Libro D. FYT 1.1. Ed 22.
Libro D. FYT 1.1. Ed 22.
Libro D. FYT 1.1. Ed 22.
(Coordinador)
Íñigo BARBERENABELZUNCE
Alfonso GUILARTEGUTIÉRREZ
María José LÓPEZSÁNCHEZ
Isidoro MARTÍNDÉGANO
Gerardo MENÉNDEZGARCÍA
Julio César MUÑIZPÉREZ
Rafael SANZGÓMEZ
Manual de
Derecho Tributario
Segunda edición
Actualizada 2022
,
INDICE
13
ABREVIATURAS........................................................................................
15
PRESENTACIÓN.........................................................................................
l. Planteamiento.......................................................................................................................
47
2. El principio de igualdad.....................................................................................................
52
3. El principio de capacidad económica........................................................................ 56
4. El principio de progresividad ........................................................................................
69
5. La prohibición de confiscatoriedad ............................................................................
70
6. Recapitulación......................................................................................................................
70
10 Índice
CAPÍTULO 3. LA DISTRIBUCIÓN
DEL PODER TRIBUTARIO EN ESPAÑA.......... 73
l. Introducción..........................................................................................................................
101
2. Principio de legalidad o de Reserva de Ley.............................................................
102
3. El Derecho de la Unión Europea...................................................................................
108
4. Tratados Internacionales.................................................................................................
110
5. Las normas con fuerza de ley.........................................................................................
113
6. El Reglamento.......................................................................................................................
122
7. Fuentes impropias..............................................................................................................
126
l. Introducción·······:·············..························································································...........
133
2. La aplicación de las normas tributarias en el tiempo......................................... 134
3. El proceso de aplicación de las normas tributarias............................................. 141
4. El incumplimiento tributario y los mecanismos para evitarlo...................... 148
Índice 11
l. La relación jurídico-tributaria.......................................................................................
159
2. La obligación tributaria principal.............................................................
:.................. 162
3. Componentes de la obligación tributaria................................................................
171
4. Cuantificación de la obligación tributaria................................................................
173
CAPÍTULO 7. SUJETOSTRIBUTARIOS.......................................181
l. Introducción..........................................................................................................................
183
2. Sujeto activo del tributo...................................................................................................
183
3. Obligados tributarios: concepto, clasificacióny reglas comunes................. 184
4. Sujetos pasivos......................................................................................................................
188
5. Obligados a realizar pagos a cuenta............................................................................
191
6. Obligados tributarios en las relaciones entre particulares.............................. 194
7. Responsables del tributo ..............
·...............................................................
,................... 196
8. Sucesión en el tributo........................................................................................................
211
9. Domicilio fiscal.....................................................................................................................
217
l. PLANTEAMIENTO 223
.........................................................................................................................
2. 223
PRESCRIPCIÓN..............................................................................................................................
3. 232
COMPENSACIÓN...........................................................................................................................
4. 236
CONDONACIÓN..............................................................................................................................
5. GARANTÍAS
DELCRÉDITO 238
TRIBUTARIO........................................................................................
Bibliografía complementaria...........................................................
2 51
ABREVIATURAS
ELTRIBUTO:CONCEPTOY CLASES
Los entes públicos necesitan obtener ingresos para poder realizar las ac-
tividades que tienen encomendadas. En el estudio de este tipo de recursos pú-
blicos se establecen diversas clasificaciones y una de las más clásicas es la que
los distingue en función de su triple origen. Por un lado, los ingresos patrimo-
niales que derivan de la explotación y gestión de determinados bienes públi-
cos (por ejemplo, el arrendamiento y venta de inmuebles o los dividendos de
acciones en empresas). Por otro, la deuda pública (el ente público obtiene un
préstamo dinerario de un inversor público o privado que, al cabo de un tiem-
po, tendrá que devolver con intereses). Y,finalmente, los ingresos tributarios
(derivados de los impuestos, tasas y contribuciones especiales) que son el ob-
jeto de este Manual.
No obstante, los tributos se insertan en una categoría superior, que es la
de las prestaciones patrimoniales de carácter público mencionadas en el art.
31 de la Constitución. El Tribunal Constitucional (la primera vez fue en la STC
185/1995, de 14 de diciembre) y parte de la doctrina consideran a los tri-
butos como una de las clases o especies de estas prestaciones junto a otras
de naturaleza heterogénea. Otro sector doctrinal defendía que los tributos y
las citadas prestaciones eran lo mismo, puesto que no existen indicios en el
debate constituyente de querer diferenciarlos. Desde el 2018, la primera tesis
se ha consagrado legalmente por la Disposición adicional primera de la LGT.
En ella, los tributos se integran como una de las clases de las prestaciones
patrimoniales de carácter público y se admiten también otras prestaciones no
tributarias. En un momento posterior, estudiaremos estas últimas porque nos
ayudarán a terminar de delimitar (negativamente) el concepto de tributo y
por su importancia como mecanismo de financiación de determinadas obras
y servicios.
Antes de pasar a examinar el concepto de tributo conviene conocer las no-
tas características de esta figura genérica (la prestación patrimonial de carácter
público). Tales características, evidentemente, también resultan aplicables a los
tributos:
Las prestaciones patrimoniales de carácter público constituyen prestacio-
nes de contenido económico. En concreto, suponen la entrega de una suma de
dinero. Quedan, por tanto, fuera de este concepto otras prestaciones al servicio
20 Introducción al Derecho Tributario
2. EL TRIBUTO
De este modo debe distinguirse entre las normas reguladoras de cada tri-
buto (el tributo como instituto jurídico), las obligaciones que surgen cuando se
realizan los presupuestos de hecho previstos en tales normas (el tributo como
relación jurídica) y la correspondiente recaudación (el tributo como ingreso
público).
El objeto de este Manual es el estudio de los aspectos sustantivos comunes a
todos los tributos como institutos jurídicos (sujetos, hecho imponible, elemen-
tos de cuantificación ...). En el caso del plan de estudios del Grado en Derecho de
la UNED dicho análisis se completa en otras asignaturas de esta Área de cono-
cimiento con el estudio de los procedimientos tributarios (Derecho tributario
I.2) y con el examen de cada uno de los tributos en un Curso posterior (Derecho
tributario II.l y 2).
22 Introducción al Derecho Tributario
Los tributos son creados por los entes públicos territoriales que integran
el Estado. En particular, por el Estado y las Comunidades Autónomas, entes con
poder legislativo, y por los Entes Locales en los términos que desarrollaremos
en el Capítulo 3.
Los tributos, como prestaciones coactivas, están sometidos al principio de
legalidad lo que implica que deben establecerse por norma con rango de ley. No
surgen de un contrato, de un acuerdo de voluntades entre dos partes, sino que
son exigidos unilateralmente. Ese establecimiento legal supone tanto su crea-
ción como la determinación de sus elementos esenciales: el hecho imponible (al
que ahora nos referiremos), quién tiene que pagar el tributo (obligados tribu-
tarios) o quién debe pagar menos o no pagar (beneficios fiscales) y cuánto hay
que pagar (elementos de cuantificación). En todo caso esta reserva de ley no es
absoluta por lo qNe cabe el desarrollo reglamentario, como analizaremos en el
Capítulo 4.
A diferencia de otras prestaciones patrimoniales, los tributos solo pueden
ser exigidos por la respectiva Administración que los crea o por alguno de sus
organismos autónomos. Solo ellos pueden ser los acreedores de la obligación
tributaria. Cuando los poderes públicos establecen determinadas prestaciones
patrimoniales para sufragar servicios públicos pero estos son ejecutados por
una entidad privada (la cual exige, a su vez, el pago correspondiente) estaremos
ante las denominadas "tarifas".
Capítulo l. El tributo: concepto y clases 23
3. Los IMPUESTOS
Los impuestos "son los tributos exigidos sin contraprestación cuyo hecho
imponible está constituido por negocios, actos o hechos que ponen de manifies-
to la capacidad económica del contribuyente" [art. 2.2.c) LGT].
El impuesto es la figura más característica y común en nuestro ordena-
miento tributario. Además, es el tributo que más recaudación proporciona, con
diferencia, a las arcas públicas.
Como ya hemos mencionado, la diferencia con los otros dos tributos reside
en el aspecto material del hecho imponible. En las tasas y contribuciones espe-
ciales existe una actividad administrativa (autorización o concesión para usar
el dominio público, realización de obras o la creación, ampliación y prestación
de servicios públicos) mientras que en el del impuesto no hay referencia a ac-
tividad pública alguna. Se exige el impuesto porque el contribuyente realiza un
negocio, acto o hecho constitutivo de capacidad económica y ello es suficiente
para justificar su contribución al sostenimiento de los gastos públicos.
A esta diferenciación parece que el legislador ha querido referirse cuan-
do menciona que el impuesto es un tributo "exigido sin contraprestación" (de
la Administración hacia el contribuyente por su pago). Pero la expresión no es
exacta. En sentido técnico, en el tributo no existe nunca una "contraprestación",
puesto que la obligación de pagar nace de la ley y no de un acuerdo de volun-
tades. El tributo es una obligación ex lege: unilateralmente impuesta y exigida
coactivamente si no se paga. No obstante, es cierto que, desde el punto de vista
económico, existe a veces una relación sinalagmática (una prestación a cambio
de una contraprestación equivalente) y, por ello, en algunas sentencias el propio
Tribunal Constitucional ha utilizado el término contraprestación en sentido am-
plio para referirse a las tasas (SSTC233/1999, de 16 de diciembre y 125/2021,
de 3 de junio). Por el contrario, y en definitiva, lo que genera el impuesto es una
actuación del contribuyente -tipificada por la ley-, y no una prestación por par-
te del ente público.
La ausencia de actividad administrativa hace que el impuesto sea el tributo
adecuado para financiar servicios públicos indivisibles, aquellos que benefician
a la población en su conjunto y cuyo coste no se puede prorratear (defensa, rela-
ciones internacionales, seguridad ciudadana ...).
Capítulo l. El tributo: concepto y clases 27
lizar el pago cada vez que se realiza el hecho imponible, sino que se
agrupan los hechos imponibles en períodos de declaración para pagar-
los periódicamente, corno el IVA.
e) Según la finalidad que persiguen. Los fiscales buscan obtener ingre-
sos para pagar los gastos públicos. Los extrafiscales persiguen otros
objetivos además de una cierta finalidad recaudatoria. Por ejemplo,
los impuestos sobre el tabaco o sobre las bebidas azucaradas, que in-
tentan disminuir el consumo de estos productos. Algunos impuestos
buscan fundamentalmente la recaudación (corno el Impuesto sobre
Sociedades), pero incluyen beneficios fiscales dirigidos a fomentar
ciertas conductas (corno la investigación o la creación de empleo).
f) Según el ente que los crea o quién es su titular: estatales, autonómi-
cos_o locales. Los estatales pueden ser cedidos o no a las Comunidades
Autónomas, bien confiriendo ciertas competencias normativas o cedien-
do toda o parte de la recaudación. Corno los Entes Locales carecen de
poder legislativo, los impuestos son creados por el Estado pero aquéllos
deciden, en su caso, si los implementan en su término municipal. Nos re-
mitirnos al Capítulo 3 relativo a la Distribución del Poder tributario.
4. LAS TASAS
Las tasas "son los tributos cuyo hecho imponible consiste en la utilización
privativa o el aprovechamiento especial del dominio público, la prestación de ser-
vicios o la realización de actividades en régimen de derecho público que se re-
fieran, afecten o beneficien de modo particular al obligado tributario, cuando los
servicios o actividades no sean de solicitud o recepción voluntaria para los obliga-
dos tributarios o no se presten o realicen por el sector privado" [art. 2.2.a) LGT].
La diferencia con el impuesto es clara, por la presencia en el hecho impo-
nible de las tasas de ciertas actividades administrativas. Estas actividades nos
permiten distinguir entre dos tipos de tasas, cada una con su hecho imponible y
régimen jurídico: a) las relacionadas con el dominio público y b) las referidas a
ciertas actividades o servicios públicos.
A. Dominio público. Los bienes demaniales están destinados, en princi-
pio, a su uso libre y gratuito por la ciudadanía. No se puede exigir una tasa por
transitar por ellos. Pero cuando se quiere hacer un uso privativo o un aprove-
chamiento especial hay que solicitar una autorización o concesión al ente que
los administra. El uso privativo implica la ocupación de una porción del dominio
público, de modo que se limita o excluye su utilización por otros interesados.
Y el aprovechamiento especial supone una utilización más intensa del dorni-
30 Introducción al Derecho Tributario
nio, sin impedir el uso común por todos. En ambas situaciones, el interesado
(contribuyente) obtiene un beneficio de ese uso particular. La actividad admi-
nistrativa por la que se confiere esta clase de usos puede dar lugar a una tasa.
Son ejemplos las tasas por ocupación de las calles por las terrazas de los bares,
instalación de quioscos, ferias o mercadillos, rodajes cinematográficos, paso de
vehículos a través de aceras para entrada-salida de garajes, estacionamiento de
vehículos en plazas reservadas ...).
B. Servicios o actividades administrativas. La actuación administrativa
debe referirse o afectar de modo particular al contribuyente, el destinatario de
la misma.No es necesario, por tanto, que siempre le beneficie, pues el resultado
de esa actividad puede serle perjudicial (tasa por solicitud de visado denegán-
dose al extranjero la entrada a España o la tasa por retirada de un vehículo es-
tacionado indebidamente). Asimismo, los servicios o actividades públicos son
divisibles y, por ello, se pueden individualizar de modo que beneficien o afecten
directamente a un particular (el contribuyente) y no a toda la ciudadanía de ma-
nera indistinta. Estas dos características diferencian a las tasas de las contribu-
ciones especiales, como desarrollaremos infra.
Las actividades o servicios públicos solo pueden generar una tasa cuando
se produzca, al menos, una de estas dos circunstancias:
1) Los contribuyentes están obligados a solicitar los servicios y/o a reci-
bir las actividades públicas ("no sean de solicitud o recepción volunta-
ria para los obligados tributarios"): se establece coactivamente solici-
tar un servicio o bien, o se recibe de la Administración sin necesidad
de que se inste. En ambos casos se requiere la realización efectiva de
la actividad administrativa; si bien, en ocasiones, algunos tribunales
han considerado suficiente con que el servicio esté a disposición del
usuario aunque no llegue a hacer un uso efectivo (recogida de basuras).
De lo que no cabe duda es que si el servicio deja de prestarse -o no
se usa el dominio público- por causas no imputables al contribuyente
(por ejemplo, la suspensión de servicios por el estado de alarma) no se •
devenga la tasa (STSde 5 de febrero de 2010, Rec. 426 7 /2007). En con-
secuencia no debería exigirse, o reducirse la cuantía, o bien devolverse
si ya se hubiera pagado.
Esta obligatoriedad (coactividad) puede tener un doble origen:
Que la solicitud del servicio o la realización de la actividad sea im-
puesta por una norma legal o reglamentaria. Por ejemplo, la ob-
tención del DNI, el visado para entrar en España o una licencia
para realizar obras.
Que los servicios sean ·esenciales, imprescindibles o irrenuncia-
bles para la vida privada o social del particular. Esta exigencia de-
Capitulo l. El tributo: concepto y clases 31
aguas residuales ... No obstante, en el ámbito local (por la importancia que tie-
nen las tasas) debemos hacer dos observaciones sobre el significado de esta
enumeración. La primera es que, en virtud del art. 21 TRLHL,ciertos servicios
se consideran básicos, por lo que los Entes Locales no podrán exigir tasas (abas-
tecimiento de aguas en fuentes, alumbrado de vías públicas, vigilancia pública
en general, protección civil,limpieza de la vía pública y enseñanza en los niveles
de educación obligatoria). La segunda es que el Tribunal Supremo ha conside-
rado que la lista de ejemplos de tasas no es cerrada, pero para aceptarse una
nueva actividad que no se contemple en ella tiene que guardar "sustancial se-
mejanza jurídica" con las tasas allí contempladas (STS de 18 de junio de 2019,
Rec. 6435/2017).
La presencia del citado Principio puede darse de dos formas. Por un lado,
como un límite negativo mediante exenciones o bonificaciones, de modo que
no paguen tasas, o paguen menos, quienes carezcan de capacidad económica o
la tengan disminuida. Por otro lado, como un elemento de cuantificación de las
tasas para modular su cuantía, de modo que paguen más aquellos contribuyen-
tes con mayor capacidad económica. En cualquier caso, debe subrayarse que
los criterios de capacidad económica utilizados para cuantificar algunas tasas
suelen ser muy imperfectos como, por ejemplo el valor catastral del inmueble o
la categoría fiscal de la calle en la tasa por recogida de basuras.
Cuando se establezcan las mencionadas exenciones o bonificaciones, se cal-
culará el coste total del servicio, que actuará como límite, y se repartirá de forma
desigual entre los contribuyentes atendiendo a criterios genéricos de capacidad
económica. El coste no sufragado por esos contribuyentes se podrá repercutir
sobre el resto de usuarios -aunque paguen más del coste que les corresponde
individualmente (STSde 31 de enero de 2019, Rec. 1898/2017)- o bien lo asu-
mirá el ente público con cargo a los presupuestos.
5. LAS CONTRIBUCIONES
ESPECIALES
Las contribuciones especiales "son los tributos cuyo hecho imponible con-
siste en la obtención por el obligado tributario de un beneficio o de un aumento
de valor de sus bienes como consecuencia de la realización de obras públicas o
del establecimiento o ampliación de servicios públicos" [art. 2.2.b) LGT].
Al igual que sucede con las tasas, la diferencia con el impuesto reside en la
presencia de actividad administrativa en el hecho imponible. En concreto, las
contribuciones especiales se derivan de la realización de obras públicas y el es-
tablecimiento o ampliación de servicios públicos. Ahora bien, estas actividades
tienen que suponer un beneficio para una parte concreta de la población: los
que se ven especialmente afectados con la obra o servicio por aumentar su ca-
pacidad económica (sin perjuicio de que el resto de la ciudadanía obtenga la
mejora propia de toda actividad pública).
El soterramiento de la vía del tren o de una autopista, la construcción de un
paseo marítimo o convertir una calzada en una calle peatonal serían ejemplos del
primer tipo de contribución especial. Con esas obras los propietarios de los in-
muebles colindantes (contribuyentes) verían aumentado su valor.Un ejemplo tí-
pico del segundo tipo es el servicio de extinción de incendios. Los municipios pue-
den exigir a las compañías aseguradoras una contribución especial para financiar
la creación del servicio (adquisición de instalaciones, camiones, equipo ...). La
existencia de este servicio reduce el riesgo de daños derivados de un siniestro y
esto beneficia a las compañías aseguradoras, al no tener que pagar al asegurado.
Capítulo l. El rriburo: concepro y clases 35
6. PRECIOSPÚBLICOS
Los precios públicos no son tributos; pero su estudio en este capítulo se jus-
tifica porque es necesario diferenciarlos de las tasas dada su similitud, ya que
38 Introducción al Derecho Tributario
tomamos la lista ejemplificativa de lo que son tasas (de hasta 28 servicios) solo
aquellos que no aparecen podrían dar lugar a un precio público cuando el sec-
tor privado también los preste. Tampoco pueden exigirse precios públicos por
aquellos servicios municipales básicos que están vetados a las tasas según el
artículo 21 TRLHL:abastecimiento de aguas en fuentes, alumbrado de vías pú-
blicas, vigilancia pública en general, protección civil, limpieza de la vía pública y
enseñanza en los niveles de educación obligatoria.
Parece que, en principio, queda poco margen para los precios públicos.
Pero todo dependerá del tipo de ente público y las actividades no esenciales
que pueda realizar; en particular, en el ámbito municipal, que es donde tienen
más campo de actuación. Tenemos que acudir, por tanto, a las correspondientes
Ordenanzas para conocer cuáles son los servicios sobre los que se han estable-
cido precios públicos. Por poner un ejemplo de los más completos, en Madrid
entre otros: asistencia a cursos y talleres sociales-culturales; servicio de come-
dor en centros municipales; asistencia a encuentros, ludotecas, deportes, aíre
libre y ocio en general; adquisición del libro de Ordenanzas fiscales; actividades
infantiles (teatro y títeres); teatros y espectáculos musicales; celebración de ac-
tos en edificios e Instalaciones Municipales ( exposiciones, ferias, conferencias,
convenciones, espectáculos, etc.); servicios en los Viveros de empresas; análisis
clínicos para la determinación de los niveles de alcohol o droga en sangre y ase-
soramiento y vacunación para los viajeros internacionales.
Por último, para que pueda exigirse un precio público es preciso que el ser-
vicio no coactivo lo preste directamente la Administración o uno de sus orga-
nismos autónomos. Si este tipo de servicios se llevan a cabo en régimen de con-
cesión administrativa o por medio de sociedades de economía mixta, entidades
públicas empresariales y demás formas de personación privada, lo que obtenga
la entidad prestadora será un precio privado.
Al igual que hemos señalado con el concepto, el régimen jurídico de los pre-
cios públicos se establece en contraposición al de las tasas. Los precios públicos
no son tributos, ni siquiera prestaciones patrimoniales de carácter público, por
lo que no están sometidos a las previsiones -más garantistas y restrictivas- es-
tablecidas para ellos. Partiendo de esta premisa, nos vamos a centrar en tres
aspectos fundamentales de su régimen jurídico: su establecimiento, cuantifica-
ción y cobro.
Respecto del primero, en los precios públicos no rige el principio de reserva
de ley. Por ello, se pueden crear o modificar (art. 26 LTPP):
a) Por Orden del Departamento ministerial del que dependa el órgano
que ha de percibirlos y a propuesta de éste.
40 Introducción al DerechoTributario
7. PRESTACIONESPATRIMONIALES
DE CARÁCTERPÚBLICONO TRIBUTARIAS.ESTUDIODE
LASTARIFAS
co. Como es lógico, tampoco lo hace en relación con las tarifas, sino que se limita
a incluirlas en esta figura. La calificación legal de las tarifas como prestaciones
patrimoniales de carácter público no tributarias implica dos consecuencias evi-
dentes: que son prestaciones públicas coactivas y que no se aplican las normas
previstas para los tributos. Esto puede resultar tautológico, pero al no haber-
se establecido legalmente un régimen jurídico propio de las tarifas (salvo los
aspectos administrativos regulados en la Ley 9 /2017, de Contratos del Sector
Público) debemos deducirlo de estas dos ideas.
De la primera consecuencia citada se deriva que no tienen la consideración
de tarifas las contraprestaciones pagadas por servicios que no sean coactivos y,
por ello, no será de aplicación el régimen que vamos a reseñar a continuación.
Si estos servicios los presta la Administración con sus propios medios, serán
precios públicos, como ya señalamos. Si el ente público no lo hace directamente,
sino que encomienda su gestión a un tercero (ya sea un ente público sometido
al Derecho privado o un concesionario), será un precio privado que se cobra al
ciudadano.
La coactividad supone fundamentalmente que las tarifas están sometidas al
principio de reserva de Ley.No obstante, respecto de su establecimiento y cuanti-
ficación el Tribunal Constitucional considera que este principio se respeta por las
genéricas previsiones reguladas en la Ley de Contratos del Sector Público, que no
fijan de manera directa el importe de la cuantía (STC63/2019, de 9 de mayo). En
el ámbito local, se cumple con las exigencias de este principio cuando la aproba-
ción de las tarifas se hace por el Pleno de la Corporación en el marco de la legisla-
ción (incluida la sectorial: por ejemplo, normativa de aguas) que regule la materia.
Como las tarifas no son tributos, no se aplica su régimen. Esta afirmación
nos lleva a realizar dos consideraciones.
La primera es que no están sometidas al límite del coste del servicio que se
exige en las tasas. Ello es lógico, pues el intermediario privado actúa buscando
un beneficio, al menos, cuando sea un concesionario y no una entidad del sector
público. Por ello, se pagará por lo que cuesta el servicio más el margen de bene-
ficio que se haya establecido. En todo caso, la cuantía no se fija libremente por la
entidad prestadora del servicio, sino que está sometida a un control administra-
tivo, incluyendo los criterios de la Ley de Contratos del Sector Público y su de-
sarrollo reglamentario. No obstante, la Administración podría tener en cuenta
criterios de carácter social (capacidad económica) al fijar el importe de la tarifa
(por ejemplo, tarifas reducidas para personas con discapacidad) o incluso cabe
que sea el propio ente privado quien los proponga al optar por la licitación de la
concesión o quien establezca rebajas para ciertos sectores desfavorecidos sobre
el precio máximo fijado.
La segunda es que, en la medida en que las tarifas sean un ingreso que ob-
tiene un ente regido por el Derecho privado (aunque pueda formar parte del
44 Introducción al Derecho Tributario
l. Planteamiento...............................................................................................................
47
1.1. El fundamento del deber de contribuir al sostenimiento de los
gastospúblicos y los principios constitucionales de justicia
tributaria.........................................................................................................................
47
1.2. Aproximación inicial a los principios constitucionales de justicia
48
tributaria ......................................................................................................................
1.2.1. Generalidad.....................................................................................................
48
1.2.2. Capacidadeconómica........................................................................................
49
1.2.3. Exi9enciade que las normastributariasconstituyanun sistema.......... 49
1.2.4. Justicia..............................................................................................................
50
1.2.5. Igualdad...........................................................................................................
51
1.2.6. Progresividad...................................................................................................
51
1.2.7. Prohibiciónde confiscatoriedad......................................................................... 51
2. El principio de igualdad................................................................................................
52
2.1. Conceptoy contenido del principio de igualdad en materia
tributaria...............................................................................................................................
52
2.1.1. Planteamiento..................................................................................................
52
2.1.2. Teoriaclásica.....................................................................................................
53
2.1.3. Teoriade la interdicciónde la arbitrariedad.................................................. 54
2.2. La distinción entre la igualdad ante la ley y la igualdad tributaria
y su diferente nivel de protección constitucional..........................................55
3. El principio de capacidad económica........................................................................
56
56
3.1. Conceptoycontenido.....................................................................................................
3.1.1. Aspectosgenerales.............................................................................................
56
3.1.2. Capacidadeconómicarealy potencial.............................................................. 57
3.2. Funcionesy ámbito de aplicación del principio..............................................59
46 Introducciónal DerechoTributario
1.2.1. Generalidad
templado más como una recomendación que como una exigencia susceptible
de control constitucional. Al menos hasta la fecha, ninguna norma tributaria ha
sido declarada inconstitucional por su mera falta de sistemática.
Podría pensarse que la exigencia de que las normas tributarias constituyan
un sistema es contraria a la superposición de distintos impuestos sobre la misma
manifestación de riqueza (doble imposición, en sentido amplio). Sin embargo, el
Tribunal Constitucional concluye que no es necesario eliminar la doble imposición,
sino que es suficiente con que no se produzcan "dobles imposiciones no coordina-
das" de modo que el ejercicio de poder tributario por los distintos niveles territo-
riales sea compatible con la existencia de "un sistema" tributario en los términos
exigidospor el art. 31.1 CEy el art. 6 LOFCA(STC125/2021, de 3 de junio).
En otras palabras, solo estarían prohibidos los supuestos de doble imposi-
ción entre el Estado y las Comunidades Autónomas o entre los Entes Locales y
las Comunidades autónomas a que se refiere el art. 6 LOFCAen sus párrafos 2º y
3º (los estudiaremos en el Capítulo 3). El Tribunal Constitucional parece enten-
der que todos los demás supuestos de doble imposición sí están "coordinados"
y, por tanto, permitidos.
En otras ocasiones, el Tribunal Constitucional invoca la referencia al siste-
ma tributario para indicar que el principio de progresividad solo se aplica al
conjunto del sistema (a través, principalmente, del IRPF) dado que no todos los
impuestos pueden ser progresivos.
1.2.4. Justicia
1.2.5. Igualdad
1.2.6. Progresividad
Según este principio, los tributos (tanto cada uno de ellos como la suma de
todos los que han de pagarse) no deben agotar las rentas y propiedades del con-
52 Introducción al Derecho Tributario
2. EL PRINCIPIODE IGUALDAD
2.1.1. Planteamiento
El principio de igualdad ante la ley exige que la norma trate de modo igual
a los iguales y de modo desigual a los desiguales. A nuestro entender -aunque
quepa distinguir ambas facetas- se trata de dos caras de la misma moneda, en
el sentido de que no es posible cumplir una de las dos exigencias ignorando la
otra. Así, por ejemplo, si todas las personas debieran pagar la misma cantidad
en concepto de impuestos con independencia de su riqueza (si no se tratara de
modo desigual a los desiguales) la igualdad real quedaría suplantada por una
mera uniformidad, de modo que, en realidad, tampoco se estaría tratando de
modo igual a los iguales.
También suele distinguirse entre igualdad ante la ley (el concepto que aca-
bamos de mencionar), igualdad en la ley (concepto semejante pero que subraya
la necesidad de tratar de modo distinto las situaciones diferentes) e igualdad en
aplicación de la ley (que las autoridades no ocasionen ni consientan discrimina-
ciones en el cumplimiento de la ley por parte de los interesados). Así, sería con-
trario a la igualdad en aplicación de la ley que, en la práctica, la Administración
no exigiera -o no pudiera exigir- el cumplimiento de las leyes tributarias a las
grandes empresas multinacionales.
La igualdad en la aplicación de la ley no solo implica una actuación honesta
y diligente por parte de la Administración y los tribunales de justicia. Requiere,
además, que la propia ley establezca los adecuados mecanismos de control. Así,
según el Tribunal Constitucional, las amplias potestades de la Administración tri-
butaria son necesarias para evitar que lo defraudado tengan que pagarlo otros
con más espíritu cívico o con menos posibilidades de defraudar (SSTC119/1984,
de 7 de diciembre, y 50/1995, de 23 de febrero). En este sentido, la igualdad ante
la ley y la igualdad en aplicación de la ley están íntimamente relacionadas.
Esto no quiere decir que los impuestos no puedan separarse del principio
de capacidad económica. Ya hemos anticipado que pueden hacerlo cuando el le-
gislador se funde en otro principio constitucional (por ejemplo, la protección del
medio ambiente), siempre que se supere un triple control de proporcionalidad: la
medida que se aparta de la capacidad económica debe ser idónea para conseguir
el fin constitucional perseguido, debe ser necesaria para lograrlo (en el sentido
de que no se pueda conseguir el mismo objetivo con la misma eficacia sin necesi-
dad de distorsionar la capacidad económica) y ha de ser proporcionado en sentido
estricto (es decir, que la distorsión del principio de capacidad económica no sea
excesiva en proporción con los beneficios de otro tipo que se obtienen a cambio).
De estos tres "controles", el primero es el más fácil de realizar por el
Tribunal Constitucional. Por ejemplo, si un pretendido impuesto ambiental se
separa del principio de capacidad económica (gravando los ingresos brutos en
lugar del beneficio), pero no crea incentivo alguno para reducir las conductas
contaminantes, se produciría una lesión del principio de capacidad económica
que no permitiría conseguir el fin ambiental. La consecuencia sería la inconsti-
tucionalidad del impuesto. A nuestro entender, este planteamiento se encuentra
implícito en la STC289 /2000, de 30 de noviembre, que declaró inconstitucional
el Impuesto Balear sobre instalaciones contaminantes, aunque el Tribunal no
basó su argumentación en el control de proporcionalidad.
Los otros dos tests son mucho más difíciles de realizar, pues en muchos ca-
sos requerirían datos estadísticos sobre los efectos del impuesto para determi-
54 Introducciónal DerechoTributario
arbitrario establecer una exención para las personas con contrato de trabajo que
perciben una pensión por incapacidad permanente absoluta y negársela a los fun-
cionarios públicos que se encuentran en una situación semejante, dado que no
existe ninguna explicación suficiente para ello (STC134/1996, de 22 de julio).
3. ELPRINCIPIODE CAPACIDADECONÓMICA
Este es el principio más característico del ordenamiento tributario, por lo
que debemos profundizar en su estudio. Comenzaremos explicando su con-
cepto y contenido (su definición, la distinción entre capacidad económica real
y potencial, y las funciones y el ámbito de aplicación del principio). Después
analizaremos diversas circunstancias que, a juicio del Tribunal Constitucional,
justifican una restricción o desviación de dicho principio. Continuaremos expo-
niendo su coordinación con la distribución del poder financiero entre los entes
territoriales. Seguidamente veremos la incidencia de la inflación sobre la capa-
cidad económica. Para concluir, resumiremos la indecisa postura del Tribunal
Constitucional sobre las amnistías fiscales.
3.1.1. Aspectosgenerales
cales puede realizarse mediante beneficios fiscales (por ejemplo, las deduccio-
nes previstas en el Impuesto sobre Sociedades por creación de empleo o por
actividades de investigación e innovación tecnológica) o mediante gravámenes
específicos (por ejemplo, con la creación de impuestos sobre emisiones de ga-
ses de efecto invernadero o el establecimiento de recargos sobre viviendas des-
ocupadas). Así lo ha reiterado la tan citada STC182/2021.
Ahora bien, en estos casos en que la ley se separa del principio de capacidad
económica debería analizarse si la medida es idónea, necesaria y proporciona-
da para conseguir su fin (cfr. el apartado 2.1.2). Sin embargo, el Tribunal no sue-
le hacerlo con rigor.
Además, la concepción del Tribunal Constitucional sobre los fines extra.fis-
cales admisibles es criticable tanto por exceso como por defecto.
Por exceso, porque ha considerado como un "fin extrafiscal" legítimo
algo que no tiene nada que ver: la supresión de los impuestos propios de las
Comunidades Autónomas sobre depósitos bancarios mediante la creación de
un impuesto estatal con un tipo de gravamen cero (STC 73/2015, de 14 de
abril).
Expliquémoslo: como veremos en el Capítulo 3, el Estado puede suprimir
impuestos autonómicos creando un nuevo impuesto sobre el mismo hecho im-
ponible y compensando económicamente a las Comunidades Autónomas perju-
dicadas. Pues bien, ante algunas leyes autonómicas que crearon impuestos so-
bre los depósitos en entidades de crédito el Estado reaccionó estableciendo su
propio impuesto, con un tipo de gravamen cero (es decir, sin recaudación), con
la única finalidad de eliminar los impuestos autonómicos. A nuestro entender,
esta conducta del legislador estatal no constituía ningún fin extrafiscal legítimo,
sino un mecanismo fraudulento para privar a las Comunidades Autónomas de
impuestos creados en el ejercicio de sus competencias. Desgraciadamente, fue
admitido por el Tribunal Constitucional.
En otros casos, el Tribunal ha pecado por defecto. Así, ha confundido los
fines extrafiscales con el propio principio de capacidad económica. En este
sentido, ha llegado a afirmar que la capacidad de contaminar es una mani-
festación de capacidad económica (STC 289 /2000, de 30 de noviembre). En
nuestra opinión, esta postura es gravemente errónea: un contribuyente que
sufra pérdidas carece de capacidad económica y, sin embargo, es legítimo
establecer medidas fiscales dirigidas a fomentar que su empresa desarrolle
conductas más limpias. El afirmar que la capacidad de contaminar es una ma-
nifestación de capacidad económica no solo es erróneo, sino que conduce a
una falta de control constitucional y al completo abandono del triple test de
proporcionalidad.
El Tribunal parece haber rectificado en sentencias más recientes que sí dis-
tinguen claramente los fines extrafiscales de carácter ambiental del principio de
Capítulo 2. Principios constitucionales de justicia tributaria 63
pacidad económica solo era exigible como criterio de cuantificación en los im-
puestos centrales del sistema tributario (básicamente en el IRPF), mientras que
en otros impuestos -sería el caso del Impuesto sobre el Valor de la Producción
de la Electricidad o de la plusvalía municipal- era suficiente que el hecho im-
ponible reflejase alguna capacidad económica ("actual o potencial"), aunque la
cantidad a pagar no guardase relación con dicha capacidad.
Ahora bien, una vez que la STC 182/2021 ha modificado esta postura re-
sultaría deseable que el Tribunal realizase un control más riguroso de los su-
puestos de doble imposición desde la perspectiva del principio de capacidad
económica.
4. ELPRINCIPIODE PROGRESIVIDAD
La Constitución exige que el sistema fiscal sea progresivo: es decir, que se-
gún se incrementa la capacidad económica crezca la carga tributaria en una
proporción mayor. El TC vincula el principio de progresividad con "la aspira-
ción a la redistribución de la renta" (STC27 /1981, de 20 de julio), que a su vez
está relacionada con la promoción por los poderes públicos de "las condiciones
para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra
sean reales y efectivas" (art. 9.2 CE). En definitiva, que quienes más tienen de-
ben contribuir en proporción superior a los que menos tienen para lograr una
distribución más equitativa de la renta. De este modo, el principio de progresi-.
vidad se encuentra ligado con la redistribución de la renta y las exigencias de la
solidaridad.
El Tribunal entiende que es suficiente para cumplir este principio que el
conjunto del sistema sea progresivo, aunque no lo sean todos y cada uno de los
tributos (STC7 /2010, de 27 de abril de 2010). En realidad, esta exigencia pa-
rece limitarse a que el IRPF,como pieza central del sistema, sea progresivo. No
obstante, incluso dentro de este impuesto, el TC admite, sin una justificación
detallada, que las rentas del ahorro no se sometan a un tipo progresivo (STC
19/2012, de 15 de febrero, aunque en la actualidad se ha introducido una mo-
derada progresividad).
Suele considerarse que los impuestos sobre el consumo producen efectos
regresivos, aunque sus tipos de gravamen sean proporcionales. En efecto, las
personas con menor capacidad económica destinan un mayor porcentaje de sus
recursos al consumo y, por tanto, resultan más afectadas por el IVAen propor-
ción a su renta que las personas con una mayor riqueza. Podemos explicar la
misma idea de otro modo: toda la renta que se ingresa se ahorra o se gasta y las
personas con menor capacidad económica tienen menos capacidad de ahorro,
por lo que destinan un mayor porcentaje de sus recursos al consumo.
La regresividad queda paliada en el NA mediante exenciones y tipos redu-
cidos y superreducidos para bienes de primera necesidad, aunque tales meca-
nismos benefician también a las personas con mayor capacidad económica.
En nuestra opinión, si el peso del IRPF sobre la recaudación tributaria total
llegara a verse desplazado por los impuestos indirectos, se quebraría el princi-
pio de progresividad (aunque vemos difícil que el Tribunal Constitucional llega-
ra a admitirlo).
70 Introducción al DerechoTributario
5. LA PROHIBICIÓN
DE CONFISCATORIEDAD
6. RECAPITULACIÓN
Podemos afirmar que los principios más relevantes reflejados en el art. 31.1
de la Constitución son los de igualdad, capacidad económica, progresividad y
prohibición de la confiscatoriedad. Todos ellos están íntimamente relacionados.
La capacidad económica puede entenderse como la medida general de la
igualdad en materia tributaria (la carga tributaria debe repartirse atendien-
do a la riqueza disponible de cada contribuyente) y queda modulada por los
principios de progresividad (las personas más ricas deben pagar impuestos en
una proporción mayor que las menos favorecidas) y la prohibición de confisca-
toriedad (los impuestos no pueden privar a los contribuyentes de sus rentas y
propiedades).
En la práctica, el Tribunal Constitucional suele limitarse a declarar contra-
rios al principio de igualdad en materia tributaria aquellas discriminaciones
que carecen de toda justificación razonable. Además, el Tribunal no admite los
recursos de amparo cuando la desigualdad se ha producido porque no se ha res-
petado el principio de capacidad económica.
La capacidad económica se manifiesta a través de la renta, el patrimonio
y el consumo y puede definirse como la riqueza disponible. Para determinarla
Capítulo 2. Principios consrir:ucionalesdejusticia tributaria 71
LADISTRIBUCIÓN
DELPODERTRIBUTARIOEN ESPAÑA
Esta limitación del contenido del capítulo obedece a una exigencia de ca-
rácter sistemático y de respeto al programa de la asignatura que se desarrolla
en este Manual: "Introducción al Derecho Tributario". Lo que obliga a dejar en
este momento de lado las demás manifestaciones del poder financiero, al cons-
tituir la materia propia de estudio del Derecho del crédito público y del Derecho
presupuestario.
El análisis del poder tributario y su reparto o distribución es indispensa-
ble para el estudio del ordenamiento jurídico tributario, pues éste resultaría
incomprensible si previamente no se delimita con claridad a quién correspon-
de producir las normas jurídicas que componen ese ordenamiento y a quién le
corresponde aplicarlas.
2. CONCEPTO,FUNDAMENTO
Y CARACTERÍSTICAS
DELPODERTRIBUTARIO
2.1. Concepto
Y,del mismo modo, el poder tributario -en cuanto que manifestación del poder
político- dejó de concebirse como un conjunto de potestades discrecionales de-
rivadas de la soberanía para convertirse en el ejercicio ordenado de una serie de
competencias por el Parlamento, desvinculado de la idea de soberanía, puesto que
en los Estados de Derecho modernos el Estado-persona, es decir, en cuanto que
sujeto de derechos y obligaciones, de facultades y deberes, no puede considerarse
soberano. Como cualquier otra persona se encuentra sometido al Ordenamiento
jurídico del que dimanan esos derechos y obligaciones, facultades y deberes.
En definitiva, pues, cuando hablamos de poderfinanciero o de poder tributa-
rio como manifestaciones del poder político, a lo que nos estamos refiriendo es a
las competencias financieras y tributarias que la Constitución otorga a determi-
nados entes de naturaleza política, ya que en el Estado de Derecho el poder políti-
co se estructura jurídicamente como un sistema de competencias. Son las normas
jurídicas las que atribuyen a las instituciones un determinado ámbito de actividad
claramente delimitado, establecen el procedimiento conforme al cual han de de-
sarrollar esa actividad, y les otorgan las facultades necesarias para ello.
La Constitución se refiere al poder tributario en su art. 133. En el apartado
1 de este precepto, referido al poder tributario del Estado, define (o quizás me-
jor describe) el poder tributario como la potestad para establecertributos, seña-
lando a continuación el instrumento normativo a través del cual se debe llevar a
cabo esa potestad: mediante ley.
Sin perjuicio de los comentarios que sobre este precepto de la Constitución
haremos más adelante, al estudiar el poder tributario del Estado, de él se puede
extraer ya una primera idea: el poder tributario no es sino la proyección o ejer-
cicio del poder legislativo en materia tributaria.
Ahora bien, el término legislativo no debe entenderse en este caso en senti-
do estricto sino amplio, esto es, como poder normativo o de normación en ma-
teria tributaria, ya que a las competencias propias del poder legislativo hay que
sumar las competencias normativas del Gobierno que, tal como establece el art.
97 CE, "ejercela función ejecutiva y la potestad reglamentaria de acuerdo con
la Constitucióny las leyes''.De modo que en la regulación de los tributos inter-
vienen tanto el poder legislativo como el ejecutivo (Gobierno), este último en
cuanto que titular de la potestad reglamentaria, esto es, de dictar disposiciones
de carácter general que desarrollan y complementan el contenido de la Ley,sin
que en ningún caso puedan contravenirla dada la posición subordinada a ley de
los reglamentos.
Aunque el art. 133.1 CErefiere el poder tributario del Estado única y exclu-
sivamente al establecimiento de tributos, dicho poder no se agota, sin embar-
go, con la mera creación o establecimiento del tributo, sino que -como es lógi-
co- incluye también su exigencia, ya que los tributos se establecen precisamen-
te para ser exigidos. Esta omisión del art. 133.1 CE no se da en su apartado 2,
Capítulo 3. La distribución del poder tributario en España 77
2.2. Fundamento
2.3. Características
Las notas que caracterizan el poder tributario son, en síntesis, las siguientes:
Se trata de un poder jurídico cuya fuente o fundamento reside en la
Constitución y la ley. Como tal, dicho poder solo puede ser ejercido en
los términos establecidos en las normas jurídicas.
Como todo poder jurídico es abstracto, en el sentido de que no con-
templa una situación concreta. Para su operatividad en la práctica es
necesario un proceso de concreción a través del cual se dota de conte-
nido a las previsiones de poder y deber genéricamente contenidas en la
Constitución.
Es principalmente un poder normativo o de normación.
Es limitado.
Está sometido en todas sus manifestaciones al control jurisdiccional, ya
sea por parte del TC o de los tribunales ordinarios de justicia.
Se trata de un poder territorial, ya que su eficacia se circunscribe a un
determinado ámbito o espacio territorial.
Y,por último, es permanente (en el sentido de que no requiere ser reva-
lidado), intransmisible e irrenunciable para sus titulares.
3. TITULARESDELPODERTRIBUTARIO
4. LÍMITES GENERALES
O COMUNESDELPODERTRIBUTARIO
El ejercicio del poder tributario por parte de los entes públicos territo-
riales que integran el Estado está limitado, en primer término, por la propia
Constitución que lo crea y confiere.
Es inherente o consustancial a todo reparto que al realizarse éste, por el
solo hecho del reparto, se limita aquello que es objeto de distribución. Por po-
ner un ejemplo gráfico, aunque quizás algo básico, si una tarta se divide en tres
partes para tres comensales, la capacidad de comer tarta de cada uno de ellos
se limita a un tercio del total de la tarta en el supuesto de que las tres porciones
sean iguales. Si no son iguales, la capacidad de cada uno de los comensales se
verá limitada al tamaño de la porción que le hubiese correspondido. Pues bien,
esto mismo es lo que acontece con el poder tributario.
Puesto que el campo del establecimiento de tributos es finito y limitado, la
actuación en él de tres operadores (Estado, Comunidades Autónomas y Entes
Locales) supone en sí mismo un límite, ya que el poder de establecer tributos
de cada uno de ellos queda limitado por el poder que ostentan los otros dos. De
esta forma, el poder tributario del Estado está limitado por el poder que en ese
mismo ámbito la Constitución confiere a las Comunidades Autónomas y a las
Entidades Locales. Y a su vez, el de las Comunidades Autónomas está limitado
por el del Estado y el de las Entidades Locales. Y lo mismo sucede con el de estas
últimas respecto del poder del Estado y el de las Comunidades Autónomas.
La concurrencia de entes públicos en el ejercicio del poder tributario genera,
por tanto, relaciones y limitaciones recíprocas entre esos entes, de tal modo que
Capítulo 3. La distribución del poder tributario en España 81
ninguno de ellos puede invadir el ámbito competencia! propio de los demás entes,
es decir, el ámbito de actuación tributaria que la Constitución reserva a los demás.
En consecuencia, el primer límite al ejercicio del poder tributario que se
deriva de la Constitución para cada uno de los entes territoriales que lo tienen
atribuido es, precisamente, el del respeto al orden constitucional de reparto o
distribución del poder tributario, a fin de que éste se ejerza de forma armónica
y coordinada. Cosa que solo es posible si cada ente respeta el régimen de dis-
tribución competencia! establecido por la Constitución y limita su actuación al
ámbito que aquélla le reconoce como suyo propio.
El segundo límite impuesto por la Constitución al poder tributario es el que
deriva de la aplicación de los principios materiales y formales de justicia tribu-
taria establecidos en su art. 31.1 y 3. Estos principios han sido estudiados en el
Capítulo 2, al que ahora nos remitimos.
Junto a los principios constitucionales de justicia tributaria habría que aña-
dir, además, otros principios constitucionales de carácter general que inciden
sobre la producción y aplicación de las normas jurídicas y, por tanto, también
sobre las tributarias, como la seguridad jurídica, la interdicción de la arbitrarie-
dad, la no indefensión, etc.
5. CRITERIOSDESUJECIÓN
A LOSDIFERENTES
PODERESTRIBUTARIOS:
LOSPUNTOSDECONEXIÓN
determina que para que pueda ser aplicado a hechos y sujerns concretos sean
necesarios unos criterios de sujeción o, lo que es lo m 1~m.o,unas pautas o cá-
nones que liguen o conecten un determinado hecho o sujeto con un concreto
poder tributario, estableciendo un vínculo o relación jurídica entre ellos. Con
otras palabras, unas normas de atribución a los diferentes poderes tributarios
de determinados hechos o situaciones generadoras del nacimiento de la obliga-
ción de contribuir.
En este sentido, el art. 11 LGTdispone que los tributos se aplicarán confor-
me a los criterios de residencia o territorialidad que establezca la ley en cada
caso. En su defecto, los tributos de carácter personal (como, por ejemplo, el
IRPF) se exigirán conforme al criterio de residencia (el domicilio fiscal, deter-
minado, por ejemplo, por la residencia durante más de 183 días al año) y los de-
más tributos (por ejemplo, el IBI o el IAE) conforme al criterio de territorialidad
(allí donde radiquen los bienes o donde se realice la actividad económica) que
resulte más adecuado a la naturaleza del objeto gravado.
Estos criterios de sujeción o puntos de conexión (residencia y territoriali-
dad) son en la actualidad fundamentales para determinar el régimen jurídico de
la cesión de tributos del Estado a las Comunidades Autónomas, así:
Cuando los tributos cedidos sean de naturaleza personal, su atribución
a una Comunidad Autónoma se realizará en función del domicilio fiscal
de los sujetos pasivos, salvo en el gravamen de adquisiciones por causa
de muerte, en el que se atenderá al del causante.
Cuando los tributos cedidos graven el consumo, su atribución a las
Comunidades Autónomas se llevará a cabo bien en función del lugar de
consumo, bien en función del lugar en el que el vendedor realice la ope-
ración a través de establecimientos, locales o agencias, bien en función
de los consumos calculados sobre una base estadística.
Por último, cuando los tributos cedidos graven operaciones inmobilia-
rias, su atribución a las Comunidades Autónomas se realizará en fun-
ción del lugar donde radique el inmueble (art. 10.4 LOFCA).
Al igual que en el caso de los tributos cedidos a las Comunidades Autónomas
de régimen común, los puntos de conexión tienen una importancia decisiva
para la aplicación del régimen de Convenio con la Comunidad Foral de Navarra
y de Concierto económico con los Territorios Históricos del País Vasco.
Pero, al margen de estos regímenes, los criterios de sujeción a los distin-
tos poderes tributarios han ido adquiriendo una importancia -y, simultánea-
mente, una complejidad- creciente como consecuencia no solo de la internacio-
nalización de las relaciones económicas y jurídicas en un mundo cada día más
globalizado, sino también a medida que han ido aumentando las diferencias
tributarias entre unas Comunidades Autónomas y otras, e incluso entre unos
Capitulo 3. La distribución del poder tributario en España 83
6. EL PODERTRIBUTARIO
DELESTADO
Puesto que por poder originario se entiende un poder autónomo que tiene
en su misma existencia la razón última de su actuación, es decir, un poder que
tiene en sí mismo su origen o fundamento, la razón de ser de su existencia y que,
por tanto, se posee por sí mismo y no se ha recibido de otro, parece claro que el
poder tributario del Estado no es originario, ya que se lo ha otorgado o confe-
rido la Constitución. Al igual que ocurre con las Comunidades Autónomas y las
Entidades Locales, las cuales ostentan poder tributario no porque el Estado se
lo confiera o reconozca, sino porque la Constitución se lo otorga.
El hecho de que el poder tributario del Estado solo esté limitado por la
Constitución, mientras que el de las Comunidades Autónomas y Entes Locales
está limitado por la Constitución y las leyes estatales, como expresamente seña-
lan el art. 133.2 CEy el art. 4.2 LGT,en modo alguno significa que el poder tribu-
tario del Estado sea un poder originario y el de las regiones y Entes Locales un
poder derivado. La calificación de "originario" que utiliza el art. 133.1 CE signi-
fica simplemente que ese poder está directamente otorgado por la Constitución
y es inmodificable por ley ordinaria, cosa esta última que no ocurre con el poder
tributario de los demás entes territoriales.
Tampoco el poder tributario del Estado puede calificarse como exclusivo,
puesto que no ostenta el monopolio sobre él.
La exclusividad de la que hablan el art. 133.l CE y 4.1 LGT no es posible
desde el momento en que nos encontramos ante un poder compartido por los
entes públicos territoriales que integran el Estado. Que el alcance o contenido
del poder tributario del Estado sea mucho más amplio o extenso que el de los
demás entes públicos no lo convierte en un poder exclusivo.
Si el poder tributario del Estado fuera exclusivo, como el art. 133.1 CE afir-
ma literalmente, dicho precepto estaría en contradicción:
Con lo dispuesto en los arts. 142 y 157.1.b) de la propia CE,en los que se
establece, respectivamente, que las haciendas locales y las Comunidades
Autónomas se nutrirán de tributos propios. Dado que los tributos pro-
pios son la expresión más auténtica y genuina del poder tributario, no
puede afirmarse que éste lo ostente el Estado de forma exclusiva.
Con lo dispuesto en la DA 1ª CE,que ampara y respeta los derechos his-
tóricos de los territorios forales y, por tanto, los regímenes de Convenio
y Concierto económico, que suponen lisa y llanamente que el poder tri-
butario en esos territorios está compartido entre el Estado y las insti-
tuciones forales, por lo que no es exclusivo del Estado.
El carácter originario y exclusivo del poder tributario del Estado debe ser
entendido, no en el significado literal de estos términos, sino en el sentido de
que mientras que las competencias tributarias del Estado son siempre de ori-
gen constitucional directo e inmediato, las de las Comunidades Autónomas de-
Capítulo 3. La distribución del poder tributario en España 85
rivan de forma inmediata de sus Estatutos de autonomía y, por tanto, solo indi-
rectamente de la Constitución (STC31/2010, de 28 de junio).
Ahora bien, que el poder tributario del Estado no sea ni originario ni exclusi-
vo en el significado etimológico de estos términos no significa que sea idéntico o
equiparable al que ostentan las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos.
Y no lo es porque la Constitución otorga un plus de poder tributario al Estado en
comparación con el que confiere a esos otros entes territoriales, de forma que
si no de originario y exclusivo, sí que puede calificarse el poder tributario del
Estado de preferente, preeminente o prevalente. En definitiva, de superior.
Este plus de poder tributario del Estado se concreta o manifiesta en que:
l. Mientras que el poder tributario del Estado solo está condicionado y
limitado por la Constitución, el de las Comunidades Autónomas y Entes
Locales está limitado no solo por la Constitución sino también por las
leyes del Estado dictadas para encauzar jurídicamente el poder tribu-
tario de estas entidades territoriales (art. 133.1 y 2 CE).
2. El art. 149.1.14ª CE establece la competencia exclusiva del Estado so-
bre la hacienda general. La hacienda general está constituida por la ha-
cienda del Estado y, además, por lo fundamental y básico de las otras
haciendas públicas (autonómica y local). De este modo, el Estado no
solo es competente para regular sus propios tributos, sino también el
marco general de todo el sistema tributario o, si se prefiere, para re-
gular las instituciones comunes a las distintas haciendas y para fijar el
común denominador normativo que garantice la igualdad en las condi-
ciones básicas del cumplimiento del deber de contribuir.
3. El art. 157.3 CEremite a una Ley Orgánica (estatal) la regulación de las
competencias financieras de las Comunidades Autónomas, entre ellas,
además de los impuestos cedidos por el Estado, "sus propios impuestos,
tasas y contribuciones especiales". Es decir, es la propia Constitución la
que encomienda al Estado (al legislador estatal) delimitar las compe-
tencias tributarias de las Comunidades Autónomas respecto de las su-
yas propias.
4. El art. 31.3 CE reserva a la ley el establecimiento de prestaciones pa-
trimoniales del carácter público (entre las que se encuentran los tri-
butos). A la vez, su art. 133.2 habilita a los Entes Locales a establecer y
exigir tributos. En esta situación ¿cómo pueden los Entes Locales esta-
blecer y exigir tributos si para ello se exige una norma con rango de ley
y los Entes Locales no pueden aprobar este tipo de normas puesto que
carecen de poder legislativo?
La respuesta a esta cuestión es que los Entes Locales ejercen su poder tri-
butario a través de una la ley estatal, que es la que da cobertura a los tributos
86 Introducción al DerechoTributario
locales frente a las exigencias del principio de reserva de ley. De este modo,
en cumplimiento de la exigencia constitucional de que los tributos sean es-
tablecidos mediante ley, y en ejercicio de los títulos competenciales que el
art. 149.1.14ª CE (hacienda general) y 18ª (bases del régimen jurídico de las
Administraciones públicas) reserva en exclusiva al Estado, las Cortes Generales
aprobaron el vigente TRLHL.
Llegados a este punto, podríamos preguntarnos si las Entidades Locales no
podrían ejercer su poder tributario a través de una ley autonómica en lugar de
una ley estatal, ya que las Comunidades Autónomas sí que cuentan con poder
legislativo.
El TC ha dado respuesta a esta cuestión y lo ha hecho en sentido negativo.
La STC233/1999, de 16 de diciembre, entiende que tratándose de tributos que
constituyan recursos propios de las Corporaciones locales, la reserva de ley del
art. 133.2 habrá de operar necesariamente a través del legislador estatal en tan-
to en cuanto que la misma existe también al servicio de otros principios (la pre-
servación de la unidad del ordenamiento y de una básica igualdad de posición
de los contribuyentes) que solo puede satisfacer la ley del Estado, debiendo en-
tenderse vedada, por ello, la intervención de las Comunidades Autónomas en
este concreto ámbito normativo. No obstante, la STC 125/2021, de 3 de junio,
considera que las Comunidades Autónomas sí pueden establecer sobre sus pro-
pios tributos recargos municipales, pues así lo ha autorizado el propio legisla-
dor estatal mediante el art. 38.2 TRLHL.
En definitiva, pues, el poder tributario del Estado tiene un contenido
más amplio, o un alcance sustancialmente mayor, que el que ostentan las
Comunidades Autónomas y los Entes Locales porque la Constitución, además
de conferirle en exclusiva la competencia sobre hacienda general, ha queri-
do delegar en el legislador estatal tanto la función de establecer el sistema
de distribución y articulación de competencias tributarias entre el Estado y
las Comunidades Autónomas, como la regulación de los tributos de los Entes
Locales.
En el ejercicio de sus competencias tributarias, el Estado está limitado, ade-
más de por los principios materiales y formales de justicia tributaria recogidos
en el art. 31.1 y 3 CE,por el respeto a los principios constitucionales de auto-
nomía y suficiencia de las Comunidades Autónomas [art. 156.l CEy art. 2.1.f)
LOFCA]y de las haciendas locales (arts. 140 y 142 CE). La autonomía consti-
tucionalmente reconocida a estos entes públicos comporta la obligación del
Estado de establecer el marco normativo dentro del cual deben ejercer su poder
tributario, sin que de ningún modo pueda hacer dejación de esta obligación im-
puesta por la Constitución.
Capítulo 3. La distribución del poder tributario en España
El poder que los territorios forales tienen para mam:ene4 establecer y regu-
lar su propio régimen tributario está limitado, en primer té¡¡-mino,por el propio
Convenio y Concierto económico.
El hecho de que los ordenamientos forales sean o:"d::=2mientos derivados
no significa relación de subordinación de sus norm2s ::csµecro de las estatales.
El Estado y los territorios forales tienen cada uno s::.:;:::c~:oámbito de compe-
tencias tributarias y es el Convenio o Concierto Ecc=:c.:m la norma donde se
articulan y se establecen los límites de los poderes respectivos.
Capítulo 3. La distribución del poder tributario en España 95
9. EL PODERTRIBUTARIO
DE LOSENTES LOCALES
es el caso, por ejemplo, de las tasas portuarias (arts. 161 y siguientes del RD-
Legislativo 2/2011, de 5 de septiembre).
No obstante, el art. 22.2 de la LTPPdeslegaliza la atribución de la potestad
de exigir tributos (en este caso, tasas), al permitir que por vía reglamentaria
pueda atribuirse la gestión y cobro de las tasas a entes u organismos distintos
del Ministerio de Economía y Hacienda, y es precisamente en el caso de las tasas
en el que se atribuye normalmente la potestad tributaria a entidades públicas
de base sectorial.
CAPÍTUJUD4
Principio de legalidad
y sistema de fuentes
l. Introducción..........................................................................................................................
101
2. Principio de legalidad o de Reserva de Ley.............................................................
102
2.1. Denominación, naturaleza, finalidad y fundamento....................................102
2.2. Ámbito material: Contenido y alcance del principio de reserva de
ley en materia tributaria..............................................................................................
104
a) ¿Quéha de entendersepor "establecer"prestacionespatrimoniales?.... 104
b) ¿Cuálesson las prestacionesamparadas por el principio de
legalidad 7 ...................................................................................................................... 105
e) ¿Quéelementosdel tributo debenestar sometidosal principio de
105
reservade ley?..............................................................................................................
106
2.3. El ámbito de la reserva de Ley en la LGT..............................................................
2.4. Reserva de ley y potestades de los entes territoriales ................................107
3. El Derecho de la Unión Europea...................................................................................
108
4. Tratados Internacionales.................................................................................................
110
4.1. Concepto, caracteres y recepción en el ordenamiento interno.............. 110
112
4.2. Normativa española........................................................................................................
5. Las normas con fuerza de ley.........................................................................................
113
5.1. Leyesordinarias, con especial referencia a las peculiaridades de
113
las leyes de presupuestos.............................................................................................
113
5.1.1. Concepto.........................................................................................................................
113
5.1.2. Naturaleza....................................................................................................................
5.1.3. Contenido.......................................................................................................................
114
116
5.2. Leyesorgánicas..................................................................................................................
116
5.3. Decretos-Leyes...................................................................................................................
5.3.1. Conceptoyfundamento ..........................................................................................
117
5.3.2. Contenidoy límites.....................................................................................................
118
120
5.4. Decretos Legislativos......................................................................................................
100 Introducción al DerechoTributario
6. El Reglamento.........................................................................................................
122
6.1. Concepto,delimitación y titulares de la potestad reglamentaria......... 122
6.2. Ámbito objetivo del Reglamento, límites y control.......................................123
6.2.1. Ámbito objetivo...........................................................................................................
123
124
6.2.2. Los límites a los que están sujetoslos reglamentos......................................
125
6.2.3. Control de los Reglamentos....................................................................................
6.3. Los Reglamentos en la esfera autonómica y local.......................................... 126
7. Fuentes impropias....................................................................................................
126
126
7.1. Jurisprudencia...................................................................................................................
7 .2. Resolucionesde los Tribunales EconómicosAdministrativos............... 127
7.3. SoftLa,v.................................................................................................................................. 127
7.3.1. Antecedentes................................................................................................................
127
7.3.2. Conceptoy Caracteres..............................................................................................
128
129
7 .4. Doctrina científica............................................................................................................
l. INTRODUCCIÓN
El concepto de "fuente del derecho" tiene una doble vertiente: se puede en-
tender en sentido material, en cuyo caso nos estaríamos refiriendo a los distin-
tos poderes públicos con potestad de dictar normas jurídicas (Cortes Generales,
Parlamento europeo, Gobierno ...), o en sentido formal, y en este caso nos refe-
rimos a los distintos tipos de normas jurídicas (Directiva, ley, reglamento, etc.).
Lógicamente, ambos sentidos están relacionados, pues cada fuente formal debe
ser aprobada por un determinado poder público.
No existe ninguna singularidad esencial en las fuentes del derecho tributa-
rio, por lo que son las mismas que las del resto del ordenamiento jurídico.
Debería haber sido la Constitución española la que formulara la clasificación
del sistema de fuentes. Sin embargo, no se refiere a él. En el ámbito tributario, es
una ley ordinaria, la LGT(art. 7), la que aclara que los tributos se regirán por:
• La Constitución
• Los Tratados o Convenios internacionales que contengan cláusulas de
naturaleza tributaria y en particular por los convenios para evitar la
doble imposición.
• Las normas que dicte la Unión Europea y otros organismos internacio-
nales o supranacionales a los que se atribuya el ejercicio de competen-
cias en materia tributaria.
La propia LGT,las leyes reguladoras de cada tributo y las demás leyes
que contengan disposiciones en materia tributaria.
• Las disposiciones reglamentarias dictadas en desarrollo de las normas
anteriores.
Tendrán carácter supletorio las disposiciones generales del derecho
administrativo y los preceptos del derecho común.
Por último, hay que mencionar que nuestro sistema vigente de fuentes no
siempre se articula sobre el principio de jerarquía normativa; a veces obedece a
otros criterios. Por ejemplo, las relaciones que existen entre la ley orgánica y la
ley ordinaria, o entre las leyes estatales y las autonómicas, no son jerárquicas,
sino de competencia.
102 Introducciónal DerechoTributario
2. PRINCIPIODE LEGALIDAD
O DE RESERVADE LEY
trativa a las normas dictadas por el poder legislativo; y por otro, atribuir al
Parlamento de forma imperativa las decisiones que afecten al establecimiento
de los tributos, sin que pueda encomendar esta función a ningún otro poder
normativo.
Estas notas son características del concepto de tributo, y de hecho los tri-
butos constituyen las prestaciones patrimoniales de carácter público por anto-
nomasia. Sin embargo, existen otras prestaciones patrimoniales coactivas que
no tienen el carácter de tributarias, como serían las tarifas previstas en la DA 1ª
LGT,así como otras prestaciones patrimoniales públicas atípicas que menciona-
mos en el Capítulo 1, correspondiente al concepto de tributo.
los medios suficientes para el desempeño de las funciones q:::: •2 ley atribuye a
las Corporaciones respectivas y se nutrirán fundamentalmente de ITibutos pro-
pios y de participación en los del Estado y de las Comunid2des .-\utónomas".
Los Entes Locales no pueden legislar, solo tienen pm:esr2d reglamentaria,
que se materializa principalmente en sus ordenanzas. Por eso, si la reserva de
ley fuera absoluta, toda la materia tributaria se habría de legislar en el ámbito
estatal (según el TC,las Comunidades Autónomas no tienen competencias para
regular los tributos de sus entidades locales), y quedaría vacío de contenido el
principio de autonomía financiera local. En cambio, con la resenra relativa, el le-
gislador estatal fija los principios y elementos que reglamentariamente pueden
desplegar o concretar los Entes Locales.
Esto se consigue de varias maneras. En primer lugar, una ley estatal (la
LRHL) establece impuestos potestativos que los municipios pueden decidir
aplicar o no a través de sus ordenanzas fiscales (ICIOy IIVTNU).Con esto ya se
asegura el cumplimiento del principio de reserva de ley. En segundo lugar, y en
lo que se refiere a los impuestos obligatorios de los municipios, como son el IBI,
el IAEy el IVTM,la ley estatal fija unos límites máximos (y, en ocasiones, míni-
mos) a determinados elementos de cuantificación, como los tipos de gravamen,
y son las Corporaciones las que dentro de esos límites pueden concretarlos. Lo
mismo cabe decir de la regulación por ley de bonificaciones potestativas, que
las ordenanzas locales pueden establecer o no (por ejemplo, para vehículos me-
nos contaminantes en el impuesto de circulación).
Es muy interesante la doctrina del TC sobre la diferencia entre ordenanzas
locales y reglamentos estatales a efectos del grado de colaboración con la ley.
El TC señala que el ámbito de colaboración normativa de los municipios, en
relación con los tributos locales, es mayor que el que corresponde a la norma-
tiva reglamentaria estatal, por dos razones: porque las ordenanzas municipales
se aprueban por un órgano -el Pleno del Ayuntamiento- de carácter represen-
tativo, y porque la garantía local de la autonomía local impide que la ley con-
tenga una regulación agotadora de los tributos locales (ATC 123/2009 y STC
132/2001, de 8 de junio).
entidad supranacional, como es la UE. Y por este motivo, las normas comunita-
rias han adquirido la categoría de fuentes del Derecho Financiero.
En esta materia rigen dos principios clave. El primero es el principio de
primacía del Derecho de la Unión sobre el derecho interno (tal y co~o han re-
conocido la doctrina y la jurisprudencia del TJUE) no tanto por razones de je-
rarquía, sino precisamente por esa cesión de competencias a la UE. El segundo
es el principio de eficacia directa, que significa que las normas comunitarias no
necesitan ser ratificadas en el Estado miembro de manera expresa por normas
de Derecho interno, sino que son directamente aplicables desde su publicación
en el Diario Oficial de la UE.
Así, podemos hablar de un Derecho financiero comunitario, cuyas fuentes
son de dos tipos:
lº. Derecho originario o primario, formado por los tratados constituti-
vos o fundacionales, en especial el Tratado de Roma de 25 de marzo de
1957. Estos tratados han sufrido modificaciones para adaptarlos en su
estructura a la incorporación de nuevos Estados. En la actualidad los
Tratados sobre los que se fundamenta la UE son el Tratado de la Unión
Europea y Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE).
22 . Derecho derivado o secundario, que es el dictado por la propia UE
en ejercicio de las competencias que los Estados miembros le han ce-
dido. Comprende diversos instrumentos normativos (art. 288 TFUE)
diferenciados no por el rango, sino por el modo de aplicación (según
sean o no vinculantes y de aplicación directa o no) y por el campo de
actuación.
Dichos instrumentos normativos son los siguientes:
Los reglamentos, vinculantes y de aplicación directa, sin necesidad de
acto de recepción en el ordenamiento interno de cada país. En el ámbi-
to tributario son utilizados principalmente en materia aduanera.
Las directivas, que contienen normas de armonización. Son vinculantes
para los Estados, pero no de aplicación directa; son normas que obligan
a cada Estado miembro fijando un resultado a conseguir. Deben ser ob-
jeto de recepción en el ordenamiento interno mediante el instrumento
adecuado (ley o decreto), y dentro del plazo que se establezca en cada
una de ellas. A este mecanismo se le denomina "transposición" al orde-
namiento interno.
En el ámbito tributario, las directivas más importantes son las de ar-
monización fiscal, y en concreto la Directiva 2006/112/CE del Consejo,
sobre el régimen común del IVA,transpuesta en España actualmente
no Introducción al Derecho Tribu=.:
4. TRATADOSINTERNACIONALES
Entre las fuentes del Derecho Financiero y Tributario están los tratados
internacionales, que encuentran su lugar de estudio sistemático en el Derecho
Internacional Público. Constituyen la fuente del Derecho internacional por
antonomasia.
El artículo 2.1. de la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados de
1969 afirma que "se entiende por "tratado" un acuerdo internacional celebrado
por escrito entre Estados y regido por el derecho internacional, ya conste en un
instrumento único o en dos o más instrumentos conexos y cualquiera que sea su
denominación particular".
Los caracteres básicos de los tratados internacionales son voluntarismo, no
formalismo y relativismo.
Capítulo 4. Principio de legalidad y sistema de fuentes 111
5.1.1. Concepto
5.1.2. Naturaleza
Una vez superada la discusión sobre si la LPGE era una mera ley formal,
que representaba únicamente el plan económico de la actividad financiera del
114 Introducción al Derecho Tributario
5.1.3. Contenido
5.3. Decretos-Leyes
La regulación del Decreto- Ley viene establecida en el art. 86.1 CE que esti-
pula lo siguiente: "En caso de extraordinaria y urgente necesidad, el Gobierno
podrá dictar disposiciones legislativas provisionales que tomarán la forma de
Decretos-leyes y que no podrán afectar al ordenamiento de las instituciones
Capítulo4. Principiode legalidad y sistema defuentes 117
básicas del estado, a los derechos, deberes y libertades de los ciudadanos re-
gulados en el Título I, al régimen de las Comunidades Autónomas ni a Derecho
electoral general".
Los motivos por lo que se recurre a este recurso normativo son de tipo téc-
nico, no po!ítico ~?mo ocurr_e con los decretos-leyes: puede ser porque exista
una gran d1s?e~s10n normativa, por la complejidad de la materia, o porque el
uso de esta tecmca conlleva mayor celeridad a la hora de legislar.
. En cuanto a las técnicas o modalidades que se utilizan, puede ser de dos
tipos:
6. ELREGLAMENTO
y a la ley. Esto quiere decir que, en los aspectos esenciales de los tributos cubier-
tos por la reserva de ley, el reglamento solo tendrá una función de desarrollo
y ejecución de la ley, concretando los aspectos secundarios de la misma. Para
esto, la ley debe ser muy clara, estableciendo los principios y criterios a los que
deberá someterse la regulación secundaria. También será objeto propio del re-
glamento aquello que, sin estar incluido en la reserva de ley, no haya sido pre-
viamente legalizado con congelación del rango jerárquico.
Hemos de señalar en este punto que el TC "admite una reserva de ley flexi-
ble y relativa, donde resulta admisible la colaboración del reglamento, siempre
que sea indispensable por motivos técnicos o para optimizar el cumplimien-
to de las finalidades propuestas por la Constitución y por la ley, y siempre en
términos de subordinación, desarrollo y complementariedad" (STC 233/1999,
de 16 de diciembre). Esta misma sentencia pone de relieve que el alcance de la
colaboración es variable, dependiendo tanto de la materia tributaria de que se
trate (en las tasas la colaboración es más amplia que en los impuestos) como de
los elementos del tributo en cuestión (las materias más delicadas son la no suje-
ción, la exención y el hecho imponible). "El grado de concreción exigible a la ley
es máximo cuando regula el hecho imponible" ..."Pero la concreción requerida
a la ley es menor cuando se trata de regular otros elementos", como el tipo de
gravamen y la base imponible (STC221/1992, de 11 de diciembre).
En materia tributaria, el uso de los reglamentos se centra fundamentalmen-
te en los aspectos no cubiertos por la reserva de ley.
Los hay de dos tipos: los de aplicación general o común a todos los tributos,
que son los reglamentos de desarrollo de la LGT,como el Reglamento General
de Recaudación o el Reglamento General de Actuaciones y Procedimientos de
Gestión e Inspección de los tributos; y los reglamentos en desarrollo de la ley
de un impuesto en particular, como son los reglamentos del Impuesto sobre la
Renta de las Personas Físicas, del Impuesto sobre Sociedades o del IVA.
Los límites a los que están sujetos los reglamentos son los siguientes:
7. FUENTESIMPROPIAS
7.1. Jurisprudencia
7.3.1. Antecedentes
APLICACIÓN
DE LASNORMASTRIBUTARIAS
l. Introducción .........................................................................................................................
. 133
2. La aplicación de las normas tributarias en el tiempo ........................................
. 134
2.1. Entrada en vigor e inicio de la aplicación de las normas tributarias.. 134
2.2. Cese de la vigencia de las normas tributarias.................................................. 135
2.3. Retroactividad de las normas tributarias.......................................................... 137
3. El proceso de aplicación de las normas tributarias ..............................
:.............. 141
3.1. La interpretación de las normas tributarias..................................................... 141
3.1.1. Concepto y criterios de interpretación.............................................................. 141
3.1.2. Cauces para la interpretación administrativa............................................... 144
3.1.2.1. Disposiciones interpretativas....................................................... 144
3.1.2.2. Las consultas tributarias escritas............................................... 145
3.2. La calificación en Derecho tributario.................................................................... 146
3.3. La analogía en Derecho tributario.......................................................................... 147
Hay una cuestión que conviene aclarar desde el primer momento, porque
ayudará a entender algunas de las reglas que se recogen en la LGT.Durante un
tiempo, fue común considerar que las normas tributarias no debían aplicarse
corno la generalidad de las normas, porque tenían unas características que las
hacían sustancialmente diferentes. Por ejemplo, ha estado bastante extendida
la idea de que las normas tributarias eran, ante todo, límites a la libertad y la
propiedad de los sujetos, de lo que se deducía que debían ser objeto de inter-
pretación restrictiva o que su aplicación analógica debía estar prohibida. Esta
visión ha sido expresamente rechazada por el TC, que ha afirmado que las nor-
mas tributarias no son restrictivas de derechos, sino que ante todo "tienen un
fundamento autónomo en la medida en que son consecuencia obligada del de-
ber de contribuir al sostenimiento de los gastos públicos" (STC 126/1987, de 16
de julio).
Por tanto, en la actualidad se acepta la naturaleza ordinaria de las normas
tributarias y lo habitual será interpretarlas y calificarlas de acuerdo con las
reglas de Derecho común. Veremos pese a todo que la LGT se remite expresa-
mente a dichas reglas en algunas ocasiones. Estas referencias nada añaden (ya
que el Derecho común se aplicaría, de no decirse otra cosa, de manera supleto-
ria) pero sirven para reafirmar esta normalidad, en su tiempo cuestionada, del
Derecho tributario.
Una vez que una norma forma parte del ordenamiento jurídico (es decir, ha
entrado en vigor), debemos determinar una cuestión diferente: ¿a qué hechos
se aplicará?
De acuerdo con el artículo 10.2 LGT,las normas tributarias se aplicarán a
los tributos sin período impositivo devengados a partir de su entrada en vigor y
a los demás tributos cuyo período impositivo se inicie desde ese momento.
En el Capítulo 1 hemos analizado la diferencia entre tributos periódicos e
instantáneos. Un tributo periódico es aquel cuyo hecho imponible se prolonga
en el tiempo (como la obtención de renta en el IRPF o la tenencia de riqueza en
el Impuesto sobre el Patrimonio); un tributo instantáneo es aquel cuyo hecho
imponible se realiza o agota en un solo evento. Aunque los términos que emplea
el art. 10.2 LGTson diferentes, la interpretación mayoritaria es que los tributos
con período impositivo equivalen a los tributos periódicos; y los tributos sin pe-
ríodo impositivo, a los instantáneos.
Partiendo de esta diferencia, la regla del art. 10.2 LGTes de fácil aplicación. Si
entra en vigor una nueva norma que modifica el régimen de un tributo con período
impositivo (como el IRPF), se aplicará al siguiente período impositivo que comien-
ce. Si entra en vigor una nueva norma que afecte a un tributo sin período impositivo
(como el NA), se aplicará al siguiente devengo del tributo que tenga lugar. Por ejem-
plo, una ley que reforme el IRPFy el NA y que entre en vigor el 23 de noviembre de
2021 se aplicará al NA desde el mismo 23 de noviembre y al período impositivo de
IRPF de 2022 (que se devengará el 31 de diciembre de dicho año).
El art. 10.2 LGT señala que las normas que regulen el régimen de los re-
cargos también tendrán efectos retroactivos respecto de los actos que no sean
firmes cuando su aplicación resulte más favorable para el interesado. Como aún
no hemos tratado en qué consisten los recargos (nos remitimos al Capítulo 6),
baste decir que son incrementos de la cuota que se producen cuando la obli-
gación tributaria se declara con retraso, pero espontáneamente (recargos por
declaración extemporánea sin requerimiento previo) o cuando se paga con re-
traso (recargos del período ejecutivo). La jurisprudencia constitucional afirma
que, dentro de ciertos márgenes cuantitativos, los recargos no tienen carác-
ter sancionador porque su función no es represora, sino resarcitoria para la
Administración y disuasoria del incumplimiento. Pese a ello, el legislador ha
decidido asimilar el régimen de su aplicación retroactiva.
Para el resto de normas tributarias, debemos tener en cuenta dos reglas
fundamentales. La primera es que, para que una norma tributaria se aplique
retroactivamente, es necesario que se establezca de manera expresa ("Salvo que
se disponga lo contrario, las normas tributarias no tendrán efecto retroactivo").
La segunda es que la decisión del legislador no será totalmente discrecional ya
que, bajo determinadas circunstancias, la aplicación retroactiva puede afectar
al principio de seguridad jurídica del art. 9.3 CE.
quidación) pero no ha finalizado: aún quedan varios meses durante los cuales
se producirán eventos relevantes para calcular el impuesto.
En el caso de tributos instantáneos, por definición, si hay retroactividad
esta es auténtica (porque el hecho imponible nace y se consolida en el mismo
momento). En el caso de tributos periódicos, la cuestión es un poco más com-
pleja y deberá analizarse caso por caso teniendo en cuenta la naturaleza del he-
cho imponible.
Ante todo, para determinar si estamos ante una situación todavía en cur-
so, es irrelevante que el legislador haya fijado el devengo al inicio del perío-
do impositivo (como en el IAE) o al final (como en el IRPF). Según el Tribunal
Constitucional, lo trascendente es que estemos -o no- ante un "hecho imponi-
ble de duración prolongada". ¿Qué significa esto? Con ello, la jurisprudencia no
se refiere a que la actividad o condición que se refleja en el hecho imponible se
prolongue en el tiempo, sino que en la configuración del impuesto sea relevante
lo que pase a lo largo del período impositivo (o no lo sea).
Veamos algunos ejemplos para entenderlo mejor. La STC 126/1987, de 16
de julio, analizó un impuesto sobre el juego de naturaleza periódica (su perío-
do impositivo es el año natural) y que se devenga el 1 de enero. El impuesto
grava la explotación de máquinas de juegos de azar. La norma establece que,
si la autorización para dicha explotación se obtiene después del 1 de julio, en
ese primer año se abonaría solamente el 50 por 100 de la tasa. Por tanto, el
impuesto está gravando (de manera algo burda) el grado de explotación de la
máquina a lo largo del año. Estamos por tanto ante un hecho imponible de dura-
ción prolongada, y ello se pone de manifiesto en que algunos de los eventos que
se producen durante el período impositivo son relevantes (en este caso, cuándo
se inicia la actividad gravada). Lo mismo sucede con el IAE y el IVTM,ya que la
cuota se prorratea por trimestres el año que se da de alta o de baja la actividad
o el vehículo. Como paga más quien compra y matricula un vehículo el 1 de ene-
ro que quien lo hace el 1 de septiembre, estamos ante un tributo con un hecho
imponible de duración prolongada. El caso del IRPF es más claro aún, porque
cualquier renta obtenida a lo largo de todo el período impositivo debe tenerse
en cuenta para calcular la base imponible. Como consecuencia, la modificación
de la normativa de cualquiera de estos impuestos durante el ejercicio implicaría
retroactividad impropia.
Por el contrario, en el caso del IBI (cuyo período impositivo coincide tam-
bién con el año y que también se devenga el 1 de enero), no hay un hecho im-
ponible de duración prolongada. La STS de 19 de diciembre de 2011 (Rec.
2884/2010) consideró que una modificación retroactiva del tipo de gravamen
ya pasado el día del devengo generaba retroactividad auténtica. En este caso, lo
que pase durante el período impositivo es irrelevante. Lo que cuenta es quién
fuera propietario del inmueble el día del devengo, independientemente de si lo
adquirió el día anterior o 10 meses atrás.
140 Introducción al Derecho Tributario
Una vez que hemos determinado cuáles son las normas aplicables desde un
punto de vista espacial (Capítulo 3) y temporal (epígrafe anterior), la aplicación
de dichas normas en el caso concreto requiere realizar una serie de procesos
que ponen en conexión los hechos y la norma.
A tales efectos, será necesario esclarecer el sentido de las normas aplica-
bles, mediante la interpretación. Luego, la realidad material deberá incardinar-
se en la norma para después determinar cuáles son las consecuencias previstas
para el hecho que hemos analizado. En caso de ausencia de norma aplicable a
los hechos, la LGTestablece una regla específica sobre la posibilidad de aplica-
ción analógica de otra norma. Analizaremos estas tres cuestiones (interpreta-
ción, calificación y analogía) por este orden, que es el que sigue la propia Ley
General Tributaria.
pretada ocupa dentro del sistema (si, por ejemplo, prevé una regla ge-
neral o una excepción).
c) Toda disposición normativa surge además en un contexto (social, polí-
tico, jurídico) determinado, que a su vez viene influido por la evolución
que le precede. En este sentido, la interpretación histórica tiene en
cuenta los precedentes de la disposición para ayudar a esclarecer su
sentido. Por una parte, se tendrán en cuenta los antecedentes del tex-
to que debe interpretarse (las enmiendas introducidas o los debates
parlamentarios, por ejemplo), pero también cómo se reguló la misma
materia en el pasado (la tradición jurídica que precede al texto) o el
contexto social en que se crea.
d) Acabamos de decir que toda disposición normativa surge en un contex-
to determinado, pero el contexto en que se aplica puede ser diferente.
La interpretación sociológica hace que se deba tener en cuenta tam-
bién este segundo contexto, la realidad social del tiempo en que deben
aplicarse. Por ejemplo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea tien-
de a interpretar el contenido de las libertades de circulación básicas
(como la libre circulación de trabajadores o de capitales) atendiendo al
grado de integración que hayan alcanzado las economías estatales en
cada momento.
e) Finalmente, las disposiciones normativas deberán interpretarse aten-
diendo a su espíritu o finalidad. Se trata del llamado criterio de inter-
pretación teleológica, que es especialmente relevante en Derecho
tributario. Implica dotarlas de significado considerando la idea-fuerza
que las inspira, la llamada ratio legis (la razón, o el porqué, de la dispo-
sición). Por ejemplo, ante un intento infructuoso de notificación admi-
nistrativa en el domicilio del interesado, la legislación administrativa
en ese momento vigente -nos referimos a la Ley 30/1992- ordenaba
realizar un segundo intento "en hora distinta". El Tribunal Supremo in-
terpretó este mandato a la luz de la finalidad de la norma (que es faci-
litar que el acto llegue a conocimiento del interesado) y no en sentido
literal. Por tanto, consideró que "en hora distinta" significaba "en una
franja horaria distinta", para así maximizar las probabilidades de que
el interesado se encontrase en su domicilio cuando se realizase el se-
gundo intento. Esta interpretación, precisamente, se ha introducido de
manera expresa en la LPAC,cuya regulación de las notificaciones dife-
rencia entre horario de mañana y horario de tarde.
El uso de los principios jurídicos como mecanismo de interpretación
es también una forma de interpretación finalista. Es frecuente afirmar
que, en Derecho tributario, eso implica sobre todo la interpretación
de las disposiciones normativas a la luz del principio de capacidad
económica.
144 Introducción al Derecho Tributario
cónyuge supérstite en el ISD a una persona que estuvo vinculada a otra como
pareja de hecho. A veces, una norma concreta prevé explícitamente la analogía:
en el Impuesto sobre Actividades Económicas hay una clasificación de activida-
des y a cada una se le asigna una determinada cuota. La norma prevé que a las
actividades no especificadas se les aplicará la cuota asignada al "grupo o epí-
grafe correspondiente a la actividad a la que por su naturaleza más se aseme-
jen". Finalmente, recordemos que no podrán aplicarse analógicamente los tipos
bonificados (por ejemplo, los tipos reducido y superreducido del IVA),ya que
constituyen beneficios fiscales.
Respecto de los obligados al pago de un tributo, la cuestión es más comple-
ja. Cuando la determinación de quién debe pagar un tributo esté estrechamente
relacionada con la determinación del hecho imponible (tal y como estudiare-
mos en el Capítulo 6), no podrá aplicarse la analogía, como consecuencia de la
prohibición del art. 14 LGT.
En materia sancionadora tributaria (como en todo el Derecho administrati-
vo sancionador) está prohibida la aplicación analógica de las normas que defi-
nan infracciones y sanciones, de acuerdo con el art. 27.4 LRJSPy el principio de
tipicidad.
4. EL INCUMPLIMIENTOTRIBUTARIOY LOSMECANISMOSPARAEVITARLO
Nos encontramos ante una materia relativamente compleja, por lo que conside-
ramos que es mejor explicarla apoyándonos en un ejemplo sencillo al que recurrire-
mos durante toda la exposición. El ejemplo clásico de conducta elusiva en Derecho
tributario es el de dos personas que quieren transmitir la propiedad de un inmueble
a cambio de un precio. En lugar de usar el contrato típico para ello (la compraventa),
constituyen una sociedad, a cuyo capital uno aporta el inmueble y otro una cantidad
de dinero de valor equivalente. A continuación, disuelven la sociedad creada y cada
uno recibe, como cuota de liquidación, la aportación de la otra parte.
De esta manera, en lugar de tributar por el Impuesto sobre Transmisiones
Patrimoniales Onerosas (cuyo tipo de gravamen oscila entre el 6 y el 11 por 100,
según la Comunidad Autónoma), solo tendrán que tributar por el Impuesto so-
bre Operaciones Societarias (cuyo tipo de gravamen es del 1 por 100) cuando
disuelvan la sociedad (la constitución está exenta). La ventaja para los particu-
lares es evidente; el perjuicio para la colectividad, también.
150 Introducción al Derecho Tributario
Según el art. 15.3 LGT,en las liquidaciones que se realicen como resultado de la
declaración de conflicto en la aplicación de la norma "se exigirá el tributo aplicando
la norma que hubiera correspondido a los actos o negocios usuales o propios o eli-
minando las ventajas fiscales obtenidas, y se liquidarán intereses de demora".
Sintéticamente, por tanto, las consecuencias son las siguientes:
En primer lugar, la liquidación de la cuota tributaria de acuerdo con
los actos o negocios que serían usuales o propios para alcanzar el resultado
realmente querido por las partes. En el ejemplo que estamos usando en este
epígrafe, procederá la liquidación de la cuota del Impuesto sobre Transmisiones
Patrimoniales, que se exigirá al adquirente del inmueble. Además, como la cons-
titución y disolución de la sociedad ha sido declarada sin efectos tributarios, se
descontará lo ya pagado por el Impuesto sobre Operaciones Societarias. Como
ya hemos mencionado, este hecho no influye en la realidad de las operaciones
realizadas desde un punto de vista de Derecho privado, por lo que seguirán
siendo válidas hasta que un tribunal civil o mercantil las anule.
Si la declaración de conflicto supone la supresión de una ventaja fiscal a la
que no se tenía derecho, se solicitará al obligado que devuelva dicha cantidad.
La segunda consecuencia es la liquidación de intereses de demora. Los
intereses de demora se deben pagar siempre que la Administración corrige lo
autoliquidado por un obligado, sobre la parte de la cuota que no se ingresó en
su momento o sobre una devolución obtenida indebidamente. Por tanto, esto no
supone ninguna especialidad.
Por último, la Ley 34/2015 introdujo la posibilidad de imponer una san-
ción, cuando se haya declarado el conflicto en la aplicación de la norma tribu-
taria, a quien hubiera causado o pudiera haber causado un perjuicio económico
a la Hacienda pública. De acuerdo con el art. 206 bis LGT,para ello es necesario
que el caso regularizado sea sustancialmente igual a otro anterior, en el que la
Comisión consultiva ya hubiera emitido un informe positivo sobre la proceden-
cia de declarar conflicto en la aplicación de la norma.
Capítulo 5. Aplicación de las normas tributarias 153
l. La relación jurídico-tributaria.......................................................................................
159
1.1. Concepto y naturaleza....................................................................................................
159
160
1.2. Estructura.............................................................................................................................
161
1.3. Indisponibilidad de la deuda tributaria..............................................................
2. La obligación tributaria principal................................................................................
162
163
2.1. El hecho imponible..........................................................................................................
2.1.1. El hecho imponible como presupuesto de hecho de la obligación
tributaria principal....................................................................................................
163
2.1.2. El hecho imponible como manifestación de capacidad económica....... 163
2.1.3. El hecho imponible como elemento identificador del tributo.................. 164
2.2. Supuestos de no sujeción y exenciones................................................................
166
2.2.1. Concepto y relevanciajurídica de la distinción entre ambas.figuras... 166
2.2.2. Clases de exenciones..................................................................................................
16 7
2.2.3. Interpretación de las exenciones..........................................................................
168
2.2.4. Exenciones y deber de declarar.............................................................................
168
2.2.5. Aspectos temporales de las exenciones..............................................................
169
2.3. Devengo y exigibilidad...................................................................................................
170
3. Componentes de la obligación tributaria................................................................
171
4. Cuantificación de la obligación tributaria................................................................
173
173
4.1. La base imponible ...........................................................................................................
4.1.1. Concepto y clases.........................................................................................................
173
4.1.2. Los métodos de determinación de la base imponible.................................. 17 5
177
4.2. El tipo de gravamen ........................................................................................................
4.3. La cuota y la deuda tributaria...................................................................................
180
l. LA RELACIÓNJURÍDICO-TRIBUTARIA
1.2. Estructura
plusvalía municipal será el vendedor, pero las partes pueden pactar en el co-
rrespondiente contrato que sea el comprador quien se haga cargo de pagar el
impuesto. Si lo hacen así pero el comprador no paga al ayuntamiento dentro de
plazo, la Administración se dirigirá contra el vendedor. Lo único que este último
podrá hacer es demandar al comprador en vía civil.
En algunos casos, la ley sí otorga efectos a ciertos acuerdos entre particula-
res. Por ejemplo, en ciertas circunstancias, si un empresario vende a otro un in-
mueble exento de IVA,puede pactar con el comprador la renuncia a la exención
(y comunicarla a la Administración). En este caso, el comprador se convertirá
en sujeto pasivo del IVA (inversión del sujeto pasivo), evitando así el pago del
Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales.
La segunda norma (art. 18 LGT) prohíbe que la Administración condone
(total o parcialmente) o transmita el crédito tributario. No obstante, la condo-
nación es posible, con ciertas condiciones y siempre en los términos que fije
la ley: por ejemplo, en los supuestos de participación de la Hacienda Pública
en procesos concursales y en otros casos excepcionales que examinamos en el
Capítulo 8, relativo a la extinción y garantías del tributo.
También cabe.mencionar la posibilidad de que el obligado y la Administración
lleguen a un acuerdo en el seno del procedimiento de Inspección. No obstante,
este caso no supone una excepción a la indisponibilidad del crédito tributario,
puesto que no puede negociarse el importe de la deuda, sino tan solo acordarse
el sentido de conceptos jurídicos determinados, determinar hechos cuya prue-
ba no resulta clara o resolver problemas de valoración (art. 155 LGT).
2. LA OBLIGACIÓNTRIBUTARIAPRINCIPAL
2. l. El hecho imponible
LOFCA:está prohibido que dos tributos recaigan sobre el mismo hecho impo-
nible, pero no lo está que graven la misma materia imponible. Nos remitimos
a lo que vimos en el Capítulo 3. Por tanto, para evitar incurrir en doble imposi-
ción, el legislador debe -a partir de una misma materia imponible- seleccionar
distintas circunstancias, que den lugar a otros tantos hechos imponibles. Por
ejemplo, un impuesto que recaiga sobre las emisiones de gases contaminantes
por parte de vehículos a motor y un impuesto que grave ser propietario de un
vehículo a motor recaen sobre la misma materia imponible o fuente de riqueza
(los vehículos), pero el hecho imponible es diferente en uno y otro caso (respec-
tivamente, las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos y la titularidad
de un derecho de propiedad sobre ellos).
Lo normal es que la materia imponible esté directamente recogida en el he-
cho imponible: por ejemplo, la "obtención de renta por el contribuyente" en el
IRPF (art. 6.1 de su ley reguladora). Sin embargo, hay ocasiones en las que la
materia imponible queda fuera del hecho imponible. Un ejemplo es el Impuesto
Especial sobre bebidas alcohólicas, con el que el legislador quiere gravar su con-
sumo. Sin embargo, para facilitar la gestión y recaudación del tributo, el hecho
imponible es la fabricación o importación de las bebidas alcohólicas. En estos
casos, la traslación de la carga tributaria se realiza a través del mecanismo de
la repercusión, que trataremos con más detalle en el siguiente capítulo, y por la
cual el fabricante incluye el impuesto en el precio.
Por último, al definir el hecho imponible, la ley tributaria goza de lo que
se ha llamado autonomía calificadora. Esto significa que no está vinculada por
la definición o regulación que otros sectores del Derecho hayan realizado del
mismo elemento. Un claro ejemplo de esto se encuentra en la tributación en el
IRPF de las parejas casadas en gananciales: aunque civilmente las rentas ob-
tenidas se atribuyen por mitades a cada uno de los cónyuges, desde el punto
de vista tributario se atribuyen exclusivamente a quien genere el derecho a su
percepción o sea titular de los bienes de los que se derivan. Las razones para
separarse de la regulación en otras ramas del ordenamiento suelen ser, funda-
mentalmente, dos: criterios de justicia tributaria o prevención de la elusión o
evasión fiscal.
A su vez, este elemento se define a partir de cuatro aspectos, que son los
siguientes:
El aspecto material es el hecho, acto, negocio o situación sobre los que
se estructura el hecho imponible. Normalmente, describe una acción
(en el IRPF, "obtener renta"; en el IAE, ejercer una actividad económi-
ca) o un estado (en el IBI, "ser titular de un derecho real sobre un bien
inmueble").
El aspecto espacial es el lugar en que se produce la acción o se desarro-
lla el estado. Por ejemplo, el IAE exige el ejercicio de la actividad "en
territorio nacional". El aspecto espacial del hecho imponible se vincu-
la con los puntos de conexión que sirven para atribuir la competencia
tributaria a una Administración u otra (ya sea en el ámbito nacional o
internacional), a los que hemos hecho referencia en el Capítulo 3.
El aspecto temporal es el momento en que se realiza dicha acción o se de-
sarrolla el estado. Se relaciona con el devengo, que es el momento -fijado
por la ley- en que se entiende realizado el hecho imponible; pero el aspec-
to temporal del elemento material del hecho imponible no es la misma
cosa que el devengo. En determinados tributos, los periódicos, el hecho
imponible se realiza de manera continuada en el tiempo (por ejemplo: ser
titular de un inmueble) pero la ley debe fijar el devengo en un día concreto
(entenderemos por qué al estudiar el devengo en el epígrafe 2.3).
Finalmente, el aspecto cuantitativo expresa la medida o grado en que
se realiza el hecho imponible. En este sentido, el art. 50 LGTafirma que
"la magnitud dineraria o de otra naturaleza que resulta de la medición
o valoración del hecho imponible" recibe el nombre de base imponible.
Estudiaremos este concepto al analizar los elementos de cuantificación
en un epígrafe posterior.
Por su parte, el elemento subjetivo nos indica quién es la persona obligada
al pago. Esta definición merece algunas consideraciones:
Por una parte, el elemento subjetivo se explica como un vínculo del sujeto
con el elemento objetivo, que podemos entender como un rol jurídico desempe-
166 Introducción al Derecho Tributario
ñado por dicha persona: en los impuestos sobre la propiedad, ser propietaria;
en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, ser heredera, legataria o dona-
taria. Como veremos en el Capítulo 7, la LGTdenomina contribuyente al sujeto
pasivo que realiza el hecho imponible. En ocasiones, hay diversas personas que
se vinculan con un mismo elemento objetivo en un grado equivalente, y es la ley
la que debe determinar expresamente quién es contribuyente. Por ejemplo, es
el TRLITP-AJDel que aclara que, de las partes que intervienen en una compra-
venta, es contribuyente la parte compradora.
Las características del sujeto también pueden ser relevantes en la confi-
guración del hecho imponible (y, por tanto, podemos considerar que forman
parte de su elemento subjetivo). Por ejemplo, la obtención de renta puede ge-
nerar la obligación de pagar el IRPF (si la obtiene una persona física residente
en España), el Impuesto sobre Sociedades (si se trata de una persona jurídica
residente en España) o el Impuesto sobre la Renta de No Residentes (si la per-
sona, ya sea física o jurídica, no reside en España). O, en otro orden de cosas, la
entrega de un bien solo genera la obligación tributaria principal del IVAsi quien
entrega el bien es un empresario o profesional en el ejercicio de su actividad (si
lo hace un particular, podrá en su caso estar sujeta a ITP-AJD).
Según el art. 20.2 LGT"la ley podrá completar la delimitación del hecho im-
ponible mediante la mención de supuestos de no sujeción". En sentido estricto,
los supuestos de no sujeción son circunstancias en las que no se ha realizado el
hecho imponible previsto por la ley, pero que podrían presentar dudas inter-
pretativas, por lo que la norma considera necesaria una aclaración.
Por ejemplo, tal y como se regula el hecho imponible del IVA (entregas de
bienes o prestaciones de servicios por empresarios o profesionales) debería lle-
garse a la conclusión de que las entregas de dinero a título de contraprestación
o pago no forman parte del hecho imponible (art. 7.12º LIVA).No obstante, la
ley ha considerado oportuno mencionarlo expresamente para evitar cualquier
duda, facilitando así la labor del intérprete del hecho imponible.
En cambio, el art. 22 LGTdefine las exenciones como "supuestos en que, a
pesar de realizarse el hecho imponible, la ley exime del cumplimiento de la obli-
gación tributaria principal". Por ejemplo, la asistencia a personas.físicas por pro-
fesionales médicos o sanitarios es una operación sujeta al IVA(está incluida en
el hecho imponible). Sin embargo, el legislador ha considerado oportuno decla-
rarla exenta para evitar que se encarezca un servicio de primera necesidad (art.
20.Uno 3º LIVA).El establecimiento de exenciones puede tener un fundamento
Capítulo 6. Concepto y estructura de la relación jurídico-tributaria 167
Aunque no existe una clasificación legal, resulta útil distinguir diversos ti-
pos de exenciones atendiendo a diferentes criterios.
Según el elemento del tributo sobre el que operan podemos distinguir entre
aquellas que afectan al hecho imponible (exenciones en sentido estricto), las que
se refieren a los sujetos pasivos (exenciones subjetivas), las que inciden en la base
imponible (reducciones), las que afectan a los tipos de gravamen (tipos reducidos
y tipo cero) y las que inciden sobre la cuota (deducciones y bonificaciones).
Atendiendo a su efecto sobre la obligación de pago puede distinguirse entre
exenciones totales (impiden el nacimiento de la obligación) o parciales (se limi-
tan a reducir la cuantía). Por ejemplo, en el IAE las personas físicas disfrutan de
una exención total [art. 82.1.b) LHL].mientras que las entidades de nueva crea-
168 Introducción al Derecho Tributario
ción, una vez transcurridos los dos primeros años y durante los cinco siguientes
disfrutan de una bonificación del 50 por 100 de la cuota (es decir, pagan la mi-
tad) [art. 88.1.b) LHL].
Para entender bien la distinción anterior debe añadirse una precisión: en
ciertos impuestos, como el IRPF,la exención de uno de los componentes del he-
cho imponible no impide necesariamente que nazca la obligación de pago. Por
ejemplo, una trabajadora puede haber obtenido durante el período impositivo
tanto su salario como prestaciones de la Seguridad Social como consecuencia
de una baja por maternidad. Aunque estas últimas estén completamente exen-
tas (y no deba pagar por ellas) la obligación tributaria nacerá como consecuen-
cia de haber percibi_dotambién su salario.
Desde el punto de vista de su.finalidad, podemos distinguir:
a) Beneficios fiscales (también llamados incentivos): son aquellas exen-
ciones que se separan del principio de capacidad económica porque in-
tentan fomentar o favorecer determinadas actuaciones o conductas por
razones que el legislador considera de interés general (por ejemplo, la
exención en el IRPF de los rendimientos percibidos por trabajos reali-
zados en el extranjero, que buscan favorecer la internacionalización de
los trabajadores). De todos modos, debemos apuntar que el término
beneficios fiscales es ambiguo y, en ocasiones, se utiliza para designar
aquellas exenciones que no operan en el hecho imponible, sino en otros
elementos del tributo (reducciones, tipos reducidos, bonificaciones ...).
b) Exenciones que intentan adaptar mejor el hecho imponible al principio
de capacidad económica: por ejemplo, los mínimos personales y fami-
liares en el IRPF.
Yahemos visto que el art. 14 LGTprohíbe la analogía para extender más allá
de sus términos estrictos las exenciones. En ocasiones, la Administración y la juris-
prudencia han considerado que las exenciones son una excepción al principio de
generalidad, por lo que las interpretan buscando un resultado restrictivo, es decir,
a favor del Fisco. Este planteamiento resulta infundado: ya hemos anticipado que
las exenciones, como cualquier otra norma jurídica, deben interpretarse aten-
diendo a lo dispuesto en el art. 3.1 del Código Civil.Así lo reconoce -aun con va-
cilaciones- el Tribunal Supremo (STSde 28 de marzo de 2019, Rec. 3774/2017).
3. COMPONENTESDE LA OBLIGACIÓNTRIBUTARIA
Las prestaciones accesorias son el interés de demora, los recargos por de-
claración extemporánea, los recargos del período ejecutivo y los recargos exigi-
bles legalmente sobre las bases o las cuotas, a favor del Tesoro o de otros entes
públicos.
Finalmente, y atendiendo a su distinta naturaleza, el art. 58.3 LGT señala
que las sanciones tributarias no formarán parte de la deuda tributaria.
Apuntamos las siguientes cuestiones básicas sobre tres de las prestaciones
accesorias:
El interés de demora (art. 26 LGT) es una prestación accesoria que se
exigirá a los obligados tributarios en una serie de casos en que el obli-
gado causa o incurre en un retraso en el ingreso de la cuota: sirve para
indemnizar o compensar a la otra parte por dicho retraso. La causa de
la demora en el ingreso puede deberse a un incumplimiento (por ejem-
plo, pagar una liquidación fuera de plazo u obtener una devolución a la
que no se tenía derecho) o al ejercicio de un derecho (la concesión de
un aplazamiento o fraccionamiento de la deuda). Cabe señalar que la
Administración también puede verse obligada a pagar interés de de-
mora a los interesados en caso de retraso en un pago (art. 30.1 LGT).
Los recargos por declaración extemporánea (art. 27 LGT) son presta-
ciones accesorias que deben satisfacer los obligados tributarios como
consecuencia de la presentación de autoliquidaciones o declaraciones
fuera de plazo sin requerimiento previo de la Administración tributaria.
Los recargos del período ejecutivo (art. 28 LGT) son prestaciones ac-
cesorias que deben satisfacer los obligados tributarios cuando, como
consecuencia de la falta de pago en plazo de una deuda ya liquidada
(o autoliquidada) se abra dicho período ejecutivo (durante el cual, la
Administración podrá proceder a la recaudación forzosa de la deuda).
Nos hemos limitado a explicar brevemente en qué consisten estas presta-
ciones accesorias porque, en su mayoría, están muy vinculadas con los aspectos
procedimentales de aplicación de los tributos, y tiene más sentido estudiarlas
en la asignatura Derecho tributario I.2: Procedimientos tributarios.
Respecto de los recargos exigibles legalmente sobre las bases o las cuotas,
se trata de prestaciones accesorias establecidas por ley que consisten en aplicar
un porcentaje adicional de gravamen sobre un tributo ya existente, tomándolo
como base y acumulándolos a efectos de su gestión. El recargo, sin embargo, se
crea a favor de un acreedor distinto del sujeto activo principal. Por ejemplo, el
impuesto catalán sobre las estancias en establecimientos turísticos es un recur-
so de la Comunidad Autónoma; pero existe un recargo, por las estancias en la
ciudad de Barcelona, que financia los presupuestos del Ayuntamiento de dicha
ciudad. Así, si un turista se hospeda en un hotel en Barcelona, pagará la cuota
Capítulo 6. Concepto y estrucrura de la relaciónjurídico-tributaria 173
4. CUANTIFICACIÓNDE LA OBLIGACIÓNTRIBUTARIA
La base, como forma de medir la capacidad económica, tiene que estar co-
nectada de una manera lógica con el hecho imponible. Si el hecho imponible es la
obtención de renta, resulta congruente que la base se calcule teniendo en cuenta
los ingresos y gastos; si es la fabricación de bebidas alcohólicas o de tabaco, se cal-
culará en función del volumen de alcohol de cada botella o del número de cigarri-
llos. En cambio, resultaba incoherente que en el Impuesto sobre el Incremento de
Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana el hecho imponible se defina como "el
incremento de valor que experimenten dichos terrenos y se ponga de manifiesto
a consecuencia de la transmisión de la propiedad" mientras que la base imponible
se determinaba mediante unos criterios objetivos que no guardaban ninguna re-
lación con dicho incremento. Esta regulación fue declarada inconstitucional y ex-
pulsada del ordenamiento por la STC182/2021 en los términos que examinamos
en el Capítulo 2, al analizar el principio de capacidad económica.
La base imponible no solo mide la capacidad económica de cada contribu-
yente, sino que también permite calcular lo que tiene que pagar. Esto es así por-
que sobre ella (en concreto sobre la cuantía de renta o, en su caso, cualquier
otra unidad de medida) se aplicará el tipo de gravamen (el otro elemento de
cuantificación) dando lugar a la cuota íntegra. Para ello, previamente, deberá
determinarse la base conforme a los medios que se fijen en la normativa especí-
fica del tributo.
Existen diversas clasificaciones doctrinales de la base imponible, pero las
que permiten una mejor comprensión de esta figura son las que distinguen
entre:
a) Bases monetarias y no monetarias (también conocidas como pará-
metros), según vengan expresadas en dinero o en otras magnitudes
(metros cuadrados, kilos, volumen de alcohol, cigarrillos, potencia del
vehículo ...).
b) Bases unitarias o agregadas y desagregadas. En las primeras, el tribu-
to solo tiene una única base a la que se aplica el tipo de gravamen. En
las segundas se prevé la existencia de distintas bases (como en el IRPF,
que distingue entre la base general y la del ahorro compuestas por las
respectivas rentas de una y otra naturaleza) y a cada una de ellas se le
aplican diferentes tipos de gravamen.
Distinta de la base imponible es la base liquidable, que se define como "la
magnitud resultante de practicar, en su caso, en la base imponible las reduccio-
nes establecidas en la ley" (art. 54 LGT).Esta base no está presente en todos los
tributos, sino tan solo en aquellos en los que el legislador ha decido reducir la
base imponible por motivos de capacidad económica o para estimular ciertas
conductas (por ejemplo, aportaciones a planes de pensiones en el IRPF). Por
este motivo pueden considerarse las reducciones de la base como un beneficio
fiscal. El legislador puede optar por establecer estos beneficios fiscales en for-
Capítulo 6. Conceptoy estructura de la relaciónjurídico-tributaria 175
Tras la definición genérica de la base imponible que contiene la ley del res-
pectivo tributo, el siguiente paso será conocer cuál es la que corresponde a cada
contribuyente. La base imponible podrá calcularse por tres métodos que produ-
cen resultados distintos. Con carácter general, se hará a través de la estimación
directa (art. 51 LGT) presente en todos los tributos. No obstante, la ley podrá
establecer los supuestos en que sea de aplicación el método de estimación ob-
jetiva (art. 52 LGT), que tendrá, en todo caso, carácter voluntario para algunos
contribuyentes. Finalmente, la estimación indirecta (art. 53 LGT) tendrá carác-
ter subsidiario, por lo que solo se aplicará por la Administración cuando no pue-
da determinarse por los otros dos. Analicemos cómo se calcula la base en cada
método.
Estimación directa. Es el método que determina con mayor exactitud la
capacidad económica del contribuyente pues se basa, según el tributo de que
se trate, en los ingresos y gastos reales, en el patrimonio neto o en el número
de unidades que conforman la base. Es, por tanto, la forma más coherente de
medir la base imponible. Para conocer las magnitudes citadas se utilizan "las
declaraciones o documentos presentados, los datos consignados en libros y re-
gistros comprobados administrativamente y los demás documentos, justifican-
tes y datos que tengan relación con los elementos de la obligación tributaria".
Esto supone para el contribuyente el deber de cumplir numerosas obligaciones
formales, especialmente cuando desarrolla actividades económicas, que tendrá
que comprobar la Administración cuando verifique la correcta aplicación de
este método.
En ocasiones, la determinación de la base no se hace solo teniendo en cuen-
ta los datos reales que permiten su cálculo más exacto. La ley del tributo tam-
bién introduce estimaciones o presunciones para calcular los ingresos y gastos
o no permite la deducción de algunos de ellos con el objeto de simplificar la
gestión. Por ejemplo, en el IRPF encontramos la imputación de los rendimientos
de las segundas viviendas, la estimación de los gastos de difícil justificación en
las actividades económicas o la limitación de gastos en el cálculo de los rendi-
mientos del trabajo.
Estimación objetiva. Es un régimen alternativo a la estimación directa,
previsto solo para determinados contribuyentes que se lo aplicarán voluntaria-
mente si les resulta más ventajoso que el directo. Está pensado, principalmente,
para pequeños empresarios del IRPF a los que no se quiere someter a muchas
176 Introducción al Derecho Tributario
o indicios que la Inspección puede utilizar -o combinar entre sí- en estos casos
para calcular la base imponible. Podemos clasificarlos en dos grupos:
a) Datos del contribuyente referidos al período que se está investigando o
a ejercicios anteriores o posteriores. Ellos pueden derivar de sus propias
declaraciones, contabilidad o libros (siempre que sean ciertos) o de la
información proporcionada por terceros. Estos datos son parciales o in-
completos, por lo que deben combinarse con los del siguiente apartado.
b) Datos ajenos al contribuyente -tomados de actividades o supuestos
similares- utilizados como elementos comparativos para estimar in-
directamente la base. Nos encontramos ante indicios o presunciones
que pueden derivar de estudios estadísticos (por ejemplo, el margen
comercial en ese negocio); de los módulos establecidos para el método
de estimación objetiva que se utilizarán para contribuyentes que ha-
yan renunciado a dicho método; de los ingresos, ventas, costes y rendi-
mientos que sean normales en el respectivo sector económico; o de la
valoración de las magnitudes, índices, módulos o datos que concurran
en contribuyentes según los datos o antecedentes que se posean de su-
puestos equivalentes (por ejemplo, el consumo o utilización de mate-
rias primas u otros factores de producción).
Cuando resulte aplicable el método de estimación indirecta, la Inspección
acompañará a las actas incoadas para regularizar la situación tributaria del con-
tribuyente investigado un informe motivado sobre:
las causas determinantes de la aplicación del método de estimación
indirecta;
la situación de la contabilidad y registros obligatorios;
la justificación de los medios elegidos para la determinación de las ba-
ses, rendimientos o cuotas; y
los cálculos y estimaciones efectuados en virtud de los medios elegidos.
En la liquidación correspondiente se podrá impugnar la procedencia de la
estimación indirecta y los medios utilizados para calcular la base imponible.
los raros casos en los que se produce el error, el art. 56.3 LGT
prevé una solución que evita sus efectos adversos: "La cuota
íntegra deberá reducirse de oficio cuando de la aplicación de
los tipos de gravamen resulte que a un incremento de la base
corresponde una porción de cuota superior a dicho incremen-
to. La reducción deberá comprender al menos dicho exceso".
Se exceptúan de esta regla los casos en que la deuda tributaria
deba pagarse por medio de efectos timbrados.
o Por escalones: La base imponible también está dividida en
tramos (o escalones) pero a cada uno de ellos se le aplica un
tipo (porcentaje) diferente y superior al del escalón anterior.
La cuota es la suma del resultado de aplicar el porcentaje co-
rrespondiente a cada escalón. El último escalón se aplica a toda
la parte de la base que exceda determinado importe. Para en-
tenderlo mejor podemos examinar la tarifa estatal de la base
imponible general en el IRPF:
SUJETOSTRIBUTARIOS
l. Introducción..........................................................................................................................
183
2. Sujeto activo del tributo...................................................................................................
183
3. Obligados tributarios: concepto, clasificación y reglas comunes................. 184
184
3.1. Delimitación y clasificación........................................................................................
3.2. Las entidades sin personalidad como obligados tributarios.................. 185
3.3. Existencia de una pluralidad de obligados tributarios............................... 186
3.3.1. Primer y segundo párrafos del art. 35. 7 LGT:solidaridad......................... 187
3.3.2. Tercer párrafo del art. 35. 7 LGT:divisibilidad de la liquidación............. 187
4. Sujetos pasivos......................................................................................................................
188
188
4.1. Ideas generales..................................................................................................................
190
4.2. Contribuyente.....................................................................................................................
190
4.3. Sustituto.................................................................................................................................
5. Obligados a realizar pagos a cuenta ..........................................................................
.. 191
5.1. Naturaleza y características de los pagos a cuenta........................................191
192
5.2. Clases de pagos a cuenta...............................................................................................
6. Obligados tributarios en las relaciones entre particulares.............................. 194
6.1. Relaciones entre el retenedor y el obligado a soportar la
retención y entre el obligado a realizar ingresos a cuenta y el
194
obligado a soportarlos ..................................................................................................
6.2. Relación entre obligado a repercutir y obligado a soportar la
195
repercusión..........................................................................................................................
7. Responsables del tributo.................................................................................................
196
196
7.1. Concepto y notas definitorias....................................................................................
7 .2. Clasesde responsabilidad y procedimiento frente a los responsables....... 198
7 .3. Supuestos de responsabilidad solidaria previstos en el art. 42 LGT ...... 200
7.3.1. Causantes o colaboradores en la comisión de infracciones [art.
42.1.a) LGT]................................................................................................................
200
182 Introducción al Derecho Tribuwrio
Este capítulo tiene por objeto el análisis de los sujetos que participan en la
relación jurídico-tributaria en el marco de los procedimientos tributarios. Tras
hacer una breve referencia al sujeto activo del tributo, estudiaremos la catego-
ría general de los obligados tributarios y cada una de sus clases. Finalizaremos
el capítulo analizando el domicilio fiscal de los obligados tributarios.
Quedan fuera del objeto de análisis en este capítulo la capacidad de obrar
y las reglas de representación (que serán objeto de estudio en el Capítulo 1
del Manual de procedimientos tributarios correspondiente a la asignatura de
Derecho Financiero y Tributario I.2).
2. SUJETOACTIVODEL TRIBUTO
3. ÜBLIGADOSTRIBUTARIOS:CONCEPTO,CLASIFICACIÓN
Y REGLASCOMUNES
El art. 35 LGT señala que son obligados tributarios «las personas físicas o
jurídicas y las entidades a las que la normativa tributaria impone el cumplimiento
de obligaciones tributarias». Como se puede observar, se trata de una definición
tautológica que obliga a acudir a la normativa reguladora de cada obligación tri-
butaria para singularizar cuáles son los obligados tributarios.
El art. 35 LGT distingue en sus apartados 2, 3, 5 y 6 las categorías de obli-
gados tributarios que pueden existir. Estas categorías se pueden agrupar en los
siguientes bloques:
En los casos a que se refieren los dos primeros párrafos del art. 3 5.7 LGT,se
establece un régimen de solidaridad, de tal modo que cada uno de los obligados
debe cumplir íntegramente la obligación tributaria y la Administración podrá
dirigirse contra cualquiera de ellos para exigir el cumplimiento de la obligación
tributaria (el pago de toda la deuda, si se trata de una obligación material).
El primer párrafo establece la solidaridad en caso de «concurrencia de va-
rios obligados tributarios en un mismo presupuesto de una obligación», sal-
vo que por ley se establezca otra cosa.
La mayor parte de la doctrina y la Administración entienden que esta "con-
currencia" se da tanto en el caso de obligaciones en régimen de comunidad ger-
mánica ( en que no media atribución de cuotas ni existe la facultad de pedir la
división material mientras dura la comunidad), como en el caso de obligados en
régimen de comunidad de tipo romano (con cuotas definidas por cada titular y
en el que cabe el ejercicio de división de la cosa común).
Por ejemplo, la Dirección General de Tributos ha señalado que, cuando un
inmueble cuenta con varios titulares, se produce la concurrencia en la realiza-
ción del hecho imponible de la tasa de recogida de residuos sólidos [consulta
V3281-20 (04/11/2020)] y del hecho imponible del IBI [consulta V0399-16
(1/2/2016)].
El segundo párrafo del art. 3 5.7 LGT hace referencia al posible estableci-
miento por leyes de otros supuestos de solidaridad distintos del señalado.
Un ejemplo parece ser el supuesto previsto en el art. 84.6 LIRPF en caso de
tributación conjunta: «Todos los miembros de la unidad familiar quedarán con-
junta y solidariamente sometidos al impuesto». Dado que cada uno de los miem-
bros habrá realizado su propio hecho imponible, no parece posible apreciar la
concurrencia de varios obligados en un mismo presupuesto de una obligación
[pese a lo que señala el TEACen resoluciones como la de 24 de septiembre de
2020 (RG 00/05023/2018)].
división. A tal efecto, para que proceda la división será indispensable que el soli-
citante facilite todos los datos personales y el domicilio de los restantes obligados
al pago, así como la proporción en que cada uno de ellos participe en el dominio o
derecho transmitido».
4. SUJETOS PASIVOS
De acuerdo con el primer inciso del art. 36.1 LGT,es sujeto pasivo «el obli-
gado tributario que, según la ley, debe cumplir la obligación tributaria principal,
así como las obligaciones formales inherentes a la misma, sea como contribuyente
o como sustituto del mismo».
4.2. Contribuyente
4.3. Sustituto
Según el art. 36 LGT,es sustituto «el sujeto pasivo que, por imposición de la
ley y en lugar del contribuyente, está obligado a cumplir la obligación tributaria
principal, así como las obligaciones formales inherentes a la misma».
Capítulo 7. Sujetos tributarios 191
Como hemos indicado, son tres las categorías de las obligaciones de reali-
zar pagos a cuenta y de los obligados a cumplirlas:
a) Retenciones a cuenta. Es retenedor «la persona o entidad a quien la ley de
cada tributo impone la obligación de detraer e ingresar en la Administración
tributaria, con ocasión de los pagos que deba realizar a otros obligados tri-
butarios, una parte de su importe a cuenta del tributo que corresponda a
éstos» (art. 37.2 LGT).El retenedor es, como se puede observar, un sujeto
distinto del contribuyente del tributo objeto de retención.
Por ejemplo, el empresario debe detraer de los pagos que realice a sus
trabajadores una parte a cuenta del IRPF que deben pagar estos. En
esta relación, los contribuyentes serán los trabajadores y el empresa-
rio será un obligado a practicar la retención e ingresarla después en la
Hacienda Pública.
Capítulo 7. Sujetos tributarios 193
Son obligaciones entre particulares resultantes del tributo «las que tienen
por objeto una prestación de naturaleza tributaria exigible entre obligados tribu-
tarios» y no frente a la Administración. Entre otras, son obligaciones de este tipo
las que se generan como consecuencia de actos de repercusión, de retención o
de ingresos a cuenta (art. 24 LGT).
Estos obligados están citados en la relación del art. 35.2 LGT: obligados a
repercutir [letra f)], obligados a soportar la repercusión, la retención o los in-
gresos a cuenta [letras g), h) e i)], y obligados a realizar retenciones e ingresos
a cuenta [letras d) y e)] en su relación no ya con la Administración, sino con los
perceptores de los rendimientos sujetos a esos pagos a cuenta.
las cantidades sobre las que, según la ley, el retenedor deba practicar retenciones
tributarias».
7. RESPONSABLESDEL TRIBUTO
los que, por uno u otro motivo, deban satisfacer la deuda tributaria. En particu-
lar, no cabe calificar técnicamente como "responsables" a los sujetos pasivos o a
los obligados a realizar pagos a cuenta.
En cuanto a la extensión de la responsabilidad, deben hacerse varias ob-
servaciones de carácter general:
a) El responsable solo está obligado a cumplir las obligaciones materia-
les (de pago) de la deuda tributaria de que se trate. No queda obliga-
do, en cambio, a cumplir las obligaciones formales inherentes a esas
obligaciones materiales (a diferencia de lo que sucede con los deudores
principales).
b) Por lo general, la responsabilidad alcanza a la deuda tributaria exigida
en período voluntario. Por tanto, con las excepciones que veremos lue-
go, no se extiende a las obligaciones accesorias (intereses y recargos)
que se hayan devengado como consecuencia del impago de la deuda
en período voluntario por el deudor principal. En cambio,. la respon-
sabilidad sí alcanza, como es natural, a los intereses y recargos que se
devenguen como consecuencia del impago por el propio responsable
en el período voluntario de pago que se le conceda (art. 41.3 LGT).
c) Cuando la ley así lo prevea, la responsabilidad también alcanzará a las
sanciones derivadas de las infracciones cometidas por el deudor prin-
cipal (art. 41.4 LGT).
La doctrina ha criticado acertadamente la posible extensión de la respon-
sabilidad a las sanciones derivadas de infracciones cometidas por el deudor
principal, pese a que ha sido admitida por nuestro Tribunal Constitucional.
Estas críticas guardan relación con la naturaleza de la sanción y con las exigen-
cias derivadas del principio de personalidad de la sanción y se pueden resumir
de la siguiente forma:
a) La responsabilidad tributaria, en cuanto garantía personal, tiene senti-
do en relación con el crédito tributario, pues éste es un interés patrimo-
nial jurídicamente protegido. En cambio, resulta contradictorio con la
naturaleza de la sanción exigir el pago de esta a un tercero. Téngase en
cuenta que la sanción rectamente entendida es una medida represiva
impuesta a un sujeto como compensación por la comisión de un ilícito
y con la finalidad de evitar la reiteración en la conducta antijurídica. Se
ha dicho con razón que, con esta extensión de la responsabilidad a las
sanciones, lo que se pretende es facilitar que la Administración cobre la
sanción por encima de los principios rectores y del propio fundamento
jurídico de la sanción.
b) Esta extensión de la responsabilidad a las sanciones se produce con ca-
rácter general cuando el responsable ha participado de alguna forma
198 Introducción al Derecho Tributario
En las letras g) y h) del art. 43.1 LGT se establecen dos supuestos de res-
ponsabilidad en relación con la utilización abusiva o fraudulenta de personas
jurídicas y entidades.
Son rasgos comunes a los supuestos de hecho de los dos apartados los
siguientes:
a) Se han creado o utilizado entidades de forma abusiva o fraudulenta
como medio de elusión de la responsabilidad patrimonial universal
frente a la Hacienda Pública.
b) Otras personas o entidades tienen el control efectivo de esas entida-
des o concurre en ellas una voluntad rectora común con éstas. Para
simplificar la exposición nos referimos a las primeras como "personas
o entidades que tienen el control" y a las segundas como "entidades
controladas".
c) Existe ya sea una unicidad de personas o esferas económicas, ya sea
una confusión o desviación patrimonial.
En estas circunstancias, la letra g) se refiere a los casos en que se preten-
de eludir la responsabilidad patrimonial universal frente a la Hacienda Pública
de las entidades controladas. Se establece que las personas que tiene el control
son responsables de las obligaciones tributarias y las sanciones de las entidades
controladas.
En estos casos, la entidad controlada es la que aparece formalmente como
deudor principal ante la Hacienda Pública. Cuando esta entidad ha sido creada
de manera fraudulenta y abusiva, con la finalidad de facilitar a través de su in-
solvencia el impago de la deuda, la norma permite a la Administración indagar
qué personas tienen el control de esa entidad, entender que son estas las que
realmente han intervenido en la relación jurídica a través de una persona que se
utiliza como una mera pantalla y derivarles la responsabilidad.
En las circunstancias antes señaladas, la letra h) se refiere a los casos en
que se pretende eludir la responsabilidad patrimonial universal frente a la
Hacienda Pública de las personas o entidades que tienen el control. Se establece
que las entidades controladas son responsables de las obligaciones tributarias
y las sanciones de aquellas personas o entidades.
Capítulo 7. Sujetos tributarios 211
8. SUCESIÓN EN EL TRIBUTO
(art. 39.3 LGT).En el caso de la herencia yacente, al igual que sucede en relación
con los demás entes a que se refiere el art. 35.4 LGT,la representación se atribu-
ye de la forma indicada en el art. 45.3 LGT:
a) Actuará corno representante el que la ostente, siempre que resulte
acreditada en forma fehaciente. En el caso de la herencia yacente será
generalmente el albacea.
b) De no haberse designado representante, lo será el que aparentemente
ejerza la gestión o dirección.
c) En defecto de ambos, actuará corno representante cualquiera de los
sucesores.
El art. 40.4 LGT no precisa el régimen bajo el que quedan obligados los
destinatarios de las fundaciones disueltas, si no se trata de uno solo. El tercer
párrafo del art. 177.2 LGT señala que la Administración podrá dirigirse contra
cualquiera de los socios, partícipes, cotitulares o destinatarios, o contra todos
ellos simultánea o sucesivamente, para requerirles el pago de la deuda tributa-
ria y costas pendientes. Por lo tanto, el régimen aplicable en caso de una plurali-
dad de destinatarios será el de solidaridad, al igual que en el caso de disolución
y de liquidación de las entidades a que se refiere el art. 40.1 LGT.
El art. 40.4 LGT establece igualmente que las obligaciones tributarias pen-
dientes de las entidades sin personalidad jurídica del art. 35.4 LGT que se
disuelvan se transmitirán a los partícipes o cotitulares de dichas entidades. Se
transmitirán también las sanciones que procedan por las infracciones cometi-
das por esas entidades, de acuerdo con el art. 40.5 LGT.
Este precepto resulta aplicable en aquellos casos en que la ley hace uso de
la posibilidad prevista en ese art. 35.4 LGTy configura a esas entidades sin per-
sonalidad jurídica como obligados tributarios unitarios. Mientras esta entidad
exista, sus partícipes o cotitulares serán responsables solidarios de sus obliga-
ciones tributarias de acuerdo con el art. 42.1.b) LGT.Cuando se extinga, las obli-
gaciones y sanciones se transmitirán a esos socios o partícipes.
9. DOMICILIO FISCAL
El domicilio fiscal es, según el art. 48.1 LGT,«el lugar de localización del obli-
gado tributario en sus relaciones con la Administración tributaria».
Esta significación del domicilio se pone de manifiesto en los procedimientos
de aplicación de los tributos. Son ejemplos de esta relevancia los dos siguientes:
a) En defecto de disposición expresa, la competencia territorial en la apli-
cación de los tributos se atribuye al «órgano funcional inferior en cuyo
ámbito territorial radique el domicilio fiscal del obligado tributario», se-
gún el segundo párrafo del art. 84 LGT.
b) El domicilio fiscal es un lugar prioritario a efectos de las notificaciones
que se practiquen en los procedimientos de aplicación de los tributos.
En los procedimientos iniciados a solicitud del interesado, la notificación
se practicará en el domicilio del obligado o de su representante, salvo
que hayan indicado otro distinto, según el art. 110.1 LGT.En todo proce-
dimiento la notificación por comparecencia solo será posible, por regla
general, si se ha intentado la notificación al menos dos veces en el domi-
cilio fiscal (nuevamente, salvo que se trate de un procedimiento iniciado
a solicitud del interesado o de su representante, con designación de otro
domicilio a efectos de notificaciones), según el art. 112.1 LGT.
218 Introducción al Derecho Tributario
EXTINCIÓNY GARANTÍASDELTRIBUTO
l. Planteamiento ......................................................................................................................
223
2. Prescripción .....:.....................................................................................................................
223
2.1. Concepto y fundamento 223
...............................................................................................
2.2. Plazos de prescripción relacionados con la liquidación y la
22 5
recaudación.........................................................................................................................
2.3. 226
Cómputo de los plazos...................................................................................................
2.4. Interrupción 227
de los plazos...........................................................................................
2.4.1. Interrupción del plazo relacionado con la liquidacióny referencia
a las obligacionesconexas......................................................................................
227
2.4.2. Interrupción del plazo relacionado con la recaudación............................ 229
2.4.3. Especialidadesen los casos de delitofiscal......................................................
230
2.4.4. Interrupción en el caso de obligacionesmancomunadas.......................... 230
2.5. Posibilidad de comprobar, sin un especifico límite temporal,
hechos pasados con relevancia sobre obligaciones no prescritas........ 230
2.6. Plazo de diez años previsto para iniciar el procedimiento de
comprobación de bases negativas, cuotas negativas o deducciones
que inciden en la cuantía de obligaciones no prescritas............................ 231
2.7. Efectos de la prescripción (recapitulación)...................................................... 232
3. Compensación......................................................................................................................
232
3.1. Régimen de la compensación en general............................................................ 232
3.1.1. Compensacióna instancia del obligado al pago............................................
233
3.1.2. Compensaciónde oficio por la Administración..............................................
233
3.2. Supuestos específicos de compensación............................................................. 235
3.2.1. La cuenta corriente tributaria..............................................................................
235
3.2.2. Compensaciónentre cónyuges..............................................................................
235
4. Condonación .........................................................................................................................
. 236
222 Introducción al DerechoTributario
5. . 238
Garantías del crédito tributario ..................................................................................
5.1. Derecho de prelación.....................................................................................................
239
5.1.1. Derecho de prelación general regulado en el art. 77 LGT.......................... 239
5.1.2. Particularidades del derecho de prelación en situaciones
concursales....................................................................................................................
241
242
5.2. Hipoteca legal tácita........................................................................................................
244
5.3. Derecho de Afección.......................................................................................................
24 7
5.4. Derecho de retención.....................................................................................................
247
5.5. Las Medidas Cautelares.................................................................................................
l. PLANTEAMIENTO
2. PRESCRIPCIÓN
Para poder computar los cuatro años que determinan la prescripción es ne-
cesario conocer cuando comienza el plazo (dies a qua). Como los plazos de pres-
cripción de los mal llamados "derecho a liquidar" y "derecho a exigir el pago",
se relacionan con dos actividades de la Administración distintas (determinar la
deuda y cobrarla) su cómputo se realiza por separado.
El plazo de prescripción "del derecho a liquidar" (debería decirse el
plazo de prescripción de la obligación tributaria como consecuencia de
la falta de liquidación de la Administración) comienza a contarse, por
regla general "desde el día siguiente a aquel en que finalice el plazo re-
glamentario para presentar la correspondiente declaración o autoliqui-
dación" [art. 6 7.1 con relación al art. 66.a) LGT].Por ejemplo, el plazo
de prescripción del IRPF correspondiente al ejercicio 2020 comienza a
correr el 1 de julio de 2021.
El plazo de prescripción para exigir la obligación de pago comienza a
contar, por regla general, "desde el día siguiente a aquel en que finalice
el plazo de pago en período voluntario" [art. 6 7.1 con relación al art.
66.a) LGT].Así, si un contribuyente recibe la notificación de una liqui-
dación tributaria el día 1 de febrero, dispondrá de plazo para realizar
el ingreso voluntario hasta el día 20 marzo, de modo que el plazo de
prescripción comenzará a contar el 21 de marzo.
Además, existen reglas especiales sobre el inicio del cómputo del plazo para
exigir la obligación de pago a los responsables solidarios y subsidiarios
(art. 67.2 LGT):
En el caso de los responsables solidarios, el plazo de prescripción co-
menzará a contarse desde el día siguiente a la finalización del plazo de
pago en periodo voluntario del deudor principal.
No obstante, si los hechos que constituyen el presupuesto de la res-
ponsabilidad son posteriores a la finalización del plazo de pago volun-
tario del deudor principal (por ejemplo, la responsabilidad nace por-
que un tercero obstaculiza las actuaciones recaudatorias), el plazo de
prescripción se iniciará a partir del momento en que concurran tales
circunstancias. La justificación de esta norma está en que el tercero
no se convierte en responsable hasta que no realiza los actos deter-
minantes de la responsabilidad, de modo que, hasta ese momento, la
Administración no podrá dirigirse contra él (doctrina de la actio nata).
Si los responsables son subsidiarios, el mencionado plazo de pres-
cripción comenzará a computarse desde la notificación de la última
actuación recaudatoria practicada al deudor principal o a cualquiera
de los responsables solidarios. El precepto no precisa cuál es esa "úl-
Capítulo 8. Extinción y garantías del tributo 227
En realidad, lo único que quiere decir este apartado es que, cuando sea ne-
cesario para determinar obligaciones tributarias no prescritas (porque no han
transcurrido los plazos de prescripción antes analizados), la Administración
puede comprobar (si se trata de hechos declarados) o investigar (en el caso
de hechos no declarados) circunstancias que han tenido lugar en el pasado,
sin límite de tiempo, que tienen relevancia para liquidar esas obligaciones no
prescritas. De tal forma que se puede comprobar una operación realizada en
Capítulo B. Extinción y garantías del tributo 231
un ejercicio prescrito pero que sigue teniendo incidencia en otro que no lo está.
Lógicamente, el ejercicio prescrito ya no se podrá regularizar.
3. COMPENSACIÓN
4. CONDONACIÓN
5. GARANTÍASDEL CRÉDITOTRIBUTARIO
Esta interpretación tan extensa no es, sin embargo, la que puede considerarse
mayoritaria en la doctrina y no es una cuestión pacífica en los tribunales. Por
otro lado, como veremos, ha sido expresamente excluida en las situaciones en
las que se haya declarado el concurso de acreedores, puesto que la normativa
concursa! ha limitado el ámbito objetivo del derecho de prelación de que goza el
crédito tributario.
En tercer lugar, cabe destacar que este derecho de prelación no recae so-
bre bienes determinados del deudor, sino que se concede respecto de todos los
bienes y derechos con los que el deudor debe responder de sus deudas, en vir-
tud del principio de responsabilidad patrimonial universal que rige en nuestro
ordenamiento.
A pesar de esta amplitud y generalidad en la configuración del derecho de
prelación, hay que decir que este no es absoluto, pues existen algunos crédi-
tos que tienen preferencia respecto del crédito tributario. El reconocimiento de
esta preferencia no coloca al crédito tributario en el primer lugar del orden de
prelación para el cobro de su crédito, puesto que su preferencia se excluye cuan-
do la Hacienda Pública concurra con las pretensiones de cobro ejercitadas con-
tra el mismo deudor por otros acreedores que sean titulares de un derecho real
(hipoteca o garantía) sobre los bienes del deudor.
Esto significa que el acreedor hipotecario o pignoraticio cuyos derechos
reales de hipoteca o prenda sobre bienes del deudor figurasen inscritos en el re-
gistro correspondiente con antelación a la anotación del derecho de la Hacienda
Pública tendrá preferencia sobre ésta para hacer efectivo su derecho sobre los
bienes gravados.
Como vemos, la preferencia del acreedor hipotecario o pignoraticio no es
absoluta. Para la determinación de esta preferencia hay que atender a la fecha
de la inscripción de la hipoteca o de la prenda en el registro correspondiente y a
la fecha de la anotación de embargo a favor de la Hacienda Pública en el mismo
registro. Si la primera es anterior, el acreedor hipotecario tendrá preferencia
para el cobro de su crédito con cargo al bien hipotecado o pignorado, mientras
que, si la anotación del embargo a favor de la Hacienda Pública es anterior, será
ésta quien ostente dicha preferencia.
Este criterio es lógica consecuencia del principio de prioridad temporal en
el ámbito registra!.
En relación con estos posibles conflictos en la determinación de la prefe-
rencia del crédito tributario frente al crédito hipotecario o pignoraticio, convie-
ne recordar que el art. 64 RGRestablece algunas normas dirigidas a facilitar la
efectividad del derecho de prelación del crédito tributario.
Por una parte, establece que en aquellos casos en que, anotado un embargo
a instancia de la Hacienda Pública sobre bienes del deudor, éstos tuviesen ano-
Capítulo B. Extinción y garantías del tributo 241
que se limita a establecer una regulación genérica del derecho de afección para
los casos en que otra ley establezca dicha garantía. En concreto, los impuestos
cuya regulación contempla esta medida son:
plo, esta medida se aplica en relación con la afección al pago del Impuesto so-
bre Transmisiones Patrimoniales Onerosas en virtud de lo dispuesto en el art.
5 TRLITP-AJDy en los artículos 5 y 122 de su Reglamento, que ordenan hacer
constar la afección por nota marginal.
La misma medida está prevista para la afección de bienes al pago del
Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones según los artículos 9 y 100.3 RISD.
En relación con la afección de bienes sujetos al referido impuesto que gra-
va las adquisiciones mortis causa, existe una jurisprudencia consolidada en
el sentido de establecer que dicho bien queda afecto a ese pago no por la to-
talidad de su valor, sino en la proporción que el valor comprobado del mismo
represente en la masa hereditaria trasmitida al deudor principal y, por ende,
en su deuda tributaria.
Por otro lado, hay que señalar que dicha afección y su constancia registra!
no es indefinida, sino que está prevista su cancelación, en todo caso, una vez
transcurridos cinco años desde su fecha.
La segunda y eficaz medida complementaria de la afección de los bienes
al pago del impuesto que grava su transmisión consiste en el cierre del regis-
tro a los negocios de transmisión de inmuebles si no se acredita haber satis-
fecho previamente el mismo o, al menos, haberse presentado la correspon-
diente declaración del impuesto que grava dicha transmisión. En el ámbito del
tráfico inmobiliario esta regla aparece en el art. 254 de la Ley Hipotecaria, que
dispone que ninguna inscripción se hará en el Registro de la Propiedad sin
que se acredite previamente el pago de los impuestos establecidos o que se
establecieren por las leyes, si los devengare el acto o contrato que se pretenda
inscribir.
Entre las leyes específicas que imponen esta medida, el cierre regis-
tra! viene establecido, por ejemplo, en el art. 100.1 RISD al disponer que los
Registros de la Propiedad, Mercantiles, y de la Propiedad Industrial, no admi-
tirán para su inscripción o anotación ningún documento que contenga acto
o contrato del que resulte la adquisición de un incremento de patrimonio o
título lucrativo, sin que se justifique el pago de la liquidación correspondiente
por el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones o, en su caso, la declaración de
exención o no sujeción, o la presentación de aquél ante los órganos competen-
tes para su liquidación. La misma norma de cierre registra! está establecida en
el art. 122 RITP-AJD.
El mismo efecto se produce en relación con el Impuesto sobre el Incremento
del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, si no se acredita haber presen-
tado la autoliquidación de dicho Impuesto o al menos la declaración del mismo
prevista en el art. 110 TRLHL.
Capítulo B. Extinción y garantías del tributo 247
tableciendo que dicha medida cautelar quede excluida para otros casos en que
no concurran estos requisitos o si, por el contrario, lo que significa esta norma
especial es que, si se dan tales circunstancias, la Administración tributaria pue-
de adoptar la medida cautelar de embargo preventivo de dinero sin necesidad
de una motivación adicional. Es decir, si en tales casos, existe una presunción de
que se dan los requisitos de motivación suficiente de la medida cautelar. Parece
más correcta la primera de las interpretaciones apuntadas, en la medida que el
apartado 7 de este precepto constituye una regla especial aplicable a la medida
cautelar consistente en el embargo preventivo de dinero y de mercancías, que
solamente puede aplicarse para asegurar el cobro de las deudas tributarias pro-
cedentes de estas actividades concretas, y siempre que se cumplan los requisi-
tos generales exigibles a toda medida cautelar como son la apariencia de buen
derecho (fumus boni iuris) y el riesgo de mora (periculum in mora).
Además, existe un supuesto especial de adopción de medidas cautelares
para aquellos casos en los que en el marco de un procedimiento de compro-
bación e investigación inspectora se haya formalizado denuncia o querella por
delito contra la Hacienda Pública o se haya dirigido proceso judicial por dicho
delito sin que se haya dictado la liquidación correspondiente.
La particularidad en estos casos es que las medidas cautelares podrán di-
rigirse contra cualquiera de los sujetos identificados en la denuncia o querella
como posibles responsables, directos o subsidiarios, del pago de las cuantías a
las que se refiere el art. 126 CP.Además, una vez adoptada la medida cautelar
por el órgano competente de la Administración Tributaria, se notificará al inte-
resado, al Ministerio Fiscal y al órgano judicial competente y se mantendrá has-
ta que este último adopte la decisión procedente sobre su conversión en medida
jurisdiccional o levantamiento.
Para finalizar el apartado relativo a las medidas cautelares, cabe citar la es-
pecífica medida cautelar de prohibición de disponer que puede adoptarse en
un procedimiento de recaudación en virtud de lo especialmente previsto en el
art. 170.6 LGT.En concreto, dicha norma atribuye a la Administración tributaria
la facultad de acordar la prohibición de disponer sobre los bienes inmuebles
de una sociedad, sin necesidad de que el procedimiento recaudatorio se diri-
ja contra ella, cuando se hubieran embargado al obligado tributario acciones o
participaciones de aquélla (la sociedad) y éste (el obligado tributario) ejerza el
control efectivo, total o parcial, directo o indirecto sobre la sociedad titular de
los inmuebles, en los términos previstos en el art. 42 del CCom.