El documento habla sobre el hallazgo del reino de los cielos, que es un gran tesoro espiritual que ofrece salvación gratuita a través de Jesús. Aunque este tesoro está a la vista de todos, solo unos pocos pueden apreciarlo porque Dios debe abrir sus ojos espiritualmente. Al entender el valor incalculable de la salvación, los cristianos deben estar dispuestos a dejar todo para adquirir este regalo de Dios.
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El documento habla sobre el hallazgo del reino de los cielos, que es un gran tesoro espiritual que ofrece salvación gratuita a través de Jesús. Aunque este tesoro está a la vista de todos, solo unos pocos pueden apreciarlo porque Dios debe abrir sus ojos espiritualmente. Al entender el valor incalculable de la salvación, los cristianos deben estar dispuestos a dejar todo para adquirir este regalo de Dios.
El documento habla sobre el hallazgo del reino de los cielos, que es un gran tesoro espiritual que ofrece salvación gratuita a través de Jesús. Aunque este tesoro está a la vista de todos, solo unos pocos pueden apreciarlo porque Dios debe abrir sus ojos espiritualmente. Al entender el valor incalculable de la salvación, los cristianos deben estar dispuestos a dejar todo para adquirir este regalo de Dios.
El documento habla sobre el hallazgo del reino de los cielos, que es un gran tesoro espiritual que ofrece salvación gratuita a través de Jesús. Aunque este tesoro está a la vista de todos, solo unos pocos pueden apreciarlo porque Dios debe abrir sus ojos espiritualmente. Al entender el valor incalculable de la salvación, los cristianos deben estar dispuestos a dejar todo para adquirir este regalo de Dios.
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Título: Un hallazgo muy importante
Texto: Mateo 13: 44
Introducción: Proposición: Los cristianos debemos apreciar como un tesoro muy valioso las cosas de Dios. Oración de transición: La dicha de hallar un gran tesoro es un sentimiento que se debe apreciar y cuidar. Introducción I. El hallazgo del reino de los cielos Qué dichoso el hombre que halla el reino de los cielos, porque ha hallado la vida y la salvación gratuita ofrecida por Dios a través de su hijo. Nosotros caminábamos perdidos por el mundo hasta que un día Dios nos mostró un tesoro que estaba a la vista de todas las personas, pero que solo podía ser hallada por unas cuantas personas porque la mayoría no podía apreciarla. II. El hallazgo escondido No todos pueden ver el gran tesoro que está escondido a nuestros ojos. Según la voluntad de Dios, nuestros ojos que están cegados y se encuentran en tinieblas son abiertos por su luz resplandeciente y por primera vez podemos observar el tesoro que está delante nuestro. Muchos de nuestros hermanos cristianos hallaron el tesoro sin buscarlos incesantemente día y noche, sino que transitaban por la vida y un día se fijaron del tesoro que siempre había estado a plena vista de ellos solo que por el trajín de la vida y las preocupaciones y dificultades jamás se habían percatado de su presencia. Al hallarlo entendieron inmediatamente que su valor no tenía comparación y lo dejaron todo para poder adquirirlo y valorarlo por sobre todas las cosas. III. El hallazgo comprado Cuando entendemos el valor incalculable del tesoro de la salvación, no debemos dudar en vender (dejar, abandonar) todo lo que nos pertenece y entregarlo a Dios para poder adquirirlo y valorarlo por sobre todas las cosas. Es un tesoro único, no se puede encontrar otro tesoro más grande. Si tan solo pudiéramos darnos cuenta de que es un tesoro que perdurará para siempre, no lo pensaríamos dos veces, sino haríamos lo mismo que hizo este hombre que vendió todo lo que tenía sin dudarlo y compró el campo donde se encontraba el tesoro. IV. Conclusión / Aplicación Cada cristiano debe atesorar el tesoro de la salvación como un regalo de parte de Dios hacia sus hijos amados. No debemos despreciar el inmenso sacrificio que hizo Jesús en la cruz al morir por nosotros y habernos comprado con su sangre preciosa. No lo podemos adquirir por nuestra propia cuenta, sino que es una dádiva de Dios. Sólo Dios puede abrir nuestros ojos y hacernos ver el maravilloso tesoro de la salvación que está esperando a nuestra vista. Cada persona decide si quiere tomarlo y apropiarse de este tesoro y dejarlo pasara desapercibido y seguir con su vida.
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