Capitulo 1
Capitulo 1
Capitulo 1
CAPITULO I
DEFINICIÓN DEL PRODUCTO
1. Historia de los perfumes
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el punto de emplear un aroma para los cabellos, otro para la piel, otro para las
ropas, y otros, diferentes entre sí, para perfumar el vino.
Alrededor del año 400 a.C., los escritores griegos recomendaban hierbabuena
para los brazos, canela o rosa para el pecho, aceite de almendras para las
manos y los pies, y extracto de mejorana para los cabellos y las cejas. Los
jóvenes griegos elegantes llevaron el uso de los perfumes hasta tal extremo
que Solón, el estadista que creó la estructura democrática de Atenas, promulgó
una ley (pronto derogada) que prohibía la venta de aceites fragantes.
Desde Grecia, los perfumes llegaron a Roma, donde se consideraba que el
soldado no estaba en disposición de entrar en combate a menos que se
hubiera ungido debidamente con perfumes. A medida que el Imperio Romano
conquistaba otros territorios, se popularizaron las fragancias de glicina, lila,
clavel y vainilla. Por influencia del Extremo y del Próximo Oriente adquirieron
también preferencia el cedro, el pino, el jengibre y la mimosa, y los griegos
extendieron la costumbre de preparar los aceites a base de mandarina, naranja
y limón.
En Roma se constituyeron gremios de perfumistas, cuyo negocio floreció
suministrando los últimos aromas a hombres y mujeres. Conocidos como
unguentarii, estos perfumistas ocupaban las tiendas de toda una calle en la
antigua Roma. Su denominación, que significa “hombres que untan”, originó
nuestra palabra “Ungüento”.
Los unguentarii elaboraban tres tipos básicos de perfume: ungüentos sólidos,
cuyos aromas tenían un único ingrediente (por ejemplo, almendra, rosa o
membrillo); líquidos, compuestos a partir de flores, especias y gomas trituradas
o majadas en un soporte aceitoso; y perfumes en polvo, preparados con
pétalos de flores pulverizados y con especias.
Al igual que los griegos, los romanos prodigaban el perfume en sus personas,
sus ropas y los muebles de sus hogares, y también en sus teatros. Al escribir
sobre costumbres romanas, Edward Gibbon, el historiador británico del siglo
XVIII, observa: “El aire del anfiteatro estaba continuamente refrescado gracias
al funcionamiento de las fuentes, y profusamente impregnado de los
agradables efluvios de los aromatizantes”.
El emperador Nerón, que en el siglo I creó la moda del agua de rosas, gastó
cuatro millones de sextercios, equivalentes a unos 20 millones de las antiguas
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pesetas, en aceite, agua y pétalos de rosa para sí mismo y sus invitados en
una sola fiesta nocturna. Y se sabe que en el entierro de su esposa Popea, en
el año 65 de nuestra era, se gastó una cantidad de perfume que superaba la
producción anual de Arabia. Incluso se perfumó a las mulas que formaron parte
del cortejo.
Estos excesos indignaron a la Iglesia. El perfume se convirtió en sinónimo de
decadencia y disipación, y en el siglo II los Padres condenaron su uso.
Después de la caída del Imperio Romano, los perfumes se fabricaron
principalmente en el Próximo y el Extremo Oriente. Uno de los perfumes
orientales más caros reintroducido en Europa por los cruzados en el siglo XI,
era el llamado rosa altar, el aceite esencial procedente de los pétalos de la rosa
damascana. Doscientas libras de pétalos de rosa, ligeros como plumas,
producían una sola onza de attar.
Fueron los cruzados quienes, al regresar cargados de fragancias exóticas,
reavivaron el interés de Europa por los perfumes y su elaboración, y en este
momento de la historia del perfume entró en juego un nuevo elemento: los
aceites animales. Gracias a los conocimientos orientales, los boticarios
descubrieron que había cuatro secreciones animales, hasta entonces
insospechadas, que producían efectos embriagadores en los seres humanos.
Se trataba de aceites: almizcle, ámbar gris, civeta y castor, que son las
esencias fundamentales de los modernos perfumes.
Se trata, en realidad, de ingredientes que no parecen guardar la menor relación
con los perfumes, puesto que se trata de secreciones sexuales y glandulares,
más bien para producir olores desagradables e incluso nauseabundos. Su
incorporación al perfume tan sólo se conoce en parte.
Almizcle
El almizcle procede de un ciervo, Moschus moschiferus, pequeño y tímido
habitante de los bosques de álamos y rododendros del oeste de China. Los
machos totalmente desarrollados sólo pesan unos diez kilos.
El macho es el que posee, delante de su abdomen, una bolsa que segrega una
señal sexual, similar en su función a la que deja un lince. Hace siglos, al notar
los cazadores orientales una fragancia dulce pero intensa de los bosques
locales, acabaron por descubrir el origen de este olor, y desde entonces ese
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ciervo diminuto ha sido perseguido. Una vez muerto el animal, se le extrae la
bolsa, que, una vez seca, se vende a los perfumistas. La presencia del almizcle
es tan insignificante que puede llegar a una billonésima de onza.
Ámbar gris
Esta sustancia cérea y de olor penetrante procede del estómago del cachalote.
Es la base de los más caros extractos para los perfumes, y al igual que el
almizcle vale más que su peso en oro.
El cachalote Physeter catodon, un gran mamífero, se alimenta de calamares,
moluscos que tienen una especie de hueso interior que se utiliza en las jaulas
de los pájaros para que éstos afilen sus picos. El cachalote segrega el ámbar
gris para proteger sus intestinos contra la abrasión de esa lámina caliza. Por
tratarse de un aceite, flota, y a menudo recubre las redes de los pescadores.
Hace mucho tiempo, los pescadores árabes descubrieron el olor dulzón del
ámbar gris y sus excelentes cualidades fijadoras para prolongar la vida de un
perfume. Por ejemplo, el ámbar gris retrasa considerablemente el índice de
volatilidad de otros aceites aromáticos que se mezclan con él. Hoy en día, tanto
el almizcle como el ámbar gris pueden producirse sintéticamente, y la industria
del perfume se niega a adquirir ámbar gris auténtico, para no perjudicar la
supervivencia del cachalote.
Civeta
Es una sustancia blanda y cérea, segregada por la civeta, un mamífero
carnívoro de África y Extremo Oriente, que tiene un pelaje amarillento a topos.
La civeta es una secreción glandular de los machos y hembras de la familia
Viverra civttla. Esta sustancia cérea se forma cerca de los genitales y se puede
conseguir en los animales cautivos a razón de unas dos extracciones por
semana. Despide un repugnante hedor a heces, pero al mezclado con otras
esencias su aroma resulta extremadamente agradable, aparte de ser un fijador
muy potente. Todavía hoy se ignora cómo descubrieron esta propiedad los
perfumistas del Extremo Oriente antiguo.
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Castor
Este aroma procede de los castores rusos y canadienses de la familia Castor
fiber. Es una secreción que se acumula en dos sacos abdominales, tanto en los
machos como en las hembras. Extremadamente diluido, el castor (o castóreo)
desprende un olor agradable, pero se utiliza sobre todo como fijador y
ampliador de aromas. El grado de fijación que distingue estas cuatro esencias
animales está en función de su elevado peso molecular. Las moléculas
pesadas actúan como áncoras, y con ello impiden que los aromas
predominantes de un perfume se eleven con excesiva rapidez sobre la
superficie del líquido y se disipen en el aire.
Agua de colonia: año 1709, Alemania
El barbero italiano Jean-Baptiste Farina llegó a Colonia, Alemania, en el año
1709 para probar fortuna en el negocio de los perfumes. Entre sus creaciones
especiales se contaba una mezcla de alcohol con esencia de limón, naranja
amarga y aceite procedente del fruto de la bergamota. Ésta fue la primera agua
de Colonia, nombre que le fue dado en honor de esta ciudad, fundada en el
año 50 d.C. por Agripina, esposa del emperador romano Claudio.
Aunque Colonia era ya famosa en la Edad Media por su gran catedral, que
contenía la tumba de los Reyes Magos, después de la creación de Farina se
dio a conocer en toda Europa como gran centro productor del preciado líquido
aromático. La primera fragancia de colonia obtuvo un éxito extraordinario,
particularmente entre los soldados franceses acantonados en la ciudad a
mediados del siglo XVIII, durante la guerra de los Siete Años. La familia Farina
prosperó, y varios de sus miembros se trasladaron a París para iniciar otro
provechoso negocio de perfumes, que en la década de 1860 fue absorbido por
dos franceses, primos entre si: Armand Roger y Charles Gallet. Tras ampliar la
gama de productos Farina, los dos primos empezaron a venderlos con la marca
Roger & Gallet.
En esta industria, no tardaron en adquirir significados bien definidos los
términos “colonia”, “agua de tocador” y “perfume”. Este último consistía en
cualquier mezcla de alcohol etílico, con un 25 por ciento de uno o más aceites
esenciales fragantes. El agua de tocador era una dilución más débil de los
mismos ingredientes, con un contenido aproximado del 8 por ciento de aceites
esenciales. Y la colonia, un dilución alcohólica todavía más débil, con un 3 por
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ciento de aceites fragantes. Estas definiciones todavía son aplicables hoy en
día, si bien un perfume particularmente concentrado (y costoso) puede
contener hasta un 42 por ciento de estos preciados aceites.
Los franceses dominaron la industria del perfume hasta bien entrado el siglo
XIX... y mucho más allá.
Fue François Coty, un corso cuyo apellido auténtico era Sportuno, quien, al
observar que los soldados norteamericanos enviaban a sus casas grandes
cantidades de perfume después de la primera guerra mundial, captó las
grandes posibilidades de esta obsesión americana por las fragancias
francesas. Vendiendo productos de marca en cantidades más reducidas y a
precios más baratos, Coty llegó a nuevos sectores de la sociedad y anticipó la
primera forma de producción masiva en la industria del perfume. Capitalizando
también este capricho americano, Jean Lanvin aprovechó su creación “Mon
Péché”, que había fracasado en París, y en el año 1925 la convirtió en un éxito
inmediato y resonante en los Estados Unidos, bajo el nombre de “My Sin”.
Shalimar
El mismo año en que se lanzó al mercado el perfume “My Sin”, dos hermanos
franceses, Pierre y Jacques Guerlain, crearon el perfume Shalimar, que en
sánscrito significa “templo del amor”. Los dos hermanos tuvieron esta
inspiración cuando un rajá que visitaba París los entusiasmó con una historia
de amor en los jardines de Shalimar, en Lahore, hoy Pakistán. En esos
jardines, poblados por árboles fragantes importados de todo el mundo, el sha
Jahan, emperador de la India en el siglo XVII, se enamoró de Muntaz Mahal y
se casó con ella. Al morir su esposa, construyó el magnífico mausoleo del Taj
Mahal para perpetuar su recuerdo.
Chanel nº 5
Gabrielle (Coco) Chanel, la famosa modista, era muy supersticiosa y siempre
asociaba la buena suerte con el número cinco. En el año 1921, presentó su
nuevo perfume, y lo anunció precisamente el quinto día del quinto mes,
dándole como denominación el número 5.
En aquella época, este perfume se diferenciaba de los demás porque no
desprendía el característico aroma floral “femenino” tan popular entonces. De
hecho, este detalle explica en buena medida su éxito entre las muchachas de
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la “era del Jazz”, que tendían a adoptar atuendos y actitudes más bien
masculinos. El revolucionario nº 5, con su oportuna aparición y acertado aroma,
resultó, efectivamente, el número de la suerte para su creadora, a la que hizo
ganar no menos de quince millones de dólares. Las norteamericanas adoptaron
inmediatamente el perfume y, en cierta ocasión, Marilyn Monroe contestó a un
periodista que le preguntaba qué se ponía para dormir: “Chanel n° 5”.
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La primera Avon Lady fue Mrs. P. F. E Albee, una viuda de Winchester, Nueva
Hampshire, que empezó su tarea vendiendo el lote popular de perfumes de la
empresa y después reclutó a otras mujeres y las adiestró para que realizaran el
mismo trabajo. La compañía fue rebautizada con el nombre de Avon, por la
simple razón de que la población del Estado de Nueva York en la que David
McConnell vivía le recordaba al Stratford on Avon de Shakespeare.
En el año 1897, McConnell disponía de doce empleadas que vendían dieciocho
fragancias diferentes, y este número no dejó de aumentar.
1.2. Definición
Un perfume se puede definir como cualquier mezcla de sustancias de olor
agradable incorporadas en un vehículo adecuado.
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aceites esenciales,
aislados
Aceites esenciales
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Geranio, petitgrain Hojas
Neroli, rosa, ylang ylang Flor
Limón, naranja, mandarina Flavedo (capa externa del
fruto)
Romero, tomillo, ajedrea, Planta entera con flor
mejorana
Melisa Planta fresca
Abeto de Siberia Acículas
Manzanilla Flor seca
Canela Corteza
Cedro Madera
Lima Fruto entero
Clavo Botones florales
Vetiver Raíz
Mostaza Semillas
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«Aceite esencial» fue un término utilizado por primera vez en el siglo XVI por
Paracelso (famoso médico y farmacéutico) quien utilizó aceites esenciales
como medicamentos y los consideró como la «quintaesencia», o elemento
inmaterial presente en todo ser, propuesta por Aristóteles dos mil años antes y
que junto a la tierra, el aire, el fuego y el agua constituyen los elementos
fundamentales que conforman todo ser vivo o inanimado, según la teoría
aristotélica.
Entre los siglos XVI y XVII se prepararon por primera vez en las farmacias de
todo el mundo la mayor parte de los aceites esenciales de que se dispone en la
actualidad.
Con la llegada de la medicina moderna, la utilización de vacunas y antibióticos
sustituyó a los antiguos remedios basados en aceites esenciales, aunque
desde el siglo XIX su demanda creció hasta hacer necesaria la industrialización
de la producción debido a su empleo masivo en perfumes y sabores para
alimentación. Sobre el 1850 el fuerte impulso de la química orgánica sintética y
el análisis de componentes de algunos aceites esenciales llevó a la producción
de aceites aromáticos sintéticos que imitaban a los naturales de «wintergreen»,
vainilla o almendras amargas.
En la actualidad, los modernos métodos de análisis permiten una identificación
exhaustiva de los componentes presentes en los aceites esenciales,
particularmente los que lo están en cantidades traza, responsables del perfil
aromático, sutileza y finura de los productos naturales, lo que abre nuevas
posibilidades en la obtención de productos interesantes. Por otra parte, la
utilización de aceites esenciales como sustancias medicinales es una
aplicación que actualmente vive un nuevo impulso, al quedar englobada dentro
del gran auge que experimentan los productos naturales desde hace algunas
décadas en los países más desarrollados. Así, cada vez ven la luz un mayor
número de estudios y trabajos de investigación relacionados con interesantes
características y propiedades de los aceites esenciales.
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sustancias químicas distintas) que se encuentran en distintas proporciones y
que en conjunto proporcionan al aceite esencial sus características propias.
Conviene indicar que los productos que detectamos con nuestro sentido del
olfato forman parte de la esencia de la planta de que se trate. El aceite
esencial, en cambio, es el producto obtenido de la planta tras un tratamiento
fisicoquímico.
Entre los componentes de los aceites esenciales, una familia de hidrocarburos,
los terpenos son a menudo mayoritarios, llegando a alcanzar elevadas
concentraciones del 75% al 90% del peso total en aceites esenciales como los
de los cítricos (limón, naranja, lima, mandarina, bergamota y pomelo).
Paradójicamente, los terpenos o son inodoros o contribuyen muy poco al aroma
global y simplemente constituyen la «base» diluyente del aceite esencial,
proporcionando a éste su carácter volátil e inflamable y sus propiedades físicas
más fácilmente mensurables (densidad, viscosidad...). Los responsables del
aroma de los aceites esenciales suelen ser sustancias que se encuentran en
menor proporción, aunque hay excepciones. Se trata de compuestos orgánicos
con grupos funcionales del tipo: cetona, éster, alcohol, aldehído, éter... Cada
una de estas sustancias, en su estado puro, presenta un aroma característico,
que en ocasiones recuerda al de determinadas frutas o a olores peculiares,
pero es el conjunto de todas ellas, cada una en su correcta proporción, el que
determina el aroma y en definitiva las propiedades más valiosas de los aceites
esenciales. Es fácil pensar que sustancias que se encuentran en tan pequeñas
cantidades no puedan ser importantes para el aceite esencial en su conjunto,
pero la realidad es bien distinta y son estas sustancias traza las que conforman
el perfil individual y la «huella aromática» propia de cada aceite esencial.
Esta compleja composición de los aceites esenciales es la responsable de que
sigan teniendo un alto precio, ya que es muy difícil su fabricación artificial.
Tengamos en cuenta que para poder copiar un aceite esencial, idéntico al
natural, en primer lugar hay que realizar un análisis químico exhaustivo para
determinar todos los componentes y sus concentraciones, labor que requiere
una ingente cantidad de trabajo, personal cualificado y medios técnicos
sofisticados. Posteriormente y conseguido el primer paso (dependiendo del
tiempo y medios empleados se conseguirá elucidar con mayor o menor éxito la
composición real del aceite esencial) queda la no menos ardua tarea de
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localizar todos los componentes. Muchos de ellos son sustancias que se
venden comercialmente, y que se obtienen también de aceites esenciales o se
sintetizan mediante reacciones de química orgánica. Pero una parte de ellos no
será fácil de conseguir, ya sea por no tratarse de productos comerciales, o
bien porque su precio sea incluso superior al del propio aceite esencial que se
pretende imitar de forma artificial. En definitiva, hacer un aceite esencial de
forma artificial no es imposible, pero desde luego es totalmente inviable para
producirlo de forma comercial, ya que sería mas costoso, en principio, que el
natural. Por estos motivos, las esencias artificiales que se ofrecen en el
mercado no son más que un pálido reflejo de los aceites esenciales, ya que en
su composición no contienen cientos de sustancias sino decenas a lo sumo y
en proporciones no tan ajustadas como en los aceites esenciales. Además,
suelen incorporar sustancias como disolventes o impurezas muy difíciles de
eliminar y que alteran las cualidades de la composición. Este tipo de productos,
habituales para aromatizar detergentes, jabones, ambientadores y perfumes
baratos, presentan un aroma muy intenso, basto y a menudo poco agradable,
que en poco recuerda a un aceite esencial.
Habitualmente suelen confundirse los distintos términos empleados de forma
comercial, a veces con el propósito de no aclarar bien qué tipo de producto es
el que se está ofreciendo. En general podemos hablar de:
Aceite esencial: sustancia obtenida de plantas aromáticas por diversos
procedimientos. Se las puede encontrar en el comercio con las
denominaciones: aceite esencial 100% puro, aceite esencial natural o
simplemente aceite esencial. Podemos encontrar también la expresión
«esencia natural de...», aunque en nuestra opinión sería más correcto e induce
a un menor error el término aceite esencial. Es necesario tener en cuenta las
distintas calidades que pueden presentarse en el mercado.
Aceite esencial modificado: es un aceite esencial al que se ha añadido (o
eliminado) algún componente puntual para, por ejemplo, potenciar su aroma, si
añadimos anetol al aceite esencial de anís o si se eliminan los terpenos de los
aceites esenciales de cítricos «aceites desterpenados» para obtener un
producto aromático mucho más concentrado y evitar la oxidación de los
terpenos por oxígeno atmosférico. O aquel aceite al que se le mezcla un aceite
esencial del mismo tipo pero más económico para reducir el coste, o al que se
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le añade cualquier tipo de diluyente para su uso en una aplicación en la que se
requiera un producto más diluido, o para intentar comercializarlo como un
aceite esencial de forma fraudulenta. El problema de estos aceites es cuando
no se especifica que no son 100% naturales o que han sido mezclados y se
intenta hacerlos pasar por aceites esenciales 100% naturales, constituyendo un
fraude.
Esencias:
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También podemos encontrarnos aceites esenciales modificados obtenidos a
partir de un aceite esencial al que se añade algún producto diluyente y en
cambio se ofertan a un precio igual o superior al del aceite esencial.
Hasta este momento consideraremos tres conceptos generales: aceite
esencial, aceite esencial modificado para mejorar alguna característica, para
una aplicación concreta o para su venta fraudulenta y esencias sintéticas,
donde tienen cabida el resto de productos que constituyen aromas y sabores
para alimentación, ambientadores... De esta forma podemos encuadrar
cualquier producto comercial con que nos encontremos en una u otra categoría
y así tener una cierta noción sobre su composición real o su origen.
En el comercio podemos encontrar los tres tipos de productos bajo gran
cantidad de denominaciones:
Cualquier sustancia denominada o vendida como «aceite esencial», «aceite
esencial natural», «aceite esencial 100% puro», «aceite esencial 100% natural»
por un proveedor de confianza y con un precio adecuado para un aceite
esencial constituye, con cierto margen de seguridad, el producto obtenido del
material vegetal de que se trate según el aceite. Además, pueden incorporar
las denominaciones: «biológico», «ecológico», u «orgánico», haciendo
referencia a la forma de cultivo de la planta y a la no utilización de tratamientos
fitosanitarios de tipo químico o al empleo de fertilizantes químicos, según los
casos. También debemos tener en cuenta que de muchos aceites esenciales
existen varias calidades comerciales con precios distintos. Estas mismas
sustancias vendidas en establecimientos no especializados o a precios
extrañamente bajos no son, con toda seguridad, aceites esenciales auténticos.
Productos denominados «aceite esencial diluido con...» o que indica que están
mezclados con una base o diluyente o aquellos con precio demasiado
económico para un aceite esencial, son en realidad aceites esenciales
modificados, ya sean mezclas con otros aceites esenciales más económicos,
con aceites vegetales como diluyentes para diversos usos, con diluyentes
químicos, etc.
Productos con bajo precio para el tipo de aceite y la cantidad vendida, o que se
venden en establecimientos no especializados son, con toda seguridad, aceites
esenciales modificados, aunque en sus etiquetas se indique «esencia de rosa»
o incluso «esencia natural».
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Productos con denominaciones del tipo «esencia», «esencia natural»,
«aroma», «aroma natural», «sabor a...», «saborizante», «sabor», «aroma o
esencia para alimentación», están formulados con mezclas de aceites
esenciales y/o sustancias químicas sintéticas a los que se añaden azúcares y
aditivos como edulcorantes, antioxidantes, conservantes, estabilizantes,
colorantes, fijadores,
etc.
Bajo el término «perfume», «colonia», «agua de colonia», «esencia de
perfumería», «fragancia» se encuentran productos que pueden calificarse
como esencias sintéticas y que están constituidos por aceites esenciales y/o
sustancias químicas puras sintéticas o naturales en una base hidroalcohólica,
de aceite vegetal, o sintética, a la que se añaden además fijadores del aroma y
otros aditivos.
Es necesario remarcar que en principio ningún producto es mejor que otro y
que depende de la utilización a la que se destina y de su relación
calidad/precio, la elección del más apropiado, siendo conscientes en todo
momento de qué es lo que se adquiere.
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Alcoholes: linalol, geraniol, mentol
Cetonas: tuyona
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Unos de los componentes que hemos mencionado en varias ocasiones son
los terpenos. Se trata de hidrocarburos que originalmente se encontraron en
el aceite de trementina (terpentina) y que estaban compuestos
fundamentalmente por alquenos, por eso se les dio el nombre de terpenos.
Posteriormente se comprobó que no eran todos los alquenos, ni siquiera
hidrocarburos, sino que había aldehídos, cetonas, ésteres… por lo que se
designa a todos los derivados del terpeno, funcionarizados o no, como
terpenoides. Todos los terpenos o terpenoides (a los que también se
denomina isoprenoides) presentan la característica común de ser moléculas
que se pueden formar uniendo a su vez varias moléculas de isopreno (2
metil1,3 butadieno). Como el isopreno tiene 5 átomos de carbono, todos los
terpenoides presentan en su molécula un número de carbonos múltiplos de 5
(a excepción de aquellos que pueden perder algún átomo de carbono por
distintos procesos). Así el limoneno, un terpeno mayoritario en el aceite
esencial de limón (con 10 átomos de carbono), tiene una estructura molecular
que puede formarse mediante 2 moléculas de isopreno, se habla por lo tanto
de un monoterpeno en cuanto a su clasificación.
En la tabla 2 se observa la clasificación de los terpenoides atendiendo al
número de átomos de carbono que forman su molécula:
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Mientras que los monoterpenoides abundan en plantas tipo ranunculales,
primulales y violales, los sesquiterpenoides son más importantes en rutales y
magnoliales entre otras. Llegados a este punto conviene apuntar que un
aceite esencial nada tiene que ver ni en composición ni en propiedades con
un aceite vegetal como el de oliva o como los de semillas (girasol, soja, maíz,
germen de trigo, etc.), aunque compartan la palabra <<aceite>>.
Aceites esenciales ricos en hidrocarburos terpénicos, y por lo tanto baja
proporción de compuestos oxigenados, son los de limón, bergamota, romero,
trementina, espliego, eucalipto y laurel. En cambio, presentan una alta
proporción de derivados oxigenados los de anís, tomillo, hinojo, menta,
angélica, rosa y manzanilla entre otros. Son ricos en sustancias nitrogenadas
los aceites de berro, capuchina, mastuerzo; y presentan componentes
azufrados (tioéteres, sulfuros, tioésteres) los aceites de ajo, cebolla, mostazas
y asafétida.
En la figura 1 se incluyen las estructuras de algunos componentes más
usuales de los aceites esenciales. Todos los monoterpenoides (tienen 10
átomos de carbono, el equivalente a 2 moléculas de isopreno).
21
1.4 Biosíntesis, localización y utilidad para las plantas de los aceites
esenciales
En las plantas como el rosal, el aceite esencial está en el interior de todas las
células que forman la flor. En otras ocasiones los aceites esenciales se
producen en unas glándulas secretoras especializadas y se van almacenando
en unas pequeñas bolsitas, como en el caso de los cítricos; al presionar la piel
de una naranja o limón se rompen estas cavidades y el aceite sale a presión.
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En realidad, el isopreno como tal no existe en la naturaleza y el precursor de
todos los terpenos y terpenoides es el pirofosfato de isopentenilo, un derivado
fosfatado obtenido a partir del ácido 3R-mevalónico, que a su vez se sintetiza
partiendo del aceite coenzima A. En la figura 3 se incluye el esquema sintético
que utilizan las plantas para producir ácido 3R-mevalónico partiendo del acetil
coenzima A.
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Esta sustancia sufre varios tipos de reacciones bioquímicas (desprotonación,
alquilación, ionización, condensación) y va polimerizando hacia moléculas de
mayor número de átomos de carbono como el pirofosfato de geranio (10
átomos de carbono), pirofosfato de farnesilo (15 átomos de carbono).
A partir de estas moléculas órgano fosforadas se obtiene el farnesilo, el
geranil-geranilo, geranil-farnesilo, etc., que dan lugar a las diferentes
categorías de terpenoides según su número de átomos de carbono. La
biosíntesis de aceites esenciales partiendo de los productos comentados, por
medio de reacciones de oxidación reducción, condensación, sustitución,
ciclación y polimerización, queda integrada en la llamada <<ruta del ácido
mevalónico>>.
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que una planta malgaste energía en la producción de sustancias que le son
inútiles y a priori tampoco parece obvio que tenga que almacenarlas si son
subproductos inservibles de su metabolismo. Paradójicamente, los aceites
esenciales, al contrario que otras sustancias obtenidas de plantas y animales,
parecen ser más útiles a los humanos que a los propios seres que las
producen, aunque es muy probable que se llegue a esta conclusión por la
falta de conocimientos sobre el tema.
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Tabla 1.4. Producción mundial de algunos aceites esenciales
Rosas 5
Albahaca 10
Jazmín 10
Laurel 50
Madera de 125
sándalo
Mandarina 150
Bergamota 200
Lavanda 1500
Menta 5000
Naranja 10000
Trementina 300000
1.6. Vehículos
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del alcohol se elimina por la desodorización o por la prefijación del alcohol. Esto
se logra al agregar una pequeña cantidad de resina benzoína o algún otro
fijador resinoso al alcohol permitiendo que madure por una o dos semanas. El
resultado es un alcohol casi inodoro, cuya crudeza natural se neutralizó por
medio de las resinas.
1.7. Fijadores
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escatol desaparece con el paso del tiempo o por medio de una dilución y
aparece el olor dulce y un tanto floral de la civetona, una cetona cíclica.
El almizcle es la secreción desecada de las glándulas prepuciales del
venado del almizcle macho que se encuentra en el Himalaya. Su olor se
debe a una cetona cíclica llamada muscona, que se encuentra presente en
una cantidad de 0.5 a 2%. El almizcle, el más útil de los fijadores animales,
imparte cuerpo y suavidad a una composición de perfume aun cuando se
diluya, por lo que su propio olor es completamente eliminado. El almizcle se
emplea por su propio valor en perfumes orientales densos.
El ámbar gris es el menos usado pero probablemente el más conocido de
los fijadores animales. Es un cálculo o secreción emitida por algunas
ballenas. El gris se obtiene al destazar la ballena capturada o a partir de
ballenas varadas en playas. Es de consistencia cerosa, se reblandece al
llegar a 600C y puede ser blanco, amarillo, café, negro o veteado como el
mármol. Se compone de 80 a 85% de ambreína (alcohol tricíclico
triterpénico), que se asemeja al colesterol y actúa en forma exclusiva como
aglutinante, y de 12 a 15% de ámbar gris, que es el ingrediente activo. Se
emplea como una tinción, que debe estar madura antes de utilizarse. El olor
de la tinción es claramente rancio y tiene un poder de fijación bastante
aceptable.
El almizcle zibata es el fijador animal más reciente, que se deriva de las
glándulas de la rata almizclera de Louisiana. No fue sino hasta la Segunda
Guerra Mundial que se comercializó. Alrededor del 90% del material más
saponificable de las glándulas de la rata almizclera consiste en grandes
moléculas de alcoholes cíclicos inodoros, que se convierten en cetonas y
aumentan el olor característico del almizcle casi 50 veces; se puede usar en
lugar del almizcle asiático o junto con él.
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1.7.2. Fijadores resinosos.
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dos. Entre ellos se encuentra el diacetato de glicerillo (259°C), ftalato de
etilo (295°C) y benzoato de bencilo (323°C). Otros compuestos sintéticos se
emplean como fijadores, aunque tienen un olor definido propio que
contribuye a la composición en que participan.
Algunos son:
Acetofenona Cumarina
1.8. Clasificación
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En el caso de la Eau de Toillete (EDT), las fragancias son más discretas,
bien adecuadas a países tropicales. Su concentración de esencia varía de
los 6 a un 12% y sus índices de fijación no pasan de las 8 horas en
temperaturas más altas. También son conocidos como Parfums de Toillete.
1.8.2.1Femeninas:
- Chypre:
. - Chypre Floral
. - Chypre Frutal
- Cítrica:
. - Citrica Aromatica
- Floral:
. - Floral Acuatica
. - Floral Aldehidica
. - Floral Clavel
. - Floral Frutal
. - Floral Jazmin
. - Floral Amaderada Musgo
. - Floral Muguete
. - Floral Rosa Violeta
. - Floral Tuberosa Naranjo
. - Floral Verde
- Oriental:
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. - Oriental Especiada
. - Oriental Floral
. - Oriental Vainilla
1.8.2.2.Masculinas
- Aromática:
. - Aromatica Acuatica
. - Aromatica Agreste
. - Aromatica Helecho
- Citrica:
. - Citrica Aromatica
- Madera:
. - Amaderada Acuatica
. - Amaderada Aromatica
. - Amaderada Chypre
. - Amaderada Floral Almizcle
- Oriental:
. - Oriental Especiada
. - Oriental Helecho
. - Oriental Amaderada
Familias Femeninas
Chypre:
Los perfumes de tipo chipre, basados en una nota de madera, musgo y
flores, a veces con fragancias de cuero o de fruta, son ricos y persistentes.
Esta familia recibe el nombre debido al perfume fabricado en Chypre y
utilizado en la antigua Roma. Coty lo redescubrió en 1917 y creó "Chypre".
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Estas composiciones descansan sobre acordes de musgo de roble, ciste-
labdanum, pachuli y bergamota. La riqueza de las notas Chypre consiste en
su buen complemento con las notas frutales o florales. Esta familia forma un
grupo de perfumes de fuerte carácter, fácilmente reconocibles. Estos
perfumes están indicados preferentemente para las noches
Subfamilias:
- Chypre Floral
Se añaden a la composición chipre notas florales tales como el muguete, la
rosa y el jazmín.
- Chypre Frutal
Siempre dentro de la fragancia chipre, el acorde está aquí realzado y
adornado con notas frutales tales como el melocotón, la ciruela mirabel, los
frutos exóticos.
Cítrica:
Las esencias de cítricos, que los perfumistas denominan "Hespérides",
conforman los elementos esenciales de esta familia que comprende todas
las "eaux fraîches".Todos los perfumes de esta familia están constituidos
fundamentalmente por cítricos tales como la bergamota, el limón, la naranja,
la mandarina y el pomelo, junto con productos originarios del naranjo
(azahar, petit-grain o naranjo agrio, nerolí). También encontraremos aquí
acordes florales o de tipo chipre. Estos perfumes se destacan por su
frescura y ligereza, Ideales para un perfil joven y femenino. Se recomienda
su uso para el día y las noches de verano.
Subfamilias:
- Citrica Aromatica
El acorde hespéride se halla conjugado con el agregado de notas
aromáticas, como el tomillo, el romero o el estragón.
Floral:
La gran familia floral es la más amplia, y en sus notas entran más de la
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mitad de los perfumes. Esta familia consta de una extensa variedad de
creaciones que van desde arreglos exuberantes de bouquets florales hasta
composiciones de soliflor. Estas fragancias son fusionadas con toques
verdes, aldehídicos, frutales o especiados. Con su característica fragancia
natural, la nota floral es uno de los más importantes componentes en la
perfumería femenina. Se recomienda su uso para el día y las noches de
verano.
Subfamilias:
- Floral Acuatica
Un bouquet floral clásico que durante su evaporación está acompañado de
un conjunto de notas marinas.
- Floral Aldehidica
El ramo floral viene frecuentemente adornado con notas animales, talcosas
o amaderadas. La salida está compuesta de aldehídos, asociados con
hespérides. Esta subfamilia apareció tras la creación del n°5 de Chanel, la
primera fragancia floral aldehídica que contenía una proporción inusitada de
aldehídos.
- Floral Clavel
La flor de los poetas, el clavel se utiliza también en perfumería interviniendo
en la elaboración de creaciones ricas y armoniosas.
- Floral Frutal
En 1995, surgieron en la perfumería las nuevas notas frutales. Sin dejar de
estar bien presente el tono floral, se mezcla con notas frutales también
claramente perceptibles, como las del albaricoque, la frambuesa, el lichi y la
manzana entre otras.
- Floral Jazmin
Conocido también bajo el nombre de "La Flor", el jazmín enriquece la nota
floral de cabeza, ayudando a la estructura elaborada y refinada del perfume.
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los perfumes que poseen además una nota de madera y/o de musgo,
volviendo así la estructura más rica y moderna que la del perfume floral
clásico.
- Floral Muguete
Un ramo floral cuya nota dominante es el muguete, flor blanca clásica que
imprime al perfume una tonalidad fresca y primaveral.
- Floral Rosa Violeta
En esta subfamilia, el acorde floral dominante reposa sobre la rosa y la
violeta, una pareja de flores muy frecuente que apareció por primera vez en
la composición del célebre perfume Paris de Yves Saint Laurent.
- Floral Tuberosa Naranjo
Inaugurada en 1948 con Fracas de Piguet, esta subfamilia conserva su
actualidad y da origen a perfumes caracterizados por una sensualidad
particular.
- Floral Verde
Se amalgaman aquí un bouquet floral con notas verdes que poseen una
frescura más astringente. Se emplea fundamentalmente en esta categoría
el galbanum, junto con elementos con aroma a hierba cortada
Oriental:
En estas fragancias se distinguen por su sensualidad y calidez, los musgos,
la vainilla y las maderas preciosas están acompañados con flores y
esencias exóticas. Los perfumes orientales, son también llamados "
ambarados ". Sus materias tales como los almizcles, la vainilla y las
maderas preciosas les otorgan su riqueza, y se encuentran a menudo
acompañadas de flores exóticas y de especias. Son perfumes para un perfil
misterioso, seductor y femenino, especialmente indicados para la noche.
Subfamilias:
- Oriental Especiada
Al añadirse especias como la canela, el clavo de olor y la nuez moscada a
un acorde oriental, se pone de relieve la originalidad y el carácter de estos
perfumes de fragancia inconfundible.
- Oriental Floral
Se trata de una base oriental clásica compuesta de elementos suaves y
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talcosos, acompañados de una nota floral exótica como la flor de tiaré o las
flores especiadas.
- Oriental Vainilla
La vainilla y las notas ambaradas clásicas realzan el efecto oriental original.
Familias Masculinas
Aromática:
Un acorde basado en el olor de una o varias hierbas aromáticas. Debido al
carácter viril de estas composiciones, esta familia es una de las más
amplias en la perfumería masculina. Los perfumes aromáticos se componen
principalmente de salvia, romero, tomillo y lavanda, acompañados
generalmente de notas hespérides y especiadas.
Subfamilias:
- Aromatica Acuatica
Las composiciones de esta subfamilia reposan sobre el acorde aromático
de base, al que se le incorpora una nota marina. Esta familia, muy moderna,
contiene creaciones recientes.
- Aromatica Agreste
El acorde aromático domina, enriquecido mediante notas agrestes con
fragancias campestres, como las del heno y de la hierba fresca
- Aromatica Agreste
El bouquet de plantas aromáticas, sostenido por una nota amaderada, se
encuentra adornado con una serie de notas frescas de flores blancas o de
notas hespérides.
- Aromatica Helecho
Los elementos aromáticos básicos no faltan, pero se encuentran
estrechamente asociados con un acorde helecho clásico con notas de
lavanda, madera, coumarine, geranio y musgo de roble.
Amaderada:
Esta familia agrupa perfumes cuyo acorde principal está constituido por
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maderas tales como el sándalo, el cedro o el vetiver. Estos perfumes de
corazón amaderado adquieren un carácter cálido u opulento cuando
predominan el sándalo o el pachuli, volviéndose más secos con la presencia
del cedro y del vetiver. Constituyen acordes masculinos cálidos, secos y
elegantes a la vez, y van acompañados a menudo de un toque de frescura
hespéride o de notas aromáticas.
Subfamilias:
- Amaderada Acuatica
Esta construcción se suele armonizar con un acorde de madera aromática
completado con notas marinas
- Amaderada Aromatica
Los acordes amaderados constituyen lo esencial de estas composiciones que
siempre se abren con una tonalidad aromática impartida por el tomillo, el
romero o la salvia.
- Amaderada Chypre
El acorde amaderado dominante se ve realzado al agregársele notas chipres
tales como el musgo de roble y el ciste-labdanum
- Amaderada Especiada
Un aroma suave y amaderado de sándalo, atizado con notas especiadas:
pimienta, nuez moscada, clavo de olor, canela
- Amaderada Floral Almizcle
La nota amaderada, dominante en esta categoría, puede ser de cedro, pachuli
o sándalo. Se encuentran notas de cabeza florales muy variadas: violeta,
fresia. Se prolonga generalmente con notas de almizcle.
Cítrica:
El carácter fresco y ligero de las notas hespérides, tales como la bergamota, la
naranja, el limón, petit-grain (naranjo agrio) y la mandarina se ve realzado por
notas aromáticas, amaderadas y especiadas. En esta familia se agrupan todos
los perfumes constituidos principalmente por cítricos tales como la bergamota,
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el limón, la naranja, la mandarina y el pomelo. Estos perfumes se destacan por
su frescura y ligereza, y comprenden las primeras "Eaux de Cologne". La
presencia de notas aromáticas y especiadas en cantidades a veces
considerables imparten a estos perfumes un carácter más masculino.
Subfamilias:
- Citrica Aromatica
Los perfumes aromáticos se componen principalmente de salvia, romero,
tomillo y lavanda, acompañados generalmente de notas hespérides y
especiadas. El carácter viril de estas composiciones convierte esta familia en
una de las más desarrolladas en la perfumería masculina
Oriental:
La armonía de las especias, de la madera y de la vainilla da origen a perfumes
sofisticados y envolventes. La riqueza y la sofisticación de las composiciones
orientales, aireadas con facetas aromáticas o hespérides, radican en el uso de
materias preciosas como el ámbar, la resina, el tabaco, las especias exóticas,
las maderas sensuales y las notas animales.
Subfamilias:
- Oriental Especiada
Sobre una base de ámbar, se integra una nota especiada muy perceptible que
viene a reforzar la composición con la presencia de nuez moscada, clavo de
olor, canela o cardamomo.
- Oriental Helecho
Estos perfumes orientales de construcción clásica poseen una nota de salida
de tipo helecho compuesta clásicamente de lavanda, coumarine y musgo de
roble.
- Oriental Amaderada
Los acordes orientales compuestos de notas cálidas y ricas tales como la
vainilla, la coumarine y el ciste-labdanum se ven acentuadas por notas
amaderadas y opulentas como el pachuli, el sándalo o el vetiver.
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1.9. Estructura de los perfumes
1.10. Seguridad
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1.11. Definición del producto a Fabricar
Fondo: Son las notas base, con una velocidad de evaporación lenta que
puede durar todo el día o incluso varios.
Lógicamente, todas las notas están en el aire desde el principio y su
armonía será la clave del éxito de la fragancia. Los tres niveles deben
trabajar en equilibrio y deben permitir sucederse el uno al otro con
progresión. Ese equilibrio o balance es el todo de la esencia, es esa
redondez y perfección que asociada a un tema concreto, definido desde
la salida hasta el fondo, dará el equilibrio musical que toda pieza
necesita. Hacer perfumes es como "hacer música con humo" y la
terminología musical es todavía aplicada al mundo de las esencias.
Notas, acordes, salida, armonía.
A continuación describimos las notas y esencias que se utilizan en cada
uno de los tres movimientos.
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Fondo:
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Para la formulación de nuestro perfume hemos decidido usar las siguientes
esencias para los distintos movimientos que lo componen,
Nota de Salida:
Lavanda
Bergamota
Nota de Corazón:
Rosa
Clavo
Nota de Fondo:
Sándalo
Cedro
Almizcle Sintético
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Una vez obtenida la mezcla deseada, se la deja madurar por un periodo que
comprende entre 3 y 6 días.
Luego de este tiempo, se prosigue a la adición del alcohol de cereal y del agua
destilada. En este punto, el perfume ya constituido, se lo deja reposar en un
lugar fresco y en ausencia de la luz, preferentemente en cámara de frío,
durante un lapso de tiempo denominado período de maceración. Dicho periodo
es muy importante porque propicia que los diferentes componentes se mezclen
íntimamente entre sí, de modo que el olor o bouquet del perfume “madure” o se
desarrolle adecuadamente.
El periodo de maceración varía de acuerdo a la composición del perfume y a la
práctica del fabricante. Se sugiere una maceración mínima de 3 meses para
perfumes y 2 semanas para colonias y agua de tocador, pero hay otra
corriente, no muy común, que sugiere un tiempo mayor:
De tres a seis meses para colonias, agua de tocador, etc., y de seis meses a
un año para perfumes; durante este período una pequeña cantidad de materia
insoluble puede precipitar. Para poder retirar estas impurezas se prosigue a
realizar una filtración secundaria. Para asegurar que toda las impurezas
queden atrapadas en el filtro, se enfría el producto entre -7 y -5° C y a esta
temperatura se filtra para asegurar la calidad de la fragancia.
Luego de todas estas etapas el perfume esta listo para el envasado y
etiquetado.
El envase elegido es el siguiente:
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comunicación, actúa como vendedor, transmite imagen y prestigio; es
higiénico, hermético.
El vidrio, a lo largo de su historia, ha demostrado ser uno de los envases más
respetuosos con el medio ambiente.
Surge de materias primas abundantes en la naturaleza, mediante un proceso
de extracción sencillo y no contaminante.
Posee características físico-químicas que evitan que interfiera con las
propiedades de los productos que contiene. Por otra parte, su degradación
química y su erosión física son muy lentas, no liberando sustancia alguna que
pueda resultar perjudicial para el entorno. Además, para su fusión, se puede
emplear cualquier tipo de energía.
Por todo ello, el vidrio es el envase ecológico por naturaleza.
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