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tema 4 Experiencias Mindfulness en

el aula
Antonio Reyes Sánchez Crespo y Santiago
Villares Soriano

Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness 101


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
1. Condiciones
Una vez enmarcado teóricamente el concepto, nos adentramos sin más demora en
la puesta en práctica.
En primer lugar, destacar que es de suma importancia que el maestro haya
experimentado primero él mismo aquello que quiere trabajar con su alumnado. De este
modo podrá conocer y comprobar de primera mano los beneficios del Mindfulness. Como
indica Alonso (2014) los valores solo pueden transmitirse cuando son importantes para
uno mismo, y las actitudes solo se aprenden cuando uno ha sido objeto de ellas. Somos
el referente para nuestro alumnado, y este capta mejor que nadie si nosotros creemos y
sentimos aquello que decimos y pretendemos transmitirles, así como si verdaderamente
hacemos aquello que les proponemos.
Debemos, por tanto, incorporar nosotros mismos una rutina de Mindfulness a nuestro
día a día, durante un par de semanas o un mes, de manera progresiva. Comenzaremos con
5 minutos diarios la primera semana, 7 la segunda, 10 la tercera… y podemos ir subiendo
el tiempo progresivamente, ya sea en una sola sesión o en varias a lo largo del día (al
levantarse, a media tarde, antes de acostarse…). Para esto podemos incluir las meditaciones
propuestas en el apartado dedicado a Mindfulness con adultos.
Lo más interesante a la hora de trabajar con Mindfulness en el aula es la creación
de una rutina diaria. Debemos tener en cuenta que la capacidad de la atención plena
es una habilidad, y como cualquier otra habilidad (tocar el violín, aprender a calcular
mentalmente, conducir un balón con los pies…) requiere de una práctica regular y en
pequeñas dosis para ser desarrollada.
Así pues, debemos colocar un momento en el día para la práctica del Mindfulness
en el aula. Bisquerra (2013) destaca que se debe realizar la práctica siempre en el mismo
momento del día. Aunque podamos colocarlo en medio de la mañana (con el fin de que
el alumnado desconecte y recupere la concentración), o después del recreo (con el fin de
recuperar la calma y el ritmo de trabajo); a lo largo de la mañana, los conflictos entre
alumnos, la preocupación por elementos de las clases que no les han quedado claro,
etcétera, hacen difícil llevar a cabo la sesión de meditación durante los primeros días de
la rutina. Además, es fácil despistarse con el ritmo de la jornada y olvidar el momento de
la práctica del Mindfulness. Así, mi experiencia me ha mostrado que el mejor momento
para ello es a la primera hora, nada más llegar al aula. Esto no solo favorece la práctica
regular (incluso aunque te despistes, al comenzar la jornada los alumnos preguntan:
“¿Hoy no hacemos Mindfulness?”), sino que además tras la sesión de Mindfulness, la
concentración y atención del alumnado mejora y se mantiene durante un tiempo mucho
más prolongado. A medida que se consolida la rutina, en 20-30 días los efectos son más
que notables, tanto en la capacidad de atención y concentración como en la reducción
de conflictos (y de su severidad) en el aula y en la tranquilidad del grupo, que se vuelve

102 Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
mucho menos inquieto. Los beneficios que trae la práctica del Mindfulness al aula serán
comentados más adelante, en el apartado ¿Qué podemos esperar? Esto es más rápido y
más evidente cuanto menor es la edad del alumnado.
Hoy en día, el trabajo en el aula no se entiende sin tener en cuenta la motivación
del alumnado. Por lo tanto, debemos antes que nada ofrecer una introducción motivadora
para la nueva rutina que vamos a establecer en nuestro aula.
Para ello, podemos comenzar haciendo consciente al alumnado de los beneficios
que tendrá para él esta habilidad que vamos a desarrollar. En el tema 5 “Propuestas
didácticas para trabajar en el aula” encontraremos varias actividades que nos ayudarán a
introducir la rutina y motivar al alumnado, detectando en primer lugar las situaciones de
la vida cotidiana a las que nos va a ayudar a responder el Mindfulness; y en segundo lugar
experimentado lo que podemos sentir cuando desarrollamos la capacidad de atención plena.
El silencio es también una condición necesaria para la práctica del Mindfulness.
Los niños permanecen en silencio en multitud de ocasiones, tanto de manera espontánea
(cuando algo les produce asombro, cuando se sienten mal…) como consciente (cuando
juegan a esconderse, cuando se les explica algo de su interés…). La particularidad que
queremos destacar es que en este caso el silencio no significará meramente estar callado,
sino que se pretende prestar una gran atención.
Este silencio y esta atención, serán parte del entrenamiento en la conciencia plena,
y experimentarán que les ayuda, además, a serenarse, a calmarse. Es fundamental que
entiendan el silencio que les proponemos como algo bueno, para lo cual nuestra actitud
es fundamental.
Uno de los grandes problemas con el silencio es que a menudo los niños asocian
el silencio a los castigos, a algo negativo. Es por tanto muy importante que nosotros
valoremos el silencio que se creará durante las sesiones de Mindfulness, para que también
ellos puedan entenderlo y disfrutarlo, ya que les servirá para aprender sobre el mundo y
sobre sí mismos, y les hará sentirse mejor.

Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness 103


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
Las tres condiciones fundamentales para el trabajo del Mindfulness en el aula.

Una de las grandes posibilidades del Mindfulness, y algo que lo hace especialmente
atractivo para todos aquellos que queremos preparar a los alumnos para la vida real, es
que una vez que la capacidad sea comenzado a desarrollar, puede trabajarse en cualquier
momento, en cualquier lugar; es más, debe aplicarse a cualquier situación de la vida. No
importa si estamos caminando por la calle más transitada de la ciudad o por el más remoto
camino de la montaña, si nos encontramos en la más estricta soledad o en un grupo de
decenas de personas; podemos aplicar el Mindfulness en ese contexto.
En el tema 5 “Propuestas didácticas para trabajar en el aula” exponemos actividades
no solo para ser desarrolladas en la misma, sino para aplicar en diferentes situaciones y
contextos.
Estas actividades trascienden el trabajo individual para ayudar poner al alumnado
(y a nosotros mismos) en conciencia plena en sus relaciones consigo mismo, con las demás
personas y con el mundo a su alrededor.

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Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
Así, una vez la capacidad de atención plena ha comenzado a desarrollarse, debe ser
aplicada en la vida cotidiana: podemos tomar conciencia de lo que percibimos por cada
uno de nuestros cinco sentidos en diferentes situaciones, de nuestro estado emocional en
situaciones de estrés, de enfado o de tristeza, del movimiento incesante que produce la
respiración en nuestro cuerpo…
Es fundamental hacer que el alumnado tome conciencia de que el Mindfulness no es
algo que trabajamos en el colegio y que olvidamos al salir de él, por lo que aprovecharemos
cualquier contexto y momento para trabajar el Mindfulness con nuestro alumnado: una
excursión, una clase al aire libre, el pasillo, el recreo… buscando sensaciones o sonidos
distintos a los del aula, o tomando conciencia de las sensaciones que percibimos en el
cuerpo. Podemos sugerirles que prueben a hacer una breve sesión de Mindfulness en el
parque, en casa, en la cama o cuando algo les hace sentirse enfadados o tristes, y que
comenten la experiencia con la clase, qué ha cambiado desde que conscientemente
comenzaron a practicar Mindfulness en esa situación.
Es importante trabajar de manera regular el poner en palabras lo que experimentamos
cuando nos conectamos con nuestra capacidad de atención plena, ya que así podemos
hablar de que estamos tomando conciencia del hecho de estar en conciencia plena.

Para trabajar el Mindfulness es importante tanto llevarlo a la vida diaria como desarrollar el
vocabulario emocional que describa lo que sentimos.

Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness 105


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
2. Otra forma de conocer
La conciencia plena, la meditación, la contemplación… suelen ser asociadas a una
actitud estática, pasiva o desconectada del mundo. No obstante, la práctica del Mindfulness
no puede estar nunca desconectada de la vida cotidiana, sino que supone un entrenamiento
para afrontar diversas situaciones. Debemos hacer siempre hincapié en esto.
Todos hemos tenido la experiencia de quedarnos absortos contemplando un paisaje,
una obra de arte o el baile de las llamaradas del fuego, por lo que es esta una experiencia
natural y común. Cuando volvemos a nuestra conciencia habitual lo hacemos con una
sensación de tranquilidad, de bienestar, y con un conocimiento de lo contemplado que no
se basa en la enumeración de sus características o en el uso de la razón para analizar lo
observado, sino que es un conocimiento holístico, global. Esto mismo es lo que se pretende
trasladar a la experiencia cotidiana (sin apartar el análisis racional, sino complementándolo)
con la conciencia plena.
Por tanto, como indica Alonso (2014), esta actitud de contemplación tiene que ver
con la manera en que miramos algo. Es una actividad específica de la mente que no recurre
al análisis para comprender intelectualmente, ni tampoco para saber más sino para “darse
cuenta”. Podríamos decir que se trata de un conocimiento intuitivo, sensitivo, de lo que
significa el objeto o situación contemplado con atención plena más allá de lo que ofrecen
las apariencias, sino que llega a lo que el objeto es en sí mismo.
Esto puede ser especialmente importante de cara a “descubrir” qué situaciones o
emociones están causándonos ese estrés o ansiedad que muchas veces sentimos más sin
ser capaces de descubrir de dónde proviene. La conciencia plena nos permitirá abordar esa
sensación negativa desde un punto de vista global, pues a menudo son diferentes factores
los que nos turban y estresan, lo que muchas veces sentimos como una falta de ganas o
de energía en nuestro día a día, sin ser debido a la falta de sueño o a un cansancio físico
o mental reciente.
La misma autora destaca que tanto la psicología, como la medicina y la educación
están reconociendo que emplear esta manera de afrontar las situaciones, que se puede
desarrollar a partir del trabajo del Mindfulness, como una manera de conocer, convirtiéndolo
en una actitud o manera de ser que ella llama contemplativa, puede contribuir al bienestar
de las personas, a su maduración y a entender las cosas en profundidad.
Esta actitud más contemplativa (en oposición a una manera de vivir en un frenético
activismo), comienza a investigarse y a utilizarse cada vez en más países en relación a
diferentes contextos (entre los que se encuentra la educación tanto a nivel formal como
informal) como un recurso importante para aprender a regular emociones, tomar decisiones,
desarrollar la capacidad de concentración de la mente o lograr una sensación duradera
de paz interior. Además, en el contexto educativo (y a partir de él en el resto de su vida),

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Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
ofrece a los niños la posibilidad de mejorar la relación con ellos mismos, con los demás y
con el mundo que les rodea.
Esto se ve reforzado por las investigaciones de Csikszentmihalyi (2000a, 2000b) en
la Universidad de Chicago, quien estudió cómo se sentían las personas cuando disfrutaban
más de sí mismas y el por qué de ello. Sus conclusiones fueron que la forma y el contenido
de la vida dependen de cómo utilicemos la atención. Cuando esta se utiliza para alcanzar
objetivos realistas y las habilidades que poseemos encajan con las oportunidades de
actuación que se nos presentan, podemos vivir lo que él describe como una “experiencia
óptima”, caracterizada por un estado de conciencia al que denominó “flow”. Este estado es
aquel en que nos sumimos cuando sentimos que tenemos el control de nuestras acciones
y un sentimiento profundo de alegría y bienestar. Es lo que habitualmente se denomina
“sentirse realizado”.
Las investigaciones de este autor muestran que el flujo de nuestra atención ayuda
a integrar la personalidad, orientando en la misma dirección nuestras intenciones con
nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y todos nuestros sentidos. Es entonces,
cuando todo nuestro ser está unificado hacia una misma meta, cuando tenemos esta
sensación de flujo (“flow”), y cuando este episodio de flujo termina, la persona se siente
más integrada que antes, no solo internamente, respecto de sí misma, sino también respecto
de las demás personas y respecto al mundo en general. Es, por tanto, la capacidad de
controlar nuestra experiencia interna la que determina la calidad de nuestra vida, lo que
según las conclusiones de estas investigaciones traducimos en la sensación de ser felices.
A este respecto, explica Alonso (2014) que quien sabe cuáles son sus deseos y trabaja
con el propósito de cumplirlos es una persona cuyos sentimientos, pensamientos y acciones
son congruentes entre sí, y por lo tanto, es una persona que logra la armonía interior.
De este modo, las personas que encuentran que sus vidas tienen significado suelen tener
una meta que las desafía lo suficiente como para implicar todas sus energías en ella. Lo
que importa no es tanto si logran alcanzar esa meta, sino el esfuerzo que han empleado
en alcanzarla. Cualquier actividad en la que la persona se sienta realmente involucrada,
y la armonía que se produce en todas sus dimensiones al estarlo, puede conducirle a la
experiencia de estar conectada con su propio centro, con las consecuencias que de ello
se derivan.
Quisiera concluir este apartado citando a la misma autora, que hace un resumen
bastante acertado de lo expuesto hasta el momento:
• La contemplación es otra forma de conocimiento, basada más en la actitud
de observación y silencio que en el ejercicio de la razón. Si además mantener
esta actitud conduce a la sabiduría interior que no se adquiere en ninguna
otra parte, ello nos obliga a repensar el ritmo de nuestra frenética actividad
que muchas veces, por exigencias académicas, también es frenética en el aula.

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Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
• Si entendemos que no todo se aprende por la información que se recibe desde
afuera, sino por cómo se asimila, cómo uno aprende a escuchar su propia voz
y cómo extrae información de las experiencias que vive; aún dentro de las
exigencias anteriores, aprendemos a encontrar espacios para el sosiego, la belleza
y lo lúdico, de manera que el espíritu no quede anestesiado, y la vida en el aula
se convierta en referencia de cómo debiera ser, vivida en calidad, fuera de ella.
• Estamos pues, ante otro reto al que podemos dar respuesta desde la educación
y que nos invita a tener en cuenta en nuestro programa, orientaciones como
las siguientes:
-- Aprender a integrar los acontecimientos que nos suceden, ya que el
bienestar no depende de cuáles sean, sino de cómo los integramos.
-- El objetivo, luchar por conseguirlo y desarrollar las habilidades
necesarias para ello; o lo que es lo mismo, saber lo que queremos,
qué podemos hacer, y orientar nuestra atención en función de ello.
-- Conocerse a uno mismo, las propias limitaciones y posibilidades
para poder hacer todo lo anterior.

3. Condicionantes
Dos son los condicionantes fundamentales que nos encontraremos a la hora de
trabajar el Mindfulness: la edad del alumnado y su nivel de experiencia en el Mindfulness.

Principales condicionantes para el trabajo del Mindfulness.

108 Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
3.1. Edad.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta para llevar el Mindfulness a nuestro
aula es, del mismo modo que con cualquier contenido curricular, la edad del alumnado
al que va dirigido.
La capacidad de enfocar la mente puede ser desarrollada a cualquier edad, desde la
Educación Infantil a los adultos, pero la manera de hacerlo variará, así como los resultados
que podemos esperar.
A la hora de llevar al aula el trabajo del Mindfulness, además de la edad del
alumnado, deberás tener en cuenta el nivel de experiencia del mismo. Descubrirás que a
medida que se consolida la rutina y se desarrolla la capacidad de atención plena, tanto tú
mismo como los alumnos seréis capaces de mantener sesiones de Mindfulness cada vez más
prolongadas, y con unos beneficios mayores. Del mismo modo que con el entrenamiento
físico la musculatura va ganando fuerza y resistencia y cada vez se disfruta más el ejercicio,
la práctica del Mindfulness desarrolla nuestro músculo de la atención, por lo que con el
ejercicio regular seremos capaces de mantener la atención, la concentración y la sensación
de bienestar cada vez de manera más prolongada a lo largo del día.

Mindfulness en la Educación Infantil.


De todos es conocido que a estas edades los niños son inquietos y se distraen con
facilidad. No obstante, se puede introducir la práctica del Mindfulness ya desde los 3 años
con actividades adecuadas y de corta duración, a modo de preparación, enseñándoles a
tomar conciencia de las sensaciones del cuerpo, de los sonidos más sutiles del entorno,
de la propia respiración…
Uno de los puntos más importantes que podemos trabajar a estas edades es el
silencio. El silencio es algo que ellos conocen, como ya hemos comentado anteriormente,
pero que es difícil sostener sin un propósito (tanto para los niños como para nosotros
mismos). Es, por tanto, el primer trabajo que se debe desarrollar al trabajar con Mindfulness
en la Educación Infantil, ser capaces de mantener un silencio positivo, agradable, que nos
haga sentir tranquilos y en paz. Como ya hemos dicho, muchos niños asocian el silencio
con el castigo, por lo que conseguir desligar ambos conceptos es ya un paso adelante.
Así, podemos introducir rutinas en que se establezcan unos minutos de silencio, con
los ojos cerrados, escuchando atentamente los sonidos de nuestro entorno, el movimiento
que produce la respiración en nuestro cuerpo, la visualización de una historia…
No obstante, es a partir de los 5 años en que se puede trabajar ya de forma plena
con la meditación, como indican diferentes autores como Alonso (2014), Snel (2014) y
Bisquerra (2013).
Así pues, comenzaremos con sesiones de tres a cinco minutos, siempre teniendo en
cuenta el estado del grupo durante la misma, para decidir si se alarga o acorta la sesión.

Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness 109


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
Son clave la empatía y la receptividad a la manera en que la clase desarrolla la sesión
de Mindfulness, cada día, para que el resultado sea siempre positivo y nunca se tenga la
sensación de distracción, aburrimiento o que la sesión haya durado demasiado.
Trabajar con estas edades tiene una ventaja añadida, y es su gran receptividad a
todas las actividades novedosas, y lo bien que se adaptan al establecimiento de rutinas. No
obstante esto, es fundamental motivar al alumnado introduciendo, especialmente antes
de la primera sesión, la rutina del Mindfulness de una manera atrayente.
A esto, así como a concentrarse y a la fijación de la rutina, puede ayudar la creación
de lo que Alonso (2014) llama el “rincón del silencio”. Este tiene por objetivo ofrecer a los
niños una imagen positiva del silencio. Ciertamente, los niños pueden tener una idea del
silencio como algo negativo, ya que a menudo lo asocian a los castigos que se les imponen.
Con la creación del rincón del silencio convertimos el silencio en una elección fruto de
una necesidad. En este espacio podemos guardar el material que utilizaremos durante el
Mindfulness, así como aquel que podemos utilizar para ambientar nuestras sesiones de
Mindfulness: esterillas, cojines, incienso…
Los resultados a estas edades son rápidos en la totalidad de la persona, desde su
capacidad de atención a la reducción de la inestabilidad emocional y de los conflictos
entre compañeros.

110 Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
Mindfulness en la Educación Primaria.
En la Educación Primaria se puede trabajar el Mindfulness de manera plena desde el
inicio de la etapa. Podemos trabajar con la toma de conciencia sobre la propia respiración,
sobre los pensamientos; explorando las sensaciones en las distintas partes del cuerpo y
tomando conciencia de los distintos sonidos que nos rodean, de los más evidentes a los
más sutiles, de los más lejanos a los más cercanos (los que produce el propio cuerpo). Al
principio deberemos trabajar con meditaciones guiadas, avanzando hacia meditaciones
más largas y con menor implicación del maestro. En los últimos cursos podemos incluso
comenzar a trabajar con meditaciones más avanzadas, en los que nuestra intervención se
limita a unas instrucciones iniciales. No obstante, esto requiere práctica.
Muchos alumnos, especialmente en los dos primeros cursos de la etapa, son
impulsivos e inquietos, y los conflictos personales son también frecuentes en los grupos.
La práctica del Mindfulness ayuda a mejorar la capacidad de atención y concentración en
los alumnos, así como a reducir los conflictos entre ellos.
En la Educación Primaria no es tan común trabajar por rutinas como en la Educación
Infantil. Sin embargo, para el desarrollo de la capacidad de atención plena es fundamental
el trabajo regular. Debemos por tanto reservar un momento cada día (como indico más
adelante, el mejor es nada más entrar en el aula por la mañana) para realizar una sesión
de Mindfulness, y pronto veremos cómo evoluciona tanto el grupo como cada uno de los
alumnos.
Debemos comenzar con sesiones muy breves la primera semana, de 4 a 6 minutos de
duración, para ir incrementando poco a poco la duración de las mismas, siempre atentos a
la receptividad del grupo durante la sesión, de modo que unos días podremos prolongar las
sesiones más de lo pensado, y otro día deberemos terminar sutilmente antes de lo esperado.
Sea como fuere estará bien siempre que mantengamos la rutina. La aceptación de las
circunstancias y el no caer en frustraciones son también parte del desarrollo de la atención
plena. Lo importante es no forzar las situaciones, ni para hacer la sesión más larga de lo
que el grupo acepta, ni para acortarla cuando el grupo se siente bien.
Podemos encontrar algo de resistencia cuando comenzamos a implementar las
sesiones, pues, al igual que en la Educación Infantil, muchas veces los niños asocian el
silencio a los castigos que se les imponen. No obstante, al cabo de pocos días, especialmente
si tras cada sesión se comentan en voz alta las sensaciones positivas que nos ha traído la
sesión, la rutina se establece y el alumnado vive el Mindfulness como uno de los mejores
momentos de la jornada.
Algo que a priori no había considerado cuando comencé a trabajar el Mindfulness
en mi aula es que podemos incluso llevar el Mindfulness más allá de la misma. Tras un par
de semanas realizando nuestra sesión de meditación de manera diaria, los alumnos de mi

Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness 111


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
clase de segundo de Educación Primaria comentaron que querían llevarse su meditación
favorita a casa para llevar a cabo con sus familias.
Así pues, plasmamos el texto por escrito y acordamos que serían ellos los que guiarían
a sus familiares en una sesión de Mindfulness, tras lo que contarían su experiencia en la clase
al día siguiente. De este modo pudieron conocer el Mindfulness desde otro punto de vista.
Esto podemos extrapolarlo al aula. Propone Bisquerra (2013) que es positivo que
de vez en cuando sea un alumno o alumna, ayudado por el maestro, el que guíe la sesión
de Mindfulness a sus compañeros, ya que ayuda a mantener la motivación del grupo y a
dotarles de mayor autonomía en el desarrollo de su capacidad de atención plena.
Debemos, por tanto, estar abiertos a aquello que demanda y descubre el grupo,
ayudándoles y guiándoles a descubrir que esta habilidad que desarrollamos es tan solo un
entrenamiento para la vida diaria, una preparación para afrontar las distintas situaciones
que se nos presentan en la vida, de una manera más consciente, tranquila y feliz.

112 Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
Mindfulness en Educación Secundaria.
Las meditaciones que se trabajan en la Educación Primaria son plenamente válidas
para el trabajo en la Educación Secundaria. Esto es especialmente cierto de cara al inicio
del trabajo en Mindfulness, en que es conveniente comenzar de la misma manera que se
comienza en la Educación Primaria.
En esta etapa, el factor clave que debemos tener en cuenta es, evidentemente, la
adolescencia, con sus características a nivel de desarrollo y sus problemas.
A medida que se hacen mayores, las sesiones y meditaciones serán más parecidas a
las de los adultos, tanto en la duración como en la temática. No quiere esto decir que haya
una progresión en la temática de las meditaciones que sustituya unas de nivel básico por
otras de nivel avanzado. Las meditaciones sobre el cuerpo, la respiración, las emociones…
son plenamente válidas en todas las edades y sea cual sea el nivel de experiencia. Lo que
se pretende es introducir nuevos tipos de técnicas de atención plena acordes a las nuevas
necesidades que surgen con la edad.
La adolescencia es una etapa de grandes cambios, en la que la autoimagen y la
imagen que tienen los demás de uno tienen una grandísima importancia. Esto es cierto
para cualquier edad, pero es particularmente importante en esta etapa.
Por tanto, cuando el grupo tenga ya un cierto desarrollo en su capacidad de
atención plena, introduciremos junto con las meditaciones que centran la atención en
las sensaciones corporales, los sonidos del entorno, la respiración, las emociones y los
pensamientos; meditaciones en que se trabaja el liberarse de los miedos, el perdonarse,
la autoaceptación, el bienestar, los buenos deseos, la paz interior y la paz en el mundo…

Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness 113


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
Mindfulness con adultos.
En este punto veremos cómo podemos trabajar el Mindfulness con adultos, ya sea
de cara al trabajo en niveles universitarios o para nosotros mismos.
Ya hemos dicho que todo lo que se trabaje con el alumnado deberemos haberlo
trabajado nosotros previamente, y tener un cierto nivel de experiencia en ello, ya que
muchas veces el alumnado tiene dudas respecto a lo que siente o experimenta durante
la meditación, y solo podremos ayudarles a entenderlo si nosotros mismos hemos tenido
dichas experiencias.
No hay una regla para ayudar al alumnado a entender lo que vive o experimenta
cuando trabaja o aplica la atención plena. No obstante, el aceptar lo que ocurre sin juzgarlo
suele ser un buen punto de partida. Generalmente el alumnado duda si está haciendo la
actividad adecuadamente porque se despista, piensa en otras cosas… Eso, por supuesto,
nos ocurre a todos, aunque a medida que desarrollamos nuestra capacidad de atención
plena sucede menos a menudo, durante menos tiempo, y es más fácil volver a la conciencia
plena. Por lo tanto, debemos transmitir al alumnado que lo importante no es el hecho de
que nos distraigamos durante el ejercicio o nos descubramos pensando en otras cosas; lo
único que hay que hacer en cuanto nos damos cuenta de que estamos distraídos, es volver
al ejercicio. Si nuestra mente se distrae, simplemente la traemos de vuelta al ejercicio; si se
distrae cien veces, simplemente la traemos de vuelta cien veces, sin juzgar que esté bien
o mal hecho, sino tomándolo como una oportunidad para desarrollar nuestro “músculo”
de la atención.
Esto mismo debemos aplicárnoslo a nosotros mismos en nuestra práctica de
atención plena. Los adultos tenemos una gran tendencia a juzgar todo lo que nos ocurre
en base a si está mejor, peor, si merece la pena... Es importante que no nos angustiemos
ante distracciones en la atención, días en los que parece que no hemos prestado atención
en ningún momento, sesiones que tendremos que terminar antes de tiempo porque nos
invade una sensación de ansiedad...
Durante las sesiones de Mindfulness estamos más receptivos tanto a lo que captamos
por los sentidos como a nuestro estado interno. Es por esto que en muchas ocasiones,
situaciones de estrés, que nos angustian o que nos producen ansiedad y que permanecían
ocultas en el ajetreo cotidiano, salen a relucir durante nuestra sesión de Mindfulness, pues
es en ella en que tomamos conciencia de que existen. Esto es especialmente habitual cuando
comenzamos a practicar Mindfulness, pues esta nueva capacidad que desarrollamos hace
que tomemos una mayor conciencia de lo que nos ocurre. Con la práctica continuada,
aprenderemos a lidiar con estas situaciones y será cada vez más raro que las situaciones nos
produzcan ansiedad, no solo durante las sesiones de Mindfulness sino en la vida cotidiana.
Esto ocurre así porque, del mismo modo que debemos evitar juzgar lo que nos ocurre
durante las sesiones de Mindfulness, debemos aprender a no juzgar las situaciones que

114 Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
vivimos. Ciertamente viviremos situaciones de estrés, de tristeza, situaciones injustas... pero
parte de la capacidad de atención plena reside en ser capaz de afrontar estas situaciones
sin el sufrimiento psicológico de pensar en todo aquello que puede ir mal o hayamos hecho
mal, sino que, tomando conciencia plena de la situación tal cual es (no como nosotros nos
imaginamos hasta qué punto puede llegar a ser de terrible), podemos actuar de la mejor
manera para resolverla, y aceptando que toda situación es transitoria, que hoy es de esta
manera, pero con el tiempo cambiará y se resolverá, y que es de manera más objetiva, con
menor implicación emocional (angustia, miedo...), como podremos poner las condiciones
más adecuadas para su resolución.
Ya hemos hablado al referirnos al Mindfulness en la Educación Secundaria que
a partir de esa etapa se deben incorporar nuevas meditaciones y nuevas actividades de
Mindfulness para dar respuesta a nuevas necesidades interiores, pero es interesante recalcar
esta idea. Los adultos tenemos unas necesidades que van apareciendo en la adolescencia y
que muchas veces llegan para quedarse. Es, por tanto, necesario para alcanzar el bienestar
personal que pretendemos con el Mindfulness el desarrollo de esa liberación de los miedos,
del perdonarse, de la autoaceptación, de los buenos deseos a los demás y a uno mismo,
de la paz interior...
Lo comentado anteriormente tanto para la Educación Primaria como para la
Educación Secundaria es plenamente válido para el trabajo con adultos: no existe una
graduación en el trabajo de Mindfulness, en la que se sustituyen unas actividades por otras,
sino que las diferentes prácticas son complementarias y deben seguir practicándose las
actividades más sencillas junto a las más complejas. Es de este modo en que desarrollaremos
de manera más completa nuestra capacidad de atención plena.
Una vez más es válido el símil con cualquier habilidad que desarrollemos. Si al
practicar nuestro instrumento solo practicamos la última escala aprendida, olvidaremos
cómo realizar la que aprendimos en nuestra primera clase de música. Del mismo modo, si
al practicar Mindfulness nos dedicásemos solo a trabajar uno de los aspectos, por ejemplo
nuestra respiración, nos resultaría muy fácil entrar en conciencia plena conectando con
nuestra respiración, pero estaríamos a merced de una corriente incesante de pensamiento
o una emoción intensa. Es por esto por lo que los distintos aspectos son complementarios y
nos proporcionan herramientas para aplicar en la vida cotidiana ante distintas situaciones.

Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness 115


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
3.2. El nivel de experiencia.
Para todas las edades anteriormente indicadas, debemos tener en cuenta su nivel
de experiencia en Mindfulness.
En primer lugar, esto es así ya que hay algunas actividades de Mindfulness que se
parecen más a lo que nuestra mente está acostumbrada a hacer (etiquetar, controlar…)
o que le dan menos oportunidad para distraerse. Es por ello, que las actividades como
conteos, visualizaciones o fijarse en las sensaciones son más adecuadas para personas con
poca experiencia. Estas no son solo actividades introductorias, sino que son válidas para
cualquier nivel de experiencia, pues son herramientas complementarias a otras actividades
de conciencia plena, pero suelen funcionar bien con grupos o personas que se inician en el
Mindfulness, suponiéndoles menos frustración (ya que cuando comenzamos a practicar la
atención plena solemos irritarnos o frustrarnos cuando tomamos conciencia de lo mucho
que nos distraemos) debido a que es más fácil tener la mente calmada con ellas.

116 Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
Ya hemos comentado que ciertas actividades es conveniente llevarlas a cabo con
grupos que cuenten ya con una cierta experiencia en Mindfulness. No obstante, en el
apartado dedicado a las propuestas didácticas para llevar a cabo con el alumnado en el
aula daremos una serie de indicaciones que nos ayudarán a la hora de seleccionar las
meditaciones con nuestro grupo.
Así y todo, no existe una graduación en los ejercicios de Mindfulness. Tan solo
recomendaremos algunos ejercicios como punto de partida para iniciar el desarrollo de
la capacidad de atención plena porque suelen funcionar mejor con principiantes, ya que
son ejercicios que se parecen más a aquello a lo que la mente está habituada: clasificar,
atender a un objeto o evento... Sin embargo, estos aspectos de la capacidad de atención
plena son necesarios en cualquier etapa del desarrollo de la misma.
Por tanto, si bien existen unas actividades para el trabajo del Mindfulness son más
adecuadas para iniciarse en la práctica del mismo, estas trabajan un aspecto particular de la
atención plena que es necesario mantener en cualquier nivel de experiencia. No debemos,
por lo tanto, entender que existen unos ejercicios de Mindfulness para principiantes que se
abandonarán cuando se llegue a un nivel de mayor experiencia, sino que estos ejercicios
se mantendrán conjuntamente con otros que trabajan aspectos diferentes de la capacidad
de atención plena.
Al margen de esto, cabe destacar que es interesante realizar de vez en cuando una
puesta en común de las sensaciones y lo experimentado durante la práctica del Mindfulness
(y los cambios que perciben respecto de antes del inicio de la misma), así como incorporar
algunas actividades para realizar en la vida cotidiana (de las cuales proponemos algunas
en el tema 5 “Propuestas didácticas para trabajar en el aula”).
En primer lugar, poner en común aquellas sensaciones de bienestar, calma, paz, o
recuerdos felices que experimentamos durante la práctica de Mindfulness sirve para ayudar
al alumnado a entender aquello que le ocurre, al tiempo que adquiere vocabulario que
le ayuda a explicar y resolver los problemas que surjan tanto en su interior como con los
demás. Sirve también como motivación, dado que el grupo se beneficia del intercambio
de opiniones y experiencias; y como retroalimentación al maestro, puesto que así puede
detectar qué ejercicios son más beneficiosos para el alumnado o en qué aspectos les resulta
más difícil mantener una atención plena. La puesta en común sirve, por tanto, como un
proceso metacognitivo que ayuda a poner palabras y ordenar lo que se aprende, y a regular
la ayuda que puede necesitar el alumnado.
Por otra parte, las actividades de Mindfulness para la vida cotidiana son también
muy necesarias ya que, como hemos ya señalado, la capacidad de antención plena no se
trata de una habilidad que se limita a las sesiones de Mindfulness o a la escuela, sino que
debe ser puesta en práctica en la vida real, en el día a día, que es donde realmente esta

Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness 117


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
capacidad se revela importante y donde redundará en un mayor beneficio y bienestar para
nuestro alumnado y para nosotros mismos.

4. Conexión con las inteligencias múltiples, las


competencias clave y los contenidos curriculares
El Mindfulness no es solo una herramienta que podemos trabajar en el aula como
un contenido transversal, sino que podemos vincular el trabajo de esta técnica con el
currículo oficial establecido para las diferentes etapas educativas. Es por ello que en este
apartado haremos una pequeña aproximación a la relación existente entre el trabajo del
Mindfulness y el currículo oficial. Pequeña debido a que no se pretende hacer un análisis
profundo de los currículos, sino ofrecer a aquellos docentes que quieran incluir esta técnica
dentro de sus programaciones una guía, a modo de punto de partida, siempre adaptándolo
al nivel de concreción del contexto de su aula.
Como referencia, tomaremos el marco curricular vigente en la actualidad, aunque
conviene reconocer que son propuestas muy flexibles con un importante carácter perenne.

Mindfulness, inteligencias múltiples y competencias clave.


En primer lugar vamos a tratar la relación entre la práctica del Mindfulness, la teoría
de las inteligencias múltiples y las competencias clave.
El trabajo por competencias, como ya hemos visto, está íntimamente relacionado
con el trabajo de las inteligencias múltiples. Tal y como indica Alonso (2014) “El trabajo por
competencias actualmente en vigor, sumado a lo que habría de suponer tener en cuenta
las inteligencias múltiples en el aula, abre un camino importante para la renovación de
nuestra metodología en todas las áreas” (p.148). Incide también en la necesidad de que el
maestro se replantee su quehacer en el aula, tanto en lo que hace, como en la manera de
hacerlo y la finalidad por la cual realiza unas actividades y apuesta por unas metodologías y
no por otras. En definitiva, el trabajo por competencias debe conducir a una nueva manera
de trabajar en el aula y enfocar dicho trabajo.
En la actualidad, el enfoque del marco normativo que regula el trabajo de los
docentes, fundamentado en el trabajo de las competencias clave, nos brinda una excelente
oportunidad de trabajar a través de inteligencias múltiples y de integrar aspectos de la
educación emocional en nuestras aulas, dentro de la cual es una excelente herramienta
el trabajo de Mindfulness.
El trabajo de la capacidad de atención plena contribuirá al desarrollo integral del
alumnado, así como a mejorar su rendimiento y capacidad de concentración en todas las
áreas, pero también está directamente relacionado con el trabajo de las áreas y asignaturas,
como veremos más adelante. En cuanto a las competencias clave, del mismo modo, la mejora

118 Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
en la capacidad atencional ayudará a mejorar el desarrollo de todas las competencias clave,
pero podemos de nuevo concretar aquellas con las que está directamente relacionado, en
este caso la Competencia en Comunicación Lingüística (CCL), las Competencias Sociales y
Cívicas (CSC), la Competencia en el Sentido de la Iniciativa y Espíritu Emprendedor (SIE)
y la Competencia para Aprender a Aprender (CPAA).

Mindfulness, inteligencias múltiples y competencias clave.


La organización del currículo en torno a las competencias clave nos permite
trabajar las inteligencias múltiples, a lo cual contribuye el trabajo con Mindfulness.
Todo ello está enfocado al desarrollo integral del alumnado.

Respecto de la Competencia en Comunicación Lingüística (CCL), la práctica del


Mindfulness ayudará a dotar al alumnado de vocabulario, estructuras y expresiones que
conceptualicen los problemas y emociones negativas que siente. Esto lo dotará a su vez de
estrategias comunicativas de cara a la resolución de problemas tanto intrapersonales, en
tanto se pueden entender, expresar y buscarles solución; como interpersonales, ya que se
adquieren estrategias para la comunicación de situaciones que afectan a las emociones y
que suponen muchas veces foco de malentendidos y problemas. Esto está incluido dentro
del componente estratégico de la Competencia en Comunicación Lingüística, ya que como

Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness 119


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
establece el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (2015), incluye la resolución de
conflictos y el desarrollo de las capacidades afectivas en todos los ámbitos. Este componente
estratégico permite al individuo superar las dificultades y resolver los problemas que surgen
en el acto comunicativo, así como también forman parte de este componente las estrategias
generales de carácter cognitivo, metacognitivo y socioafectivas que el individuo utiliza
para comunicarse eficazmente. Por último, la competencia en comunicación lingüística
incluye un componente personal que interviene en la interacción comunicativa en tres
dimensiones: la actitud, la motivación y los rasgos de personalidad.
En lo relativo a las Competencias Sociales y Cívicas (CSC), aparece también
referencia a la interpretación de fenómenos y problemas sociales y su resolución. Se destaca
también que la competencia social se relaciona con el bienestar personal y colectivo.
Exige entender el modo en que las personas pueden procurarse un estado de salud física
y mental óptimo. Hemos hablado en varias ocasiones de la orientación y contribución del
Mindfulness al bienestar personal, así como a la sensación de tranquilidad y paz interior,
por lo que comprendemos fácilmente la relación de esta habilidad con las Competencias
Sociales y Cívicas. De modo más concreto, podemos resaltar que la contribución a las
mismas se realiza en tanto que el Mindfulness ayuda a tomar conciencia de los propios
sentimientos, pensamientos y valores; contribuye al desarrollo de la empatía y ayuda de
manera directa a la prevención y resolución de conflictos de manera constructiva.
En cuanto a la Competencia en el Sentido de la Iniciativa y Espíritu Emprendedor
(SIE), implica adquirir conciencia de la situación a intervenir o resolver, y saber elegir,
planificar y gestionar los conocimientos, destrezas o habilidades y actitudes necesarios con
criterio propio, con el fin de alcanzar el objetivo previsto; así como el desarrollo de actitudes
que conlleven un cambio de mentalidad que favorezca la iniciativa emprendedora, la
capacidad de pensar de forma creativa, de gestionar el riesgo y de manejar la incertidumbre.
En el citado documento se destaca que esta competencia requiere de las siguientes destrezas
o habilidades esenciales: capacidad de análisis; capacidades de planificación, organización,
gestión y toma de decisiones; capacidad de adaptación al cambio y resolución de problemas;
comunicación, presentación, representación y negociación efectivas; habilidad para
trabajar, tanto individualmente como dentro de un equipo; participación, capacidad de
liderazgo y delegación; pensamiento crítico y sentido de la responsabilidad; autoconfianza,
evaluación y auto-evaluación, ya que es esencial determinar los puntos fuertes y débiles
de uno mismo y de un proyecto, así como evaluar y asumir riesgos cuando esté justificado
(manejo de la incertidumbre y asunción y gestión del riesgo). Es por ello que el Mindfulness
encuentra una relación tan directa con esta competencia, en tanto ayuda a la gestión de
emociones, ansiedad y estrés; al desarrollo de un pensamiento creativo y holístico, a la vez
que contribuye a analizar con objetividad las situaciones; a la resolución de conflictos y
por tanto al trabajo en equipo.

120 Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
Por último, en lo relativo a la Competencia para Aprender a Aprender (CAA), el
trabajo de Mindfulness, como indica Alonso (2014), nos ayuda a tomar conciencia de
las propias potencialidades y carencias, de modo que se puede orientar el aprendizaje
y la búsqueda de estrategias teniendo esto en cuenta. Nos ayuda a conocer las propias
capacidades emocionales, a tener un sentimiento de competencia personal y proporciona
confianza en uno mismo, fundamentales para una adecuada motivación de cara al
aprendizaje. Por su puesto, hemos destacado varias veces que el trabajo del Mindfulness
mejora la atención y la concentración, y en tanto desarrolla estrategias para la gestión de
conflictos favorece la cooperación y el aprendizaje grupal, no solo el individual.

Mindfulness y los contenidos de las diferentes etapas.


En este apartado daremos una visión general de la relación entre el Mindfulness y
los contenidos que se trabajan en las diferentes etapas educativas. La exposición es somera,
no podemos profundizar en este ámbito, pues requeriría una extensión considerable, por
lo que se trata simplemente de un punto de partida para ayudar a tomar conciencia de
esta relación.
Comenzaremos, pues, tratando la relación entre el trabajo con Mindfulness en el
aula y los contenidos en la Educación Infantil.
En primer lugar, respecto del Área 1: Conocimiento de sí mismo y autonomía
personal, encontramos una relación directa con el Mindfulness en tanto trabajamos la
toma de conciencia de las sensaciones, de “lo que está pasando ahora mismo”, en distintas
partes de nuestro cuerpo. También el trabajo de la postura (tumbados, sentados o de pie)
tiene una relación directa con esta área. A nivel de las emociones, es de destacar que otra
de las herramientas básicas del Mindfulness es la identificación y gestión de las emociones,
tanto la frustración y otros sentimientos de malestar como de aquellas emociones positivas
que nos producen bienestar y paz interior.
En cuanto al Área 2: Conocimiento del entorno, el entorno es una herramienta
fundamental en el trabajo del Mindfulness en la vida cotidiana, tanto el entorno humano
como el entorno natural, ya que nos sirve para centrar nuestra atención plena en aquello
que sucede “ahora mismo” a nuestro alrededor.
En lo relativo al Área 3: Lenguajes: comunicación y representación, hemos destacado
ya varias veces la importante oportunidad que supone el Mindfulness para poner nombre y
explicar con palabras nuestras emociones y aquello que sentimos, de modo que se facilite
la resolución de problemas interpersonales debido a que podemos comprender lo que el
otro nos transmite una vez hemos adquirido una nomenclatura común referente a aquello
que sentimos por dentro.

Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness 121


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
En cuando a la Educación Primaria, encontramos también relaciones entre los
contenidos prescritos en el currículo y el trabajo que podemos desarrollar empleando el
Mindfulness con nuestro alumnado.
Así, en el Área de Ciencias de la Naturaleza, se hace hincapié en la importancia del
desarrollo tanto cognitivo como emocional. Esto se ve reflejado en los contenidos, criterios
de evaluación y estándares de aprendizaje evaluables, especialmente en los relacionados
con el Bloque 2: el ser humano y la salud, en que se incluyen algunos relacionados con la
identificación de emociones propias y en los compañeros, así como sobre el conocimiento de
sí mismo y la propia identidad, y el conocimiento de los demás, la resolución de conflictos
y la toma de decisiones.
En el Área de Lengua Castellana y Literatura, se explicita en sus contenidos, criterios
de evaluación y estándares de aprendizaje evaluables, en el Bloque 1: Comunicación oral:
hablar y escuchar, el trabajo de la lengua oral como forma de comunicación y expresión
personal de sentimientos y emociones. También se habla de la actitud de escucha activa, que
se ve favorecida por el trabajo de la atención y concentración que se realiza en Mindfulness.
En cuanto al Área de Educación Artística, en el apartado de educación musical, en
el Bloque 3: la música, el movimiento y la danza, se habla del control postural, al cual
contribuye el trabajo de Mindfulness en tanto que el cuerpo es utilizado como un elemento
de atención, y se enfatiza siempre la necesidad de una adecuada postura en la realización
de los ejercicios de atención plena.
En cuanto al Área de Educación Física, sus criterios de evaluación establecen el uso
del cuerpo para comunicar emociones. Su identificación y gestión son fundamentales de
cara a su expresión, y el trabajo con Mindfulness nos ayuda a adquirir un conocimiento
sobre las emociones con una claridad basada en la experiencia que facilita su comunicación
adecuada.
En el Área de Valores Sociales y Cívicos, en el Bloque 1: la identidad y la dignidad de la
persona, se establece entre sus criterios de evaluación y estándares de aprendizaje evaluables
la estructuración de un pensamiento efectivo e independiente empleando las emociones
de forma positiva, así como el reconocimiento e identificación de las emociones, los cuales
son trabajos fundamentales en Mindfulness. También en el Bloque 2: La comprensión y el
respeto en las relaciones interpersonales, se establece la comunicación de sentimientos y
emociones de manera verbal y no verbal. Por último, en el Bloque 3: La convivencia y los
valores sociales, se especifica el analizar sentimientos, emociones, pensamientos y puntos
de vista ante un conflicto interpersonal.
En la Educación Secundaria, tanto en los niveles obligatorios como en los no
obligatorios, encontramos también numerosas referencias al trabajo de las emociones, su
comprensión, el vocabulario relacionado con las mismas… Para no extendernos demasiado,
simplemente destacaremos aquellas asignaturas en las que el currículo prescriptivo a nivel

122 Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
estatal incluye criterios de evaluación y estándares de aprendizaje evaluables relacionados
con las mismas. Estos elementos curriculares pueden trabajarse mediante el desarrollo y
gestión de las emociones que es inherente al trabajo de Mindfulness.
Así, encontramos mención al trabajo de las emociones en los criterios de evaluación
y los estándares de aprendizaje evaluables de las siguientes asignaturas:
En la asignatura de Lengua Castellana y Literatura, aparece en el Bloque 1: el
desarrollo progresivo de las habilidades sociales, la expresión verbal y no verbal y la
representación de realidades, sentimientos y emociones; a lo cual contribuye sobremanera
el trabajo con Mindfulness. En cuanto al Bloque 2: comunicación escrita: leer y escribir,
se trabaja la comunicación por escrito de sentimientos, experiencias, conocimientos
y emociones; y ya hemos insistido en que el trabajo de Mindfulness nos proporciona
vocabulario y estructuras para conceptualizar, comprender, gestionar y comunicar
sentimientos y emociones.
En el área de Educación Física se incide en la necesidad de prestar atención a las
capacidades cognitivas, emocionales y sociales; así como en la gestión adecuada de la
carga emocional que conllevan las acciones.
La Educación Plástica, Visual y audiovisual incluye entre sus elementos curriculares
la expresión y transmisión de emociones, las cuales deben identificarse, comprenderse y
gestionarse para una adecuada expresión y transmisión.
En la asignatura de Música se incluye el conocimiento y puesta en práctica de
técnicas de control de emociones de cara a mejorar los resultados en la exposición ante
un público.
En lo relativo a Filosofía, las referencias aparecen en el Bloque 5: el ser humano desde
la filosofía, ya que se trabaja el concepto de emoción; y en el Bloque 6: la racionalidad
práctica, en que se trabajan los vínculos entre la racionalidad práctica, la razón teórica y
la inteligencia emocional; así como entre los pensamientos, las acciones y las emociones.
También se establece la necesidad de conocer la condición afectiva del ser humano,
distinguiendo entre impulsos, emociones y sentimientos y reconociendo el papel del cuerpo
en la posibilidad de manifestación de lo afectivo; así como la reflexión y argumentación
sobre la importancia de la motivación y de las emociones. Todo esto es trabajo básico en
Mindfulness, que se trabaja desde el primer momento.
Por último, la asignatura de Valores Éticos establece en el Bloque 1: la dignidad de
la persona, el analizar en qué consiste la inteligencia emocional y valorar su importancia
en el desarrollo moral del ser humano, así como su influencia en la construcción de la
personalidad y su carácter moral, siendo capaz de utilizar la introspección para reconocer
emociones y sentimientos en su interior, con el fin de mejorar sus habilidades emocionales.
También en el Bloque 2: la comprensión, el respeto y la igualdad en las relaciones
interpersonales se hace mención al vínculo de la inteligencia emocional con la vida
interpersonal y los valores éticos que enriquecen las relaciones humanas.

Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness 123


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
Con todo esto, podemos ya establecer una amplia presencia de conocimientos,
habilidades y actitudes que se desarrollan mediante el trabajo del Mindfulness en los
currículos prescriptivos, y por lo tanto su uso en las aulas está totalmente justificado desde
un punto de vista legal en las diferentes etapas educativas.

5. Herramientas que vamos a utilizar


En este apartado haremos referencia a las herramientas que vamos a utilizar en
las sesiones de Mindfulness. Estas son fundamentalmente 5: el cuerpo, la respiración, los
sonidos, los pensamientos y las emociones.
Esto es válido para todas las edades a partir de los cinco años. Como ya hemos
indicado, esta es la edad a partir de la cual podemos trabajar plenamente la habilidad de
la conciencia plena.
Así, podemos trabajar con la toma de conciencia de las sensaciones que se producen
en las diferentes partes de nuestro cuerpo. Estas meditaciones entrenan la atención
llevándola de manera consciente a cada una de las partes de nuestro cuerpo, lo que nos
hace notar sensaciones que pasan desapercibidas en nuestra vida diaria, en la cual nuestra
atención está dirigida a una simultaneidad de estímulos diversos. Así, reconoceremos la
característica sensación de cosquilleo que produce la sangre al circular por los capilares
de nuestro cuerpo, la palpitación del corazón y las grandes vías arteriales, el tacto de la
ropa sobre nuestra piel...
Otras meditaciones dirigirán nuestra atención a la propia respiración, conectándola
con nuestro pensamiento. Esta es un arma muy poderosa en momentos de agitación,
estrés, ansiedad...Generalmente consiste en asociar la respiración a un conteo. Suele dar
muy buenos resultados con principiantes, ya que “se parece” a aquello que acostumbra
a hacer nuestra mente, que es poner nombres a los fenómenos. Así, la mente se calma
cuando etiqueta cada una de nuestras respiraciones: esta se llama 1, esta se llama 2...
También los sonidos del entorno son buenas fuentes de meditación. En nuestra
vida cotidiana solemos percibir solo los sonidos más potentes y evidentes (seguramente
los más útiles de cara a la supervivencia). No obstante, cada lugar y cada instante está
rodeado de una gran cantidad de sonidos sutiles que habitualmente pasan desapercibidos
o que ni siquiera somos capaces de percibir con una mente despistada en mil estímulos.
Así, iremos recogiendo aquellos sonidos más evidentes y los más sutiles, los más alejados
y los más cercanos, hasta los producidos por el propio cuerpo.
A partir de los últimos cursos de la Educación Primaria, y en grupos que tengan
ya una cierta experiencia en Mindfulness, podemos trabajar tomando conciencia de los
propios pensamientos. Evidentemente todos tenemos una gran cantidad de pensamientos
que cruzan nuestra mente y muchas veces acaparan nuestra atención (quién no ha pasado

124 Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
horas y horas por la noche sin poder dormir, arrastrado por un torrente de pensamientos).
Sin embargo, no se trata de prestar atención a los pensamientos, sino de tomar conciencia
de ellos, y de la distancia entre ellos y el punto desde el que los observamos. Esto puede
parecer complejo al principio, pero con una cierta práctica en Mindfulness llegamos a ser
capaces de dominar ese flujo de pensamiento prestándole atención cuando nos es útil, y
tomando distancia de él cuando no es el momento.
Del mismo modo que con los pensamientos, pero ya desde las más tempranas
edades, aunque a partir de una cierta experiencia, podemos trabajar con las emociones. No
obstante, no trabajaremos el componente racional de las mismas, sino el aspecto puramente
físico. Rememorando situaciones que nos han hecho felices o que nos han puesto tristes,
enfadados… nos centraremos en notar qué tipo de sensaciones nos producen y en qué
partes del cuerpo sentimos esas emociones. En este sentido, podríamos haber incluido
esta herramienta dentro del trabajo del cuerpo, pero cabe dar una importancia particular
al trabajo del Mindfulness en las emociones debido a que son muchas veces causantes de
problemas sociales y malestar, y su identificación adecuada y el aplicar la capacidad de la
conciencia plena en momentos de furor emocional lleva a una reducción de los conflictos
interpersonales y a aumentar la sensación general de bienestar, reduciendo el impacto de
las emociones negativas.

Diferentes objetos de atencion nos ayudarán a trabajar la conciencia plena ante diferentes situaciones.

Estas son las herramientas principales que proponemos utilizar a la hora de


desarrollar la conciencia plena, aunque por supuesto no son las únicas que existen.

Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness 125


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
6. ¿Qué podemos esperar?
En primer lugar, cabe destacar que en España las investigaciones y experiencias
publicadas en torno al Mindfulness en general, y a su uso en las aulas en particular, no son
numerosas. Sin embargo, las experiencias que emplean Mindfulness en el aula, coinciden
con los resultados de las investigaciones llevadas a cabo en el campo de la neurociencia,
que lleva ya años estudiando la influencia del Mindfulness en el mundo de la escuela.
En primer lugar, cabe destacar que por supuesto el Mindfulness no es una cualidad
mágica que aparece sin más y que resuelve todos nuestros problemas y frustraciones. Ya
hemos dicho que la capacidad de atención plena es una habilidad que, como cualquier
otra (ya sea tocar un instrumento, aprender a leer y escribir, a encestar en una canasta…),
requiere práctica y entrenamiento continuados.
Para el desarrollo de esta habilidad necesitamos desarrollar de forma regular sesiones
de Mindfulness en las que, a través de diferentes actividades, iremos desarrollando diferentes
aspectos de la capacidad de atención plena.
De igual modo que en cualquier habilidad, se comprueba el avance y la progresión
en la misma a medida que se suceden las sesiones de Mindfulness. Sin embargo, dado el
tipo de habilidad de que tratamos, percibiremos este avance de dos maneras diferentes.
Por una parte, podemos hablar de la progresión perceptible desde fuera, de manera
externa. En este sentido, veremos algunos cambios en el comportamiento de los alumnos
individualmente, y en su funcionamiento como grupo.
Por otra parte, podemos también hablar de la progresión perceptible solo desde la
interioridad del propio individuo. Nosotros cuando comenzamos a practicar de manera
habitual el Mindfulness, y nuestros alumnos cuando está establecida la rutina en el aula,
experimentamos una serie de cambios en la manera en que nos sentimos frente a las
situaciones de la vida cotidiana y frente a nosotros mismos.
De manera general, podemos decir que el uso del Mindfulness lleva a un mayor
bienestar y sensación de plenitud (o flow). Otros beneficios que son fácilmente reconocibles
son una mayor concentración y dirección, mejor regulación emocional, una respiración
más fluida y liberada, una visión más global y un empoderamiento del individuo.
Por último, vamos a resumir los beneficios que aporta el Mindfulness dentro del
ámbito educativo, tanto al alumnado como a los docentes:

126 Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
Tabla 1. Elaboración propia a partir de Almansa et al. (2014), Comesaña (4 de octubre de 2016), De la Fuente
et al. (2010), Flook et al. (2010), Lantieri (2011).

Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness 127


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula
Tabla 2. Elaboración propia a partir de Almansa et al. (2014), Comesaña (4 de octubre de 2016), De la Fuente
et al. (2010), Franco (2010), Lantieri (2011).

Con todo esto en cuenta, podemos ver fácilmente que el Mindfulness da respuesta a
numerosas necesidades que surgen en las sociedades del siglo XXI, y aporta sus beneficios
tanto a la persona como al grupo.

128 Educación emocional: de las inteligencias múltiples al mindfulness


Tema 4. Experiencias Mindfulness en el aula

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