Aparato Urogenital

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Universitaria


Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos”
Área: Ciencias de la Salud
TSU en Enfermería
Núcleo Maturín

SISTEMA UROGENITAL
Anatomía y Embriología

Facilitador: Participantes:
Lic. Febres, Oliver. Vasquez, J. Daniel CI. 27.710.983.
Mendoza, Sunimar CI. 31.042.612
Hernández, Norelkis CI. 31.776.474
Pérez, María CI. 31.465.279
Hernández, Eliannys CI. 31.465.404
Rodríguez, Jeanmarys CI. 31.361.533

Mayo 2023

1
Índice
Introducción. Pág. 3
Aparato Urinario Pág. 4
 Riñones Pág. 4 y 5
 Vías Urinarias Pág. 5
 Uréteres Pág. 5
 Vejiga Pág. 6
 Uretra Pág. 6 y 7
Aparato Genital Pág. 7
 Genitales Internos y Externos Masculinos. Pág. 7 y 8
o Testículos Pág. 8
o Epidídimos Pág. 8
o Los conductos deferentes y los cordones espermáticos Pág. 8 y 9
o Vesículas seminales y los conductos eyaculadores. Pág. 9
o Próstata Pág. 9
o Pene Pág. 9 y 10
 Genitales Internos y Externos Femeninos. Pág. 10
o Ovarios Pág. 10
o Trompas de Falopio Pág. 11
o Útero Pág. 11
o Vagina. Pág. 11
o Vulva Pág. 11 y 12
o Las mamas. Pág. 12

Conclusión Pág. 13
Bibliografía Pág. 14

2
Introducción
Las reacciones químicas que se producen en el organismo originan productos
residuales cuya acumulación puede resultar nociva. Para deshacerse de ellos,
el organismo dispone de diversos mecanismos: la respiración, la transpiración y
la formación de la orina. Este último mecanismo se desarrolla en el aparato
urinario, un conjunto de estructuras y órganos destinados a elaborar, almacenar
y eliminar la orina. Además de eliminar los productos de desecho, los riñones
también filtran de la sangre otras sustancias normales, pero que deben
encontrarse a una concentración determinada. Así pues, puede decirse que los
riñones cumplen también una función de regulación del medio interno. En
órgano fundamental del aparato urinario es el riñón, que es el que forma la
orina, y desde el que está fluye a través de las vías excretoras. En la mujer el
aparato urinario es independiente del genital, el hombre es mixto. Íntimamente
relacionado con el aparato urinario, desde el punto de vista anatómico, se
encuentra el aparato genital.
El aparato genital o reproductor es el conjunto de órganos que intervienen de
forma más o menos directa en la reproducción y en la formación de las
hormonas sexuales, es decir, hacen posible la creación de una nueva vida para
la perpetuación de la especie. El aparato genital masculino produce los
espermatozoides, y el femenino los óvulos. La reproducción humana es sexual
<<cuando una célula sexual masculina y una femenina se fusionan para
producir una célula diferente>> y, por consiguiente, requiere que tanto el
hombre como la mujer aporten su material genético para concebir un nuevo
individuo.

3
Aparato urinario.
El aparato urinario está compuesto por una serie de órganos que se
encuentran en el interior de la cavidad abdominal y en la pelvis, y que se
encargan de elaborar, almacenar y evacuar orina. Esta función es básica para
mantener el equilibrio interno, para eliminar el agua sobrante, y para que el
organismo se pueda desprender de diversas sustancias más o menos tóxicas.
El aparato urinario consta de los riñones y de las denominadas vías urinarias,
que incluyen los uréteres, la vejiga y la uretra.
Riñones: Los riñones son dos órganos
simétricos, macizos, que se localizan en
la región superior y más profunda de la
cavidad abdominal, próximos a la pared
posterior del abdomen; tienen una forma
parecida a la de una judía, y miden unos
12 cm de altura, 6 de ancho y 3 de
espesor. Sus bordes convexos miran
hacia los flancos del tronco, y los
cóncavos, hacia el interior. Cada riñón
pesa, aproximadamente, entre 135 y 150
g. Para mantener la vida humana, es
necesario que por lo menos uno de los
dos riñones funcione adecuadamente.
Los riñones se mantienen fijos, dentro de la cavidad abdominal, gracias a la
existencia de una lámina de tejido conjuntivo, la fascia renal de Gerota, que los
envuelve y se proyecta hacia las estructuras vecinas. Por debajo de esta
envoltura se encuentran una capa de tejido graso, o cápsula adiposa, y la
cápsula renal, una membrana fibrosa; ambos tejidos protegen los riñones de
golpes y sacudidas. En la cara cóncava de los riñones se localiza el hilio renal,
una hendidura por la que penetran los vasos sanguíneos renales y por la que
emergen los uréteres, que son los conductos que transportan la orina hasta la
vejiga. Los hilios se prolongan, ya dentro de los riñones, en unas cavidades
internas, denominadas senos renales.
Los riñones constan de una zona externa, o corteza, de tonalidad amarillenta y
de aspecto granuloso, y de una zona interna, la médula, que es rojiza y está
surcada por múltiples fibras paralelas. La corteza renal emite unas
proyecciones de tejido que penetran en la médula, y que la dividen en sectores
de forma triangular, denominados pirámides renales. Los vértices de estas
pirámides, orientan hacia el seno renal, se llaman papilas renales. Cada papila
renal dispone de una serie de pequeños canales, o conductos de Bellini, que
desembocan en los cálices renales, los cuales constituyen el tramo inicial de
las vías urinarias.

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La nefrona: La nefrona, unidad funcional del riñón,
es una microestructura en la cual se filtra la
sangre para formar la orina, y en la que se ponen
en contacto la sanguínea y los pequeños
conductos por los que circula la orina recién
formada. Cada nefrona desemboca en un
conducto colector de orina, que a su vez aboca a
un conducto de Bellini. En cada riñón hay millones
de nefronas.
Vías urinarias: Las vías urinarias son una serie
de conductos y vísceras huecas, que están
conectados entre sí, y que cumplen la función de transportar, almacenar y
evacuar la orina.
Las vías urinarias nacen en los mismos riñones. Su primer tramo está
constituido por los cálices renales, unos conductos con forma de copa invertida
que se encuentran en el seno renal, y que emergen del riñón, a través del hilio
renal, en forma de un conducto más voluminoso: el uréter.

Los uréteres: Los uréteres son dos conductos de aproximadamente unos 30


cm de largo y unos 5 mm de diámetro cada uno, que nacen en los hilios
renales y atraviesan la cavidad abdominal de arriba abajo, y desde los
costados hacia el centro, desembocando en la vejiga urinaria, a través de dos
orificios, los orificios uretrales. La principal abdomireística de la pared de los
uréteres es su elasticidad y su capacidad de contraerse y dilatarse, lo que les
permite impulsar o detener el flujo de la orina hacia la vejiga.

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La vejiga: La vejiga urinaria es una víscera hueca, que ocupa el centro de la
parte anterior de la pelvis, y que
recibe la orina procedente de
los uréteres y la almacena
hasta que la evacua hacia la
uretra. Cuando está vacía, la
vejiga tiene forma triangular;
cuando se llena, en cambio,
adopta una forma esférica, y
puede llegar a albergar hasta
350 cm³ de orina.
Los orificios uretrales se
encuentran en la parte superior
del órgano. El orificio uretral, a
través del cual la orina ingresa
en la uretra, se localiza en las proximidades de la base de la vejiga, que está
apoyada en el suelo de la pelvis. En los bordes de este orificio está el esfínter
uretral interno, una capa de músculo liso que abre y cierra el paso de la orina.
Una vez que la orina ha entrado en la vejiga, los esfínteres uretrales se cierran
e impiden su regreso hacia los uréteres. La pared de la vejiga dispone de una
capa media muscular muy potente, formada por tres subcapas de fibras
musculares: en la subcapa del medio, las fibras se disponen en dirección
circular, abrazando el órgano; las otras dos subcapas de fibras musculares se
disponen en dirección longitudinal. Esta particular disposición de las fibras
musculares permite que, al contraerse, el órgano se pueda vaciar por completo.
La uretra: La uretra es el conducto que transporta la orina desde la vejiga
hasta el exterior del organismo. Su anatomía
y función son diferentes según el sexo.
En los varones, la uretra no sólo transporta
orina, sino que también es el conducto por el
que se expulsa el semen y otros flujos
procedentes de los órganos sexuales. Mide
de 15 a 20 cm de largo y unos 8 mm de
diámetro y, en su trayecto atraviesa la
próstata y surca longitudinalmente al pene,
hasta desembocar en el extremo del glande,
en un orificio denominado meato urinario. A
medio se encuentra el esfínter uretral externo,
que, controlado voluntariamente a partir de
los años de vida, hace las veces de grifo que
permite o impide el paso de la orina hacia el exterior.

6
En las mujeres, la uretra es una vía
exclusivamente urinaria: nace en la vejiga y,
describiendo un trayecto recto hacia abajo,
emerge a la superficie entre los labios menores de
la vulva, por detrás del clítoris, inmediatamente
antes del la entrada de la vagina, a través del
orificio uretral externo. En total, mide
aproximadamente 4 cm de largo y unos 8 mm de
diámetro. Asimismo, a mitad de este trayecto, se
encuentra el esfínter uretral externo, que en este
caso cumple el mismo papel que en los varones.

Aparato genital.
El aparato genital está formado por los órganos y tejidos que intervienen en la
función de la reproducción y sintetizan las hormonas sexuales.
En el aparato genital se fabrican los gametos o células reproductoras,
concretamente los espermatozoides, que son las células reproductoras
masculinas, y los óvulos, las femeninas. La fusión de un óvulo y un
espermatozoide da origen a la célula huevo, a partir de la cual se formará el
nuevo ser.
Las hormonas sexuales son sustancias que los órganos sexuales fabrican y
vierten en la sangre, y que tienen la misión de desarrollar y mantener las
características anatómicas y fisiológicas sexuales. La testosterona es la
principal hormona sexual masculina; la progesterona y los estrógenos son las
hormonas sexuales femeninas más importantes.
Aparto genital externo e interno masculino.
Esquemáticamente, el aparato sexual masculino comprende unos órganos
genitales internos, en los que se fabrican los espermatozoides y las
secseciones que éstos requieren para ser transportados al exterior del
organismo, y unos órganos genitales externos, que son las estructuras que
conducen efectivamente los espermatozoides y dichas secreciones hacia el
exterior.

7
Entre los primeros se incluyen los testículos, los epididimos, los conductos
deferentes, las vesículas seminales y la próstata. El pene es el único órgano
genital masculino externo, ya que el escroto, o piel que recubre los testículos,
de alguna manera, forma parte de éstos.
Los testículos: Los testículos son dos órganos simétricos, de forma ovoide, de
unos 4,5 por 2,5 cm, y de un peso de entre 12 y 20 g, que se localizan en la
parte inferior del tronco, sujetos y por el escroto, una bolsa de piel y tejido
muscular. La función de los testículos es fabricar las células reproductoras
masculinas, los espermatozoides, y la principal hormona sexual masculina, la
testosterona. Esta hormona estimula la formación de los órganos sexuales
masculinos y el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, y regula la
actividad del aparato genital masculino.
Los testículos están revestidos por una membrana fibrosa, la túnica albugínea,
que se proyecta al interior de éstos, dividiéndolos en numerosos lóbulos, los
cuales constan de una de conductos muy delgados, denominados túbulos
seminíferos, que se repliegan sobre sí mismos, formando una red enmarañada.
Estos conductos son los encargados de fabricar los espermatozoides. Los
túbulos seminíferos están inmersos en un tejido intersticial, que alberga unas
células especiales, denominadas células de Leydig, que son las que sintetizan
la testosterona.
Los túbulos seminíferos confluyen entre sí, dando origen a unos conductos
mayores, los conductos eferentes, que, a su vez, convergen en un solo
conducto grueso: el epididimo.
Los epididimos: Los epididimos son dos órganos que discurren por la parte
superior y posterior de cada testículo. Son la continuación de los conductos
eferentes de los testículos, y conectan con el conducto deferente, con el cual
se continúan. Los epididimos constan de una parte más gruesa, o cabeza, que
asienta sobre la parte superior del testículo, y de un cuerpo, que discurre sobre
la parte posterior. El conducto deferente se inicia a continuación del cuerpo del
epidídimo. Aparte de su función de conductos, los epidídimos constituyen una
estación de maduración para los espermatozoides.
Los conductos deferentes y los cordones espermáticos: Los conductos
deferentes son estructuras tubulares delgadas y muy largas, de unos 20 cm de
largo y unos milímetros de diámetro, que se disponen a continuación de los
epididimos, y que ascienden por dentro del escroto, penetran en la cavidad
abdominal, rodean la vejiga, descienden hacia la próstata y desembocan, en
los denominados conductos eyaculadores.
La función de los conductos deferentes, cuya pared dispone de una capa de
fibras musculares, es transportar los espermatozoides y otras secreciones de
los testículos y los epididimos hasta los conductos eyaculadores.

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Antes de penetrar en la cavidad abdominal, los conductos deferentes discurren,
junto a los vasos sanguíneos y nervios de los testículos, dentro de los
denominados cordones espermáticos, unas estructuras fibrosas, alargadas y
gruesas, que se pueden palpar bajo el escroto.
Las vesículas seminales y los conductos eyaculadores: Las vesículas
seminales son dos pequeños órganos de paredes ricas en fibras musculares,
que se encuentran por debajo de la próstata y que fabrican una secreción
amarillenta, el líquido seminal, rico en azúcares, que sirve para nutrir y
mantener viables los espermatozoides. Las vesículas seminales vierten el
líquido seminal directamente en los conductos eyaculadores, que constituyen la
continuación natural de los conductos deferentes, y que, a su vez, confluyen en
la concretamente en el segmento en que ésta atraviesa la próstata.
La expulsión del líquido seminal se produce cuando las vesículas seminales se
contraen en movimientos bruscos y espasmódicos, y se acompañan de una
sensación placentera muy característica que constituyen el inicio del orgasmo.
La próstata: La próstata es un órgano único, que posee una forma y un
tamaño similares a los de una castaña, y que se encuentra por debajo de la
vejiga urinaria. La función de la próstata es elaborar la secreción prostática, un
líquido que sirve para nutrir a los espermatozoides, y que por ser alcalino
permite a los espermatozoides sobrevivir más tiempo, tras ser expulsados
dentro de la cavidad vaginal, cuyo medio es ácido
Las secreciones prostáticas, elaboradas por numerosas glándulas que se
encuentran en el interior del órgano, son vertidas en la uretra, un conducto que
nace en la vejiga, atraviesa la próstata y discurre longitudinalmente por el
interior del pene.
El pene: El pene es un órgano cilíndrico, que pende de la parte inferior del
tronco, y cuya función es expulsar la orina y el semen.
El pene consta de tres segmentos: la raíz, que está insertada en el pubis, el
cuerpo, que constituye la mayor porción del órgano, y el glande, la par- te más
externa y dilatada. La uretra, que surca el pene longitudinalmente, desemboca
en un orificio que se localiza en la punta del glande, que se denomina meato
urinario.
El pene dispone de varias capas de tejidos. La más externa es la piel, que es
similar a la del resto del tronco y el escreto, con las que se continúa. Al inicio
del glande, la piel se repliega sobre sí mis- dando origen al llamado prepucio;
esta banda transversal de piel, que rodea la punta del pene, puede deslizarse
hacia arriba y hacia abajo, permitiendo que el glande quede semioculto o
completamente expuesto. Este movimiento, sin embargo, está limitado por el
frenillo, un ligamento longitudinal de tejido membranoso que se inserta en el
cuerpo del pene. En el fondo del repliegue de piel que forma el prepucio se
localizan unas glándulas que secretan una sustancia blanquecina y viscosa,
denominada esmegma, que tiene propiedades lubrificantes.

9
Por dentro del pene se extienden longitudinalmente dos bandas de tejido,
denominados cuerpos cavernosos, y aún otra más, llamada cuerpo esponjoso,
que albergan una profusa red de capilares sanguíneos y que, cuando se llenan
de sangre, como ocurre en la excitación sexual, crecen de tamaño y se
endurecen; estas estructuras reciben el nombre de tejidos eréctiles del pene.
Genitales Internos y Externos Femeninos.
El aparato genital femenino, comprende unos órganos genitales internos, en los
que se fabrican las células sexuales femeninas u óvulos, que están preparados
para la fecundación y el embarazo, y unos órganos genitales externos, que
intervienen en el coito o copulación. Entre los internos se incluyen los ovarios,
las trompas de Falopio y el útero; entre los externos, se encuentran la vulva y la
vagina.

Los ovarios: Los son dos órganos simétricos, de forma ovoide, de unos 3,5
por 1,5 cm, que se sitúan en la parte inferior de la cavidad abdominal, y que
tienen la función de originar y almacenar los óvulos, es decir, los gametos o
células reproductoras femeninas.
Los ovarios están sujetos a la pared interna del abdomen y a otros órganos por
diversos ligamentos y membranas, y quedan situados muy próximos a las
trompas de Falopio, por detrás y a los lados del útero. Disponen de una
corteza, en la que se encuentran las células germinales y los folículos, que son
las estructuras en las que se almacenan y maduran los óvulos, y de una
médula, de tejido conjuntivo, en la que se encuentran los vasos sanguíneos y
fibras nerviosas del órgano.

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Las trompas de Falopio: Las trompas de Falopio son dos órganos tubulares
en los que entran los óvulos al desprenderse de los ovarios, y donde, de
encontrarse con los espermatozoides, se produce la fecundación. Las trompas
de Falopio miden de 10 a 14 cm de largo y de 1 a 2 mm de diámetro. Están
insertadas en la parte posterior del útero, y comunican con este órgano a través
de los orificios internos de la trompa; en el otro extremo presentan unas
prolongaciones, las fimbrias, que rodean los ovarios. Las trompas de Falopio
cuentan con una capa de músculo liso que, al contraerse, facilita el
desplazamiento de los óvulos hacia el útero. Por dentro están revestidas por
una mucosa, denominada endosálpinx, que, al igual que la del útero, crece y se
adelgaza a lo largo del ciclo menstrual.
El útero: El útero, o matriz, es un hueco y con forma de guante de boxeo, que
se localiza en la pelvis, inmediatamente por encima de la vejiga. Su función es
albergar el feto durante el embarazo y donde recibe los nutrientes y el oxígeno.
El útero comunica, por delante, con la vagina y, por detrás, y a través de los
orificios internos de la trompa, con las trompas de Falopio. Mide unos 7 u 8 cm
de longitud y unos 3 de ancho, aunque, durante la gestación, su tamaño
aumenta mucho.
El útero consta de dos porciones bien diferenciadas: el cuello del útero, que es
una boca estrecha y que penetra en la parte posterior y superior de la vagina; y
el cuerpo del útero, que comprende el resto del órgano. La pared del útero
cuenta con una poderosa capa de músculo liso, denominada miometrio, cuyas
contracciones desempeñan un papel central tanto durante la menstruación
como durante el parto, y una mucosa, el endometrio, que reviste el órgano por
dentro y es muy rica en vasos sanguíneos; el grosor del endometrio varía
considerablemente a lo largo del ciclo menstrual, bajo influencias hormonales.
La vagina: La vagina es una cavidad profunda, socavada en la parte inferior de
la pelvis, que se localiza por debajo y detrás de la vejiga y por delante y encima
del recto. Mide entre 8 y 12 cm de largo y su ancho puede alcanzar varios
centímetros cuando está dilatada. La función de la vagina es recibir al pene
durante el coito o cópula.
La pared vaginal está revestida por la mucosa vaginal y dispone de una capa
de músculo liso que, en la parte inferior del órgano, puede contrarse
voluntariamente. La vagina conecta con el exterior a través del orificio vaginal,
que se sitúa un poco por detrás del punto por el que emerge la uretra, el meato
urinario, y entre los labios meno- res, que forman parte de la vulva. En las
mujeres que aún no han practicado el coito, este orificio está parcialmente
cubierto por el himen, una lámina de tejido membranoso.
La vulva: La vulva, que es la parte exterior del aparato genital femenino, está
compuesta por una serie de tejidos y órganos que rodean el orificio vaginal. El
monte de Venus es una prominencia de tejido graso que se localiza sobre la
zona central del pubis. Los labios mayores son dos pliegues de piel que rodean
verticalmente el resto de los órganos de la vulva; se extienden desde la zona

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inferior del monte de Venus hasta el ano, es decir, el esfínter que comunica el
recto con el exterior. Por dentro de los labios mayores se encuentran los labios
menores, que también son dos pliegues de piel, aunque más pequeños, que
rodean el orificio vaginal y el mea- to urinario. Por encima de la comisura o
punto de encuentro anterior de los labios menores, se encuentra el clítoris, que
es el órgano genital femenino equivalente pene de los varones, aunque sus
dimensiones son mucho más pequeñas. El clítoris consta de tres porciones: las
raíces, dos estructuras mediante las que se inserta al pubis; el cuerpo, que una
estructura única; y el glande, que queda parcialmente descubierto y está
revestido por una mu- cosa especialmente sensible. Entre los labios mayores y
menores hay dos pequeños orificios que drenan las secreciones procedentes
de las glándulas de Bartholin, un líquido espeso que se secreta profusamente
durante las relaciones sexuales.

Las mamas.
Las mamas son dos
órganos simétricos,
de tejido glandular,
que se encuentran
en la parte anterior
del tórax,
inmediatamente por
debajo de la piel. La
función de las
mamas es elaborar,
almacenar y
proporcionar la leche
con la que se
alimentan los
lactantes.

12
El interior de las mamas está compuesto por numerosas glándulas mamarias;
estas glándulas constan de unas unidades productoras de leche, ácinos, que
vierten sus secreciones en los conductos galactoforos. En cada mama hay
varios miles de conductos galactoforos, todos los cuales confluyen en el pezón.
Los pezones son estructuras mucosas con forma de protuberancias, en cuya
parte central se encuentran los orificios de sali- da de los conductos
galactoforos, y que están rodeados por la areola, una placa con forma circular y
sobreelevada, de tonalidad amarronada, que se localiza en la zona central de
la mama.
Las mamas no son una estructura del aparato genital femenino, pero su
estudio suele incluirse en este apartado por relación su con la función
reproductora y sexual.

13
Conclusión
Los riñones y el aparato urinario ayudan al cuerpo a eliminar los desechos
líquidos, conocidos como "urea", y a mantener en equilibrio las sustancias
químicas como el potasio, el sodio y el agua. Las vías urinarias se encargan de
filtrar las toxinas y el exceso de líquido del torrente sanguíneo y los elimina del
organismo. Tanto el sistema genital masculino como el sistema reproductor
femenino son necesarios para la reproducción y para las otras funciones
renales en conjunto con el aparato urinario. Los seres humanos, al igual que
otros organismos, trasmitimos algunas de nuestras características a la
siguiente generación. Lo hacemos a través de los genes, los portadores
especiales de los rasgos humanos.

14
Bibliografía
Progresiva Enciclopedia Interactiva de apoyo de estudio Vol. 2 (varios
autores).

15

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