El Castillo de Abbadia

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 5

165.

El Castillo de Abbadia
losviajesdeaspasia.com/2020/09/04/castillo-abbadia/

Mariajo 4 septiembre, 2020


Noain

Para los que vivimos en la comarca del Bidasoa, la silueta del castillo de Abbadia -o
Château d’Abbadie-, dominando desde su altura la hermosa playa de Hendaya, es un
hito en nuestro entorno. Pero más allá de su valor icónico en el paisaje, este lugar
esconde una historia apasionante, un patrimonio singular y un encanto indiscutible.

Las Gemelas de la Playa de Hendaya con el Castillo Abbadia (foto:Decóuvrir Hendaye)

Antoine d’Abbadie

1/5
Antoine d’Abbadie (1810-1897) es uno
de esos apasionantes personajes
decimonónicos que fue al mismo tiempo
explorador y erudito, y abarcó disciplinas
tan dispares como la cartografía, la
astronomía o la literatura. Hijo de padre
vasco y madre irlandesa, vivió doce años
en Etiopía, realizando la primera
cartografía de este territorio cuya cultura
le acompañó el resto de su vida. Fue
miembro de la Academia de Ciencias de
Francia desde el año 1867, presidiendo la
institución en 1892.

Entre 1864 y 1884, erigió su vivienda en


la localidad vascofrancesa de Hendaya, y
que, contrariametne a lo que podríamos
pensar, hace referencia a su apellido y no
a la palabra “abadía”, “abbaye” en francés.

El Castillo de Abbadia

Antoine escogió para la construcción de su morada a uno de los arquitectos franceses


más insignes de su época, Eugène Viollet le Duc (1814-1879), que diseñó los planos
que fueron ejectuados con la ayuda de su alumno y colaborador Edmond Duthoit
(1837-1889). Viollet le Duc es conocido por su carácter historicista y la restauración (o
más correctamente, reconstrucción y reinterpretación) de lugares medievales como la
ciudad de Carcassone o la catedral Notre Dâme de París. Estas restauraciones han
sido muy a menudo criticadas, por no respectar con fidelidad la esencia de las
construcciones y por no permitir diferenciar los elementos arquitectónicos
originalmene conservados de los añadidos, algo, por otro lado, muy propio de la época.
Pero más allá de eso, fue un arquitecto innovador, que incorporó materiales
revolucionarios en su empleo arquitectónico, como el hierro, y plasmó su universo más
personal en el castillo hendayés.

2/5
Vista del castillo

Viollet le-Duc, fiel a su estilo, escogió el neogótico con sus torres almenadas y ventajas
ojivales, creando un castillo de cuento de hadas, en el que incorporó detalles orientales
y una ornamentación abigarrada que lo convierte en un lugar atemporal por la mezcla
de estilos y elementos. Las tres alas dispuestas en torno a cuerpo central se dedicaban a
diferentes funciones, ligadas con la vida doméstica y profesional de Abbadia: el ala
noroeste se dedicaba al estudio; el ala este, a la devoción; y el ala sur se destinaba a
espacio de recepción. En el exterior, por las paredes, aleros y torres, se despliega la
decoración escultórica en la que los animales exóticos, apelando a la vinculación del
dueño del lugar con África, emergen entre las piedras.

3/5
Si el exterior del castillo nos seduce, el interior nos embruja por completo. La amalgama
de estilos y la mezcla de referencias culturales se despliega en un abanico de colores,
formas y motivos decorativos: de lo chino a lo árabe, pasando por lo africano o lo
europeo, que siempre apela a un pasado medieval. También hay referencias a la cultura
vasca o gaélica, de tal forma que necesitamos un extenso conocimiento para poder
entender cada una de las referencias geográficas, culturales o literarias. No es
imprescindible, desde luego: incluso aunque no entendamos la esencia de lo que los
salones o los muebles nos narran, disfrutaremos por igual de su estética. Advierto
también que para muchos de vosotros tal vez resulte recargada, obsoleta e incluso
kitsch. Propongo un ejercicio de distanciamiento de nuestra época para entender que lo
que estamos viendo es, al fin y al cabo, un alarde de exhuberancia muy propio del
momento en el que fue ideado.

La habitación de la Torre (foto:Guide du Pays Basque)

Además de las habitaciones de uso doméstico, la vocación científica de Abbadia se


reconoce principalmente en dos espacios: la biblioteca y el observatorio. Este último,
incluye un sistema de aperturas de trampillas que permitía la observación de las
estrellas mediante un impresionante telescopio orientado al meridiano celeste, es
decir, a la proyección del meridiano local sobre la bóveda celeste. Por su parte, la
biblioteca conserva la colección original de Antoine, compuesta por obras científicas y
literarias.

Virginie Vincent, esposa de Antoine d’Abbadia, acompañó a su marido en sus viajes,


hasta territorios tan exóticos como Haití o el Mar Rojo. En su habitación, un bajorelieve
con dos lebreles simboliza la fidelidad conyugal.
4/5
Vamos a terminar nuestra visita en el hall de entrada, presidido por la llamada
escalera de Honor. Los frescos que decoran el espacio presentan escenas de la vida
cotidiana en Etiopía, acompañados de inscripciones en lengua ge’ez, el idioma litúrgico
de la iglesia ortodoxa etíope. La estatua que en la parte superior porta la iluminación de
la escalera, es un retrato de Abdullah, joven etíope que Antoine trajo consigo de su
viaje africano y que murió trágicamente en la insurrección de la Comuna de París, en el
año 1871.

Escalera de Honor en el hall de entrada (foto: Guide du Pays Basque)

5/5

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy