Acuerd
Acuerd
Acuerd
ACUERDO PLENARIO
I. ANTECEDENTES
1°. Las Salas Penales Permanente, Transitoria y Especial, así como el Juzgado
Supremo de la Investigación Preparatoria de la Corte Suprema de Justicia de la
República, en virtud de la Resolución Administrativa 293-2023-P-PJ, de veintidós
de mayo de dos mil veintitrés, con el concurso del Centro de Investigaciones
Judiciales, bajo la coordinación del señor SAN MARTÍN CASTRO, realizaron el XII
Pleno Jurisdiccional Supremo en materia Penal de los Jueces Supremos de lo Penal
– dos mil veintitrés, que incluyó la participación respectiva en los temas objeto de
análisis propuestos por la comunidad jurídica, a través del enlace de la página web
del Poder Judicial –abierto al efecto–, al amparo de lo dispuesto por el artículo 112
de la Ley Orgánica del Poder Judicial –en adelante LOPJ–,modificada por la Ley
31591, de veintiséis de octubre de dos mil veintidós, para dictar acuerdos plenarios
que definan la uniformización de la jurisprudencia penal.
2°. El XII Pleno Jurisdiccional Supremo en materia Penal de dos mil veintitrés se
realizó en tres etapas. La primera etapa estuvo conformada por dos fases. Primera: la
convocatoria a la comunidad jurídica, la instalación del Pleno Jurisdiccional –que
se realizó con la Primera Sesión del Pleno de veintidós de junio de dos mil
veintitrés– y la selección de los temas del foro para que se propongan los puntos
1
materia de análisis que necesitan interpretación uniforme y la generación de una
doctrina jurisprudencial a fin de garantizar la debida armonización de criterios de
los jueces en los procesos jurisdiccionales a su cargo. Segunda: la selección de
temas alcanzados por la comunidad jurídica, la designación de jueces supremos
ponentes y la designación de la fecha de presentación de ponencias respecto de las
propuestas temáticas que presentaron los abogados y representantes de
instituciones públicas y privadas. Esta fase culminó con la II Sesión del Pleno
Jurisdiccional de seis de julio último.
3°. El doce de julio último se publicaron en la página web del Poder Judicial los
temas seleccionados para el debate. Se trata de los siguientes: A. Determinación
judicial de la pena: problemas actuales y definición de las alternativas
jurisprudenciales. B. Delitos ambientales: exigencia y vigencia del informe técnico
de la autoridad administrativa, diferencias entre infracción administrativa y delito
de contaminación ambiental, y momento de consumación del delito ambiental.
C.Etapa intermedia: control de admisión de la prueba, prueba superabundante y
control o limitación judicial de la solicitud probatoria. D. Delito de trata de
personas: aspectos de determinación típica y problemas normativos. E. Suspensión
de la prescripción de la acción penal. Alcances de la Ley 31751. F. Prisión
preventiva y problemas concursales entre el artículo 122-B, inciso 6, del Código
Penal y el artículo 122-B del mismo código. G. El motivo de sobreseimiento del
artículo 344, apartado 2, literal d), del Código Procesal Penal. Alternativas
interpretativas. H. Estándar de elementos de convicción y sobreseimiento. El
recurso del actor civil contra el sobreseimiento y la absolución. Alcances.
∞ El once de septiembre del presente año, se seleccionaron a los juristas y las
instituciones que harían uso de la palabra en audiencia pública.
4°. Han presentado, a través de la página web del Poder Judicial, un informe
escrito en relación a la “determinación judicial de la pena: problemas actuales y
definición de las alternativas jurisprudenciales”, Branko Slavko Yvancovich
Vásquez, abogado y profesor universitario; Ciro Cancho Espinal, abogado y
profesor universitario; Dennier Villanueva Domínguez, abogado; Jearsineo Ray
Yarlequé, abogado y profesor universitario; Jorge Rodrigo Tapia Bedregal, Luis
Alejandro Yshií Meza abogado y profesor universitario.
7°. Han sido ponentes los señores PRADO SALDARRIAGA y LUJÁN TÚPEZ.
1 PRADO SALDARRIAGA, Víctor Roberto (2023). Política criminal y derecho penal en el Perú: balance a tres décadas del
Código Penal de 1991.En Estudios Político. Criminales, Jurídico-Penales y Criminológicos. Libro Homenaje al Profesor
José Luis Díez Ripollés. Tirant lo Blanch. Valencia, pp.359-363; PRADO SALDARRIAGA, Víctor Roberto (2016).
Consecuencias jurídicas del delito. Giro punitivo y nuevo marco legal. Idemsa. Lima, pp.157-254.
2 Una ilustrativa compilación comentada de las tendencias desarrolladas en la jurisprudencia nacional sobre aplicación de
penas puede verse en YSHÍÍ MEZA, Luis (2023). Ponencia escrita sobre Determinación judicial de la pena: Problemas
contemporáneos y alternativas inmediatas (2023). A propósito del XII Pleno Jurisdiccional Supremo en materia penal.
Lima, pp.1-14.
3
punibilidad o reglas de reducción por bonificación procesal; e) Aplicación
excepcional de reglas de reducción por bonificación procesal de origen supralegal.
Ahora bien, tales criterios se han construido a partir de las reglas y principios que
sobre la materia de análisis se regulan en el Título Preliminar, en los artículos 13,
14 15,16, 21,22,25, 45, 45-A, 46, 46-A, 46-B, 46-C, 46-D, 47, 48, y 49, 50 y 51 de
la Parte General del Código Penal; así como en los artículos que se irán precisando
a lo largo del Acuerdo Plenario correspondientes a la Parte Especial del Código
Penal o del Código Procesal Penal y de Leyes penales y procesales afines.
3Escuela filosófica tributaria de la Escuela histórica alemana vinculada a Carl Von Savigny, que considera que la
respuesta a todo problema jurídico está en los conceptos como tópicos, su base principal de ordenación fueron los
principios de la lógica formal. Los conceptos se transforman en estructuras lógicas, en silogismos formalmente correctos.
La perfección lógica de los conceptos es suficiente para considerarlos válidos, por tanto, no admite cuestionamiento
respecto de ellos, como solución al problema jurídico. El conjunto de estas soluciones es la tópica de la jurisprudencia de
conceptos, cuyas notas características son: Las características son: 1. La plenitud del derecho. 2. La creación de la ley por
científicos. 3. Elaboración de conceptos jurídicos. 4. El juez es un simple mecánico del derecho. En esa línea: George
Frederich Puchta (1798-1846), Karl Adolf von Vangerbow (1808-1870), Heinrich Dernburg (1829-1907) y Bernhard
Windscheid (1817-1992). Cfr. NINO, Carlos Santiago (1974) Consideraciones sobre dogmática jurídica, México: UNAM,
Instituto de Investigaciones Jurídicas, pp. 26 a 30; TAMAYO Y SALMORÁN, Rolando (1992) Elementos para una teoría
general del derecho (Introducción al estudio de la ciencia jurídica), México: Themis, p. 374; IHERING, Rudolf von (1933)
La jurisprudencia en broma y en serio, Madrid: Editorial de la Revista de Derecho Privado, pp. 252 a 254.
4Cfr. SALAS PENALES PERMANENTE Y TRANSITORIA, Corte Suprema de Justicia de la República del Perú, Casación 1192-
11°. Ahora bien, la predictibilidad de una pena justa impone identificar, en primer
lugar, el espacio que posee el juez penal para la aplicación de la proporcionalidad
punitiva que corresponde al caso. Esto es, demanda reconocer, como en la escolástica
de la baja edad media, qué es lo que concierne a los jueces y qué es lo que no les
concierne. Al juez lo que le corresponde, en puridad de cosas, es la aplicación de
reglas e indicadores que permitan cumplir las exigencias de los principios de
culpabilidad o responsabilidad por el daño ilícito y de lesividad sobre el bien jurídico
tutelado. Pero, además, le corresponde también al juez aplicarlos dentro de una
proporcionalidad limitada por los rangos mínimos y máximos de penalidad
conminada que están previa y exclusivamente fijados por la Ley. En tal sentido, seguir
transitando por prácticas que so pretexto de proporcionalidad lo que hacen es
aminorar exageradamente la pena, incluso por debajo de los límites legales o
convencionalmente establecidos sin justificación legal o, peor, utilizando una aparente
motivación, desacredita la tarea judicial de imponer una pena concreta justa. Queda
claro, entonces, que las objeciones a cualquier tipo de método de dosimetría punitiva
se disuelven siempre que, con tal metodología, se ubique al juez en su rol propio y
correcto de individualizador legitimado de la pena (juez de la pena) y no de
configurador o modificador oficioso del marco punitivo (legislador de la pena).
12°. La dosimetría penal es una técnica de razonamiento judicial que sirve para el
cálculo aritmético de un resultado punitivo. Ella le permite al juez llegar a una
cifra objetiva que define la extensión cuantitativa de la pena a imponer. Para lo
5ZUGALDÍA ESPINAR, José Miguel (2023). La individualización judicial de la pena (una misión con nombre de película:
misión imposible). En Estudios Político. Criminales, Jurídico-Penales y Criminológicos. Libro Homenaje al Profesor
José Luis Díez Ripollés. Tirant lo Blanch. Valencia, pp.1149-1159.
5
cual se deberá partir de la convergencia de parámetros establecidos previamente y
que posibilitan bajo un raciocinio lógico jurídico la determinación de una pena
individualizada y previsible. Se trata, pues, de un procedimiento técnico y
valorativo cuya función esencial es servir al órgano jurisdiccional para llevar a
cabo la individualización de los castigos penales 6. El cual, además, debe respetar,
como ya se ha indicado, el rango punitivo abstracto, mínimo y máximo legal,
dentro del cual se decidirá la pena concreta que se imponga en la sentencia al autor
o participe culpable del delito imputado y probado durante el proceso.
6PRADO SALDARRIAGA, Víctor Roberto (2018), La dosimetría del castigo penal. Modelos, Reglas y Procedimientos, Lima:
Ideas Solución Editorial S.A.C., p. 188.
7PRADO SALDARRIAGA, Víctor Roberto (2000), Las consecuencias jurídicas del delito en el Perú, Lima: Editorial Gaceta
Jurídica, p. 95.
8Así pues, en primer lugar, el artículo 2, numeral 24, literal d, de la Constitución Política del Estado establece lo siguiente:
“Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la
ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley”. (Resaltado
adicional) Y, en segundo lugar, el artículo II del Título Preliminar del Código Penal determina lo siguiente: “Nadie será
sancionado por un acto no previsto como delito o falta por la ley vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena
o medida de seguridad que no se encuentren establecidas en ella”. (Resaltado adicional).
6
ejercicio de la facultad punitiva del Estado, al configurar las conductas punibles y
determinar o ejecutar sus consecuencias (penas y medidas de seguridad), como
expresión de la voluntad general9; pero, también como base de la independencia e
imparcialidad de la jurisdicción 10.
18°. Estos dos principios obligan al órgano jurisdiccional a imponer la pena que
corresponda a la responsabilidad de cada agente y sin ignorar el grado o intensidad
de la lesión causada, por el hecho punible. Salvo, claro está, que estos
presupuestos ya estén incluidos como elementos típicos del delito que se trate.
Esto último, por imperio del principio de prohibición de doble valoración o
principio de inherencia.
9 VELÁSQUEZ VELÁSQUEZ, Fernando. (2021). Fundamentos de derecho penal. Parte general. Segunda edición. Bogotá:
Editorial Tirant lo Blanch, p. 76.
10 Tal como sostiene el profesor Josep Aguiló Regla, quien inquiere: ¿En qué consisten los referidos deberes de los
jueces? En mi opinión, conforman la peculiar forma de cumplimiento del Derecho que el Derecho exige a los jueces.
Independiente e imparcial es el juez que aplica el Derecho (actúa conforme al deber, en correspondencia con el deber, su
conducta se adapta a lo prescrito) y que lo hace por las razones que el Derecho le suministra (motivado, movido por el
deber). AGUILÓ REGLA, Josep. (2009). Imparcialidad y concepciones del Derecho. En Revista jurídica, Manizales: 6(2):
27-44, ISNN 1794-2918, p. 29, consultado en https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3192069.pdf
11CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. Resolución 149 CIDH, caso García Asto y Ramírez Rojas vs. Perú. Sentencia
de Fondo del veinticinco de noviembre de dos mil cinco, fundamentos jurídicos centésimo octogésimo séptimo, centésimo
octogésimo noveno y centésimo nonagésimo.
12 El principium reddendaerationis, es denotado para todo aquello que empieza a existir (como la decisión judicial) exige
o requiere una razón que le haga existir (ratio decidendi). En el caso de la ley penal, exige o requiere una razón para
existir (ratio essendi), a la jurisdicción le corresponde descubrirla y respetarla al momento de su aplicación. Cfr. Leibniz,
Gottfried Wilhelm (1981) Monadología, edición trilingüe, traducción de Julián Velarde, Oviedo: Pentalfa, ISBN 84-
85422-05-8, pp. 102 a 105.
7
19°. El principio de humanidad. Este principio pertenece con mayor propiedad al
derecho penitenciario y no al derecho penal sustantivo. En el ámbito penitenciario,
el test de humanidad de la pena exige comprobar los siguientes aspectos: (i) la
pena debe ser objetivamente revisable, esto es, no debe abarcar en su
configuración normativa ni en su imposición judicial toda la vida del reo; (ii) debe
ofrecer al interno una expectativa o esperanza realista, no meramente teórica, de
alcanzar algún día la libertad; (iii) el procedimiento para recuperar la libertad debe
ser predeterminado, claro y cognoscible desde el mismo momento de la imposición
de una pena privativa de libertad; (iv) la decisión liberatoria debe tener en cuenta
la evolución individual experimentada por el reo durante la ejecución de la
condena; y, (v) el reo debe recibir, de manera voluntaria, no forzada, el tratamiento
adecuado a sus características y necesidades para favorecer dicha evolución13.
21°. Las Salas Penales de la Corte Suprema desde los Acuerdos Plenarios N.° 1-
2008/CJ-116 y N.° 5-2009/CJ-116, así como en la Sentencia Plenaria Casatoria N.°
1-2018/CIJ-433 han reconocido que en el derecho penal nacional coexisten
13 PLENO. Tribunal Constitucional de España. Sentencia n.o 169/2021, del seis de octubre de dos mil veintiuno,
Tratamiento de los Reclusos o Reglas Nelson Mandela. Convenio Internacional de Viena, Viena, s/d (Ver Reglas 1 a 4)
https://www.unodc.org/documents/justice-and-prison-reform/Nelson_Mandela_Rules-S-ebook.pdf
8
diferentes reglas sobre la aplicación de la pena: causales de disminución o
incremento de la punibilidad, circunstancias y reglas de reducción por
bonificación procesal. Además, que la utilidad, función, oportunidad o eficacia de
todas ellas son también distintas. También se ha aceptado en las decisiones
jurisdiccionales de las Salas Penales de la Corte Suprema que hay circunstancias
genéricas, circunstancias específicas y circunstancias agravantes cualificadas16.
22°. Ahora bien, las reformas introducidas por la Ley 30076 no afectaron ni
modificaron sensiblemente las posiciones asumidas por la jurisprudencia
vinculante del Supremo Tribunal. En todo caso, las modificaciones ocurridas sólo
destacaron la existencia y utilidad de las circunstancias atenuantes y agravantes
genéricas (artículo 46), pero, también, aportaron un protocolo o esquema
operativo que ayudaría al juez a identificar y aplicar su eficacia en un caso penal
(artículo 45-A)17. Lamentablemente, la Ley 30076 no hizo algo semejante en
relación con las circunstancias atenuantes y agravantes específicas que estaban
reguladas para diferentes delitos en la Parte Especial del mismo Código Penal.
Muchas de las cuales, incluso, estuvieron incorporadas en el texto penal sustantivo
mucho antes que se promulgara la Ley 30076.
16Ver el texto estos desarrollos de la jurisprudencia vinculante sobre aplicación de la pena de la Corte Suprema de Justicia
en SAN MARTÍN CASTRO, César-PÉREZ ARROYO, Miguel (2018). Jurisprudencia penal, procesal penal y de ejecución
penal vinculante y relevante (2004-2017). INPECCP -CENALES. Lima, pp.77-130.
17Ver el texto Sobre este proceso de reforma legal ver PRADO SALDARRIAGA, Víctor Roberto (2018), La dosimetría del
18PRADO SALDARRIAGA, VÍCTOR – PRADO MANRIQUE, BERTHA. Políticas Públicas y Criminalidad Una introducción a la
Política Criminal (2021). IDEAS SOLUCIÓN EDITORIAL. Lima, pp.191-228.
19 Sobre el debate técnico de la contraposición del sistema escalonado frente al sistema de tercios para la aplicación de la
pena en tales casos ver texto de la ponencia escrita pres entada por VILLANUEVA DOMÍNGUEZ, Dennier (2023) al XII Pleno
Jurisdiccional en Materia Penal sobre el tema 1 Determinación judicial de la pena: problemas contemporáneos y
alternativas inmediatas. Lima, pp.6-12.
20CANCHO ESPINAL, Ciro (2023). Tractatus sobre la pena judicial exacta. Martell Acabados Gráficos E. I.R.L. Lima, pp. 108-109.
10
agravantes específicas como el feminicidio (artículo 108-B, segundo párrafo)
secuestro (artículo 152, segundo párrafo) o robo (artículo 189).
28°. Algo similar ha ocurrido con expresiones que son empleadas para referirse a
reglas sobre aplicación judicial de penas. Ese es el caso de las expresiones “se
atenuará la pena” (artículos 14 y 15) o “disminuyendo prudencialmente la pena”
(artículos 16, 21 y 25) o “reducirse prudencialmente la pena” (artículo 22) o
“reducción o exclusión de pena” (artículo 314-D). La similitud de estos términos
ha producido continuas distorsiones y malas prácticas al ser aplicados en casos
penales concretos. Las distorsiones más frecuentes han sido las de entender que
cuando el legislador utiliza esta terminología, en cualquiera de sus variantes, se
refiere siempre a un efecto consistente en aminorar la extensión cuantitativa de la
pena aplicable por debajo del límite mínimo legal. Lo cual es técnicamente
incorrecto pues no es lo mismo atenuar la pena (definir la pena concreta hacia el
extremo mínimo de la pena básica o conminada pero sin excederlo y por estar
presente en el caso una o más circunstancias atenuantes) que disminuir
prudencialmente la pena (lo cual ocurre sólo por la concurrencia de una causal de
disminución de punibilidad y que obliga al juez a imponer una pena siempre por
debajo del límite mínimo legal) o reducir la pena (que significa que el juez debe
aplicar una reducción a una pena concreta ya determinada, lo cual debe producirse
cuando se ha configurado en el caso concreto una regla de reducción por
bonificación procesal).
30°. Corresponde, pues, que la jurisprudencia vinculante supere todas las lecturas y
prácticas equivocadas que se han mencionado, Para lo cual es menester construir
un protocolo o esquema operativo que permita al órgano jurisdiccional penal
operar de manera ordenada, consistente y técnica cuando las distintas reglas a las
que se ha hecho referencia concurran simultáneamente en un mismo caso penal. Es
decir, cuando el juez deba hacer uso de todas ellas para decidir la pena concreta y
justa aplicable al autor o participe del hecho sub iudice imputado.
31°. En torno a ello es pertinente precisar, previamente, dos criterios rectores que
el órgano jurisdiccional debe tener siempre en cuenta ya que validan técnicamente
su proceder operativo. En primer lugar, que entre todas las reglas de aplicación de
la pena que concurran en el caso exista compatibilidad. Esto significa que sean de
eficacia diferente y no se refieran a un mismo indicador o situación fáctica
(prohibición de la doble valoración de un mismo supuesto fáctico). Y, en
segundo lugar, que cuando concurran simultáneamente varias reglas de aplicación
de penas de la misma condición y función (más de una causal de disminución o
incremento de punibilidad o más de una circunstancia agravante o atenuante
[siempre de la misma especie: genéricas con genéricas, especificas con especificas
o cualificadas con cualificadas] o más de una regla de reducción por bonificación
procesal) los efectos de cada una de ellas serán siempre acumulables y no se
excluirán entre sí (eficacia acumulativa).
causal de disminución; y 1/2 para los casos de tentativa porque el delito no alcanzó su consumación. El principium
reddendaerationis, [principio de razón suficiente] es denotado para todo aquello que empieza a existir (como la decisión
judicial) exige o requiere una razón que le haga existir (ratio decidendi). En el caso de la ley penal, exige o requiere una
razón para existir (ratio essendi), a la jurisdicción le corresponde descubrirla y respetarla al momento de su aplicación.
Cfr. LEIBNIZ, Gottfried Wilhelm (1981) Monadología, edición trilingüe, traducción de Julián Velarde, Oviedo: Pentalfa,
ISBN 84-85422-05-8, pp. 102 a 105.
23Vid. nota anterior ut supra.
15
para estos casos no ha sido definido por el Código Procesal Penal ni por
la Ley 28122. Ante tal omisión legislativa el Acuerdo Plenario N.° 5-
2008/CJ-116 ha establecido con eficacia vinculante que la reducción
punitiva en tales supuestos no puede ser mayor a un séptimo (1/7)24. Por
consiguiente, esa será la proporción de la reducción que por bonificación
procesal aplique el juez a la pena concreta parcial. Realizada esta última
operación por el juez este habrá culminado el proceso de aplicación de la
pena al obtener la pena concreta final.
36°. Para el caso que nos ocupa esa disminución no sería sobre la pena conminada
para el delito sino sobre la pena establecida para las circunstancias agravantes
específicas. De esa manera se compensa la disminución correspondiente a la no
consumación del delito con el mayor desvalor y reproche que genera la
concurrencia de las circunstancias agravantes específicas.
27 Ver posiciones asumidas sobre esta problemática en las ponencias sustentadas durante la Audiencia pública del XII
Pleno Jurisdiccional Penal.
28 Artículo 27 Código penal colombiano: Tentativa. El que iniciare la ejecución de una conducta punible mediante actos
idóneos e inequívocamente dirigidos a su consumación, y ésta no se produjere por circunstancias ajenas a su voluntad,
incurrirá en pena no menor de la mitad del mínimo ni mayor de las tres cuartas partes del máximo de la señalada para la
conducta punible consumada.
17
37°. Ahora bien, el nuevo esquema aplicable está compuesto de dos operaciones
que deberá realizar el órgano jurisdiccional. Primero, el juez aplicará una
disminución simultánea en el límite mínimo y en el máximo de la penalidad
conminada que fija la ley para el delito con las circunstancias agravantes
específicas y que será equivalente a una mitad (1/2) para aquellos dos límites 29,
generando un nuevo espacio punitivo, dentro del cual podrá determinarse y
justificarse la pena concreta. Tal disminución no es arbitraria ni ilegal pues el
artículo 16 del Código Penal expresamente autoriza al juez a realizarla. En efecto,
el párrafo final de dicha norma señala al respecto “El juez reprimirá la tentativa
disminuyendo prudencialmente la pena”. Por ejemplo, aplicando este
procedimiento a un caso de tentativa de un delito de robo con circunstancias
agravantes específicas de primer grado o nivel el nuevo espacio de punibilidad
disminuido será no menor de (06) seis ni mayor de (10) diez años de pena privativa
de libertad30.
39°. Cabe agregar que este mismo esquema operativo se aplicará también a
cualquier otro caso que se configure en base a una tentativa con la concurrencia de
circunstancias agravantes específicas. Lo cual puede ocurrir, por ejemplo, en el
caso de una tentativa de secuestro o de feminicidio siempre que en su realización
concurran circunstancias agravantes específicas.
42°. Pues bien, para dimensionar mejor la factibilidad legal de una conmutación
judicial de la pena de cadena perpetua en una pena privativa de la libertad
temporal; pero, también, para fijar un límite razonable a la extensión que tendría
esta última modalidad punitiva por efecto de la disminución o reducción que le
fuesen aplicables en el caso concreto, resulta útil referirse a los siguientes
antecedentes y razonamientos normativos:
a. El Código Penal de 1924 permitía expresamente la posibilidad legal de
transformar la pena de internamiento absolutamente indeterminado y que sería
la pena privativa de libertad equivalente a la actual pena de cadena perpetua,
cuando concurría una causal de disminución de punibilidad basada en la
imputabilidad restringida por la edad del autor del delito. Esto es, en un
supuesto legal similar al regulado actualmente en el artículo 22 del Código
Penal de 1991. En efecto, el artículo 148 del Código Maurtua señalaba lo
siguiente:
“Si en el momento en que el delito fue cometido, su autor tenía más de 18 años,
pero menos de 21 años, el juez aplicará las disposiciones siguientes:
1° La pena de internamiento será reemplazada por la de penitenciaría no
menor de diez años”.
Una conmutación similar era autorizada por el Código Penal de 1924 para los
casos de tentativa. Al respecto en el artículo 97 se disponía lo siguiente:
19
“En los casos en que la ley prescriba pena de internamiento, se sustituirá la
pena, en la tentativa por la de penitenciaria o la de relegación de diez a
veinte años”.
b. En el numeral 4 del artículo 66 del Código de Ejecución Penal se establece que
el juez puede dar por cumplida la pena de cadena perpetua, entre otros
requisitos, si el condenado ha cumplido 35 años de privación de libertad. Lo
cual implica que ese es el límite temporal mínimo que tiene, en principio, la
pena indeterminada de cadena perpetua.
c. Es de recordar que todas las normas penales que actualmente regulan causales
de disminución de punibilidad y muchas de las que tratan de reglas de
reducción por bonificación procesal preexistían antes de la incorporación de la
pena de cadena perpetua en el Código Penal de 1991 o en otras normas legales
afines. No habiéndose regulado desde aquel entonces a la fecha ninguna otra
norma penal o procesal penal que haya anulado la eficacia de tales reglas de
aplicación de penas ni que haya excluido expresamente de sus alcances y
efectos a las penas de cadena perpetua. Lo que si ha ocurrido es que hay
delitos considerados por el legislador como muy graves a los que se les ha
excluido expresamente de la eficacia de las reglas de reducción por
bonificación procesal31. No obstante, cabe destacar que en torno a la eficacia y
constitucionalidad de tales restricciones la Corte Suprema mantiene una
jurisprudencia uniforme que las proscribe por atentar contra el principio de
igualdad. Se impone, pues, en tales casos, la inaplicación de dichas
restricciones a las reglas de reducción por bonificación procesal, por ser
inconvencionales e inconstitucionales32.
veintiocho de febrero de dos mil veintitrés, fundamentos: decimocuarto a vigésimo; Casación 1150-2021/Ancash, del
dieciséis de febrero de dos mil veintitrés, fundamentos: decimoséptimo a decimonoveno; Casación 553-2021/Arequipa,
del nueve de junio de dos mil veintidós, fundamentos: segundo a noveno; entre otros.
20
razonable. E, igualmente, dicho reemplazo por 35 años de pena privativa de
libertad procederá si cualquiera de las causales de disminución de
punibilidad (incluyendo la tentativa o la imputabilidad restringida) o las
reglas de bonificación procesal (como la conclusión anticipada o la
confesión sincera) concurren con circunstancias agravantes cualificadas
(como la reincidencia) o con causales de incremento de la punibilidad
(como el concurso real de delitos).
iii. Tratándose de la concurrencia de causales de disminución de la pena por
tentativa o imputabilidad restringida del autor del delito, dispuestos en los
artículos 16 y 22 del Código Penal, la pena privativa de la libertad temporal
de reemplazo de la pena de cadena perpetua será de 30 años. Esta misma
extensión se aplicará en los casos donde concurra la regla de reducción por
bonificación procesal de confesión sincera.
45°. Mayormente, tales reglas han sido incluidas por el legislador como
recompensas al buen comportamiento procesal o a la activa colaboración del
imputado con la conclusión anticipada del proceso o juzgamiento penal incoado en
su contra. Entre ellas destacan la confesión sincera, la conclusión anticipada del
proceso, la conclusión anticipada del juzgamiento o conformidad y la
colaboración eficaz. Al no ser ni causales de disminución de punibilidad ni
circunstancias atenuantes su eficacia opera exclusivamente sobre la pena concreta
y previamente determinada por el órgano jurisdiccional. Es, pues, sobre la pena ya
determinada e impuesta al autor o partícipe de un delito a la que el juez le reduce
un porcentaje de su extensión cuantitativa en los términos que dispone y
autoriza la ley. Cabe destacar, entonces, que las reglas de reducción por
bonificación procesal no tienen eficacia ni se aplican sobre el mínimo o máximo
legal de la pena conminada para el delito.
49°. En el caso afectación del plazo razonable, se requiere primero justificar por
qué ello posee razones jurídicas, principalmente, aunque también morales para
reducir la pena de quien sufre carcelerías preventivas largas o procesos latos, o
22
nulidades por errores procesales que alargan la decisión de su situación jurídica u
otras razones análogas que justifiquen la compensación de tales retardos por
disposición convencional, siempre y cuando, claro está, que aquellas dilaciones no
hayan sido causadas por el propio procesado o su defensa, al promover incidentes
innecesarios o sobreabundantes. Esto es, al dilucidar la potencial reducción de la
pena no puede, pues, ignorarse la generación de una carga procesal innecesaria que
se añada maliciosamente al órgano jurisdiccional. No obstante, una prolongada e
injustificada carcelería preventiva y sin condena, sí debe operar como baremo de
reducción compensatoria de la pena concreta. Ahora bien, la identificación de todo
quantum de reducción punitiva requerirá siempre estar debidamente motivado. Y
el mismo en ningún caso podrá ser equivalente, por principio lógico de razón
suficiente, al total de la pena concreta impuesta, pues el impacto que impone la
afectación del plazo razonable es de reducción de dicha pena y nunca de
desaparecería, porque entonces el condenado quedaría sin pena que purgar, lo que
estaría encubiertamente exonerándolo de la sanción penal que le corresponde por
el delito cometido. Por tanto, un quantum razonable, es la reducción prudencial de
hasta (1/4) un cuarto de la pena concreta, dependiendo, en todo caso, de la
gravedad del hecho punible realizado y del daño causado.
III. DECISIÓN
ACORDARON
53°. ESTABLECER como doctrina legal, por mayoría, con el voto discrepante de la
señora Barrios Alvarado, los criterios expuestos en los fundamentos jurídicos 14° a 51°.
Ss.
PRADO SALDARRIAGA
LUJÁN TÚPEZ
NEYRA FLORES
ALTABÁS KAJATT
BROUSSET SALAS
CASTAÑEDA OTSU
SEQUEIROS VARGAS
PACHECO HUANCAS
GUERRERO LÓPEZ
CHECKLEY SORIA
COTRINA MIÑANO
CARBAJAL CHÁVEZ
PEÑA FARFÁN
ÁLVAREZ TRUJILLO
25