Civil Sentencia 4
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JURISPRUDENCIA
Es parte recurrida Carlos Miguel y Ramona que está representado por el/la Procurador/a D./Dña. BLANCA
BACHILLER BURGOS y defendido por el/la Letrado/a D./Dña. MIGUEL PEREZ DE YRIGOYEN DE YRIGOYEN, que
en la instancia han litigado como parte demandante.
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art. 3 de dicha ley, permite al cesionario optar por la rescisión del contrato con devolución de las cantidades
entregadas a cuenta y exigir dicha devolución directamente a la entidad garante.
Por tanto, el avalista responde frente al cesionario de la vivienda, como lo haría el promotor, de la devolución
de las cantidades anticipadas por aquel a cuenta del precio si el promotor no cumple su obligación de entrega
efectiva."
Puede afirmarse que la Ley 57/68 garantiza la devolución de cantidades anticipadas para el caso de
incumplimiento del vendedor-promotor de su obligación de entrega de la vivienda, bien porque no se inicie
la construcción o ésta no llegue a buen fin, arts. 1 y 3 de la citada Ley. Faltando este requisito, el previo
incumplimiento del vendedor de la obligación de entrega de la vivienda, no puede exigirse el cumplimiento de
las garantías legalmente previstas.
En los supuestos de extinción del contrato de compraventa por mutuo disenso se extinguen también las
garantías previstas en la Ley 57/68. Así lo entiende el T. Supremo en la sentencia de Pleno de fecha 23 de
marzo de 2015 que a su vez invoca los arts. 1847 el C. Civil y 68 de la LCS. También se establece en el apartado
cinco de la Disposición Adicional Primera de la Ley 38/99, que dice:
"Igual efecto, esto es, la cancelación de las garantías, se producirá para el caso que el adquirente rehúse adquirir
la vivienda."
Por su parte la reciente sentencia del T. Supremo de fecha 12 de julio de 2021 establece :
"Los derechos irrenunciables que la Ley 57/68 reconoce a los compradores de viviendas en construcción son
para el caso de que la construcción no se inicie o no llegue a buen fin por cualquier causa en el plazo convenido,
no para casos como el presente de resolución por mutuo acuerdo entre comprador y promotora por razones
del todo ajenas al cumplimiento o incumplimiento por la promotora del plazo convenido."
En el caso enjuiciado, es cierto que el Banco demando constituyó la garantía, si bien la sentencia apelada ha
declarado la caducidad de la acción para reclamar en base a la misma. Por tanto, en este caso la pretensión
dirigida contra la entidad bancaria se funda en su condición de entidad depositaria de las cantidades abonadas
a cuenta del precio por los compradores. Ha quedado acreditado que la cooperativa no aperturó cuenta
especial; por tanto, la entidad bancaria no debería haber aceptado el ingreso de las aportaciones de los
demandantes sin exigir a la cooperativa la apertura de una cuenta especial debidamente garantizada, pues así
se lo imponía el art. 1-2.ª de dicha ley, so pena de incurrir en responsabilidad frente a los cooperativistas.
La sentencia del Tribunal Supremo de fecha 28 de febrero de 2018 resume la doctrina jurisprudencial que
interpreta el citado precepto. Dice lo siguiente:
"1.ª) En el presente recurso se impugna la absolución de la entidad de crédito codemandada, a la que se
pretende condenar solidariamente -junto con la promotora- a restituir las cantidades anticipadas por los
compradores demandantes a cuenta del precio de la compraventa de una vivienda en construcción sujeta al
régimen de la Ley 57/1968, con fundamento en el art. 1.2 .ª, esto es, por recibir dichos anticipos y no garantizar
debidamente su devolución mediante aval.
2.ª) Como recuerda la sentencia 436/2016, de 29 de junio , el cuerpo de doctrina interpretativo de la Ley
57/1968 "no admite, por regla general, que recaigan sobre el comprador las consecuencias del incumplimiento
por el promotor de sus propias obligaciones, como tampoco las derivadas de los incumplimientos imputables
a las entidades bancarias en que el promotor tenga abiertas cuentas en las que los compradores ingresen
cantidades anticipadas".
Según esta sentencia, el carácter tuitivo de la dicha Ley ha sido remarcado por una jurisprudencia en la misma
línea protectora del comprador, según la cual:
Si existe garantía, los anticipos ingresados por el comprador se encuentran garantizados por el asegurador
o avalista aunque no se ingresen en la cuenta especial sino en otra diferente del promotor pero en la misma
entidad bancaria ( sentencias de Pleno 779/2014, de 13 de enero de 2015 , y 780/2014, de 30 de abril de 2015 ).
Si no existe dicha garantía (como ha sido el caso), ello no impide que las entidades de crédito que admitan
ingresos de los compradores en una cuenta del promotor sin exigir la apertura de una cuenta especial y la
correspondiente garantía respondan frente a los compradores por el total de las cantidades anticipadas por
los compradores e ingresadas en la cuenta o cuentas que el promotor tenga abiertas en dicha entidad, pues
a partir de la sentencia 733/2015, de 21 de diciembre se fijó como doctrina en relación con la condición 2.ª
del art. 1 Ley 57/1968 que "las entidades de crédito que admitan ingresos de los compradores en una cuenta
del promotor sin exigir la apertura de una cuenta especial y la correspondiente garantía responderán frente a
los compradores por el total de las cantidades anticipadas por los compradores e ingresadas en la cuenta o
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cuentas que el promotor tenga abiertas en dicha entidad" (doctrina que se reitera en las sentencias 142/2016,
de 9 de marzo , y 174/2016, de 17 de marzo , 226/2016, de 8 de abril , y 459/2017, de 18 de julio ).
3.ª) Como afirma la reciente sentencia 636/2017, de 23 de noviembre , "la razón fundamental de esta
jurisprudencia es que las entidades de crédito depositarias de cantidades provenientes de particulares
compradores de viviendas en construcción no tienen el carácter de terceros ajenos a la relación entre
comprador y promotor-vendedor, sino que deben colaborar activamente con el este último a fin de asegurarse
de que cumple sus obligaciones legales (de recibir los anticipos en una cuenta especial debidamente
garantizada). En consecuencia, basta con que la entidad de crédito conozca o no pueda desconocer (que
"supo o tuvo que saber", según dijo literalmente dicha sentencia) que los compradores estaban ingresando
cantidades a cuenta del precio de viviendas en construcción para que responda por no haber exigido del
promotor la apertura de una cuenta especial, separada y debidamente garantizada. No entenderlo así y
exonerar de responsabilidad a la entidad de crédito en los casos en que las cantidades se recibieran "en una
sola cuenta del promotor, destinada a múltiples atenciones" privaría a los compradores de la protección que
les blinda el "enérgico e imperativo" sistema de la Ley 57/1968.
También la ya citada sentencia 459/2017, de 18 de julio , declaró al respecto que es el incumplimiento del
deber de control sobre el promotor que la condición 2.ª del artículo 1 Ley 57/1968 impone al banco lo que
determina su responsabilidad frente al comprador, de modo que, "siendo el promotor el obligado principal a
devolver la totalidad de los anticipos, esta misma obligación es la que asumen los garantes (en caso de que
haya aval o seguro) y la entidad de crédito depositaria (en defecto de aquellos)", y esto independientemente
de que la cuenta en la que se ingresen tenga o no carácter especial."
Como conclusión de los razonamientos fácticos y jurídicos expuestos puede afirmarse que no resulta de
aplicación al presente caso los arts. 1 y 3 de la Ley 57/68, ni resulta exigible la responsabilidad legal a las
entidades de crédito, dado que el contrato de compraventa quedó extinguido por mutuo disenso de las partes
cuando la parte vendedora no había incumplido su obligación de entrega.
Los razonamientos expuestos nos lleva a la estimación del recurso de apelación interpuesto y a la revocación
de la sentencia apelada, en el sentido de desestimar los pedimentos de la demanda, absolviendo de los mismos
a la parte demanda.
SEGUNDO.- La parte apelada muestra su conformidad con los razonamientos y pronunciamientos de la
sentencia apelada. En relación al recurso de apelación interpuesto por la parte demandada alega que se
pretende incluir hechos nuevos en la alzada en relación a la existencia de un supuesto desistimiento unilateral
del contrato por parte del comprador, alegaciones que no fueron introducidas en el debate en primera instancia.
Ello vulnera la prohibición de ir contra los actos propios y el principio "pendente apellatione nihil innovetur".
El Tribunal no aprecia la infracción que se denuncia. La propia parte apelada reconoce en su escrito de recurso,
alegaciones previas apartado 8 y 61, que ella misma introdujo en el debate en primera instancia el mutuo
disenso. La propia sentencia apelada alude a la STS de 23 de marzo de 2015 para explicar que no considera
de aplicación el criterio jurisprudencial plasmado en la misma acerca del mutuo disenso en los contratos
de compraventa de vivienda en construcción. Aplica el criterio jurisprudencial pasmado en sentencias de
A. Provinciales relativos a las bajas voluntarias de los compradores. Por tanto, tanto la baja voluntaria del
comprador como el mutuo disenso, como el cumplimiento o incumplimiento de la obligación de entrega por
parte de la cooperativa han estado presentes en el debate en la primera instancia y no pueden considerarse
hechos nuevos.
TERCERO.- Las costas procesales de la primera instancia se imponen a la parte demandante cuyos
pedimentos han sido desestimados, art. 394.1 de la LEC.
En relación a las costas procesales de la alzada no se imponen a ninguna de las partes, art. 398.2 de la LEC.
Vistos los preceptos legales citados y los demás de general aplicación.
FALLAMOS
ESTIMAMOS el recurso de apelación interpuesto por la procuradora Sra. Bachiller Burgos en nombre y
representación de Caixabank S.A. contra la sentencia dictada por la Ilma. Sra. Magistrada-Juez del Juzgado
de 1º Instancia nº 1 de Jerez de la Fra. En el juicio ordinario nº 1.111/2020 y en consecuencia, REVOCAMOS
la sentencia apelada, en el sentido de desestimar los pedimentos de la demanda, absolviendo de los mismos
a la parte demanda, con imposición a la parte demandante de las costas procesales de la primera instancia y
sin realizar pronunciamiento de las costas procesales de la alzada.
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JURISPRUDENCIA
Así por esta nuestra Sentencia, juzgando definitivamente en segunda instancia, la pronunciamos, mandamos
y firmamos.
"La difusión del texto de esta resolución a partes no interesadas en el proceso en el que ha sido dictada sólo
podrá llevarse a cabo previa disociación de los datos de carácter personal que los mismos contuvieran y con
pleno respeto al derecho a la intimidad, a los derechos de las personas que requieran un especial deber de tutela
o a la garantía del anonimato de las víctimas o perjudicados, cuando proceda.
Los datos personales incluidos en esta resolución no podrán ser cedidos, ni comunicados con fines contrarios
a las leyes."