Lecturas Artes-1
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Resumen
Este artículo analiza el concepto de simulación incorporada, que es la idea de que nuestro
cerebro utiliza los mismos circuitos neuronales para comprender y percibir las acciones y
emociones de los demás que para controlar nuestro propio cuerpo. El artículo explora los
mecanismos neuronales implicados en la simulación corporal y cómo contribuyen a la
conciencia corporal, la comprensión social y la percepción de las acciones y emociones de los
demás. También analiza la relevancia de estos hallazgos para la fenomenología y el debate
sobre cómo se mapea la semántica en el cerebro.
En cuanto a las expresiones faciales, las investigaciones han demostrado que los mismos
circuitos neuronales implicados en la producción de expresiones faciales también se activan al
observar las expresiones faciales de los demás. Las neuronas espejo, que se encuentran en la
corteza premotora, se activan tanto cuando un individuo realiza una acción específica como
cuando observa a otra persona realizando la misma acción. Este mecanismo permite la
simulación de las expresiones faciales de los demás y contribuye a nuestra comprensión e
interpretación de sus estados emocionales [1] .
En términos de tacto, los estudios han demostrado que observar el tacto activa la corteza
somatosensorial, la misma región del cerebro que participa en experimentar el tacto de primera
mano. Por ejemplo, cuando los individuos observan que tocan a otra persona, su propia corteza
somatosensorial se activa, lo que sugiere que están simulando la experiencia del tacto en su
propio cuerpo. Esta simulación encarnada del tacto permite una mejor comprensión e
interpretación de las experiencias táctiles de los demás [2] .
En general, estos hallazgos proporcionan evidencia neurocientífica para el concepto de
simulación encarnada, mostrando que la capacidad de nuestro cerebro para simular acciones y
sensaciones en nuestro propio cuerpo también está involucrada en la percepción y comprensión
de las acciones y sensaciones de los demás.
Embodied understanding
Resumen, Este artículo analiza el concepto de comprensión encarnada, que desafía la visión
tradicional de la comprensión como una operación cognitiva puramente intelectual. El autor
sostiene que la comprensión está profundamente arraigada en nuestras experiencias corporales
y en nuestras interacciones con el mundo. El artículo critica la visión incorpórea de la
comprensión que ha sido dominante en la cultura occidental y explora las implicaciones de una
perspectiva corporal. El autor enfatiza la importancia de considerar el cuerpo y sus entornos en
la comprensión, analiza el papel de los valores y las emociones y destaca el papel de las
simulaciones de experiencias sensoriales, motoras y afectivas en la comprensión de conceptos
concretos y abstractos.
¿Cómo desafía el concepto de comprensión encarnada la visión tradicional de la comprensión
como una operación cognitiva puramente intelectual?
La comprensión corporal reconoce que nuestra existencia corporal, incluido nuestro cuerpo
físico y las estructuras y procesos de nuestro cerebro, es esencial para nuestra capacidad de
comprender el mundo y a otras personas. Nuestras interacciones corporales con los entornos
materiales y culturales dan forma a la forma en que damos sentido a nuestras experiencias y
nos relacionamos con nuestro entorno [1] . Esto desafía la noción de que la comprensión es
puramente intelectual y resalta la naturaleza visceral y completa del proceso [1] .
Para conceptos concretos, como una taza, las simulaciones de experiencias sensoriales (p. ej.,
percepciones visuales, sensaciones táctiles) y acciones motoras (p. ej., agarrar, levantar)
asociadas con las tazas desempeñan un papel crucial en nuestra comprensión. Estas
simulaciones nos ayudan a formar una comprensión rica y matizada del objeto, sus propiedades
y sus posibles interacciones [1] . Por ejemplo, cuando vemos una taza, nuestro cerebro activa
automáticamente programas motores y sensaciones táctiles asociadas con el manejo y
manipulación de tazas, aunque no estemos interactuando físicamente con una [1 ] .
¿Cómo empatizan los actores con los personajes que interpretan, según el artículo?
Según el artículo, los actores pueden empatizar con los personajes que interpretan mediante
una combinación de empatía básica y empatía de orden superior. Inicialmente, los actores
pueden desarrollar una empatía básica simulando las acciones y emociones del personaje, lo
que puede facilitarse leyendo guiones o viendo documentales sobre el personaje. Esta
respuesta empática puede no ser tan fuerte como cuando se encuentra con alguien en persona,
pero puede proporcionar una comprensión inicial del personaje [2].. A medida que los actores
profundizan en sus roles, pueden pasar a una empatía de orden superior, lo que implica obtener
una comprensión más profunda de la historia y las circunstancias del personaje. Esto se puede
lograr a través de prácticas imaginativas y una sintonía sin prejuicios con el personaje,
permitiendo al actor encarnar las acciones y emociones del personaje [5] . Es importante
señalar que la distinción entre uno mismo y el otro se mantiene durante la empatía, y la empatía
no equivale a una identidad con el personaje [4] .
¿Cuáles son las diferentes teorías de la empatía y la actuación que se analizan en el artículo?
- Empatía básica y empatía de orden superior: el artículo sugiere que los actores pueden
empatizar con sus personajes a través de una combinación de empatía básica y empatía
de orden superior. La empatía básica implica simular las acciones y emociones del
personaje, lo que puede facilitarse leyendo guiones o viendo documentales sobre el
personaje. La empatía de orden superior implica obtener una comprensión más profunda
de la historia y las circunstancias del personaje a través de prácticas imaginativas y una
sintonía sin prejuicios con el personaje. Es posible que estas respuestas empáticas no
sean tan fuertes como cuando se encuentra con alguien en persona, pero brindan una
comprensión inicial del personaje (Gallagher y Hutto 2019) [2] .
En general, estas teorías destacan diferentes enfoques de la empatía en la actuación, que van
desde evitar la empatía hasta participar en diversas formas de comprensión empática y
encarnación del personaje.
¿Qué desafíos enfrentan los actores para lograr empatía en sus actuaciones y cómo los superan?
Los actores enfrentan varios desafíos para lograr la empatía en sus actuaciones. Un desafío es
la posibilidad de sobrecarga emocional o agotamiento. Cuando los actores se sumergen
completamente en las emociones de sus personajes, puede resultar emocionalmente agotador
y puede generar dificultades para separar sus propias emociones de las del personaje [1] .
Para mantener un sentido de sí mismos y evitar una identificación completa con el personaje,
los actores pueden usar técnicas como mantener una doble conciencia, como lo describe John
Metcalf, donde tienen una parte de su conciencia dedicada al personaje y otra parte
manteniendo una actitud crítica. hacia su propio yo real [3] .
Además, los actores pueden participar en prácticas imaginativas y sin juzgar al personaje, lo que
les permite encarnar las acciones y emociones del personaje sin perder su propio sentido de sí
mismos [6] .
En general, los actores deben encontrar un equilibrio entre empatizar con sus personajes y
mantener su propio bienestar emocional y sentido de sí mismos. Esto requiere autoconciencia,
regulación emocional y el uso de diversas técnicas para afrontar los desafíos de lograr empatía
en sus actuaciones.
Resumen.
Este capítulo explora la relación entre la memoria, la emoción y la fisicalidad en la actuación.
Analiza los avances en neurociencia y tecnologías como fMRI, MEG y PET para comprender las
emociones. El capítulo también examina el desarrollo de la memoria emocional por parte de
Stanislavski y el énfasis en la comprensión cognitiva de la memoria por parte de Lee Strasberg.
Analiza el papel de las acciones físicas en la encarnación de emociones y el uso de
movimientos oculares para estimular el cambio emocional en los artistas.
Además, el trabajo del neurocientífico Joseph LeDoux sobre la relación entre percepción y
emoción ha revelado que el cerebro puede evaluar el significado emocional de un estímulo antes
de que los sistemas perceptivos hayan procesado completamente el estímulo [1] . Esto explica
el fenómeno de responder físicamente a una amenaza potencial antes de darse cuenta
conscientemente de que no es una amenaza [1] . La investigación de LeDoux respalda aún más
la idea de que la emoción y la cognición son funciones mentales separadas pero que
interactúan, mediadas por sistemas cerebrales separados pero que interactúan [1] .
Se cree que las acciones físicas, como lo enfatizan practicantes como Grotowski y Bloch,
generan emociones a través de la activación del cuerpo [1] . Al controlar conscientemente la
respiración, la tensión muscular, las expresiones faciales y otras manifestaciones físicas, los
actores pueden evocar y encarnar estados emocionales específicos [1] . Este proceso implica la
integración de respuestas fisiológicas con procesos cognitivos, permitiendo a los actores
generar emociones a través de acciones físicas intencionales [1] .