Guía Mercantil y Civil

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Guía mercantil y civil

1. Clasificación de los juicios mercantiles (ordinario, ejecutivo, etc).


Los juicios mercantiles se clasifican en ordinarios, ejecutivos y especiales.
El juicio ordinario se tramita cuando no existe título ejecutivo, mientras que el juicio
ejecutivo se utiliza cuando se cuenta con un título que permita el cobro inmediato
de la deuda.
Los juicios especiales se utilizan en casos específicos previstos por la ley (Código
de Comercio de México, 2023, art. 1377).

2. Diferencia entre los distintos juicios mercantiles.


en el artículo 1390 bis del Código de Comercio sobre el Juicio Oral Mercantil a la
letra señala que se “tramitarán
en este juicio todas las contiendas mercantiles sin limitación de cuantía.”
(Código de Comercio, 2021: 168).
Es decir, se tramitarán en esta vía los juicios que tengan una cuantía determinada
o determinable, así como lo que no tengan señalado alguna forma especial
de tramitación.
En el caso del Juicio Ejecutivo Mercantil, el artículo 1391 del Código de Comercio
señala “El procedimiento ejecutivo tiene lugar cuando la demanda se
funda en documento que traiga aparejada ejecución.”
(Código de Comercio, 2o20: 184).
Por lo que para que éste proceda, se debe contar con un requisito indispensable,
el cual es contar con un título ejecutivo, es decir, que el actor cuente
con un documento que traiga aparejada ejecución, lo que le da una poderosa
presunción al promovente para reclamar un derecho que está plasmado en dicho
título ejecutivo.
Los juicios especiales, por su parte, se aplican en casos específicos previstos por
la ley, como pueden ser los juicios de quiebra, los juicios sobre propiedad
industrial, los juicios sobre competencia económica, entre otros. Estos juicios
tienen sus propias reglas de procedimiento y cuantía de la demanda, y su
tramitación puede variar según la naturaleza del asunto a resolver (Código de
Comercio de México, 2020, art. 1057).
3. Clasificación de los juicios civiles.
Por su finalidad, los procesos suelen ser clasificados en: de conocimiento o
declarativos, ejecutivos y cautelares. A través de los procesos de conocimiento se
pretende que el juzgador, previo conocimiento del litigio, resuelva acerca de
una pretensión discutida y defina los derechos cuestionados. Carnelutti identifica
el proceso de conocimiento con el proceso jurisdiccional en sentido es-
tricto.
Los procesos de conocimiento pueden concluir con la decisión del
juez de constituir una nueva relación jurídica (sentencia constitutiva); de ordenar
una determinada conducta a alguna de las partes (sentencia de condena),
o de reconocer una relación jurídica ya existente (sentencia meramente
declarativa). Estos tres diversos resultados (constitución de un derecho, condena
y mera declaración) pueden ser logrados a través del proceso de conocimiento.
Francesco Carnelutti, Sistema de derecho procesal civil, trad. de Niceto Alcalá-
Zamora y Castillo
y Santiago Sentís Melendo, t. I, UTEHA, Buenos Aires, 1944, p. 177.
26 Eduardo J. Couture, Fundamentos del derecho procesal civil, 3a. ed., Depalma,
Buenos Aires,
1958, p. 82.

4. Diferencia entre los distintos juicios civiles.


De acuerdo con la generalidad o especificidad de los litigios que resuelven, los
juicios suelen clasificarse en ordinarios, cuando a través de ellos se conoce de la
generalidad de los litigios, y especiales, cuando se establecen sólo para
determinado
tipo de litigios. En un sentido lógico, son juicios especiales todos aquellos
que no tienen el carácter de ordinarios. O, en otros términos, un juicio
que no es ordinario, que no esté diseñado para sustanciar la generalidad de los
litigios, es necesariamente un juicio especial. En el CPCDF son ordinarios el
juicio ordinario civil y el juicio ordinario de mínima cuantía previsto en el
título especial de la justicia de paz. En cambio, son especiales los juicios ejecutivo,
hipotecario, de desahucio, arbitral, sucesorios, de concurso, sobre controversias
familiares y sobre controversias de arrendamiento de inmuebles.

5. Requisitos para presentar demandas civiles


La demanda debe ser por escrito, si éste es necesario, y debe estar firmada por el
demandante o su representante legal (Código de Procedimientos
Civiles Federal, 2019, art. 102).
La demanda debe contener los siguientes requisitos:
•El nombre del tribunal ante el que se presenta.
•El nombre y domicilio del demandante y del demandado, o los datos de
identificación en caso de no conocerlos.
•La relación de los hechos y los fundamentos jurídicos en que se basa la
demanda.
•El objeto de la demanda, que debe ser claro y preciso.
•La cuantía de la demanda, en su caso.
•Las pruebas que se ofrecen.
•La firma del demandante o su representante legal (Código de Procedimientos
Civiles Federal, 2019, art. 106).
•La demanda debe ir acompañada de los documentos que acrediten los hechos y
fundamentos jurídicos de la misma, así como las pruebas que se ofrecen (Código
de Procedimientos Civiles Federal, 2019, art. 107).
•La demanda debe ser presentada ante el tribunal competente, según la materia y
la cuantía de la demanda (Código de Procedimientos Civiles Federal, 2019,
art. 29).
6. Requisitos para presentar demandas mercantiles.
El artículo 1378 del Código de Comercio señala los requisitos que deberá reunir la
demanda, los cuáles son:
I. El juez ante el que se promueve;
II. El nombre y apellidos, denominación o razón social del actor, el domicilio que
señale para oír y recibir notificaciones, su Registro Federal de
Contribuyentes (RFC), su Clave Única de Registro de Población (CURP)
tratándose de personas físicas, en ambos casos cuando exista obligación legal
para encontrarse inscritos en dichos registros, y la clave de su identificación oficial;
III. El nombre y apellidos, denominación o razón social del demandado y su
domicilio;
IV. El objeto u objetos que se reclamen con sus accesorios;
V. Los hechos en que el actor funde su petición en los cuales precisará los
documentos públicos o privados que tengan relación con cada hecho, así
como si los tiene a su disposición. De igual manera proporcionará los nombres y
apellidos de los testigos que hayan presenciado los hechos relativos.
Asimismo, debe numerar y narrar los hechos, exponiéndolos sucintamente con
claridad y precisión;
VI. Los fundamentos de derecho y la clase de acción procurando citar los
preceptos legales o principios jurídicos aplicables;
VII. El valor de lo demandado;
VIII. El ofrecimiento de las pruebas que el actor pretenda rendir en el juicio, y
IX. La firma del actor o de su representante legítimo. Si éstos no supieren o no
pudieren firmar, pondrán su huella digital, firmando otra persona en
su nombre y a su ruego, indicando estas circunstancias.

7. Personalidad en las demandas civiles


En la doctrina procesal se distingue entre legitimación ad processum y legitimación
ad causam. Couture define a la primera como la “aptitud o idoneidad
para actuar en un proceso, en el ejercicio de un derecho propio o en
representación
de otro” (es decir, comprende tanto la capacidad procesal como la representación
procesal o personería); y a la segunda, como la “condición jurídica en que se halla
una persona con relación al derecho que invoca en juicio, ya sea en razón de su
titularidad o de otras circunstancias que justifican su pretensión” (o sea, se
identifica
con la legitimación a que hace referencia Alcalá-Zamora).

8. Personalidad en las demandas mercantiles.


La personalidad en el sentido del derecho procesal mercantil se refiere a un
atributo esencial del ser humano; por lo que se debe de reconocer que alguien
o una entidad, tienen derechos y obligaciones, es la cualidad que poseen las
personas físicas o morales para actuar válidamente en un proceso. Es así,
que la personalidad en un juicio se da mediante la representación voluntaria o
legal conforme al derecho y en el artículo 1057 establece dos condiciones:
El juez examinará de oficio la personalidad de las partes; y los litigantes podrán
impugnar la de su contraria cuando tengan razones para ello.

9. Tipos de pruebas en materia civil


1. Pruebas documentales: Son aquellos documentos públicos o privados que se
presentan para demostrar un hecho o circunstancia relevante para el juicio.
Ejemplos de documentos públicos son las actas de nacimiento, matrimonio,
defunción, entre otros, mientras que los documentos privados son los contratos,
facturas, recibos, entre otros.
2. Pruebas periciales: Son aquellas que se realizan mediante la intervención de un
perito, quien es un experto en una materia específica y que puede emitir
un dictamen técnico o científico que apoye o desvirtúe los hechos en cuestión.
3. Pruebas testimoniales: Son las declaraciones que hacen los testigos durante el
juicio y que pueden contribuir a demostrar o desvirtuar los hechos relevantes.
4. Pruebas de inspección judicial: Se refiere a la observación que hace el juez o el
perito de un bien o lugar para verificar su estado o características
relevantes para el juicio.
5. Pruebas confesionales: Son aquellas en las que una de las partes reconoce o
niega algún hecho o circunstancia que sea relevante para el juicio.

10. Tipos de pruebas en materia mercantil.


1. Pruebas documentales: Son aquellos documentos públicos o privados que se
presentan para demostrar un hecho o circunstancia relevante para el juicio.
Ejemplos de documentos públicos son las actas de nacimiento, matrimonio,
defunción, entre otros, mientras que los documentos privados son los contratos,
facturas, recibos, entre otros.
2. Pruebas periciales: Son aquellas que se realizan mediante la intervención de un
perito, quien es un experto en una materia específica y que puede emitir
un dictamen técnico o científico que apoye o desvirtúe los hechos en cuestión.
3. Pruebas testimoniales: Son las declaraciones que hacen los testigos durante el
juicio y que pueden contribuir a demostrar o desvirtuar los hechos relevantes.
4. Pruebas de inspección judicial: Se refiere a la observación que hace el juez o el
perito de un bien o lugar para verificar su estado o características
relevantes para el juicio.
5. Pruebas confesionales: Son aquellas en las que una de las partes reconoce o
niega algún hecho o circunstancia que sea relevante para el juicio.

11. Plazos para presentar y contestar demandas civiles


1. Plazo para presentar la demanda: En general, el plazo para presentar una
demanda en un juicio civil es de un año a partir de la fecha en que nació el
derecho para ejercer la acción. Sin embargo, en algunos casos este plazo puede
ser mayor o menor.
2. Plazo para contestar la demanda: El demandado tiene un plazo de 9 días
hábiles para contestar la demanda a partir de la fecha en que fue notificado
de la misma, de igual manera, la parte actora tendra 9 días para contestar la
reconvención.
3. Plazo para ofrecer y desahogar pruebas: Las partes tienen un plazo de 10 días
hábiles para ofrecer pruebas y un plazo de 30 o 60 días hábiles para
desahogarlas.
4. alegatos: Concluida la recepción en la forma escrita de las pruebas ofrecidas,
tendrán las partes cinco días comunes para alegar.
5. Plazo para dictar sentencia: Pasado que sea el término para alegar, serán
citadas las partes para sentencia, que se pronunciará dentro de ocho días.
6. Plazo para interponer recursos: Las partes tienen un plazo de 10 días hábiles
para interponer un recurso de apelación en contra de la sentencia dictada
por el juez de primera instancia.
12. Plazos para presentar y contestar demandas mercantiles.
1. Sobre el escrito de contestación a la demanda, la ley establece que se le debe
dar vista al actor. para que este manifieste lo que a su derecho convenga,
dándosele el plazo de 9 días, y en su caso que mencione a los testigos que hayan
presenciado los hechos y los documentos que se relacionen con los hechos
expresados en la contestación de la demanda.
En esta vía, la ley señala que al momento en que el demandado conteste la
demanda, podrá proponer la reconvención. Y si el juez admite la reconvención,
ésta se va a notificar de forma personal a la parte actora para que la conteste en
un plazo de nueve días.
2. periodo de ofrecimiento y desaogo de pruebas es de 10 días para el
ofrecimiento y 40 para el desaogo.
3. 10 días para alegatos y sentencia.

13. Autoridades judiciales ante las que se presentan las demandas mercantiles
En materia mercantil se actualiza la jurisdicción concurrente de conformidad con el
artículo 104 fracción segunda, toda vez que las partes intervinientes
en un litigio en donde se aplique legislación en esta materia, tendrán la alternativa
de elegir si someten su asunto al conocimiento de un juzgador federal
o uno local, siempre que se trate de particulares.
Toda demanda debe interponerse ante juez competente. Artículo 1091. Cuando en
el lugar donde se ha de seguir el juicio hubiere varios jueces competentes,
conocerá del negocio el que elija el actor, salvo lo que dispongan en contrario las
leyes orgánicas aplicables.
14. Autoridades judiciales ante las que se presentan las demandas civiles.
Juzgados de primera instancia en materia civil.

15. Competencia concurrente en materia mercantil.


En México, por virtud de la desaparición de los Tribunales de Comercio, los jueces
civiles son competentes para conocer de los litigios civiles y de los
mercantiles.
es decir, se puede demandar en tribunales de juzgados locales o federal,
atendiendo al Código de Comercio.

16. Cuantía de las demandas civiles y mercantiles.


Por razón de la cuantía, los juicios ordinarios se suelen clasificar en de mayor,
menor y mínima cuantía, de acuerdo con el valor pecuniario —mayor, intermedio
o más reducido— de los intereses que se debaten en el proceso. En el
CPCDF sólo se distingue entre juicios de mayor cuantía —el ordinario civil—
y de mínima cuantía —el previsto en el título especial de la justicia de paz del
CPCDF—, para conflictos civiles patrimoniales cuyo valor no exceda de las
cantidades que determine anualmente el Consejo de la Judicatura del Distrito
Federal, con base en lo que disponen los arts. 71, fracc. I, y 201, fracc. XIX, de
la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
Cfr José Ovalle Favela, Teoría general del proceso, 5a. ed., Oxford University
Press, México,
2001, pp. 133 y 134.

17. Requisitos para la contestación de las demandas civiles y mercantiles.


El art. 260 del CPCDF, conforme al texto reformado por el decreto publicado
en el DOF del 24 de mayo de 1996, establece que el escrito de contestación a
la demanda deberá expresar:
1. El tribunal ante quien se conteste a la demanda (fracc. I), que deberá ser
aquel que haya admitido la demanda y ordenado el emplazamiento del
demandado,
con independencia de que este último pueda cuestionar la competencia
del tribunal, a través de la declinatoria o la inhibitoria.
2. El nombre y apellidos del demandado, el domicilio que señale para oír
notificaciones
y, en su caso, las personas autorizadas para oír notificaciones y recibir
documentos y valores (fracc. II). Al igual que la parte actora, el demandado
puede autorizar para oír notificaciones en su nombre a personas con cédula
profesional
para ejercer la profesión de licenciado en derecho o con carta de pasante.
3. El demandado deberá referirse a cada uno de los hechos aducidos por el actor
en su demanda (fracc. III), confesándolos o negándolos, o bien expresando los
que ignore por no ser propios. Sólo se pueden confesar o negar hechos propios,
es decir, aquellos hechos en los que se haya intervenido; cuando se trate
de hechos que no sean propios del demandado, éste deberá aclarar simplemente
que los ignora o los desconoce por no ser propios. El silencio y las
evasivas del demandado hacen que se tengan por confesados en forma ficta
los hechos sobre los que no suscite controversia (art. 266). Esta confesión ficta
no opera cuando se trata de conflictos que afecten las relaciones familiares o el
estado civil de las personas, así como en los casos en que el emplazamiento se
haya hecho por medio de edictos. En estas hipótesis, el silencio o las evasivas
producen una negación ficta de los hechos no discutidos (art. 271, párrafo final).
4. El demandado deberá expresar cada una de las excepciones que tenga,
cualquiera
que sea su naturaleza, las cuales sólo podrá hacer valer precisamente al
contestar la demanda (fracc. V; infra 4.2.8). De manera más general podemos
afirmar que el demandado deberá precisar cuál es o cuáles son las actitudes
que asume frente a la demanda, dentro de las primeras ocho que se enunciaron
en el apartado 4.2.
6. Aunque el art. 260 no lo señale, es conveniente que en la contestación a la
demanda el demandado se exprese sobre los fundamentos de derecho invocados
por la parte actora en su demanda, y que precise los preceptos legales y las
tesis de jurisprudencia en los que base su contestación.
7. Asimismo, es pertinente que el demandado exprese sus puntos petitorios
Además de cumplir con los requisitos anteriores, el demandado debe
acompañar a la contestación los documentos en los que funde sus excepciones,
los demás documentos probatorios, los que acrediten la personería jurídica, así
como las copias simples o fotostáticas de la contestación a la demanda y de los
documentos anexos para cada una de las partes .

18. Diferencia entre contratos civiles y mercantiles.


1. Objeto: Los contratos civiles tienen por objeto regular relaciones entre
particulares, mientras que los contratos mercantiles se refieren a relaciones
comerciales entre empresarios.
2. Personas involucradas: En los contratos civiles, las partes involucradas son
personas físicas o morales que no tienen como actividad principal el comercio,
mientras que en los contratos mercantiles, las partes involucradas son
empresarios que se dedican al comercio.
3. Formalidades: Los contratos civiles no requieren de formalidades específicas, a
menos que así lo establezcan las partes o la ley. En cambio, los contratos
mercantiles deben cumplir con ciertas formalidades establecidas en la ley
mercantil, como la forma escrita y la firma de las partes.
4. Legislación aplicable: Los contratos civiles se rigen por el Código Civil, mientras
que los contratos mercantiles se rigen por la Ley General de Sociedades
Mercantiles y el Código de Comercio.
5. Obligaciones fiscales: En los contratos mercantiles, las partes están obligadas a
cumplir con ciertas obligaciones fiscales, como la expedición de facturas
y el pago de impuestos.
6. Plazos de prescripción: Los plazos de prescripción para reclamar el
cumplimiento de un contrato civil son más largos que los plazos para los contratos
mercantiles.
En resumen, la principal diferencia entre los contratos civiles y mercantiles en
México es su objeto y las personas involucradas. Los contratos civiles
se enfocan en regular relaciones entre particulares, mientras que los contratos
mercantiles se enfocan en relaciones comerciales entre empresarios. Además,
los contratos mercantiles tienen ciertas formalidades y obligaciones fiscales
específicas que los contratos civiles no tienen.

19. Requisitos de fondo y forma de los contratos mercantiles y civiles.


requisitos de fondo:
1. Capacidad: Las partes que celebran el contrato deben tener capacidad legal
para hacerlo, es decir, deben ser mayores de edad y estar en pleno uso de
sus facultades mentales.
2. Objeto lícito: El objeto del contrato debe ser lícito, es decir, no debe ser
contrario a la ley, a la moral o al orden público.
3. Consentimiento libre: El consentimiento de las partes debe ser libre y
espontáneo, sin que haya sido obtenido por medio de violencia, engaño o error.
4. Causa: El contrato debe tener una causa lícita, es decir, una razón válida que
justifique su celebración.

requisitos de forma:
1. Escritura: Algunos contratos civiles deben constar por escrito para que sean
válidos, como es el caso de los contratos de compraventa de bienes inmuebles.
2. Firmas: Las partes deben firmar el contrato, a menos que se trate de un
contrato que por su naturaleza no lo requiera.
3. Testigos: En algunos casos, se requiere la presencia de testigos para dar fe de
la celebración del contrato.
4. Registro: Algunos contratos civiles deben ser registrados ante una autoridad
competente para que sean válidos, como es el caso de los contratos de
compraventa
de bienes inmuebles.

20. Distintos tipos de cláusulas en los contratos.


1. Cláusulas de obligación: Establecen las obligaciones que asumen las partes del
contrato.
2. Cláusulas de limitación de responsabilidad: Establecen los límites de
responsabilidad que tendrán las partes del contrato en caso de incumplimiento.
3. Cláusulas de confidencialidad: Establecen las obligaciones de confidencialidad
que asumen las partes del contrato para proteger la información confidencial.
4. Cláusulas de indemnización: Establecen las obligaciones de indemnización que
tendrán las partes del contrato en caso de incumplimiento.
5. Cláusulas de resolución de conflictos: Establecen los procedimientos y
mecanismos para resolver cualquier conflicto que pueda surgir entre las partes
del contrato.
6. Cláusulas de renovación automática: Establecen las condiciones para la
renovación automática del contrato al final del período de vigencia.
7. Cláusulas de exclusividad: Establecen que una de las partes del contrato no
podrá celebrar acuerdos similares con terceros.
8. Cláusulas de terminación anticipada: Establecen las condiciones bajo las cuales
una de las partes del contrato puede terminar el acuerdo antes del término
del período de vigencia.

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