación de las demás articulaciones del cuerpo, pero a
conforme avance las enfermedades se seguirán por las demás articulaciones.
BIBLIOGRAFIAS
Juan Carlos Duro Pujol (2010), Reumatología Clínica, Elsevier España, S.L. Pg.
117-157.