La Era de Hielo se refiere a periodos glaciales en los que las temperaturas globales bajan y los casquetes polares y glaciares se expanden. La última glaciación, conocida como Würm o Edad de Hielo, comenzó hace unos 110.000 años y terminó alrededor del 9.700 a.C., cubriendo grandes áreas con hielo y enfriando el clima global. Durante este tiempo, especies se movieron a latitudes más bajas y los humanos estaban confinados a áreas con menos bosques.
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La Era de Hielo se refiere a periodos glaciales en los que las temperaturas globales bajan y los casquetes polares y glaciares se expanden. La última glaciación, conocida como Würm o Edad de Hielo, comenzó hace unos 110.000 años y terminó alrededor del 9.700 a.C., cubriendo grandes áreas con hielo y enfriando el clima global. Durante este tiempo, especies se movieron a latitudes más bajas y los humanos estaban confinados a áreas con menos bosques.
La Era de Hielo se refiere a periodos glaciales en los que las temperaturas globales bajan y los casquetes polares y glaciares se expanden. La última glaciación, conocida como Würm o Edad de Hielo, comenzó hace unos 110.000 años y terminó alrededor del 9.700 a.C., cubriendo grandes áreas con hielo y enfriando el clima global. Durante este tiempo, especies se movieron a latitudes más bajas y los humanos estaban confinados a áreas con menos bosques.
La Era de Hielo se refiere a periodos glaciales en los que las temperaturas globales bajan y los casquetes polares y glaciares se expanden. La última glaciación, conocida como Würm o Edad de Hielo, comenzó hace unos 110.000 años y terminó alrededor del 9.700 a.C., cubriendo grandes áreas con hielo y enfriando el clima global. Durante este tiempo, especies se movieron a latitudes más bajas y los humanos estaban confinados a áreas con menos bosques.
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LA ERA DE HIELO
Es un periodo de larga duración en el que baja la temperatura global y da como
resultado una expansión del hielo continental de los casquetes polares y los glaciares. Las glaciaciones se subdividen en periodos glaciales, siendo el Würm el último hasta nuestros días. De acuerdo a la definición dada por la glaciología, el término glaciación se refiere a un periodo con casquetes glaciares tanto en el hemisferio norte como en el sur. Según esta definición, aún nos encontramos en una glaciación porque todavía hay casquetes polares en Groenlandia y la Antártida. Más coloquialmente, cuando se habla de los últimos millones de años, se utiliza «glaciación» para referirse a periodos más fríos con extensos casquetes glaciares en Norteamérica y Eurasia: según esta definición, la glaciación más reciente acabó hace 12 000 años. Hay tres tipos principales de efectos de las glaciaciones que han sido empleadas como pruebas de su pasada existencia: geológicos, químicos y paleontológicos. • Geología. Las pruebas geológicas se encuentran en varias formas, como las rocas erosionadas (ya por arranque, en fases iniciales, ya por abrasión y generación de estrías glaciares, ya por pulverización y formación de harina de roca), valles glaciares, aristas glaciares y horst, rocas aborregadas morrenas glaciares, drumlins, depósito de tills o bloques erráticos, factura de llanuras aluviales, trenes de valle, lagos en las llanuras y fiordos en las costas. Es decir, las condiciones del clima propio como de una época glacial provocan la aparición de las fisonomías antes descritas en la orografía. Las glaciaciones sucesivas tienden a distorsionar y eliminar las pruebas geológicas, haciendo que sean difíciles de interpretar. • Química. Las pruebas químicas consisten principalmente en variaciones en la proporción de isótopos en rocas sedimentarias, núcleos sedimentarios oceánicos y, para los periodos glaciales más recientes, núcleos de hielo (comúnmente situados en las llamadas nieves perpetuas). Puesto que el agua con isótopos más pesados tiene una temperatura de evaporación más alta, su cantidad se reduce cuando las condiciones son más frías; esto permitió la elaboración de un registro térmico. Aun así, estas pruebas pueden estar adulteradas por otros factores que cambian la proporción de isótopos. Por ejemplo, una extinción en masa incrementa la proporción de isótopos ligeros en los sedimentos y en el hielo porque los procesos biológicos tienden a preferir estos últimos; por lo tanto, una reducción en los procesos biológicos libera más isótopos ligeros, que pueden depositarse a los sedimentos. • Paleontología. Las pruebas paleontológicas se basan en los cambios en la distribución geográfica de los fósiles; durante un periodo de glaciación, los organismos adaptados al frío migran hacia latitudes más bajas, y los organismos que prefieren un clima más cálido se extinguen o viven en zonas más ecuatoriales. Esto da lugar a la aparición de refugios glaciales y movimientos biogeográficos de retorno. También es difícil interpretar estos indicios porque precisan de: secuencias de sedimentos que representen un largo período, diferentes latitudes y que se puedan correlacionar fácilmente; organismos primitivos presentes durante amplios periodos con caracteres lo suficientemente homogéneos como para poder atribuirlos a un mismo taxón, y de los cuales se conozca el clima ideal (es decir, que puedan emplearse como marcadores); y descubrimientos de fósiles adecuados, cosa que depende mucho del azar.
La glaciación Würm, también llamada Edad de Hielo, es el último periodo glacial
que ha acontecido en la historia geológica de la Tierra. Comenzó hace unos 110 000 años y finalizó alrededor del 9700 a. C., dando paso al Holoceno, el periodo de clima templado actual. Durante este periodo, extensas zonas de la superficie terrestre fueron ocupadas por casquetes de hielo, el clima se enfrió muchísimo a nivel global, lo cual afectó incluso a zonas tropicales y provocó una regresión marina que disminuyó la superficie de océanos y mares. Las principales zonas cubiertas por hielo fueron los Andes patagónicos, toda la cordillera de los Andes hasta la cordillera oriental colombiana, Fenoscandia, Nueva Zelanda, los Alpes, el norte de la Cordillera norteamericana, la zona de los grandes lagos incluido todo el este de Canadá, Islandia, las islas británicas, además de Groenlandia y la Antártida que retienen sus glaciares desde entonces. Producto de esta glaciación algunas zonas, hoy en día áridas, tuvieron mayores precipitaciones, como es el caso del Altiplano. Desde el punto de vista de la arqueología humana, la edad de hielo se ubica en el Paleolítico y Mesolítico temprano. Cuando comenzó la glaciación, el Homo sapiens estaba confinado a latitudes más bajas y usaba herramientas comparables a las que usaban los neandertales en Eurasia occidental y central y los denisovanos y el Homo erectus en Asia. Los datos arqueológicos y genéticos sugieren que las poblaciones de origen de los humanos del Paleolítico sobrevivieron a la edad de hielo en áreas escasamente boscosas y se dispersaron a través de áreas de alta productividad primaria, evitando la cubierta forestal densa.