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Revista Cubana de Oncología.

2021 (Ene-Abr);19(1):e_90

Artículo original

Atención integral al paciente oncológico con dolor


Comprehensive care of oncological patients with pain

Tammy Alonso Díaz1* http://orcid.org/0000-0001-7537-1082


María del Carmen LLantá Abreu1 http://orcid.org/0000-0003-2555-6411
Ramón Ropero Toirac1 http://orcid.org/0000-0001-9613-983X
Manuel Bazán Milian1 http://orcid.org/0000-0002-7331-5232
Cecilia Navarrete Dávalos1 http://orcid.org/0000-0003-1298-2163
Yamirka Carrillo Delgado1 http://orcid.org/0000-0003-2243-4785
Jenny Carolina Ávila Pérez1 http://orcid.org/0000-0002-5993-2254
Julién Martínez Carrasco1 http://orcid.org/0000-0002-7723-6279

1Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR). La Habana, Cuba.

*Autora para la correspondencia: tammy@infomed.sld.cu

RESUMEN
Introducción: El control del dolor es un componente esencial en los cuidados
paliativos.
Objetivo: Describir el manejo del dolor oncológico como síntoma frecuente
referido por los pacientes.
Métodos: Se realizó un estudio observacional, longitudinal y prospectivo con la
implementación de un modelo de historia clínica para la evaluación del dolor.
Incluyó a 116 pacientes admitidos a la Clínica del Dolor del Instituto Nacional de
Oncología y Radiobiología en el período comprendido desde el 1ero de julio hasta
31 diciembre de 2019. Los datos se resumieron con el uso de frecuencias para
variables cualitativas y mediana para variables cuantitativas y el Chi cuadrado
para la asociación entre variables.
Resultados: La mediana de edad fue de 62 años, con predominio del sexo
femenino; el 74,2 % se encontraban en estadios avanzados. El 93,1 % refirió dolor

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crónico, mixto, de intensidad moderada a severa y el sitio de dolor más frecuente


fue en la columna lumbosacra. El dolor severo se asoció a la ansiedad, depresión
y al insomnio (p ≤ 0,008). Se aplicó tratamiento con opioides débiles y adyuvantes
a la totalidad de los mismos, con escalado de opioides potentes en 59 pacientes.
Se logró control del dolor parcial o total en 104 pacientes. Las reacciones adversas
más frecuentes fueron: constipación, náuseas y somnolencia.
Conclusiones: Se alcanzó el control del dolor en la mayoría de los pacientes con
la implementación de una historia clínica, evaluación y tratamiento, lo cual
permitió un tratamiento eficaz e individualizado.
Palabras clave: dolor; cáncer; cuidados paliativos.

ABSTRACT
Introduction: Pain control is an essential component of palliative care.
Objective: Describe the management of oncological pain as a frequent symptom
reported by patients.
Methods: An observational prospective longitudinal study was conducted with
implementation of a medical record model for pain evaluation. The study
included 116 patients admitted to the Pain Clinic at the National Institute of
Oncology and Radiobiology from 1 July to 31 December 2019. The data were
summarized with the use of frequencies for qualitative variables, means for
quantitative variables and chi-square for the association between variables.
Results: Mean age was 62 years, with a prevalence of the female sex. 74.2% were
in advanced stages. Of the patients studied, 93.1% reported chronic, mixed,
moderately intense to severe pain. The most common pain site was the
lumbosacral spine. Severe pain was associated to anxiety, depression and
insomnia (p ≤ 0.008). Treatment with mild opioids and adjuvants was indicated in
all cases, with potent opioid escalation in 59 patients. Partial or total pain control
was achieved in 104 patients. The most common adverse reactions were
constipation, nausea and somnolence.
Conclusions: Pain control was achieved in most patients with the implementation
of a medical record, evaluation and treatment, which permitted the application
of an effective individualized treatment.

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Key words: pain, cancer, palliative care.

Recibido: 09/01/2021
Aceptado: 02/04/2021

Introducción
El abordaje del paciente con dolor oncológico es complejo, puede ser signo de
progresión tumoral o su desaparición de respuesta, una vez cumplida su función
de alarma, es un sufrimiento innecesario que puede anular e incapacitar al
paciente y requiere para su control una valoración multidimensional.(1)
Su etiología es multifactorial, se le puede atribuir al cáncer, a la terapéutica
antineoplásica o a otros factores relacionados con las comorbilidades y al mal uso
del tratamiento analgésico usado hasta ese momento.(2)
Se hace necesario identificar de manera temprana y oportuna todos los factores
que inciden en su etiología, alivio, y el uso adecuado de una terapéutica que
proporcione analgesia rápida y efectiva con la aplicación de la escalera
analgésica. En la actualidad continúa siendo la clave del tratamiento, así como
con el uso de otros procedimientos no farmacológicos que permiten una adecuada
adherencia.(3,4)
Para realizar una apropiada valoración multimodal del dolor debemos tener en
cuenta al menos, seis dimensiones:

1. Fisiológica (localización, duración, etiología y tipo de dolor visceral,


somático o neuropático).
2. Sensorial (intensidad, cualidad y patrón doloroso).
3. Afectiva (influencia sobre el estado de ánimo, sensación de bienestar y
nivel de ansiedad o depresión).
4. Cognitiva (significado del dolor para el paciente, relación con la neoplasia,
estrategias de afrontamiento).

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5. Conductual (impacto del dolor sobre el comportamiento y la conducta:


actividad física, sueño, etc.).
6. Socio-cultural (factores étnicos, familiares, laborales, sociales y
espirituales).(5)

Además de evaluar correctamente el dolor, debemos realizar una aproximación


unidimensional o multidimensional con una nomenclatura estandarizada. La
medición ideal del dolor debería ser sensible, válida, simple, fiable, reproducible
y asequible. El objetivo final de esta valoración del dolor es la aplicación de un
tratamiento ajustado e individualizado en cada paciente. (4,6)
Evaluar de forma sistemática el dolor de los pacientes tiene una gran
importancia:(2,6)

a) Permite un adecuado control analgésico.


b) Facilita el seguimiento de los enfermos y estimula su participación en
el proceso terapéutico.
c) Puede contribuir a detectar nuevas lesiones tumorales previamente no
sospechadas.
d) Es un componente importante en la calidad asistencial.
e) Contribuye a la investigación clínica de nuevas terapéuticas y a los
estudios epidemiológicos sobre dolor.

Por otra parte, una evaluación completa y sistemática del dolor beneficia también
a los profesionales sanitarios dado que:

a) Permite el reconocimiento del dolor como uno de los problemas


fundamentales en el tratamiento del paciente.
b) Supone una mayor implicación en su manejo, una menor sensación de
frustración o impotencia con respecto a los intentos de aliviarlo.
c) Una mejor comunicación con el paciente.

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Existe una importante máxima en la valoración del dolor que debe tenerse muy
presente: el dolor es lo que el paciente dice que padece y no lo que el médico
piensa que debe ser o espera que sea.(7,8)
Cabe finalizar con un axioma, que es muy importante en relación con la valoración
del dolor y que resume el beneficio que dicha valoración tiene para los pacientes:
“Medir bien el dolor es tratar bien el dolor”.(8)
El objetivo de la investigación fue describir el manejo del dolor oncológico como
síntoma frecuente referido por los pacientes.

Métodos
Se realizó un estudio unicéntrico, observacional, descriptivo, prospectivo y
longitudinal con la implementación de un modelo de historia clínica para la
evaluación y tratamiento del dolor (Anexo). A todos los pacientes se les solicitó
el consentimiento informado.
El universo consistió en pacientes diagnosticados y tratados por cáncer, que
fueron remitidos a la Clínica del Dolor del Instituto Nacional de Oncología y
Radiobiología (INOR). La muestra quedó constituida por 116 pacientes con
criterios de dolor crónico, con potencialidad de adherencia al tratamiento y que
dieron su consentimiento informado de participación en la investigación en el
período comprendido desde el 1ero de julio hasta el 31 de diciembre de 2019.
La fuente primaria de los datos fueron las historias clínicas de los pacientes y las
variables del estudio fueron: demográficas, clínicas, clasificación del dolor,
tiempo de evolución, síntomas y signos acompañantes, factores que lo alivian,
exacerban o lo desencadenan, tipo de dolor (visceral, somático, neuropático,
mixto), afectaciones psicológicas, estado funcional, tratamientos farmacológicos
o no farmacológicos previos, efectos adversos, respuesta al tratamiento. La
intensidad del dolor se midió por la auto-aplicación de la escala visual analógica
(EVA), en una rango en centímetros del 0 (no dolor) al 10 (dolor muy intenso). 9
Los resultados fueron recolectados en tablas de Excel versión 2016 de Microsoft y
exportada para su análisis a paquete estadístico SPSS versión 25.0.
Las variables cualitativas se resumieron mediante frecuencias absolutas y cifras

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porcentuales. Para la descripción de las variables cuantitativas como medida de


tendencia central se emplearon la media y el IC95 %. Para relacionar las variables
seleccionadas, se empleó el estadígrafo Chi cuadrado de asociación y tomándose
como significativos, aquellos valores con p < 0,05. Los resultados son presentados
en tablas y gráficos para su mejor comprensión.
El protocolo de investigación fue evaluado y aprobado por el Consejo Científico y
el Comité de Ética para la Investigación del INOR y se protegió la identidad de los
pacientes por la firma de confidencialidad de los investigadores.

Resultados
La tabla 1 muestra las características clínicas y demográficas. La mediana de edad
fue de 62 años, de los 116 pacientes, 59 (50,9 %) eran del sexo femenino y 57
(49,1 %) masculino, y de acuerdo a los factores de riesgo, se observó mayor
frecuencia del hábito de fumar en 88 pacientes (75,9 %) y la ingestión de bebidas
alcohólicas en 69 (59,5 %). Del total de individuos estudiados, 62 (53,4 %)
presentaban como antecedentes patológicos personales Hipertensión arterial, 54
(46,6 %) Trastornos digestivos, y 20 (17,2 %) Diabetes mellitus. Se constató
desnutrición proteica energética en 39 pacientes para un 33,6 % y en 83 (71,6 %)
de ellos, la presencia de metástasis. Hubo predominio de los estadios III y IV en
un 24,1 % y 74,2 %, respectivamente.

Tabla 1- Características de los pacientes


Parámetros Nº %
Demográficos
Edad (media, IC95 %) 62, IC95 %(29-71)

Género Femenino 59 50,9


Masculino 57 49,1
Raza: Blanca 49 42,2
Negra 67 57,8
Hábitos Tóxicos

Tabaquismo 88 75,9

Bebidas alcohólicas 69 59,5

Café 41 35,3

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Comorbilidades

Hipertensión arterial 62 53,4

Trastornos digestivos 54 46,6

Diabetes mellitus 20 17,2

Estado Nutricional

Anemia 44 37,9

Desnutrición Proteico 39 33,6


Energética
Normal 33 28,5

Estadio Clínico
II 2 1,7
III 28 24,1
IV 86 74,2
Extensión de la enfermedad
Locoregional 33 28,4
Metastásica 83 71,6
Total 116 100
Fuente: Historia Clínica.

Los tipos de cáncer más frecuentes fueron orofaringe en 41 %, seguidos de cérvix


24 % y próstata 15 % (Fig.).

C Epidermoide
9% orofaringe
11%
C Epidermoide
41%
cervix
15%
ADC Prostata

24%
C Pulmón

Fig. - Frecuencia de casos tratados por localización.

Las características de los pacientes según las variables relacionadas con el dolor
se muestran en la tabla 2, donde el sitio del dolor más frecuente fue columna
lumbosacra en 45 pacientes (38,8 %). El 93,1 % refirió dolor crónico, y predominó
el tipo mixto (73,3 %) y de intensidad moderada a severa en un 43,1 % y 53,4 %,
respectivamente.

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Tabla 2- Características de los pacientes según variables relacionadas con el dolor


Variables Clínicas del dolor Nº %
Localización del dolor
Columna lumbosacra 45 38,8
Orofaringe 31 26,7
Columna dorsal 28 24,2
Abdomen 12 10,3
Permanencia en el tiempo

Agudo 8 6,9

Crónico 108 93,1

Tipo de dolor por su origen

Mixto 85 73,3

Neuropático 13 11,2

Somático 10 8,6

Visceral 8 6,9

Intensidad del dolor

Dolor leve 4 3,5


Dolor moderado 50 43,1

Dolor severo 62 53,4

Total 116 100


Fuente: Historia Clínica.

En la tabla 3 apreciamos que los pacientes con dolor severo manifestaron mayor
frecuencia de síntomas psicológicos. La intensidad del dolor se asoció con
significación estadística con la ansiedad, la depresión y el insomnio (p = 0,0083).

Tabla 3- Distribución de pacientes según intensidad del dolor y la ansiedad, depresión e


insomnio
Intensidad del Ansiedad Depresión Insomnio Total
dolor
Nº % Nº % Nº % Nº %

Dolor leve 3 4,1 1 1 1 1 5 1,9


Dolor moderado 11 14,9 31 33 39 38,2 81 30

Dolor severo 60 81 62 66 62 60,8 184 68,1

Total 74 27,4 94 34,8 102 37,8 270 100


Chi-cuadrado = 13,59 p = 0,0083
Fuente: Historia Clínica.

Antes y después de la aplicación de la Escalera Analgésica, se observó un


incremento de todos los tipos de tratamiento, con predominio del escalado de

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opioides potentes en 59 pacientes que requirieron incremento de dosis y se realizó


intervencionismo en 18 de ellos (15,5 %). Luego de la evaluación hubo un
incremento de la frecuencia de pacientes que recibieron tratamiento no
farmacológico con Medicina Natural y Tradicional (MNT) y Fisioterapia en un 81,9
% y 29,3 % respectivamente, y fue necesaria la evaluación y seguimiento de 44
pacientes por Psicología. La evaluación posterior se asoció con un incremento
significativo de los tratamientos según los procedimientos establecidos (p =
0,0001) (Tabla 4).

Tabla 4- Distribución de pacientes según tratamiento por aplicación de la escalera


analgésica y momento de evaluación
Tratamiento Momento de evaluación
Previo Posterior
Nº % Nº %
Analgésico 31 26,7
Antinflamatorio 36* 31,0 116 100
Opioides débil 38* 32,8 116 100
Opioides potentes 2 1,7 59 50,9
Adyuvantes 45* 38,8 116 100
MNT 0 0 95 81,9
Fisioterapia 0 0 34 29,3
Intervencionismo 0 0 18 15,5
Psicoterapia 0 0 44 37,9
Tratamiento irregular*.
Medicina Natural y Tradicional (MNT).
Chi-cuadrado = 72,4 p = 0,0001
Fuente: Historia Clínica.

Las reacciones adversas más frecuentes fueron la constipación (83,6 %); sequedad
de la boca (39,7 %) y las náuseas y vómitos (34,5 %) (Tabla 5).

Tabla 5- Reacciones adversas al tratamiento analgésico


Reacciones adversas Nº %
Constipación 97 83,6
Sequedad boca 46 39,7
Náuseas y vómitos 40 34,5
Retención urinaria 18 15,5
Sedación 13 11,2
Fuente: Historia Clínica.

La evaluación de la respuesta al tratamiento analgésico se resume en la tabla 6.


Se logró control del dolor parcial o total en 104 pacientes (89,7 %).

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Tabla 6- Distribución de pacientes según evaluación de la respuesta al tratamiento


analgésico
Control del dolor Nº %
Total 66 56,9
Parcial 38 32,8
No control 12 10,3
Total 116 100
Fuente: Historia Clínica.

Discusión
El dolor es un síntoma frecuente en el paciente oncológico, muestra su mayor
incidencia en las fases avanzadas de la enfermedad;(8,9,10) en esta serie, el 98,3 %
de los pacientes se encontraban en estadios avanzados o terminal, con la
presencia de metástasis en el 71,6 % de los casos. Estos resultados son superiores
a los reportes internacionales, donde casi todos los autores(5,6,8,10,11) estiman que
se presenta entre el 70 y el 90 % de los pacientes en fases avanzadas o terminales
y la incidencia varía entre el 30 y el 50 % de los pacientes en fase de tratamiento
oncológico dependen del tipo de cáncer, al igual que una revisión sistemática (11)
identifica una prevalencia del dolor oncológico que va desde el 64 % en pacientes
con metástasis, en fase avanzada o terminal, al 59 % en pacientes que siguen
tratamiento curativo y al 33 % en los pacientes tras dichos tratamientos curativos.
Se describen factores que pueden variar el umbral doloroso: la edad (mayor dolor
en adultos jóvenes que en ancianos), el sexo (mayor en mujeres), el estado
psicológico (mayor en pacientes intranquilos o ansiosos), (11,12,13) en este estudio,
predominó el sexo femenino. Se describe mayor frecuencia del hábito de fumar
en 75,9 % y la ingestión de bebidas alcohólicas en 59,5 % como factores de riesgo
más importantes para el cáncer.
Uno de los aspectos a tener en cuenta para lograr un plan de tratamiento
individualizado, según varios autores,(13,14,15) son las comorbilidades del paciente
y dentro de ellas: la Hipertensión arterial, la Diabetes mellitus, los trastornos
gastroduodenales, la desnutrición proteico energética, las alteraciones en la
función renal y hepática. En este estudio, más de la mitad de los pacientes tenían
hipertensión arterial y trastornos digestivos y su estado nutricional comprometido

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tanto por la evolución de la enfermedad como por los tratamientos


oncoespecíficos que impiden al paciente alimentarse, por ejemplo las mucositis
que se observan posterior a la radioterapia y quimioterapia.
Múltiples estudios plantean la importancia de realizar una evaluación adecuada
del dolor, no solamente centrada en la intensidad del mismo, sino valorar su
posible etiología y sus repercusiones de forma multidimensional, (16,17) debe ser
integral exhaustiva y sistematizada. En cada consulta, se debe preguntar por la
presencia de dolor, determinar sus posibles causas, que incida en sus
características, síntomas y signos acompañantes, factores agravantes y
atenuantes, comorbilidades, respuesta a los tratamientos previos e interferencia
con las actividades de la vida diaria, ánimo, sueño, apetito, que permita elaborar
un plan terapéutico individualizado, como se plantea en la literatura “Analgesia
a la carta”.(18)
El dolor del paciente con cáncer puede ser agudo o crónico, nociceptivo somático
o visceral, neuropático y mixto. Sin embargo y aunque pueden coexistir varios
tipos de dolor, por naturaleza el dolor oncológico es crónico y nociceptivo, con
más frecuencia mixto.(17,18,19) Hubo asociación con significación estadística entre
la intensidad del dolor con la ansiedad, depresión e insomnio (p ≤ 0,0001). En los
pacientes con cáncer es frecuente la coexistencia de ansiedad, depresión e
insomnio. La coexistencia de depresión y síntomas físicos en los pacientes con
cáncer ha sido evaluada en múltiples estudios en los que se establece que el 83 %
de los pacientes oncológicos que están deprimidos presentan dolor, y por tanto,
se hace necesario distinguir entre lo que es una mera somatización depresiva de
un dolor somático.(20)
Existe una relación causal entre los tratamientos oncoespecíficos y el dolor; se
observó que el 73,2 % de los mismos tratados con quimioterapia presentaron dolor
y el 70,6 % de los pacientes que recibieron radioterapia, por lo que debemos
intentar paliar el dolor durante el tratamiento oncológico, ya sea cirugía,
radioterapia o quimioterapia y de esta forma mejoramos la calidad de vida de los
pacientes, como se plantea en la literatura internacional.(21,22)
Se investigó sobre el dolor subtratado, la mayoría de los autores concuerdan que
los pacientes se encuentran infratratados, con evaluaciones inadecuadas, subsiste

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el insuficiente uso de opioides y de coadyuvantes, así como el desconocimiento


de las dosis, vías, y tratamiento no farmacológico. Ripamonti y otros plantean
que hasta un 43 % de los pacientes con cáncer reciben tratamientos inadecuados
para el manejo del dolor.(23) En un estudio canadiense realizado en pacientes
oncológicos mayores de 65 años en el que hasta un tercio de los que presentaron
dolor intenso no recibieron tratamiento con opiáceos al menos durante el mes
siguiente de seguimiento.(24) Datos similares son expuestos en una revisión
sistemática(25) con 11 estudios prospectivos del manejo del dolor oncológico y
síntomas asociados en residencias geriátricas que muestran la alta prevalencia
del dolor intenso (cerca del 45 %) y su baja prescripción de opiáceos (menos del
40 %).
Al acudir los pacientes a la Clínica del Dolor, se evalúa con el modelo de historia
clínica y se aplica el uso racional de analgésicos y coanalgésicos según la escalera
analgésica, teniendo en cuenta el término de “ascensor” analgésico, (2,3,5,26) cada
vez más vigente, en el que se propone iniciar el tratamiento en el punto que el
dolor del paciente lo indique, se obvia el paso por escalones anteriores, si por la
experiencia clínica es sabido que no va a aportar ningún beneficio terapéutico.
Los pacientes en fase avanzada de la enfermedad se utiliza analgesia con dosis
bajas de opiáceos mayores ante la frecuente necesidad de escalar dosis de un
segundo escalón con opiáceos de techo analgésico y más efectos secundarios que
los opiáceos mayores (estreñimiento, molestias gástricas, etcétera).La evaluación
debe ser de manera individualizada tanto el tratamiento como el seguimiento. (26)
Se puede combinar con otras modalidades de tratamiento como radioterapia,
bloqueos nerviosos, terapia hormonal y el uso de otras terapias alternativas como
los masajes, la crioterapia, estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS,
siglas en inglés), acupuntura, psicoterapia, musicoterapia, las técnicas de
relajación, que se han mostrado útiles en el control del dolor o la ansiedad
relacionada con el mismo, así como la atención de los aspectos relacionados con
las creencias y las necesidades espirituales.(26,27,28)
Las recomendaciones de la guía americana NCCN sobre el Manejo del Dolor(25)
enfatizan en realizar una analgesia centrada en las necesidades del paciente,
seleccionar el fármaco en función de otros síntomas/comorbilidad (por ejemplo,

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depresión y/o insomnio concomitante) educar al paciente en cuanto a la dinámica


acierto/error de dicha medicación y la latencia en su efecto, con el objetivo de
evitar el desánimo y el abandono terapéutico.
Por lo que el paciente de esta forma es atendido de forma holística, integral, (26,27)
ya que el dintel de percepción del dolor se liga íntimamente a ello y obliga a
contemplar el aspecto subjetivo inherente a este síndrome.
Los efectos secundarios inducidos por los opioides incluyen trastornos
gastrointestinales, efectos sobre la autonomía, el sistema nervioso central y la
piel.(25,29) En la serie estudiada hubo frecuencias similares con otros estudios
internacionales revisados.
Con la implementación de la historia clínica individualizada desde la consulta
inicial a los pacientes estudiados y los respectivos tratamientos, se logró el
control del dolor parcial o total en 104 pacientes (89,7 %), dato coincidente en
otras investigaciones donde se aplican las escalas de tratamiento actualmente
propuestas en las diferentes guías temáticas.(20,21)
Se realizó un análisis del esquema farmacológico que recibían los pacientes antes
de ingresar a la Clínica del Dolor y se observó tratamientos inadecuados por ser
administrados a demanda, baja prescripción de opiáceos y adyuvantes, no uso de
medicina alternativa y se comparó con el esquema farmacológico ordenado por
los médicos especialistas del servicio. Se aplicó tratamiento con analgésicos,
opioides débiles y adyuvantes a la totalidad de los mismos
Se puede concluir que se alcanzó el manejo del dolor en la mayoría de los
pacientes con la implementación del control, evaluación y tratamiento del mismo
según los procedimientos de la Clínica del Dolor, lo cual permitió aplicar un
tratamiento adecuado e individualizado a cada uno de ellos, con mejoría de la
intensidad del dolor y la introducción de métodos no farmacológicos.

Referencias bibliográficas
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Hosp Infant Edo Son. 2016 [acceso 22/06/2019]34(1):1-10. Disponible en:


https://www.medigraphic.com/pdfs/bolclinhosinfson/bis-2017/bis171f.pdf

Anexo
Modelo de Historia Clínica

Ministerio de Salud Pública DOLOR


Oncología
Modelo-
I-REMISIÓN
 1- NO REMITIDO  2- ATENCIÓN PRIMARIA  3-CONSULTA EXTERNA  4- UNIDAD DE
URGENCIA  5- HOSPITALIZACIÓN
II-ANAMNESIS
DOLOR  1-LEVE  2- MODERADO  3-SEVERO
TRATAMIENTO ANTERIOR:  4-ANALGÉSICOS  5-OPIOIDES LEVES  6-OPIOIDES
POTENTES
III-ANTECEDENTES
a- HÁBITOS TÓXICOS : b-PERSONALES PATOLOGICOS
 1- ASMA  2-HIPERTENSIÓN
 1-TABAQUISMO  2-INGESTION DE ARTERIAL
BEBIDAS  3-IRC  4- DIABETES
 3-CAFÉ  4-ABUSO DE MELLITUS
DROGAS  5- TRASTONOS DIGESTIVOS  6- ARRITMIAS
 7-ALERGIAS
MEDICAMENTOS_______________________________
___
IV TRATAMIENTOS ONCOESPECÍFICOS
 a-RTP ESCALA DEL DOLOR  1- NINGUNO  2- LEVE  3-
MODERADO  4-SEVERO
 b-QTP ESCALA DEL DOLOR  1-NINGUNO  2-LEVE  3-
MODERADO  4-SEVERO

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 c-QUIRURGICO ESCALA DEL DOLOR  1-NINGUNO  2-LEVE  3-


MODERADO  4-SEVERO
 d- INMUNOTERAPIA ESCALA DEL DOLOR  1- NINGUNO  2- LEVE  3-
MODERADO  4-SEVERO
V EVALUACIÓN CLÍNICA DEL DOLOR
a -TIEMPO DE EVOLUCIÓN:  1-AGUDO (≤3 MESES)  2-CRÓNICO (≥3
b-LOCALIZACIÓN E
MESES)
IRRADIACIÓN

c-INCREMENTA CON EL MOVIMIENTO: d1- MUCHO  2- REGULAR 


3-POCO

d- LIMITA LA ACTIVIDAD:  1- MUCHO  2-REGULAR  3-


POCO
e- LIMITA EL SUEÑO:  1-MUCHO  2- REGULAR  3-
POCO

f- SE ACOMPAÑA DE:  1-ANSIEDAD  2-DEPRESIÓN  3-INSOMNIO

g- TIPO DE DOLOR:  1- VISCERAL  2- SOMÁTICO  3-


NEUROPÁTICO  4-MIXTO

h- SÍNTOMAS ACOMPAÑANTES:  1-HIPERALGESIA  2- ALODINIA


 3-ANESTESIA  4-PARESTESIA

VI TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS
a-ANALGÉSICOS b-OPIOIDES LEVES c-OPIOIDES
 1- DIPIRONA(500mg)  3-AINES POTENTES
 1-COSEDAL(30mg)
 2-PARACETAMOL(500 mg)
 1-MORFINA
 2-TRAMADOL (50mg)

d-COADYUVANTES
 1-ESTEROIDES  2- ANTIDEPRESIVOS  3-ANTICONVULSIVANTES  4-PROTECTORES
GÁSTRICOS  5-LAXANTES
VII REACCIONES ADVERSAS

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 1- ESTREÑIMIENTO  4- SEQUEDAD ORAL  7-RASH Y PRURITO


 10-RETENCIÓN URINARIA
 2- SEDACIÓN  5-NÁUSEAS Y VÓMITOS  8-BRADICARDIA
 11-HIPOTENSIÓN ARTERIAL
 3- ALUCINACIONES  6-MIOCLONUS  9-TOLERANCIA
 12-DEPRESIÓN RESPIRATORIA
VIII TRATAMIENTOS NO FARMACOLÓGICOS
 1- INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA  2- MNT
 3-PROCEDERES INVASIVOS

VIII EVALUACIÓN AL TRATAMIENTO


 1- CONTROL DEL DOLOR  2- CONTROL PARCIAL  3- NO CONTROL FECHA
(dd/mm/aa) |__|__| |__|__| |__|__|

MÉDICO: REGISTRO FIRMA


PROFESIONAL:

1er APELLIDO 2 do
APELLIDO NOMBRE

No HISTORIA No CARNET IDENTIDAD SEXO EDA RAZ FECHA DE CONFECCIÓN


CLÍNICA D A
|__|__|__|__|__|__| MF (dd/mm/aa) |__|__|
__|__|__|__|__| |__|__| |__|__|

Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener conflicto de intereses.

Contribuciones de los autores


Tammy Alonso Díaz: Idea original, recolección de datos, análisis estadístico,
interpretación de datos, preparación y aprobación del artículo final.
María del Carmen LLantá Abreu: Recolección de datos, interpretación de datos,
preparación y aprobación del artículo final.

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Ramón Ropero Toirac: Análisis estadístico, preparación y aprobación del artículo


final.
Manuel Bazán Miliam: Recolección de datos, interpretación de datos, preparación
y aprobación del artículo final.
Cecilia Navarrete Dávalos: Recolección de datos, preparación y aprobación del
artículo final.
Yamirka Carrillo Delgado: Recolección de datos, preparación y aprobación del
artículo final.
Julién Martínez Carrasco: Recolección de datos, preparación y aprobación del
artículo final.
Jenny Ávila Pérez: Recolección de datos, preparación y aprobación del artículo
final.

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