Compendio de Lecturas Bloque 1 2024 HDM2
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LECTURA No. 1
IDEOLOGÍAS AL INICIAR LA VIDA INDEPENDIENTE DE MÉXICO
Las ideologías al iniciar la vida independiente de México son el liberalismo y el conservadurismo, que se
confrontaron una vez lograda la independencia del país del Imperio español en 1821.
A partir de entonces, se inicia en México la lucha entre liberales y conservadores para el establecimiento del nuevo
Estado, con el objetivo de sustituir las viejas estructuras coloniales.
Los liberales o progresistas luchaban por el establecimiento de la República federal y los conservadores sustentaban
la tesis de establecer un estado centralista.
Este proceso de conformación e integración del estado nación se verá afectado por un prolongado período de
agitación política y guerras intestinas entre las facciones distintas en pugna.
Ideologías que surgieron al iniciar la vida independiente de México
Conservadurismo
Definir las ideologías conservadora y liberal en México es difícil debido a sus peculiares características y al proceso
histórico de formación.
Los conservadores mexicanos se oponían a los cambios y defendían el orden existente antes de la independencia.
Tras la proclamación de la independencia de México de la Nueva España el 24 de agosto de 1821, y los fracasados
intentos del clero católico y los blancos peninsulares de restablecer la monarquía absolutista, se aprovechó el
ascenso al poder de Agustín de Iturbide para lograrlo.
Iturbide, firmante del Tratado de Córdoba junto con Juan de O’Donojú, último jefe de la Nueva España, fue
proclamado emperador en mayo de 1822.
Luego fue coronado con el nombre de Agustín I. De esta manera, la monarquía y los conservadores se reinstalaron
en el poder.
Pero en diciembre de ese año, Antonio López de Santa Anna provocó una revuelta civil al proclamar el Plan de
Veracruz, que inspiró las ideas republicanas de los antiguos insurgentes inconformes y defraudados con el nuevo
régimen imperial.
Con la firma del Plan de Casa Mata en febrero de 1823, borbonistas y republicanos congregan sus fuerzas y provocan
el derrocamiento de Iturbide, quien ante la presión popular y militar abdica en marzo de 1823 y huye a Europa.
Así, en apenas meses, México pasó de la República federal a la monarquía absolutista y luego a la República liberal.
El 4 de octubre de 1824 se aprueba la nueva Constitución del estado mexicano y se adoptó la república y el
federalismo como forma de gobierno.
Liberalismo
El liberalismo mexicano defendía en teoría la transformación del país, las libertades individuales y la secularización
del estado (separar la Iglesia del Estado).
Para la corriente ideológica liberal mexicana también era importante que las libertades individuales se manifestaran
en todos los ámbitos: pensamiento, prensa, asociación, economía, entre otros; y en la igualdad de los ciudadanos
ante el Estado.
Sin embargo, no fue posible dejar atrás la enraizada cultura colonial de los privilegios, la división social en clases, ni la
cultura de súbditos en lugar de ciudadanos, el subdesarrollo económico y la corrupción, entre otros elementos.
Puede decirse que, debido al legado colonial y al proceso de formación política y social del pueblo mexicano, la
ideología liberal no alcanzó a desarrollarse plenamente en México como en otras naciones del mundo.
LOGIAS MASONICAS:
Juan Jacobo Rousseau, pensador ilustrado
Escritor ginebrino del siglo XVIII, radicado en Francia. Fue, probablemente, el autor más leído y seguido por los
políticos y criollos ilustrados de la Nueva España antes de la independencia y en los años que siguieron a ésta, por
sus ideas a favor de la democracia, la libertad y la soberanía popular, con criterio liberal, individualista y
revolucionario.
El pensamiento de éste y otros autores franceses e ingleses también influyó en las 13 colonias de Norteamérica, que
habían concretado su independencia en 1776 al constituirse como Estados Unidos de América.
La Casa de Borbón reinante en España, había hecho reformas importantes que afectaron a los pueblos conquistados.
Para 1808, la monarquía española pasaba por uno de los momentos más débiles de su historia. El rey Carlos IV había
confiado en su ministro Manuel Godoy para permitirle el paso por España a Napoleón Bonaparte, quien, una vez en
el país, hizo que el rey y su heredero, Fernando VII abdicaran a favor de su hermano, José Bonaparte.
Cuando esto sucedió, los criollos en la Nueva España, intentaron formar una junta de representantes encabezada
por el virrey José de Iturrigaray, pero fue apresado y el descontento aumentó.
Con la familia real destituida y extranjeros en el poder, ¿qué motivación podrían tener los novohispanos para
obedecer unas leyes que consideraban injustas?
La organización social de los habitantes de la Nueva España, a principios del siglo XIX era:
• Criollos: Estaban cansados de no poder acceder a los puestos más importantes del poder.
• Indígenas: En medio de una sociedad racista, fueron relegados y marginados, realizaban los trabajos peor
pagados.
• Mestizos: Aun siendo la mayoría de la población, no tenían representación en los cargos públicos, ni Las
sequías y heladas habían elevado mucho los precios del maíz y otros alimentos indispensables; también hubo
epidemias e inundaciones, además de la mayor desigualdad entre ricos y pobres.
Las diferentes ideologías del siglo XIX: liberal y conservadora
Una vez consumada la independencia, dos posiciones ideológicas pretendieron imponer su modelo de organización
para el país: liberales y conservadores.
Destacaron en nuestro País, por el lado liberal José María Luis Mora, quien había sido ordenado sacerdote, pero
después abandonó el clero, tomando una actitud radicalmente distinta. Estudió leyes y perteneció a la masonería.
Llegó a ser el principal pensador de los liberales.
Para él, la moral pública era la libre obediencia que los ciudadanos como individuo prestaban a las leyes civiles y al
gobierno, establecidas por los mecanismos de la representación política. La religión no tendría nada que ver con la
organización social.
Consideraba indispensable una revolución mental en el pueblo, una obra de reforma de las costumbres conducida
por las autoridades públicas mediante la educación y la afirmación de la preponderancia de las leyes y las
autoridades civiles sobre los dogmas, los fueros y los medios de influencia social de la Iglesia.
Y, del otro lado, Lucas Alamán, intelectual e historiador, fue uno de los políticos más influyentes en esa época,
diputado en España y ministro de Relaciones en tres gabinetes diferentes en México.
Durante este periodo hubo un importante desarrollo de la masonería yorkina en México, partidaria del federalismo y
de la amistad con Estados Unidos, en tanto que su rival, la masonería escocesa —que existía desde la época virreinal
y recibía lineamientos europeos— optó por el centralismo.
Algunos masones mexicanos, tratando de unir a escoceses y yorkinos y de unificar las fuerzas políticas del país,
fundaron el Rito Nacional Mexicano, pero no lograron su cometido.
En el siguiente cuadro podrás ver algunos de los elementos característicos de los grupos masónicos en México:
Masonería
Masonería yorkina Rito nacional mexicano
escocesa
Tendencia República
República federalista República federalista
política centralista
Esta pugna se debía en buena medida a la falta de mecanismos establecidos en este país para una participación civil
en torno a las grandes decisiones nacionales.
Simplificando, podemos decir que las posiciones ideológicas liberal y conservadora correspondieron a proyectos de
nación republicanos federalista y centralista, respectivamente.
El Partido Liberal estaba dividido en dos grupos, el de los radicales o puros, que sostenían que esta doctrina debía
aplicarse por encima de todo y a pesar de todo; y los moderados quienes creían que la implantación debía ser por la
vía de la persuasión, y de manera gradual. Una de sus intenciones era separar a la Iglesia del Estado y establecer un
orden que protegiera las libertades del individuo.
El Partido Conservador fue fundado por Lucas Alamán, ministro de Relaciones Exteriores y del Interior. Participaron
con él Anastasio Bustamante, Nicolás Bravo, Miguel Barragán y Miguel Miramón. Los cuales se mantuvieron fieles a
la Iglesia y luchaban por mantener su situación económica y social. Entre sus principales postulados se encontraba el
mantener la religión católica como la única, de todos los mexicanos.
También querían que siguiera siendo responsable de la educación, para evitar que se infiltraran ideas liberales. Del
mismo modo, trataron de mantener los fueros militares y la autonomía del ejército.
https://www.lifeder.com/ideologias-formaron-mexico-estado-nacion/
https://laedu.digital/2021/05/29/ideologia-que-formaron-a-mexico-como-estado-nacion/
Actividades 1ª parte:
1. Realiza la lectura guiada y subraya notas e ideas completas y coherentes con color.
2. Elige una palabra desconocida y busca el significado en el diccionario, anotando en tu libreta.
3. Elabora un cuadro comparativo de las características y diferencias entre liberales y conservadores.
4. Pega tu lectura.
5. Completa el organizador grafico siguiente, anotando ideas completas en cada espacio sobre los puntos más
importantes: ideologías y logias.
Organizador No. 1 fecha: Nombre:
LECTURA NO 2: LOS PROYECTOS DE NACIÓN: MONÁRQUICO, IMPERIAL Y REPUBLICANO.
Las posiciones ideológicas existentes en la nación, una vez consumada la independencia, se confrontaron sobre la
forma en que funcionaría el país, es decir, cómo lograrían el desarrollo que buscaban al separarse de España. Había
que definir qué proyecto de nación era el conveniente.
Cuando las cortes españolas desconocieron la independencia del territorio mexicano, los borbones dejaron de ser
candidatos al trono de México. El sargento Pío Marcha y su regimiento, con el fin de impulsar la candidatura de
Iturbide, promovieron una manifestación cívico-militar el 18 de mayo de 1822. Después de deliberar, el Congreso lo
proclamó emperador el 21 de julio del mismo año. A pesar del título tenía menos facultades que cuando era regente.
La acumulación de descontento de los antiguos insurgentes contra el emperador, provocó organizar conspiraciones.
La situación se tornó tan crítica que Iturbide disolvió el Congreso sustituyéndolo por una Junta Nacional
Constituyente, aunque sus miembros eran prácticamente los mismos.
El brigadier Antonio López de Santa Anna, el 2 de diciembre de 1822, desconoció al imperio y exigió la restauración
del Congreso y el establecimiento de un gobierno republicano.
Iturbide envió tropas a combatir a Santa Anna, pero las propias tropas imperiales firmaran el Plan de Casa Mata, que
exigía la “instalación del Congreso a la mayor brevedad”. Iturbide atendió lo solicitado; sin embargo, el malestar
seguía, y finalmente las presiones políticas y económicas lo llevaron a abdicar el 22 de marzo de 1823; poco después
fue exiliado y fusilado. El Congreso nombró entonces un triunvirato para ejercer el Supremo Poder Ejecutivo
formado por Pedro Celestino Negrete, Guadalupe Victoria y Nicolás Bravo.
El 4 de octubre del año siguiente, la república fue formalmente instituida con la promulgación de la Constitución de
1824, que establecía una república representativa, popular y federal. Mantenía al catolicismo como religión de
Estado, sin tolerancia de otra. Y decretaba que el gobierno se dividía en tres poderes: Ejecutivo, Judicial y Legislativo,
considerando a este último como dominante. Días después, el 10 de octubre, fue nombrado el primer presidente de
la república: Guadalupe Victoria, —cuyo verdadero nombre era José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix— con
Nicolás Bravo como vicepresidente.
Su periodo presidencial pudo iniciar con desahogo porque el Congreso negoció con el gobierno y la banca inglesa un
préstamo de 12.2 millones de pesos. En las cinco décadas posteriores a la independencia de México, Guadalupe
Victoria fue el único presidente que pudo terminar su mandato de cuatro años. Por ese tiempo nació la masonería de
rito yorkino en México, impulsada por Poinsett.
Otro acontecimiento importante fue la rendición de los españoles en la fortaleza de San Juan de Ulúa, el 18 de
noviembre de 1825. El gobierno mexicano, al considerar que España no había abandonado las esperanzas de
recuperar su dominio, decretó la expulsión de todos los hispanos del país, lo cual impactó a México en varios
aspectos: económico, cultural y demográfico, porque disminuyó la población
Fuente: Secretaría de Educación Pública. (2015). Historia de México II. Ciudad de México.
Actividad:
- Iturbide:
- Guadalupe Victoria
- Nicolas Bravo:
10. Al rendirse los españoles en San Juan de Ulua, el gobierno mexicano toma la decisión de:
Lectura No. 3 Proyectos de Nación: Monárquico, Imperial y Republicano (Complemento)
El imperio de Iturbide, también llamado Primer Imperio de México, fue un gobierno monárquico liderado por el caudillo militar
Agustín de Iturbide, que duró unos pocos meses: entre el 21 de julio de 1822 y el 19 de marzo de 1823. A pesar de su corta
duración, este gobierno fue de suma importancia en la historia de México porque fue el primer gobierno independiente y
soberano del país.
Agustín de Iturbide fue un militar destacado y un personaje central en la política mexicana durante la Guerra de Independencia.
Primero sirvió en el ejército realista (en defensa de la monarquía española) y luego se unió a los insurgentes y favoreció la
independencia de México.
Aunque fue elegido por un Congreso, durante su corto gobierno, Iturbide ganó multitud de enemigos debido a sus
desacertadas medidas económicas y a la disolución del Congreso. Su gobierno fue derrocado por una rebelión que reinstauró el
Congreso, disolvió el imperio y declaró a México una república.
La Guerra de Independencia de México fue un largo proceso político y militar que comenzó en 1810 y terminó en septiembre de
1821. Este conflicto se originó en el Virreinato de Nueva España, que era parte de las colonias españolas en América y
conformaba el actual territorio mexicano y otras regiones del sur y el norte.
Cuando en 1808 las tropas de Francia invadieron España y destituyeron al rey Fernando VII, los criollos de Nueva España se
negaron a reconocer la autoridad francesa, por lo que en un comienzo los movimientos que reclamaban la soberanía popular lo
hacían como un acto de lealtad hacia el legítimo rey de España. Sin embargo, a lo largo de los once años que duró la guerra, los
intereses de diversos grupos se fueron uniendo y guiaron la lucha hacia el objetivo de declarar a México como un Estado
independiente.
Tras la unión de los insurgentes (independentistas liderados por Vicente Guerrero) con los grupos conservadores (antiguos
realistas liderados por Agustín de Iturbide, que decidieron apoyar la independencia porque rechazaban la Constitución liberal de
Cádiz), se proclamó el Plan de Iguala, que declaró la independencia de México.
El Plan de Iguala, también denominado Plan de las Tres Garantías, fue proclamado por Agustín de Iturbide el 24 de febrero de
1821, y contenía tres principios: la independencia de México, la unión de todos los criollos y españoles de Nueva España, y la
supremacía de la religión católica. Estas tres ideas fueron representadas en los colores de la bandera: verde, rojo y blanco.
El Plan de Iguala estableció a México como un país independiente y, más específicamente, como una monarquía
constitucional o moderada que ofreció la corona al rey Fernando VII o a alguno de sus familiares. Sin embargo, la corona
española no reconoció la independencia mexicana hasta 1836.
Iturbide comandó el Ejército Trigarante para expandir los principios del Plan de Iguala por todo el territorio de Nueva España. El
24 de agosto de 1821 firmó junto al jefe político superior de Nueva España, Juan O’Donojú, los Tratados de Córdoba que
acordaban el retiro de las tropas españolas, aunque posteriormente la corona rechazó el acuerdo de la independencia.
El Ejército Trigarante ingresó en la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821 y al día siguiente se firmó el acta de
independencia del Imperio mexicano, redactada por una Junta Provisional Gubernativa. Luego se formó un Congreso que eligió
a Iturbide como emperador de México. El 21 de julio de 1822 fue coronado con el nombre de Agustín I.
Agustín de Iturbide (1783-1824) fue un militar y político mexicano que se desempeñó como emperador de México entre el 21 de
julio de 1822 y el 19 de marzo de 1823. Al comienzo de la Guerra de Independencia, Iturbide luchó junto a las fuerzas realistas que
combatían contra los insurgentes que buscaban la independencia de México.
Sin embargo, en 1820 cambió la situación política en España debido al triunfo de una revolución liberal que restableció
la Constitución de Cádiz y amenazó con perjudicar los intereses del clero y la aristocracia de México. Por esta razón, en los
últimos años de la guerra los conservadores (entre ellos, Iturbide) cambiaron de posición y apoyaron el objetivo de la
independencia.
La independencia de México se alcanzó en 1821 tras los siguientes hechos que tuvieron a Iturbide como protagonista:
• La unión de los insurgentes y los conservadores, que se consumó en el Abrazo de Acatempan entre Vicente Guerrero e
Iturbide.
• La proclamación del Plan de Iguala, que establecía la independencia de México, aunque proponía como monarca a un
rey español.
• Los Tratados de Córdoba, en los que se acordó, junto a la autoridad virreinal, el retiro de las tropas españolas.
• El ingreso del Ejército Trigarante comandado por Iturbide en la Ciudad de México.
• La redacción del acta de independencia del Imperio mexicano por una Junta Provisional Gubernativa.
Dado que durante la guerra Iturbide se destacó como líder militar, sus desacuerdos con sectores insurgentes y representantes
del Congreso favorecieron que un motín de soldados y otros sectores populares se pusiera de su lado y pidiera que se lo
nombrara emperador. La mayoría de los diputados accedió a la demanda y Agustín de Iturbide fue coronado emperador.
Las fronteras del Primer Imperio de México incluían a California, Nuevo México y Texas.
Durante el Imperio de Iturbide, México tuvo su mayor extensión geográfica. Esto se debió a que se anexaron las provincias que
en simultáneo habían declarado la independencia con respecto a España, especialmente las que formaban parte del reino
de Guatemala, que componían la práctica totalidad de Centroamérica.
De este modo, además de México se incluían dentro de las fronteras del imperio California, Nuevo México y Texas, por el norte,
y todo el territorio centroamericano hasta Costa Rica, por el sur. Su superficie total llegó a ser de 4 millones y medio de
kilómetros cuadrados, aunque su población no superaba los 7 millones de habitantes. Si bien contenía alrededor de 30 ciudades,
en su mayor parte la población era rural y estaba conformada por criollos, españoles, indígenas y mestizos.
La organización territorial se basaba en una división administrativa provincial, y cuando cayó el Imperio de Iturbide, buena parte
de los territorios al sur y al norte se separaron o independizaron a lo largo de diversas etapas que causaron una importante
reducción del territorio de México.
Tras la independencia, México atravesaba una severa crisis económica producto de once años de guerras y revueltas. Su
situación económica incluía escasez de recursos, deudas derivadas de préstamos forzosos, un mercado interno poco integrado,
españoles que se habían llevado consigo sus riquezas, una deficiente conexión entre los diferentes territorios del imperio y poca
mano de obra producto de las bajas de la guerra. Las actividades económicas en las que México se había destacado en la época
colonial (la agricultura y la minería) estaban en crisis.
El gobierno de Iturbide intentó llevar adelante medidas para contrarrestar esta situación y calmar el malestar social, como la
reducción de algunos impuestos, pero para ello contrajo más deudas y recurrió a la emisión de papel moneda en exceso que,
como consecuencia, perdió valor. Además, para cubrir los gastos militares y burocráticos continuó exigiendo préstamos
forzosos que aumentaron el descontento de amplios sectores de la población mexicana.
Las políticas económicas llevadas adelante por Iturbide y el desencanto tras el optimismo inicial fueron algunas de las razones
que ampliaron el arco opositor que buscó destituir al emperador.
Agustín de Iturbide fue coronado emperador del Imperio mexicano en julio de 1822, luego de ser elegido por el Congreso, pero
a los pocos meses disolvió este órgano por falta de apoyo. En su lugar estableció una Junta Nacional Instituyente. Esto le
permitió gobernar sin mediación ni control parlamentario, pero le valió una gran cantidad de enemigos.
Para evitar que se expresara el descontento, Iturbide eliminó la libertad de prensa y mantuvo un férreo control sobre las
publicaciones. Quienes a pesar de todo seguían manifestando su oposición política eran arrestados.
Algunos de los opositores de Iturbide eran sus enemigos desde los años de la Guerra de Independencia. Entre ellos se
destacaban Nicolás Bravo, Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria, que habían sido insurgentes que lucharon contra el ejército
realista. También se manifestaban contra Iturbide los defensores de la corona española, que querían que gobernara un
representante borbón, y los republicanos (algunos de ellos ex insurgentes), que querían instaurar en México una república.
Iturbide también cosechaba enemigos entre quienes habían sido sus compañeros de armas, como Antonio López de Santa
Anna, descontento con las fallidas decisiones económicas de Iturbide y su política contraria a la participación política y al
funcionamiento parlamentario.
El Imperio de Iturbide fue derrocado por una rebelión que provocó su abdicación.
Desde el inicio del gobierno de Iturbide se sucedieron revueltas y conspiraciones decididas a derrocar al emperador. Muchos de
estos movimientos tenían como fin instaurar en México una república y restablecer el Congreso.
El 2 de diciembre de 1822, el político y militar mexicano Antonio López de Santa Anna se pronunció en Veracruz contra
Iturbide y a favor de la proclamación de la república. El emperador envió sus fuerzas militares y comenzó un período de
enfrentamientos que culminó cuando los generales de sus propias tropas, influidos por logias masónicas, se unieron al Plan de
Casa Mata proclamado por Santa Anna el 1 de febrero de 1823.
Este documento establecía que debía restituirse el Congreso y ponía las bases para el proyecto de un Estado mexicano que
dejaría de ser una monarquía y se constituiría en una república.
Iturbide restableció el Congreso y el 19 de marzo de 1823 abdicó. A continuación, se exilió junto con su familia, primero
en Italia y luego en Inglaterra. Mientras tanto, los territorios centroamericanos se independizaron de México. En 1824 un
Congreso General Constituyente redactó la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos, que reemplazó oficialmente
a la monarquía por una república representativa y federal.
En abril de 1824 Iturbide fue declarado traidor y enemigo público del Estado por parte del Congreso y, cuando regresó a
territorio mexicano en julio de ese año, fue arrestado y fusilado en Padilla (Tamaulipas) el día 19.
Fuente: https://humanidades.com/imperio-de-iturbide/#ixzz8RCH8HOd7
Actividad:
1. Realiza la lectura guiada y subraya las notas mas importantes e interesantes de la lectura.
2. Elige una palabra desconocida y busca el significado en el diccionario.
3. Participa en la dinámica que te indique el profesor.
4. En el siguiente cuadro anota ideas completas dentro de cada segmento (12 en total)
5. Completa la actividad que se te solicita.
COMPLETA LAS ORACIONES.
3. El plan de __________________ o llamado de las tres _____________________ fue proclamado por Iturbide y contenía
___________________________________________________________________________________________.
4. Las tres ideas contenidas en el plan de Iguala fueron representadas con los ____________________________________
_________________________________________________________.
Y los ______________________________________________.
8. Iturbide también tenia como enemigos antiguos compañeros de armas como _________________________________.
En ___________________________________ el 19.