Consecuencias de la minera en Panamá

La historia minera se puede dividir en cinco períodos. Comenzando la extracción de oro se realizó a partir de
depósitos de placer y vetas en los distritos auríferos de Veraguas, Coclé, Darién del Norte y Darién, junto con
cobre para alear. Panamá fue el primer país en el continente de las Américas en ser explotado por los
europeos durante el período colonial español de 1501-1821. El patrón de la fiebre del oro, la conquista y el
asentamiento se puede mapear a partir de los registros españoles, comenzando en el norte de Darién y luego
avanzando hacia el oeste hasta Panamá en 1519 y Natá en 1522. El tercer período fue el período republicano
después de la independencia de España en 1821 para formar parte de la alianza de Gran Colombia, y la
formación de la República de Panamá en 1903. Este período hasta ~1942 se caracterizó por la minería de
vetas y placeres de oro, y la minería de manganeso desde 1871. La minería de oro cesó durante la Segunda
Guerra Mundial. Esto resultó en el descubrimiento de los depósitos de pórfido de cobre gigantes en Cerro
Colorado (1957) y Petaquilla (Cobre Panamá, 1968), así como en otros depósitos de pórfido, depósitos de oro
epitermal y depósitos de bauxita. Las técnicas de exploración para el descubrimiento de cobre fueron el
muestreo de sedimentos y suelos, y la perforación. La única mina desarrollada en este período fue de arenas
negras marinas para mineral de hierro (1971-1972). El quinto y actual período es la exploración y desarrollo
de minas modernas de oro y cobre desde 1985 por parte de compañías nacionales y extranjeras, que
comenzaron en respuesta al aumento del precio del oro. Los principales métodos de descubrimiento de oro,
que no se analizaron en los estudios de sedimentos de la corriente, fueron la lito geoquímica de las zonas de
alteración y el reexamen de las antiguas minas. Las minas de oro se desarrollaron en El Remanse (1990-1998),
Santa Rosa (1995-1999 con reinicio planificado en 2020) y Molejón (2009-2014), y el depósito de cobre
Panamá comenzó a producir en 2019. El nivel de exploración del país es aún inmaduro y existe un alto
potencial para el descubrimiento de nuevos depósitos.

La minería es una actividad económica que consiste en la extracción de minerales del subsuelo. En Panamá, la
minería ha cobrado relevancia en los últimos años debido al interés de empresas nacionales y extranjeras por
explotar los recursos minerales del país, especialmente el cobre, el oro y la plata. Sin embargo, puede tener
consecuencias negativas para el medio ambiente, la salud y la sociedad.

La minería en Panamá es una actividad que ha generado mucha controversia y protestas en los últimos años.
Algunos de los argumentos en contra de la minería son:

- La minería afecta negativamente al medio ambiente, al destruir bosques, contaminar el agua y el aire, y alterar la
biodiversidad. La mina más grande de Centroamérica, Minera Panamá, se encuentra en el Corredor Biológico
Mesoamericano, una zona clave para la vida silvestre amenazada.

- La minería no beneficia económicamente al país, ya que la mayor parte de las ganancias se quedan en manos de
las empresas extranjeras, y los impuestos que pagan son muy bajos. Además, la minería genera pocos empleos
locales y precarios, y no contribuye al desarrollo social de las comunidades afectadas.

- La minería se ha realizado sin una consulta adecuada a la ciudadanía, violando el derecho a la participación y a la
información. El contrato entre el Estado panameño y Minera Panamá fue aprobado de forma expresa y sin
suficiente debate público, lo que generó indignación y desconfianza en la población.

Estas son algunas de las razones por las que muchos panameños se han manifestado en las calles para exigir el
cierre de todas las minas y la prohibición de nuevas concesiones mineras. El gobierno ha respondido con medidas
represivas y concesiones parciales, pero no ha logrado calmar el descontento social.
 ##Consecuencias ambientales
Entre las consecuencias ambientales de la minería se encuentran la degradación del paisaje, la pérdida de
biodiversidad, la contaminación del agua y el suelo, y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Estos impactos pueden afectar la calidad de vida de las poblaciones locales y poner en riesgo los servicios
ecosistémicos que brindan las cuencas hidrográficas, las áreas protegidas y las reservas forestales. Por ejemplo, en
el caso de la mina de Petaquilla Gold, en Colón, se denunció la muerte de peces y otras especies acuáticas por el
desbordamiento de químicos de las tinas de lixiviación. Además, se estima que más del 44% del territorio nacional
se encuentra en gestión para el otorgamiento de concesiones mineras, lo que podría aumentar la presión sobre los
ecosistemas naturales.

- La degradación del paisaje: La minería implica la remoción de capas superficiales de suelo y roca, lo que puede
alterar el relieve, la vegetación y la fauna del lugar. Esto puede provocar la pérdida de biodiversidad, la erosión del
suelo y el aumento del riesgo de deslizamientos e inundaciones.

- La contaminación del agua: La minería utiliza grandes cantidades de agua para los procesos de extracción y
beneficio de los minerales. Además, emplea sustancias químicas, como el cianuro y el mercurio, que pueden
filtrarse al agua superficial o subterránea. Esto puede afectar la calidad y la cantidad del agua disponible para el
consumo humano y animal, así como para los ecosistemas acuáticos.

- La contaminación del aire: La minería genera emisiones de polvo y gases que pueden afectar la calidad del aire y
contribuir al cambio climático. El polvo puede contener partículas de metales pesados que pueden ser inhaladas
por las personas y los animales, causando problemas respiratorios. Los gases pueden incluir dióxido de carbono,
metano y óxidos de nitrógeno y azufre, que pueden provocar efecto invernadero y lluvia ácida.

## Consecuencias sociales
La minería puede tener implicaciones sociales para las comunidades locales que viven en las zonas donde se realiza
o se proyecta realizar. Entre las consecuencias sociales de la minería se encuentran la reubicación forzada de
comunidades locales, la pérdida de tierras y recursos naturales, la alteración de las dinámicas sociales y culturales, y
el incremento de la violencia y los conflictos. Estos efectos pueden generar resistencia y protesta por parte de los
sectores afectados, como las organizaciones ambientalistas, indígenas y campesinas. Por ejemplo, en el caso de la
mina de Cerro Colorado, en Chiriquí, se ha manifestado una fuerte oposición por parte de la comarca Ngäbe-Buglé,
que ve amenazada su biodiversidad y su soberanía. Además, la minería ilegal puede intensificar la violencia y
generar conflictos en las áreas donde se lleva a cabo.

- La reubicación forzada: La minería puede requerir la expropiación o el desplazamiento de las comunidades locales
que habitan en las áreas donde se ubican los yacimientos mineros. Esto puede implicar la pérdida de sus tierras, sus
viviendas, sus medios de vida y sus vínculos sociales y culturales.

- El conflicto social: La minería puede generar conflictos sociales entre los diferentes actores involucrados o
afectados por la actividad minera. Estos pueden incluir a las empresas mineras, el gobierno, las comunidades
locales, los trabajadores mineros, las organizaciones ambientalistas y los grupos indígenas. Los conflictos pueden
surgir por motivos como la distribución inequitativa de los beneficios económicos, los impactos ambientales
negativos, la falta de consulta o participación, o el incumplimiento de los derechos humanos.

- El cambio cultural: La minería puede provocar cambios culturales en las comunidades locales que viven en las
zonas mineras o cercanas a ellas. Estos pueden incluir la pérdida o transformación de sus costumbres, valores,
lenguas e identidades. Además, la minería puede introducir nuevos elementos culturales, como el consumo, el
individualismo o la violencia.

Los campesinos han dejado de producir café para irse a trabajar con la minería y las palmas de pixbae florecen, pero
no se desarrollan. Las flores se caen.

Santana vive en Nuevo San Juan, una de las comunidades cercanas al proyecto minero. Desde su casa se escucha el
ruido de la corriente del río San Juan, que ella ha dejado de usar por temor. “Nos han dicho que el río está
contaminado y hemos preferido mejor no usarlo”, dijo.

Antes que se instalara la minería, las comunidades se abastecían del agua del río. Ahora, de agua están ubicadas en
los puntos altos así evita cualquier contacto con sustancias contaminantes.

## Consecuencias económicas

La minería puede tener beneficios económicos para el país y para las regiones donde se desarrolla. Sin embargo,
también puede tener costos económicos que deben ser considerados. Algunas de las consecuencias económicas
más comunes son:

- La generación de empleo e ingresos: La minería puede crear empleos directos e indirectos para las personas que
trabajan en la actividad minera o en los sectores relacionados con ella. Además, puede generar ingresos fiscales
para el gobierno y divisas para el país por la exportación de los minerales extraídos.

- La dependencia económica: La minería puede generar una dependencia económica del país o de las regiones hacia
un solo recurso natural no renovable. Esto puede implicar una vulnerabilidad ante las fluctuaciones de los precios
internacionales, la disminución de las reservas minerales o la competencia de otros países productores. Además,
puede provocar el descuido de otros sectores económicos más diversificados y sostenibles.

- La externalización de los costos: La minería puede externalizar parte de los costos ambientales y sociales que
genera a la sociedad en general. Esto significa que los beneficios económicos se concentran en unos pocos actores,
mientras que los daños ambientales y sociales se distribuyen entre muchos. Esto puede implicar una injusticia social
y una ineficiencia económica.

El estudio de impacto ambiental establece que se perderá materia orgánica del suelo durante las fases de
construcción y operaciones, y la contaminación “puede producirse como consecuencia de derrames y fugas”, sin
embargo, no especifica qué sustancias podrían derramarse. Como consecuencia de la pérdida neta en la materia
orgánica del suelo y los cambios en los ciclos bioquímicos de la tierra, se producirá un suelo menos fértil y una
pérdida de zonas cultivables. El documento recomienda recuperar el equilibrio de la materia orgánica del suelo
durante la fase de cierre y post-cierre del proyecto.
 ## Conclusiones

La minería es una actividad económica que tiene consecuencias ambientales, sociales y económicas para el país y
para las comunidades locales. Estas consecuencias pueden ser positivas o negativas, dependiendo del tipo de
minería, las prácticas utilizadas y el contexto específico de cada situación. Es importante tener en cuenta que las
consecuencias de la minería pueden variar en el tiempo y en el espacio, y que pueden ser acumulativas o sinérgicas.
Por lo tanto, se requiere una evaluación integral y participativa de los impactos de la minería, así como una
regulación y una mitigación adecuadas de los mismos.

Diversas experiencias en todo el mundo indican que las normas nacionales internacionales vigentes en materia de
protección ambiental y de regulación a la actividad minera no Constituyen ninguna garantía para mitigar sus
perjuicios irreversibles. Mientras, las autoridades panameñas pretenden justificar las operaciones por supuestos
beneficios en materia de empleos e infraestructuras.

En términos generales, el establecimiento y avance de las operaciones mineras a cielo abierto podría tener a
mediano y largo plazo serias Consecuencias negativas para el país, tanto en lo económico como es la ambiental y es
lo social, una previsión que se agrava por la debilidad institucional de la ANAN y por el modelo político
centralizador dominado por un Poder Ejecutivo que, a su vez, Controla la Asamblea Legislativa y el Poder Judicial.

Para el país no es rentable poner en riesgo los recursos naturales con inversiones millonarias que en el corto plazo
sólo beneficiarán a unos pocos y, en el largo plazo, asegurarán empobrecimiento, contaminación y destrucción.
Incluso más, el incremento de la actividad minera amenaza la sostenibilidad económica, la autonomía y la soberanía
del país, además de interrumpir la Circulación natural del Corredor Biológico Mesoamericano del Atlántico
Panameño, principal pasaje migratorio de especies silvestres del país y del continente americano.